Cuando quieres soledad, o huir del día a día... (Kaleth Lebron)

por **Cécile S. Dupont** Dom Sep 16, 2012 10:49 am

Necesito salir de la ciudad. Agobia, aunque es más seguro que vivir a la intemperie, completamente sola, como ya me ha pasado. Aún así, si pudiera elegir, no cambiaría una casa de piedra por la libertad que te dan las zonas rurales. No hay normas, ni ruido, no acabas desorientado en callejones sin salida y otros sitios oscuros.

Las puertas de París quedan atrás. Por unas horas podré volver a ser lo que era antes, y eso me anima. Sin rumbo fijo y con tranquilidad, voy avanzando, olvidándome de mis hasta ahora desastrosos intentos por cambiar de vida. No hay nadie, al principio me inquieta. Tras varios días rodeada de más gente, puede decirse que me he acostumbrado un poco al ruido, aunque no del todo.

El tiempo pasa, y el bosque sigue en silencio. A lo lejos, entre los árboles, veo una mancha. Parece que no estoy sola, y hay quien dice que este lugar no es seguro por las noches, aunque de momento no lo sea. No será para tanto. Peor es París. ¿Quién, o qué, puede ser? No es cuestión de meterse en vidas ajenas, pero de algún modo, él, o ella, es diferente al resto. E igual a mí. ¿Quién andaría solo por un bosque, oyendo lo que se oye tras esos muros que he dejado atrás?

Con desconfianza y sigilo, así he sobrevivido yo durante mucho tiempo, antes de acabar donde estoy ahora. Me acerco, aunque no dejo que me vea, y trepo a una rama de un árbol cercano, no muy lejos del suelo.

por **Kaleth Lebron** Dom Sep 16, 2012 1:10 pm

Ese día había decidido dar unas vueltas por los bosques y recoger algunas plantas y especias que me servirían luego como ingredientes para pociones y/o hechizos. Ahora que empezaba a ponerme al día sobre brujería gracias a Calypso aprocechaba para empezar a llenar la despensa de provisiones. Aunque todavía no tenía despensa, pues tenía que comprar una casa, aunque mi maleta era suficiente grande como para empezar a llenarla de botes llenos de ingredietnes.

No era de noche. Sin embargo era por la tarde y no hacía mucho sol, ya mismo empezaría a marcharme de casa, pues por los bosques a determinadas horas de la noche salían las criaturas de la oscuridad y era mejor prevenir que curar. Al fin y al cabo, nunca sabes lo que puedes encontrarte. Estaba estudiando la corteza de un árbol y comprobando que poseía las características identificativas concretas para saber que se trataba de la corteza que necesitaba. Lo tenía todo apuntado en una pequeña bitácora e iba señalando con una pluma si poseía dicha característica u otra completamente diferente y que no me interesaba.

De momento todo coincidía con lo que buscaba, pero no era la corteza que deseaba encontrar, pues poseía cierto tipo de estrías que no coincidían con la descripción. Así que me di la vuelta para seguir con la indagación cuando me tope cara a cara con una joven muchacha. —Vaya —dije sorprendido—, no la he oído venir. ¿Qué le ha traído por aquí, señorita? — pregunté cortesmente y sacudiéndome el hombro con la mano, pues tenía un poco de tierra.

Miré a un lado y a otro, no parecía que viniera acompañada. Era extraño que una mujer joven paseara por el bosque habiendo poca luz. Pues era peligroso. Incluso no era recomendable que un hombre frecuentra sitios como ese a tan poca luz y a tan larga distancia de la ciudad o de las autoridades, que se encontraban más internos en la metrópolis. —Perdone, yo me llamo Kaleth, es un placer —le informé inclinándome ligeramente a modo de saludo.

por **Cécile S. Dupont** Dom Sep 23, 2012 8:53 am

Esbozo una sonrisa. Le veo escribir mientras examina cada árbol, debe de tener estudios, y dinero. No sé qué hace alguien así aquí, cuando en la ciudad no tendría ningún problema. -Soy Cécile, lo mismo digo. En cuanto a su pregunta... puede decirse que no me gustan demasiado las ciudades. Y a usted, ¿qué le ha traído por aquí? ¿Estudios?-Tal vez le tenga algo de envidia. Estudiar es tener dinero, y tener dinero significa llevar una vida cómoda. Aunque me gusta mi vida, por el hecho de no tener que cumplir normas, no niego que la mayoría de las veces es dura, aun teniendo visiones que, se supone, pueden ayudarme.

