AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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El ultimo centauro ( Jonathan Rhys Meyers)
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El ultimo centauro ( Jonathan Rhys Meyers)
Hace mucho no entraba a un baile de salon, los habia dejado olvidados en Florencia en las epocas mas felices de mi vida. Me habia convertido en una persona lugubre y melancolica, perdiendo la vivacidad de otros años. Pero lo que me movia estar aqui no era la vanidad ni la superficialidad de los bailes, era otro asunto el que me interesaba. Buscar quien era el autor intelectual de las muertes de mis padres, y sobre todo por que. Habian pasado ocho años de larga tortura y desengaño donde mis espiritus no me respondian, y aunque habia insistido... no habia encontrado el alma de mi padre rondando conmigo. Me sentia nerviosa y ansiosa, como resucitando monstruos de armario para que vinieran a aterrorizarme. Segui con paso seguro, teniendo la certeza que nadie adivinaba mis cavilaciones. Tome como un tic, el medallon de bronce, en forma de centauro que siempre cargaba conmigo... para no olvidar que tarde que temprano vengaria a los mios, habian dormido estos sentimientos, pero al cumplir un aniversario mas de sus muertes, presa de un escalofrio, debia guardar yo mi vida. Esa mano invisible que condeno a mi padre y a mi madre a la muerte tarde o temprano me alcanzaria y yo queria vivir.
Tuve que comprar un vestido nuevo para fiestas, pues ya no poseia ninguno, de un rojo profundo que tenia un amplio escote y mostraba parte de mis hombros, de talle estrecho y amplia faldas, unas zapatillas de tacon negras con rosas de tela, unos guantes blancos de seda hasta el antebrazo, y el cabello delicadamente recogido varias trencillas de lado a lado cruzadas con cintas de sedas rojas hasta terminar en un recogido completo, una pequeña bolsa de seda roja con piedrillas de rubies completaba el atuendo. Sentia panico escenico, cuando entre y ciertas miradas inquisidoras me miraban de pies a cabeza... Cuando me anunciaron, muchos cuchichearon por que hace muchisimo tiempo que un Montobello no aparecia en sociedad desde las epocas en que Adrian Montobello y su hermosa Victoria se paseaban en los salones como una pareja ideal... de eso todo ya quedaba extinto.
Lo busque con la mirada, y pude reconocer la cabeza rubia, los ademanes elegantes y la sonrisa cordial. Lo habia conocido de niño, pero de eso hace mucho, entre negocios de los padres, y visitas a italia, y juegos infantiles. Me abri campo entre la gente que no se por que me lo daban enseguida... me senti estraña... me acerque y delante de el hice una reverencia...
- Soy Aurora Montobello... pero no espero que usted me recuerde.
Tuve que comprar un vestido nuevo para fiestas, pues ya no poseia ninguno, de un rojo profundo que tenia un amplio escote y mostraba parte de mis hombros, de talle estrecho y amplia faldas, unas zapatillas de tacon negras con rosas de tela, unos guantes blancos de seda hasta el antebrazo, y el cabello delicadamente recogido varias trencillas de lado a lado cruzadas con cintas de sedas rojas hasta terminar en un recogido completo, una pequeña bolsa de seda roja con piedrillas de rubies completaba el atuendo. Sentia panico escenico, cuando entre y ciertas miradas inquisidoras me miraban de pies a cabeza... Cuando me anunciaron, muchos cuchichearon por que hace muchisimo tiempo que un Montobello no aparecia en sociedad desde las epocas en que Adrian Montobello y su hermosa Victoria se paseaban en los salones como una pareja ideal... de eso todo ya quedaba extinto.
Lo busque con la mirada, y pude reconocer la cabeza rubia, los ademanes elegantes y la sonrisa cordial. Lo habia conocido de niño, pero de eso hace mucho, entre negocios de los padres, y visitas a italia, y juegos infantiles. Me abri campo entre la gente que no se por que me lo daban enseguida... me senti estraña... me acerque y delante de el hice una reverencia...
- Soy Aurora Montobello... pero no espero que usted me recuerde.
Orland- Hechicero Clase Alta
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Re: El ultimo centauro ( Jonathan Rhys Meyers)
Un clima de nostalgia en la mira de un joven que ha llegado a una de las mas misteriosas y míticas ciudades, era evidente al desembarcar del gran barco que lo había traído desde las costas de Inglaterra, mas halla de su aspecto descuidado, su ropa deslavada y esa mirada triste aquel hombre pece a sus sentimientos mostro una leve sonrisa sarcástica, pues no hay mas sarcasmo que la llegada de un duque mostrando su lado memos llamativo.
Entre empujones de los que descargaban el barco y las miradas de las personas que lo veían con un poco de repulsión, aquel personaje camino hasta la costa donde camino hasta tocar las frías aguas del mar, inclinándose para poder sentir con sus manos el frio rigor del agua poso su mirada en el horizonte en la dirección de su país de origen, y como si fuera capaz de hacer magia saco de su bolsillo un rosa de tallo largo, con los pétalos mas hermoso y abiertos, roja como la sangre, la olio y sus piro con nostalgia, y simplemente la dejo a la deriva pues en ella dejaba atrás todo lo que amaba, su madre, su padre, su historia pues una nueva tenia que comenzar.
Se levanto dejando atrás sus recuerdo dejo atrás aquellas marcas en la arena que eran poco apoco borradas por la constante marea, y un viento fuerte lo hizo caminar mas aprisa pues su nueva vida estaba por comenzar, pero siempre comenzar es difícil, pero no hay inicio que un joven de la realeza no pueda cambiar, por lo que saco del bolsillo un hermoso y gran aniño, el símbolo de la realeza británica, y como duque tiene algunos beneficios pues un pobre hombre que desembarcaba de un barco carguero a ser solo un excéntrico personaje mas de la realeza, y lo demostró cuando para a un carruaje de la nada y le ordeno llevarlo a la que fue su casa hace muchos años, su pequeña mansión en parís.
Han pasado algunos meses de su llegada en cerrado en su mansión, se regocija en sus lectura pues no hay como el mundo de los sueños para estar alejados de la triste realidad, triste realidad que es acompañada por los lamentos del pasado, pero no hay suelos sin realidad y no hay duque sin relaciones, por lo que pasa de reunión en reunión siempre conociendo gente pues muchas veces la distracción de los vivos es la solución a los muertos, y que mejor forma que las grandes y ostentosas fiestas de los franceses, donde dejan ver su gran opulencia ante la inconforme sociedad, pero siempre luciendo su mas exquisitos lujos que dejan a afuera a al realidad y dan paso a los sueños , beneficio o maldición para los personajes de la realeza que viven en constante tiempo en un mundo mas haya de la realidad.
Pues un día normal llego otra invitación a una fiestas mas en el gran palacio royal, ese hermoso palacio que demuestras que los sueños se puede hacer realidad, pues hasta la invitación mostraba su poderío de los que la han enviado, pues con unas hermosas letras doras y un típico seño real la invitación llenaba de alabanzas al que la recibía, cosa típica entre la realeza, y no hay acto mas representativo de este duque que las fiestas, pues no hay fiestas a la que no valla, pues siempre va solo y regresa a acompañado, tal ves solo para intentar llenar su tan dolido corazón.
