AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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La Mansión Del Mar (LIBRE)
Recuerdo del primer mensaje :
Mirando mi rostro en el espejo, mientras mi criada terminaba de hacerme un recogido muy popular por la complejidad que entrañaba realizarlo, decidí dejar de juguetear con una de las cintas de mi vestido. No sabía si le habría gustado el vestido de seda rojo que había mandado a la casa de su amiga Rubí. Ésta había prometido ayudarla en la búsqueda de su padre.
Ya no se atormentaba pensando en que era un monstruo, como había dicho su mejor amiga, Zafi, los brujos eran los seres humanos más fuertes que existían y muchas de sus habilidades derivaban de la propia naturaleza. - No hay nada malo en mí, sólo puedo ver el futuro de las personas, sus sentimientos y, ¿se le había olvidado su particular "carisma"?- Haciendo una mueca con su boca y frunciendo el entrecejo se preguntó si tal vez debería dejar de sonreír o mirar con intensidad a los demás. No quería controlar los sentimientos de los demás. Pero era algo que espontáneamente sucedía, sin que pudiera evitarlo. Suspirando dejó el espejo en el tocador y felicitó a su criada por la labor espléndida que había hecho con su peinado.
-Señorita Del Mar, si me permite decírselo está bellísima esta noche. Creo que tendrá a numerosos pretendientes hoy- La gran sonrisa que poseía la jovencita hizo que ella se sintiera feliz.
- Gracias Katty, pero me temo que no hay nada en mí que pueda llamar la atención de mi persona esta noche. Estoy tan nerviosa que seguro que me pisaré el vestido y rodaré por las escaleras- suspirando amargamente, bajó la vista hasta su vestido de un color plateado, tan brillante como un diamante. Los increíbles encajes que lo adornaban en el cuello la hacían parecer mucho más esbelta y femenina- ¿no crees que es demasiado.... atrevido?.
La muchacha rió ruidosamente y guiñándole un ojo le dijo: Pero madame... como sino iban a saber todos esos jóvenes franceses lo que oculta tras su timidez?- Haciendo una reverencia se marchó de su cuarto, mientras ella sentía que su rostro había quedado terriblemente sonrojado, hasta la punta de sus cabellos. Esa Katty siempre sabía como avergonzarla.
Le recordaba a Zafi, aunque su amiga, era muchísimo más bella. Sonrió pensando la cara de sorpresa que se llevaría cuando viese al lacayo que había enviado esta mañana con su precioso vestido azul celeste. Ella sabía que sus ojos azules, y su brillante melena azabache serían los complementos perfectos para él.
Hablando de sus amigas.... había invitado también a dos grandes músicos. Los había escuchado con anterioridad y su música había hecho que su cuerpo vibrara con los sentimientos. Las notas de cada melodía le habían evocado numerosos recuerdos. Y, como mecida por las olas del mar, por la música, ella se dejó llevar marcando cada nota con un paso de baile. Armonizando cada movimiento con el compás de la canción. Sí, ella sabía que el señor Van Dort era un intérpree celestial, y una bellísima persona.
Pero... el único que le preocupaba era cierto jovencito que acostumbraba a meterse en su alcoba por la noche a susurrarle al oído. Él era Liev, su amigo incondicional, siempre la salvaba de, como le gustaba llamarlos a ambos, " malvados varones, de ojos libidinosos". Él la había rescatado de todos aquellos hombres que habían intentado sobrepasarse con ella, o matarla de aburrimiento. ¿Es que no había en parís ningún hombre que sea un término medio?.
En ese momento, vio como el espejo comenzaba a flotar, haciendo círculos en el aire.
- Así que al final has venido. ¿acaso sabes cuando mi mente piensa en ti, que sales evocado como un demonio ante su bruja?- comencé a reírme quedamente. Él siempre se ofendía cada vez que le decía eso. Como él argumentaba, muerto o no, era un caballero.
El ruido con el que las gavetas comenzaron a abrirse y cerrarse hizo que me riera, el muy travieso lo hacía adrede, como si estuviera enfurecido.-¡ Está bien, esta bien!- dije secándome una de las lágrimas que había derramado al reírme- Eres el caballero más maravilloso, espléndido y educado que he conocido. ¡Un príncipe azul, un caballero con corcel blanco!
Escuché su risa y sacudí la cabeza. Iba a ser una noche alocada, con Liev alli, podrían volar pelucas, desaparecer objetos, u observarse fenómenos extraños. Muchos visitantes habían abandonado la mansión jurando que estaba embrujada.
- Será mejor que te portes bien jovencito.- le dije señalándolo en el dedo, imitando a una madre.- Bien, Liev. ¿Mi tía a cumplido su amenaza de realizar la fiesta más grande, maravillosa y glamurosa de toda la temporada?- Cuando una flor de mi cómoda comenzó a asentir, sentí que me entraba el pánico.
- ¿Como podré actuar tan indiferentemente?.¿ Y si algo una locura, o me rio de algo sin gracia?, ¿y si hago algo imperdonable para alguien de mi estatus?.- ¡Mi tía me encerraría de por vida!. Temblando me apoyé en la puerta de mi habitación. Sentí una caricia en la mejilla y un apretón suave, pero firme en el hombro. Sonriendo temblorosamente, con los ojos cerrados, pensé que era injusto que Liev estuviese muerto. Era muy atento y amable conmigo, un gran amigo.
Con sentimiento de culpa levanté la cabeza- Discúlpame Liev, yo quejándome por cómo afrontaré mi vida, y tú, a pesar de todo, sigues luchando. Bien. Será mejor que salga ya, cuanto antes salga, antes acabará mi sufrimiento- Sin mirar atrás le susurre:- Espero que ahuyentes a los pérfidos pretendientes y sobretodo, que te diviertas.
Cerrando mi habitación me adentré en el pasillo. Se escuchaba un gran barullo en la parte de abajo. La mansión parecía etar llena de vida. De unas 100 o 200 vidas aproximadamente- pensó dramáticamente. Bien, ella iba a seguir siendo la señorita Ruslana del Mar, descendiente de bravos piratas, con un padre desconocido y una tía autoritaria. Levantando la cabeza orgullosamente e irguiendose como si fuese una reina. Comenzó a andar lentamente. Dejando que su vestido creara hondas a cada paso suyo. En el momento en que se paró en lo alto de las escaleras cogió aire, mientras un lacayo, vestido impecablemente, la anunciaba a sus invitados. Una marea de ojos se fijaron en ella. El silencio reinó en la sala. Su corazón no dejaba de latir furiosamente. Parecía que iba a salir de su pecho en cualquier momento y huir. - Soy Ruslana del Mar, tengo unos amigos incondicionales, y todo su amor y apoyo-. Sintiendo como se calmaba poco a poco, hizo lo que le ganó un puesto en las candidatas más deseadas de la temporada. Ruslana sonrió, sus labios se movieron como pétalos de rosa movidos por el viento. Sus ojos brillaban con toda la intensidad del amor que había recibido de sus amigos. Y su voz, como la melodía de una sirena entonó un saludo a todos sus asistentes.
- Tengan mi humilde agradecimiento por asistir a mi presentación en sociedad. Sed todos bienvenidos a ésta, la Mansión Del Mar.
Mirando mi rostro en el espejo, mientras mi criada terminaba de hacerme un recogido muy popular por la complejidad que entrañaba realizarlo, decidí dejar de juguetear con una de las cintas de mi vestido. No sabía si le habría gustado el vestido de seda rojo que había mandado a la casa de su amiga Rubí. Ésta había prometido ayudarla en la búsqueda de su padre.
