Espinas de dolor y traición (Aldebaran Ballester)

por **Isis Osweder** Jue Jun 14, 2012 9:34 pm

Noches parisinas alumbradas por las velas de las mansiones, otras por las iluminarias de las callejuelas, para un nocturno, un vampiro las noches se vuelven más sangrientas, la luna cambia su color y se vuelve roja…teñida por la sangre que noche tras noche consume y dejar correr de los humanos llevando su vitae hasta lo más profundo de los infiernos, muchos salen vivos y se convierten en las presas eternas otros no lo consiguen y se vuelven cadáveres ocultos en alguna que otra fosa común…

La noche estaba a la mitad de su eterna juventud, el reloj del gran salón de aquella mansión marcaba las nueve en punto, el mayor de ellos, el dueño de la mansión había preparado una invitación a sus conocidos más importantes, humanos y vampiros, de clase alta y realeza…aquellos que solo se visitan por el simple placer de negocios y de crear alianzas…alianzas para cada grupo de los intereses políticos…para eso había que tener una buena distracción o mejor dicho el anfitrión tenía dos figuras que llamarían la atención de todos y podría hacer que todo se vea a su favor.

Una de ellas una egipcia con un don para la danza más enigmática y embriagadora de todas aquella que con solo mirar hacía que todo hombre la deseara además de tener uno ojos grises cautivadores de no viva…que tenían el roce de la luna y su rocío…la otra una mujer letrada que encantaba con sus encantos versados y sus ojos ambarinos que mostraban un color natural de vida atrayente.

El reloj marcaba las 9:30 pm cuando las puertas de la mansión se abrieron íntegramente a las afueras de la ciudad recibiendo a los invitados…uno a uno iba llegando para ser atendido por hombres y mujeres que deseaban ser de unos su compañeros de noche, de otros sus cenas y de otros sus simples conocidos…pero algunos solo estaban como sirvientes de los anfitriones…el vino y la sangre mezclada como cualquiera otra bebida a sabiendas de quien bebía cada cosa.

En la parte superior de la mansión en un cuarto oscuro solo con el resplandor de la luna con una mujer vestida de rojo con una máscara negra fina que marcaba el inicio de un baile de misterios y ocultos pensamientos, pensamientos que para la mujer no serían difícil de descifrar por sus grandes habilidades…los tacones se escuchaban bajar por las escaleras mirando a todos el aroma del perfume de las flores de loto en su cuerpo y cabello y el ser que le esperaba abajo…su hermano Santhiago Morel…para llevarla…al centro del la recepción para presentarla…

-Masa´a Alkair Sidis e Sayyidats- una sonrisa muy afilada en sus rojos labios y una reverencia muy elaborada y que demostraba su clase y alta etiqueta…

por **Aldebaran Ballester** Jue Jun 14, 2012 10:12 pm

La aristocracia, cuna de los adinerados para hacerse de una reputación positiva aun cuando quizás sus acciones fuera de la sociedad no son más que escenas deplorables, sucias e inmundas; en un circulo por demás de exclusivo, se encuentran nombres de la realeza y clase alta que propiamente en busca de alguna velada social se disponen a juntarse en quizás las mansiones más exclusivas del continente demostrándose esto con el llamado a socios, amigos y quizás próximas amistades que de la mano de la familia Osweder se reúnen con una invitación que ha llegado a las más altas familias del lugar así como a las manos de nada más y nada menos que el mismo Barón de España.

Reconocido por su inteligencia, con tan solo una corta edad de 25 años ha hecho de su título algo inmaculado y sobre todo aplaudido pues más allá de sus labores sociales –que no todo el mundo conoce- también se coloca su familia como la dueña del imperio mercantil por los lares de todo el continente Europeo, llevándole a tener varios reconocimientos como un genio en los negocios, así como de miembro de la realeza pasando a su habilidad indiscutible en la música y terminando por su actitud poco convencional con las costumbres, no deja al lado la educación o el honor pero su cinismo y seguridad en el mismo hacen de este heredero, un personaje fascinante a conocer.

