El lobo es siempre villano, si caperucita cuenta la historia (Belial`s ID)

Nacida en Rumania en la primavera de 1741 como la séptima y última hija de un matrimonio apoderado de la zona. El crecer junto a sus hermanos fue en épocas tempranas una tortura que ya de mayor le tocaria agradecer pues significo que su madre se volcase mucho más en su educación y disciplina para que no adoptase las varoniles costumbres de sus hermanos. Fue un éxito pues hasta hoy lleva los rasgos propios de una dama y sin embargo, carece de la habilidad para postrarse ante los pies de los hombres como la sociedad actual parece exigirle. Sin embargo esto no es de extrañar, en un hogar tan machista como en el que debió criarse uno deja morir el espíritu o bien, lo forja en acero y se prepara para la batalla. De estas épocas tiene miles de recuerdos, algunos grabados en la piel porque las osadías de la temprana edad no vinieron sin una dosis de castigos que fuera humana o no, dolían en el fondo de su alma. Odiaba a los dioses por hacerla la mas pequeña, por hacerla mujer en aquel hogar y tener que ver como todas las mujeres del castillo eran sombras, entes incapaces de pensar, dispuestos para la necesidad del hombre de procrear y torturar. Hay miles de recuerdos pero prevalecen los grandes campos y el castillo gobernando la cima de la ladera con el poder de historias y coronas pasadas. Su vida existía en bandejas de oro carcomidas por los años, las glorias de otros tiempos opacaba el presente que se veía azotado por diferentes plagas que dejaban los campos vacíos y que sin embargo, no evitaban que aquella familia controlase con puño de hierro en nombre de un dios en el que no creían, prometiéndoles a los pobres, ingenuos y creyentes campesinos las peores maldiciones del cielo si no cumplían con sus tratos que era básicamente, abusos.

Pero de entre todos esos recuerdos, el que más lleva presente ha sido el ida del “Bautismo” como se llama en su familia al momento en que el licantropismo es ofrecido a los mas jóvenes que cumplen las 8 lunas. De aquel dia lo recuerda todo y especialmente las cadenas de plata encantada sobre el torso desnudo de su padre quien con calma le explicaba cosas que ella ya sabia. Si iba a doler y quizás se asustara pero las cadenas jamás habían fallado y retendrían a la colosal bestia antes de que hiciera un daño irreversible. Belial lo había presenciado antes en sus sueños e incluso había oído la noche en que la bendición era otorgada a la nueva esposa de uno de sus hermanos. Una que sobrevivió al menos, la anterior tuvo complicaciones y …bueno, el licantropismo no es para todos pero a ella no le pasaría nada, ningún Markovic habia muerto por aceptar su parte lobuna y aunque fuese la primera, no debia dejar que los pensamientos nublaran su mente. Tomo aire, sacudió la cabeza y se enfoco en observar todos los cambios que transcurrían de la mañana a la noche de luna llena. Notorios fueron los primeros que, con el transcurso de las horas diurnas, se fueron dando; Las pupilas dilatadas, la transpiración y la piel erizada pronto dieron pasos a comportamientos erráticos que vacilaban entre la necesidad de estar sumamente quieto y moverse de un lado a otro, peleando con las cadenas que ya empezaban a quemarle. Cuando el final llego, ese que ella esperaba hacia horas, no pudo haberla deslumbrado mal. Era horroroso como la piel se abría a la mitad, como grandes huesos se quebraban como palitos. Un hombre del porte de su padre reducido a temblar sobre sus rodillas era una maravilla de la naturaleza. Era el fénix muriendo y resucitando, abalanzándose sobre ella dispuesto a matar

Debía moverse si quería aceptar aquello, si quería conservar el apellido y no ser desheredada como una cobarde. Mentiría si digiera que no hubo momentos de dudas, sería estúpido no dudar al ver aquellas fauces abrirse con hambre ante ella, aquellas garras que rasgaban el aire de tal forma que se podía oír el filo. Cerró los ojos y dio vuelta antes de un salto quedar bajo el peso de la bestia que no perdió tiempo en atraparla su hombro en una mordida fatal que elevo un grito agudo, quizas el único que se haya escuchado hasta la fecha de aquellos labios donde se entremezclaba el dolor y el miedo consumirla. Las cadenas se acortaron de golpe, sumiéndose en la pared como un mecanismo mágico de quien sabia cuántos siglos, y finalmente el mundo de la niña se tiño de negro.

Luego de ello no nada mágico paso, el mundo siguió girando como lo hacia hasta entonces, pese a lo que ella hubiera esperado. No existieron grandes cambios más que los que supusieron su nueva raza y para los cuales había nacido preparada: Seguía siendo la menor y seguía siendo mujer pese a su nueva fuerza, sus nuevos sentidos y habilidades continuaba viviendo bajo el yugo de los hombres de su familia.
O al menos fue asi por un tiempo, llegaba la primera de 1756 cuando los primeros cambios comenzaron a notarse y no precisamente por donde ella suponía que llegarían. Guerras, discusiones en el hogar que terminaban en intensas y acaloradas batallas entre sus hermanos instigados por sus licántropos internos a pelear por el puesto de poder, el lugar del Alpha y la sucedion del titulo asi como quien seria que heredaba las tierras pues dividirlas por 6 terminarian por ser insuficientes para todos especialmente en aquellas épocas. Esto los forzó a buscar nuevos territorios donde asentarse pero ¿Dónde? Luego de muchos viajes y mas averiguaciones, sus padres decidieron por Francia que en ese entonces desabitado por otros licántropo y posibles amenazas tanto sobrenaturales somos económicas. Sin embargo tardaron otros 8 en moverse en asentarse su padre y 3 hermanos como una movida provisoria para ver si realmente aquel país era lo que parecia. Aquel año ella cumplía 31 años de los cuales solo se podían apreciar 15 lo que significo que debia quedarse pues su humor no correspondía a su edad y en casa aún se necesitaba su mente estratégica para gobernar por sobre la fuerza de sus hermanos y claro, su madre necesitaría ayuda con estos últimos que solían olvidar la jerarquía del hogar.