Ya no se atormentaba pensando en que era un monstruo, como había dicho su mejor amiga, Zafi, los brujos eran los seres humanos más fuertes que existían y muchas de sus habilidades derivaban de la propia naturaleza. - No hay nada malo en mí, sólo puedo ver el futuro de las personas, sus sentimientos y, ¿se le había olvidado su particular "carisma"?- Haciendo una mueca con su boca y frunciendo el entrecejo se preguntó si tal vez debería dejar de sonreír o mirar con intensidad a los demás. No quería controlar los sentimientos de los demás. Pero era algo que espontáneamente sucedía, sin que pudiera evitarlo. Suspirando dejó el espejo en el tocador y felicitó a su criada por la labor espléndida que había hecho con su peinado.
-Señorita Del Mar, si me permite decírselo está bellísima esta noche. Creo que tendrá a numerosos pretendientes hoy- La gran sonrisa que poseía la jovencita hizo que ella se sintiera feliz.
- Gracias Katty, pero me temo que no hay nada en mí que pueda llamar la atención de mi persona esta noche. Estoy tan nerviosa que seguro que me pisaré el vestido y rodaré por las escaleras- suspirando amargamente, bajó la vista hasta su vestido de un color plateado, tan brillante como un diamante. Los increíbles encajes que lo adornaban en el cuello la hacían parecer mucho más esbelta y femenina- ¿no crees que es demasiado.... atrevido?.
La muchacha rió ruidosamente y guiñándole un ojo le dijo: Pero madame... como sino iban a saber todos esos jóvenes franceses lo que oculta tras su timidez?- Haciendo una reverencia se marchó de su cuarto, mientras ella sentía que su rostro había quedado terriblemente sonrojado, hasta la punta de sus cabellos. Esa Katty siempre sabía como avergonzarla.
Le recordaba a Zafi, aunque su amiga, era muchísimo más bella. Sonrió pensando la cara de sorpresa que se llevaría cuando viese al lacayo que había enviado esta mañana con su precioso vestido azul celeste. Ella sabía que sus ojos azules, y su brillante melena azabache serían los complementos perfectos para él.
Hablando de sus amigas.... había invitado también a dos grandes músicos. Los había escuchado con anterioridad y su música había hecho que su cuerpo vibrara con los sentimientos. Las notas de cada melodía le habían evocado numerosos recuerdos. Y, como mecida por las olas del mar, por la música, ella se dejó llevar marcando cada nota con un paso de baile. Armonizando cada movimiento con el compás de la canción. Sí, ella sabía que el señor Van Dort era un intérpree celestial, y una bellísima persona.
Pero... el único que le preocupaba era cierto jovencito que acostumbraba a meterse en su alcoba por la noche a susurrarle al oído. Él era Liev, su amigo incondicional, siempre la salvaba de, como le gustaba llamarlos a ambos, " malvados varones, de ojos libidinosos". Él la había rescatado de todos aquellos hombres que habían intentado sobrepasarse con ella, o matarla de aburrimiento. ¿Es que no había en parís ningún hombre que sea un término medio?.
En ese momento, vio como el espejo comenzaba a flotar, haciendo círculos en el aire.
- Así que al final has venido. ¿acaso sabes cuando mi mente piensa en ti, que sales evocado como un demonio ante su bruja?- comencé a reírme quedamente. Él siempre se ofendía cada vez que le decía eso. Como él argumentaba, muerto o no, era un caballero.
El ruido con el que las gavetas comenzaron a abrirse y cerrarse hizo que me riera, el muy travieso lo hacía adrede, como si estuviera enfurecido.-¡ Está bien, esta bien!- dije secándome una de las lágrimas que había derramado al reírme- Eres el caballero más maravilloso, espléndido y educado que he conocido. ¡Un príncipe azul, un caballero con corcel blanco!
Escuché su risa y sacudí la cabeza. Iba a ser una noche alocada, con Liev alli, podrían volar pelucas, desaparecer objetos, u observarse fenómenos extraños. Muchos visitantes habían abandonado la mansión jurando que estaba embrujada.
- Será mejor que te portes bien jovencito.- le dije señalándolo en el dedo, imitando a una madre.- Bien, Liev. ¿Mi tía a cumplido su amenaza de realizar la fiesta más grande, maravillosa y glamurosa de toda la temporada?- Cuando una flor de mi cómoda comenzó a asentir, sentí que me entraba el pánico.
- ¿Como podré actuar tan indiferentemente?.¿ Y si algo una locura, o me rio de algo sin gracia?, ¿y si hago algo imperdonable para alguien de mi estatus?.- ¡Mi tía me encerraría de por vida!. Temblando me apoyé en la puerta de mi habitación. Sentí una caricia en la mejilla y un apretón suave, pero firme en el hombro. Sonriendo temblorosamente, con los ojos cerrados, pensé que era injusto que Liev estuviese muerto. Era muy atento y amable conmigo, un gran amigo.
Con sentimiento de culpa levanté la cabeza- Discúlpame Liev, yo quejándome por cómo afrontaré mi vida, y tú, a pesar de todo, sigues luchando. Bien. Será mejor que salga ya, cuanto antes salga, antes acabará mi sufrimiento- Sin mirar atrás le susurre:- Espero que ahuyentes a los pérfidos pretendientes y sobretodo, que te diviertas.
Cerrando mi habitación me adentré en el pasillo. Se escuchaba un gran barullo en la parte de abajo. La mansión parecía etar llena de vida. De unas 100 o 200 vidas aproximadamente- pensó dramáticamente. Bien, ella iba a seguir siendo la señorita Ruslana del Mar, descendiente de bravos piratas, con un padre desconocido y una tía autoritaria. Levantando la cabeza orgullosamente e irguiendose como si fuese una reina. Comenzó a andar lentamente. Dejando que su vestido creara hondas a cada paso suyo. En el momento en que se paró en lo alto de las escaleras cogió aire, mientras un lacayo, vestido impecablemente, la anunciaba a sus invitados. Una marea de ojos se fijaron en ella. El silencio reinó en la sala. Su corazón no dejaba de latir furiosamente. Parecía que iba a salir de su pecho en cualquier momento y huir. - Soy Ruslana del Mar, tengo unos amigos incondicionales, y todo su amor y apoyo-. Sintiendo como se calmaba poco a poco, hizo lo que le ganó un puesto en las candidatas más deseadas de la temporada. Ruslana sonrió, sus labios se movieron como pétalos de rosa movidos por el viento. Sus ojos brillaban con toda la intensidad del amor que había recibido de sus amigos. Y su voz, como la melodía de una sirena entonó un saludo a todos sus asistentes.
- Tengan mi humilde agradecimiento por asistir a mi presentación en sociedad. Sed todos bienvenidos a ésta, la Mansión Del Mar.
Ruslana Del Mar- Hechicero Clase Alta
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
Casi no pude contener la risa ante la despedida de Mikelangelo, aquel hombre realmente me caía bien y ahora me sentía un poco culpable por no haber continuado hablando con él...si le volvía a ver me acordaría de disculparme.
En cualquier caso había otros asuntos más importantes que atender, cuando el señor Phantomhive le propuso a Ruslana mantener una conversación en privado me tensé y Zafiro y yo intercambiamos una breve mirada de preocupación. Sin embargo Ruslana nos miro y nos sonrió para tranquilizarnos y aceptó la proposición con educación, Salazar nos miro a Zafiro y a mi fijamente y le sostuve la mirada, mi boca dibujó una sonrisa pero mis ojos reflejaban una amenaza. Sin embargo no pude hacer nada por evitar que Ruslana se fuese con aquel hombre, sería demasiado obvio y una declaración de guerra y no era el momento ni el lugar. Ruslana se fue en compañía del señor Phantomhive tras excusarse educadamente con nosotros y se fue ante la atenta mirada de todos. Suspire, tenía que hacer algo, la paciencia no salía ser una de mis virtudes y la idea de quedarme allí quieta esperando el regreso de Ruslana no me atraía en absoluto. Miré a Zafiro y a Liev, claramente estaban igual que yo y decidí aprovecharlo, no me fiaba de Monsenieur Phantomhive y no pensaba dejar a Ruslana a solas con él. Me acerqué a Zafiro y a Liev y les miré con seriedad.