-.. Disculpen la tardanza- emite con una sonrisa burlona –..Pero dudo que esto llame su atención al tener tal ejemplo de belleza frente a todos- adjunta con descaro más sin caer en la mala educación, plasmando su presencia en el acto con una seguridad infalible y extensa, su cuerpo engalanado de un fino traje negro que solo como distinto color lleva la camisa con una tonalidad blanca, la cual tiene sus dos botones superiores abiertos, logrando dibujar una imagen realmente distinta a los presentes; juvenil más sin dejar la madurez de lado, el español decide adelantarse a unos cuantos miembros para deleitar su pupila con la señorita cuya posición centrada en el recinto es ahora compartida con él –Un gusto, Aldebarán Ballestér para servirle a usted y quizás, solo quizás, a los otros invitados- terminando su línea con una marcada y elocuente carcajada que no deja más que trazar una perfecta escenificación de su gran porte, elegancia y sobre todo de una seguridad que pareciese ser remarcada en cada acto que lleva acabo

por **Isis Osweder** Lun Jun 18, 2012 9:01 pm

Noches de misterio que envuelven la vida
Rosas de martirio que decoran el ataúd
La sangre que se derrama es la que deja de latir
Cuando tu mirada dejé partir…

Si bien era cierto que mi hermano tenía el don para hacer negocios y saber mover sus fichas a su favor, también era cierto que sabía cómo usar eso en contra de él…pues la mirada de muchos ya se centró en la joven egipcia que mantenía una sonrisa falsa y unos ojos indiferentes a todos ya que si estaba allí abajo era solo por pura obligación…y más que esa obligación le resultaba fastidiosa tener que sonreír a todos, y dejarse seducir por palabras rebuscadas cada noche hasta tener luego el mayor el control y exprimirlos…con un baile tan ancestral como las noches desérticas…

El canto de la música en el salón inundaba a todos, las sonrisas y las largas pláticas estaban presentes…el leer la mente de los mortales y de los propios vampiros no se hizo esperar, para saber que se trama a espaldas de ellos o cuales eran sus próximas jugadas…unos ojos grises que se enfocaron tras la máscara al nuevo y ultimo integrante de aquel baile de disfraces…disfraces si…porque los lobos estaban como lindos corderitos…mientras que los corderos se mostraban como lobos…

-Sidi Balléster un gusto, mafi mushkila, no es el único que llega tarde Sidi…- una sonrisa provocativa y algo maliciosa en ellos realizando aquella reverencia que sus padres y su nuevo tutor le habían enseñado… -Un gusto Sidi…oh creo que ahora toca presentarme verdad ?- sonrió de forma burlona y juguetona pues estaba aburrida y quería jugar con la mente de aquel invitado…

-O quizás lo dejamos a modo de juego el descubrir del caballero el nombre de esta pequeña dama…- sonrisas más maliciosas con ese color rojizo de la sangre… -Cuide sus ímpetus Sidi esta con la hermana del anfitrión y no creo que quiera ya enemistarse con él…- dio dos pasos hasta acercarse al hombre y dejar un beso en su mejilla con un susurro –Que tal desea que le diga mi nombre o esperamos a ver que nos trae la velada durante la noche…es un juego peligroso le advierte hay muchas miradas ya sobre mí…-

Dio unos cuantos pasos hacia atrás y desapareció entre la multitud no sin antes dejar un susurro –El juego comienza con la búsqueda y captura de uno…no olvide que puedo pasar en cualquier momento por cualquier lugar- una sonrisa y solo su recuerdo en el aire que había dejado tras de sí…paseándose ahora por el gran salón y los sin fin de puertas que había, el comedor, la sala de star, el de música, el pasillo, las escaleras y los balcones de cada una de las habitaciones anteriores…incluso en la puerta principal como para salir al jardín delantero…

por **Aldebaran Ballester** Miér Jun 20, 2012 2:35 pm

En su rostro la sonrisa que mantenía era sincera y por demás de cínica, no es que se tratase de estar del todo alegre entre la aristocracia y clase alta hipócrita, sino era la gracia de ver como unos a otros se saludaban, se deseaban cosas positivas cuando realmente el corazón, mente y acciones de cada uno de los presentes eran nada más que algo podrido; la velada pronto se tornó más interesante para el de herencia española pues cuando vio a tal ejemplo de mujer no pudo evitar notar su alta clase así como su belleza más todo quedó en lo carnal ya que de su mente y corazón no se sabe mucho, no expresa mucho e inclusive puede resultar tan secreto que ni el mismo lo sabe.

Con suma educación él de sonrisa blanca no duda en escuchar las palabras tan seductoras y sensuales de la damisela, no es que lo haga ella con intención alguna, es simplemente su porte, la manera en que su voz puede llegar a ser tan hipnótica como sus ojos, sus labios o su cuerpo; flamante momento en el que este escucha como le recomienda mantener toda cordialidad con el anfitrión quien además de eso suma ser el hermano de la musa –dicho dato resultando ser de mayor interés para él- siendo mostrada una suave y gruesa risa que no puede evitar para así contestar –La verdad es que mi demora siempre es por razones absurdas pero no dudo que llegué en el mejor momento…- deja un segundo para suspirar y mantener una mirada fija con la ajena -.. Cuando su belleza tocó este recinto- afirmando lo que realmente piensa en el justo instante que su rostro observa a los demás invitados con una mueca cínica más sin caer en el egocentrismo –Me siento afortunado de ser yo a quien posiblemente le diga su nombre, después de todo, estos individuos están muy ocupados con el alcohol y sus conveniencias sociales- reafirmando su postura en contra no solo de los vicios como la bebida, sino también de las máscaras podridas de hipocresía y mentira como lo son los altos puestos sociales.

