Los efectos del alcohol y la comida gabacha [Libre]

por **Memnock Crowley** Miér Jul 11, 2012 5:52 am

Tambaleándome por las calles de parís, lo farolillos rimbombantes en mi cabeza, le daban a todo un aspecto de espejismo infernal, de pesadilla inhumana. Querida absentha, como cambia la realidad y la transforma en un sinfín de formas fantásticas y enrevesadas. Claro que siempre tenía ungüentos preparados para estas ocasiones, para romper el maleficio del alcohólico, la borrachera, la demencia, ¿Pero para qué? Demonios, esto era mejor que soñar. La insconsciencia y el estar despierto en una misma instancia son una gran ironía que me enamora.

Pero si quería seguir así, tendría que llenarme algo el buche, o acabaría tirado en un banco, intentando tomarme a duras penas uno de mis frasquitos transparentes para quitarme los efectos del alcohol.

Divisé un restaurante a lo lejos, y como pude, apoyándome en gran parte en mi bastón negro, empuñadura de cabeza de cuervo, las luces reflejaban sobre el cuero de mi ropa la última copa de absentha, que por desgracia me había echado encima. Me acerqué al camarero más cercano, le enseñé mi bolsa de monedas y le señalé con el dedo que quería una mesa para uno.

Me llevó, aguantándose la risa (y más le convenía que le aguantase, en parís no puedes reirte de alguien con dinero) hacia una mesa interior, junto a un ventanal, pedí una botella de vino afrutado y un buen faisán con gorgonzola, aunque por mucho que digan, los franceses no saben servir quesos italianos.

Me sentía observado, la gente me miraba con curiosidad, seguramente pensarían que era un hombre de negocios que lo había perdido todo y estaba en las ultimas. Ilusos. Me quité el sombrero de copa, me solté el pelo con un sutil y elegante ademán, este cayéndome sobre los hombros, y con mis propiedades semi naturales/semi mágicas miré a la persona más cercana con un gesto algo provocativo, arqueando la comisura del labio derecha y arqueando levemente mi ceja izquierda.

por **Jacqueline S. Ritchway** Miér Jul 11, 2012 1:49 pm

No habia demasiado por hacer, esa era toda la verdad.

Siempre que venian a mi, si valia la pena, se llevaba lo que deseaban pero sinceramente no entendia muy bien a los humanos. Un hombre joven de apellido Liberty vino a mi gracias a algunos contactos para que viniese a su restaurante y lo abale para hacerme invertir en él. Debia admitirlo, me llamo la atencion: en el interior, la decoracion era algo rustica pero era muy acojedor y los clientes no paraban de llegar. Los cocineros trabajaban de forma ardua pero a cada instante debia limpiar sus utencilios para cocinar otro platillo. Admirable.

Me sente en una de las mesas con el dueño y luego de exponer mis terminos, que debia redecorar un poco, aumentar el sueldo a los empleados y conseguir más utileria, él hombre y yo nos tomamos de las manos cerrando el negocio. Otro lugar en el que invertir...y más ganancias vacias para mi.

El dueño era un hombre de familia y ya debia irse pero antes, me sirvio una botella de su mejor vino por cuenta de la casa. Soy una mujer de principios y uno de ellos era nunca decirle que no a una copa de vino.
Un caballero me observo unos segundos con una mirada algo picara, le correspondi sonriendole y luego voltee mi rostro para tomar y beber de la copa. Era un vino excelente y de buen cuerpo. Habia hecho bien al no rechazarlo.

por **Memnock Crowley** Miér Jul 11, 2012 2:54 pm

Aquella chica tenía algo que se escapaba a lo humano, sí, no debía serlo, o al menos, no uno corriente, me devolvió el gesto. -Je, esto puede ser divertido- Pensé, aun algo tocado.

No tardaron mucho en servirme la comida y el vino, los devoré con gran ahínco y le pagué una cuantiosa suma al camarero por sus servicios, practicamente, por no atraverse a reir y tener la cautela de ello. Esa chica estaba acabando su copa de vino y parecía dispuesta a irse, su mesa estaba vacía y su acompañante parecía de hecho, lleno.