-Messieu, mi lady.-les saludé con educación y decidí ir al grano.-Sé que no nos conocemos pero creo que los tres tenemos un objetivo común y es procurar la seguridad de Ruslana.-les miré a ambos con seriedad.-Si no me equivoco el señor Phantomhive es peligroso y ambos lo saben. No creo que sea prudente dejar a Ruslana a solas con él...-hice una breve pausa para ver si me seguían y continué.-Debería tener refuerzos, por si acaso...No sé si me entienden.-les guiñé un ojo con una sonrisa pícara y esperé sus respuestas, aquello era importante y la seguridad de Ruslana realmente me importaba.
En cualquier caso había otros asuntos más importantes que atender, cuando el señor Phantomhive le propuso a Ruslana mantener una conversación en privado me tensé y Zafiro y yo intercambiamos una breve mirada de preocupación. Sin embargo Ruslana nos miro y nos sonrió para tranquilizarnos y aceptó la proposición con educación, Salazar nos miro a Zafiro y a mi fijamente y le sostuve la mirada, mi boca dibujó una sonrisa pero mis ojos reflejaban una amenaza. Sin embargo no pude hacer nada por evitar que Ruslana se fuese con aquel hombre, sería demasiado obvio y una declaración de guerra y no era el momento ni el lugar. Ruslana se fue en compañía del señor Phantomhive tras excusarse educadamente con nosotros y se fue ante la atenta mirada de todos. Suspire, tenía que hacer algo, la paciencia no salía ser una de mis virtudes y la idea de quedarme allí quieta esperando el regreso de Ruslana no me atraía en absoluto. Miré a Zafiro y a Liev, claramente estaban igual que yo y decidí aprovecharlo, no me fiaba de Monsenieur Phantomhive y no pensaba dejar a Ruslana a solas con él. Me acerqué a Zafiro y a Liev y les miré con seriedad.
-Messieu, mi lady.-les saludé con educación y decidí ir al grano.-Sé que no nos conocemos pero creo que los tres tenemos un objetivo común y es procurar la seguridad de Ruslana.-les miré a ambos con seriedad.-Si no me equivoco el señor Phantomhive es peligroso y ambos lo saben. No creo que sea prudente dejar a Ruslana a solas con él...-hice una breve pausa para ver si me seguían y continué.-Debería tener refuerzos, por si acaso...No sé si me entienden.-les guiñé un ojo con una sonrisa pícara y esperé sus respuestas, aquello era importante y la seguridad de Ruslana realmente me importaba.
Rubí*- Cambiante Clase Media
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Fecha de inscripción : 01/10/2012
Localización : Francia, París.
Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
Llegamos
Llegamos (¿?)
Si
Si(¿?)
Seguro
Seguro
Conoces a alguien de aquí
Si.
A quien
A ti idiota
Risas.
Llegamos (¿?)
Si
Si(¿?)
Seguro
Seguro
Conoces a alguien de aquí
Si.
A quien
A ti idiota
Risas.
Y ahora era la hora de la verdad, se nos había invitado a una fiesta…¿Fiesta?, si era una fiesta organizada por una vieja conocida de Diègue o mejor dicho una vieja amiga del tío de los Döhler, así que a nombre del Conde se invitó a los dos hermanos, pensando la señora que aún eran dos.
Que mal
Si, aun piensan que somos dos
Somos uno
Somos dos
Somos uno
Somos dos dentro de uno pero somos dos que fingen ser uno solo.
Si, aun piensan que somos dos
Somos uno
Somos dos
Somos uno
Somos dos dentro de uno pero somos dos que fingen ser uno solo.
Y como siempre aquel par de brujos gracias a Theodor llegaron tarde a la fiesta al menos entrarían con elegancia, el carruaje se detiene.
Listo para jugar
Listo tu para hacer de las nuestras
Jugamos
Juguemos pues
Seamos el sol y la luna en esta ocasión …quieren dos, habrán dos.
Proyección astral
Listo tu para hacer de las nuestras
Jugamos
Juguemos pues
Seamos el sol y la luna en esta ocasión …quieren dos, habrán dos.
Proyección astral
La puerta se abrió lentamente y con los sombreros a medio poner casi inclinado sobre sus zurdas, un cigarro en las diestras avante los brujos dejando que sean sus demás sentidos los que les guiaron hacia el salón principal.
-Herrs e Frauds, Disculpen la tardanza, Por motivos personales, No pudimos llegar más temprano--
Nos miramos con una sonrisa, la ilusión de uno de los dos, y el envase y con una reverencia hacemos nuestra entrada los dos hermanos Döhler mirando alrededor a todos los demás con unas sonrisas en nuestros labios un tanto macabra en la de Theo, miramos por ahí pues el tiempo juega en contra cuando la ilusión se desvanezca y quede uno con dos.
Off: lo que esta en el centro y sin guiones es lo que hablan los hermanos entre si en la mente lo que esta (--) es lo que dice Theodor y lo que esta en (-) es lo que dice Diègue a las demás personas, son los diálogos.
Última edición por Diègue Theodor Döhler el Mar Oct 23, 2012 7:39 pm, editado 2 veces
Diègue Theodor Döhler- Hechicero/Realeza
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
Tomé la mano que me ofrecía ell señor Phantonvhile, es posible que mi mano temblara un poco, porque su sonrisa se volvió lobuna. Como si pudiese comprender que a pesar de mi miedo hacia él, mi curiosidad me había dirigido hacia la misma boca del lobo.
- Monsieur, sé que no nos conocemos, y ha sido más bien el azar el que nos ha unido en la misma habitación esta noche- mientras caminábamos alrededor de la habitación, me decidí a decirle lo que había hecho. Yo estaba decidida a ver su futuro, sin embargo he visto su pasado. Hay, tanta culpabilidad dentro de mi corazón que si me pidiese arrodillarme en público, ante toda la sociedad, lo haría.- Yo... os he hecho algo imperdonable. Sé que podría justificar mi acto cobarde en la necesidad de saberos amigo o enemigo, pero, no estaría haciendo otra cosa que mentirme a mi misma. Mi señor, esta noche he... vislumbrado una parte de vuestro pasado, algo que no debería haber visto. Yo.... sé que perdisteis a vuestra familia en manos de asesinos. Pues independientemente del nombre que se den, lo son. Más concretamente.... he visto el momento justo en que os decían que vuestra familia era parte de la clase alta, y que vuestro anillo, con su sello es lo único que poseéis de ellos.- Tragando saliva hacia la mirada oscura y con un rasgo fugaz de dolor, que me dirigió, supe, que este hombre podía ser peligroso. Quizás incluso capaz de matar, pero ni yo misma sabría que camino hubiese tomado si mi familia hubiese sufrido el mismo sino- Si os estoy diciendo la verdad en este momento, aún a riesgo de que podáis tomar represalias contra mi persona, es el sentimiento de pérdida, y dolor que poseéis. Sois parte de la alta clase, monsieur Phantonvhile, vuestra sangre es muestra de ello. Os han arrebatado parte de vuestra misma alma sin que tuvierais opción. Yo, aparte de daros mis disculpas por mis actos, también quiero hacerlo por juzgaros con prontitud.- Viendo a la mujer que nos seguía desde que nos separamos me acerqué a él, susurrándole:- Sé que sois peligroso milord, no lo pongo en duda, pero yo apostaría por vos, porque aún tenéis redención. Amáis, vivís, y tenéis sentimientos, no os mintáis más. Y por cierto, si me he acercado tanto a vos, no es por otra cosa, que evitar que la dama que nos sigue pueda pasar por este pasillo. He advertido a dos mayordomos con una señal de mi abanico, para que le ofrezcan regresar a la fiesta.- Separándome de nuevo y plegando mi abanico, vi cómo monsieur Phantonvhile tenía una mirada indescifrable sobre mí. No sabía si tenía ganas de reír o de estrangularme en ese momento, pero aún a riesgo de enfadarle más, sonreí y le guiñé un ojo.- Una dama debe hacer, lo que tiene que hacer ¿no cree milord?