-La hermana del anfitrión…- analiza sarcásticamente –Debo decir que me parece más fascinante usted por ser… digamos… ¿usted?- enfatizando en la última palabra para dejar escapar una nueva risa –No se ofenda, su hermano es bien posicionado en la sociedad y los negocios, me alegra haber sido invitado pero creo que esta noche y lo digo con respeto, él o algún otro tipo aquí no serán prioridad para mí- ejemplificando su cinismo que ya es característico, sus comentarios crudamente sinceros y que no son expresados más que con la pura seguridad que desde temprana edad tiene.

Al ser ahora respondido con un suave beso en su mejilla, el Barón no puede evitar cierta electricidad por su cuerpo que aunque no es evidente físicamente si puede confesar ser tan provocante como el cuerpo de su compañera, mostrándose relajado por fuera más un tanto intrigado por dentro ya que al escuchar las palabras citadas por la belleza ante él no tarda en responder con convicción –Hay muchas miradas en pinturas, en tesoros… No me preocupo por los demás, prefiero dejar que ellos se preocupen por mí- plasmándose sus palabras con cierto tono para no dejar dudas en su carácter.

La preciosa dama se marcha, el rostro de Aldebarán con cierta intriga y emoción voltea hacia un servidor de la velada para dictaminar –Esto es mío…- tomando una copa de agua para beberla y volverla a depositar donde estaba –Esto es tuyo…- despojándose de su saco y dándoselo al sirviente sin importarle si este lo puede sostener o no –Y Ella será mía...- finaliza para adentrarse hacia la primer puerta que tiene al frente, justo hacia el jardín, donde con prontitud remanga un poco su camisa y perfecciona su imagen juvenil pero elegante para simplemente salir del recinto a donde quizás yace la misteriosa doncella

por **Isis Osweder** Dom Jun 24, 2012 10:41 pm

Al parecer no había mirada que no buscara a una egipcia que no era típica del lugar como las damiselas parisinas, y más si estas son jóvenes o muy antiguas…(si hablamos de vampiros) pero ¡Ah! Quien se resistiría a semejante encantos…nadie, no había ser que no desearé ser visto por aquellos ojos grises que repudian la luz del sol pero absorben toda la luz lunar…por ser el que haga sonreír a aquellos labios rojos como la sangre…quien más quisiera ser que jugara con ella sus juegos maliciosos y un poco homicidas…quien no deseará ser visto por aquella bailarina de miles de danzas como su muñeco y ser tratado tal cual…todos en el salón me miraban y sabían bien que hacer para tratar de atraparme…solo la mirada a mi hermano lo decía todo…

-Sidi Ballester hermosas palabras un tanto directas pero no pasan de ser repetidas…al menos para mí- lo último fue un susurro…mirándole atentamente cada gesto y cada movimiento de su cuerpo –Y según usted quien soy…no soy nadie por ahora más que la sombra que va a desaparecer…cuide las palabras que diga en esta mansión todo se queda guardado y se puede luego usar en su contra- las palabras se esfumaron y el juego había iniciado con una dulce sonrisita

El español acepto el juego sin queja alguna, al contrario al perecer le había gustado la idea de ser el juego de una mujer que solo buscaba provocar la atención del caballero y la ira de otros, además de las miras insidiosas de los demás invitados dejó la máscara sobre la mesa que estaba cerca a la puerta…pero su presencia estaba en el salón de música cerca al balcón mirando el jardín y a los invitados…con una copa de sangre (parecida al vino) sus manos tocaban las del extraño que buscaba una plática…

- Ann Eazinak, pero debo atender otro asunto más importante por ahora…-

Una sonrisa más y un desplante muy elegante mientras entre risas y sonrisas afiladas demuestro mi elegante coquetería, predisponiéndome al juego ya anunciado esta vez en cambio saliendo por la puerta lateral del saloncito al jardín y así dejar sobre uno delos rosales el guante derecho y volviendo por donde salió al salón…con una gran sonrisa victoriosa jugando con los demás invitados y tratando de mezclarse entre ellos…más uno se pasó de vino y tomó mi mano para acercarme…pero claro como era obvio la copa de “vino” fue derramada sobre este…dejé de pensar por unos minutos sobre aquel juego y me dejé guiar al estudio por mi hermano mayor dejándome ahí un rato hasta que se me dijera para bailar y entretener a los invitados…más mi enojo fue tal que lance uno de los floreros por la ventana del estudio…enojada…

