Seiscientos años de espera y aún reconozco mirada {Erik&Azahar}

Días atras que habia llegado a Paris , venia de Estados Unidos , y la verdad venia muy cansado , eso de viajar y viajar y ya nunca parar empezaba a agoviarme , por lo que decidi que me quedaria en Paris durante 4 o tal vez 5 meses , si , era lo correcto para poder descansar ....Lo primero que hise al llegar fue buscar una casa de verano donde puediera hospedarme , muy facilmente la encontre y despues la rente , estando ahi solo me relaje , lei y dormi , vaya vida.....Pero habia algo que en aquellos momentos deseaba mas que nada , sangre .

Sali de aquella casas con esperanzas de encontrar un buen menu , la sangre de jovenes siempre me habia gustado , y mas las de las chicas lindas , pero en ese momento no importaba , solo queria comer . Acabe siendo amigo de una joven que trabajaba en una taberna para ricos , ahi logre satisfacer la mayoría de mis deseos , ya en la madrugada , aquella joven me dijo -Pronto habra una fiesta , me invitaron y no tengo pareja , si ud estuviera interesado....-Vaya que eso habia sido rapido , mas que en otras ocaciones...

Por dias rondo en mi mente aquella invitacion , ir a una fiesta humana ? Eso podria ser divertido , y tambien podria comer muy bien...Pero habia algo que me estaba estresando un poco , aparte de venir de paseo a Paris , tambien vine buscando a una joven , si , mas que una joven , una mujer , una mujer que habia cautivado mis sentidos desde el primer momento en el que la vi sonreir-...Azahar...-Dije al viento mietras caminaba , pero pare un momento , volte la mirada hacia el cielo y contemple la Luna , aquella amiga redonda y blanca que me habia acompañado desde mi primer momento de soledad y hasta ahora.

El dia de la fiesta habia llegado ,la noche habia caido ya , por Paris se notaba la alegira de una fiesta humana , alcohol , sexo , dinero ,esas fiestas siempre eran el mismo revoltijo , y yo estaba mas que dispuesto a ir , bueno..Pero a ir por mi cuenta , no queria cargar con un lastre de mas ...Me arregle como siempre y despues de eso sali hacia la fiesta , ya ahi pude ver a toda esa bola de humanos que se llamaba "sociedad" Eran despreciables , yo habia vivido lo suficiente para saber que el unico sentimiento que sirculaba en ese lugar era el mutuo interes por dinero .

Me pase por la fiesta bebiendo tanto alcohol como sangre de alguna que otra victima , mas algo cautivo mi atencion , un aroma que paso de lado mio , era el aroma de una hermosa joven de cabellos rubios que parecian bailar con cada paso que daba , en ese mismo instante mis colmillos salieron a flote y una ladina sonrisa se dibujo en mi rostro , por unos instantes dude , pero no cabia duda , era ella !! Entre las sombras y risas segui a la joven y a su acompañante hasta que vi que se alejaban de la multitud , me recarge en una columna y me dedique a ver , yo sabia quien era , y sabia lo que era ,ahora solo faltaba comprobarlo , pasaron algunos minutos antes de ver esos afilados colmillos atravesar la carne de aquel hombre , solo puede esbosar una sonrisa tras saber que la habia encontrado , no sabia si ella ya me habia visto , mis cabellos se ocupaban de ocultar mi rostro solo dejando ver mis almendrados ojos .

La sed dominaba mi cuerpo y, aunque no había sido el humano más sabroso, tenía que decir que su sangre estaba deliciosa. Podía sentir como el caluroso líquido calentaba mis labios helados, mi lengua, mi boca, todo pasaba de la frialdad de la muerte al calor de lo que da vida. Por el contrario, aunque para mi fuera una auténtica delicia, estaba claro que a mi acompañante,si hubiera sabido lo que estaba haciendo, no lo gustaría un pelo. ¿A quién le importaba lo que pensara un mísero humano? No eran nada a excepción de alimento, pero prometí que no mataría a la comida, así que, antes de que él exhalara su último aliento, aparte mis colmillos con delicadeza y le dejé caer en el banco.

Le contemplé inconsciente durante unos segundos, acariciando su rostro, imaginando que no era el de él sino el de mi creador. Aquel dolor abrasaba mi pecho, el desearle y no haber podido tenerle jamás, el recordarle y no saber siquiera donde se hallaba. Anhelaba su presencia, sus enseñanzas, sus palabras engreídas que conseguían sacarme de quicio. Le anhelaba a él. En especial aquellos ojos que conseguían me olvidara de todo.

Fue entonces cuando lo sentí. Me levanté con calma y miré a aquellos almendrados ojos con frialdad, con aquella que había aprendido a llevar desde mi cautiverio. Ya no era la misma niña inocente que se dejaba amenazar por todos. Al principio no reconocía a aquel hombre de las sombras, pero fue acercándome poco a poco hasta ver con más claridad su rostro, haciendo que mi cuerpo entero se quedara completamente helada.

-Erik...-Todo el dolor y la añoranza se reflejaron en esa mísera palabra, en aquel nombre que había invadido mi corazón durante ochocientos largos años y que, probablemente, ya se habría olvidado de mí. Y eso era lo que más me dolía en esos momentos; darme cuenta de que ya no sería nada para él.