Detras de una sensual apariencia - Privado

por **Bernard Liusse** Miér Oct 10, 2012 6:55 pm

Se sentó en una de las butacas centrales, desde donde podía distinguir un palco específico, aquel donde una bella dama se encontraba absorta contemplando la obra de teatro. El en verdad no estaba prestando demasiada atención, no era por que el teatro le desagradara o no fuera de disfrutar veladas sociales y artísticas. El problema era que, él hacía mucho tiempo que no se tomaba un tiempo para si mismo. Toda la semana había estado siguiendo a una mujer que le parecía en extremo particular. Algo en ella lo inquietaba. No era solo el hecho que siempre la encontrara cuando la noche se enseñoreaba en la ciudad, ni que su piel fuera en extremo blanca casi trasparente o que sus labios rojos y sensuales atrajeran la mirada indiscreta de muchos hombres o ese halo de sensualidad que la rodeaba. Lamentablemente, tenía mas que ver el hecho que él hubiera estado investigando la muerte de varios niños de la calle a manos de un ser que les quitaba casi toda la sangre y que los dejaba agonizante. Uno de aquellos pequeños le había contado, antes de morir, que una hermosa señora se había acercado y que luego se les olvidaba todo volviendo a tener conciencia cuando despertaban en algún callejón detrás de los burdeles mas alejados de la ciudad. La investigación lo había llevado hasta las puertas de una mansión un poco destruida de donde salió aquella hermosa mujer. Dicha construcción se encontraba a una relativa distancia de los sitios donde se produjeron los ataques.
La descripción de la asesina coincidía en parte con la mujer, por eso aquella noche se apostó en la vereda opuesta de la calle y esperó paciente a que su presa se moviera. La vio salir de la mansión, tomar un coche de alquiler y dirigirse hasta el teatro. No había podido, todavía, descubrir su identidad, pero estaba seguro que tras esa noche, descubriría mucho más que su nombre. Se tocó la barbilla, como todas las veces que algo lo preocupaba e instintivamente se cercioró de tener las armas en su lugar, debajo de su abrigo. Miró hacia el palco donde se encontraba su presa y se dibujó en su rostro una sonrisa –Que escondes, detrás de tanta elegancia y sensualidad – pensó – no importa cuanto me lleve, lo descubriré.-

por **Ayline Grigory** Miér Oct 17, 2012 1:14 am

Hac mucho que disfrutaba tanto de un espectáculo, se ve que se habían esforzado para conformarlo, y lo hubiera disfrutado aun mas de no haberse encontrado un cazador en el lugar, al cual no había sido necesario mirar para saber que estaba ahí, y ella podía olerlo bastante bien, deseaba estar segura de que el ya la hubiera tomado en cuenta para convertirla en su presa, luego de manera fugaz lo busco, estaba casi al frente se su palco, tenia los ojos clavados en ella, decidió que ya era tiempo de marcharse del lugar, y al parecer la noche seria mas divertida de lo previsto...

Se levanto de su lugar y comenzó a bajar con una delicadeza unica, finalmente cuando desapareció de la vista de todos, avanzo de forma inhumana hasta una puerta que daba al salón donde guardaban los instrumentos, y lo necesario para hacer sus puestas en escena, aguardo un momento para darle la oportunidad al joven de no perderle de vista, si el tenia preguntas que hacerle, ella estaba dispuestas a contestarlas, sea lo que sea...no le temía en lo mas mínimo

Solo cuando estuvo segura de que el la había divisado, entro al salón, este era enorme, tenia un gran ventanal que daba a la parte posterior del teatro el cual mostraba una hermosa panorámica del jardín trasero, no encendió vela alguna, ya que para ella la luz de luna que entraba por las ventanas era mas que suficiente para ver todo con completa claridad, se sentía en su territorio, encontró un enorme piano de cola, y sin mayor esfuerzo lo movió hasta el costado del ventanal, limpio un poco el asiento, y comenzó a tocar algunas notas para amenizar el ambiente, la música la relajaba y la hacia sentir magnificas sensaciones, era como si fuera trasladada a otra dimensión y esto le encantaba, así pues continuo con lo suyo mientras aguardaba la llegada de su acompañante, el cual por el cambio en la densidad del ambiente, no se encontraba tan lejos...- Que esperas para entrar? - dejo la pregunta en el aire, el cual estaba cargado con su aroma...

por **Bernard Liusse** Miér Oct 17, 2012 7:01 pm

Se levantó de su siento en cuanto divisó que aquella mujer lo hacía, lentamente se fue acercando al salón donde la había visto entrar. Cada vez le parecía mas sospechosa – que hace una mujer entrando sola a un salón aoscuras y sin acompañante – pensó mientras llegaba a la puerta que cuando se disponía a accionar el picaporte, la puerta se abrió lentamente unos milímetros.

