Tardes Intreminables [Bonnie & Clyde]

por **Calypso N. Jones** Mar Sep 25, 2012 12:11 pm

Se volvió a sentar en la silla por tercera vez esa tarde, seria ya el cuarto te que se hacía, de momento. No tenía nada mejor que hacer, esa tarde solo había pasado un cliente y solo para curiosear a ver que tenía en la tienda, después… nada. En parte lo entendía, ya que quizás las tardes de entre semana y más en lunes, a la gente le apetecería descansar un poco por la tarde, bueno los que podían, ya que la gran mayoría se pasaba horas y horas tramando para sacar su familia a delante, pero bueno… ya basta de pensar en los demás, aunque no tenía nada mejor que hacer. Se apoyo en el sillón que había detrás del mostrador y dio un sorbo al te que estaba en sus manos, demasiado caliente, se había quemado la lengua.

Mientras se resignaba a que se le pasara el dolor, Calypso miro hacia su derecha: Hermes seguía allí, seguramente igual de aburrido que ella. Pero allí en su pedestal aparecía imponente frente el sol que entraba por el cristal de las ventanas, sus alas negras tenían algún reflejo casual que las embellecían y su único ojo también negro brillaba como un orbe encendido. La verdad ese cuervo había evolucionado mucho desde que se lo encontró, al menos ahora parecía vivo. Al ver una animal tan imponente, le dio un poco de pena verlo ahí parado, así que le indico que se posara en su brazo. El así lo hizo, la verdad pesaba un poco, pero aguantaba bien su peso. Entonces se dirigió hacia la puerta y la abrió, una brisa de viento le dio en la cara, pareció revitalizarla un poco, tampoco mucho. Entonces al salir, Calypso retrocedió el brazo para darle una señal a Hermes de que había de elevar el vuelo. Entonces cuando estiro el brazo el cuervo alzo el vuelo y mientras se iba alejando pensó que al menos uno de los dos se lo pasaría bien esa tarde, aunque fuera cazando ratas en la área metropolitana.

Se fijo en la calle de su negocio, normal que se aburriera, si es que no había ni un alma. Tan solo una pareja al fondo de la calle, no estaba segura de si se estaban alejando o aproximando. Ya le era igual, Calypso entro en la tienda y volvió hacia detrás del mostrador. Allí se volvió a sentar en su sillón y cogió el té, dándole seguidamente otro sorbo, estaba ahora un poco mas tibio. Calypso pensó que para matar el tiempo podría hacer alguna pócima o releer algún libro de conjuros que estaba arriba en el almacén con sus suministros o quizás reformular alguno de sus ungüentos “milagrosos”. No estaba segura, pero lo de que si estaba era que primero se acabaría ese te tan rico que la había salido.

por Invitado Mar Sep 25, 2012 10:18 pm

El sonido de los cascos de los caballos comenzaban a compasar la respiración de Bonnie, ella venia durmiendo desde hace rato debido a la falta de descanso nocturno en la noche anterior, él se recostó sobre la cabeza de la chica, hasta la última punta de su cabello olía a pureza, no estaba contaminada con la suciedad de la muerte al igual que él, sin embargo ellos compartían la misma carga sobre sus espaldas, los dos se supone debían ser un matrimonio normal pero no lo eran, se amaban, eran almas gemelas, nacieron para estar juntos, pero no estaba enamorados, ellos no eran una pareja romántica, lo que es más, eran algo parecido a una familia, compartían algunos lazos en su árbol familiar pero nada cercano, más cercanos eran los hilos de su destino.

Bonnie suspiro sobre su hombro, Clyde la sentía pequeña recargada sobre él, para la mala suerte de los dos su trabajo aun no terminaba, había escuchado sobre ella desde hacía obstante tiempo, ninguno de los dos quiso creer los rumores de que una bruja anduviese suelta en parís, sin estar registrada en el sistema de los cazadores parecía pasar desapercibida pero el primo Isley hablo acerca de eso, menciono que la mayoría de los sobrenaturales se delataban por una u otra razón, pero que esta eran tan obvia mientras que al mismo tiempo tan poco sospechosa que era difícil que los cazadores la miraran como una amenaza.

Claro que ese trabajito habrían de hacerlo después de que la mujer ayudase a Bonnie, si bien Clyde estaría más que a gusto con apuntarle con su revolver en la cabeza aun necesitaba de ciertos trabajos para que su pequeña Bonnie estuviese bien, últimamente parecía más delgada de lo que ya era, con la suficiente fuerza como para levantarse pero no para hacer cualquier otra actividad de las que ameritaban su trabajo. Cuando llegaron ella se levantó casi como por instinto, su trastorno del sueño aun no la afectaba lo suficiente como para que a la par de las ruedas ella se levantase del asiento

- Es aquí Clyde??-Pregunto ella sintiendo las manos de él ayudándola a bajar, la sostenía de la cintura para que no se cayese ahora que el tiempo afectaba la vieja herida en su pierna, Bonnie se sentía un poco inútil cuando hacia eso pero no le quedaba otra opción de modo que recibió la ayuda con gusto, avanzaron hasta la puerta sintiendo los tenues rayos de luz a sus espaldas, Clyde tuvo que quitarse el sombrero de copa para pasar por la puerta correctamente buscando con los ojos a la dueña- Buena Tardes…-Susurro ella mientras sus ojos se movían por todos lados escudriñando dentro de la tienda.

por **Calypso N. Jones** Sáb Sep 29, 2012 8:25 am

Seguía apoyada en el sillón detrás del mostrador, dándole un sobo a su te, cuando de repente vio unas figuras delante de la tienda. Eran una pareja, pero detrás del cristal se veían distorsionadas, quizás le habría de dar un repasito a los cristales si ya estaban sucios. Para su sorpresa entraron dentro de la tienda: primero la mujer y después el hombre. Primeramente se fijo en la mujer, no parecía muy sana, a demás su blanquecina tez no ayudaba a dar una imagen muy saludable, parecía desfallida o algo por el estilo, de verdad la estampa era muy extraña. Luego fijándose en el hombre vio que al menos uno de los dos estaba, o al menos parecía que estaba bien. La verdad una pareja algo inusual, pero que podía decir ella sobre lo inusual.

- Buenas tardes y bienvenidos a mi humilde tienda – dijo mientras se levantaba y dejaba el té en el mostrador, al lado de la caja. – En que puedo ayudarles, encantadora pareja – esa vez ni se esforzó en hacer una sonrisa falsa, simplemente arqueo sus labios para no dar una imagen frívola de ella misma. La pareja se acerco un poco, supuso, para mantener un poco mas de conversación.

La tienda, aunque hubiera abierto hace unas semanas aun había cajas por el suelo, aunque la mayoría de productos, mezclas y disoluciones ya estaban en su sitio, faltaban un par de cajas que acabar de colocar en sus respectivos estantes y ene le almacén. Pareció que la chica no vio una de esas cajas; evidentemente se tropezó dejando caer su cuerpo hacia Calypso. Esta, en un acto reflejo, la cogió para que no se estampara con el suelo. Al contacto con la piel de la chica noto algo raro, pero fue tan efímero que no pudo leer bien su aura - ¡Cuidado! – Dijo mientras la incorporaba – No sea que los primeros clientes de la tarde se me estampen por los suelos – dijo de forma irónica – Siento mucho, a veces lo dejo todo desordenado – Dicho esto Calypso, aparto la caja con una leve empuje con sus piernas y la dejo a un lado – ¡Ahora sí! En que puedo ayudarles.

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