El claro del bosque [Ayline Grigory]

por **Lelio de Vallencourt** Jue Jun 21, 2012 11:19 am

Se internó entre los frondosos arboles, guiado por las imágenes del paraíso prometido por la mente de Ayline.
Una ligera briza arrancaba susurros de entre las ramas y elevaba el aroma a tierra húmeda que había dejado la lluvia de la noche anterior. La luz lunar se hallaba mortecina, opacada por las nubes viajeras y las altas copas de los árboles.
Ahí lo encontró, se detuvo de inmediato. El arbol de Ayline, lo tenía grabado en su mente, era el mismo. Formaba parte de un escenario espectacular, tal cual como le había sido transmitido: El arroyo que cortaba al bosque, bajo un claro, con las aguas iluminadas, y una inmensa cantidad de flores, cuyo color no podía apreciar a causa de la penumbra.
Pero no había rastro de Ayline, ni siquiera su presencia.
Se acercó al arroyo, y se sentó sobre una de las enormes piedras húmedas que lo orillaban.
No tardó en enamorarse del lugar que le resultaba ciertamente mágico.
Cerró los ojos y aguardó en silencio escuchando la orquesta del viento entre las hojas, y la corriente de agua sobre las piedras.

por **Ayline Grigory** Jue Jun 21, 2012 5:54 pm

Realmente no esperaba que el joven llegara ahí primero que ella, se quedo de pie mirándolo a una distancia de aproximadamente un par de metros, logro apreciar su rostro, y sus bellos ojos que no paraban de mirar a su alrededor, al parecer se encontraba a gusto en su lugar, el que para ella era su paraíso terrenal...

Se acerco lentamente a el, de manera cautelosa, intentado sorprenderlo, aunque sabia que hacer eso era algo casi imposible dentro de los suyos, de seguro captaría su aroma, mientras comenzara a acortar la distancia que existía entre ellos, de todos formas continuó su discreta entrada...

Cuando estuvo lo suficientemente cerca para tocarlo se detuvo, esperando quizás alguna reacción de su parte, al no tenerla estiró sigilosamente su mano izquierda hacia su mejilla rozándola suavemente, al tener la misma temperatura corporal, Ayline casi podía sentir un ligero toque cálido entro ellos - Es agradable - le dijo de pronto, quitando la mano del rostro de Lelio, para sentarse junto a el - La verdad dude que llegaras hoy, pero me sorprendes nuevamente, y mas el echo de que estés aquí primero que yo, espero que te agrade este lugar, es uno de mis favoritos, y para suerte, de nosotros claro, siempre hay almas indefensas rondando por aquí - diciendo esto inhalo profundamente sintiendo como le quemaba la garganta, tenia sed, era capaz de sentirse en el ambiente la sangre humana, y también el aroma de su acompañante, el cual no sabia porque le recordaba a chocolate...

por **Lelio de Vallencourt** Sáb Jun 23, 2012 3:24 pm

Percibió su presencia, y la observó impasible mientras ella se acercaba y palpaba su rostro con manos suaves. Mientras lo hacía, él no le quitó los ojos de encima, era cociente de como no permitiría que cualquier ser pudiera acercarse tanto como ella lo hacía.
Antes de que pudiera decir algo, distinguió otra presencia, y desvió la vista de inmediato hacia un costado, donde se encontraban las sombras y los arboles.
"Almas indefensas" -Pensó. Sin embargo, lo que había sentido traía consigo cierta carga hostil. Supuso que ella también se había dado cuenta del humano que los acechaba, el cual ignoraba que estaba entregándose a los brazos de su propia tumba.
Un bandolero robusto se hizo presente en el claro, enseñando su pistola e intentando ser ágil hacia nosotros en su emboscada de exigida velocidad.
Lelio le hizo un gesto de cortesía a Ayline que decía "Tu primero".
Sin embargo, no era cortesía. Él estaba ansioso por verla beber de un humano, por verla en su momento más feroz. Era lo que había estado deseando desde hacía ya mucho tiempo.

por **Ayline Grigory** Sáb Jun 23, 2012 10:47 pm

Aceptó ir primero, asintiendo con su cabeza, se volteó mirando directamente a los ojos del maleante, se acercaba a una velocidad, que quizás para el era realmente veloz, se paro delante de Lelio como si lo protegiera de un lindo gatito que venia directo a la muerte, cuando estuvo a mas o menos un metro de ella, se detuvo apuntándola con su arma... - Vas a matarme? - le preguntó con voz dulce tratando de parecer asustada, - Entrégame todo lo que tengas de valor! - le grito el hombre con voz impaciente, - La verdad solo tengo mi vida estimado - rió por lo bajo mientras pensaba "como si eso fuera verdad" dedico este pensamiento a su acompañante... realmente deseaba darle un espectáculo totalmente distorsionado, - Aunque sabe señor - comenzó diciendo mientras se acercaba a el de una manera un tanto seductora - yo también se defenderme - Ayline levanto su mano imitando un arma, apuntando directamente entre los ojos del hombre que estaba algo encantado ya por la presencia de ella, así que no le fue difícil atrapar su mirada, sus ojos tomaron un color negro intenso... - Bang - dijo en voz baja mientras se metía en la cabeza del hombre, haciéndolo caer al suelo, retorciéndose de dolor, gritando de una forma indescriptible...

