Los humanos son como ratones [libre]

por **Darwyn Moriarty** Mar Ago 14, 2012 8:47 pm

-Deja a ese ratón Darwyn- frunció el ceño al escuchar aquella reprimenda venida por alguien de su familia. Aquel pequeño animal tenía el corazón a millón mientras estaba en las manos de aquel pequeño niño de ropas elegantes y con lentes que eran ajustados a su cabecita con una cinta para que no se le cayeran. Estaban sus hermanos cerca, aquellos gemelos que parecían nunca cansarse de molestarle. Recordaba de Berenice le había quitado el ratón a la fuerza mientras le daba una patada para que cayera de bruces a la tierra. Las lagrimas se asomaron a sus ojitos, poco a poco comenzaban a salir. Alexandice miraba el ratón con terror mientras salía a protegerse detrás de algún muro, mientras Berenice lo tiraba lejos para que no asustara al cisne… o mejor dicho al pato de su hermana.

-No llores Darwyn…- alguien le comenzaba a consolar, tal vez era una de sus niñeras… no su voz no era de mujer, era de su misma edad. Giro su rostro encontrándose con su hermano mayor que lo ayudo a levantarse… Darwyn lo sujeto abrazándolo fuertemente, aquel chico siempre le ayudaba a sentirse mejor, lo quería tanto, no sabía que sucedería si en algún momento de la vida se tuvieran que separar. Vio como regaño a Berenice, una sonrisa malévola y traviesa se vio en sus labios mientras escondía su rostro en el pecho de su hermano, quien lo abrazaba de forma protectora…

****

Había abierto los ojos hace como media hora, pero aun se mantenía en sus aposentos, luego se aburrió de estar recordando aquel sueño que le había sacado una sonrisa y decidió salir a pasear un rato, por las calles de parís. En estas ocasiones se había puesto un pantalón de cuero ajustado, unas botas resistentes que hacían juego con su camisa gris que tenia debajo de aquel sobretodo que tenía dos bolsillos en donde ocultar sus manos pálidas y sus uñas traslucidas. Las luces de la ciudad eran hermosas, le gustaba subir hasta lo más alto y saltar hasta donde sus piernas le daban para tener una vista de la ciudad de noche. A lo lejos se podía ver la catedral, era grande, alta y majestuosa, le gustaba la estructura, aunque muy pocas veces la visitaba y parecía que esta tampoco sería la ocasión. Su presa; elegida apenas hace minutos. Se movía hacia la dirección contraria, planeo para quedarse en uno de los techos cerca de ella. Era un hombre de unos cincuenta años, banquero, que se dirigía a casa, lástima que nunca llegaría.

¿Qué estaba esperando? En realidad nada, solo disfrutaba como su presa se movía entre la oscuridad, buscando la muerte, era como aquel ratón que se movía mientras él buscaba atraparlo y cuando lo hizo la satisfacción fue tan grande que quiso compartirla con todos, pero, nadie era tan inteligente como para apreciar el dolor ajeno como una forma de diversión y placer, si no entendían eso… no entenderían nunca el placer del dolor físico que el mismo se implantaba para poder sentir un placer mas allá de la sexualidad grabada en su mente…

¿Atraparía fácilmente a su presa…? Parecía que no habría ningún inconveniente, pero lo dejaría disfrutar un poco más de su vida…

por **Soren Kaarkarogf** Miér Ago 15, 2012 4:52 pm

No podía postergarlo más, la sed iba a terminar por volverlo loco. Soren lo sabía, había padecido esa sed tan espantosa durante el tiempo en que estuvo secuestrado en Rumania, habían sido meses enteros sin poder alimentarse y había sufrido en carne propia lo que pasaba cuando un vampiro se llevaba al límite, como se pegaba a carne a los huesos como si se estuviera consumiendo así mismo y como la piel se volvía casi traslucida y desagradable, dejando entrever las débiles venas. Ahora no tenía ni en que caerse muerto, la casa que le había servido como refugio había sido ocupada por una familia de inquilinos invasores y habían saqueado algunas de sus pertenencias, esa noche pensaba volver a la casa y sacarlos a patadas, pero no quería arriesgarse a no estar lo suficientemente fuerte para afrontar alguna eventualidad con el desalojo, por lo que había decidido alimentarse primero.