Tomo la invitación y la quemo como quema cada una de las que recibe, tomo camino hacia su cuarto oscuro solo iluminado por una vela que alumbra un viejo cuadro de una feliz familia, tomo uno de sus trajes de gala, traído desde Londres, pues la ropa francesa es muy ostentosa y llamativa para el modesto duque, pues prefiere la sobriedad de la seda y la finura de un buen corte ingles, que lo llamativo de una vestimenta parisina, unos clásicos zapatos ingleses y su calseco peinado que ha usado desde hace quince años, en su bolsa derecha de adentro de el saco una delgada barita típica en aquello que dominan la magia, y en otro bolsillo un pequeño libro, para esos momentos de terrible aburrición, en sus manos el aniño real y el aniño del clan de su familia, un reloj antiguo de su padre dorado con una fina cadena de oro, para ser fácil sacarlo y ver cuanto falta para regresar a la realidad, y su muy típica sonrisa con la que hace que no pase las noches a solas.
Salió de su veja mansión rumbo al hermoso palacio de los sueños, que a su llegada lucia esplendoroso como en cada ocasión, luciendo su alfombra roda dando la bienvenida a sus invitados, aquellos guardias de relucientes armaduras que escolta hasta la puerta aquellos afortunados en ser invitados, y un anunciador que da aviso a las personas que alguien mas importante que ellos a llegado, anunciado como duque de Londres y gran erudito, dio paso a una noche mas, de las típicas platicas de los mas ricos de la ciudad siempre hablando de sus grandes y fructuosos negocios, de como gastan su dinero mientras que la gente pasa hambre en las calles, pero como opinar si él no es de esa ciudad, solo afirma con la cabeza a alas presunciones de los nobles, mientras pierde su mirada en aquellas señoritas de la fiesta, para saber cual será su acompañante esta noche, una voz lo distrae y lo trae de regreso a la realidad.
Una voz algo familiar pero que esta muy oculta en sus recuerdos, pero un apellido que le trae recuerdo de una niñez, pero al fijar sus recuerdos en aquella persona una sonrisa de alegría se muestra en el, algo poco común en alguien que sonríe por compromiso la mira mientras hablaba, y simplemente se dejo llevar por el momento .
- Aurora Montobello, como olvidar a la niña que fue y espero que siga siendo mi mejor amiga, tu voz me ha transportado a bellos recuerdos, pero a su veces siento lo que te paso a ti y a tu familia, pues tus padres eran grandes amigos de los míos, y me dolió enterarme de lo que les paso y sinceramente me hubiera gustado estar a tu lado Aurora.
-Pero dime que ha sido de tu vida en estos años de verte solo en recuerdo.
Entre empujones de los que descargaban el barco y las miradas de las personas que lo veían con un poco de repulsión, aquel personaje camino hasta la costa donde camino hasta tocar las frías aguas del mar, inclinándose para poder sentir con sus manos el frio rigor del agua poso su mirada en el horizonte en la dirección de su país de origen, y como si fuera capaz de hacer magia saco de su bolsillo un rosa de tallo largo, con los pétalos mas hermoso y abiertos, roja como la sangre, la olio y sus piro con nostalgia, y simplemente la dejo a la deriva pues en ella dejaba atrás todo lo que amaba, su madre, su padre, su historia pues una nueva tenia que comenzar.
Se levanto dejando atrás sus recuerdo dejo atrás aquellas marcas en la arena que eran poco apoco borradas por la constante marea, y un viento fuerte lo hizo caminar mas aprisa pues su nueva vida estaba por comenzar, pero siempre comenzar es difícil, pero no hay inicio que un joven de la realeza no pueda cambiar, por lo que saco del bolsillo un hermoso y gran aniño, el símbolo de la realeza británica, y como duque tiene algunos beneficios pues un pobre hombre que desembarcaba de un barco carguero a ser solo un excéntrico personaje mas de la realeza, y lo demostró cuando para a un carruaje de la nada y le ordeno llevarlo a la que fue su casa hace muchos años, su pequeña mansión en parís.
Han pasado algunos meses de su llegada en cerrado en su mansión, se regocija en sus lectura pues no hay como el mundo de los sueños para estar alejados de la triste realidad, triste realidad que es acompañada por los lamentos del pasado, pero no hay suelos sin realidad y no hay duque sin relaciones, por lo que pasa de reunión en reunión siempre conociendo gente pues muchas veces la distracción de los vivos es la solución a los muertos, y que mejor forma que las grandes y ostentosas fiestas de los franceses, donde dejan ver su gran opulencia ante la inconforme sociedad, pero siempre luciendo su mas exquisitos lujos que dejan a afuera a al realidad y dan paso a los sueños , beneficio o maldición para los personajes de la realeza que viven en constante tiempo en un mundo mas haya de la realidad.
Pues un día normal llego otra invitación a una fiestas mas en el gran palacio royal, ese hermoso palacio que demuestras que los sueños se puede hacer realidad, pues hasta la invitación mostraba su poderío de los que la han enviado, pues con unas hermosas letras doras y un típico seño real la invitación llenaba de alabanzas al que la recibía, cosa típica entre la realeza, y no hay acto mas representativo de este duque que las fiestas, pues no hay fiestas a la que no valla, pues siempre va solo y regresa a acompañado, tal ves solo para intentar llenar su tan dolido corazón.
Tomo la invitación y la quemo como quema cada una de las que recibe, tomo camino hacia su cuarto oscuro solo iluminado por una vela que alumbra un viejo cuadro de una feliz familia, tomo uno de sus trajes de gala, traído desde Londres, pues la ropa francesa es muy ostentosa y llamativa para el modesto duque, pues prefiere la sobriedad de la seda y la finura de un buen corte ingles, que lo llamativo de una vestimenta parisina, unos clásicos zapatos ingleses y su calseco peinado que ha usado desde hace quince años, en su bolsa derecha de adentro de el saco una delgada barita típica en aquello que dominan la magia, y en otro bolsillo un pequeño libro, para esos momentos de terrible aburrición, en sus manos el aniño real y el aniño del clan de su familia, un reloj antiguo de su padre dorado con una fina cadena de oro, para ser fácil sacarlo y ver cuanto falta para regresar a la realidad, y su muy típica sonrisa con la que hace que no pase las noches a solas.
Salió de su veja mansión rumbo al hermoso palacio de los sueños, que a su llegada lucia esplendoroso como en cada ocasión, luciendo su alfombra roda dando la bienvenida a sus invitados, aquellos guardias de relucientes armaduras que escolta hasta la puerta aquellos afortunados en ser invitados, y un anunciador que da aviso a las personas que alguien mas importante que ellos a llegado, anunciado como duque de Londres y gran erudito, dio paso a una noche mas, de las típicas platicas de los mas ricos de la ciudad siempre hablando de sus grandes y fructuosos negocios, de como gastan su dinero mientras que la gente pasa hambre en las calles, pero como opinar si él no es de esa ciudad, solo afirma con la cabeza a alas presunciones de los nobles, mientras pierde su mirada en aquellas señoritas de la fiesta, para saber cual será su acompañante esta noche, una voz lo distrae y lo trae de regreso a la realidad.
Una voz algo familiar pero que esta muy oculta en sus recuerdos, pero un apellido que le trae recuerdo de una niñez, pero al fijar sus recuerdos en aquella persona una sonrisa de alegría se muestra en el, algo poco común en alguien que sonríe por compromiso la mira mientras hablaba, y simplemente se dejo llevar por el momento .
