Todo por una oportunidad (Belial)

por **Lune Pantich** Mar Ene 19, 2016 9:38 am

"Belial Marcovic" rezaba el cartel de la entrada.

Una peletera reconocida en todo París por la calidad de sus prendas, tenía su sitio en el centro y la pequeña gitana falsa se había puesto su mejor vestido para ir a visitar ese palacio de las pieles. Después de buscar trabajo por media ciudad ya estaba dejando de lado la posibilidad de escapar del circo apenas sea mayor de edad o cuando se le asignara un hombre con el cual casarse –algo que veía poco probable porque la sangre gitana no corría por sus venas -, aun asi se sintió confiada apenas vio la posibilidad de acceder a una breve entrevista con la propia Belial, al parecer tenía un tiempo mínimo como para recibirla y conocerla para ver si cumplía con las expectativas.

Menuda de contextura, enderezó sus hombros al notarse frente a la entrada del establecimiento donde al fin iba a conocer un icono de excelencia en boca de todos los que dispusieran de dinero para pagar las costosas prendas que bien valían los francos invertidos. Estaba algo nerviosa, podía notarse en sus deditos que no dejaban de cruzarse entre ellos, enroscando una mano con otra. No creía tener posibilidades pero al menos siguió el consejo de su hermana mayor de seguir adelante sin perder las esperanzas.

Golpeó con el león la puerta y aguardó inspirando por la nariz la salida de quien fuera a atenderla.

por **Belial Marcovic** Mar Feb 09, 2016 12:13 am

Desde que Belial había aceptado a unirse a los ángeles custodios, su tiempo se había esfumado en una nube de lecciones, actualizaciones, fiestas sociales, misiones, búsquedas y discusiones sin fin que se sumaban a la inmersa tarea de terminar de despertar su alma y acomodarse a las nuevas exigencias que esto requería, sin si quiera agregar a todo esto, sus obligaciones como dama de sociedad y tutora de su sobrino quien parecía resentirse por la falta de atención ¿Cómo además pretendía encargarse del negocio? Fue una pelea con su orgullo y mal genio aceptar que requería ayuda externa para cosas que ella sabía hacer perfectamente, que había hecho por años sin mayor ayuda que para la caza de algunos cambiaformas, y le desagradaba tener que hacerlo por cuestiones que escapaban de su control. Pero el tiempo era un mal que aquejaba a todos por igual y eso, de alguna forma extraña, la tranquilizo lo suficiente para finalmente admitir ayudantes en el laborioso trabajo de tratar las pieles y convertirlas en hermosos accesorios y atuendos.

Pero tan simple plan parecía verse truncado continuamente por el perfeccionismo que buscaba Belial en los aspirantes. A diferencia de otros en el mercado de la moda, Belial no solo pretendía que supieran coser, cortar, seguir patrones y otras técnicas, pero además que tuvieran la predisposición de aprender las técnicas de la pelteria, que no eran ni fáciles ni suaves con las manos de quienes trabajaban la piel anima, y …la capacidad de guardar secretos. Su negocio era prospero por la calidad de las pieles, la resistencia de estas a casi cualquier condición adversa donde las otras se arruinarían y eso, eso tenía un costo que se pegaba con sangre. No podía dejar que cualquier curiosa niña de ojos curiosos y lengua suelta lo arruinara y si debía esperar semanas para encontrar a quien buscaba, lo haría. La paciencia y la perseverancia era una virtud que la licantropa había aprendido a cultivar.

Fue en la mañana del quinto día que Belial creyó encontrar algo interesante cuando un golpe tan seguro como suave le hiso levantar la cabeza de unas anotaciones que se apresuró a guardar mientras se levantaba para indicar a las mucamas que abrieran la puerta para ver de quien se trataba. Desde las escaleras del segundo piso pudo ver una joven de ojos grandes y negros en un rostro que destilaba inocencia. Continuo bajando mientras dejaba que se presentara y digiera los motivos de su visita a la empleada que se sorprendió cuando, girando para salir a informarle a su patrona de otra candidata, la encontró detrás de si –Me encargare desde aquí - La mujer hiso una rápida reverencia con la cabeza y se movio hacia un costado para dejar pasar a la gitana, cerrando la puerta detrás de esta.