-Santhiago no vas a retenerme aquí y menos porque un idiota me tocó sin mi permiso…-

Los golpes a la puerta fueron más y más altos cada vez…hasta que me cansé y miré aquella ventana con una gran sonrisa…me dejé caer por ella y caminé hasta el jardín trasero sentada en aquella glorieta mirando el cielo y las rosas y el aroma a humanos que se impregnaba más y más en el lugar...dejando su otro guante lanzándolo directamente a la fuente que a su espaldas estaba dejando que el agua lo tomara por completo como un lobo a su presa…mientras solo me dedicaba a sonreír al sentir cerca al humano…con el que esa noche se iba a divertir hasta decir basta o hasta que amaneciera y fuera hora de retirarse a descansar…

Pero acaso el hombre busca un juego donde será la presa de una fiera con colmillos y garras afiladas…eso se estaba a punto de descubrir…

por **Aldebaran Ballester** Miér Jun 27, 2012 1:21 am

Si bien, aquel joven se ha adentrado en la selva donde todos parecían estar más que ocupados en sus propios asuntos –por no decir beneficios- desde que se despojó de su saco y prefirió buscar por sí mismo a la hermosa dama no ha podido evitar escuchar más de una conversación donde la palabra “yo” era lo que más se repite y como no, si realmente susodicha selva yacía envuelta de artimañas e insectos que solo buscaban su propia meta a cumplir, si cada sociedad, cada trato, cada apretón de manos no era más que una absurda e hipócrita máscara cuya identidad solo le pertenecía a las bestias salvajes que inundaban el recinto e insultaban lo que un título de nobleza era.

Con su proximidad hacia fuera del salón principal pudo percibir casi en el acto sobre una mesa una máscara cuyos detalles eran inconfundibles, de su mente varias características se vinieron hasta hacerle casi inconfundible la sensación de haber visto dicho objeto anteriormente; pero por supuesto, esa indumentaria le pertenecía a la mujer de los ojos grises de quien bien recuerda sus palabras seductoras y un tanto egocéntricas pero que le llenó de curiosidad, más un detalle observó y es que dicho accesorio le llenó de escalofríos, como si una vibra realmente mala le envolviera y proyectara ya que bien es sabido que cada pertenencia poseía el aura, el alma de su dueño siendo esta una gran excepción pues no pudo sentir más que un escalofrío terriblemente fuerte que por un segundo le llevó a una lluvia de pensamientos hostiles, terroríficos e hipnóticos como si una fuerza sobrehumana o quizás maldita haya pasado por aquella pertenencia. Sin perder tiempo, ahí mismo arrojó la máscara y continuó su búsqueda que terminó en donde los rosales, afuera con un clima realmente fresco más no frio que pudo ser cómplice de mil y un actos con tan perfecto manto de vientos que cubrían toda la bóveda celeste así como el terreno cuyo foco protagónico se desvió a donde un guante, por acto de las susodichas ventiscas, cae a los pies del heredero Ballester quien en ese mismo momento levantó la prenda y no pudo evitar pensar en la damisela una vez más pues una frialdad se mantenía en el accesorio, misma frialdad que sintió cuando la bailarina le besó en su mejilla e indudablemente el mismo escalofrío de también hace solo unos minutos le volvió a invadir –Es ella- se dijo a sí mismo para mover sus ojos de un lado a otro tratando de encontrarla mientras dejaba el conjunto de fina tela en su bolsillo y continuaba caminando.

Entre sus caminos pudo encontrar un sinfín de curiosidades e inclusive uno que otro borracho que terminaba en el suelo y extrañamente desaparecía, algo que a Aldebarán en lo más mínimo le importaba y por eso prefirió seguir su sendero donde solo veía mujeres y hombres ya viejos coqueteando unos con otros, algo repugnante. Sus pasos se dirigieron hacia atrás donde otro personaje –realmente desconocido e insignificante- había sido bañado por vino –Pobre amigo, alguien no tuvo un buen resultado en la caza de compañía para esta noche- dijo sarcásticamente mientras mantenía una sonrisa cínica que no le causó nada de gracia a quien fue dirigida -… Uy, eso no parece un vino normal- adjunta en el mismo tono cambiando su mueca en un instante a una que mostraba disgusto y asco, y así es, todo exagerado para hacer gala de sus burlas una vez más y que sin embargo no pudieron evitar que su nariz percibiera un olor muy extraño, algo que no podía ser de algún vino real o normal –Que raro- murmulló para el mismo y de su dedo izquierdo no dudó en tomar una pequeña muestra del caballero ante el –Es sangre- afirma en un susurro para así romper con la escena chusca y plasmar una mueca totalmente seria pero sobre todo extrañada a lo que pudo oler con más cercanía prendiendo su camino una vez más hacia otro punto del recinto, un último lugar que le faltó por visitar: el jardín trasero.

