Líos...Liosos...que solo te da a Liar (Ruggero Rosso)

por **Eleonor Divella** Vie Sep 07, 2012 4:21 pm

Era una mañana tranquila...había salido de mi callejón como siempre y pues esta vez la hamaquita la deje colgada...al igual que mi pequeña habitación bien acomodada...(una caja de cartón en el callejón) limpie con la colita el polvo que había entrado y luego cerre la puertita con llave...ok era una piola con un triple nudo pero al menos así tenía todo asegurado...y luego tras el basurero cubierto de fundas para que nadie viera las cosas que tenía en mi casita...

Anduve con la pañoleta en la cabeza caminando en dos patitas...mirando a todos...hasta...ZOOOOOOOM...un hombre corriendo... "Oye fijate...animal" alza la patita como puño...había que ver que los humanos eran los más más IDIOTAS...pero no por ideas grandes que tuvieran si no que eran los más animales para andar en la calle....que burdos...

Bueno llegamos a la plaza de la catedral...la pañoleta en el suelo y los malabares de la hurona...pero en eso a un maldito mocoso se le ocurrió la brillante idea de lanzar un tomate a la hurona...la cual no pudo evitar desviarlo y regresarselo al dueño el cual comenzó a llorar diciendo que YO LE HABÍA MORDIDO...

-Hey que yo no muerdo a porquerías- hice un mohín con mis manitas en forma de jarras y la cabeza ladeada...el padre del muchacho no le pareció mi atrevimiento y comenzó a seguirme y para colmos de males me lanzaba piedras...tomé la pañoleta y salí corriendo pero a donde esconder...donde podría encontrar refugio...AJÁ...la iglesia...nadie entraría enojado a ella...

Corrí como alma que viene la llorona para llevarte lejitos y chuparte todito...entré y me escondí bajo el altar...aquel hombre entró y rodeo el lugar...pero naranjas amargas para el porque no me encontró algo que me hizo suspira de alivio...cuando salí de ahí debajo...miré...miré..MIRÉ...mis ojos brillaron...un plato de oro, una copa de oro, un anillo con un símbolo raro lo cual me daría mucha pasta...miré por todos lados y no vi nada...ni a nadie...trepe por un lado del altar y me empinaba de puntittas hacia donde estaban las cosas...hasta que ZAS un ruido y voy cayendo al suelo...más por suerte tomé el anillo y caí de patas..."y el público ovaciona aquella pirueta mortal...aaaaah aaaah bravoooo" el sueño de una malabarista...pero bueno bueno...al parecer nadie escuchó el ruido...y así con premio en mano saldría bien librada...al fin de cuentas todos roban a la iglesia y un cosita más una menos no afectaría nada a las arcas del vaticano...¿o sí?...nah...

por **Ruggero Rosso** Vie Sep 07, 2012 7:34 pm

-Al diablo lo que diga el padre- pensaba Ruggero mientras salía del estudio del sacerdote de la catedral de parís, fue entonces que escuchó un ruido, un metal caerse. -¡Joder, ratas en el hogar de Dios!- exclamó y se echó a correr, abrió las puertas laterales del recinto e ingresó por el altar. Y ahí lo vio, el pilló que había profanado la casa de Dios solo se trataba de un hurón, Ruggero se echó a reir, el hurón lo miraba a los ojos y el inquisidor comenzó a comprenderlo.

Analizó a aquel hurón que lo miraba, traía entre sus patitas un anillo de oro, el anillo que le había traído al sacerdote como manda. -¡No soís un hurón, soís un maldito cambia formas!- exclamó, su voz hizo eco por todo el lugar y alteró al cambia formas.

El inquisidor sonrió, desenfundó su pistola de plata, apuntó y disparó a la lacra que pretendía robarle, que osó entrar en la casa de Dios como un ladrón y un cretino que podría creerse como muchos otros ser humano.

El sonido del monstruo plateado opacó todo ruido, Ruggero sabía que el cambia formas no se quedaría ahí para recibir el impacto así que corrió detrás de la bala, desenvainó su espada y enfundó al mismo tiempo la pistola, actuaría tan rápido como lo haría ese hurón.

por **Eleonor Divella** Mar Sep 11, 2012 8:19 pm

Hijo de su santa madrinita pecadora...como se atrevió a disparar, por suerte una es hurona y puede escapar de esas cosas pero como se atrevió a disparar en la CASA DEL SEÑOR...que osado...bueno la verdad a mi no me importaba eso en lo más minino...no señor...me daba igual y si iba en contra de sus creencias o de la fe colectiva y social mejor...si odiaba a la sociedad en si...que raro odiar a los humanos cuando una es parte humana, pero hey hey que para allá no va esto eh...

