Altaïr Dragoi

-Nombre del Personaje:
Altaïr Răzvan Dragoi

-Edad:
Su cuerpo carga con 37 años, que a gracia de Diana aún mantiene la lozanía de un moso de 24, algo no tan común para los de su estirpe, pero bastante conveniente para su persona.

-Especie:
Licántropo

-Tipo, Clase Social o Cargo:
Extranjero/Clase alta

-Orientación Sexual:
Heterosexual

-Lugar de Origen:
Braşov, Rumania

-Habilidad/Poder:
~Sanación acelerada
~Visión Compartida y Visión Remota
~Memoria sobrehumana:

-Descripción Física:

Sus ojos eran demasiado fríos pero demasiado difíciles de ignorar por su impenetrabilidad.

Su estatura es un factor predominante de su aspecto, alcanzando sin mucho esfuerzo el tamaño de un abedul jóven, 1.89 para ser exactos. En la otra mano cabe recalcar que su musculatura delata una rutina rigurosa y constante; muy a pesar de que su adquirida naturaleza lupina le diese un plus a su de por si marcado cuerpo, es visible el trabajo fisico que lleva día con día con numerosos ejercicios. Poseé bastante fuerza física acompañada de una gran agilidad.

Aquellos ojos de pirita, siempre habían sido un punto focal en su ser: Profundos y penetrantes como aquél metal, inquisidores con una ferocidad inigualable, no le resultaba nuevo el hecho de quien mirase en ellos poco pudiera encontrar, al contrario llenaba al enemigo con un temor inmenso. Ha perdido cualquier atisbo de humildad y benevolencia; Frente y cejas prominentes, de facciones duras y agresivas capaces de dejar helado a quien se atreva a retarle o a mirarle de frente. De cabello largo y ondulado que suele caer sobre sus hombros revelando su rebeldía y su ascendencia bien arraigada en sus venas, su aspecto fisico al igual que sus facciones, demuestran a un hombre de acción y las cosas rápidas que gusta de resolver sus asuntos con eficacia y cumplir sus metas sean cuales sean, a cualquier costo. Poseé un aura de fuerza y violencia, su naturaleza es reservada y hermética, caótica por demás. Atrayente como los viejos lobos pero mucho más mortífero rodeándose de un aura de misterio.

-Descripción Psicológica:

Tiende a ser decidido y lleno de opciones, y le resulta fácil tomar decisiones por su cuenta, y por cuenta de otros también. También es extrovertido, pero es mucho menos intenso, debe recalcar que su momento de socializar generalmente es impulsado por un beneficio o plan.
La manera en que creció le ha hecho encontrarse a gusto con la actividad. Para él la vida es actividad. No necesita que el medio lo estimule; antes bien él estimula al medio que lo rodea con sus ideas, planes, metas y ambiciones inacabables. No vacila ante la presión de la opinión ajena, sino que adopta posiciones definidas frente a las cuestiones, no le asustan las adversidades; más aún, éstas tienden a alentarlo. Su tenaz determinación generalmente le hace tener éxito donde otros fracasan porque él sigue empeñado en la tarea cuando otros se desalientan.

Sus años ante otros lo han etiquetado como un líder nato. Y muy a pesar de todos esos años
su naturaleza emocional es la parte menos desarrollada de su temperamento. No siente compasión por otros fácilmente, ni lo demuestra ni lo expresa. Con frecuencia se siente incómodo frente a las lágrimas ajenas, o simplemente le disgustan, y en general es insensible a sus necesidades.

Reconoce rápidamente las oportunidades y con igual rapidez descubre la mejor forma de sacarle provecho. Tiene una mente bien organizada, aunque suelen aburrirlo los detalles innecesarios. Tiende a poner la mira en la meta que quiere alcanzar teniendo en cuenta las posibles trampas y escollos en el camino siempre y cuando sea algo necesario de revisar. Tiende a ser dominante y autoritario y usa a la gente sin vacilación a fin de lograr sus fines. A menudo se le considera oportunista, pero saben que toda acción que requiera liderazgo, motivación y productividad él estará a pie de cañón para asegurarse de que funcione.

Formula sus ideas y tiene ese espíritu de aventura que lo lleva a lanzarse en direcciones nuevas. No se limita tampoco a sus propias ideas; a veces oyen hablar de algo util y el la toman como bandera.

En contrapeso es extremadamente hostil. Algunos aprenden a controlar su ira, pero de toda su familia, él es quien siempre deja una erupción de violencia como posibilidad. No le llevó mucho tiempo comprobar que los demás generalmente se asustan de sus estallidos de enojo y de que por lo tanto podía valerse de su ira como un arma para conseguir lo que quiere- y generalmente lo que quieren es salirse con la suya. Su enojo es enteramente diferente a otros con los que se lidia y empeoró después de ser atacado; puede herir a los demás con toda intención y gozarse de haberlo hecho; da portazos, golpea la mesa con el puño, maltrata lo que o quien esté a su alcance. Cualquier persona o cosa que se le cruce en su camino, que retarde su progreso, o que deje de funcionar en la medida de sus expectativas, no tardará en experimentar la erupción de su cólera. No se le pasa el enojo fácilmente, sino que por el contrario puede arrastrar su encono durante un tiempo increíblemente largo. Tal vez sea ésta la razón de que a su edad la mitad de su cuerpo haya sufrido más heridas que un terrateniente común.