- Aurora Montobello, como olvidar a la niña que fue y espero que siga siendo mi mejor amiga, tu voz me ha transportado a bellos recuerdos, pero a su veces siento lo que te paso a ti y a tu familia, pues tus padres eran grandes amigos de los míos, y me dolió enterarme de lo que les paso y sinceramente me hubiera gustado estar a tu lado Aurora.
-Pero dime que ha sido de tu vida en estos años de verte solo en recuerdo.
James Mayer Rothschild- Humano Clase Alta
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Re: El ultimo centauro ( Jonathan Rhys Meyers)
La respuesta me emociono de aquel amigo de infancia, ahora reconocido Duque, que el destino caprichoso lo habia traido a Paris. Sonrei ampliamente y contuve las inmensas ganas de abrazarlo, no solo era que aun me recordaba, era que en la mirada triste y azul de Jonathan aun se escondia aquel niño que soñaba recorrer el mundo y que disecaba sapos. Aquellos sueños infantiles mutuos crearon lazos de una amistad transparente que parecia no haber mutado con los años. Tenia el mismo brillo azul que recordaba, solo que tanto el como yo habiamos pasado pruebas muy duras, y la infancia nos habia pasado. Un dejo de emocion recorrio mi cuerpo, pues no esperaba que me reconociera. Cuando menciono a mis padres, no pude evitar que los ojos se me llenaran de lagrimas. En realidad me hubiera gustado que el estuviese alli dando apoyo, pero todo fue tan repentino, la huida fue tan rapida... no tuve tiempo de avisar a nadie. No conocia a mi enemigo y no queria comprometer a nadie mas.
Le tome delicadamente la mano, y coloque algo alli que espero que el recordara tan vividamente como yo. Soy una persona que colecciono recuerdos, no lo puedo evitar, mis sentimientos son fuertes y queria que el lo entendiera... era un manuscrito amarillento, con una caligrafia precaria e infantil... un viejo contrato de amigos, que un dia de otoño, aburridos, en el Palazzete, utilizando el escritorio de mi padre habia mos escrito. Rezaba algo asi:
" Nosotros Jonathan Rhys Meyers y Aurora Montobello hacemos este contrato indstructible ( eso se le habia ocurrido a el...) para ser amigos y nadie poder separarlos para ayudarse siempre... ( a mi se me ocurrio lo de las gotitas de sangre, Jonathan lloriqueo un poco pero lo hizo... ahora eran manchas marrones...) firman ( aparecen en caligrafias intangibles las firmas de los dos)... Yo lo habia conservado... de las cosas que pude salvar del Palazzete ese fatidico dia...
Lo coloque en la palma de su mano con delicadeza, embargada de nostalgia de las buenas epocas. Le mire de frente para descubrir que mi amigo de antaño ya era un hombre de hermosas facciones y tengo la seguridad que mas de una dama estaria dispuesta a recorrer mas que el mundo con el...Alli frente a el, vestida de gala pero con el corazon desde hace mucho de luto , le descubri mi intencion...
- Supe que vendrias... por eso estoy aqui, necesito tu ayuda, ha pasado ya mucho tiempo desde la muerte de mis padres, y aun no se quien urdio esa crueldad... Ahora eres Duque Johathan... si no lo encuentro, el me encontrara a mi..- guarde silencio y despues tome fuerzas para seguir hablando- yo soy la ultima Montobello, se que esa mano inviible no descansara hasta terminar conmigo... hoy mas que nunca necesito que este contrato este vigente - le regale una triste sonrisa.
Le tome delicadamente la mano, y coloque algo alli que espero que el recordara tan vividamente como yo. Soy una persona que colecciono recuerdos, no lo puedo evitar, mis sentimientos son fuertes y queria que el lo entendiera... era un manuscrito amarillento, con una caligrafia precaria e infantil... un viejo contrato de amigos, que un dia de otoño, aburridos, en el Palazzete, utilizando el escritorio de mi padre habia mos escrito. Rezaba algo asi:
" Nosotros Jonathan Rhys Meyers y Aurora Montobello hacemos este contrato indstructible ( eso se le habia ocurrido a el...) para ser amigos y nadie poder separarlos para ayudarse siempre... ( a mi se me ocurrio lo de las gotitas de sangre, Jonathan lloriqueo un poco pero lo hizo... ahora eran manchas marrones...) firman ( aparecen en caligrafias intangibles las firmas de los dos)... Yo lo habia conservado... de las cosas que pude salvar del Palazzete ese fatidico dia...
Lo coloque en la palma de su mano con delicadeza, embargada de nostalgia de las buenas epocas. Le mire de frente para descubrir que mi amigo de antaño ya era un hombre de hermosas facciones y tengo la seguridad que mas de una dama estaria dispuesta a recorrer mas que el mundo con el...Alli frente a el, vestida de gala pero con el corazon desde hace mucho de luto , le descubri mi intencion...
- Supe que vendrias... por eso estoy aqui, necesito tu ayuda, ha pasado ya mucho tiempo desde la muerte de mis padres, y aun no se quien urdio esa crueldad... Ahora eres Duque Johathan... si no lo encuentro, el me encontrara a mi..- guarde silencio y despues tome fuerzas para seguir hablando- yo soy la ultima Montobello, se que esa mano inviible no descansara hasta terminar conmigo... hoy mas que nunca necesito que este contrato este vigente - le regale una triste sonrisa.
Orland- Hechicero Clase Alta
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Re: El ultimo centauro ( Jonathan Rhys Meyers)
Muchas veces mi soledad nubla mi vista impidiendo que pueda ver la realidad tal cual es, es mas complicado querer vivir en mi propio mundo de sueños que en una realidad donde el dolor es constante, y las amistades son falsas y traicioneras, pero hay veces cuando la realidad te jala hacia ella, al escuchar las dulces palabras de alguien que creíste olvidar, y te hace entender que tal ves haya algo por que estar en esta triste realidad, a un que regresar a ella signifique tomar los problemas que eso pueda provocar.
Y mas aun cuando regreso y escucho las tristes y melancólicas palabras de una hermosa niña que sea convertido en una triste pero hermosa señorita, que ha vivido grandes y horribles problemas, pero al verla hay para con su mira mas que perdida entre el odio y el dolor, sosteniendo un contrato de tiempo hermosos me hace pensar, en lo insignificantes que son mis problemas y me hace remontarme a esos tiempo.
“recordando tiempos pasados”
Que bonito día Aurora, me encanta tu casa simplemente es hermosa con estos hermosos jardines llenos de tanta flor tan hermosa, y lo cálido que puede ser el césped en verano, ven vamos a jugar, si me encuentras tal vez te de un regalito Aurora, vamos ven.
Que vida la nuestras sin preocuparnos por los problemas de los grandes, como recuerdo esos veranos en Italia, con la gran familia Montobello, la mama de Aurora siempre tan amable, y su papa con ese gran porte de los hombres, que infringía ese temor o mejor dicho respeto, y que pensar de esa pequeña que me hacia hacer las cosas menos pensadas, siempre llevando la iniciativa.
