Un claro en el bosque (Belial)

por **Vogel Woldman** Miér Sep 17, 2014 4:58 am

Vogel se viste con un pantalón de pana de color verde oscuro, una camisa de cazador y un cinturón con un machete casi tan largo como su muslo. Levanta la cabeza para mirar por la ventana, ve que aun falta una hora y algo para que amanezca, y aun tiene que ir a buscar a su amigo Fred.
Sale de su casa caminando raudo hacía la casa de su capataz. En apenas diez minutos llega a su destino, una enorme casa de muros de piedra y dos pisos de altura. Vogel toca a la puerta y una mujer de avanzada edad la abre.

-¡Oh! Hola monsieur Woldman. Buenos días, Fred saldrá enseguida.- Le dice la anciana con voz dulce y amable. -No se quede ahí. Entré porfavor.- Continua la mujer invitando al chico.

-Buenos días Anna.- Le saluda Vogel y la sigue al interior de la casa.
Pero no llega mas allá del recibidor, cuando Fred, con una enorme sonrisa, aparece bajando por las escaleras.

-Ya estas aquí Vogel! Preparémonos pronto amanecerá.- Dice Fred pasando junto a Vogel como un rayo y saliendo por la puerta. Vogel lo sigue en silencio, entrando en las caballerizas tras su amigo. Esté abre un armario, quitando antes el candado que lo protege, y saca un par de rifles, entregándole uno a Vogel, quien lo coge y se le cuelga del hombro.

-Será mejor que salgamos ya, o no pillaremos ningún jabalí.- Dice Vogel mirando los caballos.
-Si, vamos monta.- Dice Fred con voz imperativa y se sube a su caballo. Vogel coge otro y se monta en él.

Esta noche la temperatura es agradable, la luna llena aun alumbra cada rincón de la ciudad, dotándola de un brillo azulado y pálido, dándole una belleza muerta y espectral. Los dos amigos cabalgan a gran velocidad por las calles de París, se adentran en los sembradíos que lindan con el bosque. Atan los caballos en un poste de una vieja cabaña abandonada. Vogel hace un gesto para que Fred guarde silencio y se adentran en el bosque.

La noche pronto llegará a su fin, pero un silencio sepulcral predomina en todo el lugar, algo realmente extraño, que hace que a Vogel se le pongan los nervios a flor de piel, sabe que un silencio tan profundo en mitad de tan enorme bosque no presagia nada bueno. Fred mira a Vogel y le dice en un susurro. -Vayámonos de aquí Vogel, tengo un mal presentimiento.- En su tono se nota la preocupación, pero pienso que es solo silencio, tan solo eso.
-Vete tu si quieres, yo tengo ganas de cazar algún jabalí que otro.- Le dice Vogel a su compañero y se adentra aun mas en el bosque en busca de su presa.

por **Belial Marcovic** Vie Sep 19, 2014 9:41 pm

Belial tenía la suerte de sufrir una transformación particularmente rápida entre los licántropos y que era muy común en su familia. Empezaba y terminaba en menos de unos 3 minutos y el dolor se desvanecía a unos 15 lo cual podía llegar a ser una desgracia para alguien como ella que disfrutaba sintiendo como sus huesos se quebraban y dislocaban, la forma en que sus músculos se tensaban y cargaban de una adrenalina sin par. Era perfecto, y se entregaba a ello con tanta libertad que era irremediable que el momento se fuera en un fugaz momento, eclipsando su mente hasta apenas dejar libre toda la bestialidad, la ira y el stress en una forma masiva, llena de garras y peligrosos colmillos

En su nueva forma avanzo por la noche la cual habías sido, por decir lo de menos, suculenta y había dejado en ella su cuota de sangre y muerte tras su figura que ahora se movía como una bestia que se sabe en la cima de la cadena alimenticia y que sin embargo, llega al ocaso de su vida con los primeros rayos del sol. Una muerte cíclica, como un ritual tan antiguo como civilizaciones enteras y de pronto interrumpido por la súbita aparición de una nueva fragancia que encoleriza a la bestia. Hay alguien en su bosque, tomando sus presas.

Un gruñido escapa en sus labios antes de lanzarse en su búsqueda. Era demasiado rápida para importarle el ser sigilosa, era demasiado fuerte como para importarle el medir a sus enemigos y con las fauces abiertas cayó como un rayo sobre sus enemigos. Las garras traseras tirando al suelo al pobre concel, abriendo la caja torácica en heridas anchas y profundas que significarían la muerte del animal en horas que encontró una muerte más fatídica, lenta y dolorosa que su dueño quien se encontró de frente con el hocico abierto del lobo cerrándose sobre su cabeza y jalando hasta despegarlo de su cuerpo en una explosión de sangre que lleno los sentidos de la bestia por unos segundos ¿aprovecharía el otro hombre a escapar?¿podria?