- Monsieur, sé que no nos conocemos, y ha sido más bien el azar el que nos ha unido en la misma habitación esta noche- mientras caminábamos alrededor de la habitación, me decidí a decirle lo que había hecho. Yo estaba decidida a ver su futuro, sin embargo he visto su pasado. Hay, tanta culpabilidad dentro de mi corazón que si me pidiese arrodillarme en público, ante toda la sociedad, lo haría.- Yo... os he hecho algo imperdonable. Sé que podría justificar mi acto cobarde en la necesidad de saberos amigo o enemigo, pero, no estaría haciendo otra cosa que mentirme a mi misma. Mi señor, esta noche he... vislumbrado una parte de vuestro pasado, algo que no debería haber visto. Yo.... sé que perdisteis a vuestra familia en manos de asesinos. Pues independientemente del nombre que se den, lo son. Más concretamente.... he visto el momento justo en que os decían que vuestra familia era parte de la clase alta, y que vuestro anillo, con su sello es lo único que poseéis de ellos.- Tragando saliva hacia la mirada oscura y con un rasgo fugaz de dolor, que me dirigió, supe, que este hombre podía ser peligroso. Quizás incluso capaz de matar, pero ni yo misma sabría que camino hubiese tomado si mi familia hubiese sufrido el mismo sino- Si os estoy diciendo la verdad en este momento, aún a riesgo de que podáis tomar represalias contra mi persona, es el sentimiento de pérdida, y dolor que poseéis. Sois parte de la alta clase, monsieur Phantonvhile, vuestra sangre es muestra de ello. Os han arrebatado parte de vuestra misma alma sin que tuvierais opción. Yo, aparte de daros mis disculpas por mis actos, también quiero hacerlo por juzgaros con prontitud.- Viendo a la mujer que nos seguía desde que nos separamos me acerqué a él, susurrándole:- Sé que sois peligroso milord, no lo pongo en duda, pero yo apostaría por vos, porque aún tenéis redención. Amáis, vivís, y tenéis sentimientos, no os mintáis más. Y por cierto, si me he acercado tanto a vos, no es por otra cosa, que evitar que la dama que nos sigue pueda pasar por este pasillo. He advertido a dos mayordomos con una señal de mi abanico, para que le ofrezcan regresar a la fiesta.- Separándome de nuevo y plegando mi abanico, vi cómo monsieur Phantonvhile tenía una mirada indescifrable sobre mí. No sabía si tenía ganas de reír o de estrangularme en ese momento, pero aún a riesgo de enfadarle más, sonreí y le guiñé un ojo.- Una dama debe hacer, lo que tiene que hacer ¿no cree milord?
Ruslana Del Mar- Hechicero Clase Alta
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
No pude evitar soltar una carcajada ante la actitud de aquel músico. Sin duda era un ser realmente peculiar y me hubiera encantado tener algunas palabras con él. Quería saber su opinión sobre mi voz. Mucha gente me decía que cantaba bien pero ninguno de ellos era músico. Me quedé contemplando como se iba aquel músico y no pude evitar tensarme antes las palabras del hombre que se hacía llamar Salazar. Le había pedido a Rus que le acompañara y para mi sorpresa ella aceptó. La miré con ojos alarmantes. Quería decirle algunas cosas antes de que se marchara con él pero no me dio tiempo.
La mujer de rojo se acercó a mi y nos dijo eso a ambos.- Bien, si sois amigos de Rus debéis saber esto. Su aura no es buena, aunque lo habéis notado y además cuando conocí a Rus le eche las cartas y aquel hombre aparecía en ellas. Pero me decían que no sería peligroso si no hacíamos nada que lo hiciera enfadar. A si que actuemos con precaución. Y esperemos que Rus no lo haga enfadar. Y otra cosa, ese hombre es un brujo.- bajé un poco la voz ante lo último para que solo me pudieran escuchar Rubí y Liev- además sé lo que sois a si que no temo por la vida de Rus.- me giro hacia Liev.- necesito que seas etéreo otra vez. Tienes que ir tras ellos, nosotras los seguiremos de cerca pero sin llamar la atención. ¿Entendido?
No iba dejar que a Rus le pasara nada y podía ser buena persona pero... cuando tocaban algo que amaba, como amaba a mi mejor amiga, daba por hecho que aquella persona acabaría muy mal. No tenía superpoderes ni nada por el estilo pero eso no me tachaba de ser peligroso. Cogí a Rubí disimuladamente del Brazo y empecé a caminar con ella. Como si fuéramos dos chicas normales que drifrutabamos de una espléndida fiesta.- Rubí, ¿en que animal te transformas? Necesito saberlo para poder trazar algún plan por si acaso ocurriese algo malo.
La mujer de rojo se acercó a mi y nos dijo eso a ambos.- Bien, si sois amigos de Rus debéis saber esto. Su aura no es buena, aunque lo habéis notado y además cuando conocí a Rus le eche las cartas y aquel hombre aparecía en ellas. Pero me decían que no sería peligroso si no hacíamos nada que lo hiciera enfadar. A si que actuemos con precaución. Y esperemos que Rus no lo haga enfadar. Y otra cosa, ese hombre es un brujo.- bajé un poco la voz ante lo último para que solo me pudieran escuchar Rubí y Liev- además sé lo que sois a si que no temo por la vida de Rus.- me giro hacia Liev.- necesito que seas etéreo otra vez. Tienes que ir tras ellos, nosotras los seguiremos de cerca pero sin llamar la atención. ¿Entendido?
No iba dejar que a Rus le pasara nada y podía ser buena persona pero... cuando tocaban algo que amaba, como amaba a mi mejor amiga, daba por hecho que aquella persona acabaría muy mal. No tenía superpoderes ni nada por el estilo pero eso no me tachaba de ser peligroso. Cogí a Rubí disimuladamente del Brazo y empecé a caminar con ella. Como si fuéramos dos chicas normales que drifrutabamos de una espléndida fiesta.- Rubí, ¿en que animal te transformas? Necesito saberlo para poder trazar algún plan por si acaso ocurriese algo malo.
Zafiro Gómez- Gitano
- Mensajes : 119
Fecha de inscripción : 07/10/2012
Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
Para mis sorpresa y para la de todos los demás la joven Ruslana aceptó acompañarme. No pude evitar sonreír ante la perpectiva de que fuera tan valiente que resultara ingenua. Dejé que me llevara a una sla contigua de donde se celebraba la fiesta.
