El despertar [Boudica]

por **Remington Talbot Colton** Mar Oct 09, 2012 10:20 pm

La noche era seca y tranquila, con el aire lo suficientemente fresco como para mantener a un hombre en las puntas de sus pies. Arriba, una luna menguante cabalgaba en lo alto del cielo, lanzando una luz fantasmal a los caballeros reunidos. El hombre parado en la oscuridad, frente al enorme y antiguo árbol de roble era un miembro del clan de los Talbot, ninguno de ellos presente en esta ocasión. Su alfa saldría del pueblo aquella noche, acompañado de su beta para un encuentro muy importante en parís. Todos estaban en la plaza de la villa en medio de un banquete de despedida. Precisamente el alfa del clan no estaba presente, no… estaba ahí, frene al árbol sagrado, alejado de la multitud, con la ropa cubierta de pieles y la mirada fija en el roble, la luna apenas y se filtraba entre el claro haciendo su figura de arriba de dos metros visible.

Remington no estaba en la celebración, pues había algo que necesitaba hacer antes de marcharse, algo que debía hacer a solas, apenas con la ceremonia que el mismo podía hacer se acercó al frente del árbol y una de sus rodillas todo el suelo. Como alfa, él no se arrodillaba ante nadie, pero para lo que iba a hacer, podía mostrar el debido respeto, apoyo ambas manos en su rodilla en alto y cerrando los ojos comenzó a hablar, en un llamado bajo, con palabras que viajaban en el viento acariciando las formas del enorme roble.

Boudica…
Ven, El camino de la luna se abre delante de ti
Desde tu secreto reino como océanos a la media noche
Acércate al cruce de caminos con tus lobos salvajes
Tú que fluyes con lo feroz, corre ahora con nosotros
Guíame al bajo mundo, tú de sabiduría antigua
¡Negra como la noche, roja como la sangre!
Sabia como el tiempo, siempre permanente...
Conduce mi corazón en el mundo con los espíritus
¡Guía este círculo sagrado más allá del velo!
¡Guían en sabiduría y deja a mi corazón hablar sinceramente!¡Bouidica!
Ven, calma todos mis miedos...
¡En el silencio plateado de la luna!
¡En los aullidos de lo salvaje!
¡Desde el Reino de la transformación!
¡Muéstrame la realidad del renacimiento!
¡Boudica concédeme tu presencia!
¡Ven, y guíame!

Conforme las palabras avanzaban podía sentir el aire fresco moverse a su alrededor, formando una frisa y después un viento notable que movía sus cabellos y sus ropas llenándose poco a poco de un calor irreal, apenas una tibieza que penetraba dentro de sus ropas sin afectar a las mismas, un calor que iba directo a su piel. Solo una vez había sentido algo así y había sido en su iniciación, abrió los ojos suavemente y vio las hojas secas del árbol danzar alrededor de este, la luna llenar de un brillo ligero el árbol entero, no…no era la luna, era el mismo brillo, opaco y tenue, pero venia del árbol mismo. El viento fue cesando, el brillo aminorando y el calor alejándose de el, como si le hubiese tocado y ahora comenzado a tomar forma. Del árbol una figura femenina y fantasmal pareció surgir, sus ropas amplias y ligeras le hablaron de muchas…muchas generaciones atrás y aun así no parecía extraño a sus ojos. Había obtenido la respuesta que deseaba pero se sentía como si en el fondo no hubiese esperado una respuesta.

-boudica…- susurro reconociendo a su ancestro- he de partir esta noche- hablo directamente, nunca había sido bueno para dar rodeos- se ha convocado a un nuevo concilio en parís, parto esta misma noche.

por **Marcheline Boudica** Miér Oct 10, 2012 9:48 pm

Para ella ya no hay nada de este lado, todo lo que fue suyo está perdido en la oscuridad de sus recuerdos, desde hace mucho tiempo que no siente nada más que preocupación, preocupación por sus hijos y su descendencia que vagan sin rumbo en este mundo putrefacto, lleno de decisiones equivocadas, de momentos inconclusos y sobre todo situaciones peligrosas. Ella no puede cerrar completamente los ojos, y si lo hace mantiene atenta sus oídos para que cuando sus hijos la llamen ella pueda levantarse inmediatamente a socorrerlos.

Sin embargo hace tiempo que ella no escucha la voz de algún Talbot pedirle ayuda, ella escucha sus voces durante el ritual de sucesión en la que entrega una bendición a aquellos que cree son los elegidos para guiar al resto de sus hermanos durante su estancia en la tierra, al igual que cuando muera será quien los guie al sitio donde descansan los guerreros de su descendencia, será marque el camino del resto hacia la opulencia o el desastre.

Esa noche sin embargo escucho la voz de un hombre, ella lo conoce perfectamente, es el nuevo alfa de los Talbot quien acude a su presencia, pronunciando su nombre e invocándola una vez más en la tierra. Afuera todo se siente plano, no hay algarabía como cuando es llamada durante los rituales de la aldea, ella aparecerá explícitamente para una persona que sin duda se encuentra en alguna situación para la que quiere concejo, el tiempo le ha dado la capacidad de darlo, pero el alfa Colton, quien es según sus cuentas el alfa actual no le parece el tipo de hombre que necesitase concejo.