Cruel cortante y sarcástico. Nadie pronuncia con su boca comentarios más ácidos que el, quien está preparado con un comentario cortante que es capaz de aniquilar a los que se sienten inseguros y demoler a los menos combativos. Raras veces titubea cuando quiere cantarle las cosas claras a alguien o hacerlo papilla. En consecuencia, va dejando un reguero de casos psíquicos y de personas heridas por donde pasa. Frío y sin afecto. De todos es el quien evidencia menos afecto y se neutraliza ante la idea de hacer alguna demostración pública del mismo; su rigidez emocional rara vez le permite derramar lágrimas. Insensible y desconsiderado.

Similar a su natural falta de amor es la tendencia a que sea insensible a las necesidades de los demás y desconsiderado acerca de sus sentimientos. Se muestra neutral en muy pocas cosas y terco en todo. Astuto y dominador. Una de las características que lo marcan es su inclinación a proceder con astucia a fin de lograr lo que quiere. Raras veces acepta un no como respuesta y con frecuencia recurre a cualquier medio necesario para alcanzar su meta.
Cuando necesita un favor, puede transformarse casi en un hombre caballeroso y angelical en su capacidad persuasiva, pero en el momento que se le da lo que busca, se olvida de que te conoció.

-Historia:

El hombre antes de ser lobo, siempre fue precedido por un detalle negativo; orgullo. ¿Cómo podría negarse de tal menester emocional, siendo que las lineas de su sangre se enterraban en el fondo de Brașov desde ya más de 14 generaciones? Al nacer bajo aquél tejo lo primero que había insuflado de vida a la criatura era ese mismo sentir, orgullo por ser el primogénito, por ser quien llevaría en alto a los Dragoi a futuro. Sobre sus hombros siempre se cargó el deber de mantener en alto la honra de la familia, siendo desde pequeño una criatura de carácter regio. El tiempo pasa y el cuerpo de aquél infante deja a flote la figura de un guerrero por demás atractivo, mientras su tan conocido temperamento comienza a forjarse para solo dejar en claro que será otro orgullo de la casa de los Dragones. Comienza luchando en su temprana adultez en las batallas territoriales, ganando varias vidas en su lista y haciéndole acreedor de los más altos honores dentro de su árbol genealógico. Habían depositado el lastre de aquél linaje y el blasón cuasi real; ya que si bien no era parte del gobierno regente, si ostentaba con un apellido tan fuerte y viejo como para poder ordenar a diestra y siniestra cualquier aspecto relacionado a la política, mirando desde lo alto con desdén aquél pueblo oculto entre los Carpatos.

Sin embargo su vida no se movía solo entre la guerra y la estrategia. Sí, había sido criado a mano dura como cualquier joven boyardo, pero a la par poco a poco se le acostumbraba a toda la parafernalia que su título pudiese obsequiarle; Vivíendo entre cacerías, libros, alquimia, festividades, alcohol y excesos, lujos que por su condición y fortuna se podía permitir como ritual diario, corrompiendole día con día hasta alcanzar su médula. Todos esos gustos pasaron vanagloriandose de la bestia que dedicaron a forjar; ese carácter inclemente como las borrascas, abrasador como el fuego incontrolable de las hogueras y frívolo como el invierno de su tierra natal. Contadas eran las personas que tenían su consideración más que para un fin propio y pocas veces su corazón lograba ser invadido por algún latido puro entre tanta suciedad. Nadie ni nada lograba hacer que el mayor de los Dragoi sentase cabeza, aunque ante los ojos de Vasile, era el hijo que con todas sus fuerzas había deseado para ocupar su lugar. No había nada más que pedir para Altaïr, tenía fortuna, potencial en la guerra y a pesar de comportarse como el peor de los perros con las mujeres, una corte completa a su disposición que podía rendirse ante una sola sonrisa de aquél demonio.

Y justo esa maldita sonrisa le sentenció. Una mujer, la peor de las deshonras para un hombre infame como lo era él, fue quien lo llevó a su fin, al comienzo del mismo y donde continua hasta hoy. Bien le habían presagiado que debía moderar sus costumbres, controlando su lascivia y su temperamento. Las runas de una de sus mucamas que tanto le cuidaba le habían presagiado aquél ave de mal agüero, pero el hombre, obstinado por naturaleza pasaba por alto aquellas palabras consternadas. Varios carromatos de zíngaros que eran cubiertos por su blasón habían ocupado el terreno contiguo, ya le eran familiares por que habían sido atados al favor de los Dragoi incluso antes del nacimiento del mismo Altaïr. Solo había algo que había llamado su atención; una muchacha de cabellos de miel y ojos de la más pura esmeralda. Su piel se hallaba medianamente mermada por el sol de las distantes tierras pero eso no hacía más que causarle un deseo casi enfermo. No supuso dificultad alguna acercarsele, mucho menos que esta cayese en sus manos.