No podían ser pareja, las arrugas y canas casuales del varón lo delataban. Un hombre así no aspira a tal belleza física, no al menos en París. En Italia somos unos románticos de verdad, o al menos eso dicen las historias.

Le pagué un tanto más al camarero y le susurré algo al oído... justo antes de que la chica se levantase, el camarero le rellenó la copa del mismo vino que hace un momento yo estaba bebiendo.

Debajo de la copa había una nota, en letras brillantes que decía:

"Dentro de media hora, en una mesa más grande" Att: Memnock Crowley

Y al leerlo, por no ofender a su acompañante, las letras se desvanecerían y parecería una mera mancha de limón, una servilleta descarriada en manos del camarero. Le había pagado lo suficiente para que la pulla no fuera demasiado dolorosa. Esperé su reacción.

por **Jacqueline S. Ritchway** Miér Jul 11, 2012 6:10 pm

Habia disfrutado de una buena copa de ese vino, el dueño del restaurante se despidio de mi, deseandome una buena noche. Eleve mi copa en son de gracias, el que debia estar agradecido era él pues, despues de haber aceptado mi oferta y que luego seria yo quien pagase por su lugar, se iria a casa "danzando en un pie".

Me hundi un poco en mis pensamientos, sucedia casi siempre que bebia algo. Suspire. Pensamientos viejos rondaban mi cabeza...Historias de muertes, de tristeza, de perdidas...de dolor...De mi familia, de mi esposo, de mi novia, cuya muerte me es dudosa en varios sentidos...Que paso con ella en realidad? Ese ataque fue un accidente o un plan...? Y de ser asi, porque lo haria? A mi lado tenia todo lo que pudiera pedir: dinero, amor, comprension, compañia... No lo entiendo...y mi esposo, aquel joven español que murio en mis manos de influenza...cumpli con mi palabra de dejarle ir al cielo a ver a su madre?

Aprete mis ojos, ya estaba demasiado melacólica.
Acabe mi copa y llamé a un camarero para pagar dejarle algo por la botella, en lugar de ello, me trajo otra botella y pidio que la probara por cortesia de la casa. Lleno mi copa hasta la mitad y se alejo. Me encogi de hombros y bebi un poco de ella...notando algo extraño.
Bajo la servilleta lei un mensaje que luego, parpadeando de nuevo, se habian borrado. Deje la copa a un lado, con el pensamiento de que quizas fue mucho para esta noche...cosa que era imposible porque alguien como yo no podia embriagarse con facilidad.

Memnock Crowley. Ese nombre quedo en mi cabeza. Supuse que quiza era una tonteria pero acepte para mis adentros aquel extraño mensaje. Cuando el mesero se acerco, le pregunte si habia alguna mesa grande y mas apartada disponible. Me señalo con la mirada una a varios pasos de mi. Los comensales estaban acabando su postre, por lo que aguardaria por aquella mesa. Mire por el rabillo del ojo al hombre que me habia saludado de aquella forma, él será Memnock Crowley?

por **Memnock Crowley** Jue Jul 12, 2012 5:33 am

Con los efectos del alcohol aminorando a lo largo y ancho de mi anatomía, me levanté, recibiendo mi sombrero de copa, mi bastón, y mi capa, como si de marcharme se tratara, y así, a la chica, que ya la veía sola, en una mesa casi para 4, sin nadie cercano con ganas de destruir veladas que pueden acabar con las velas rotas y gemidos en el aire, ya sentada allí, tal vez preguntándose, sopesando quién sería realmente el tal Memnock.

Y me moví hasta allí, haciendo resonar mis botas de tacón a mi paso, sin ninguna prisa, haciendo ondear levemente mi capa, y mi pelo tenía un pelo de efecto viento, bajo la influencia de mi bastón.
Me estaba mirando casi todo el restaurante, pero lo importante, es que ella también.

Estaba observando como mi tez dura se acercaba hasta ella, con una mirada tan directa y sin miedo alguno, como las milésimas de segundo antes de un tajo en garganta. Me senté, otrora engalanado,a su izquierda, y con un levísimo ademán, le tomé la mano izquierda - ¿Más vino, madame? -

por **Jacqueline S. Ritchway** Jue Jul 12, 2012 12:12 pm

Cuando la mesa por fin se despejó, tome mi bolso y me puse de pie, dirigiendome alli y sentandome. Alli sin más, esperé. No sé cuanto paso, quizas segundos o minutos, pero realmente, observando mi copa vacia, me quede pensando en aquella nota y aquel nombre.
-Oh, qué estas haciendo, Jackie...?-me dije a mi misma en voz baja. Me sentia algo tonta esperando en una mesa grande a alguien que de seguro no existia...

