......Busca Entre Los Arboles.... { LIBRE }

Ciertamente el echo de toparse con un licantropo fuera de control, y sin alimentarse no era un muy buen escenario para ninguno de su especie, Ayline sentía como le punzaban las heridas provocadas por la criatura, la sanación iba demasiado lenta, necesitaba del vital liquido, pero no tenia la fuerza para levantarse, su pierna izquierda era la mas lastimada, sus ropas estaban totalmente destrozadas, su capa de terciopelo, para suerte de ella se había salvado, y ahora le estaba sirviendo para cubrirse de la fría noche que se presentaba...

Se levanto apenas, solo para avanzar menos de un metro hasta caer bajo un árbol, donde apoyo su espalda lentamente, miro su hombro el cual dejaba entrever tres enormes rasguños, se sentía increíblemente vulnerable, como nunca, en mucho tiempo, no sabia que iba hacer, intentar levantarse y buscar a alguien que pueda servirle para sanar, un indefenso humano tal vez?

El tiempo pasaba y aún no lograba sanar, algo no estaba bien, tampoco era capaz de sentir el aroma de la sangre de nadie, intento concentrarse y enfocarse en su cometido, lo mas fácil era atraer a quien fuera a su lado, y con este pensamiento en mente cerro sus ojos, y comenzó a cantar suavemente...

Abrió sus ojos de golpe al escuchar como se aproximaban unos pasos hacia ella, y el aire cambio dramáticamente... Un humano - pensó inmediatamente, continuo cantando hasta que sintió como aquellos pasos curiosos se sosegaron a una distancia prudente, solo ahí se callo, estaba lista para saltar sobre el o la desafortunada, pero todos sus planes se vinieron al suelo cuando una dulce he infantil voz resonó en el ambiente, maldijo por lo bajo al darse cuenta que era solo una niña, a pesar de ser un vampiro tenia principios acerca de lo podía comer y lo que no, y los niños jamas estuvieron dentro de su dieta...

Volvió su vista hacia la infante - Hola pequeña, ¿que estas haciendo sola por estos lugares?... es peligroso para una pequeña como tu - eso era muy cierto cualquiera podría tomarla para la cena o seria presa fácil para los bandidos - Tranquila yo no voy a lastimarte, acércate, ¿como te llamas? - le pregunto sintiendo como le quemaba la garganta a causa de la sed, pero no seria capaz de hacerle daño de ninguna manera - Me atacaron pequeña...necesito ayuda, pero de alguien mayor, entiendes?- quizás ella podría atraer a alguien del cual si pudiera beber, y ponerse bien mas rápido, era lógico que la niña se espantara en verla así, sus heridas eran profundas y estaba cubierta con apenas una capa, una vista no muy agradable para nadie.

Extrañamente Ayline podía sentir que la niña no estaba del todo sola, es mas, estaba segura que no se trataba de una pequeña común y corriente, escondía algo tras esa mirada inocente - ¿Donde están tus padres? es imposible que andes sola - comenzó a levantarse a duras penas afirmándose del árbol, ya estando a mayor altura logro ver bien a la criatura una pelirroja muy linda, se veía tan indefensa como frágil, hasta hambrienta quizas, Ayline miro por sobre su cabeza, de una de las ramas colgaba una manzana, estiro su brazo para alcanzarla, sintiendo como le tiraban sus heridas, hasta que finalmente la alcanzo y se la ofreció a la pequeña...

