Auguste Voissier

por **Auguste Voissier** Mar Mayo 29, 2012 7:39 pm

Auguste

Voissier...

21 años//Humano//Cortesano
Clase Media//Homosexual//Francés

Descripción Física
Con una estatura de metro ochenta y cinco centímetros. Auguste, goza de la juventud apenas entrando a ella con tan sólo 21 años de edad, poseedor de una piel tersa y blanca como la leche. Nariz afilada que cuadra perfecta a su boca, labios carnosos que conservan su color rosado natural los cuales se quiebran en una hilarante sonrisa que roba suspiros a todos aquellos que sean capaces de apreciar su belleza fresca y nada conservadora. Largas pestañas, ojos de un azul claro como los mares, expresivos, desafiantes, que con solo mirarlos se es capaz de darse cuenta de lo que está pensando, reflejando sus ideas abiertamente y sin mesura. Gracias a la equitación y el baile actividades en las que se desempeña excelentemente han trabajado su cuerpo durante los años, dotándolo de una buena estructura corporal sin llegar a ser extremadamente delgado o desgarbado, más bien podría describirse como beneficiario de un cuerpo bien trabajado y firme, de músculos marcados pero no exagerados, de alguna manera sus rasgos resaltan su toque femenino y delicado. Auguste suele vestir de manera elegante, centrándose en lucir lo más apropiado posible para los momentos que rondan a su vida, para su profesión usualmente se destaca por ésta elección, aunque llamativo en ocasiones, dependiendo del grado de humor que sostenga en los días.

Auguste Voissier Rtte

Descripción Psicológica
Mi vida no ha sido complicada, la situación en Paris ha cambiado conforme pasa el tiempo, nuevas tendencias de moda, hombres y mujeres extranjeros, un comercio alto y beneficioso para su población, pero sólo para los que pueden hacerse acreedores de estos lujos, son quienes gozan de la buena vida de la ciudad. No he olvidado el primer día que pude comprar mi primer chal de seda, de por si costoso, había trabajado incontables horas para ganar un sueldo aceptable, si ello no te forjaba un buen carácter desafiante, perseverante y convenenciero, nada lo haría, trabajar entonces para la casta noble, era de por sí muy absorbente. He vivido para contar en mi corta vida las minuciosas historias presentadas en la corte de Francia, mi vida ahí formó el otro lado de la moneda; manipulador, desinteresado en los sentimientos de los demás, nada importaba más que uno mismo, yo era dueño mi silencio y esclavo de mi boca, navegar en aguas turbias de la corte me enseñó a callar y hablar cuando era necesario, paciente, elocuente y servicial. Como un pequeño barco pesquero que sólo puede tomar lo que es justo o un poco menos, navegue con banderas blancas de tregua hasta encontrar mi libertad fuera de las jaulas de oro, caballeros y señoras.
Con un poco del dinero que logré ahorrar durante mi estancia en la corte alquilé una pequeña habitación que por lo menos me daba lo más básico; cobijo y protección. Pese a ello mi estrecho hogar debo cuidarlo para no perder lo poco o mucho que tengo, situación que me ha llevado hasta los callejos apestosos de la ciudad, aunado a mis preferencias, caí a un burdel de mediana categoría dónde aprendí a sobrevivir. Esperanzado y salvaguardando la integridad que aún conservo como ser humano continúe con mi labor; aprendí a ver por mi mismo sacando las uñas contra aquellos que quisieran lastimarme, los hombres de mis preferencias son hombres discretos y cerdos otros tantos, el morbo los lleva a algunos a aventurarse en los brazos masculinos y delgados que poseo, no escatimo en brindarles mi compañía si lo desean, aunque sé bien que se trata de un oficio con doble filo, caer o someterse en el juego es mortal, por lo que he aprendido a ocultar mis sentimientos y manejarlos a la perfección.
Si esto es una tabla de ajedrez dónde el peón debe defender a la reina y el rey, yo sería la excepción, pues no pondría mi cuerpo entre estos y una afilada espada para ser atravesado por para beneficio de monarcas o la alcurnia. Si de algo sirven esas personas es para beneficiarme con el dinero que yo no tengo, sólo vivo por y para mí.