En realidad, creo que ya sé lo que es, solamente quiero asegurarme. Si efectivamente es un brujo, no creo que tenga problemas para defenderse, aunque si se hace de noche ninguno de los dos podremos hacer mucho. -Sobretodo ahora. Dicen que hay seres extraños que salen por la noche... Aunque nunca he visto ninguno, preferiría no encontrarme con ellos.

Espero no haberle asustado. También es cierto que esas historias suelen oírse bastante, aquí, en el campo, en todos lados, así que no le supondrá ninguna novedad, imagino. No es una forma muy agradable de empezar a hablar con alguien, pero es algo común, historias y rumores que se cuentan en las ciudades, o entre viajeros.

por **Kaleth Lebron** Mar Sep 25, 2012 12:15 pm

Le devolví la sonrisa de nuevo y mientras cogía algunas cortezas del suelo la escuchaba atentamente levantando la vista un par de veces hasta que dejé de recoger en el suelo y me quedé mirandola, escuchandola atentamente y con mi usual cortesía de siempre. —Interesante, bueno, a mi la ciudad, si le soy sincero me encanta, aunque a veces me gusta descansar de ella y dar un paseo por la naturaleza, tranquilo y sin nada que me agobie, lejos del murmullo de la gente —le dije sonriendo—, y he aprovechado para coger algunos materiales que necesito. La verdad es que no, he venido por trabajo, acabo de sacarme el título de derecho y vengo a ejercer a París —terminé contándole.

Cada vez era más de noche, sería mejor salir de allí y volver a las luces los sonidos de la ciudad. Guardé las cosas en mi maleta modificada mágicamente para aumenar su tamaño interno. —Bueno, será mejor salir de aquí cuanto antes, pues como bien dice no me gustaría encontrarme a alguna criatura de la noche. —Empecé a caminar lentamente para aumentar el paso o parerme dependiendo de lo que aquella dama decidiera hacer. Era guapa, parecía bastante joven, le echaba unos 20 años, menos. La verdad es que irradiaba fuerza y valentía, y eso me hacía sentir bien. Además parecía muy simpática, también me despertaba cierta curiosidad por conocerla mejor.

—¿Y usted que hace por aquí, y a estas horas de la tarde y más aún... sola? —pregunté sonriente y curioso—. ¿Es usted de la ciudad? —torné a preguntar, tenía la sensación de que me caería muy bien. Y más aún, cuando empezaramos a entabalar una conversación más animada.

por **Cécile S. Dupont** Sáb Sep 29, 2012 10:31 am

Juez, abogado, o a punto de ocupar algún cargo así. Vaya, tiene más dinero del que pensaba.-No soy de París. Vengo del campo,-comento, no quiero contar demasiado, no vaya a ser que aparte de licenciado en derecho sea un cazador o un inquisidor, aunque creo que no es el caso. -y por eso prefiero pasar el tiempo aquí. Nunca he estado en ninguna ciudad, más que unos días, y no acaba de gustarme demasiado. Si por mí fuera, me quedaría aquí, en el bosque.-Decido bajar del árbol, estar ahí arriba empieza a cansarme, y me pongo a su altura. Además, ya anochece... -Pero ya sabe lo que dicen.

Me pongo en camino, algo apenada por tener que irme, pero las puertas de la ciudad se cierran al anochecer, y dicen que este bosque no es como cualquier otro. Curioso, todos dicen lo mismo. Un terreno al que es mejor no acercarse, pues nunca se sabe qué puede pasar. Pero éste en concreto me asusta. Puede que por estar tan cerca de inquisidores y cazadores, que podrían estar en la ciudad.