La mujer no tardó en responderle. Némesis la escuchó desde dónde estaba, alerta como un gatito a punto de saltar. Ladeó la cabeza de una forma casi graciosa cuando le preguntó el motivo por el cuál estaba sola por aquellos lugares. Quizás aquella mujer no fuera como aquella gente mala que siempre quería atraparla y hacerle daño, o como aquellos otros imbéciles. No entendía por qué sus instintos le impelían a huir o a salir corriendo. Al igual que la luz blanca que sólo ella veía, aquel fantasma que seguía a su lado y que no paraba de indicarle cosas.
-Todo es peligroso para una niña como yo. El mundo en general es peligroso para mí-canturreó la niña mientras se acercaba. No era algo muy sensato, le decía el fantasma y sus instintos. Pero Némesis, aunque no tenía ni un pelo de tonta, tampoco es que fuera muy sensata que digamos.
-Me llamo Némesis...¿y tú?-le preguntó la niña mientras se agachaba junto a ella. Era evidente que la mujer no se podía levantar de dónde estaba. Pobrecita.
Hizo un puchero cuando dijo que necesitaba la ayuda de alguien mayor. La gente siempre necesitaba ayuda de los mayores. Cuando los mayores no solían ayudarte.
Más bien al contrario.
-¿Quién te atacó?-se levantó y miró a su alrededor. No había por el bosque mucha gente...a excepción de un par de cazadores que había por ahí, los mismos que alguna vez le persiguieron porque le dio por coger una manzana del bosque. Si es que la gente era muy maniática con cosas que se suponía que eran de todos...
-Hay un par de cazadores por aquí. Si quieres les llamo...-la niña sonrió maliciosamente. Su modo de llamarlos consistía en darles un susto, lanzarles algo o hacerles algo malo con la ilusión. Eso podría atraerles hasta allí. Porque si aparecían Némesis se subiría a un árbol y observarían, porque no querían que los cazadores le vieran.
Luego se fue levantando y le ofreció algo que le ofrecía muchísima falta...una manzana. Némesis la cogió rápidamente y se la llevó a la boca. Miró a la mujer con algo más de confianza. No sería tan mala como los otros adultos desde luego.
-No tengo padres. Nunca los he tenido, no sé quiénes son, pero las monjas me decían que era la hija del demonio.-comentó mientras le daba otro mordisco a la manzana.

La pequeña no paraba de llamar su atención, le parecía tan pintoresca, su manera de expresarse era muy diferente a los demás niños que había conocido, ella sabia que podía ser peligroso el encontrarse en el bosque totalmente desprotegida, pero aún así, ahí estaba sola junto a una extraña que estuvo a punto de atacarla - Eres una niña extraña Némesis, aunque tienes un precioso nombre... Yo me llamo Ayline, y dime cuantos años tienes? - de pronto sintió que debía protegerla, al fin y al cabo ella era una pequeña que se encontraba sola...

La observo mientras aceptaba la manzana que le había ofrecido anteriormente - Quien me ataco... no solo hay cazadores por estos bosque pequeña, eso te lo puedo asegurar - le dijo mientras la observaba comer con muchas ganas, estaba en lo cierto al creer que estaba hambrienta, y parece que ella si podría ayudarla, y así estando completamente sanada podría conseguir mas comida para la niña.

Por lo visto ella ya había divisado a algunos cazadores, con dos de ellos estaría mas que satisfecha - ¿Crees que podrías atraerlos hasta aquí? - eso le vendría de maravilla, la cena camina sola hasta ella, sonrió al verlo de esa manera, pero temía que la niña saliera lastimada por ello - Hazlo, pero solo si es seguro para ti, y asegúrate que podrás encontrar un lugar para que no logren verte Némesis - no deseaba ponerla en peligro, o que se dañara por ayudarla, esa no era la idea...

Sintió algo de pesar por la repuesta de ella al decirle que no tenia padres, y de igual forma se sintió identificada, aunque Ayline había perdido a sus padres mucho antes, siendo solo una bebe... llevo sus ojos hacia el rostro de la niña, mirándola con dulzura mientras le acariciaba la mejilla, sabia que el frió de su tacto se le haría extraño, pero no pudo evitar mostrarle su comprensión - Y dime ¿porque las monjas te decían cosas tan horribles? - le pregunto con la curiosidad a flor de piel, esas palabras solo reafirmaban lo que ella había creído desde la primera vez que la vio aparecer entre los arbustos - ¿Que eres? - volvió a preguntar tomándola suavemente por los hombros, articulo las palabras de modo que sonaran dulces pero firmes, usando sus dones* para que la niña le dijera la verdad...