Con incredulidad mantenía oculto en su bolsillo el guante que encontró, así también el recuerdo de una máscara con una vibra terrible y por supuesto entre sus dedos la sensación, olor e indiscutible sensación de sangre; su mente comenzó a ensamblar estas características hasta no poder evitar pensar en ideas descabelladas, no necesariamente causantes de miedos, pero sí de quizás algún especie de descontrol mental al atreverse de dudar así de su juicio al plasmar cosas tan fantasiosas como a las que se enfrenta. Con su andar, recordó bien el por qué de su carácter egocéntrico con las damiselas, no con la intensión de hacerlas menos o faltarles el respeto sino de seguridad al tener muy en claro que no podía enamorarse más y esto no por una absurda idea en el desamor o quizás por falsos juicios sobre el sentimientalismo sino porque alguien ya ocupaba un lugar muy dentro de su corazón justo directo en su alma terminando por su mente y rematando en todo su cuerpo prohibiendo el amor en él e inclusive el deseo carnal -¿Qué significa todo esto?- comentó un tanto impaciente al no tener muy en claro su situación más una cosa era segura y es que además de todas las cosas que vio atrás también se encuentra la perturbación que sintió al observar directo a los ojos de la bailarina esa cosa hipnotizante que más que simple sensualidad pareciera que fue hecha por una fuerza más compleja, algo fuera de lo normal o inclusive de este mundo y si todo lo resolviera a solo palabras claves encontraría la piel fría, la sangre, el juego hipnótico y por supuesto la sensación maligna, características que en su juventud escuchó entre los gitanos cuando viajó por toda España y que en más de una ocasión le advirtieron más jamás creyó y todo esto pareció que el mismo destino se burlaría en su cara al presenciar todas las manifestaciones fantasiosas e improbables -¿Vampiros?... ¿Aquí?...- meditó con tantas ganas de encontrar la respuesta que solo pudo sostener con su mano derecha aquel Cristo hecho de oro que pendía de su cuello y que después daría toda atención hacia el segundo guante justo sobre una fuente que en ese instante bajo la luz lunar se atrevió a apuntar la presencia de la damisela dejando todo a resolverse –quizás- en ese mismo instante –Así que aquí se ocultó damisela- plasmó con una sonrisa a medio labio y una ligera risa

por **Isis Osweder** Lun Jul 02, 2012 4:49 pm

–Así que aquí se ocultó damisela-

Ocultarme…pero si nunca me ocultaba solo me alejaba de todos para observarlos y luego atacar al más indicado y así su sangre degustar…o al menos hacerle jugar conmigo para luego atacarle y que se asuste y corra y se valla directo a su trampa mortal…mis colmillos…pero esta vez sí tenía que admitir que me ocultaba pero no de aquel español…no…sino de alguien peor que él, aquel ser que sería capaz de hacer cualquier cosa solo para hacerme cumplir mi parte del plan trazado por su maquiavélica mente…

-Sidi Ballester ¿cree que me escondo de usted?...no…no soy de las que se esconden o huyen así de rápido…- mi mirada fue directo a la ventana por donde escapé minutos antes…con un fuerte suspiro que deje escapar…pero fue algo más lo que me hizo suspirar y cerrar los ojos…fueron os pensamientos del español…algo que sacó en mi aquella sonrisa maliciosa y perversa…con ganas de llevar el juego al siguiente nivel y porque no decirlo…dar una que otra mordida a su delicioso vitae y así deleitarme con esta…pero no…decidí elevar no más el juego a un punto que tal vez no tendría regreso…

-Aún dudas sobre nuestra existencia- ya con eso me había revelado al español… -Vamos acaso crees que un crucifijito de oro me lastimará o me hará si quiera huir…al contrario querido…me gusta mirarlos y hasta tocarlos en ciertos aspectos…- reí y me di vuelta pero esta vez fue una vuelta y en un parpadeo estuve frente a él con una sonrisa que mostraba mis dientes sobre todo mis colmillos…tan blancos y filosos cuando mi lengua los repasó cortándola para tomar la sangre de mi ser…

-Vamos que creías que era todo esto…que solo te invitaron para conocer humanos normales y corrientes a los que has visto…esto va más allá de eso…- sonreí y me di una vuelta alrededor de él quedando a su espalda a tres pasos tras él… -Esto va más allá de lo que puedes pensar o creer…lo cierto es que…de esta fiesta la mita son seres sobrenaturales y la otra mitad son humanos como tú-