-¿Asumo que viene por el puesto de ayudante, señorita…? – dejo el tiempo necesario para que se presentase y asintió al escuchar el nombre - Cuenteme de usted y acompañeme entonces a la sala de estar para poder hablar con tranquilidad con algo de té, u otra bebida si prefiere –retomo la cominata con la gitana a su lado, sintiendo a la empleada seguirlas con pasos pequeños y apresurados para estar lista tan pronto le pidieran algo. Lo cierto es que ella también ya se había acostumbrado a todo el ritual de los postulantes y a lo que Belial haría o pediría la mayor cantidad de veces. Aunque ¿Quién sabe? Quizás aquella vez fuera diferente

por **Lune Pantich** Jue Feb 25, 2016 8:58 pm

Una mucama de gestos amables la atendió en la entrada. Le explicó que se presentaba por el empleo y que tenía una cita con la mismísima Belial. Hasta ahí todo normal. Lo que no imaginó y la hizo quedarse estupefacta fue que la mismísima entrevistadora estaba tras bambalinas viendo su entrada. Notó su presencia tras la empleada y tragó, dio unos pasos para adentrarse en el lugar y ver de frente a una mujer de una impronta audaz y marcada actitud.

Recordó respirar y respondió con su nombre y un asentimiento a la primera pregunta y la siguió cn energía apenas la invitó a adentrarse en la morada.

- Bien, estoy en busca de trabajo. Me informaron que estaba relacionado con la costura y tengo bastante práctica con las maquinas y costura a mano.
Verá, mi abuela y madre solían hacerlo y es una de las cosas en las que me desempeño actualmente en el circo… – se le había escapado casi en un murmullo lo del circo. No era del todo feliz allí y no estaba conforme con mostrarse asi a Belial. Ella lo tenía todo: casa, lujos, posiblemente una familia y en cambio Lune solo contaba con su acolchado y su muñeca, y una hermana con poco tiempo para comprenderla.

Calló. Buscó una respuesta del otro lado mientras se acomodaba en un sillón confortable y aceptaba con gusto la invitación de té. Buscó mantener una postura decidida en concordancia a lo que allí sucedía, si buscaba empleada tenía que mostrarse proactiva como mínimo. Con rápidas miradas esperó a que Belial se acomodara observando levemente el espacio que la rodeaba, era un ambiente acogedor y a la vez muy personal. Se dio ánimos mientras oía las palabras de la que esperaba fuese su futura empleadora. Se mantuvo atenta. Se la veía natural al hablar del trabajo a realizar, era algo que de seguro aprendió por herencia y eso tenía peso en ella y llegaba incluso a comprenderla en ciertas cosas. Si algo tenia la costura era una belleza en cada puntada.

Aceptó el té con gusto y una breve sonrisa a la mucama, era una de las pocas cosas que tomaba en todo el día, después de andar de recorrida por el centro en busca de una salida a su situación. Había colocadas unas galletitas en la mesa frente a ella que no pudo evitar desear comer. Buscó no distraerse mas y tragó algo de té para bajar la ansiedad.

por **Belial Marcovic** Mar Mayo 03, 2016 11:54 pm

Para Belial resultaba casi irónico la idea de trabajar con alguien con el nombre de Lune porque aunque ella disfrutara de su condición y del transformarse en cada luna llena, de perder control y los huesos partiéndose sobre si mismos, seguía siendo victima de la reina de plata que gobernaba las noches y maldecía a todos los que llevasen la sangre del lobo en sus venas. Era imposible no detenerse a pensar en la significancia que traía ser la “jefa de la luna” en aquellos momentos, y que una sonrisa depredadora e inquietante se dibujase en sus labios apenas segundos antes de esconderla detrás de la taza de humeante café negro dejando a la vista solos sus ojos verdes y salvajes que seguía cada uno de los movimientos de la joven con extraña fijeza mientras contemplaba sus palabras. La mayoría de sus aspirantes eran, o decían ser, personas formadas y entrenadas en el arte de la considerada alta costura lo cual para una persona ordinaria con un oficio ordinario, podría resultar perfecto pero aquel no era el caso de la licantropa. Ella necesitaba alguien maleable, que no hubiese agarrado las mañas y costumbres que enseñaban la mayoría de las modistas simplemente porque así era mas fácil educar a las manos a trabajar con la piel de las bestias, que tenia otros requerimientos, en ocasiones muchos más difíciles o “cruentos”, que otras prendas. Y eso era apenas la parte sencilla del trabajo, preparar las pieles, catalogarlas y llevar un recuento era parte también de saber tratarlas y aunque de eso, generalmente, se encargaba ella misma, le convenía que quien trabajase para ella estuviera informada.