Los ojos verdes del animal lo encontraron

por **Vogel Woldman** Sáb Sep 20, 2014 3:39 am

Vogel avanza con el rifle cogido con ambas manos, ascendiendo por una pequeña colina rocosa. La oscuridad aun domina del todo el lugar, pero en el horizonte, perdido entre la espesura del bosque, una linea blanca de luz matinal empieza formarse.
-Vogel, espérame, es solo que me da mala espina.- Dice Fred unos cincuenta metros por detrás de Vogel. Esté se gira para mirarlo, y es cuando le parece ver por el rabillo del ojo una figura negra y enorme que atraviesa el bosque a gran velocidad. Vogel mira a Fred sorprendido, pero la cara de su compañero era de autentico terror.

Los matorrales tras Fred comienzan a moverse amenazadoramente, los caballos parecen muy agitados, aunque desde su posición ninguno de los dos chicos pueden verlos.
Se escucha un rugido extraño, los caballos comienzan a relinchar aterrorizados y silencio de nuevo. Pero era solo momentáneo. -¿Que ha sido eso?- Es lo último que Vogel escucho de su amigo. La cabeza de un lobo enorme surgió de los matorrales ante la mirada incrédula de Fred y Vogel, ambos paralizados por el terror y confusión del momento. Lo que parece ser un Hombrelobo, aparece de entre la maleza. Vogel no puede creer lo que sus ojos le muestran y el miedo lo mantiene inmóvil, mirando la escena como si lo viera a través de los ojos de algún espectador. El monstruo abrió sus fauces y de una dentellada atrapa la cabeza de Fred. Los gritos del chico son acallados en el interior de la boca del animal, que de un tirón, decapita a Fred. Vogel mira aterrorizado el espectáculo dantes, "no puede ser cierto! Esto no esta pasando. Fred!!!!" Su cabeza era un remolino de preguntas intentando desmentir lo que había presenciado

Pero la confusión dejo paso a un terror enorme cuando la mirada de Vogel se cruzo con la del animal. Podía ver en aquellos ojos verdes una maldad intensa y enseguida se sintió como una simple presa. Su cuerpo respondió por si solo ante la amenaza y el chico empezó a correr haciendo fintas entre los arboles, sin ningún rumbo fijado, el terreno se eleva y Vogel corre como alma que lleva el diablo. El primer rayo de sol atraviesa el oscuro bosque dando de lleno en los ojos del chico, cegándolo un momento, esté se detiene. "A matado a Fred... A matado a Fred... ¡Maldito!" Piensa Vogel y el terror pasa en un segundo a Odio intenso. Se gira decidido, apuntando con su arma. Mira a los ojos del animal, y dispara.

El sol ya es visible tras Vogel.

por **Belial Marcovic** Sáb Sep 27, 2014 1:04 am

La bestia colosal se movia como un rayo enrojecido por el bosque, como si todo el peso de su cuerpo no significara nada para la forma en que sus patas le sostenían. Siquiera la detuvo el dolor de la transformación cuando esta empezo a resonar, primero en los cartílagos de sus puntiagudos oídos hasta ir bajando, tronando cada hueso. No, el dolor no la detuvo pero un disparo impreciso que iba dirigido hacia su brazo, abrió un profundo tajo en su torax y quemo parte del pelaje de la pata delantera, tirándola al suelo por la sorpresa.

No se levantó, era demasiado tarde. O quizás demasiado temprano y la bestia se sacudía mientras perdía su forma. Los huesos tronaban, el cabello se caía y los órganos internos sufrían terribles transformaciones que la hacieron vomitar sangre de forma considerable al menos dos veces. Iba ganando conciencia pero la adrenalina no se disminuía ¿Dónde estaba? Sus ojos verdes e inyectados en sangre se abrieron de par en par, los sentidos seguían demasiado agudos y no tardaron en ubicarla en los lindes de algún bosque.Demasiado cerca de un poblado para lo mucho que ella se había internado la noche anterior. La columna continuaba sonando como una melodía cuando se levantó tambaleante y desnuda. La sangre manchaba su rostro, pecho y brazos. La tierra cubría casi toda su anatomía como una amazona del caos y la muerte.

Una amazona con la adrenalina corriendo y la irrefrenable cólera de encontrarse herida. Pólvora, podía olerla en el aire. Quien le había disparado seguía cerca y por la forma que retrocedía, a trompicones, podía asegurar que estaba asustado. Aquello no hiso mas que divertirla aunque no lo suficiente para detenerla en su búsqueda. No lo tardo en encontrar, era una licana de años de edad que sabía de cacería de toda clase de especies no solo como lobo pero como humana dedicada a la peletería. Quizás haría piel de su nueva presa, solo para cerrarle el pico con su pequeño secreto. Aquello le dibujo una sonrisa que se desvanecio tan pronto lo intercepto en su carrera, haciendo uso de su velocidad sobrenatural, y bajándolo al suelo de un solo golpe al rostro – Quedate quieta, alimaña, y te dolerá menos- sentencio, pisándole el pecho

por **Vogel Woldman** Sáb Sep 27, 2014 5:44 am

El disparo da en el blanco, hace que del cuerpo del lobo salgan unas gotas de sangre despedidas y el animal cae derribado al suelo. Vogel se acerca solo unos pasos y ve el enorme lobo en el suelo. Fredd regresa a su mente, el chico da a el animal por muerto y decide irse a casa, pero tiene que encontrar a Fredd, el chico aun cree que sus ojos lo han engañado y que Fredd solo estará herido. Se cuelga el rifle del hombro y comienza a caminar en dirección donde estaban los caballos.