Extendí mi mano mirando su espalda… -Si fuera tan amable de devolver ahora mis objetos pues pronto tendré que entrar y no creo que le gustará ver al anfitrión de mal genio cuando me vea descubierta antes de la hora pactada…- sonreí con un deje de maldad en mis labios… -Sus dudas son tan grandes y son casi descifrables en su rostro en demasía tanto como para evitar leer su mente y saber que pasa por ella…controle más sus emociones Sidi Ballester…estas le pueden causar muchos problemas…sepa disimular cuando la mitad de los invitados son asesinos profesionales…-

El viento azuzo con fuerza el jardín…las nubes cubrían el esplendor de la luna sobre los dos seres el humano y la inmortal…el frió corrió más de lo normal como si augurara algún mal presagio de todos…quizás porque una sombría apariencia saldría de la casa en busca de los dos conocidos que hasta el momento solo habían cruzado ligeras palabras pero no fue este sino la hermana la loba que cruzaba el jardín con una gran sonrisa pidiendo que la joven vampira ingresara y se fuera a alistar para la gran revelación de la noche la cual tendría a todos boquiabiertas y sobre todo los tendría enganchados a aceptar las peticiones del hermano de aquella egipcia …algo que seguramente haría temblar a más de uno de los poderes que en el salón aguardaban por aquello

-Oops ya han llegado por mi…- sonríe mientras se acomoda los guantes y la máscara en su rostro –Valla no pensé que sería tan rápido al menos esta vez no fue él sino ella…- no hacía falta mirar a la nueva intrusa sino solo con el aroma a kilómetros sabía que era ella…y más que su hermano mayor estaba tan cerca por el aroma de azufre y muerte que traía… -Sidi Ballester por su seguridad le recomiendo quedarse aquí hasta que no sienta a nadie alrededor ahí podrá entrar a la mansión y disfrutar como todos los demás de los secretos que guarda esta vieja estructura…- sonríe con un guiño del ojo y beso lanzado por mis labios caminando directo a mi hermana Xaziel tomándome ella de la mano para acompañarme entre sonrisas y complicidades…más el mayor…el mayor era el gran reto de todos…tenerlo contento y agraciado con los demás era difícil…pero…

Que corazón tan antiguo como aquellos que pasan los milenio no se jacta de estar aburrido de la misma sociedad…(¿?)

por **Aldebaran Ballester** Vie Jul 06, 2012 1:29 am

En la mente del aristócrata no se podía percibir bien cuál era la idea de perseguir a la damisela pues éste no era la clase de hombre que mostraba debilidad ante las mujeres y el haber salido a persecución por la exótica mujer dio camino a algo más allá de un simple interés.

Cuando caminó hacia ella no pudo esperar otra cosa más que la sorpresa de que la misma le revelara que es en realidad y más allá de eso, su sorpresa fue al enterarse que convivía con casi un universo de criaturas misteriosas y fantasiosas que creyó solo existían en los cuento que entre sus viajes con los gitanos escuchó; sus ojos no mostraron miedo, al contrario, era un interés mayor debido a que en un mismo recinto se encontraban vampiros, hombres lobo y quizás otro tipo de criaturas que difícilmente pudo imaginar anteriormente. Lo que descubrió y la misma no humana ante le reveló sencillamente iba más allá de cualquier otra experiencia que haya vivido y si somos sinceros, han sido muchas.

-Interesante- comentó Aldebarán con una sonrisa marcada en sus labios, sus ojos no hacían más que seguir a la sensual figura de la mujer que le rodeaba amenazante, quizás a punto de atacarlo más sin embargo no tenía miedo –Entonces me está diciendo que si regreso allá probablemente alguien quiera chupar mi sangre, comer mi corazón o arrancarme la cabeza?- cuestionó en cierta manera sarcástico para soltar una ligera risa y adjuntar a la pregunta retórica –Bueno, entonces creo que debo hacer lo que cualquier “humano” haría y largarme de aquí- comentó sin dejar un solo instante la ironía –Pero sea vampira, una mujer lobo o bruja..- moderó su tonalidad a una más seria y tratando de con su mirada penetrar la ajena -.. No me iré de aquí hasta averiguar qué demonios está sucediendo- observando después como una segunda damisela llega a la escena –Tu hermano nos reunió para hacer negocios.. O para que él y sus amigos nos hagan su cena?- continuó preguntando más sin dejar de observar a la otra doncella de la cual solo pudo apreciar cómo se llevó a la envolvente fémina de la cual obtuvo un consejo y decidió seguir, observando cómo desaparece en la oscuridad y asimismo quedándose ahí parado.