Spoiler:

La pequeña se mostraba dulce he inocente, y bueno para sus cortos 8 años, mostraba una madurez muy considerable, Ayline no podía evitar sentir un deseo de cuidarla, era inminente - Así que tienes 8, yo tengo... 21 años - le dedico una sonrisa al decirle esto, finalmente algo tenia de verdad, su vida quedo congelada a esa edad, y así lo sentía ella...

Némesis se veía empeñada en ayudarle, y parecía muy segura de que la travesía no seria un problema para ella, si era iba a dejarle hacerlo, ya que sus heridas aún se veían bastante mal, y su curación no iba a ser mas acelerada hasta que se alimentara, pero... ¿como haría para hacerlo sin espantar a la niña? eso sin dudad iba a convertirse en un problema, tendría que pensar como resolverlo - Hay cosas que quizás no creerías si te lo digo, tendrás que verlo por ti misma - esto era como una advertencia para lo que estaba próximo a contemplar...

Antes de que la niña echara a correr en busca de sus presas, sus dones surgieron efecto sobre ella, y bueno eso era de esperarse su mente aún estaba en desarrollo, la respuesta que le entrego la sorprendió de cierta forma, por que claro, estaba segura de que no era una pequeña común y corriente, pero un bruja... que maravilloso encuentro, encima poseía grandes habilidades, solo debía perfeccionarlas, y como si eso no fuera poco, también veía almas, toda una rareza...
Terminada su confesión Nemesis corrió en busca de los cazadores, no le fue muy difícil captar su atención, arrojandoles frutas, aquello le pareció muy cómico, por suerte la niña no se alejo tanto y Ayline pudo divisar tofo claramente, luego vio como la silueta de la pequeña regresaba a su lado a gran velocidad, para trepar el árbol donde ella se encontraba, mientras trepaba le mostró su agradecimiento - Lo hiciste muy bien mi pequeña - de pronto aparecieron de entre los arbusto dos hombres, se les veía bastante robustos, y bien alimentados, todo un festín.
La vampiresa miro en dirección a la niña, la cual la miraba con la curiosidad a flor de piel, luego lentamente le hizo un gesto para que se cubriera los ojos y se volteo sin estar segura si le había obedecido...

Todo paso en menos de 5 segundos, ultrajo velozmente a uno de los hombres bebiendo hasta la ultima gota de el, el segundo hombre fue incapaz de darse cuenta de todo lo que ocurrió, solo comenzó a dispara su ballesta de un lado a otro, sin ser capaz de notarlo Ayline lo tomo por su espalda, clavandole los colmillos en su cuello, era magnifico alimentarse después de lo que había pasado, sentía que recuperaba sus fuerzas, y sus heridas comenzaron a sanar a una velocidad impresionante, termino de beber del ultimo hombre, y tomo a ambos por sus brazos y los lanzo lejos de ahí.
Llevo el dorso de su mano derecha a su boca, limpiando la sangre que le quedaba sobre su barbilla y sus labios, cuando se encontró mas decente se volteó hacia la pequeña y decidió explicarle las cosas lo mas claramente posible, aunque esto sonara algo duro - Déjame presentarme de nuevo, mi nombre es Ayline Grigory, y soy un vampiro - le dijo con la voz mas dulce que le fue posible - y tu Nemesis... eres una brujita fenomenal - le reconoció mientras le invitaba a bajar del arbol....