Por aquella abertura se podía escuchar un bella melodía – ¿un concierto privado? O ¿el aperitivo de la cena? – se dijo mientras sus labios se ensanchaban en una sonrisa divertida. Siempre le pasaba lo mismo cuando se acercaba el momento de una cacería. Le costó unos segundos acostumbrarse a la oscuridad de la habitación, al hacerlo pudo distinguir los objetos e instrumentos que se encontraban acumulados en el lugar. Junto al amplio ventanal de cortinas blancas y de gaza, bordadas con hilos de plata resaltaba la figura esbelta, hermosa y femenina de aquella mujer que sentada al piano tocaba una música que a Girolamo le parecía que con ella lo intentaba manipular. Pero Giro tenía muchos años de práctica y muchas luchas encima, aunque no podía dejar de admirar la bella forma de tocar y lo sensual que era aquel ser.

Se acercó mas aun hasta estar a pocos pasos del piano. No había nada que lo asustaba y después de tanto tiempo hasta la caza le estaba aburriendo. En esta ocasión quería conocer mas de cerca a una de esas criaturas que por tantos años había cazado sin conocer sus sentimientos ni sus vidas.

- ¿Aburrida de la velada? – Preguntó de forma irónica – ¿esperando que la cena llegue a vuestra mesa? - Le dirigió una mirada cargada de curiosidad y diversión. Solo esperaba que esta bella fémina no tuviera ninguna conexión con los decesos de aquellos pequeños.

por **Ayline Grigory** Miér Oct 17, 2012 9:38 pm

La verdad ella había logrado diferenciar su silueta desde que cruzo el lumbral de la puerta, toda sospecha que tuviera sobre la naturaleza de el se había disipado, era un humano, pero no uno común y corriente, claro que no, de otra forma no hubiera sido tan impertinente en seguirla, pero ahí estaba acortando cada vez mas la distancia entre ellos, hasta que se tuvo de pie junto a ella, al escuchar sus palabras, no pudo evitar la amplia sonrisa que se dibujo en su rostro haciendo que sus ojos se entrecerraran...

Levanto sus ojos para enfrentarse a su mirada, el joven era atractivo, eso no iba a negarlo, pero ellos representaban un peligro para el otro, y no debía bajar la guardia en ningún momento con el, dejo de tocar haciendo que la ultima nota resonara en el salón - La verdad joven, ni lo uno, ni lo otro, el espectáculo ha estado magnifico, lamentablemente es difícil disfrutarlo del todo cuando se tiene a alguien observándola por tanto tiempo - aquello era cierto y el lo sabia, no había despegado la mirada de ella, examinándola completamente, estaba claro que estaba mas pendiente de ella que de la obra - Por otra parte debo decirle que ya cene - de echo de no haber encontrado a ese abusador de mujeres en los callejones, estaría pensando seriamente en beber del joven, el cual olía bastante bien...

Encontrándose así tan cerca de el podía sentir el calor que emanaba su cuerpo - No cree que su maniobra de seguirme, fue un tanto arriesgada? - ella sabia que el conocía su naturaleza y estaba claro que ella también, de otro modo el no se hubiera arriesgado a llegar hasta ahí, sabia que el tenia preguntas para ella, de no haber sido así, ya la abría atacado, pero no, incluso fue capaz de dirigirle la palabra en cuanto entro, y realmente sentía curiosidad de saber que era lo que buscaba de ella

por **Bernard Liusse** Jue Nov 01, 2012 12:52 pm

Sonrió ante la respuesta que, aquella hermosa mujer, le daba y lamentó en sobremanera que dejara de tocar. Se acercó al extremo del piano de cola, poniendo una leve distancia entre los dos y apreciando como los rayos de luna iluminaban esa generosa mata de cabellos. Deseó tocar sus manos esa cabellera, oler el agradable aroma que despedía esa fragancia demasiado atractiva y sensual. Cerró los ojos mientras inspiraba aquella fragancia que inundaba toda la habitación, sus manos acariciaron la lustrosa madera y los últimos rastros del sonido de aquella voz entre melodiosa y sensual llegaron a sus oídos. Sus labios se curvaron en una suave y dulce sonrisa.