La chica nunca había tenido respeto por la vida humana, menos por un ser como el, un ladrón, siguió torturándolo hasta el punto que estuvo a punto de desmayarse, solo ahí se detuvo, y se acerco a el, arrodillándose al lado de su cabeza - Pequeño frágil humano - le dijo acariciando su cuello, de pronto el hombre volvió en si, y disparó, la bala salio algo desviada, impactando en el hombro de ella, soltó un pequeño gemido imitando el dolor físico que debería sentir, aunque no fue capaz de aguantar la risa, tomo al sujeto por el cuello, mientras se levantaba, estirando su brazo hasta que los pies de el no tocaran el suelo, con la mano que tenía libre, descubrió su hombro, para dejarle ver como la bala salia por si sola del lugar donde se encontraba - Que lastima me das - diciendo esto lo lanzo contra un árbol justo al lado de Lelio, llegando a su lado antes de que tocara el suelo, descubrió su cuello y finalmente clavo sus colmillos en la delicada piel, mientras se alimentaba, el éxtasis que le producía la sangre comenzó a hacer efecto, volviendo sus ojos de un color verde esmeralda, y en ese estado volvió su mirada hacia su acompañante, invitándole a degustar también...

por **Lelio de Vallencourt** Lun Jun 25, 2012 8:57 am

Se había quedado sentado expectante frente al salvaje espectáculo. Una obra de singular tragedia que no cambiaría por las exhibidas en los teatros que más solía frecuentar. La escena había saldado por completo sus expectativas, solo faltaba que cayera el telón; faltaba una algarabía de estruendosos aplausos y vitoreos. Pero antes, el acto final.
Lelio se levantó, acercándose al cuerpo que había sido victima de la implacable ferocidad de la vampiresa. Bebió también, y sintió, entre el éxtasis, como se vigorizaba cada rama de su cuerpo, desde sus labios recorriéndole el cuello, al pecho, para terminar colmado en su totalidad con la vida del sujeto que se desvanecía como la llama de una vela en sus últimos instantes.
Retiró sus colmillos, e intentó incorporarse. Toda su estructura le vibraba por la elevación y los ojos le resplandecían de un intenso azul.
Una vez recuperado, se arrimó a Ayline y elevó su dedo indice hasta sus labios. Luego posó sus uñas sobre sus mejillas, para finalmente quedarse viendo sus dos esmeraldas que parecían refulgir como si tuvieran una luz detrás.
-Más brutal de lo que pudiera imaginar -Comentó.

por **Ayline Grigory** Lun Jun 25, 2012 12:01 pm

La sangre del hombre la estaba curando, ella no se perfeccionaba en su sanación corporal, aunque esta era veloz, pero no lo suficiente, y bueno el echo de usar su don mas poderoso con todas sus fuerzas, la agotaba de cierta manera, también ayudaban las ligeras caricias propinadas por su acompañante, ver sus ojos relucir con la misma intensidad de los propios era realmente algo que relajaba su ser...

De pronto algo en el bosque a unos pocos centímetros de ellos, captó su atención, un montón de hojas secas apiladas en el suelo, rápidamente tomo las manos del joven para que este le siguiera, así juntos llegaran al lugar dándole la espalda a las hojas - Relaja tu cuerpo... - le dijo casi en susurrando, al hacer esto la gravedad actuó para hacerlos caer sobre ellas, la sensación le encantaba, hasta la hizo sonreír, disfrutar de las cosas simples de la "vida" - Esto era algo que me fascinaba hacer... en el orfanato - agregó mientras pensamientos oscuros invadieron su mente, soltó la mano de el y se llevo ambas suyas a su rostro, tapándolo, intentado borrar todo de su cabeza - Bueno, no es algo de lo que hable a menudo,... Lelio mejor, cuéntame de ti, que disfrutas hacer? - le preguntó volteándose sobre su costado, llevando nuevamente una mano hacia el, para acariciar sus cabellos...