Pero lo principal es que fueran silenciosas, que no hicieran preguntas y si las hacían, que el silencio les fuera suficiente respuesta para abandonar el tema

-¿El circo? Jamás he estado allí – admitió, dejando la taza de lado – quizás debería, a mi sobrino seguro le encantara. Me han dicho que hay muchos colores y luces que relucen en la noche y que cada artista tiene su traje. Debes tener mucho trabajo con ello ¿no es así? – Belial sabia que sus movimientos, gestos e incluso voz la hacían una persona intimidante y que muchos decían que tenían un carácter fuerte, casi masculino cuando se trata de las discusiones pero la primera y última hija de los Marcovic no se consideraba a si misma una amenaza para nadie, menos aún peligrosa, si la gente no se entrometía en su camino o actuaba fuera de lo que ella consideraba correcto. De hecho era un alma piadosa si se la comparaba con algunas mujeres de la clase alta y nobleza que despreciarían de forma instantánea a los gitanos y personas de la clase alta. En su lugar la loba, calma, invitaba a la joven a seguir hablando, no solo para intentar que se relajara y le dijera más, solo porque aquello podría genuinamente interesarle –imagino también que habrá muchas cosas diferentes para hacer pero que nunca trabajaste antes con pieles. Es un material…difícil que mujeres trabajen, pero que los hombres no consiguen moldear adecuadamente y es también, el objeto principal de mi negocio. Espero que lo hayas tenido en cuenta a venir aquí, no quisiera decepcionarte si andas buscando materiales menos “suaves” en lo que a trabajo se refiere – extendió el plato de galletitas hacia ella, esperando que tomara una antes de hacer lo mismo y regresarlo a la mesa, chasqueando los dedos de la mano contraria en espera de que apareciera una mucama nuevamente, dispuesta a seguir sus ordenes

lamento muchisisismo la demora; la verdad no tengo excusas.

por **Lune Pantich** Lun Jun 13, 2016 11:52 pm

Desvió su mirada de las galletitas, supo de inmediato que Belial había notado un poco su dispersión en un simple puñado de galletas y en la manera en que tomaba la taza de té como su único alimento en todo el día. Ciertos rasgos desesperados se le escapaban de las manos cuando andaba casi famélica.

- ¡Oh, sí le encantará! Van familias completas, tengo un panfleto por algún lado… – dijo mientras dejaba el té sobre la mensa y rebuscaba en su bolsa, allí dentro de un cuaderno tenia algunos de los últimos que entregaron esta semana por el centro de París a modo de invitación.

Inmediatamente se lo pasó para que esta tuviera a mano la dirección del lugar donde ella solía trabajar.

- Hay muchísimo trabajo cada vez que arman un sketch nuevo, cada acróbata junto con los miembros de presentación y domadores deben tener un atuendo que llame la atención del público. No está relacionado con este tipo de confección que me hablas, pero me gustaría aprenderlo, realmente soy muy rápida aprendiendo. Y aunque no lo parezca tengo masa muscular aunque no pueda competir con la fuerza de un hombre, me adapto fácil – comentó rápido, con intención de desechar los posibles motivos de rechazo. Realmente no tenía muchas chances, si no obtenía un sí de Belial esta noche dormiría una vez mas pensando opciones para huir del circo de una vez por todas.

Notó como se perdía una vez mas mirando de reojo a las galletitas y para su sorpresa Belial terminó por acercarle el plato. Sonrió con algo de vergüenza mientras se le dibujaba el rubor de las mejillas y tomó una de las tentadoras galletas que comió en dos mordiscones y tragó con dificultad sabiendo que era de mala educación comer demasiado rápido.