Fueron 4 años los que ambas manadas estuvieron separadas y en los que la mujer sufrió en silencio terribles sueños. Hombres que la llamaban a despertar, espíritus a su alrededor que proclamaban sus deberes ¿Cuáles? Era todo una inmensa confusión que le decían debía ir a Francia ¿Qué eran sus deberes si no el casarse para enorgullecer a sus padres? Había observado las familias que entraban, habitaban y salían de Rumania. Se dedicó a analizar pretendientes como si fuera ganado y finalmente, cuando sus resoluciones habían llegado a un ser en particular decidido que era tiempo que los presentasen y empezar todo el cortejo y ceremonias pertinentes. Las salidas con las criadas, las charlas casuales. Toda la estúpida fiesta que Belial creía que haría terminar los sueños y que culminaría cuando su padre y hermanos mayores dieran el visto bueno a la pareja.

Por supuesto que esto nunca ocurrió, cuando atracaron a Francia solo encontraron una celebración en la cual el vino fue la propia sangre Marcovic  y los cuerpos danzantes, cadáveres que chocaban contra las paredes, colgados y destripados como en un acto morboso. No quedaba nada de ellos, solo la esencia de que lo fueron y carcasas comidas por los gusanos en una mansión quemada.

No hubo gritos de miedo ni de dolor. Las lágrimas fueron de sangre al desgarrar a su prometido al medio en un ataque de cólera en el que prometía vengar a su familia mientras regresaba a sus tierras frías ¿pero que eran en comparación con su corazón helado? Su madre no resistió la tempestad de la perdida y pronto falleció de tristeza como suele ocurrir con quienes aman demasiado. Belial no quería morir, no sin haberse vengado y mientras esto era un tema tratado por los 3 hermanos restantes que le quedaban (sin incluirla. Ella era mujer, después de todo)  decidió escapar. Mandarlos al infierno, ya no era una cria asustada y en el 1776 volvía a pisar las tierras francesas. Sola, como nunca había estado. Aprendió que era más fuerte de lo que creía y también, más débil pero eso no impidió que perseverase en su venganza y aunque le tomo 8 años, clamo a uno de los Temen (la familia vampírica encargada del asesinato de los suyos) como heredero a su licantropía. Lo mordió y lo abandono como hiso con otros cientos, queriendo comprobar si realmente era útil para sus planes los cuales requería que madurase, que se probase como lobo en las adversidades de la vida. Si sobrevivia, ella regresaría ¿y si no? Tendría que volver a probar una y otra vez hasta que el experimento diera frutos. Pero hasta entonces ella simplemente seguiría su vida, asentándose como una famosa peletera y abriéndose paso contra la competencia mientras las pesadillas volvían a tomar su mente, esta vez con mayor intensidad lo que la obligo a que, varios años mas tarde, decidiera ocuparse de uno de sus sobrinos, hijo de su hermano mayor, quien solo habría tenido a la madre de no haberse muerto esta en el parto.  Decidio adoptarlo bajo su cuidado como forma de ocupar su mente y alejar lo que ella creía que comenzaba a ser culpa y accesos de locura ¿Quién sabia? Cuando fue a buscar al niño a su tierra natal él apenas tenia meses de vida y ella no demasiado instinto maternal para cuidarlo pero con los años este florecio como segunda naturaleza ¿y las pesadillas? Empeoraron pero ya no la molestaban, el infierno es un buen lugar cuando te acostumbras a el.  Sin embargo, en el 1800 apareció el demonio, un hombre de espalda ancha y rizos dorados que le advertiría y explicaría el porque de sus calimtosos sueños donde perseguia a alguien y se encontraba a si misma ¿Era la presa o el depredador? Todas las preguntas se respondieron de la mano de este nuevo hombre de su misma condición; Cagnazzo quien le explico que se trataba de un "demonio" o así llamaban a los miembros de la organización, que la cicatriz en su hombro (esa que años antes había hecho su padre y que había sanado para dejar una fina y rustica serpiente que hasta entonces Belial solo veía como un circulo) era una muestra indudable de ello. No lo creyó por supuesto pero con la aparición del rubio llegaron recuerdos distantes que la hacían tambalear, confundir sus realidades. Y ella era sensata, no podía reunir enemigos en aquella condición y sobre todo, no podía negar aquella organización cuando las pruebas eran tan fehacientes ¿Quién era?¿Belial o Cinnato? Insegura siguió a aquel hombre y se reunió con aquella lojia, incluso si no creía en un dios o estaba totalmente segura de sus ideales. Ellos parecían saber quién era, más alla de este cuerpo terrenal y eso, eso era importante