Pronto las cosas cambiaron, oi pasos acercarse a la mesa y al elevar mis ojos verde agua, me tope con aquel caballero de una mesa distante a la mia, sentandose a mi lado. Camino tranquilo y decidido, todo el restaurante habia observado a este personaje acercarse. Chismosos. No me habia equivocado, él podria ser Memnock Crowley. Su efluvvio no me denotaba nada, salvo que habia cenado bien y que habia bebido un poco de alcohol, pero no parecia ser alguien más que un humano. No era vampiro, no tenia efluvio lycan, ni siquiera ese aroma extraño de un cambiaformas. Esta noche sería algo interesante.

Ante su pregunta, le sonrei un poco y le dije:
-Solo si accede a beber conmigo, señor Crowley.-me adelante, sabiendo de antemano que estaba en lo correcto. Su mano tomando la mia era muy tibia y su calor llego hasta mis medulas. Ojala no le incomodase la fria piel de una muerta...

por **Memnock Crowley** Jue Jul 12, 2012 12:26 pm

Su piel era tan pálida como la nieve en pleno cenit, bañada por una luna destelleante, plateada y regia. Estaba fría, tanto que hasta me daba pena. Era así como... si le faltase una chispa gloriosa de vida y color en su interior.

Estaba claro lo que era, sonreí -Está claro que beberé a la par que usted, o parecería que tengo serias y malas intenciones, o al menos, que no se ocultarlas- Reí - Además la señorita tiene las manos frías en demasía, algo de calor procedente de uvas fermentadas le vendrá de lujo - Dije, arqueando una ceja, insinuando que sabía, que no estaba precisamente fría por la temperatura ambiental ni mucho menos.

- Y no debes de tener miedo, por sí acaso. No soy un cazador - Llamé al barman - Otra botella de vino afrutado, por favor - Dije, sin apartar mi mirada de sus ojos en ningún instante. - Solo soy un humilde hechicero con ganas de hablar con una chica que parece tener tanta conversación de primeras como radiantes son sus ojos - Reí, mientras apartaba mi mano de la suya, y la apoyaba con un ademán muy cálido en su espalda, bajo el omóplato, en gesto de caricia - Memnock, Memnock Crowley, Italiano, llegué hace un mes a la ciudad -

por **Jacqueline S. Ritchway** Jue Jul 12, 2012 1:14 pm

Vaya, que caballero he tenido el honor de cruzarme...Me senti muy aliviada por dentro cuando me dijo que era un hechicero, me habia quedado algo confundida acerca de aquel mensaje en la tela servilleta. Me hubiera gustado decirle que el vino no ayudaria en nada pero luego dijo algo y por eso di por sentado que ya habia descubierto quien era yo. Suspire.
-Aparentemente ante ciertos ojos soy facil de descubrir...-no le tuve miedo en ningun momento y ya de por si habia descartado la idea de que el fuera un cazador, sabia perfectamente cómo olian y ya ningun cazador se acercaba a mi, sabian que hacia obras de bien para los humanos.

Confirmados mis pensamientos sobre su identidad, con una ligera inclinacion de cabeza le rebele la mia.
-Jacqueline Samantha, es un placer, señor Memnock.-le dije amablemente. Sonrei de buen agrado al enterarme su procedencia.-Increible, hacia mucho tiempo que no hablaba con alguien de alla.-y sin más, probe que tan oxidado estaria mi italiano.-Mio caro signore, sono molto curioso di sapere ... Che cosa fa un uomo come te in un paese grande e contorto come Parigi?-el tacto y calor de su mano era, lejos de ser incomodo, agradable, como estar en casa...si es que realmente ese lugar existe...

por **Memnock Crowley** Jue Jul 12, 2012 2:38 pm

Una señorita con clase, de las que se dice de buena clase, y no de esa clase que te incita a escupirles a la cara. De esas que por mucho morbo que les pudieras dar, te iban a mirar a la cara, y no al paquete, y no por cuestión de modales.