A un recuerdo ese día, recuerdo que era un día algo nublado y lluvioso lógicamente, por lo que no pudimos salir a jugar a los hermosos jardines de la casa de Aurora, corrimos por toda la casa intentado matar el tiempo, que cosas pensar que en esa época tenia tanto tiempo que lo podía desperdiciar, y ahora, bueno creo que no he cambiado mucho, pero recordado bien yo realmente no estaba muy convencido de hacer un contrato de sangre, pero siempre fue muy persuasiva Aurora, como negarme a las ordenes de semejante niña, creo que en esa época era tan inseguro que daba pena.
“Presente “
Aquel noble caballero duque de Londres, parecía perdido en su inmensa imaginación mientras escuchaba cada una de las palabras de la acongojada, parecía que el duque disfrutaba de las palabras de la joven, pese a que esta realmente le era algo difícil de expresar, pero una veces que la bella joven termino de hablar salió esa forma de ser del duque tan caracterizas de el cuando realmente se siente conmovido.
Pues miro a los ojos a su amiga de la infancia y con su mano acaricio el rostro de ella, pasando por su oído hasta su cabello, sabia que ella realmente estaba muy adolorida por todo lo que le había pasado, por que una veces que termino de hacerle uno pequeños cariños en el rostro, sin pensarlo dos veces, se abalanzo sobre ella, para darle un caluroso abrazo, envolviéndola en su brazos sin darle posibilidad de que se moviera se acercó al oído de su bella amiga y le dijo.
-lo siento, lo siento mucho Aurora, por no haber estado a tu lado, cuando mas necesitabas de un amigo.
El duque bajo sus brazos hasta toparse con los de su amiga, para tomar el contrato que sostenía con fuerza la ultima de los Montobello, lo tomo y lo leyó, los ojos del aquel hombre se rasgaron con unas ligeras lagrimas, y a un mesero que pasaba con los aperitivos de la fiesta le pidió uno de los cuchillos que traía para cortarlos aperitivos, leyó el contrato de nuevo justo conde estaba la gota de sangre de su infancia la reafirmo, cortándose la punta del dedo índice con el cuchillo que había agarrado antes, dejando caer una gota nueva en el contrato, miro de nuevo a la Montobello, y sito lo que esta escrito.
- Nosotros Jonathan Rhys Meyers y Aurora Montobello hacemos este contrato indestructible para ser amigos y nadie poder separarlos para ayudarse siempre, con esta gota de sangre reafirmo este contrato Aurora Montobello, por nuestra amistad, por el cariño que le tenia a tus padres, y por el cariño que te tengo juro en el nombre de mis difuntos padres, que te protegeré con mi vida, y que are todo lo posible para en contra al asesino de tu familia, pues tu ya no estas sola, ahora déjame ser el soporte que no fui cuando mas lo necesitabas.
Terminadas sus palabras Jonathan miro a Aurora con nostalgia y de nuevo puso su mano en el rostro de ella, para terminar diciéndole unas palabras de aliento para la afligida amiga.
-quiero ver la linda sonrisa que me hacia hacer tantas locuras, quiero ver en tu rostro aquella sonrisa y no esta que esconde tanto dolor.
Y mas aun cuando regreso y escucho las tristes y melancólicas palabras de una hermosa niña que sea convertido en una triste pero hermosa señorita, que ha vivido grandes y horribles problemas, pero al verla hay para con su mira mas que perdida entre el odio y el dolor, sosteniendo un contrato de tiempo hermosos me hace pensar, en lo insignificantes que son mis problemas y me hace remontarme a esos tiempo.
“recordando tiempos pasados”
Que bonito día Aurora, me encanta tu casa simplemente es hermosa con estos hermosos jardines llenos de tanta flor tan hermosa, y lo cálido que puede ser el césped en verano, ven vamos a jugar, si me encuentras tal vez te de un regalito Aurora, vamos ven.
Que vida la nuestras sin preocuparnos por los problemas de los grandes, como recuerdo esos veranos en Italia, con la gran familia Montobello, la mama de Aurora siempre tan amable, y su papa con ese gran porte de los hombres, que infringía ese temor o mejor dicho respeto, y que pensar de esa pequeña que me hacia hacer las cosas menos pensadas, siempre llevando la iniciativa.
A un recuerdo ese día, recuerdo que era un día algo nublado y lluvioso lógicamente, por lo que no pudimos salir a jugar a los hermosos jardines de la casa de Aurora, corrimos por toda la casa intentado matar el tiempo, que cosas pensar que en esa época tenia tanto tiempo que lo podía desperdiciar, y ahora, bueno creo que no he cambiado mucho, pero recordado bien yo realmente no estaba muy convencido de hacer un contrato de sangre, pero siempre fue muy persuasiva Aurora, como negarme a las ordenes de semejante niña, creo que en esa época era tan inseguro que daba pena.
“Presente “
Aquel noble caballero duque de Londres, parecía perdido en su inmensa imaginación mientras escuchaba cada una de las palabras de la acongojada, parecía que el duque disfrutaba de las palabras de la joven, pese a que esta realmente le era algo difícil de expresar, pero una veces que la bella joven termino de hablar salió esa forma de ser del duque tan caracterizas de el cuando realmente se siente conmovido.
Pues miro a los ojos a su amiga de la infancia y con su mano acaricio el rostro de ella, pasando por su oído hasta su cabello, sabia que ella realmente estaba muy adolorida por todo lo que le había pasado, por que una veces que termino de hacerle uno pequeños cariños en el rostro, sin pensarlo dos veces, se abalanzo sobre ella, para darle un caluroso abrazo, envolviéndola en su brazos sin darle posibilidad de que se moviera se acercó al oído de su bella amiga y le dijo.
-lo siento, lo siento mucho Aurora, por no haber estado a tu lado, cuando mas necesitabas de un amigo.
El duque bajo sus brazos hasta toparse con los de su amiga, para tomar el contrato que sostenía con fuerza la ultima de los Montobello, lo tomo y lo leyó, los ojos del aquel hombre se rasgaron con unas ligeras lagrimas, y a un mesero que pasaba con los aperitivos de la fiesta le pidió uno de los cuchillos que traía para cortarlos aperitivos, leyó el contrato de nuevo justo conde estaba la gota de sangre de su infancia la reafirmo, cortándose la punta del dedo índice con el cuchillo que había agarrado antes, dejando caer una gota nueva en el contrato, miro de nuevo a la Montobello, y sito lo que esta escrito.
- Nosotros Jonathan Rhys Meyers y Aurora Montobello hacemos este contrato indestructible para ser amigos y nadie poder separarlos para ayudarse siempre, con esta gota de sangre reafirmo este contrato Aurora Montobello, por nuestra amistad, por el cariño que le tenia a tus padres, y por el cariño que te tengo juro en el nombre de mis difuntos padres, que te protegeré con mi vida, y que are todo lo posible para en contra al asesino de tu familia, pues tu ya no estas sola, ahora déjame ser el soporte que no fui cuando mas lo necesitabas.
Terminadas sus palabras Jonathan miro a Aurora con nostalgia y de nuevo puso su mano en el rostro de ella, para terminar diciéndole unas palabras de aliento para la afligida amiga.
-quiero ver la linda sonrisa que me hacia hacer tantas locuras, quiero ver en tu rostro aquella sonrisa y no esta que esconde tanto dolor.