BOOM...BOOM...BOOM...

-OYE ESO NO SE VALE…BABOSO…TU TIENES ARMAS Y YO NO…ter morderé y te haré creer que tengo rabia...ya veras...no provoques no provoques- no sabía si me entendería lo que le decía…gritaba…así que igual le decía…porque me daba risa cuando los humanos nos miran….pero esta vez tenía que ser rápida y así pude esquivar aquel tiro por un pelo de rana calva casi me deja sin costillas y con un lindo agujerito por donde mi cuerpo respiraría mejor pero si sentí como algunos de mis lanas se cayeron…del susto claro…le miré entrecerrando los ojos con una furia contenida y le hice aquel gesto característico de los marinos del barco donde viajaba…hice como si me arremangara la camisa y con puño en el aire le demostraba lo enojada que estaba y luego…ese…ese gesto un tanto burdo en donde el puño de una mano de forma horizontal se encuentra el vértice del brazo en forma vertical y con el puño cerrado…La culpa era de él no mía.

-Ah que no me agarras lento…eres un lentucho…como todos los de dos patas…- y ahí estaba la provocación…y patitas para que se hicieron echar a correr en cuatro patas…y una por aquí…no no por acá mejor…correr en zigzag por si la bestia esa quería volver a dispararme…vaya cazador…y ahí…justo delante de mí estaba la salvación…trepar por la cortina del lugar a la planta alta de la catedral…me trepé por ella y cuando estaba a la mitad le miré colgándome de un cordel…y me di una palmaditas en el trasero sacándole la lengua luego para lanzarme cual tarzan de selva de lado a lado…para toparme con la otra cortina y ocultarme entre una de las bancas de aquel lugar…

-Santa madrecita hurona…sácame libre de esta…no dejes que este animal me coja o me hará papilla…- puse el anillo en mi brazo como si fuera una pulsera esperando que aquel animal enojado del humano se fuera y se diera por rendido…no quería terminar con agujeros por el cuerpo o dividida por su espadita…mucho menos como adorno de algún abrigo o algo así….por lo que me quedé calladita mirando y analizando todo a mi paso…andaba en puntitas (es decir en mis garritas traseras).

Off: diculpa la tardanza eh ^^ muchas cosas...muchas cosas que hacer

por **Ruggero Rosso** Dom Sep 16, 2012 4:43 pm

Ruggero se detuvo, el cambiaformas luego de esquivar la bala reaccionó buscando un escondite. El inquisidor vio con detenimiento adonde se dirigía tan repugnante criatura, volvió a desenfundar su pistola y con pequeños pasos se dirigió hasta donde vio por última vez al cambiaformas antes de que éste entre cortinas se escabullía.

Pero Ruggero sabía que seguía ahí, lo podía oler, lo sentía. Dios le había otorgado ese don y el lo aprovechaba a su modo; pronto llegó hasta las bancas de la planta alta, los únicos sonidos eran los emitidos por las veladoras que chispaban, un coro que animaba al inquisidor.

Se concentró, este animal sería duro de cazar, era muy pequeño según sus gustos y eso le daba ventajas sobre Ruggero, sin embargo, el inquisidor no le daría ninguna oportunidad para que ese monstruo abandonara la casa de Dios con vida.

Comenzó a caminar, sus botas hicieron eco y la pistola la tenía lista, apuntando a donde sus ojos veían.

-Vamos pequeñito... Juguemos un poco, acaso no tenéis cojones para salir- dijo Ruggero susurrando, aunque en aquel lugar silencioso se escuchó como una exclamación, Ruggero volvió a detenerse con una amplia sonrisa, mirando de un lado a otro.

Fue entonces que la puerta que conduce a los oposentos del padre, aquella acción distrajo al inquisidor, poniendo toda la atención en el padre Francoisè.

por **Eleonor Divella** Mar Oct 09, 2012 11:41 pm

-Vamos pequeñito... Juguemos un poco, acaso no tenéis cojones para salir-

QUÉ QUÉ QUÉ? Que no tengo los cojones…ah que chicuelo más baboso eh…ahora si verá, me dijo cobarde y de paso me estaba toreando, pues bien el toro esta listo para dar la primera cornada eh y le dolería en el alma esa corneada eso lo apostaría…lo juraría…empuñando mi puñito y la mirada seria casi poseída por la cólera…

