De caza en la penumbra. (LIBRE).

por **Drusila Lestrange** Lun Oct 08, 2012 1:20 pm

Al fin llegó el momento que toda criactura nocturna ansía con locura. El sol se puso, y con ello, un manto de oscuridad absoluta recorrió cada una de las calles de la ciudad, como una marea negra ansiosa por devorar hasta el último rincón. Las farolas aún no habían sido encendidas, por lo que para los humanos era prácticamente imposible caminar sin tropezarse, y para los vampiros era muy facil alimentarse.

Drusila salió a la calle extremadamente hambrienta, pues como cada día, se veía obligada a permanecer confinada en sus aposentos mientras el sol estaba fuera. Tan solo había dado unos pasos, cuando encontró a una presa. Era una joven de clase baja, de ropas sucias y roídas, delgada y hermosa que parecía haberse perdido en la noche. Caminaba a tientas, tratando desesperadamente de encontrar una fuente de luz, o una mano amiga con la que sentirse a salvo. Drusila, que normalmente suele matar a sus víctimas de forma fugaz (su madre le había enseñado que estaba mal jugar con la comida), se colocó rápidamente tras ella y antes de que se percatara de su presencia, ya había clavado sus colmillos en el cuello de la joven. Succionó y succionó hasta que no quedó ni gota de sangre, tras lo cual soltó el cuerpo sin vida de la muchacha y éste se desplomó en el suelo.

Drusila sacó un pañuelo marfil reutilizable de su bolso y se limpió delicadamente la sangre de su boca, pues aún siendo vampira conservaba los buenos modales que aprendió en vida.
Aunque acababa de matar a la joven, aún se sentía hambrienta, así que se dispuso a buscar a su próxima víctima. Había decidido emprender el viaje, cuando escuchó ruidos detrás de sí. Había alguien observándola (probablemente desde que salió de la residencia), pero éste no era un humano, pues no sentía su corazón bombear sangre, así que optó por permanecer quieta, en silencio, e intentar adivinar la naturaleza del ser que la espiaba. Notó que el ser misterioso se acercó hacia ella, así que se giró y se dispuso a atacarlo, a saltar sobre él y golpearlo hasta la muerte. Lo hubiese hecho de no ser porque no había nada. O al menos nada visible.

por **Billy Elliot** Lun Oct 08, 2012 2:19 pm

Era de noche, la gente andaba por la calle, a veces salía en esos momentos de oscuridad para pasear pues encontraba gracioso ver como algunos se tropezaban y movían torpemente por la falta de luz, y otra cosa de las que me gustaba hacer : asustar a los que me parecían que malos.

En un callejón vi a una chica, joven, pero mayor que yo, parecía perdida, como si no conociera aquella parte de la ciudad. La seguí, mi invisibilidad permitiría mantenerme a salvo de su vista, era gracioso ver como de vez en cuando movía la cabeza buscando, yo no sabía qué, quizás su casa... de repente algo terrible sucedió, de la nada apareció otra chica, esta muy diferente a la otra, saltándole encima como si fuera una bestia atacando una persona.
Una imagen apareció en mi mente, un bosque, la oscuridad y algo que se movía, de repente dolor, pude sentir un dolor intenso que me hizo volver en mí, para cuando vi lo que me rodeaba, la muchacha graciosa a la que seguía estaba en el suelo, no se movía ni parecía respirar y la otra estaba de pie.
- Es un monstruo!- pensé - Le ha hecho daño!- mi mente era un mar de imágenes dolorosas, hasta tal punto que noté comolas lágrimas empezaban a deslizarse por mis mejillas, entonces lo decidí: Huiría bien lejos de allí.
Empecé a alejarme, cuando algo apareció de nuevo en mi mente, una tercera chica, dijo : - No billy, quédate con ella!- Me paré de golpe, que fue eso? con quien debía quedarme? Di media vuelta, tal vez con la chica del suelo?

Me acerqué de nuevo a la escena de antes, todo seguía igual, y quedé paralizado de miedo, el monstruo seguía allí.

por **Drusila Lestrange** Miér Oct 10, 2012 12:52 pm

Drusila sabía que aquel ser no suponía ninguna amenaza, pues lo sentía. Por otra parte, Rayo de sol, su fiel compañero felino, jamás se acercaba a un extraño, a menos que se tratara de niños o de cualquier otro ser indefenso. Y éste era uno de esos casos. El gato se acercó hasta donde se suponía, estaba el ser invisible, y acarició lo que podría ser una pierna, con sus largos bigotes.