Al cabo de unos minutos y un montón de pensamientos que surcaron al Ballester al mantenerse quieto ahí, este no pudo decidir más que seguir su instinto y por ello fijó sus ojos en la ventana que anteriormente guardó a la señorita llevándole instantáneamente a deducir que quizás por ahí encontraría algo más que un simple baile. Sus pies rápidamente dieron un brinco al árbol cerca del susodicho ventanal, así, utilizando sus manos y grandes dotes físicos de ladrón este pudo dar un salto hacia dentro de los aposentos, aterrizando de manera acrobática y reincorporándose al instante tratando así de empezar una averiguación que aunque pareciera llevarlo a la muerte no puede dejar pasar y de su mente solo una cosa se ha fijado… Saber quién es ella y por qué está tan interesada en los demás invitados pero más que nada en el español y si algo más está pasando entonces no será Aldebarán Ballester quien resuelva todo esto sino el famoso ladrón Rosa Negra

por **Santhiago Morel** Mar Jul 17, 2012 7:52 pm

Las noches son de aquellas donde la burguesía y la monarquía se pueden divertir, la luna roja cual pétalos de rosas en lo alto del cielo anuncia el fin del primer round, unos pasos pesados que se escuchan acercándose al estudio donde “una mujer” debía residir al menos a la espera de la llamada para su gran acto de presentación y encandilamiento que haría a todos olvidar lo que se traía en manos aquella noche de “negocios”.

Más para desgracias de uno, mientras aquel ser buscaba dentro unos papeles de suma importancia para él, la ventana de su estudio sonando y un humano entrando como un vil ladronzuelo, algo que a aquel vampiro el hizo sonreír, pues se estaba metiendo a la boca del lobo, propiamente dicho…además de eso el aroma del humano era aquel que ya había conocido y al cual le había recomendado el tratar, más no solo el aroma de humano se percibió sino uno en particular el de su hermana también lo traía impregnado en su ser, una sonrisa lobuna casi puede percibirse en sus labios de muerto tajante.

-Monsieur no es cortés ni agradable que ingrese de esa manera tan burda, acaso busca una muerte más sencilla y menos complicada que las que suelen sufrir los de su especie-

El cajón cerrándose y una sonrisa malévola en sus labios, el sonar de un bastón…tres pasos con papeles en mano se dirigió al joven quedando diagonal a este sin alzar aún su mirada más solo contemplando aquel archivo mirando las fotos, los datos y más uno que ahora tenía en frente.

-Veo que ha tenido la desdicha de toparse con aquella serpiente del nilo, lástima que no pueda durar mucho su conversación, yo de usted Monsieur Ballester, regreso a la sala por donde vino a observar y disfrutar lo que he preparado para todos los presentes, como para el Barón de Esapaña, o ¿será que busca algo más entretenido como un duelo de espadas?-

Su bastón inclinándose a un lado como un arma en manos por si acaso la respuesta fuera una afirmación para así un rápido despertar, su mano alzándose directo a la puerta dejando así sus ojos negros directo a los ojos del Barón de España, si aquel ser sabía todo de sus invitados, pues la carpeta de papeles que tenía en mano era un trabajo de su hermana Xaziel investigando a cada uno de ellos su vida, pasión y muerte.

Así se disfruta de una vida de milenios cuando quien juega a cazar, tira a matar.

por **Aldebaran Ballester** Mar Jul 24, 2012 3:53 pm

La noche tenía un olor distinto a las demás, las brisas primaverales parecen ser de invierno pues cada corriente eólica percibida no daba cavidad más que a fuertes escalofríos como si la muerte rondara aquel recinto. Justo en la bóveda celeste las nubes se arropan unas con otras para resguardar aun más la oscuridad y expandirla de manera sublime por el campo protagonista de esta noche y en el cual una luna de matiz realmente inusual se asoma en la cúspide del clima. Era muy sencillo darse cuenta que algo grande y oscuro pasaría en lo que pareciese una simple reunión aristócrata con hipocresías, el misterio que predominaba en el español le llevan hasta una habitación que aparentemente yacía sola más ahora asoma a un nuevo personaje que entrevista al ladrón.

-Tampoco es cortés ser la cena de criaturas sobrenaturales sin el permiso de las victimas- responde en el acto con una sarcástica sonrisa –Oh no, descuide… No busco ninguna muerte, aun tengo mucho que hacer en este mundo como por ejemplo…- Se detiene para observar las manos del inmortal, esos documentos parecían ser importantes para él y por ende ahora lo son para el Barón –Conocer más a su hermana- dando una estocada cínica y quizás de mal gusto -¿Puedo preguntar a que se debe tanto misterio, señor?- Continua ganando tiempo mientras sigilosamente y cubierto por el manto de las sombras este toma de su cinturón un especie de mango grueso que no pareciese ser un arma pero tampoco una simple sombrilla.