Le iba a contestar de que aquello no había sido el azar cuando empezó a decirme una sarta de tonterías. Se estaba delatando ella sola, ya no tendría que interrogarla. Era una bruja. Me puse aletar, conocía mi pasado. Bueno el pasado de mi familia. Ante sus últimas palabras asentí lentamente. La había estado esuchando atentamente y sin decir nada. Solo observandola.- Bien es cierto que habéis hecho lo que se esperaba de vos pero al hacerlo me habéis dado una pista que si no fuera quien soy estarías en peligro. Eres una bruja novata ante los demás o eso parece. ¿Qué hubiera pasado si fuera de la inquisición? Me acabas de decir que vos vistéis mi pasado.- moví la cabeza de un lado hacia otro desaprobando su forma de actuar.- Y mi señora, no humilléis a mis antepasado no solo eramos una clase alta. Eramos nobles, una familia de condes tan cercano a la misma realeza que nos llamaban "los perros de la Reina"- me encogí de hombros.- pero eso fue hace tiempo. Y alegraos de que os quiera pedir un trato y no mataros ahora mismo.- Mré a la puerta y la señalé.- Ahí afuera aun una joven con demasiado interés en voz y algo me dice que es una humana corriente pero que lo que piensa hacer no bueno. Debido a mi experiencia podré decir que no es un cazador. Los cazadores no tienen nada en contra de nosotros. Debe ser un miembro de la Inquisición y si es mujer y está en esa organización puedo, atreverme mejor dicho, ha decir que es muy buena en su trabajo.- Caminé unos pasos para acercarme a Ruslana.- Mi Lady el trato es el siguiente: Usted me dirá dos cosas concretas de mi futuro y yo os libraré de esa mujer.- Le ofrecí mi mano.- Solo quiero que me digas si algún día me encontraré con mi padre y si tendré un hijo que se llamará Karl y que nunca crecerá- dejé mi mano delante de ella. Si la aceptaba el trato se cerraría y debía darme todo lo que yo quería saber.- Tengo que decir antes de nada que si fallas en su parte del trato la entregaré a esa mujer y si fallo yo puedes mandar algien para matarme, aunque despues deberá darle explicaciones a Lady Fiolette, claro.
Le iba a contestar de que aquello no había sido el azar cuando empezó a decirme una sarta de tonterías. Se estaba delatando ella sola, ya no tendría que interrogarla. Era una bruja. Me puse aletar, conocía mi pasado. Bueno el pasado de mi familia. Ante sus últimas palabras asentí lentamente. La había estado esuchando atentamente y sin decir nada. Solo observandola.- Bien es cierto que habéis hecho lo que se esperaba de vos pero al hacerlo me habéis dado una pista que si no fuera quien soy estarías en peligro. Eres una bruja novata ante los demás o eso parece. ¿Qué hubiera pasado si fuera de la inquisición? Me acabas de decir que vos vistéis mi pasado.- moví la cabeza de un lado hacia otro desaprobando su forma de actuar.- Y mi señora, no humilléis a mis antepasado no solo eramos una clase alta. Eramos nobles, una familia de condes tan cercano a la misma realeza que nos llamaban "los perros de la Reina"- me encogí de hombros.- pero eso fue hace tiempo. Y alegraos de que os quiera pedir un trato y no mataros ahora mismo.- Mré a la puerta y la señalé.- Ahí afuera aun una joven con demasiado interés en voz y algo me dice que es una humana corriente pero que lo que piensa hacer no bueno. Debido a mi experiencia podré decir que no es un cazador. Los cazadores no tienen nada en contra de nosotros. Debe ser un miembro de la Inquisición y si es mujer y está en esa organización puedo, atreverme mejor dicho, ha decir que es muy buena en su trabajo.- Caminé unos pasos para acercarme a Ruslana.- Mi Lady el trato es el siguiente: Usted me dirá dos cosas concretas de mi futuro y yo os libraré de esa mujer.- Le ofrecí mi mano.- Solo quiero que me digas si algún día me encontraré con mi padre y si tendré un hijo que se llamará Karl y que nunca crecerá- dejé mi mano delante de ella. Si la aceptaba el trato se cerraría y debía darme todo lo que yo quería saber.- Tengo que decir antes de nada que si fallas en su parte del trato la entregaré a esa mujer y si fallo yo puedes mandar algien para matarme, aunque despues deberá darle explicaciones a Lady Fiolette, claro.
Salazar Phantomhive- Hechicero Clase Baja
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
Mi corazón latía fuertemente contra el pecho, mientras miraba su mano. Estaba claro que aquel hombre no sólo era peligroso, sino que, me había confirmado lo que ya había visto antes de él. La esperanza y la fe aún seguían presentes en su corazón.
- Monsieur, ¿qué le hace pensar que yo misma no soy parte de esa organización de cazadores y que he permitido que me aparte de los demás, con el fin de deshacerme de usted?- Fruncí el ceño un poco enojada con la idea de que aquel hombre me hubiera catalogado como una mera novata de bruja, e inocente.- No siempre somos lo que aparentamos, señor Phantonvhile, usted más que nadie debería saberlo.
A pesar de lo que había dicho, mantuvo su mano firmemente extendida hacia mí. Ese hombre puede ser peligroso, pero al igual que yo, se fía plenamente en sus instintos. Él sabía que no iba a matarlo porque no tenía ningún motivo, y yo, que le interesaba demasiado su futuro como para matarme. Al menos todavía.
Suspiré mientras acerqué mi mano, pero todavía no establecí contacto con la suya, la mantuve en el aire dándole una advertencia- Puedo ser una novata, y por ello puedo ver unas veces el futuro y otras el pasado. Le advierto que el futuro no es un hecho completamente cierto. Hasta ahora, no ha habido nada que no se haya cumplido, pero sus acciones, monsieur, serán las que determinen si se hará realidad o no.- Bajando mi mano un poco más, lo miré a los ojos, lanzándole un reto: Pero antes, dígame, ¿porqué habría de fiarme de su palabra, cuando está claro que no le importa amenazarme en mi propia casa?- Sonreí interiormente al saber que había conseguido poner nervioso a aquel peligroso hombre. Él había desvelado su punto débil, al igual que yo mi condición de bruja, pero yo sólo perdería mi vida, él, en cambio, tenía mucho más que perder. Poderoso o no, yo sabía que era un brujo, y ver su futuro sólo me haría partícipe de sus secretos. Y eso, pensé, no me traería nada bueno. Lo último que me faltaba es otro perro detrás de este hueso.
- Monsieur, ¿qué le hace pensar que yo misma no soy parte de esa organización de cazadores y que he permitido que me aparte de los demás, con el fin de deshacerme de usted?- Fruncí el ceño un poco enojada con la idea de que aquel hombre me hubiera catalogado como una mera novata de bruja, e inocente.- No siempre somos lo que aparentamos, señor Phantonvhile, usted más que nadie debería saberlo.
A pesar de lo que había dicho, mantuvo su mano firmemente extendida hacia mí. Ese hombre puede ser peligroso, pero al igual que yo, se fía plenamente en sus instintos. Él sabía que no iba a matarlo porque no tenía ningún motivo, y yo, que le interesaba demasiado su futuro como para matarme. Al menos todavía.
Suspiré mientras acerqué mi mano, pero todavía no establecí contacto con la suya, la mantuve en el aire dándole una advertencia- Puedo ser una novata, y por ello puedo ver unas veces el futuro y otras el pasado. Le advierto que el futuro no es un hecho completamente cierto. Hasta ahora, no ha habido nada que no se haya cumplido, pero sus acciones, monsieur, serán las que determinen si se hará realidad o no.- Bajando mi mano un poco más, lo miré a los ojos, lanzándole un reto: Pero antes, dígame, ¿porqué habría de fiarme de su palabra, cuando está claro que no le importa amenazarme en mi propia casa?- Sonreí interiormente al saber que había conseguido poner nervioso a aquel peligroso hombre. Él había desvelado su punto débil, al igual que yo mi condición de bruja, pero yo sólo perdería mi vida, él, en cambio, tenía mucho más que perder. Poderoso o no, yo sabía que era un brujo, y ver su futuro sólo me haría partícipe de sus secretos. Y eso, pensé, no me traería nada bueno. Lo último que me faltaba es otro perro detrás de este hueso.