por **Lelio de Vallencourt** Miér Jun 27, 2012 1:15 am

No pudo evitar inmiscuirse en el tormento de Ayline, antes de ser silenciado por su propia voluntad. Cada vez se convencía más de que ocultaba un sinfín de imágenes interesantes. Optó por quedarse mudo un instante, y no preguntar nada al respecto.
Hizo una mueca tras la pregunta de Ayline.
-Pues me atraen las sublimes artes: El canto, la letras, el teatro. Son las actividades que más ayudan a olvidarlo todo -Comentó -Tal vez lo que más disfruto hacer es olvidar. ¿Entiendes?
Se encogió de hombros, parecía más estar abrazando su cuerpo y luego se preguntó que estaría haciendo él, esa misma noche, sin Ayline. Puede que tocando el clavicordio o asistiendo a alguna función. Así se dio cuenta de que la vampiresa ocupaba su lugar entre las predilecciones que le permitían ahuyentar los fantasmas.
-¿Y que clase de fantasmas guardas tú? Tantas épocas traes... acepto tus palabras, imágenes, pero también, tus silencios...

por **Ayline Grigory** Vie Jun 29, 2012 10:26 pm

Desearía saber que pensaba el en ese momento, aveces sentía injusto el echo de que el pudiera navegar en su mente, y ella no era capaz de aquello - Disfrutas olvidar... eso es interesante - le dijo casi en un susurro - La verdad tu me ayudaste mucho cuando necesite compañía, y ahora me gustaría saber en que puedo ayudarte yo Lelio? - Le preguntó cerrando sus ojos dejándose encantar por los sonidos del bosque...

Aunque las palabras de el realmente despertaban sus mas horribles fantasmas, decidió que podía enseñarle algo - Yo nunca hablo de mi pasado, pero... - se detuvo para estar segura de que lo iba a hacer - puedo mostrártelo - la mente de ella volvió a aquella noche en el orfanato cuando sus cuidadoras intentaron acabar con su vida en el lago, el momento en que aquel hombre la salvo, regalandole la inmortalidad, solo esos recuerdos tenia de esa noche, hasta que finalmente despertó dentro de un sótano - Sabes... agradezco la decisión que ellas tomaron, de no haber sido así, no estaría ahora aquí, y no te imaginas lo mucho que lo estoy disfrutando - De pronto el aire nuevamente tomo un denso espesor... humanos - Bueno, creo que ahora es tu turno de mostrarme tus habilidades querido - le invitó, indicando la dirección de donde provenía aquel aroma...

Off: Lamento la demora, tuve problemas de conexion

por **Lelio de Vallencourt** Miér Jul 04, 2012 12:22 am

Supuso que tarde o temprano vendrían más. Había visto esa clase de bandoleros antes, y sabía el modo que tenían de acometer sus robos y asesinatos. Vió al que estaba desangrado sobre el pasto y supo de inmediato que quienes lo buscaban eran sus compañeros. Él solo había caído por adelantado frente al destino inevitable que ahora aguardaba a los que se acercaban. Los sintió, eran dos.
Se divisaron como delgadas sombras entre los arboles, luego aparecieron en el claro iluminados por los rayos lunares.
Lanzaron alaridos y se abalanzaron sobre los vampiros. Lelio se elevó hacia ellos por los aires en un largo salto fantasmagórico, que les hizo detener sus embestidas por el acto sobrenatural que despedía.
Adoraba ver sus rostros desencajados y sorprendidos.
Vió que uno de ellos traía asido un cuchillo, el cual le arrebató de las manos con tal velocidad que no pudieron dar cuenta de los sucedido, hasta que el vampiro se encontró apuntándoles con el filo en modo de burla.
-¿Que creen que harán con esto? -Pregunto ahogando una risa.
Ambos estaban inmóviles, él podía sentir el miedo y la incertidumbre, al igual que la incapacidad de salir huyendo causada por el pánico.
Lelio arrojó el cuchillo a los pies de ambos.
-Tómenlo si lo desean -Dijo desafiante.
Tras vacilar, el bandolero que lo traía en un principio, se arrojó sobre el arma en el suelo intentando levantarla, pero luego no pudo incorporarse. El vampiro puso un pie sobre su espalda y ejerció tal presión que su abdomen crujió bajo el peso como el caparazón de un insecto, comprimiéndose y expulsando sangre a borbotones. El malhechor produjo gritos burbujeantes que se apagaron en un desmayo.
Su compañero retrocedió unos pasos horrorizado, transpiraba y su cuerpo temblaba.
Lelio tomó el cuchillo del suelo y se dirigió a él con el rostro impacible. Pasó el filo por toda la palma de su propia mano.
-Mira... -Le dijo, enseñando como la herida sanaba de inmediato. -No hay nada que podais hacer con esto.
El rostro del bandolero se desfiguró en una mueca de pavor, y venciendo el sopor, dió media vuelta y hechó a correr. No llegó a cruzar pocos metros cuando Lelio tenía sus colmillos clavados en su cuello.
Bebió de él a pesar de ya estar satisfecho. Y arrojó el cuerpo inmóvil sobre del que yacía en el suelo.
Inspiró aire, y calmó su excitación. Se acercó a su compañera, y una vez más se deleitó con el paisaje que los rodeaba.