Hey necesitaba ahora solo una distracción…él estaba armado y por lo que pude sentir (por el balazo que casi me pega) aquel sujetito tenía buena puntería…así que patas a la acción…miré por todos lados y ooh oh que es eso una vela…le mire de mi escondite y…y ZAS candelabro abajo...él se volteo a ver pero ahí aproveché y me lancé a sus pantalones y ÑAM mordisquito a sus cojones….riéndome me bajé rápido y me fui derechito a por donde subí, para bajar otra vez por la cortina pero esta vez me quede un rato tras ella agarrándome de garras de la pared y ahí antes que su pistolita me diera oh mi dios santito que me quería…el padre sale…y le pega su gritada al chicuelo este…

Baje de un salto y me fui corriendo al confesionario ahí me oculte pero no sin antes tomar una cuerda de la cortina…la usaría como cuerda para ahorcarlo si entrara…me subiría al techo y cuando entre al confesionario zascuas que lo pillo…pero luego pensé… “y si me hago humana y grito estando aquí en el confesionario si entra…pero umm la ropa…debo buscar ropa…” Salí de ahí y lo vi andaba hablando con el sacerdote de la iglesia…BIEN PERFECTO…

Escabulléndome por las banquetas llegue hasta el cuarto del sacerdote y miré un pocotón de batas y hábitos…así que me lance a por ellos y tomé uno de monja tome aire…iba a ser la primera vez que me iba a transformar en humana…no solía hacerlo por el temor de los seres humanos y sus crueles acciones…pero era eso o morir a manos de ese cazador…y como humana podría enfrentarlo mejor…una bocanada de aire y….

DOLOR DE HUESOS

Ouch siempre duele eso…salí del lugar con el habito un poco grande pero me fui derechito al confesionario ahí sería mi escondite y quizás su funeral si me reconocía…

por **Ruggero Rosso** Lun Oct 15, 2012 3:46 pm

No había sido nada, aquel sonido distante fue suficiente para que aquel engendro atacara a Ruggero, hábil y con gran pericia la aberración entró entre la ropa del inquisidor y mordió sus cojones, que lo obligó a hincarse, eso, en lugar de enfurecer al inquisidor le divirtió y soltó una risilla. -Vaya que tenéis orgullo y valía he de admitir- y se levantó.

Perdió el rastro del cambiaformas pero siguió buscándolo con el revólver en mano.

-¡¿Qué estáis haciendo en la casa de Dios con arma en mano Ruggero?, Dios Santo cuando dejaréis de hacer aquello!- reprendió.

-Padre, la casa de Dios está en estos momentos profanada por un hombre animal, lo que llamamos cambiaformas, no es seguro que esté solo, será mejor que siga junto a mí- advirtió el inquisidor y el Padre temiendo le obedeció.

De pronto se abrió una puerta y salió una monja con el habito algo desalineado y entró en un confesionario.

-¿Tenéis a alguien aquí Padre?- dijo Ruggero y miró al sacerdote, el religioso negó con la cabeza. Ruggero sonrió, -¡Te tengo!- pensó.

Caminó seguido del Padre y cuando al fin llegaron el inquisidor ordenó al sacerdote abrir el confesionario, Ruggero preparó el arma y cuando el Padre abrió vio a una mujer joven de labios perfectos y ojos expresivos, eso consternó al inquisidor. El Padre vio que Ruggero le apuntaba con el arma y interponiéndose entre ambos reprendió a Ruggero. -Pero que hacéis animal deja de apuntarle a está jovencita, que ha detener hambre-.

Ruggero bajó el arma e intentó ver a la joven pero el sacerdote bloqueaba su vista, dejando a un lado sus intentos enfundó su revolver y suspiró.

-Disculpe mi ofensa pero hay un monstruo en este lugar, no creo conveniente que salga de la catedral será mejor que el Padre la lleve a descansar y pasé la noche aquí, yo buscaré al demonio y le daré muerte para que pueda irse por la mañana- dijo y sonrió.

-Buena idea, ven hija mía- y el sacerdote ofreció su mano.

-Yo os acompañaré no querré que esa aberración os ataque- ofreció el inquisidor y el sacerdote aceptó.

por **Eleonor Divella** Lun Oct 22, 2012 7:31 pm

¿QUÉ…QUÉ…POR QUÉ?

