Truchas matutinas [Xaziel]

por **Belzet L. Muller** Jue Ago 16, 2012 11:38 am

Truchas, si, truchas, y las mejores y mas frescas llegaban en dos barcos a las tres y media de la mañana. De por si mi vida de cocinero me había acostumbrado a dormir poco los días que debía trabajar, que eran casi todos los días de la semana, además de las horas de estar parado moviéndose de un lado para el otro, pero en verdad me gustaba la vida así, ya que desde pequeño entendí que la vida era dura si solo se tenía poco dinero como teníamos en casa, aunque eramos libres, en contrario como otras personas que debían servir a otros solo por que ese era su destino.
Suspiré y se veía como el vapor salía de mi boca, a estas horas hacia bastante frió y estaba cubierto por un chal de lana que había comprado en una de los días que pasaba los vendedores por fuera del restaurant, y era de buena calidad, tejida en casa por una abuelita que de alguna forma debía ganarse el dinero para vivir, lo bueno es que mi jefe tiene una personalidad agradable y le decía los días que debía ir al restaurant para que pudiera vender mas chales a las personas que allí comían.
Suspiré de nuevo, no habia nadie mas que yo que un cuidador que por ahi pasaba, y olía muy poco a pescado ya que en el dia hay una mezcla de olores, aunque ahora solo olía a mar, un olor bastante exquisito para mi, aunque para otros insoportable

por **Xaziel Morel** Mar Sep 25, 2012 6:16 pm

Con el amanecer en alza los hermanos deben descansar pero el trabajo de la loba no termina en la noche al contrario…antes de poder centrarse en su descanso debía atender asuntos de su familia (clan), trabajo de su hermano que por motivos de condición no podía el salir con el sol. Una carta le habían entragado a esperar en el mercado ambulante, no podía ir como una mujer pues sería notorio y habría algún lío del cual los que se atrevan a toparse con ella saldrían muertos y más muertos en la familia…nop gracias.

Quitándose el vestido azul oscuro, cambiando todo su ser de mujer por unos pantalones más cómodos de tirantes, una camisa blanca…y unos zapatos más bajos, salió de su hogar con una boina donde sus cabellos se ocultaron y le hicieron parecer más a muchacho, una chaqueta holgada le hizo perder sus atributos pronunciados naturalmente y por la ayuda de su ropa intima.

Las calles traían el aroma del despertar de parís, el olor a pescados se hacía más nauseabundo…algo que una señorita no toleraba pero…aun en aquel mal olor el viento le trajo el recuerdo de los días en Italia, cuando paseaba por el mercado tranquilamente…más cuando los pensamientos están inmersos en el pasado, el viento te juega una grande al llevarse la carta con la que se pedía la presencia de la joven...la brisa parisina le jugó en contra al arrancarle de las manos la misiva y llevándosela hasta casi la parte alejada del mercado…jugándole más trucos que de costumbre…París estaba llena de sorpresas que mantenían a la loba maravillada…

-Estupido papel si pudieras quedarte quieto – se desespera –oh per le grazie de Dios Resta ancora perfavore…-

El viento la lleva hasta casi caer al suelo…y arruinar su encuentro que por ahora ya estaba tarde el otro individuo…

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