Némesis ladeo la cabeza cuando aquella mujer le dijo su edad. Parecía más joven y al mismo tiempo más mayor de la edad que le había dicho. Tenía cierto aire...atemporal. En fin...eso era algo bueno. Muy bueno. A Némesis le daba curiosidad, y cuando algo le da curiosidad es que preguntará, sino ahora, más tarde. En aquel momento no preguntaría porque...tenía curiosidad por ver lo que estaba a punto de pasar. Lo que pasaría cuando atrajera a los cazadores hacia allí.
Cuando al fin lo hizo Ayline pareció bastante agradecida, mucho, y eso a Némesis se le antojó sumamente agradable. Había pocos adultos a los que le gustara ayudar, sobre todo porque la mayor parte de los adultos eran malos.
No decía todos porque a pesar de su corta edad la niña sabía que había excepciones para todo.
Desde el árbol en el que estaba subida vio cómo le indicaba que se tapara los ojos. ¿Por qué? ¿Qué iba a ocurrir? Némesis la obedeció, aunque la niña se moría de curiosidad por mirar.
A lo mejor miraba de reojo. Eso era algo muy propio de ella. Tan propio de ella que era natural.
Y miró. Sí, finalmente miró. Si había algo que podía vencer a la pequeña Némesis era la curiosidad, así que dejó que sus dedos se abrieran un poco, para ver lo que hacía con los dos cazadores, al menos un poco.
Vio como tenía la boca en el cuello de uno de ellos y cómo el hombre se iba poniendo más y más pálido...
Era una imagen fragmentada, pero reconoció la muerte cuando la vio. Ya la había visto antes, por eso la reconoció. Luego atacó el otro por la espalda y le...hizo cosas en el cuello. Le mordió. O al menos eso es lo que parecía.
La pequeña Némesis observaba con cierta fascinación lo que pasaba. Finalmente retiró los dedos cuando todo finalizó...para los cazadores.
Luego la mujer le dijo cómo se llamaba en nombre y apellido y lo que era. Némesis se terminó de bajar del árbol y miró a Ayline.
-¡Vampiro! Creía que eran leyendas. Y eso que conozco a muchas criaturas que se suponen que son leyendas.-comentó la niña mientras la miraba con curiosidad. Esas criaturas en cuestión eran sobre todo fantasmas.-Entonces también eres un demonio. Como yo. O al menos eso es lo que dicen muchos.-No lo decía con mala intención...más bien al contrario. La niña había estado más que acostumbrada a que le dijeran demonio. Al contrario, a estas alturas le parecía casi un halago.
Sonrió ampliamente cuando le dijo que era una bruja fenomemal, orgullosa.
-¿Entonces eres una hija de la luna?-le preguntó.

Realmente la reacción de la niña la sorprendió bastante, esperaba que saliera corriendo, gritando o algo por el estilo, ningún niño normal se hubiera mantenido ahí luego de ver lo que Ayline le había echo a esos hombres, y ahí es donde quedaba demostrado que Némesis no era como los demás niños, claramente para la vampiresa, la pequeña le parecía muy interesante.

Era lógico que ella tuviera muchas dudas, estaba visto que jamas le explicaron con claridad lo que ella era, mucho menos le habían enseñado de las demás criaturas que rondaban por ahí, ella solo creía que existían cazadores, y si Ayline enseñaba a la niña a perfeccionar sus habilidades, los simples humanos no serian mas un riesgo para ella...

No pudo evitar reír ante el comentario de la pequeña "un demonio" - Ciertamente podríamos decir que para la visión humana eso somos Némesis, pero yo te digo que eso no tiene nada de malo - le sonrió acariciándole el cabello con delicadeza - Y respecto a tu pregunta, podría decirte que si, una hija de la luna hace muchos años, tengo habilidades, poderes si quieres llamarlos así... al igual que tú - Ayline caminó hasta ubicarse bajo un árbol y se sentó, golpeando su costado para que la niña tomara posición junto a ella.