Rayos justo cuando ya tenía camino libre para escapar y huir de aquel desgraciado cazador ahora tenía que quedarme ahí y pasar la noche, que horror, que mal salió aquel plan, ahora había que idear otro al menos había convencido al sacerdote de mi bondad y dulzura, bueno no era mucho trabajo poner la cara de perdida y hambrienta (eso si lo estaba), cada de asustada de ver aquel hombre queriéndome matar sin razón “gran chiste verdad”

Bueno ahora a idear otro plan de escape si el estaría ahí toda la noche pues tendría que observar sus movimientos y al menor descuido zas salir y correr entre los callejones hasta llegar a la Casa de la Esperanza y tirarme en mi cama para dejar parte de mi contribución con la casa…pero solo quería salir de ahí con vida al menos con cada parte de mi cuerpo intacta.

Asentí a las palabras del sacerdote –gra…gracias oh padre santo- unas ganas de vomitar me vinieron cuando dije eso, debo admitir que no soy apegada a la iglesia… -algo de comer y beber he estado aquí pagando mi penitencia por todos aquellas personas como el hombre aquí presente que asesina a demás personas sean estas diferentes, son creaciones del señor y no podemos simplemente matarlas, además hay que rezar por ellos y ayudarlos- miré seria al hombre estaba furiosa por haberme llamado “monstruo”

El sacerdote me abrazo y me llevó hasta su habitación en la iglesia, ahí me dio de comer y me dijo que podía descansar hasta el día siguiente…pero no tenía día siguiente quería irme así que solo comí y me recosté un rato…estaba buena la comida y el agua sobre todo eso, estaba con la garganta seca de tanto que uno corre por la vida de uno… -Esta delicioso hija verdad- el me miraba sonriendo y miraba al otro hombre –La verdad que si, padre, el haberme matado de hambre valió la pena pues así se reconoce la verdadera forma de las cosas- eran palabras tiradas a dos puntadas, pero bueno era lo mejor que podía hacer…después de comer aquel hombre me dijo que podía quedarme ahí como si fuera mi casa que el haría sus vigilias en el monasterio con las hermanas de la caridad y que luego vendría a verme para llevarme a casa…al menos era buena gente aquel hombre…se retiró y me dejó.

Miré al otro, al cazador con una sonrisa diciéndole que se retire…cuando lo hizo pensé “es hora de salir a hacer lo mió…” miré por la ventana la guardia que montaba aquel hombre tomando el tiempo de cada movimiento para ver como ideaba mi escapatoria al menos así podría salir bien librada y con el premio en mano…al parecer sería imposible no se demoraba mucho en cada guardia así que tocaba irse de pasito pasito…y así fue….salí de la habitación pegándome a la pared en puntas sin hacer ni un ruido casi hasta la respiración (se podría decir) que la aguantaba pero cuando me moví para mirar hacia mi flanco derecho pero hacía arriba toque una de los candelabros y este se cayo formando un ruido grande así que ante mi temer me metí de bajó del altar dejando que aquella tela que lo cubría me cubra también…temía lo peor, mi vida estaba en peligro y si me transformaba me haría a notar…y si no al menos podría ponerme a rezar y pasar como humana…así que solo tocaba

Esperar la hora de la verdad…o de la batalla por iniciar.

por **Ruggero Rosso** Miér Oct 24, 2012 4:16 pm

Ruggero escuchó el estruendoso ruido proveniente de un candelabro derribado, el inquisidor supo que no había sido causado por el cambiaformas. Miró hacia el altar y vio como la tela se movía... Alguien acababa de esconderse debajo.

Ruggero sonrió y caminó con dirección al altar, sus botas hacían eco, resonaban por cada rincón, una lluvia comenzó a escucharse en las afueras, tomando posesión del ruido de la catedral.

Ruggero se agachó y levantó la manta con cuidado y allí vio a la joven, le miraba con esos grandes ojos, notaba su miedo pero también su decisión. El inquisidor llevó sus manos a las de ella, sujetándolas, -¿teméis a algo? ¡Vamos mujer ve a descansar esta lluvia se mantendrá hasta la mañana!- le dijo y abandonó sus manos para acariciar con su mano derecha el cabello de ella. -Deberíais aprovechar la estancia y daros un buen baño eso ayudará a tranquilizar vuestra alma agitada-.

Ruggero se puso en pie y le tendió la mano a la joven

por **Eleonor Divella** Vie Oct 26, 2012 6:38 pm

Tac…Tac…pap…tac…pap…toc…

El sonido de las botas acercándose…aquel sonido estridente solo me hizo pensar en el final de mi suerte, será que ahora si paso a mejor vida…capoom, finite, chaito a mi vida…(¿?) bueno si me iría de este mundo me iría gritando y haciendo un escandalo…así que me aliste en cuanto el me apunte con su arma me lanzare sobre él y le morderé…

SORPRESA.

