Iris M. Der Kláuseen

por **Iris M. Der Kláuseen** Sáb Jun 09, 2012 6:17 am

-Nombre del Personaje: Iris Mischa Der Kláuseen.

-Edad: 28 años.

-Especie: Bruja condenada.

-Facción a la que pertenece: Facción 4; Espias.

-Tipo, Clase Social o Cargo: Clase social alta.

-Orientación Sexual: Heterosexual.

-Lugar de Origen: Montes escandinavos.

-Habilidad/Poder: Premonición, encandilamiento y dominación.

-Descripción Física:

-Descripción Psicológica: Iris es una mujer muy directa con sus interlocutores, independientemente de si hay o no confianzas, algo que viene ya de su espontaneidad innata, siendo una persona divertida, risueña, alegre, traviesa y pícara a menudo, sarcástica y dominante con los demás debido a su fuerte carácter. Es una joven sabia por sus estudios cursados, muy educada y correcta cuando la ocasión es cordial.
En su fuero interno sigue siendo una niña atrapada en el cuerpo de una mujer adulta con complicados asuntos entre manos y por los que se le pide ser sigilosa, intuitiva, desconfiada y perspicaz, teniendo siempre un plan B para cada decisión a tomar, manteniendo una mente fría, maquiavélica, firme, decidida, observadora, atenta y segura. Iris es una mujer fuerte tan física como psicológicamente, muy hábil con las palabras, las estrategias, los juegos y la gente en general.
Con aquellos que logran atravesar la última capa de su interior, encuentran a una chica dulce, sencilla, cariñosa, comprensiva, buena, sincera, leal, algo irracional y soñadora, pero con claros principios ideológicos como la justicia, la libertad, la verdad y el amor.
Adora la música y la literatura, la tranquilidad dado que es un bien que escasea en su vida, la naturaleza y la belleza que ésta ofrece. Le gusta la sensación de lo ilimitado, lo eterno e inalcanzable, ideales de libertad que por supuesto, no posee. Los niños la vuelven loca, adorándolos y teniendo buena mano con el trato con ellos, sin tener jamás la necesidad de alzar la voz contra ellos, obedeciéndola y queriéndola del mismo modo. La familia es un aspecto de su vida que desea preservar y continuar de algún modo, aunque sabe lo difícil e imposible que eso resultaría para una condenada como ella.
Su único miedo, lo único que le aterra y le da pavor es el tiempo. El tiempo que parece transcurrir en su contra, la incerteza de no saber cuando acabará su vida, dado que depende de la Inquisición para la que trabaja. El futuro, pues, es una nube negra de la que no logra vislumbrar claro alguno, cosa que la entristece en silencio.
Iris odia a las personas que no aprovechan cada minuto de su vida, que desperdician su tiempo. Le disgusta la gente amargada, estresante, nerviosa, ansiosa, desesperada, que grita o se enfurece con mucha facilidad, las personas que a su parecer, desprenden un aura negativa que contamina y de la que se debe uno alejar. Por otro lado, es obvio que odia la mentira, la traición, los secretos incluso, la hipocresía de la sociedad del momento, las reglas absurdas que rigen a estas ovejas, las clases sociales como estúpidos separadores de personas... Por ello no suele tener muchas amistades pese a su faceta dulce y buena, pues lo cierto es, que no suelen gustarle la mayoría de las personas con las que tropieza, muchas de ellas corrompidas por el egoísmo, la avaricia o la hipocresía. Iris es una persona muy sencilla, por lo que no le agradan ni las joyas, ni demasiados ornamentos, ni las palabras demasiado retorcidas, ni las personas soberbias.