Fue entonces cuando Drusila utilizó su poder de telepatía e indagó en la mente del susodicho, violando su intimidad a su antojo. Muchos pensamientos abordaron su cabeza... Miedo, dolor. Pero lo que le sorprendió fue descubrir que el invitado sorpresa se trataba de un niño. Fantasma, para ser exactos.

- ¿Acaso no sabéis que es de mala educación espiar a los adultos? - Espetó, tratando de parecer enfadada. Acto seguido, abrió su bolso conjuntado con su vestido negro, y sacó un tarro con un líquido blanco. Lo abrió y volcó su contenido sobre el ser invisible. Era realmente molesto hablarle a la nada; ahora al menos podía hablarle a una figura humana de leche.

El gato la miró, enfadado. Si pudiese hablar, seguro la habría maldecido por tirar de esa forma su comida. No obstante, no iba a permitir que se perdiera totalmente, por lo que se avalanzó sobre el "fantasma de leche" y comenzó a lamerlo. La estampa era tan graciosa que Drusila no pudo evitar estallar de risa. Pero de pronto, se sintió extraña; ya no recordaba cuándo fue la última vez que se rió de esa forma. Tal vez ocurriera incluso cuando aún era humana.

por **Billy Elliot** Miér Oct 10, 2012 2:21 pm

La chica seguía tumbada en el suelo, no se movía, aquella escena me tenía paralizado y mis problemas aumentaban; ahora la chica monstruo que la había atacado se acercaba a mi, sin saber muy bien el porqué, mi cuerpo no respondía, me encontraba totalmente visible, de pie, plantado como un pino. En mi interior sentía el deseo de huir pero algo en mi, profundo y muy lejano me decía, casi me ordenaba que me quedara allí, la voz que me había detenido parecía intentar convencerme que ese era mi lugar, como si alguien me necesitara ahí.

De repente un tacto extraño me hizo volver en mi, mi cuerpo estaba cubierto de una fina capa de... leche? Al cobrar la total conciencia podía ver como la mujer monstruo estaba echándome por encima toda una botella de leche a lo que un gato, que a saber de dónde había salido, pareció gustarle, pues se encontraba lamiendo mi pierna.
En otras situaciones el líquido habría atravesado mi cuerpo sin más, pero en aquel momento de confusión parecía que mi corporeidad estaba activa y retenía aquello que me tiraban encima.

- No hagas eso... NO HAGAS ESO!- grité enfadado, fue entonces cuando usando mi telequinesis que la leche se desprendiera de mi cuerpo, fue como una pequeña explosión blanca que apartó de mi todo aquello que había a mi alrededor, gato incluido.

- Eres un monstruo!- grité - Has hecho daño a esa muchacha!- sentía que controlaba totalmente mi cuerpo y habilidades, ahora era visible pero nada podría tocarme, fijamente me quedé mirando a la chica monstruo de la que se deslizaban gotas de leche por la cara.

por **Drusila Lestrange** Vie Oct 12, 2012 11:29 am

Tan pronto como el chico fantasma quedó empapado de leche, sin saber cómo ni por qué, se produjo una explosión y el felino salió despedido. Por suerte, los gatos siempre caen de pie, y éste salió airoso de aquel impacto. No obstante, este comportamiento enfadó a Drusila, la cual, tras haberse limpiado la cara con un paño de seda, se trasladó en milésimas de segundo junto al chico y le agarró el cabello, tirando de él con energía. - Lo que acabáis de hacer no fue muy acertado. Debéis saber que aunque estéis muerto, puedo provocaros un dolor inmenso, tan horrible que desearíais no haber regresado al mundo de los vivos. - Y soltó su cabello. - Pero no lo he hecho y no tengo intención de hacerlo, así que más os vale portáos bien. -

Como si hubiese olvidado por completo lo ocurrido, Drusila cambió el tono de su voz, siendo ahora mucho más cálida y amigable de lo que lo había sido hace unos segundos. - ¿Y bien, cómo os llamáis, querido? Yo soy Drusila Lestrange, y se podría decir que soy nueva en la ciudad. - Mientras hablaba, hacía una reverencia de una forma un tanto cómica. - ¿Por cierto, no nos hemos visto antes? Vuestra cara me resulta familiar - Y era cierto, aunque no recordaba dónde. De lo que sí estaba segura es que ella no había sido la causante de su muerte, porque nunca olvida las caras de sus víctimas, por muchas que sean.

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