Vogel camina medio aturdido, con el corazón a cien por hora por los hechos. Un sonido a su espalda le hace darse la vuelta. Ante él aparece una bellisima mujer de cabello rojo como las llamas, su rostro y cuerpo están manchados de sangre y barro y esta completamente desnuda, Vogel esta del todo desprevenido y la mujer, con furia en su mirada, le asesta un puñetazo en el pómulo, el chico cae de espaldas al suelo totalmente sorprendido.

El chico hace un intento por levantarse, pero la mujer le pone un pie sobre el pecho, manteniendo al pobre chico tumbado boca arriba. La mujer, le dijo que se estuviese quieto, tratando a Vogel como alimaña y usando el femenino. El chico observa las piernas de la chica, que aunque sucias de barro y polvo, tienen un aspecto suave y bonito, su mirada sigue subiendo mirando los muslos tersos y sin poder evitarlo, sus ojos se quedan clavados en la vulva de la chica, que por la posición en la que ella esta se la puede ver por completo y sin que él pueda evitarlo tiene una erección y media sonrisa se dibuja en su rostro, continua subiendo su mirada, observando los pequeños pezones de la chica a través de su cabello pelirrojo. Pero cuando la mira a los ojos, su sonrisa se borra. Ella lo mira furiosa.

-Que sucede señora? Y por que esta desnuda?- Pregunta el chico confuso, su mirada baja de nuevo, perdiéndose en el sexo de la chica, sonríe de nuevo. -Aunque he de reconocer que me gusta este encuentro, tengo unas vistas excelentes.- Es una dama muy hermosa y de apariencia poderosa.

El lobo vuelve a su mente y se fija en la sangre que cubre a la chica. -¿Y toda esa sangre? ¿También se ha cruzado con esa bestia?- Pregunta Vogel y tan solo permanece boca arriba, sumiso a los pies de la bella mujer desnuda. Pero con mirada provocativa, ya que la visión de tal mujer desde abajo es realmente excitante y mantiene una erección latente.

por **Belial Marcovic** Sáb Oct 18, 2014 1:00 pm

Las palabras del hombre no hacen más que enfurecer a Belial quien jamas se ha caracterizado por ser una mujer de mucha paciencia cuando se trata de adultos faltos de modales y peor, tontos ¿o es que no se ha dado cuenta que esta en una posición de desventaja? Se lo recordó propiciándole una patada en las costillas que lo volteo como si se tratara de un pedazo de carne en el asador, negándole su preciada vista - ¿Te burlas de mi, brujo?- su voz era aun aspera y ronca pero con un cierto dejo de feminidad muy en el fondo que la dejaban ver como la hembra alpha que siempre había sido, que siempre se había considerado. Incluso cuando la cubrían moretones, sangro y barro se notaban en ella un espíritu muy fuerte que jamás seria avasallado por los hombres comunes como aquel a sus pies. No cuando hacían remarques tan fuera de lugar -¿Cruzado con la bestia? – una risa escapo de sus labios al escuchar semejante disparate. Ella era la unica bestia! La reina y depredadora de aquellos bosques ¿La sangre? De sus víctimas, hasta la última gota o al menos …

Se fijo en el arma que portaba y la cólera de la herida se sumó al dolor que le causaba el destransformarse. Ya no quedaban marcas del balazo pero sus habilidades licantropas no sanarían su orgullo herido como el volver a propinar otra patada al hombre, empujándolo por la tierra unos buenos metros– Me la he encontrado si, pero me parece que a ti y tu estúpido amigo les ha ido peor – sin asco levanto el cadáver con el rostro desfigurado e irreconocibles por sus dientes y le desvistió velozmente, dejándolo caer como una bolsa de huesos y musculos, cuando le hubo robado todas las ropas las cuales usaría para vestir su cuerpo. No porque sintiera pena de que el hombre observase su intimidad – tenía 69 años, no estaba para tonterías adolescentes como aquella- si no para no permitirle distraerse y porque en algún buen tiempo necesitaba regresar a la ciudad y no quedaría hacerlo bien solo con su hermosa piel. Terminada su tarea y ligeramente mas tranquila observo con cierto sentidod e superioridad al brujo – Dime ahora niño insensato ¿Es que no te han enseñado que las noches de luna llena no se sale a cazar? El bosque cobra a los cazadores, los vuelve presas – miro al cadáver y sonrió, recordaba haberlo destrozado. La sangre en su paladar estaba allí como un souvenir de la matanza

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