James Mayer Rothschild- Humano Clase Alta
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Re: El ultimo centauro ( Jonathan Rhys Meyers)
El tiempo se habia congelado, era como si el salon estuviese vacio y nada pudiera molestarnos. En un gesto de infinita lealtad, asi lo califico, sin importar la gente que nos rodeaba, Jonathan tomo un pequeño cuchillo y una pequeña gota renovo nuestro acuerdo... Sus palabras me infundieron aliento. Soledad, un sentimiento que me perseguia, me desarmaba y me dejaba vacia y triste, jamas pense que la amistad con aquel niño de sueños gigantescos, se hubiera convertido en un pacto que se mantuvo sin envejecer, con el mismo niño tal vez cumpliendo uno de sus tantos sueño... los recuerdos se derramaron en mi cabeza, como la vez que rompimos los brebajes de mi padre... en ese instante salimos corriendo hacia el inmenso jardin... lejos de la casa...
- Yo no dejare que te pase nada... yo te cuidare solo quedate conmigo- habia dicho en esa ocasion.
Las palabras infantiles de un niño cuidando a su amiga de una travesura, se hacian ahora la palabra de un hombre que se mantenia en ella. Imitando a mi amigo, lo invite a sentarse en un sofa ligeramente alejado del bailes, me quite el guante blanco poniendolo en mis rodillas e hize una pequeña incision a mi dedo anular. La sangre espesa, en forma de gotita se imprimio en aquella hoja amarillenta... Le sonrei, trate de no verme triste solo por complacerle... sentia que en tantos años, algo me emocionaba hasta el punto de conmoverme. Algo tan significativo como una amistad real fuera de las mentiras e hipocrecia de nuestra sociedad, de nuestra clase...
Lo tome de la mano - ¿ estas seguro que quieres involucrarte?- le mire expectante- no quiero interferir en tu vida y que alguien mas salga lastimado... ademas no se si exista una Duquesa que no le agrade la idea que compartas con otra dama " cabeza de calabaza"- recorde el apodo que lo hacia rabiar. Cuando Jonathan no hacia lo que yo queria le decia asi. Se dolia y crispaba los puños. Por primera vez en la noche tuve la confianza de reir abierta y sinceramente.
- Yo no dejare que te pase nada... yo te cuidare solo quedate conmigo- habia dicho en esa ocasion.
Las palabras infantiles de un niño cuidando a su amiga de una travesura, se hacian ahora la palabra de un hombre que se mantenia en ella. Imitando a mi amigo, lo invite a sentarse en un sofa ligeramente alejado del bailes, me quite el guante blanco poniendolo en mis rodillas e hize una pequeña incision a mi dedo anular. La sangre espesa, en forma de gotita se imprimio en aquella hoja amarillenta... Le sonrei, trate de no verme triste solo por complacerle... sentia que en tantos años, algo me emocionaba hasta el punto de conmoverme. Algo tan significativo como una amistad real fuera de las mentiras e hipocrecia de nuestra sociedad, de nuestra clase...
Lo tome de la mano - ¿ estas seguro que quieres involucrarte?- le mire expectante- no quiero interferir en tu vida y que alguien mas salga lastimado... ademas no se si exista una Duquesa que no le agrade la idea que compartas con otra dama " cabeza de calabaza"- recorde el apodo que lo hacia rabiar. Cuando Jonathan no hacia lo que yo queria le decia asi. Se dolia y crispaba los puños. Por primera vez en la noche tuve la confianza de reir abierta y sinceramente.
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Re: El ultimo centauro ( Jonathan Rhys Meyers)
Sentado en aquel sofá sentí al verla su gran tristeza, eso por lo que me ha buscado tal vez s problemas se a mas grande de lo que pueda pensar, pero al verla con esa mira desgarradoramente triste no puedo permitirme seguir viéndola así, realmente quería verla feliz, tal vez no por ella, si no por que yo también tengo que darle un uso a mi vida.
La mire después de escuchar aquel sobre nombre que me hacia enojar en tiempos pasados, y la vi como la recordaba feliz, y al fin me mostro esa sonrisa que tanto me gustaba, me lleve la mano derecha al rostro el rostro, y di una carcajada sarcástica, para responder a sus preguntas
-valla no lo has olvidado, sabes como hacerme enojar a un en momentos emotivos, per eso es lo que mas me agrada de ti Montobello, sabes como convencerme por las buenas y por las malas.
No le perdí la mirada ni un segundo pues pece a que lastimo mi orgullo, era la primera veces que ese apodo no me molestaba tanto, creo que hasta me gusto, pensar que por culpa de ese sobrenombre me obligo a entra al cuarto privado de su padre para jugar y terminamos rompiéndolo todo, un mes sin postre me costó y pensar que en esa ocasión en su casa sirvieron ese pastel de chocolate que tanto me encantaba hecho por su bella madre, pero también recuerdo que a escondidas me traía postre, Aûrora Montobello, como no querer a esta dulce niña decía mi madre, mientras yo resabia el castigo.
- Aûrora déjame preguntarte algo, alguna veces en todos nuestros años de amistad cuando has usado ese apodo en mi te he defraudado?, una vez mas has usado tu privilegio sobre mi, para pedirme algo que no quiero hacer, pero en esta ocasión no era necesario usarlo pues realmente te quiero ayudar en todo, y sobre si hay una duquesa ella deberá entender que tu en este momento eres lo mas importante.
Le tomo la barbilla para ver su rostro, y ver en ella a una gran mujer que ha crecido con una vida llena de dolor y tristeza, y que pece a eso seguía teniendo esa clásica belleza que tanto ha caracterizado a las mujeres de la familia Montobello, me acerque a ella y le di un beso en la frente justo como aquel día que nos despedimos en la puerta de su casa y juramos vernos pronto, quien pensaría que ese pronto serian tantos años después y en estas condiciones.
- Aûrora veo en ti la belleza de tu madre, y la entereza de tu padre, te pido que me dejes ayudarte, no por un contrato de nuestra infancia, no por un sobre nombre que me has puesto para hacer cosas para ti, esta vez yo te pido que me dejes ayudarte, pues no permitiré que te haga absolutamente nada, te juro por mi vida que volverás a ser feliz, a un que me cueste la mía, eres todo lo que me queda de un hermoso pasado y no permitiré que me quiten mi ultimo gran amor de mi infancia.
La mire después de escuchar aquel sobre nombre que me hacia enojar en tiempos pasados, y la vi como la recordaba feliz, y al fin me mostro esa sonrisa que tanto me gustaba, me lleve la mano derecha al rostro el rostro, y di una carcajada sarcástica, para responder a sus preguntas
-valla no lo has olvidado, sabes como hacerme enojar a un en momentos emotivos, per eso es lo que mas me agrada de ti Montobello, sabes como convencerme por las buenas y por las malas.
No le perdí la mirada ni un segundo pues pece a que lastimo mi orgullo, era la primera veces que ese apodo no me molestaba tanto, creo que hasta me gusto, pensar que por culpa de ese sobrenombre me obligo a entra al cuarto privado de su padre para jugar y terminamos rompiéndolo todo, un mes sin postre me costó y pensar que en esa ocasión en su casa sirvieron ese pastel de chocolate que tanto me encantaba hecho por su bella madre, pero también recuerdo que a escondidas me traía postre, Aûrora Montobello, como no querer a esta dulce niña decía mi madre, mientras yo resabia el castigo.
- Aûrora déjame preguntarte algo, alguna veces en todos nuestros años de amistad cuando has usado ese apodo en mi te he defraudado?, una vez mas has usado tu privilegio sobre mi, para pedirme algo que no quiero hacer, pero en esta ocasión no era necesario usarlo pues realmente te quiero ayudar en todo, y sobre si hay una duquesa ella deberá entender que tu en este momento eres lo mas importante.