Historia
Contar la vida que es triste suele contarse con mayor sentimiento que una feliz, pues ellos son la muestra de nuestro verdadero corazón, ya que dicen que el hombre suele expresarse más bajo el resentimiento, el coraje y la rabia, la melancolía, el deseo.
Nací en el seno de una familia de posición media bajo el nombre de Auguste, mi padre profesor de idiomas y mi madre, dulce mujer de compañía, intrépida y alegre, si no fuera por ella, quizá la vida fuera más miserable para quienes fuimos tocados por su bondad. Siendo reconocido mi padre por el altruismo que lo caracterizaba, fue llamado a la corte para servir al barón y baronesa de Francia, como profesor de sus pequeños protegidos. Con tan sólo diez años de edad conocí lo que era la servidumbre dentro de tanta pomposidad, niñas y niños caprichosos que toda su vida habían gozado de privilegios, dícese por nacimiento o por suerte.
Nunca, ni por asomo, conocí a una mujer de la alta sociedad o la nobleza hincarse para poderse limpiar los zapatos, que yo mantenía limpios. La burbuja que los mantenía intocables los alejaba de la cruda realidad de Paris, recuerdo que en muchas ocasiones la comida podrida era para aquellos hombres y mujeres que en las afueras de sus palacios pedían la caridad – que lastima – pensaba, aunque me sentía tocado un poco por el dedo de dios si no nos habíamos sometido a la miseria todavía.
Adentrándome a la edad de 16 años, tuve la oportunidad de en mis tantos viajes a los bosques en la propiedad del barón y la baronesa - dónde conocía un poco de la libertad de la cual no gozaba- de toparme con un hombre que, sin duda, cambio mi vida. No era viejo, tampoco poco atractivo, muy por el contrario lucia como cualquier caballero que yo tenía la desdicha de servir, acompañado por una niña de dos años, no más, caminaba distante por los troncos con helechos y frondosos árboles que me permitían adentrarme en las sombras y mantenerme cautivo sin que él me viera o alcanzara a sentir mi presencia. Sus ojos centellaban con los rayos del sol al igual que su piel, difícil describirlo, pues la imagen nítida del instante aunque no se ha borrado, ha comenzado a difuminarse con el paso de los años. El en mi trance por encontrar una respuesta aceptable a su belleza, me encontró en el escondite – Aun me pregunto cómo pudo hacerlo, pues era casi imposible encontrarme -.
Una solida amistad surgió en aquel encuentro que poco a poco conforme pasaron los años se alimentó de instantes fugaces. Pero yo, sólo era preso de los sueños que a escondidas deseaba se cumplieran, no deseaba su afecto, si no, su amor.
Caprichoso durante un tiempo me mantuve insistiendo sin revelar mi sentir, hasta que, finalmente su ausencia llegó a mi vida, durante cinco años sus cartas ayudaron a resistir mi carga, la muerte inicial de mis padres y la pugna de un crimen que pagué sin haberlo cometido.
Pasado los tres años de su retirada, fui acusado de un robo cometido dentro de la mansión del Barón, este crimen, anuló mi libertad durante dos años, en dónde al descubrirse mi inocencia fui liberado pero exiliado de la corte, lejos de ella, hacia la ciudad de Paris. Sin poder ofrecer una respuesta al amigo que tanto bien me había hecho en su última carta me aventuré a vivir en las calles careciendo de techo y comida, más no por mucho tiempo, pues durante el servicio prestado a la corte, conté con algunos francos para poderme hacer de un hogar, pequeño y humilde.
La odisea en este mundo ha comenzado a trazar el camino después de mi encierro, dos, tres, cuatro, quizá cinco años, me habían hecho cambiar, para bien o para mal, más por beneficio propio. Me adentré en los misteriosos caminos del amor cortesano recibiendo y entregando lo que por mucho tiempo, no le pude dar…

Quizá nunca lo sepa, quizá nunca lo encuentre, pero veré en todo hombre sus ojos centellantes y sus labios color cereza.

Otras Cosas

Gustos
●La equitación
●La lectura principalmente el drama, literatura universal y sensacionalista.

Disgustos
●La hipocresía
●Los espacios cerrados
●Los seres humanos pretenciosos y arrogantes
●Las mentiras

Temores
●La oscuridad total

Otros
● Lleva consigo un relicario antiguo de su abuela paterna que ha ido de generación en generación.
●Habla el idioma Ingles además del Francés su lengua natal.
●Tiene un gato barcino llamado “Thomas”
●Sabe a la perfección de la existencia de otras razas sobrenaturales aunque nunca ha tenido contacto con alguna de ellas.
●Se considera vegetariano ya que respeta a los animales por lo que probarlos le parece una abominación.
●Gusta de los paseos por jardines, el campo o lugares abiertos dónde pueda tener contacto con la naturaleza.

por **Nigel Quartermane** Mar Mayo 29, 2012 10:51 pm

FICHA APROBADA
Bienvenido a Victorian Vampires

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