Un Petit Dessert [Privado/Venus]

por **Seth Von Lichtenstein** Vie Oct 12, 2012 10:17 pm

Gimoteos ahogados brotaban de la boca de la afortunada elegida de aquella noche, producto del dolor o placer que el ser nocturno causaba con sus labios posados en el cuello, ademas de las manos que constantemente acariciaban desde las rodillas hasta los muslos bajo la gruesa capa de telas del vestido, si alguien les viese en tan comprometedora postura pensaría que se trataba de una cortesana que en cualquier callejón se dejaba magrear de esa forma, sin embargo la situación era más profunda de lo que se veía, tan profunda como los colmillos clavados en la carne del cuello, cuya acción había provocado una herida tan honda como para drenar la preciosa sangre que humedecía el paladar. Al cabo de un par de minutos los gemidos cesaron así como la pulsación cardiaca indicando que la muerte había llegado, con cuidado el vampiro desclavó los caninos para así relamer su boca, al hallarse en un callejón oscuro y lejano, simplemente dejó caer el cuerpo sin vida, descuidado y deshumanizado del origen de la muchacha. Limpio sus labios posteriormente con un pañuelo de lino, el cual guardó en el bolsillo interno del traje elegante que traía, una gabardina negra… - Las mujeres parisinas son realmente suculentas. - Manifestó en su soledad, dando media vuelta sobre su propio eje para alejarse.

Al cabo de unos minutos de caminata, entre las solitarias calles de ese sector de París observó algo que inevitablemente captó su atención, en la lejanía, aproximadamente a unos 10 o más metros de distancia, caminaba una hermosa dama, ese aire europeo de la portadora de tan atractiva figura merodeaba sola entre las calles, Seth no pudo evitar sonreír, había alguna mujer tan arriesgada para salir sola a esas horas? ingenuamente y por la lejanía pensaba que se trataba de una humana, el aroma que percibía básicamente era el de aquellos clásicos y finos perfumes parisinos que eran tan famosos en toda europa. Aunque acababa de beber se sentía dispuesto a continuar… En completa capacidad del uso de sus habilidades se movilizó hacia la joven de cabellera castaña, ubicando sin pensarlo la diestra sobre el hombro. - Buenas noches… Cherié. - Con un acento algo tosco se dirigió a la susodicha, se notaba que no era originario de esas tierras.

por **Venus Anthea Luna** Lun Oct 15, 2012 2:14 pm

- Una noche mas - murmuro la castaña saliendo de su cama mientras unas sirvientas a su servicio acomodaban todo para que esta se pudiera alistar - El Borgoña - menciono sin ver si quiera a la chica que se estaba encargando de escoger su vestido mientras se acercaba a las que la ayudarían a asearse, vestirse y acicalarse para salir.

- A donde piensas ir ahora - pregunto la voz en su cabeza - No estoy segura creo que recorreré un rato las calles en busca de algo de alimento o terminare mordiendo a una de nuestras chicas - respondió mentalmente para su hermana pues era una conversación mental la que mantenían mientras las sirvientas la alistaban.
- No... eso no, ellas no tienen que ser mordidas siempre han sido fieles a nosotras -
- Lo se, se que no quieres hacerles nada aunque sabes que con una orden mía nos darían hasta su vida -
- ¡NO! lo prohíbo... mejor ve no se al bosque y aliméntate de algún animal de hay eso nos dará mas tiempo -
- No, no haré eso... es que no vez que morimos de hambre -
- Si lo se pero... -
- Pero nada... haré lo que yo quiera y es mi palabra final y ni intentes tomar el control pues en este momento sabes que soy la mas fuerte y te podría lanzar a lo mas recóndito de nuestra mente un rato así no oírte -
- Esta bien tu ganas ya no diré nada pero eso si procura esperar un poco mas y no mates a nadie... procura que no sea una buena persona - termino rindiéndose pues sabía que en ese momento no podría con su hermana ambas tenían hambre y estaban débiles pues estaban casi en su límite de no alimentarse por su culpa por no alimentarse cuando tenía el control de ambas y ahora no podía hacer nada pues Anthea tenía de su lado el instinto de supervivencia.

Terminada la discusión mental de las mellizas la menor de ellas tomo su bolso y salió de la residencia para empezar a caminar por las oscuras calles parisinas buscando alguna victima apetecible de la cual poder alimentarse sin embargo no encontraba ninguna sola si no hasta que llego cerca de los callejones donde divisó un agradable olor a sangre el cual en ese momento mas que agradable era una tortura dado lo hambrienta que estaba sin embargo intento ignorarlo para concentrarse en la victima que mas adelante se encontraba por lo que empezó a caminar con mas delicadeza y algo de sensualidad rumbo a ella hasta que sintió una mano sobre su hombro que la hizo volver a ver de quien se trataba dándole así la oportunidad de escapar a la que sería su alimento de esa noche quien se había alejado rumbo a la seguridad de un local mientras la castaña le dedicaba una miraba de reproche a quien la interrumpió, una mirada que tan solo duro un leve segundo antes de que ella embozara una leve sonrisa coqueta - Buenas noches caballero - respondió a su saludo con un claro acento que denotaba que ella también era una extranjera en tan encantador país.

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