Le tomo la barbilla para ver su rostro, y ver en ella a una gran mujer que ha crecido con una vida llena de dolor y tristeza, y que pece a eso seguía teniendo esa clásica belleza que tanto ha caracterizado a las mujeres de la familia Montobello, me acerque a ella y le di un beso en la frente justo como aquel día que nos despedimos en la puerta de su casa y juramos vernos pronto, quien pensaría que ese pronto serian tantos años después y en estas condiciones.
- Aûrora veo en ti la belleza de tu madre, y la entereza de tu padre, te pido que me dejes ayudarte, no por un contrato de nuestra infancia, no por un sobre nombre que me has puesto para hacer cosas para ti, esta vez yo te pido que me dejes ayudarte, pues no permitiré que te haga absolutamente nada, te juro por mi vida que volverás a ser feliz, a un que me cueste la mía, eres todo lo que me queda de un hermoso pasado y no permitiré que me quiten mi ultimo gran amor de mi infancia.
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Re: El ultimo centauro ( Jonathan Rhys Meyers)
[justify] Su beso en mi frente fue para mi una respuesta afirmativa a una pregunta vagamente formulada. Senti que los ojos se me llenaban de lagrimas, no lo pude evitar, sus palabras solo mostraban que entre Jonathan y yo habia un lazo indestructible, tejido de recuerdos, que la distancia, que el pasado ni siquiera el presente habian podido diluir. ¡ Recordaba la sensacion de ese beso! ¿ cuantos años teniamos?... yo estaba a punto de cumplir trece años, cuando la niñez desaparece y tienes que empezar a comportarte como una señorita...si para esa epoca fue la ultima vez que nos vimos en el palazzete... el verano termino, habiamos estado todo el dia en la caballeriza, y yo vestia de hombre por que me agradaba y aun me agrada...
- ¡ Por Dios niña! tienes que empezar a cambiar...- habia dicho mi madre.
Si recuerdo que no tuve tiempo de cambiarme y me despedi de el, con unas lagrimas parecidas a estas pero por razones diferentes... Jonathan era un muchachito flaco y alto para su edad, pero con un brillo muy especial que siempre he admirado en el. Por las muchas complicaciones en nuestras crianzas no nos volvimos a ver, pero nos escribimos asiduamente durante cinco años... las cartas de parte y parte fueron mermando hasta que desaparecio el contacto... tres años despues en mi cumpleaños veintiuno la desgracia cubrio mi familia... y jamas pudimos encontrarnos, hasta ahora. Alce la mirada y mire su pupila azul, brillante como en antaño, estaba cubierta de nostalgia, pero debia aterrizar a la realidad y traerlo a el conmigo...
- Guardare el "cabeza de calabaza" si necesito utilizarlo para otra ocasion... que no quieras hacer lo que yo diga... Me alegro que exista una Duquesa- golpee su brazo en un signo de complicidad- de eso me tendras que hablar... y agradezco todo lo que ya estas haciendo por mi... Jonathan-murmure, no sabia por donde comenzar, no sabia si decirle que mi herencia magica era un cumulo de espiritus antiguos, o que la clave de todo era encontrar a mi ex prometido... la verdad no sabia atine a decir- He aprendido a hacer cosas terribles a mis enemigos, pero se que no he llegado a la persona que ha desatado esto... en verdad deseo terminar con esto, he huido estos ultimos ocho años, pero no voy a huir mas... estoy demasiado sola con todo esto, por que a diferencia tuya, no es tan facil volver entregar el corazon... jamas se concreta...
- ¡ Por Dios niña! tienes que empezar a cambiar...- habia dicho mi madre.
Si recuerdo que no tuve tiempo de cambiarme y me despedi de el, con unas lagrimas parecidas a estas pero por razones diferentes... Jonathan era un muchachito flaco y alto para su edad, pero con un brillo muy especial que siempre he admirado en el. Por las muchas complicaciones en nuestras crianzas no nos volvimos a ver, pero nos escribimos asiduamente durante cinco años... las cartas de parte y parte fueron mermando hasta que desaparecio el contacto... tres años despues en mi cumpleaños veintiuno la desgracia cubrio mi familia... y jamas pudimos encontrarnos, hasta ahora. Alce la mirada y mire su pupila azul, brillante como en antaño, estaba cubierta de nostalgia, pero debia aterrizar a la realidad y traerlo a el conmigo...
- Guardare el "cabeza de calabaza" si necesito utilizarlo para otra ocasion... que no quieras hacer lo que yo diga... Me alegro que exista una Duquesa- golpee su brazo en un signo de complicidad- de eso me tendras que hablar... y agradezco todo lo que ya estas haciendo por mi... Jonathan-murmure, no sabia por donde comenzar, no sabia si decirle que mi herencia magica era un cumulo de espiritus antiguos, o que la clave de todo era encontrar a mi ex prometido... la verdad no sabia atine a decir- He aprendido a hacer cosas terribles a mis enemigos, pero se que no he llegado a la persona que ha desatado esto... en verdad deseo terminar con esto, he huido estos ultimos ocho años, pero no voy a huir mas... estoy demasiado sola con todo esto, por que a diferencia tuya, no es tan facil volver entregar el corazon... jamas se concreta...
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Re: El ultimo centauro ( Jonathan Rhys Meyers)
Viendo hacia sus grandes ojos que denotan una gran tristeza y desolación, sentí en ella ese vacío del alma cuando sientes que has perdido todo, me hizo sentir recuerdo de mi soledad y lo difícil que levantarte, pero pece a lo grande que pudiera ser su problema sentía que no podía dejarla seguir sola, pues jamás se lo dije pero ella es como la hermana que nunca tuve, sinceramente siento que ya es hora de hacer algo por ella.
Tome aquella mano fría de mi gran amiga como en aquellos viejos días, sin temor bese su mano para que sintiera que conmigo no debe de sentir soledad, pece a todo lo que le pudo pasar ahora esta a mi lado, por lo cual respondí como sin titubear y sin pensar en algún momento en lo que me podría estar me tiendo.
-hace mucho tiempo tu y yo fuimos inseparables, desde el momento en el que te conocí aquella ocasión en el mese de mayo, cuando con mis padres llegamos a tu casa para pasar mi primeras vacaciones contigo, y en esa ocasión me miraste y me dijes “quieres jugar cabeza de calabaza”, Moví la cabeza y sonreír un poco, mientras jugaba con su mano mientras hablaba, -en esa ocasión pensé que eras la niña mas odiosa del universo, pero pece a eso siempre te admire, fuerte, habilidosa y muy inteligente eras la niña perfecta, y verte en estos momentos así, me rompe el corazón de una manera que no tienes idea, agache la mirada y recobrando la compostura le tome con las dos manos su manos heladas.- Aûrora quiero darte algo que me diste aquella vez antes de vernos por ultima vez, y que guardo con gran cariño y que me ha servido para no perderme en mi mundo de sueños, y fantasías, toma la calabaza de cristal con mi nombre, pues con eso yo te entrego mi vida, hasta que la tuya este a salvo,- solté una de sus manos y saque de la bolsa de adentro de mi saco un pequeña calabacita con de color marrón, hecha de un cristal muy raro y con algo especial que estaba apunto de hacerle,
Tome la calabaza con mi mano derecha poniéndola encima de la palma de la mano de ella, mientras la ponía en su mano, cerré los ojos y empecé a recitar un antiguo pero poderoso conjuro.