por **Ayline Grigory** Jue Jul 05, 2012 3:24 pm

Los ojos de Ayline se habían enfocado en admirar hasta el mas mínimo detalle, contuvo el aliento y disfruto mucho de cada segundo observado- Mi estimado Lelio, ha sido todo un espectáculo - le dijo caminando entre los cuerpos - muy... impresionante - reconoció finalmente, mientras se ponía de cuclillas frente al ultimo hombre que yacía sin vida, pasandole su dedo indice por el cuello, para probar su sangre antes de que esta enfriara - Para ser un bastardo, no sabe tan mal - diciendo esto volvió al lado de su acompañante, quitándose sus botas de tacón miró sus manos, las cuales se habían manchado con la sangre del desafortunado, levanto un dedo y lo paso por la mejilla del joven, dejando un tenue rastro rojizo, dedicándole una sonrisa traviesa, se acerco a su odio como si fuera a articular algunas palabras, pero, en vez de eso sus labios permanecieron cerrados, y la pregunta dedicada a Lelio solo fue echa en su mente "¿ Podrías atraparme?", y con esa simple frase, se echo a correr río abajo...

En menos de 3 segundos alcanzo una velocidad impresionante, sus pies descalzos apenas rozaban las hojas en el suelo, el viento le azotaba el rostro, despeinando su cabello, el vestido con corpiño y grandes capas de tela, para variar en estos casos se volvió un estorbo, y sin parar de correr, lo rasgo, tirándolo por los aires, quedándose solo con un delicado y liviano vestido de seda negro que siempre llevaba bajo sus ropas, una sonrisa radiante se dibujo en su rostro, le encantaba sentirse tan libre, sin ataduras, ni temores y ahora no iba a detenerse hasta llegar a la pequeña laguna que se encontraba mas abajo, esto claro, si no era encontrada antes de eso...

por **Lelio de Vallencourt** Jue Sep 06, 2012 2:19 am

La vio despegar como si hubiese sido disparada por un cañón; como su figura se empequeñeció en la bajada, pensó que lo mejor era seguirla de inmediato, pues al darse cuenta de que la vampiresa era extremadamente veloz, decidió tomar carrera para no perderle de vista. Despegó el también con flamante velocidad, aun que todavía les separaba una gran distancia.
A la velocidad que iban los arboles que esquivaban se volvían borrosos. Pudo acercarse más a Ayline mientras corrían, pero no supo si era porque ella se lo permitía. Entre la vertiginosidad, mientras la veía desplazarse le dio la impresión de un ser etéreo, como una sílfide de los vientos. En ese momento no importaba nada, el espacio se desfiguraba y el tiempo transcurría eterno. Eran solamente ellos dos, libres, eternos... veloces.
En lo profundo divisó una laguna que se volvía cada vez más grande a medida que se precipitaban en la ágil carrera.
Al llegar, ella se detuvo en la orilla. Él la seguía detrás.

por **Ayline Grigory** Jue Sep 06, 2012 5:58 pm

Se mantuvo inmóvil frente a la cristalina agua de la preciosa laguna, mirando detenidamente su reflejo, se veía algo despeinada, sonrió al verse a si misma en esa condición tan descuidada, no era apropiado a para alguien como ella.
Lleno innecesariamente sus pulmones, imitando el cansancio humano, aunque a diferencia de ellos, en su caso, al soltar el aire sono mas bien como un leve suspiro...

De pronto sintió muy cerca la presencia de su acompañante, segundos mas tarde logro verlo reflejado a su lado, se volvió lentamente para enfrentarse a su mirada, sus ojos fueron directamente a los suyos, los cuales relucían de manera asombrosa, no opuso resistencia a las ganas de hacerle saber el gusto que le daba el tenerlo como compañero esa noche, se acerco lentamente a el, casi pidiéndole permiso, lo rodeo con sus brazos por la cintura, y deposito su cabeza sobre su hombro - Me encanta que estés compartiendo esta noche conmigo Lelio - llevo su nariz aún mas cerca de su cuello, embriagándose con el dulce aroma del vampiro...

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