-Godere dei piaceri come edifici, balli, e le ragazze che non sono come il resto di Parigi, Chicas como tú, madame. Chicas diferentes que encuentras en grandes ciudades. Pero por favor, a parte el italiano, no me trae buenos recuerdos- Le sonreí y le di otro sorbo a la copa. Qué placer de vino. El aroma a naranja y limón me llevaba a parajes coloridos de mi antaño isla en la que residía, Ah, Sicilia, se echaba de menos.

Y por lo visto, en cierto, esta mujer, criatura de la noche no tenía malicia en sí, ni mucho menos. De hecho, era, a diferencia de la mayoría de las vampiros femeninos, bella, y no por lo sobrenatural, ni por esa sensualidad natural que despiden las criaturas, si no bella, en sí, del criterio original de la palabra. La belleza intrínsica de las cosas.

-El Placer es mío, Jacqueline- Le volví a sonreir, todo lo sinceramente que pude. Y querida, no eres fácil de descubrir, simplemente, no te he dado razón alguna para que te escondas, cielo- Le di otro sorbo a la copa.

por **Jacqueline S. Ritchway** Jue Jul 12, 2012 2:53 pm

Me senti muy bien, el hombre dominaba su idioma con una fluidez y naturalidad innatas. Asenti cuando pidio no hablase más asi.
-Lo lamento, no lo sabia.-tome la copa, mesiendola un poco y luego tomando de ella un sorbo. Sus ojos, no por ser de quien hacia hechizos, llevaba un velo oculto, como si este hombre fuera una caja de sorpresas en espera a ser abierta. Era atractivo y agradable en palabras...qué mejor compañia podria pedir esta noche...?

De tener un corazon que lata, probablemente mis mejillas se hubieran ruborizado por su comentario. Me senti algo apenada.
-Supongo que es la costumbre...Los cazadores se han rendido conmigo pero aun mi cabeza tiene precio, no se rinden aunque descansan...-me referia a que los cazadores jamas dejaban de buscar sus proximas victimas. Asesino eres, como asesino moriras...

Ya que me habia dicho su lugar, yo le dije del mio.
-Yo vengo de Inglaterra, East Sommerset para ser precisa. Alguna vez ha estado alli?-dije mirandolo bajando mi copa.

por **Memnock Crowley** Jue Jul 12, 2012 7:50 pm

Mi mano volvió a acariciar la suya, como si intentara darle algo de color, aunque bien sabíamos que era un algo imposible, el ademán era casi automático -No, lo cierto es que nunca he estado en Inglaterra, cielo. Pero me hablan bien de Inglaterra, aunque ni ella, ni esta Francia podrán nunca superar la poco refinada y regiamente sabrosa comida italiana- Solté una sonora carcajada casi de opera, lo cierto es que tenía una buena voz muy mal aprovechada.

-Tú me recuerdas a algo, preciosa criatura nocturna. Me recuerdas a una rosa negra, al símbolo de lo vivo de nuevo, tan bello, y tan lúgubre, como una venus macabra- Y casi con ojos en la nuca, fijándome en que nadie miraba di un toque con el bastón al suelo. De cada sombra habida y por haber cerca de Jacquelin, desde la que proyectaba el tronco de su copa hasta el recoveco entre su brazo y sus costillas, aparecían, poco a poco unos lazos negros, moviéndose con elegancia hasta la mano izquierda de Jaquelin, aun protegida por la mía, cálida y llena de vida. Y los lazos se hundieron por entre sus dedos, abrazándolos, y poco a poco, como una telaraña en construcción los lazos de pura oscuridad cogían forma bajo su mano, y se transformaron en una radiante rosa negra. Negra, Muerta, y llena de vida a la vez.

-Cortesía de la casa- Sonreí.

por **Jacqueline S. Ritchway** Jue Jul 12, 2012 10:23 pm

No sabia como debi tomarme ese comentario. Deberia darle las gracias o sentirme ofendida?
-Y yo hace ya mucho tiempo que no visito Italia, supongo que unos 10 años...El ultimo lugar que recorri fue Napoli, alli vivia un colega mio y en mi estancia, aprendi a hablar italiano.-que lecciones tan duras...mi español de por si era malo y aprender luego italiano era mas complejo.