Muchas noches fueron las que la tuvo en su lecho donde compartía con mayor embelesamiento las mieles de la lujuria junto a ese rayo de sol. El sol siempre sucumbe a la luna y como suponía, al cerrar su ciclo, alzándose en la bóveda como la brillante perla que era, el sol volvió a ceder, para no brillar de nueva cuenta. Durante aquella noche de luna llena, yaciendo junto al cause del río que colindaba el terreno de su palacio, una enorme bestia irrumpió en la obscura tranquilidad que les rodeaba, atacando a la muchacha y acabando con ella como si de una varita de abeto se tratase. Altaïr lleno de toda aquella tóxica adrenalina tomó aquél regalo que su finita dama le había entregado, un kiliç hecho meramente de plata, con la cual atacó el costado del animal. La sorpresa no fue haber podido hacer que el engendro aullase de dolor, sino que antes de asestar aquél golpe, hubiese alcanzado a morder su hombro con fuerza desgarradora; El arma había caído al costado, al igual que aquella masa de pelambrera y músculo, que ante sus ojos poco a poco fue tomando el aspecto de un mozuelo que era parte de aquella caravana de carromatos.

A sus gritos de orden acudieron los hombres que resguardaban su zona, obedeciendo la clara orden de arrastrarle a las catacumbas y enterrar el cuerpo del perecido rayo de sol. Esperó a que el astro rey alcanzase la cima de las montañas tiñendolas de aquél fuego fatuo para encontrarse nuevamente con el extraño joven. Adolorido pero orgulloso se puso cara a cara con el herido muchacho, quien apenas delataba unos quince años y exagerando.

Qué eres y qué has hecho -Ordenó con voz monocorde mientras levantaba su rostro con la misma arma que había usado anoche en su contra- Una sola palabra de mi parte y toda tu gente arderá, así que apresura la lengua.

Levantó el rostro, mirándole sumamente cansado. Altaïr había visto esa mirada muchas veces en sus víctimas y eso solo le hacía suponer que a nada estaba de poner un pie con sus ancestros- Cada noche de luna llena, cualquier pecado que hayas cometido en vida te atormentará... Perderás tu razón, la conciencia con la que convivía tu bestia se verá mellada y tus carnes se dominarán por su fiereza. Tomará tu cuerpo, reventando tus huesos en dolor y aumentando cada aspecto de ti. La bestia que tanto alimentaste florecerá.

Miedo. Por primera vez su piel se había erizado por aquél sentimiento, recorriendo cada maldita vena y parte de su cuerpo- Matenlo, lentamente. Quiero que arda, que se quede sin aire, ahoguenlo, hagan con su cuerpo lo que les plazca. Matenlo - Vociferó mientras salía de aquél castillo. Sin palabra alguna cargó con sus propias manos unas cuantas pertenencias, aquellos avales que le abriría muchas puertas el considerable tiempo que estaría fuera de su tierra, además de monedas y demás. Escapó en su corcel, rojo como aquél sol que lo despidió al atardecer, quien fue el primero en sufrir su transformación. Tal cual como había sido escuchado de la boca del maldito, había perdido toda conciencia de si, hallando su camino retirado por bastantes yardas, con las ropas destrozadas y sus pertenencias desperdigadas por aquí y allá.

Muchos ciclos pasaron hasta que Altaïr, extranjero de sus tierras se había asentado en distintas partes por su andar. Bucarest, bucovina, bralia, siguiendo el cauce del Danubio y bajando hacia las tierras francas. Su piel al igual que su alma fue corrompiendo su lozanía, llenandose de tinta allá a donde sus pies lo guiasen, cada vez más lejos de lo que fue. Su camino se detuvo en Francia, donde una noche cerca de un lago, idéntico a donde todo había empezado para él, la bestia volvió a reclamarle; si bien nunca era consciente ni responsable de sus actos, recordaba con suma precisión cada detalle y acontecimiento. Aquél en particular era de los que solía recordar con mayor facilidad que todos; En el bosque colindante de ese cuerpo de agua podía ver a una fémina, de curvas poco visibles quien vociferaba lastimeramente letanías en latín mientras a cada golpe impregnaba el aire del aroma de óxido y piel.


-Datos extra:
Entre sus hombres era conocido como Diavol por la poca clemencia, humildad, honestidad y pureza que pudiese tener en su cuerpo.

Después de sufrir temor por primera ocasión, ha brindado un apoyo medio hacia las iglesias, creyendo que así redimirá una parte de su tortura aunque no se aleje de su camino.

Aquél bosque se ha vuelto su zona predilecta para tomar forma.

Corregido.