Se quedo observándola un momento, su carita relucía ante el brillo del astro lunar - Yo puedo quitar la incognita a todas las preguntas que tengas, si se la repuesta, ten por seguro que las contestare Némesis - sentía que la relación que podrían formar era muy fuerte, y esperaba que la niña tuviera confianza en ella, que fuera capaz de abrirle su corazón - Sabes podríamos empezar por ti, serias tan amable de mostrarme tus habilidades - le preguntó con cierta curiosidad en su voz, a ver este tono terminara por entusiasmar a la niña.

Que no tiene nada de malo, Némesis ya se había imaginado que sería así, o más bien podríamos decir que había querido imaginárselo así. Había cierto orgullo en el deseo de que las cosas fueran así, orgullo ante el mundo entero, un orgullo que había nacido con ella misma, un orgullo que parecía más antiguo que el mismísimo tiempo.
Y se sintió feliz de saber que ella pensaba que eso no era nada malo, aunque lo pensara por el mero hecho de no ser ella misma humana. Sentía bien pensar que había otra persona que pensaba que aquello no era horrible. O que intentara hacer cosas parecidas a las que habían intentado los cazadores y otras personas que la habían perseguido no solamente porque robara manzanas o por el mero hecho de ser una mocosa vagabunda.
-Siempre me he preguntado por qué los mayores creen esas cosas. Casi todos los adulto son raros, terriblemente raros-recalcó la pequeña en un tono que dejaba bien clarito que aquello la sorprendía sobremanera.
Quedaba además claro que algunas criaturas que no eran "humanas"eran más amables que la mayoría...al menos de los que Némesis había conocido en su corta vida.
La niña no pudo evitar sonreír con cierta emoción cuando le dijo que sí, que, efectivamente, era una hija de la luna, más o menos, y cuando le acarició el cabello. Se sintió rara, curiosamente segura, como si no estuviera acostumbrada a algo así, ya que ella era la primera persona que hacía eso. Y además que era sincera...pues Némesis era de esos niños que se podían oler las cosas a lo lejos.
-¿Qué habilidades tenéis aparte de la de hacer esas cosas?-preguntó Némesis refiriéndose a lo de los mordiscos...no encontraba otras formas más adecuadas para poder decirlo.
Luego observó cómo se sentaba bajo un árbol y le indicaba que se sentara junto a ella. Némesis se colocó en el sitio que le indicaba obedientemente (cosa rara en ella) y dijo:
-¡Hay tanta preguntas!-había un montón de cosas que Némesis se moría de ganas de preguntarle, porquela verdad es que aún no se creía aquella escena. Era emocionante. Y no solamente porque Ayline fuera de las pocas adultas que había sido amable con ella (a lo mejor habría alguien más, pero lo dudaba. Si alguien había sido bondadoso con ella antes, la niña habría sido demasiado pequeñita para recordarlo), sino también porque era una hija de la luna. Una criatura de la noche. El mundo de la noche era un mundo mil veces más fascinante que el del sol.
Luego le dijo que mostrara algunos de sus poderes.
-Pues...-Némesis alzó los bracitos pensativa, sintiendo la frescura de la noche en los brazos.
¿Qué podría mostrarle primero? Le entusiasmaba usar sus poderes, eran algo que le habían servido tanto para hacerla feliz como para sobrevivir. Némesis dominaba muchas cosas gracias a la experimentación, pero había muchas cosas que no conocía aún, nada aparte de lo que había aprendido gracias a esa improvisación hecha desde que tomó conciencia de esas cosas.
Repasó mentalmente algunas de esas cosas. Una luz blanca que sólo Némesis podía ver titiló y se acercó a ellas como si las observara con suma curiosidad. Y eso le dio a la niña una idea.
Alzó una de sus manitas hacia la luz, convirtiéndola en algo perfectamente visible que se concentró en su mano derecha. Se la mostró a Ayline como si fuera una pequeña estrella.
-Ésta es una de las cosas que puedo hacer-susurró como si fuera un secreto que no debía ser contado a nadie-Vienen y me cuentan cosas. ¡Muchas cosas!
Luego pronunció unas palabras e hizo que la luz volara alrededor de ambas para luego estrellarse contra un árbol y explotar en miles de lucecitas pequeñitas que ascendieron al cielo y se volvieron a juntar allá arriba.
Lo que acababa de hacer combinaba la nigromancia y la hechicería, pero era algo que Némesis no sabía, algo a lo cual no le había dado nombre aún.
-Y hay otra cosa más. Puedo hacer que la gente vea cosas.-un viento helado comenzó a levantarse, algunas hojas cayeron al suelo e incluso pudo verse cómo se formaban carámbanos de hielo de distintos colores.
-Lo ves y no lo ves...simplemente sucede...y no sucede-comenzó a explicar la pequeña alegremente-Parece que sucede de verdad, pero en realidad es una ilusi´n, lo supe una vez que intenté congelar la habitación del orfanato.
Finalmente miró otra vez a su nueva amiga y dijo, aún con los ojos brillantes de emoción por lo que acababa de hacer.