¿Que? ¿por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?...¿A qué hora?...no entendí la actitud del cazador…que le estaba pasando…espera…espera…bingo…debía ser una trampa quizás él quería que bajara mi guardia para ver si me transformaba y darme muerte…y ahora…bueno solo queda una cosa, fingir que todo estaba bien tal cual

Salí del lugar y asentí agachando el rostro haciendo una mala reverencia, no se me daba bien los modales, -Miedo yo…no, pero no me gusta los truenos ni nada con tormentas, traen recuerdos a mi mente- metí la pata, había soltado la sopa de más…había comentado algo de mi vida…así que moví mi cabeza y le retiré la mano de mis cabellos…no me sentía bien que me tocaran los hombres después de tantas experiencias desagradables con ellos… -si quizás un baño me calme…gracias…deberías también irte a dormir, no creo que encuentres a lo que sea que persigas- caminé de nuevo al cuarto del sacerdote…hasta que me plante un poco

-Te ha ganado un animal y deberías mejor olvidarle, así no te consumirá la rabia de haber sido vencido por un animal – sonreí aunque por dentro me reía por querer ver su cara pero me aguante y me adentré a la habitación del sacerdote…esperando…pensando que hacer cuando el sol toque el cielo…debía salir…además de que Gianella estaría preocupada si no llegaba a la posada…

Pensar que hacer como salir…como regresar a lo mio con el botín…

por **Ruggero Rosso** Lun Oct 29, 2012 4:43 pm

Ruggero dejó que la joven se marchara. -¿Le ganó un animal?- Eso en lugar de cabrearlo le pareció gracioso, cómico. La joven tenía razón y Ruggero casi se echó a reír.

-Estoy en la casa de Dios, por el amor de Dios Ruggero contente- pensó y cruzó los brazos.

Posiblemente aquel cambiaformas ya se había ido del lugar, llevándose el anillo de Ruggero, pero y a pesar de ello, el inquisidor seguiría buscando... Pero primero, seguir a la joven y verificar que va al baño o a su cuarto.

Ya le había dado demasiada ventaja para que no lo viera, entonces Ruggero fue tras ella, la siguió con sigilo y vio que no se dirigió al baño, sino, a la habitación, el inquisidor llevó su mano a la barbilla, de pronto sintió una sospecha en aquella joven.

-¿Qué estaba haciendo allí, oculta... Qué buscaba?-

Era algo que Ruggero averiguaría, rodeó la habitación hasta la ventana y sin hacer ruido colocó pedazos de cristal en el suelo, para cerciorarse de que la joven no fuera escapar por allí, si lo hacía la escucharía y si intentaba continuar en su huída el rastro de sangre conduciría a Ruggero hasta la joven.

Cuando Ruggero terminó regresó a la entrada de la habitación, la ya única salida de la mujer y sin tocar a la puerta entró, asegurándola y miró con seriedad los grandes ojos de la joven.

por **Eleonor Divella** Mar Nov 06, 2012 3:54 pm

Un baño…un baño sería en casa con Gianella pero bueno había que improvisar y en eso era una experta no por nada sabía conseguir varias cosas de los bolsillos de los demás…así que una vez dentro de la habitación del sacerdote…decidí cambiarme de ropa ponerme algo más ligero para salir y correr al menos así podría quizás solo un quizás huir…buscando algo que ponerse…batas, mantos, más batas de hábitos…hasta que eureka, un pantalón y camisa. Perfecto, ahora solo tenía que ver como salía de ahí o como devolvía la joya al sacerdote y le pedía disculpas…

Entrar donde las monjas sería mi única salvación…ahí al menos estaría menos vigilada con aquel cazador…me coloqué la camisa cuando pretendía colocarme el pantalón el sonido de la puerta me hizo girar para mi sorpresa aquel hombre había ingresado haciendo que soltará aquella prenda y tomara el filo de la camisa para estirarlo para cubrir mis piernas…

-Que demonios te crees como para entrar así…no sabes acaso que primero se toca la puerta antes de entrar no vez que hay una niña aquí adentro y que tal si estaba sin ropa…que no tienes sentido común hombre…que mal educado eres- le grite enojada y no faltaba menos ingresar así a una habitación de esa forma sigilosa

-Que demonios pretendes entrando así eh, quieres acaso ver si aquí esta aquel pobre animalito…si es eso, debiste decírmelo y saldría de la habitación sin ningún problema…- tomé el pantalón y me dirigí a salir…si el deseaba buscar al “animal” me daría oportunidad de huir… -le diré al sacerdote de esta ofrenta y te castigaran…- lo amenacé apuntándolo con mi dedo índice…pero sin dejar de mirarle desafiante y altiva como siempre he sido viendo si podría salir por la puerta y correr hasta el monasterio de las monjas

El mar te hace dura y más si eres la mascota del capitán al que todos quieren probar…en alta mar.

por **Ruggero Rosso** Lun Nov 19, 2012 1:30 pm

Ruggero se echó a reír ante la amenaza, la puerta estaba asegurada, Ruggero poseía la llave y aquella niña estaba atrapada. El inquisidor se acercó con malicia, con los ojos de perversión y la fue rodeando acercándose a oler su cuerpo semidesnudo.