Ruslana Del Mar- Hechicero Clase Alta
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
-Si fuera cazadora sería estúpido que fueras ante mí y si eres parte de la inquisición eres la bruja más estúpida que he conocido. Pero como no eres ninguna de las dos cosas te considero alguien sumamente inteligente.- Era cierto que dejandole ver mi futuro podría impedír mis propios planes.- Sé que el futuro depende de las acciones por eso quiero saber si se van a cumplir por el camino que voy sino tendré que cambiar de táctica.- Iba a bajar la mano e irme. Me desesperaba un poco tanta sospecha.
-Se fiará de mi porque si esa persona que te busca entra ahora yo puedo hacer que vea esat habitación sola. Y no creo que la adivinación te salve la vida a la hora de un combate y algo me dice que no estas constumbrada a luchar con su cuerpo o un arma.- La examiné de arriba a bajo- Y tampoco me eres realmente necesaria. Hay muchos brujos videntes en esta ciudad. Si declinas mi oferta me iré. Y dejaré que te cuides tú misma de aquella persona.
Bajé mi mano lentamente. Estaba claro que con aquella mujer no podría hacer mi trato pero claro sabía mis intenciones. Podría matarla y salir de allí tranquilamente. Pero eso armaría escándalo y al final me encontrarían. Me habían visto entrar con ella.- ¿Qué dices? Si hay una cosa de la que puedes estar segura es que yo siempre cumplo mis tratos.- Alcé un dedo.- Pero ten en cuenta una cosa. Si aceptas y veras esa pequeña parte de mi futuro pero seguramente no entiendas de que irá.- sonrío como un tiburón.- Porque a pesar de conocer mi pasado y conocerás mi futuro no conoces mi presente, por tanto mis intenciones.
La paciencia se me estaba acabando y con ella el tiempo. La gente se empezaría a preguntar dónde estaba la anfitriona a si que le extendí la mano.- Decide ahora y déjate de chácharas.- dije bruscamente eliminando cualquier rasto de la amabilidad que me hubiera quedado.
-Se fiará de mi porque si esa persona que te busca entra ahora yo puedo hacer que vea esat habitación sola. Y no creo que la adivinación te salve la vida a la hora de un combate y algo me dice que no estas constumbrada a luchar con su cuerpo o un arma.- La examiné de arriba a bajo- Y tampoco me eres realmente necesaria. Hay muchos brujos videntes en esta ciudad. Si declinas mi oferta me iré. Y dejaré que te cuides tú misma de aquella persona.
Bajé mi mano lentamente. Estaba claro que con aquella mujer no podría hacer mi trato pero claro sabía mis intenciones. Podría matarla y salir de allí tranquilamente. Pero eso armaría escándalo y al final me encontrarían. Me habían visto entrar con ella.- ¿Qué dices? Si hay una cosa de la que puedes estar segura es que yo siempre cumplo mis tratos.- Alcé un dedo.- Pero ten en cuenta una cosa. Si aceptas y veras esa pequeña parte de mi futuro pero seguramente no entiendas de que irá.- sonrío como un tiburón.- Porque a pesar de conocer mi pasado y conocerás mi futuro no conoces mi presente, por tanto mis intenciones.
La paciencia se me estaba acabando y con ella el tiempo. La gente se empezaría a preguntar dónde estaba la anfitriona a si que le extendí la mano.- Decide ahora y déjate de chácharas.- dije bruscamente eliminando cualquier rasto de la amabilidad que me hubiera quedado.
Salazar Phantomhive- Hechicero Clase Baja
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
Sonreí ante el nerviosismo del señor Phantonvhile, podía ser muy duro, pero había conseguido que el lobo se quitase el disfraz de cordero. No creo que muchos hayan podido ver eso y seguir vivos.
- Cuidado monsieur, cualquiera podría pensar que me ha dedicado un cumplido.- Mi sonrisa se hizo más brillante aún y uní mi mono suavemente con la de él. La fuerza de las imágenes, hizo que me tambaleara, sintiendo cómo él con un brazo la sostenía contra su pecho y la otra aferraba fieramente su mano. Cualquiera que hubiese entrado en ese momento hubiese pensado que era un abrazo entre dos amantes peleándose, pero ella había perdido todo contacto con la realidad. Sumergida por unas furiosas olas de imágenes que se golpeaban contra ella.
Su futuro, no se desveló momentáneamente, antes tuvo que pasar por las imágenes de él, matando indiscriminadamente una, y otra, y otra vez.... hasta que... Una mujer, cuyo aspecto no estaba muy claro aún, quizás es alguien que iba a conocer pronto o que ya conocía pero aún no le había desvelado sus sentimientos. Ella es la clave, le escuchaba, por ella he cambiado.
La imagen de la mujer se mezcló con otra, un hombre alto, apuesto, de porte regio que le miraba a los ojos de monsieur Phantonvhile.
- ¿Sois vos realmente?, ¿Mi búsqueda ha cesado al fin?
- Sí, hijo. Tenéis un parecido indudable a mí mismo- decía aquél desconocido orgullosamente- Te he observado durante mucho tiempo, he seguido tus pasos, y en el último momento lo has logrado. Pensé que no cambiaríais, pero ella os ha ayudado, ¿no es cierto?.
Phantonvhile sonreía amorosamente. - Sí, así es. Ella descifró el último mensaje.
- Ahora sabes lo que debes hacer hijo- la mirada de aquel hombre se volvió oscura, prometiendo castigo a aquel que había despertado el sentimiento que hacía a sus ojos fulgurar odio.- No debe cesar el castigo. Deben sufrir lo mismo.
Una sonrisa malvada cubrió el rostro de Phantonvhile- No habrá paz, para los asesinos, padre.
Un escalofrío siguió la columna de Ruslana, la imagen se hacía cada vez, más borrosa. El sudor comenzó a empapar su rostro por el esfuerzo. Un poco más, necesito ver a Karl. Y como si en nombre fuera un detonante, otra imagen la golpeó con más fuerza, haciendo que su cuerpo temblase y que se aferrase al abrigo de monsieur Phantonvhile. Un dolor, como jamás había conocido llenaba su cuerpo.
- Vamos, vamos pequeño.- Phantonvhile, sentado en una silla, con el cuerpo tenso del esfuerzo, y el rostro bañado de sudor miraba, lo que parecía el cuerpo de un bebé. Junto al pequeño tendido en el suelo, se encontraba un muñeco. La imagen grotesca, continuaba con las palabras de aliento de monsieur phantonvhile.
Un espasmo recorrió el muñeco de trapo que estaba en el suelo, mientras las lágrimas recorrían el rostro de Phantonvhile, un rugido de rabia y dolor, comenzó, mientras seguía mirando al suelo. Su vista fija en el pequeño bebé, aunque el muñecó estuviese temblando.
Por favor, pensó Ruslana, esto es demasiado cruel. Sin evitarlo le gritó a monsieur Phantonvhile - "Es el corazón, Salazar. Debes despertar el corazón, con sentimientos de amor, desplaza el odio"-
Como si pudiese escucharla, el Salazar de su visión asintió, mientras su mirada seguía fija y un gruñido de esfuerzo continuó. Como unidos de un hilo hijo y padre se movieron al mismo tiempo. El cuerpo de Salazar caía desde la silla de rodillas en el suelo, mientras que el bebe habría los ojos y comenzaba a llorar. Una sonrisa cubrió el rostro de Salazar, sus lágrimas se juntaban con las del pequeño, mientras repetía una y otra vez su nombre. Karl.
La imagen fue perdiendo consistencia, mientras que unos brazos comenzaron a sacudira sin compasión. Volviendo a la realidad enfocó sus ojos ante el hombre, que hacía unos instantes había estado llorando de felicidad y besando la cabeza de un niño. Salvo que en este momento lo único que tenía en sus brazos era yo, y su mirada acompañada con unos labios fruncidos amenazaban con golpearme para que volviera a la realidad.