Presurosa trato de responder al llamado lo más rápido posible, sin embargo el ritual tiene su significado, no es puro protocolo como muchos brujos piensan, ella debe pasar por un proceso antes de levantarse de entre de las raíces del roble hasta llegar al tronco, entonces comenzara el proceso de desprendimiento en el que su alma tomara forma corpórea aparentemente separándose del árbol.

Ella se siente recorrer cada rama y hoja del árbol, la naturaleza se convirtió en su segundo cuerpo cuando el primero fue enterrado bajo la tierra para dejarse pudrir, sus sentidos despertaron por completo respirando sin dejar realmente que aire entrara dentro de su ahora nuevo cuerpo, gracias a las raíces Marcheline siente a las personas que la rodean, solo uno delante, muchos dispersos a lo lejos, los animales, el paso del agua en el lago que se encuentra situado al norte de la villa Talbot, incluso puede sentir a los pequeños hierbajos comenzar a crecer poco a poco.

Boudica se desprende en un momento del tronco, de las ramas se formaron sus manos mientras que su rostro apareció de entre los hundimientos en el árbol. El cabello de Marcheline baila con el viento nada más tomar forma, este ya no posee ese brillo característico de los vivos, ahora las pintas de deshacen en humo amarillo que desaparece y quema como el fuego, sus ojos son como los de la mortaja, peligrosos, llenos de lo que su existencia significa: Muerte.

- Aaah hace tanto tiempo...-dice con una sonrisa tenue formándose sobre sus labios-Tanto tiempo desde que Togodumno fue convocada al primer concilio hace más de cien años…-Marcheline guarda un prudente silencio antes de continuar- Pero eso ya lo sabes-La fantasma avanza a paso ligero, casi acariciando el con sus pies descalzos el pasto verde que rodea al árbol sagrado agachándose hasta quedar frente al actual alfa, dedicándole una divertida y curiosa mirada, su mano se coloca sobre su propio rostro con la expresión de una madre que mira a su cría- Que es lo que desea Alfa Colton??-Pregunta en un tono suave

por **Remington Talbot Colton** Mar Oct 23, 2012 12:18 am

Colton la vio aparecer, ella era impresionante, sabia que su antepasado debía haber muerto cerca de los cien años, ella debía tener una apariencia de una mujer entre los cuarenta y los cincuenta, no estaba muy seguro, sin embargo, la mujer que apareció frente a el tenia un rostro indescifrable, el conocimiento y la madurez se reflejaban en ella, apenas con un par de símbolos de edad en pequeñas líneas de expresión que eran visibles solo en su forma corpórea, misteriosa y hermosa también la sentía cálida, como una madre, pero al mismo tiempo inspiraba respeto. Como la matriarca que era.

-Casi dos siglos y medio- le informo pese a que sabia que para ella el tiempo era relativo, no pasaba de la misma forma en que pasaba para el, antes le habían dicho que para la matriarca el tiempo era apenas escenas esporádicas en las que participaba, el debía ser posiblemente el quinto alfa que ella conocía de manera tan personal- y lo se matriarca, es parte de nuestra historia y de nosotros mismos.

Casi sonrio ante la imagen de la mujer, ella se veía como el, joven pero como antes lo habia pensado con ese aire maternal que le relajaba- necesito de ti matriarca, un nuevo concilio fue convocado, se que debo ir, es una oportunidad única y puede marcar el destino del clan, pero temo por mi gente. Me ire hoy mismo con mi beta, solo iremos nosotros dos, somos lo suficientemente fuertes como para cuidarnos a nosotros mismos y de esa manera no dejo la villa desprotegida, pero no se que encontrare exactamente alla, he dejado isntrucciones precisas pero los tiempos cambian no es como en tiempos de mi predecesora y como mujer creo que ella podia sentir el camino que tomaba, todos los grandes logros de este clan han sido hechos por una mujer. Se que no debería ser una variable consistente pero temo no poensar lo suficiente en mi gente como para protegerlos adecuadamente, necesito consejo, necesito guía y necesito saber que mientras voy a ese concilio abra alguien aquí que les cuide como debe ser, te necesito a ti matriarca- le hablo, era relativamente fácil hamabrle a la mujer, quien mejor que ella podia entender actualmente sus sentimientos por su gente? Por su responsabilidad? No creiq ue existiera alguien mas.

por **Marcheline Boudica** Jue Feb 21, 2013 9:09 pm

El Nuevo alfa esta parado delante de ella, es increíble como pasan los años, mas increíble aun es que para Marcheline parece que eso no ocurriera, sin importar cuantas horas, minutos o segundos corran ella se mantiene igual que el día de su muerte, bueno, con la excepción de que su corazón no late mas, ya no es corpórea, ya no es alguien que pertenezca a este lado del mundo, mas bien, es un alguien que espera a que llegue el momento preciso para marcharse, que anhela el descanso y lo repudia a la vez, porque si su alma no vuelve a despertar nunca mas, significaría que el ultimo de los Talboth a muerto.