Sabía que sus palabras causaban miles de sentimiento en la pequeña, y eso era totalmente lógico, nunca le había dicho con claridad su naturaleza, siempre intentando tacharla de demonio, como si fuera una aberración de la naturaleza, Ayline deseaba mostrarle que no era así, que no tenía nada de malo en ser diferente, al contrario.

No contuvo la risa ante las palabras y expresiones de la niña, le parecía totalmente adorable, provocandole esa sensación de protección, como una madre que protege de todo y todos a sus hijos - Bueno Némesis...claramente mis sentidos están mucho mas aumentados, soy muy veloz, y mas fuerte que los humanos normales... - realizo una pausa para darle tiempo de digerir sus palabras - Y mis dones, para serte sincera ya use uno de ellos sobre ti, tuve que hacerlo para que me contaras la verdad sobre ti, pero eso no te daña, obviamente no haré nada que te lastime, por la misma razón que no podre mostrarte mi mas poderoso don, puesto que conlleva mucho dolor interno... un manejo mental, por así decirlo - acaricio con dulzura la mejilla de la pequeña esperando que ella comprendiera lo que le decía...

Se mantuvo en silencio mientras veía cuanta posición adoptaba el pequeño cuerpo de Némesis mientras intentaba pensar en que iba a contarle primero, tenia muchas dudas, y se le veía ansiosa por obtener respuestas para todas y cada una de ella, finalmente se dibujo en su rostro una sonrisa un tanto traviesa como divertida, y le vio alzar su manita hacia adelante mientras sobre ella comenzaba a dejarse ver una luz - Nigromancia... -

Observó el rostro concentrado de la niña, mientras volvía su rostro hacia la luz - ...Es un alma Némesis, es... fantástico - le dijo mientras le dedicaba una enorme sonrisa, de pronto vio como la la brillante lucecita las rodeaba para luego estrellarse contra un árbol, desitegrandose para volver a reunirse sobre ellas, y luego desaparecer para los ojos de Ayline...

Pero las sorpresas no terminaron de pronto el paisaje cambio rotundamente, la pequeña había creado una ilusión muy realista muy ontrario a la estación en la cual se encontraban - Una muy poderosa ilusión la que acabas de crear, te aseguro que los humanos enloquecen al ocurrirles estas cosas, solo por no saber distinguir realidad de ficción - le devolvió la mirada sonriendole ampliamente - Gracias por esa demostración, me gustaría mostrarme mas de mi, pero no quiero lastimarte... aunque a ver, para que te hagas una idea... - diciendo esto apoyo la palma de la mano sobre el tronco del árbol que tenían sobre sus cabezas, y comenzó a empujarlo, mientras la raíces iban cediendo y la corteza pequeña...crujía bajo su mano, hasta que finalmente cayo al costado de ellas - Una demostración de mi fuerza - le dijo mientras volvía la mano a su cuerpo y se la enseñaba a la niña mientras se iban cerrando los cortes que se habían producido sobre la piel de su palma..