Al darme cuenta de que su brazo seguía aferrando mi muñeca enrogecida y dolorida, y que su rostro y cuerpo estaban pegados al mío fruncí mis ojos y me separé empujándole.
- Podría tener un poco de cortesía y soltarme, ¿no le basta con dañarme la muñeca sino que también tenía que pegarse escandalosamente a mí?. Mon Dieu!.- Sacudiendo mi vestido, hice una mueca cuando él volvió a cogerme de la mano dolorida. Una imagen fugaz de él golpeándome en la mejilla derecha. Hizo que le advirtiera rápidamente- Si me golpea, le juro por lo más sagrado que yo misma le arrebataré el puñal a la inquisidora y se lo clavaré.- Sacudiendo mi cabeza, alejando mi agresividad, recordé que el tiempo se nos acababa- Monsieur, discúlpeme, pero su comportamiento deja mucho que desear. Tenemos un trato, su futuro, por mi salvación.
Sintiendo cómo aquel hombre se controlaba y sus ojos se fijaban en los míos con intensidad, le sonreí- Milord, encontrará a su padre vivo. Pero antes de decirle sobre su padre y Karl, debe saber que hay una mujer que cambiará su futuro. Si no consigue su corazón, jamás se hará realidad lo que le diré a continuación. No he podido verla bien, ya sea porque aun no la ha conocido, o porque la conoce pero no le ha declarado su amor.- Intentando acelerar aún más mis palabras, mientras escuchaba unos pasos en el corredor, continué, desviando la mirada nerviosa de la puerta a su rostro- Su padre estará vivo, él sigue sus pasos, lo que está haciendo ahora mismo con su vida, y sólo le enviará tras de sí cuando usted sea digno del linaje al que pertenece. La mujer de la visión le ayudará a cambiar, monsieur, ella es la clave, pues sin ella ni cambiará, ni resolverá el último acertijo que le enviará su padre para encontrarlo.
Tragando saliva ante el sentimiento cada vez mayor de esperanza y alegría que giraba entorno a aquel hombre, decidí decirle las últimas palabras de su padre- Su padre.... le propondrá la venganza de los asesinos. No sé quiénes son, pero usted en mi visión sí lo sabía. En cuanto a Karl.... luchará por su vida. Le he visto muerto junto a un muñeco y a usted intentando devolverle la vida....- En ese momento, él se acercó a ella y le dijo:
- "Es el corazón, Salazar. Debes despertar el corazón, con sentimientos de amor, desplaza el odio"- su aliento rozando su oído- ¿ vivirá?.
Sonrojándome furiosamente, no me molesté en retirarme sino que contesté rápidamente- Sí, usted en mi visión pareció escuchar las palabras que le dije y el muñeco que estaba al lado del niño, dejó de moverse, para en el último momento, despertarse su hijo, Karl. - Sin evitarlo sus lágrimas salieron de sus mejillas - Usted estaba muy feliz, y... el niño, él....parecía sano y tenía un hoyuelo en una de sus mejillas. Pero recuérdelo, debe conseguir que el amor entre en su vida, y a esa mujer que lo hará cambiar.
- Cuidado monsieur, cualquiera podría pensar que me ha dedicado un cumplido.- Mi sonrisa se hizo más brillante aún y uní mi mono suavemente con la de él. La fuerza de las imágenes, hizo que me tambaleara, sintiendo cómo él con un brazo la sostenía contra su pecho y la otra aferraba fieramente su mano. Cualquiera que hubiese entrado en ese momento hubiese pensado que era un abrazo entre dos amantes peleándose, pero ella había perdido todo contacto con la realidad. Sumergida por unas furiosas olas de imágenes que se golpeaban contra ella.
Su futuro, no se desveló momentáneamente, antes tuvo que pasar por las imágenes de él, matando indiscriminadamente una, y otra, y otra vez.... hasta que... Una mujer, cuyo aspecto no estaba muy claro aún, quizás es alguien que iba a conocer pronto o que ya conocía pero aún no le había desvelado sus sentimientos. Ella es la clave, le escuchaba, por ella he cambiado.
La imagen de la mujer se mezcló con otra, un hombre alto, apuesto, de porte regio que le miraba a los ojos de monsieur Phantonvhile.
- ¿Sois vos realmente?, ¿Mi búsqueda ha cesado al fin?
- Sí, hijo. Tenéis un parecido indudable a mí mismo- decía aquél desconocido orgullosamente- Te he observado durante mucho tiempo, he seguido tus pasos, y en el último momento lo has logrado. Pensé que no cambiaríais, pero ella os ha ayudado, ¿no es cierto?.
Phantonvhile sonreía amorosamente. - Sí, así es. Ella descifró el último mensaje.
- Ahora sabes lo que debes hacer hijo- la mirada de aquel hombre se volvió oscura, prometiendo castigo a aquel que había despertado el sentimiento que hacía a sus ojos fulgurar odio.- No debe cesar el castigo. Deben sufrir lo mismo.
Una sonrisa malvada cubrió el rostro de Phantonvhile- No habrá paz, para los asesinos, padre.
Un escalofrío siguió la columna de Ruslana, la imagen se hacía cada vez, más borrosa. El sudor comenzó a empapar su rostro por el esfuerzo. Un poco más, necesito ver a Karl. Y como si en nombre fuera un detonante, otra imagen la golpeó con más fuerza, haciendo que su cuerpo temblase y que se aferrase al abrigo de monsieur Phantonvhile. Un dolor, como jamás había conocido llenaba su cuerpo.
- Vamos, vamos pequeño.- Phantonvhile, sentado en una silla, con el cuerpo tenso del esfuerzo, y el rostro bañado de sudor miraba, lo que parecía el cuerpo de un bebé. Junto al pequeño tendido en el suelo, se encontraba un muñeco. La imagen grotesca, continuaba con las palabras de aliento de monsieur phantonvhile.
Un espasmo recorrió el muñeco de trapo que estaba en el suelo, mientras las lágrimas recorrían el rostro de Phantonvhile, un rugido de rabia y dolor, comenzó, mientras seguía mirando al suelo. Su vista fija en el pequeño bebé, aunque el muñecó estuviese temblando.
Por favor, pensó Ruslana, esto es demasiado cruel. Sin evitarlo le gritó a monsieur Phantonvhile - "Es el corazón, Salazar. Debes despertar el corazón, con sentimientos de amor, desplaza el odio"-
Como si pudiese escucharla, el Salazar de su visión asintió, mientras su mirada seguía fija y un gruñido de esfuerzo continuó. Como unidos de un hilo hijo y padre se movieron al mismo tiempo. El cuerpo de Salazar caía desde la silla de rodillas en el suelo, mientras que el bebe habría los ojos y comenzaba a llorar. Una sonrisa cubrió el rostro de Salazar, sus lágrimas se juntaban con las del pequeño, mientras repetía una y otra vez su nombre. Karl.
La imagen fue perdiendo consistencia, mientras que unos brazos comenzaron a sacudira sin compasión. Volviendo a la realidad enfocó sus ojos ante el hombre, que hacía unos instantes había estado llorando de felicidad y besando la cabeza de un niño. Salvo que en este momento lo único que tenía en sus brazos era yo, y su mirada acompañada con unos labios fruncidos amenazaban con golpearme para que volviera a la realidad.
Al darme cuenta de que su brazo seguía aferrando mi muñeca enrogecida y dolorida, y que su rostro y cuerpo estaban pegados al mío fruncí mis ojos y me separé empujándole.