- Lo dice joven alfa y apenas puedo creerlo-Los ojos de la muerta se llenan de añoranza, como si esperara que el resto de las alamas se levantasen de sus tumbas para hacerle compañía, pero sus queridos hijos ya se encuentran sumidos en aquel placentero sueño, y ella no piensa dejar que sean molestados, todos ellos ya han cumplido su misión de este lado, ahora solamente queda que sean convocados para dar nacimiento a una nueva vida, la cual espera, este destinada a hacer cosas tan grandes como la anterior.

Los ojos de la mujer se posan sobre el nuevo guía evaluándolo durante unos segundos, tiene todo y un poco mas de lo que se necesita para ser un líder, puede ver la sangre de la familia corriendo por sus venas, casi tan intacta como la del resto de los alfas que se han paseado por la manada, pero algo diferente alcanza a apreciar, quizás es porque se trata de un líder nacido en tiempos especiales, pero sabe que Colton llegara lejos, marcara su época porque esta estará llena de momentos difíciles, sus niños necesitaran entonces de el para salir adelante.

- Y que es lo que necesita de mi alfa Colton?-Exclamo sonriendo, a ningún alfa se dirigió antes como “Alfa talboth” pues es su deber darles a cada uno de ellos la individualidad que se merecen, ya que tan claro como el agua, todos ellos formaran parte importante del legado de una nación, por lo tanto todos ellos deberán tener su reconocimiento, además, en una parte profunda y egoísta del fantasma desea que ella sea la única “Alfa Talboth” que a existido en la manada.

- Entiendo, usted alfa Colton desea que me convierta nuevamente en la guardiana de estas tierras-Cabía aclarar que nunca dejo de serlo, sin embargo, cuando su espíritu se encuentra dormido existe una pequeña cosa que hace la diferencia, ella no puede levantarse del suelo y extender sus manos hacia aquel que ose dañar a sus hijos, simplemente debe conformarse con hablar al chaman quien se encargara de alertar al resto, nada mas se le tiene permitido hacer cuando se encuentra en medio de su letargo

- Le aseguro que cuidare de estas tierras como e lo hecho alrededor de todos estos años, ¿Eso apacigua su alma Alfa Colton? Porque le aseguro que la templanza es algo que deberá demostrar cuando se presente en el concilio-Boudica no miente, simplemente quiere estar segura de que Colton caminara a paso firme por el sendero que se le a impuesto, él no lo sabe, pero un futuro lleno de responsabilidades le esperan a partir de ese momento, responsabilidades mayores a cuidar solamente de la villa, no, él no lo sabe, pero ella no planea adelantar la sorpresa.

por **Remington Talbot Colton** Jue Feb 28, 2013 12:17 am

Remington tomo aire como si el ambiente de la villa pudiese impregnarse en el, como si pudiese tomar de su alrededor el poder y el valor que necesitaba para emprender aquel camino que sabía no sería fácil. Algo había en su futuro, en aquel viaje que agitaba su corazón, había algo que le inquietaba y era eso mismo lo que le impedía quedarse tranquilo.

-mi único temor es mi gente, partir no me preocupa ni los peligros que me puedan esperar, peleare con fuerza y valentía, mantendré el honor de nuestro linaje pero si llegase a caer, si acaso mi propia fuerza no fuese suficiente ni mi juicio adecuado entonces no hay nadie más que usted matriarca como para poder mantener al clan unido, nadie más podría sacarlos de la confusión y la inseguridad en la que caerían, no hay sucesor aun de mi sangre y temo, aun más que el hecho de verles perdidos, por que fuese posible que entraran en batallas sangrientas por un poder embriagante que les hiciere derramar la sangre de hermanos contra hermanos.

Levanto la vista al árbol del que Marcheline había salido y miro las hojas ser acariciadas por la brisa nocturna, era el árbol al que siempre había acudido en momentos difíciles, en los que la sola cercanía del mismo le calmaba, en las que podía imaginar y casi sentir los brazos cálidos de la madre del clan acunándolo y susurrándole consejos al oído, ahora le tenía ahí enfrente, consiente y visible y no sabía exactamente que sentir, era como si fuese un sueño. Al menos era un buen sueño, con ella cuidado a su gente entonces no tenía nada que temes.

-escuchando esas palabras de tus labios ya no temo a nada, pero descuide tampoco caminare como un tonto embriagado por la seguridad directo a mi perdición, guardare prudencia y una dosis concreta de desconfianza para este viaje. Ahora creo que es tiempo de que me despida de mi gente, desean hacer una oración de despedida por mí y no quiero quitarles el gusto. No tenemos aún un chamán reconocido para la manada, pero Adrien se quedara a cargo de todo, nuestro ejecutor. Hay algo que debas decirme antes de marchar?

Ella le había observado desde el principio como si supiese algo sobre el que el mismo desconocía, como si viese algo importante que el ignoraba.

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