La mano izquierda del Ballestér despoja algo de sus bolsillos así como su extremidad diestra entrelaza sus dedos con un objeto ya antes mencionado –Me temo que no será posible ya que verdaderamente detesto las armas y bueno, esta plática fue entretenida pero creo que tengo algo que descubrir así que..- Musita con toda gala de sarcasmo para en un fugaz movimiento desprender su látigo y arrebatar de la mano del anfitrión aquellos documentos que resguardaba celosamente y que ahora roba, todo esto gracias al perfecto manejo que tiene de su arma y por supuesto sin perder la clase que el caballero proyecta –Nos veremos en otra ocasión- finiquita para dar un salto hacia atrás en repetidas ocasiones utilizando sus manos como soporte así como sus piernas reluciendo sus dotes físicos una vez más hasta llevarle al borde del ventanal donde sin dejar de reír lanza una rosa negra sacada de la parte izquierda de su cuerpo hacia los pies del individuo en forma de despedida terminando la instantánea escena con la perdición del ladrón entre las sombras, huyendo con toda la información y datos de los presentes en la reunión.

por **Santhiago Morel** Jue Ago 09, 2012 10:43 pm

Una sonrisa siniestra se dibuja en el rostro de Santhiago, me estaba divirtiendo del momento, del lugar, de la persona en particular… Un humano que ha sido llamado por el ojo del huracán a participar en una reunión que quizás beneficie a todos los presentes con uniones comerciales pero al parecer la noche tomaría rumbos diferentes, extraños y hasta cierto punto se diría que se llevarían cada uno una sorpresa por parta de los anfitriones. El objetivo real las disputas, pero no piensen que Santhiago no ha mediado cada paso de cada invitado en su tablero de ajedrez el cual ya tenía preparado una que otra estrategia para cada una de sus piezas, y el peón sería el mismo Baron de Esapaña…Arriesgado en su totalidad.

La ráfaga con la que el ladrón huye no era de inestabilidad para Santhiago su sonrisa se torna más maliciosa, pues su plan estaba dando resultado, los papales en cuestión no era más que las copias de los datos recogidos por su fiel hermana Xaziel la cual se había encargado exhaustivamente de averiguar vida, pasión y muerte de cada jugador, pero el que estaría primera plana sería el español, con su doble vida y profesión ya sea como barón o como ladrón sabía que ser armaría pero le dejó marcharse, pues ese era el plan.

-Nadie dijo que alguien será la cena de algún inmortal, a menos que cada invitado se ofrezca pero no creo que les llegue a tanto su pasión por lo desconocido- le sonreí de medio lado tratando de fingir si quiera algo de familiaridad, su bastón en vez de realizar la estocada para obviar el rapto de la documentación dejaron una leve cortadura en la pierna izquierda del mortal…pero no era una herida para lastimar no, era la herida del rastro.

-Marchad en paz Monsieur Ballester nos veremos de nuevo cuando vea a mi hermana aunque dudo que tenga más que solo una simple oleada del desierto- la puerta se abrió apareciendo la loba tras está anunciando que ya estaba lista el entretenimiento…más la mirada del aquel vampiro fue de maldad, pura y extrema maldad… -Dejad todo listo, ya sabes que tienes que hacer, y si te preguntas, cayó perfecto ahora se dará cuenta cuando lea todos sus datos, así sabrá que de él sabemos más de lo que él puede saber, los originales están en ti y eso me basta mi pequeña lobezna- tomé su mentón dejando un beso en sus labios. Beso de hermanos

Su hermana se quedó mirando la ventana –le dejarás ir así- Santhiago la mira mientras deja en el cajón una carta que le había llegado desde su Venecia. –La marca de sangre ya tiene así que solo déjalo igual lo podrás visualizar y seguir hasta obtener las copias.- la loba suspiró con una sonrisa cálida…El vampiro en cambio alistó la espada de su bastón saliendo del el estudio con su máscara negra alistándose para dar comienzo al entretenimiento más grande de todos

-Monsieuers e Mademoiselles, tengo el agrado, por así decirlo, de presentar a una de las maravillas del medio oriente, algo que ninguno de ustedes imaginó ver en toda su mortal vida, la inmortalidad de una víbora del Nilo encarnada en la piel de una egipcia. Con ustedes lo mejor de lo mejor del mundo traído a sus vidas-

La mirada de los hombres fue de estupefacción al ver a la vampira vestida como odalisca con aquel traje bajando las escaleras y su típica sonrisa, pero aún faltaba un integrante más que estaría desde las sombras observando pues ya sabía a qué atenerse con muchos del lugar.

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Espinas de dolor y traición (Aldebaran Ballester)

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