Una flor negra...que hermoso cumplido. Ladee un poco mi rostro con algo de pena, jamas me habian dicho algo tan hermoso... Lo mejor fue ver que algo parecía formarse bajo mi mano con extrañas sombras y, luego de unos segundos, bajo mi mano estaba alli una flor negra. La tome entre mis manos, parecia tan viva como una rosa normal pero su color detallaba algo mistico y bello, como lo era la muerte en si. Lo mire atonita.
-Es preciosa, señor Memnock...su poder es admirable...-la deje junto a mi y le sonrei muy agradecida.-Temo decepcionarle...no sé muy bien como hacer magia. Siquiera sacar un conejo de un sombrero me saldria mal...-hable sincera pero recorde un truquito que me enseñó un camarada del teatro.-Hay uno que sí se hacer.

Tome de mi copa hasta vaciar lo que quedo. Tome uno de mis anillos y se lo enseñé.
-Mi alianza de viuda.-luego la meti en la copa y la llené de nuevo de vino. Tome la cuchara y revolvi el contenido, para luego sacarla y sacar de alli un doblon de oro irlandes. Cual era mi secreto? Era una vampira. Eso era todo lo que debia saber...Meti el doblon en la copa y sin mas, volvi a sacar mi antigua alianza para limpiarla y ponerla de nuevo en mi mano derecha.

por **Memnock Crowley** Vie Jul 13, 2012 6:38 am

Wow, aprender italiano en una escapadita espontánea tenía mérito. Y más viniendo de una inglesa. Reí para mis adentros -Me impresionas, señorita, ¿En cuanto tiempo pudiste empezar a articular buenas frases con sentido?- La miré, curioso.

Sonreí ante su comentario. Los lazos que habían formado la rosa con tanta dulzura, no eran si no partes de almas en pena, fragmentos de dolor que habitan en cualquier recoveco oscuro. Y estos formaron un pequeñísimo ser inmortal. Una rosa inmortal para otra rosa inmortal. De hecho... si pinchabas la rosa, saldría sangre. -Lo de la flor, madame... Solo es un pequeñísimo truco de nigromancia básica. No tiene mérito. Aunque veo que usted está hecha toda una ilusionista-

Era hora de empezar a vacilar de poderes de ilusión. Empecé a mover mi mano derecha, desnuda, delante de su rostro, dedos bailoteando. Cerré el puño, y cuando lo abrí, apareció la alianza de Jacqueline (Ella no estaba lo suficientemente atenta como para darse cuenta de que no era la suya, no estaba mirando su mano, miraba la mía) La lancé hacia arriba, y cuando cayó en mi mano la cerré. La volví a abrir y apareció un pétalo negro, la volví a cerrar, y con los dedos índice y pulgar saqué de dentro de mi puño, una servilleta negra, me limpié la boca con ella y, voilà, la servilleta, sin más desapareció. Aunque obviamente, todo, eran espejismos, el macabro baile de mi mente que lo proyectaba.

-¿Y dime, criatura de la noche y las sombras, Venus macabra, que haremos cuando se acabe el vino?- Sonreí

por **Jacqueline S. Ritchway** Vie Jul 13, 2012 11:28 am

Al mencionar aquella pregunta,tuve que serle sincera.
-Fue muy dificil aprenderlo; mi camarada hablaba algo de ingles pero tampoco podia comunicarse todo el tiempo asi conmigo. Para poder recorrer el pais de cabo a rabo lo hice en un mes pero antes de hacerlo, dedique una semana a leer y practicar frases. Arturo, asi se llamaba él, siempre estaba corrigiendo mi acento y no podia articular bien esas palabras.-tome un poco más de vino.-Asi que anote las palabras más básicas en una hoja de papel y, al empezar a recorrer el pais, aprendi italiano sola. La música, las conversaciones que uno oye, el pedir direcciones y practicar las palabras que escribi...todo eso aporto a que conociera aquel bello pais.-pues eso es lo que era.