-Debisteis de haberte bañado cuando el tiempo era vuestro- dijo Ruggero y tomó el cabello de la joven, ella de inmediato lo retiró, recogiéndolo.

-Sabes, es muy extraño que aquella bestia tan astuta haya desaparecido y en el confesionario aparecisteis, el padre nunca te vio pese a estar vestida de hábitos. ¿Qué eráis para nosotros? Una pobre niña desamparada que huyendo a una noche cruel buscaba refugio en la casa de Dios, pero luego, aquellos ojos grandes que me miraban con rabia. La defensa a las bestias que profanan con su existencia la palabra de Dios y de nuevo esos ojos perfectos, hermosos, inhumanos.- El inquisidor hizo una pausa asegurándose de que poseía la total atención de la niña.

Los gestos de él cambiaron a frialdad, a indiferencia, volvió a caminar hasta ella y la miró de frente. Llevó sus manos a sus mejillas y ella las apartó. Ruggero sacó un puñal y con la hoja rozó los delicados y pequeños hombros de ella, sin hacerle daño.

-Y finalmente el conocimiento que demostráis acerca del cambia formas, afirmando que es un animalito cuando yo me refería a él como algo más grande y el anillo, aquel anillo que esa abominación llevaba en su cuerpo-

La niña abrió los ojos como platos y sin que se lo esperase Ruggero la tomó en brazos y la llevó hasta una repisa, le abrió las piernas, ella intentó resistirse pero él no se lo permitió, azotó su cuerpo en la pared y volvió a abrir las piernas de ella, retirando la prenda que cubría su desnudez y luego, clavó su puñal entre sus piernas de tal forma que la hoja cortaría la piel si ella intentaba cerrar las piernas.

-No tengo interés en mataros- dijo el inquisidor tomando el anillo, sacó su cañón y disparó a la puerta de madera haciendo un agujero suficientemente grande para que como marsupial escapara.

-La puerta está asegurada, por la ventana no podréis escapar he dispuesto una trampa del otro lado sin contar que no te permitiría escapar por allí. Vuestra única salida es transformaros en el animal que sois y escapad por la salida que te he hecho- dijo el inquisidor, tomó asiento y llevó su cañón al regazo, apuntando a la niña.

por **Eleonor Divella** Lun Nov 26, 2012 3:39 pm

Con ojos saltones…abiertos de par en par, aquel sujeto me había dejado en una encrucijada…sus ojos viéndome con aquel descaro y cinismo…solo le saque la lengua cuando trato de tocar mi cabello, no me gustaba que ningún hombre me tocará (malos de recuerdos de todos los que quisieron tomar mi pureza y nunca lo lograron) me daban asco siquiera sentir a un hombre cerca…

-Lo haré cuando llegue a mi hogar, así que ya ve…- no terminó la frase cuando sus gestos aquellos ojos fieros se transformaron en unos ojos curiosos y un poco sorprendidos por las palabras de aquel sujeto le hicieron tomar una postura más ofensiva...mirando a los ojos de aquel hombre que le provocó que su respiración fuera más rápida y efusiva –Si, estuve buscando refugio de la lluvia…y pensé en venir aquí unos momentos a esconderme…nada más- alejé aquellas manos siniestras de mi rostro… -no me to…- su rostro se puso pálido cuando notó aquel cuchillo tocando su cuerpo lo que le alarmo de sobre manera quedándose quieta y respirando entrecortadamente

-Bueno eso es…bueno porque conozco a muchas personas pero…eso no te da…no te da el derecho a…- su cuerpo se vio profanado haciendo que abriera su boca de dolor al sentir su espalda contra la pared por lo que en auto reflejo empujo sus manos al pecho de este para apartarlo con toda la fuerza que tenía evitando así el contacto con su cuerpo… con el sonrojo en su mejilla por las vergüenza y la timidez comenzó a gritar -aléjate…suéltame…no te atrevas a…- pero en eso su cuerpo se quedó quieto y sus ojos bien abiertos el frío que sintió entre sus piernas la hizo calmarse…carraspeo un poco tragando algo de su propia saliva y una gota de sudor cayendo por su espalda y rostro…se puso derecha bajándose luego de que le vio sentarse a aquel hombre con aquella arma apuntando a su persona.