“Aeka Naru yo he togi tsumuganu Manafuta ni hayuri omoshimeshi somadoro tsutsumikomi”
La calabacita empezó abrilla con intensidad llamando la atención de propios y extraños, al terminar de recitar el conjuro el brillo disminuyo, hasta cierto punto, donde solamente iluminaba la calabacita.
-he aquí mi regalo para ti Aûrora, ahora cuando te sientas sola o en peligro úsala, y me tendrás a tu lado, sin importa la distancia, pues ahora tienes una parte de mi alma en esa calabacita, y me podrás llamar mediante ella, y yo estaré a tu lado –
La deje un instante pues teníamos la vista de muchas personas así que tendría que encargarme de eso, y calmar sus ansias de curiosidad con mis viejos trucos de cartas.
Tome aquella mano fría de mi gran amiga como en aquellos viejos días, sin temor bese su mano para que sintiera que conmigo no debe de sentir soledad, pece a todo lo que le pudo pasar ahora esta a mi lado, por lo cual respondí como sin titubear y sin pensar en algún momento en lo que me podría estar me tiendo.
-hace mucho tiempo tu y yo fuimos inseparables, desde el momento en el que te conocí aquella ocasión en el mese de mayo, cuando con mis padres llegamos a tu casa para pasar mi primeras vacaciones contigo, y en esa ocasión me miraste y me dijes “quieres jugar cabeza de calabaza”, Moví la cabeza y sonreír un poco, mientras jugaba con su mano mientras hablaba, -en esa ocasión pensé que eras la niña mas odiosa del universo, pero pece a eso siempre te admire, fuerte, habilidosa y muy inteligente eras la niña perfecta, y verte en estos momentos así, me rompe el corazón de una manera que no tienes idea, agache la mirada y recobrando la compostura le tome con las dos manos su manos heladas.- Aûrora quiero darte algo que me diste aquella vez antes de vernos por ultima vez, y que guardo con gran cariño y que me ha servido para no perderme en mi mundo de sueños, y fantasías, toma la calabaza de cristal con mi nombre, pues con eso yo te entrego mi vida, hasta que la tuya este a salvo,- solté una de sus manos y saque de la bolsa de adentro de mi saco un pequeña calabacita con de color marrón, hecha de un cristal muy raro y con algo especial que estaba apunto de hacerle,
Tome la calabaza con mi mano derecha poniéndola encima de la palma de la mano de ella, mientras la ponía en su mano, cerré los ojos y empecé a recitar un antiguo pero poderoso conjuro.
“Aeka Naru yo he togi tsumuganu Manafuta ni hayuri omoshimeshi somadoro tsutsumikomi”
La calabacita empezó abrilla con intensidad llamando la atención de propios y extraños, al terminar de recitar el conjuro el brillo disminuyo, hasta cierto punto, donde solamente iluminaba la calabacita.
-he aquí mi regalo para ti Aûrora, ahora cuando te sientas sola o en peligro úsala, y me tendrás a tu lado, sin importa la distancia, pues ahora tienes una parte de mi alma en esa calabacita, y me podrás llamar mediante ella, y yo estaré a tu lado –
La deje un instante pues teníamos la vista de muchas personas así que tendría que encargarme de eso, y calmar sus ansias de curiosidad con mis viejos trucos de cartas.
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Re: El ultimo centauro ( Jonathan Rhys Meyers)
la calabacita permanecio brillando en mi mano, estaba absolutamente asombrada ante la habilidad de mi amigo. Aquel renovado pacto me hacia sentir ligeramente mas tranquila, aunque las miradas curiosas de la gente del salon pudiera interrumpir aquel tierno encuentro. Un amigo, parecia increible que no estuviera sola como yo creia.
Me coloque aquella cadenita pequeña de la cual colgaba la magica calabaza, y me coloque de nuevo el guante blanco, con algo de parsimonia. No estaria sola mas nunca, eso si que era nuevo para mi. Mire con ojos asombrados a mi entrañable amigo, queria decirle que el era un milagro para mi vida, y pense que solo mi mirada seria suficiente. Debia devolverle el favor... como siempre.
La relacion con Jonathan siempre habia sido de detalles y camaderia, asi que sonriendo murmure, casi imperceptiblemente...
-Quod moonbeam aperta itinera regina deficere habitant hic, nunc quod magia est materia, sicut papilionem et pennas vivere ...- al punto cerre mi puño y volvi a abrirlo para que una pequeña mariposa nacarada apareciera. Estaba cristalizada, inmovil- Tomala- le dije- cuando la muerte se acerque a ti o alguien que ames, solo tienes que agitarla...este es mi regalo, para que sepas que yo jamas te volvere a dejar solo...
Sonrei, me senti sincera honesta sin tener que disfrazarme sin fingir. Siendo lo que habia sido destinada a ser desde siempre: Una bruja.
( PD. perdona la demora es que no tengo pc)
Me coloque aquella cadenita pequeña de la cual colgaba la magica calabaza, y me coloque de nuevo el guante blanco, con algo de parsimonia. No estaria sola mas nunca, eso si que era nuevo para mi. Mire con ojos asombrados a mi entrañable amigo, queria decirle que el era un milagro para mi vida, y pense que solo mi mirada seria suficiente. Debia devolverle el favor... como siempre.
La relacion con Jonathan siempre habia sido de detalles y camaderia, asi que sonriendo murmure, casi imperceptiblemente...
-Quod moonbeam aperta itinera regina deficere habitant hic, nunc quod magia est materia, sicut papilionem et pennas vivere ...- al punto cerre mi puño y volvi a abrirlo para que una pequeña mariposa nacarada apareciera. Estaba cristalizada, inmovil- Tomala- le dije- cuando la muerte se acerque a ti o alguien que ames, solo tienes que agitarla...este es mi regalo, para que sepas que yo jamas te volvere a dejar solo...
Sonrei, me senti sincera honesta sin tener que disfrazarme sin fingir. Siendo lo que habia sido destinada a ser desde siempre: Una bruja.
( PD. perdona la demora es que no tengo pc)
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Re: El ultimo centauro ( Jonathan Rhys Meyers)
Muchas veces el destino nos tienes sorpresas de las cuales no estamos listos para recibirlas, mientras tantas otras es lógico pensar de ante mano que el destino solo la mente nos ha marcado el camino correcto a seguir, pues al ver a convertida en una bruja a la pequeña niña de mis recuerdo veo que el destino no solo nos tiene preparado el camino de la amistad sin que la magia también es parte de nuestra unión, que ha surgido para mantenernos unidos no solo en los efímeros recuerdo de una infancia distante.
Aquellos ojos llenos de tristeza que me hace recordar tan mágicos momentos, me muestran también los problemas que ha pasado y el sufrimiento que han visto con el paso de los años, y me hace pensar que todo el sufrimiento que yo he experimentado es ridículo a comparación del dolor reflejado en esas hermoso ojos que han llorado mas de lo que deberían, -te veo convertida no solo en una bella y joven mujer, si no que veo y siento el poder que has heredado de tu padre, tus dotes como bruja me hacen suponer que has dominado las artes mágicas al igual que tu padre, por lo que puede que nuestras próxima pelea contra tu enemigo sea mas fácil de llevar-; claro esta que las palabras que salían de mi boca no eran mas que un intento fallido por demostrar poderío, pues con solo ver el rostro de ella me hace pensar que aquel que desea su muerte es un oponente demasiado fuerte, pero yo se lo que es matar a una persona o a varias, y si bien jure no volver a usar la magia negra para matar, creo que no podre mantener esa promesa.