-Historia: Iris Mischa nació en medio de los montes escandinavos fruto del amor prohibido de sus progenitores, fruto también, de una infidelidad. Su madre, Liv, una noble sueca, la dejó en los brazos de su amante, Magnus, quién se hizo cargo de aquella niña durante los primeros años de su vida, ofreciéndole el amor paternal, el cariño y la tranquilidad de un hogar seguro. Ella nunca preguntó dónde estaba su madre... por miedo a conocer la respuesta a tal pregunta.
Una tarde, Magnus le prometió un regalo que no olvidaría jamás. Él le prometió conocer al fin a su madre, vivir a partir de entonces en el seno de una familia como Dios mandaba. Y así fue, la conoció, pero no cruzaron más de tres palabras cuando las lenguas de fuego devoraron aquella casa y la pequeña, acorralada por el fuego, escondida en un armario, echa un ovillo y temblando de pavor... perdió el conocimiento, asfixiada por el humor, aterrorizada por los gritos que se escuchaban.
Al abrir los ojos se encontraba sobre un lecho de hieno y paja, con una camisa blanca sobre ella y que a su vez, algo la mecía. Tosió un par de veces y asustada miró a su alrededor, localizando, aliviada, el rostro de Naeem, aquél joven con el que solía jugar los domingos por la tarde. Éste le prometió seguridad junto a él y ambos empezaron una nueva vida lejos de allí, subidos en aquél carro tirado por una mula y que les llevó a las puertas de París, Francia, atravesando prácticamente toda Europa, huyendo del pasado que parecía perseguirles, cada uno con su historia independiente y que ahora, el deseo de sobrevivir y liberarse de aquellas cadenas, les unía fuertemente.
Vivieron muy modestamente durante una década: Iris se dedicaba a cultivar el huerto y a mantener la pequeña vivienda en buen estado, mientras que Naeem era el comerciante y el que buscaba oportunidades en trabajos esporádicos, equilibrando sus preocupaciones por mantener aquella humilde supervivencia con continuar sus estudios en Medicina, financiados de forma no demasiado legal. En su tiempo libre, Naeem e Iris se preparaban para aquél mundo cruel, practicando las artes de la brujería, convirtiéndose, sin quererlo realmente en mortíferas armas, perfeccionando a demás, su arte de pasar desapercibidos en aquella sociedad que parecía buscar culpables del vivir.
Con dieciséis años de edad, poco después de que Naeem consiguiera trabajo en un centro psiquiátrico, Iris consiguió una beca para estudiar en la Academia de París, por lo que tuvo que despedirse de Naeem durante varios años. Al regresar formada como educadora, aquella casa ya no se encontraba allí. Tampoco el huerto y ni siquiera, él. No obstante, alguien le aguardaba allí, alguien que pese a parecerse mucho a Naeem, Iris sabía que no se trataba del mismo. Zhepyr la esperaba con una sonrisa espeluznante y tras contarle que había liberado a Naeem de aquél mundo insulso, se la llevó consigo a la fuerza para entregarla a la Santa Inquisición, acusándola de brujería y deseando presenciar la ejecución de la joven.
No obstante, el tiro le salió por la culata e Iris prometió fidelidad a la Iglesia a cambio de su esclavitud. La sede Inquisitorial se reunió al momento y su veredicto la llevó a ser acogida como condenada, trabajando para la Iglesia, sirviendo a la Iglesia como espía, siendo constantemente supervisada por un mentor hasta haber cumplido su cometido, momento en el que ella sería condenada a la hoguera.
De este modo, Iris empezó a trabajar para la Inquisición, dando todo de sí para alargar su condena que de algún modo, propiciaría alargar su vida al máximo. Todo era más sencillo junto a su mentor, un joven llamado Diétrich que le instruyó y que, misión a misión, ambos estrecharon relaciones y se convirtieron en amigos y aliados sinceros. Mientras tanto, aquél por el que en realidad había sido perdonada su vida, Étienne-Léon de Lamothe-Langan, logró mover sus hilos y conseguir que Iris se convirtiera en Institutriz, más por trabajo inquisitorial que por verdadera necesidad económica. De ésta forma, Iris se infiltraba fácilmente en las casas de las mejores familias francesas, descubriendo los trapos sucios de todas y cada una de ellas, llevando a la perdición a muchas de éstas. Pero era su propia supervivencia lo que la hacía actuar de aquél cruel y despiadado modo.
Durante aquellos primeros años a la orden de su mentor y de la sede Inquisitorial, Iris lidió con su trabajo como Institutriz y con su búsqueda de Naeem, pues estaba convencida de que él aun seguía con vida. Y acertó, llevándole sus pasos hasta una gruta en la que, enjaulado por magia negra, residía el muchacho. Iris, gracias a sus poderes, la magia de Naeem y una pizca de suerte, logró deshacer el hechizo que caía sobre él y ambos escaparon, regresando a la convivencia mutua en una residencia que Iris había comprado poco tiempo después de empezar a trabajar para la Inquisición. Aquella misma noche, ambos se pusieron al corriente de lo sucedido los últimos años. Iris se ofreció para ayudarle a deshacerse de su hermano Zephyr. Y aunque Naeem intentó convencerla de escapar de las garras inquisitoriales, la muchacha se negó, restándole importancia para evitar así, que él se preocupara en exceso por algo que ambos sabían, no tenía solución.
Y mientras sus vidas fueron retomándose poco a poco, el tiempo transcurrió. Iris se convirtió en inseparable de Diétrich, al que ahora había aprendido a querer de un modo especial, viendo en él a un verdadero amigo, un aliado, un escudo y una lanza. Y más que su relación se estrechó cuando ambos descubrieron que eran primos, tirando del hilo hasta descubrir que Iris tenía un hermano de sangre, Árion, un vampiro, y un padre. Su padre. Vivo, para su alegría. Su padre Magnus trabajaba junto a ella, le había visto a menudo por aquellos pasillos de la sede y jamás intuyó que se tratara del mismo. De éste modo, Iris pasó de sentirse sola en el mundo, sin familia, a creer en la esperanza, en volver a sonreír porque había encontrado un motivo real para hacerlo: su familia.
Pero pese a la enorme dicha que siente en su interior, ella es consciente que los latidos de su corazón están contados, sintiendo sobre su cabeza la espada de Damocles que sostiene la Inquisición.

-Datos Extras: Como observación, añadir que toca varios instrumentos, siendo el violín su favorito.
Pese a disponer todo un arsenal en armas blancas y de fuego, su favorita es su mismo cuerpo, pues la lucha mano a mano, por su destreza, habilidad, agilidad, rapidez e intuición hace de ella, una de las mejores. No obstante, ella prefiere evitar la violencia en la medida de lo posible, pues su trabajo es espiar e informar, no matar.
Su animal favorito es el corcel.

por **Nigel Quartermane** Sáb Jun 09, 2012 7:54 am

FICHA APROBADA
Bienvenida a Victorian Vampires

Iris M. Der Kláuseen

Iris M. Der Kláuseen

Re: Iris M. Der Kláuseen