Aun con su rostro carmesí y con los ojos llenos de enojo y su semblante altivo -Bien…debes jurar que no me harás daño ni ahora ni si me transformo….además debes cerrar los ojos…y contar hasta 50 si haces eso podré huir…- miró el anillo y suspiro…ahí se iba su contribución para la casa de la esperanza…pero al menos aquello me daría tiempo de cambiar y de huir sana y salva y lo mejor intacta.

por **Ruggero Rosso** Jue Nov 29, 2012 3:33 pm

Ruggero sonrió de satisfacción, no se equivocaba sí se trataba de la cambia formas.

-¿Crees que realmente estás en posición de establecer condiciones?- dijo y se echó a reír. -Ya te lo dije, no tengo intención en mataros. Prometo no hacerle nada ni estando en su estado humano o cuando sea el animal que sois, aunque no te aseguro que no lo haré si te veo algún otro día- Ruggero le dedicó una sonrisa maliciosa, dio media vuelta a su revólver y le quitó las balas, luego lo arrojó hacía la cambiaformas, sacó su segundo revólver, le quitó las balas y lo arrojó nuevamente hacía la cambiaformas.

Después se puso en pie y sacó otra de sus dagas, con ella fue acariciando la pierna desnuda de la niña, el metal frío fue subiendo y en un acto rápido lo clavó en la pared, junto a la cabeza de ella. Desenfundó su última daga y la clavó del otro lado de la cabeza, aprisionándola aún más.

-Siempre he sentido curiosidad en como un cuerpo puede reducirse, he visto muchas transformaciones. De hombres a leones, a lobos incluso a osos, pero aves o marsupiales nunca. Mostradme y tal vez no la reporte en la inquisición, podréis caminar por las calles sin temer a que cualquier soldado sepa de vuestra naturaleza y la mate cuando menos lo piense. Os doy mi palabra en nombre de Dios... Ahora sólo has lo que debéis de hacer y seréis libre-

por **Eleonor Divella** Miér Ene 09, 2013 12:32 pm

-¿Crees que realmente estás en posición de establecer condiciones?-

Oh es verdad…no lo estoy “genial genio…ya lo viste sherlock” mi subconsciente me grita pues no me había percatado que tenía toda las de perder contra el cazador lo que hizo que mi labio inferior temblara más pues al verdad no quería tener que transformarme delante de él…tenía un terror a los hombres y el solo hecho de tener que mostrar mi transformación a alguien me daba un espanto que helaba por toda m columna vertebral…pero luego sus palabras fueron como un balde de agua fría…¡no me mataría!...¿por qué? ¿curiosidad?...pero ¿por qué?...

Las preguntas azotaban mi cabeza y por un momento no pude evitar dibujar en mi rostro un gesto de incredulidad o mejor dicho de desconfianza con un matiz de asombro por sus palabras…pero luego el miedo de nuevo inundó mi cuerpo cuando el tiró su arma a mis pies haciendo dar un ligero brinco…y otro…no sabía que esperaba en realidad o mejor dicho ni yo sabía que esperar…temía y mucho…pues estaba ante mi posible muerte.

Luego de un rato cerré los ojos con fuerza para evitar golpearle y empujarle para que no esté tan cerca de mí…me daba un repelús la cercanía de los hombres pero mi actitud fue para evitar sentir o dar saltos de susto por las cuchillas clavándose a los costados de mi cabeza…trague algo de saliva y abrí mis ojos llenos de rabia…la ira me invadía por completo y en un acto de adrenalina me acerque a él y le di una bofetada por su afrenta…y luego le di la espalda mientras dejaba que la ropa cayera de mi cuerpo níveo para dejar que el cambio ocurra

-Bien pero una vez hecho eso me dejarás tranquila…y tú y los tuyos no volverán a perseguirme y menos intentar cazarme…más te vale que mantengas tu palabra o te juro que te pasaré la rabia pase lo que pase…porque de los humanos y de los hombres no hay que fiarse pues siempre traicionan y no cumplen sus palabras-

Los huesos se van modificando escuchándose el crujir de estos lentamente…no duele tanto como cuando es al contrario, pasas de animal a humano ahí duele, más y más el cuerpo va cambiado y toma la forma animal de una hurona el pelaje negro con partes blancas y las patitas pequeñas y queda frente al cazador como la hurona que era