Como si se confirmara lo que acabo de decir, se oyen lobos a lo lejos. Nada que no haya oído antes, pero en este preciso momento, no es algp adecuado. Puede que, por primera vez, quiera irme de aquí. -Puede que las historias sean ciertas, después de todo.-murmuro, preocupada.

por **Kaleth Lebron** Lun Oct 01, 2012 12:17 pm

—Bueno, en París hay muchos campos, pero creo que la entiendo —dije sonriendo y caminando hacia adelante en sentido opuesto al bosque—. ¿Entonces sólo está de pasada? Esta ciudad está muy buen y tiene sus comodidades, incluso hay zonas más rurales sin tanta luz ni murmullo. De hecho, cuando tenga ahorrado lo suficiente, tengo pensado a ir a vivir a una de esas zonas que no están ni lejos ni cerca del centro de la ciudad y que además son sitios realmente cómodos donde vivir, con casas suficientemente espaciosas como para estar a gusto —empecé a comentarle—. Al menos según me he informado, porque por ahora vivo en una taberna. Yo también soy nuevo —le dije sonriendo y asintiendo inconscientemente.

Justo al acabar de hablar escuché aullidos a lo lejos, lo que me hizo girarme instintivamente y buscar entre la oscuridad, pero no vi nada. Entonces torné a girarme y aceleré el paso ligeramente esperando que ella hiciera lo mismo para no tener que ralentizar de nuevo. —Será mejor que nos apresuremos, si no me equivoco, dentro de nada comenzará la cacería y le aseguro que no me gustaría estar presente para verlo —dije saltándo un fino tronco que había en el suelo.

Ahora se empezaban a ver las luces de la ciudad y los centinelas que vigilaban las puertas que daban al bosque ya estaban tocando las campanas. Por lo que tenía entendido, en el momento que empezaban a tocas, daban un margen de diez minutos hasta cerrar las puertas. —Bueno, y dígame, ¿Sabe ya dónde va a pasar la noche? —continué para relajar el ambiente de miedo que en esos momentos teníamos, al menos por mi parte.

por **Cécile S. Dupont** Dom Oct 07, 2012 2:07 pm

-¿Así que tampoco está acostumbrado a las ciudades? Más que yo, seguro.-me apresuro para ponerme a su altura, algo apenada por tener que irme. Pero mejor es estar tras las puertas de París que al otro lado, a punto de ser parte de una cacería.-Aunque me viene bien saber que no todo es ruido en esta ciudad. No sé dónde voy a pasar la noche. Tan sólo llevo en París unos días. ¿Cuánto tiempo lleva usted aquí?

Las campanas siguen sonando, al igual que los lobos siguen aullando, aunque con menos claridad. Las puertas de la ciudad ya se ven a lo lejos, aún abiertas. Decido correr. Cuanto antes esté ahí, mejor, aunque, ¿quién iba a decir que llegaría a pensar esto? Nunca he dejado de temer a los lobos.

No falta mucho para llegar. Si bien querría no cruzar, sería sospechoso. Y peligroso, si hay licántropos por los alrededores. ¿Quién no querría la seguridad de su casa? No soy una excepción. Mi casa está aquí, aunque tenga que compartirla con seres de la noche.

Las puertas se cierran, a sólo unos metros de entrar en la ciudad.

por **Kaleth Lebron** Miér Oct 17, 2012 5:36 pm

Aceleré el pado junto con mi compañera, justo a tiempo para entrar en la ciudad, pues unos pasos más adentro y ya estaban cerrando las puertas. El bosque de noche era escalofríante y más si escuchabas esos terroríficos aullidos que además te hacían pensar que estabas observado, vigilado y al acecho. —La verdad es que no, no del todo, pero ya he tenido contacto con una, algo más pequeña que nuestra majestuosa capital. —Soñando empecé a viajar a la universidad en la que estudié, pero volví en mi rápidamente. —Yo estudié en una pequeña ciudad del norte —terminé contándole.

Era una buena y agradable compañía. —No llevo mucho tiempo, siceramente, sólo unas semanas de hecho vivo en una Taberna no muy lejos de aquí, más o menos tres calles más hacia arriba. —Pensé en la posibilidad de mostrsrle aquella taberna con alguna habitación disponible que, aunque humildes eran muy cómodas. —Si quieres puedo enseñarte el lugar, ya que no tienes donde dormir, puedes pedir una habitación, no es muy caro —le propusé de buen grado.

Seguíamos caminando y a mi me empezaba a entrar el sueño, pero no ralenticé el paso, ibamos a buen ritmo y por una parte tenía ganas de llegar para poder dormir, pero aquella encatadora dama era más intersante y ahora que habíamos empezado a conocernos ¿tenía que acabar tan pronto? No, claro que no.

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