No pude articular palabra luego de saber que era nigromancia. Mire la rosa de nuevo y...ahora que lo notaba, si fuera solo un truco cualquiera no se sentiria viva...No dije nada, asuntos asi eran un poco incomodos para mi.
Su truco con el realmente me impresiono, por un momento crei que era mi alianza pero aun seguia en mi dedo por lo que quizas era la suya. Realmente era increible.
-Me siento una simple novata a su lado. Sus habilidades son sensacionales.-aplaudiendole un poco en sielncio.

Qué haríamos despues?
-Bueno, dado que la comida humana es cenizas es mi boca y ya que usted ha llenado su estomago con licor y cena, podria acompañar a una señorita por una caminata por el parque esta noche? Quizas a mis dominios para dejarle probar el mejor vino de Francia?

por **Memnock Crowley** Dom Jul 15, 2012 12:16 pm

No pude sentirme más que, con mucho, halagado por sus palabras. Parecía una mujer de mundo y con valor, como las que hacen garbeos en los libros y novelas de situaciones oscuras y bellas. Me encantaba que supiera italiano, y de seguro estaba siendo modesta, y que digo, modestísima. El italiano era para una persona de cabeza fulgurante lo que es a un soñador una buena poesía. -Eso es clase, y osadía a la vida. Así si que merece la pena compartir tiempo de vida con una persona como tú. El italiano, en verdad, es precioso- Le sonreí -¿Una novata? Seguro que tu apariencia no es ni una décima parte lo que tú querida. Además... tu eres un ser bello. Predestinado a exprimir la mayor cultura posible, a probar el fruto de la vida, la sangre, y embellecerte para el resto de la eternidad. Querida, tú eres un ángel atrapado entre mortales. Lo cual aun así, no dicta que seas de buena calaña- Le guiñé un ojo.

Delicioso, me había invitado a salir de aquí, y no había interpuesto ningún tipo de excusa maltrecha y aburrida para hacerme huir a paso lento, cual torpe pretendiente. -Lo del mejor vino de Francia, suena sabrosísimo, y lo de tus aposentos, delicioso- Reí, ergo le tendí una mano -Andiamo, querida- Dije, tendiéndole una mano.

por **Jacqueline S. Ritchway** Dom Jul 15, 2012 3:13 pm

Por dios, era tan agradable y muy alagador.
-En mis primeros años de neófita, recorrí toda Europa, África y gran parte de Asia. De haber podido dominar el español, habria viajado a las Américas.-dije un tanto resignada.-Italia es uno de los paises que ha llamado más mi atención: las comidas, los bailes, los paisajes que tienen me han dejado sin aliento...bueno, usted entiende...-no se podia dejar sin aliento a un muerto. En realidad si, pero era mucho mas dificil que algo simple como un beso o un mural.

Era muy seductor, logró hacerme voltear el rostro con algo de pena en mi. Nadie me habia tratado asi antes...quizas una o dos personas y paremos de contar.
-Es demasiado alagador, señor Memnock...-dije mirandolo un poco.-Disfruta de hacer sonrojar simbolicamente a una dama como yo?-obvia pregunta con obvia respuesta. Me puse de pie, dejando una bolsa de francos sobre la mesa y tome la mano de mi acompañante.-Let me show you the beauty of the night...-y con una sonrisa, nos retiramos de alli.

por **Memnock Crowley** Dom Jul 15, 2012 3:40 pm

Esta mujer... la rosa negra que le había regalado, tan bella, merecía haber sido comparada con ella.

-Eso es impresionante, querida. Considero que eres de lo más interesante posiblemente que he conocido desde que estoy instalado en París. Con total sinceridad. Yo domino bastante el español, es muy parecido a mi idioma, y me resultó demasiado sencillo, pero es muy comprensible que te fuera costoso, su gramática es tamañísima- Le sonreí y reí ante el comentario del aliento.

-No se halaga demasiado si el objeto a recibir el halago es demasiado en sí. Se convierte de un simple halago, a una verdad cual templo- Le dije, sonriendo, con sinceridad. -Y sí, disfruto muchísimo- Reí sonoramente.

Sonreí al oír esas palabras, sin decir nada, haciéndome el sueco. Recibí su mano con gusto, y me fui con ella, tomada de la mano, de forma elegante, pero cariñosa

Offrol//:Abre post y envíamelo por privado ^^

por **Jacqueline S. Ritchway** Dom Jul 15, 2012 5:19 pm

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