-Listo esto es todo…ya viste, ya estas contento con lo que viste…algo más que puedas contar como anécdota de que has visto un cambia formas pequeño…date por servido y ahora abre la puerta y déjame salir…- rodé los ojos poniéndolos en blanco pero sabía que el no podía entenderme y que solo escucharía un chillido salir de mi boca lo que me produjo una satisfacción y una sonrisa en mis labios mientras señalaba la puerta para indicarle que ahora debía dejarme salir…

Off: disculpa la tardanza

por **Ruggero Rosso** Jue Ene 10, 2013 11:55 am

El inquisidor notaba la incomodidad de la cambiaformas, pero las ansias de él crecían. Ruggero dio dos pasos atrás. Y cuando lo amenazó se echó a reír. - De acuerdo mujer, no la buscaré, no levantaré un registro para la iglesia de vuestra naturaleza. Seréis la abominación que sois, oculta en la apariencia de la fragil niña para todo mundo. Sin embargo, yo no respondo por mis demás compañeros y no iniciaré una cruzada en vuestra defensa... ambos, anda ya - y la cambiaformas comenzó la transformación.

Los huesos se escuchaban crujir, se volvía pequeña, las facciones de su delgado y pequeño rostro habían desaparecido dando lugar a la cabeza de un hurón, su pelaje negro y esas patas blancas la hacían indistinguible. Si Ruggero no había sido testigo de la transformación, creería imposible lo sucedido, - ¿y se decían por qué ofendían a Dios, suficiente no es destryendo las leyes de la física, de la naturaleza? - le espetó y entonces la vio de pie, chillando cosas que Ruggero no comprendía, pero se imaginaba de que se trataba.

Así que el inquisidor camino hasta ella y sacó la daga que había clavado antes entre las piernas de mujer, miró a los pequeños ojos de forma descarada, pero no hizo más que enfundarla y con un movimiento de cabeza, una reverencia forma le indicó que todo estaba bien.

El inquisidor le dio la espalda y caminó hasta la puerta, quitó el seguro y la abrió en su totalidad, mostrando los pasillos alumbrados con una luz mortecina producida por las velas. Ruggero volvió a caminar, no quería ver de nuevo a la niña, ni a su aspecto animal y sabía que para darle confianza de salir como alma que le sigue el diablo, tenía que alejarse de la puerta.

- Ala, ve a la libertad -

por **Eleonor Divella** Lun Ene 21, 2013 3:18 pm

- Ala, ve a la libertad -

Libertad…como si eso fuera fácil de hacer o de disfrutar…aquel cazador lo miré aún con dudas pues no me fiaba de los hombres y menos de aquellos que pertenecen a la cosa esa de la iglesia…me daban un repelús completo lo miré de pies a cabeza dos veces mientras en mi rostro pequeño se dibujaba una línea en lo que sería mis labios de incierto y desconfianza…y no era de esperarse con todas las armas tiradas por ahí….

Así en vez de darle la espalda iba caminando de espaldas mirándole mientras mis patas se movían hacia atrás y podría vigilar todos los movimientos de él…le vio abrirle la puerta y eso le hizo confiar en algo así que salió corriendo de aquella habitación no sin antes hacerle una seña con su dedo del medio, aquella seña que había aprendido en altamar…y así salió corriendo como alma que lleva el diablo hasta la puerta principal…que para mala jugada estaba cerrada así que trepando entre las cortinas para lanzarse a la ventana y poder salir por ahí…no sin antes echar un último vistazo al lugar…

-Puff ya se porque no me gusta venir aquí y menos siendo humana- bufa mientras se bota y caer al suelo mojado…la lluvia había mojado el lugar y para ser sincera me había mojado el pelaje lo que me hacía más lenta y pesada…y de paso me hacía más rara y fea pero eso es de otro asunto… -Al menos ahora no tengo que preocuparme por ese sujeto- solté un poco de aire y luego comencé a caminar lentamente ya lejos de aquel lugar de infierno y libre sobre todo libre para ser quien era…

Y la calle aguardaba y provee a sus hijos muchas noches de aventuras incluso en lluvias...pues no paso ni unos minutos que otra victima a mis patas cayó llenando el vació que aquel inquisidor dejó cuando me quitó el anillo de aquel sacerdote....pero esta vez el botín era más grande y tenía más que un anillo...era un par de aretes...

Aveces la vida nos da sorpresas y sobre todo cuando uno se salva de la muerte

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Líos...Liosos...que solo te da a Liar (Ruggero Rosso)

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