-no sientas temor, pues ambos nos hemos entregado el uno al otro, no se realmente a lo que nos vallamos a enfrentar pero ten algo por seguro mi alma, mi mente y mi cuerpo son tuyos, Aûrora no conozco tu historia desde el momento en el que nos separamos y tomamos caminos distintos-; un suspiro que viene desde lo mas profundo del alma vio reflejado en el rostro de Jonathan un total falta de expresión en su rostro, pues era evidente que si quería salvar su único recuerdo de un tiempo maravilloso tendría que mostrar ese rostro, esa personalidad tan tenebrosa que lo llevo ha ser uno de los magos mas perversos de todo Inglaterra, una parte de su pasado que juro no volver a tomar, pero que las consecuencias lo llevan a tomar, - Aûrora cuéntame todo acerca de tu vida una vez que el destino nos separo, y todo lo que sepa a cerca de aquel que pudo matar a uno de los mas poderoso magos que he conocido.
La cara falta de expresión, su cuerpo rígido y su mente planeando el siguiente movimiento era característico de él, parte de ese carácter que oculta, pues para matar se necesita dejar de lado los sentimientos, pues si el enemigo es tan poderoso para matar al padre de Aûrora, entonces esto requiere de una magia tan poderosa que es considerada oscura, y vil, misma magia que lo llevo a cometer tanta maldad, pero para al cansar su objetivo de comportarse como su objetivo, y pensar el por que acabar con una familia tan poderosa que se le consideraba intocable.
Aquellos ojos llenos de tristeza que me hace recordar tan mágicos momentos, me muestran también los problemas que ha pasado y el sufrimiento que han visto con el paso de los años, y me hace pensar que todo el sufrimiento que yo he experimentado es ridículo a comparación del dolor reflejado en esas hermoso ojos que han llorado mas de lo que deberían, -te veo convertida no solo en una bella y joven mujer, si no que veo y siento el poder que has heredado de tu padre, tus dotes como bruja me hacen suponer que has dominado las artes mágicas al igual que tu padre, por lo que puede que nuestras próxima pelea contra tu enemigo sea mas fácil de llevar-; claro esta que las palabras que salían de mi boca no eran mas que un intento fallido por demostrar poderío, pues con solo ver el rostro de ella me hace pensar que aquel que desea su muerte es un oponente demasiado fuerte, pero yo se lo que es matar a una persona o a varias, y si bien jure no volver a usar la magia negra para matar, creo que no podre mantener esa promesa.
-no sientas temor, pues ambos nos hemos entregado el uno al otro, no se realmente a lo que nos vallamos a enfrentar pero ten algo por seguro mi alma, mi mente y mi cuerpo son tuyos, Aûrora no conozco tu historia desde el momento en el que nos separamos y tomamos caminos distintos-; un suspiro que viene desde lo mas profundo del alma vio reflejado en el rostro de Jonathan un total falta de expresión en su rostro, pues era evidente que si quería salvar su único recuerdo de un tiempo maravilloso tendría que mostrar ese rostro, esa personalidad tan tenebrosa que lo llevo ha ser uno de los magos mas perversos de todo Inglaterra, una parte de su pasado que juro no volver a tomar, pero que las consecuencias lo llevan a tomar, - Aûrora cuéntame todo acerca de tu vida una vez que el destino nos separo, y todo lo que sepa a cerca de aquel que pudo matar a uno de los mas poderoso magos que he conocido.
La cara falta de expresión, su cuerpo rígido y su mente planeando el siguiente movimiento era característico de él, parte de ese carácter que oculta, pues para matar se necesita dejar de lado los sentimientos, pues si el enemigo es tan poderoso para matar al padre de Aûrora, entonces esto requiere de una magia tan poderosa que es considerada oscura, y vil, misma magia que lo llevo a cometer tanta maldad, pero para al cansar su objetivo de comportarse como su objetivo, y pensar el por que acabar con una familia tan poderosa que se le consideraba intocable.
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Re: El ultimo centauro ( Jonathan Rhys Meyers)
Me incorpore, indudablemente volver a recordar los sucesos que llevaron a la muerte de mis padres, la traicion de mi prometido, el descubrimiento de mi naturaleza y Merlin... trate de ordenar mis memorias y tratar de que el dolor no me doblegara, poder contarle a este entrañable aliado todo lo que paso desde que nos separamos... hasta ahora.
- Pues desde la ultima carta hasta ahora muchas cosas- suspire- todo sucedio para mi cumpleaños veintiuno, hace mas de ocho años, viviamos en Florencia, y alli conocia a...- frene de improviso no fui capaz de pronunciar su nombre- a un personaje del cual crei estar enamorada, hasta se comprometio conmigo, pero en secreto pues mi padre no queria, ¿ lo recuerdas?¿recuerdas al gran caballero Adrian Montobello? ... no era hombre de violencias al menos de ser provocado, creo que en eso me parezco a el- Mire a mis espiritus, y me punzaba el hecho que entre ellos jamas ha estado mi padre- pues le crei como una tonta... desconocia muchas cosas en ese entonces, no tenia ni idea que mi familia contenia una poderosa generacion de brujos, no sabio de sus enemigos... esa noche, en ese cumpleaños pienso que todo me iba a ser revelado... pero al palazzette llegaron unos hombres de la inquisicion, todo es nublado ahora... no recuerdo nada con claridad... mi madre, mi pobre madre trato de protegerme- recorde a mi madre, la dulce Victoria, en realidad no me parecia a ella, tan blanca, tan rojiza, tan dulce. Suspire de nuevo, no era facil abrir aquel baul de recuerdos que nunca crei volver a destapar...
- Pues desde la ultima carta hasta ahora muchas cosas- suspire- todo sucedio para mi cumpleaños veintiuno, hace mas de ocho años, viviamos en Florencia, y alli conocia a...- frene de improviso no fui capaz de pronunciar su nombre- a un personaje del cual crei estar enamorada, hasta se comprometio conmigo, pero en secreto pues mi padre no queria, ¿ lo recuerdas?¿recuerdas al gran caballero Adrian Montobello? ... no era hombre de violencias al menos de ser provocado, creo que en eso me parezco a el- Mire a mis espiritus, y me punzaba el hecho que entre ellos jamas ha estado mi padre- pues le crei como una tonta... desconocia muchas cosas en ese entonces, no tenia ni idea que mi familia contenia una poderosa generacion de brujos, no sabio de sus enemigos... esa noche, en ese cumpleaños pienso que todo me iba a ser revelado... pero al palazzette llegaron unos hombres de la inquisicion, todo es nublado ahora... no recuerdo nada con claridad... mi madre, mi pobre madre trato de protegerme- recorde a mi madre, la dulce Victoria, en realidad no me parecia a ella, tan blanca, tan rojiza, tan dulce. Suspire de nuevo, no era facil abrir aquel baul de recuerdos que nunca crei volver a destapar...
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