Un chasquido de dedos y la amable mucama no demoró en aparecer. Los ojos verdosos de la dueña de casa no perdían pisada a cuanto gesto aparecía en la gitana. Era una persona muy detallista, se notaba a simple vista.

off:

por **Belial Marcovic** Miér Jul 06, 2016 7:47 pm

Con una sonrisa modesta, Belial acepto el panfleto que le entregaban y se dedicó a leerlo mientras la joven le explicaba que en efecto, cosia y armaba trajes constantemente para las diversas profesiones que habia en un circo y cuando menciono a los domadores, los ojos de la licantropa volvieron a centrarse en la muchacha con interes. Si la chica ya había estado en contacto con animales grandes, y exóticos para la mayoría de franceses, se saltaría un paso importante evitando que se asombrase con las diferentes pieles aunque le preocupaba que viendo los animales vivos y teniéndolos cerca, sintiera pena por ellos al ver sus pellejos colgando de la mesa.

-Lo bueno es que con el trabajo viene la experiencia y si has tenido que hacer diversos trajes, seguro sabrás muchas formas y técnicas de confección – respondió a sus inquietudes e hiso una seña para que la empleada se acercase para pedirle que acercase algunas de las pieles que habían llegado más recientemente. Tan pronto la mujer volvió a desaparecer, la ama de casa continuo con su comentario –Aquí solo se hacen abrigos y algunos accesorios, puede que el diseño cambie y se complejice o simplifique, pero no mas alla de eso– explico bebiendo el té antes de que se enfriara –Tampoco es que se requiera demasiada fuerza para realizar las prendas si no que sencillamente el cuero es un material más difícil de cocer que otras telas. Eso es todo. El trabajo mas pesado que es el adquirir las pieles no tendrías que hacerlo tu, aunque quizas me interese que sepas como limpiarlas solo en caso de que necesites que lo hagas– dio un ultimo sorbo a su bebida y espero a que su acompañante hiciera igual antes de dirigir su mirada hacia la mesa principal donde habían dejado, por un lado, las pieles limpias y por otro, el animal estatico que las portaba y del cual aun no se le habia desprendido el material. Era algo cruento de ver, pero necesario si iba a trabajar allí

Belial se levanto y le hiso una seña para que le siguiera hacia la mesa –en lo posible, intentare que no los veas en esta forma, se que a mucho no les agrada la forma en que sus ojos ven al vacio, pero siento que es necesario que los veas por lo menos una vez, incluso si jamas debes limpiarlos, solo para que puedas acentarte realmente al trabajo- las manos acariciaron al conejo que estaba tan limpio de heridas o de sangre, que uno podria preguntarse si realmente estaba muerto o simplemente, paralizado de terror.

por **Lune Pantich** Jue Ago 18, 2016 8:41 am

Bajó la galletita con algo de té, era eso o toser en medio de la entrevista. A pesar de no tener una de las mejores educaciones producto de su crianza en el circo gitano, buscaba ser lo mas refinada posible en sus modales buscando siempre ser respetuosa con las costumbres locales. De reojo examinó la reacción de Belial cuando ella le pasó el panfleto hasta que la mirada de la dama se clavó en la de ella, fue allí que la desvió como si nunca hubiese mirado.

- Si. Asi es – confirmó con respecto cuando Belial le apuntó sobre su experiencia. Apenas un leve dialogo y la empleada se retiró. Atentamente Lune asentía a las explicaciones de la dama tomando nota mental de cada una y tragó un poco de saliva cuando le habló sobre las pieles, iba a tener que lidiar con ello, venia de una familia con antecedentes de matanza de animales, para comer y para pieles, aunque había estado lejos de esa realidad por demasiado tiempo como para recordar lo que era un animal frio.

Apuró su bebida también al notar que era hora de pasar a ver las pieles. Sus cejas se enarcaron apenas se levantó del sillón, respiró profundo apenas estuvo de espaldas su posible empleadora y su mirada fue a parar a la mesa a la que se acercaban donde había una piel y lo que parecía ser un conejo.

Cuando llegaron, confirmó sus suposiciones y asintió. No era bello de ver asi, pero “a lo hecho, pecho” .

- Comprendo – comentó casual mientras observaba y buscaba concentrarse mas en las pieles que en el cadáver del animal – No tengo idea como despellejar animales aunque sí sé peinar pieles – dijo para agregar algo mas y desviar su atención de su propio remordimiento. Había otro tipo de telas y aun asi la gente seguía prefiriendo las pieles, nada mas calentito que ello para los crudos inviernos de Francia.
-Imagino que debes de tener un grupo de costureras ya familiarizadas con ello ¿Todas ellas trabajan aquí o en sus casas? – consultó temiendo los cambios que podía terminar haciendo de aquí al futuro próximo y como esto afectaría a su persona.

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