Corrió por los techos de la ciudad, saltando ágilmente entre ellos, haciendo leves sonidos en las tejas, cuando se trataba de cazar, podría ser silencioso y eficiente, la torpeza que normalmente le acompañaba parecía desaparecer, pues sólo el instinto dominaba aquellos movimientos. El instinto y el surgimiento de un Soren más agresivo y porque no, desesperado.

Divisó a su victima luego de un buen trasegar, era un hombre de unos cincuenta años, generalmente bebía de abuelos y viejas, pero el deseo de sangre era tan urgente que no le importaba tomar a una víctima más joven que su propio estándar. El hombre caminaba por las calles algo apresurado, quizás volvía a su casa para reunirse con los suyos, esta noche el hombre tardaría en llegar, si, porque Soren no estaba pensando precisamente en matarle, tomaría lo que le correspondía y manipularía la mente del hombre para que no se enterara de nada.

Se asomó en uno de los techos con la mirada fija en el hombre que pasaba justo debajo de él y entonces sintió la presencia. Levantó el rostro con los ojos abiertos de par en par y las pupilas dilatadas como las de un felino al acecho y divisó a otro hombre, que como él también estaba en el tejado. Frunció el entrecejo y la nariz ¿Se trataría de otro vampiro? Se concentró y rebuscó un poco de su poder a pesar del hambre, para poder usar la visión de auras. Parpadeó y de repente todo a su alrededor se puso en escala de grises y bajo él el hombre brilló con un color azuloso como brillaban los mortales cuando iban intranquilos. Observó al tipo del tejado y lo que vio, no le sorprendió, de alguna forma lo esperaba (el que estuviera trepado en un techo ya era de por si sospechoso), su aura era grisasea y nauseabunda, la inconfundible aura de un no-muerto.

Lo que me faltaba... pelear por alimento.

Desafió al otro mostrándole los colmillos cual animal, sin emitir ningún sonido pues alarmar a la presa era lo último que deseaba.

por **Darwyn Moriarty** Miér Sep 12, 2012 11:39 pm

Las cosas no podían ser fáciles ¿verdad? Siempre debía hacer difíciles, pero bueno si no fuera así las cosas no fueran divertidas, pensó Darwyn al notar que un esqueleto parecía retarle, bajo la cabeza para dejar salir un bufido, bueno, no importaba, alzo la mirada para luego sacarle la lengua. Sin pensarlo salto del tejado para encontrarse con el hombre que prácticamente emitió un chillido apenas noto que alguien se había interpuesto en su camino tan de repente. Darwyn no había dicho ninguna palabra simplemente realizo una reverencia mientras de reojo miraba hacia arriba para ver si se encontraba aquella bestia, de seguro que odiaba tomar sangre y sufría de esa manera tan patética…

-Buenas noches… espero que tu sangre me alivie la sed- le dijo al hombre que no entendió hasta que por el cuello fue sujetado y con una simple mano alzado para que sus pies dejaran de tocar el suelo. El hombre (como normalmente lo hacían) comenzó a patalear. Miro hacia arriba notando que el vampiro contrario le quedo mirando fijamente como un cuervo que esperaba las migajas. Odiaba aquella mirada huesuda encima de el, estaba a punto de gritarle que se largara, pero en vez de hacer eso con ayuda de sus fuerzas aumentadas sujeto al hombre para saltar y llegar al tejado en donde estaba aquel vampiro.

Le tiro a sus pies el pobre hombre que se moría de miedo, tanto que no podría decir algo decente para salvar su vida, aquellos juegos sin sabor no le gustaban, eran victorias vacías sin importancia-Ya no me interesa… bebe su sangre- le dijo mientras se rascaba su cabeza… sonrió ampliamente –además nunca he visto a alguien en tu estado, será divertido ver el cambio en tu cuerpo- confeso más divertido por el estado de el que por el hombre que estaba a sus pies.

Los humanos se reproducían como ratones, no se iban a pelear por uno, a la vuelta de la esquina podría estar otra presa y mas para Darwyn que no distinguía sexo ni edad, para el ya todos eran comida, una cortesana o una virgen le daba igual… aunque debía admitir que a veces la sangre sabia diferente, pero tampoco era muy exigente…

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