- Me alegro que vuestra merced, se encuentre en perfecto estado y pido disculpas si mi curiosidad llevó a que vuestra velada se frustrara – se produjo un silencio, el cual no era incomodo pero que permitió que Girolamo ordenara sus pensamientos. – Lamento que dejarais de tocar ya que vuestra música es tan dulce y melancólica que fue atrayendo mis pasos hacia vos y aunque pueda pensar que solo vivo para mis deberes también tengo el derecho de tomarme algunas noches libres – su sonrisa se expandió, en una generosa y cristalina risa – o acaso no es posible conceder una tregua, aunque mas no fuera por una noche para conocer al enemigos, para tratar de entender lo inentendible a mi pensamiento.

Apoyó sus brazos, en la cola del piano abierto, buscando una posición más cómoda y volvió a pedir que le obsequiara aquella mágica música. – Si me prometéis mantener este limbo creado por la extraordinaria melodía os juro que los dos saldremos ganando, pues no hay nada mejor que descubrir que el contrario, es en verdad un reflejo de nuestras propias flaquezas. Dadme la sorprendente tarea de conoceros y probad hacer lo mismo conmigo.- Miró el rostro de aquel ser, que aunque su esencia había cambiado y las sombras se enseñoreasen de aquella extraña y a la vez milagrosa criatura, en el fondo seguía poseyendo la dulzura de una mujer. Lo podía sospechar en las notas que sus delicadas manos hacían llorar al piano.

- Podríamos comenzar presentándonos, Mi nombre es Girolamo – hizo una inclinación entre teatral y divertido, inclinando la cabeza y levantando el rostro para mirarla – no es necesario apellidos, ni títulos, solo con los nombres es suficiente, pues en este limbo no necesitaremos mas. Ahora os toca ¿cual es el nombre de tan bella criatura? – dijo mientras volviendo a su postura original inclinaba hacia un costado su cabeza y miraba curioso aquel rostro de facciones delicadas y ojos de un color semejante a las esmeraldas mas bellas que recordara.

por **Ayline Grigory** Dom Nov 04, 2012 1:39 pm

Realmente Ayline no esperaba aquellas palabras, si había estado observándola, casi vigilandola, no era lo mas lógico que deseara atacarla ahora? pero no el joven deseaba conocerle, solo el escuchar sus palabras la hacia sonreír, la verdad no había conocido nunca a un cazador que se tomara "noches libres" menos si tenia una criatura como ella, lista para comenzar una mini-guerra entre ambos - Sus intenciones me toman por sorpresa señor Girolamo, pero las recivo de buena manera por su puesto - volvió a tomar posición en el piano, dejando que sus dedos bailaran sobre las teclas, y dejando que la música envolviera nuevamente el lugar se presento - Mi nombre es Ayline... y mi pasión simplemente esto... - confeso mirando el majestuoso instrumento en el cual había tomado lugar...

Termino una de sus melodías favoritas, la cual le dio un toque siniestro a la sala, detuvo sus manos y las deposito en sus piernas - Me alegra que disfrute de esto - le dijo al joven mientras se levantaba y comenzaba a rodear el piano, acariciándolo con su mano izquierda, hasta llegar al lado de el, y clavando sus ojos en los ajenos agrego - Para mi es un placer tener su compañía esta noche, y la idea de tener una tregua por hoy, me parece fantastica - lleno innecesariamente sus pulmones de aire, el cual mezclado con la esencia de su acompañante tomaba un aroma mucho mas dulce - Y dígame Sr. Girolamo, siempre disfruta de venir a lugares como estos, o alguna razon especial lo hizo venir a parar hasta aqui? - le pregunto, dejando que una ligera sonrisa se dibujara en sus labios - O me va a decir que el teatro realmente es uno de sus pasatiempos? - comenzó a acercarse cada vez mas a el hasta tenerlo a escasos centímetros de su cuerpo...

A pesar de la "paz" que se habían propuesto, Ayline nunca bajaría del todo la guardia, ya había tenido altercados con humanos como el, y no deseaba terminar mal ella, decidió examinarlo aprovechando que lo tenia mas cerca, y que la luz de luna daba mas abasto para hacerlo, era un hombre atractivo y se mostraba imponente de igual forma, joven, aunque para ella todos parecían jóvenes, no pudo evitar reír al pensar eso, no todos los días pasa esto, pensó, deseaba conocer mas de el, el porque de sus acciones y los motivos que lo llevaron hasta ella.

Decidió aventurarse aún mas, dio otro paso al frente dejando su rostro a escasos centímetros del de el, desde ahí era capaz se sentir el calor que emanaba de su cuerpo, y los incitantes latidos de su corazón, llevo su mano al pecho de el, quería sentir la vida ajena, sintió una relajación única, y con su mano libre tomo la mano de el - Cuantas "vidas" has tomado con estas manos Girolamo - de seguro no eran mas que las que ella había arrebatado, pero aún así, eso era lo que dejaba al descubierto que ellos no eran tan diferentes...

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