- Podría tener un poco de cortesía y soltarme, ¿no le basta con dañarme la muñeca sino que también tenía que pegarse escandalosamente a mí?. Mon Dieu!.- Sacudiendo mi vestido, hice una mueca cuando él volvió a cogerme de la mano dolorida. Una imagen fugaz de él golpeándome en la mejilla derecha. Hizo que le advirtiera rápidamente- Si me golpea, le juro por lo más sagrado que yo misma le arrebataré el puñal a la inquisidora y se lo clavaré.- Sacudiendo mi cabeza, alejando mi agresividad, recordé que el tiempo se nos acababa- Monsieur, discúlpeme, pero su comportamiento deja mucho que desear. Tenemos un trato, su futuro, por mi salvación.
Sintiendo cómo aquel hombre se controlaba y sus ojos se fijaban en los míos con intensidad, le sonreí- Milord, encontrará a su padre vivo. Pero antes de decirle sobre su padre y Karl, debe saber que hay una mujer que cambiará su futuro. Si no consigue su corazón, jamás se hará realidad lo que le diré a continuación. No he podido verla bien, ya sea porque aun no la ha conocido, o porque la conoce pero no le ha declarado su amor.- Intentando acelerar aún más mis palabras, mientras escuchaba unos pasos en el corredor, continué, desviando la mirada nerviosa de la puerta a su rostro- Su padre estará vivo, él sigue sus pasos, lo que está haciendo ahora mismo con su vida, y sólo le enviará tras de sí cuando usted sea digno del linaje al que pertenece. La mujer de la visión le ayudará a cambiar, monsieur, ella es la clave, pues sin ella ni cambiará, ni resolverá el último acertijo que le enviará su padre para encontrarlo.
Tragando saliva ante el sentimiento cada vez mayor de esperanza y alegría que giraba entorno a aquel hombre, decidí decirle las últimas palabras de su padre- Su padre.... le propondrá la venganza de los asesinos. No sé quiénes son, pero usted en mi visión sí lo sabía. En cuanto a Karl.... luchará por su vida. Le he visto muerto junto a un muñeco y a usted intentando devolverle la vida....- En ese momento, él se acercó a ella y le dijo:
- "Es el corazón, Salazar. Debes despertar el corazón, con sentimientos de amor, desplaza el odio"- su aliento rozando su oído- ¿ vivirá?.
Sonrojándome furiosamente, no me molesté en retirarme sino que contesté rápidamente- Sí, usted en mi visión pareció escuchar las palabras que le dije y el muñeco que estaba al lado del niño, dejó de moverse, para en el último momento, despertarse su hijo, Karl. - Sin evitarlo sus lágrimas salieron de sus mejillas - Usted estaba muy feliz, y... el niño, él....parecía sano y tenía un hoyuelo en una de sus mejillas. Pero recuérdelo, debe conseguir que el amor entre en su vida, y a esa mujer que lo hará cambiar.
Ruslana Del Mar- Hechicero Clase Alta
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
Hice una mueca grosera cuando comentó que le podia haber hecho un cumplido. Aquella bruja le quedaba mucho por aprender de la vida. Mientras ella vivía perfectamente en una maravillosa casa yo había visto la peor cara de todo tipo de criaturas. Me agarró mi mano y noté su cálidez. Entonces ella empezó a temblar y la agarré para que no cayese. Ambos entramos en mi futuro. Temblaba y pensaba que en cualquier momento le iba a dar algo. Me estaba poniendo tenso aquella situación. Miré la puerta. El tiempo se acababa necesitaba saber que estaba viendo. Esuché alguien andar hacia aquí. Me tensé y le apreté la muñeca sin querer. Entonces empecé a zarandearla. Ella abrío los ojos. -Estamos solos ¿tanto le importa que la agarrara así? Pero si quiere la próxima vez la dejo caer.- dije cortantemente y la solté- Cuenteme, ¿qué has visto?
Sonreí burlon.- Si sabes algo más que de cuentos de hadas se habrá dando cuenta de que claro que necesito una mujer para engendrar un hijo- me relajé. Dejé de ser frío para terminar de esuchar sus palabras.- Amor...- susurré con desprecio.- El amor no lleva a ninguna parte querida. Ya se dará cuenta y puedo encontrar la forma de llegar hasta allí sin tener que usar el "amor"- dije burlonamente.- Como has dicho el futuro se puede cambiar y también tiene distintas vías.
La idea de que al final recuperara un cuerpo humano me hacía feliz y esperanzado. Cerré los ojos un momento para después abrirlos monstrando una cara fría.- De acuerdo, has cumplido con tu parte ahora me toca a mí.- Tras decir eso me acerqué a la chimenea que había en la sala y cogí uno de los utencilios metálicos que se utilizaban para limpiar la chimenea. Con mi magía lo transformé en una basta daga. Sería suficiente para matar a un simple humano aunque no sería tan magmifico como mi puñal. Salí de la habitación dejando atrás a Ruslana y encontré a la mujer cerca.
-Tú y yo- señalé una puerta que daba a una habitación que de por seguro estaba sola. Sonreí.- Preparate para ver el infierno.- después de eso caminé atento a la mujer para esquivar cualquier golpe que intentara darme. Entré en la habitación sin ningún accidente. Levanté el puñal y me acerqué veloxmente ante ella para intentar clavarle el puñal directamente en el corazón.
Sonreí burlon.- Si sabes algo más que de cuentos de hadas se habrá dando cuenta de que claro que necesito una mujer para engendrar un hijo- me relajé. Dejé de ser frío para terminar de esuchar sus palabras.- Amor...- susurré con desprecio.- El amor no lleva a ninguna parte querida. Ya se dará cuenta y puedo encontrar la forma de llegar hasta allí sin tener que usar el "amor"- dije burlonamente.- Como has dicho el futuro se puede cambiar y también tiene distintas vías.
La idea de que al final recuperara un cuerpo humano me hacía feliz y esperanzado. Cerré los ojos un momento para después abrirlos monstrando una cara fría.- De acuerdo, has cumplido con tu parte ahora me toca a mí.- Tras decir eso me acerqué a la chimenea que había en la sala y cogí uno de los utencilios metálicos que se utilizaban para limpiar la chimenea. Con mi magía lo transformé en una basta daga. Sería suficiente para matar a un simple humano aunque no sería tan magmifico como mi puñal. Salí de la habitación dejando atrás a Ruslana y encontré a la mujer cerca.
-Tú y yo- señalé una puerta que daba a una habitación que de por seguro estaba sola. Sonreí.- Preparate para ver el infierno.- después de eso caminé atento a la mujer para esquivar cualquier golpe que intentara darme. Entré en la habitación sin ningún accidente. Levanté el puñal y me acerqué veloxmente ante ella para intentar clavarle el puñal directamente en el corazón.
Salazar Phantomhive- Hechicero Clase Baja
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
Ruggero y Hayden habían llegado finalmente, el viaje había sido largo pero Ruggero lo creyó necesario cuando escuchó lo del fantasma que vivía ahí. Si a algo le faltaba a Hayden era ver y aprender a hacer un exorcismo.
El plan era simple, se decía que la fiesta era para iniciar a Ruslana Del Mar, una joven de la alta sociedad española y Hayden, el crío apuesto de Ruggero haría de un pretendiente, esa era la jugarreta, su acceso y el inquisidor confiaba en que no les revisaran en la entrada.
Y como lo supuso, al ver a Hayden Vaggö los dejaron entrar.
La velada era común, típica de la alta sociedad, Hayden no se miraba atraído por el ambiente, después de todo sus riquezas ascendían tanto que esto era lo que para una niña es un juego de té.
Y la vieron, a la señorita Del Mar, Hayden la miró como enamorado, -¡Concéntrate crío!- le dije, aquella mujer estaba con un hombre y luego éste le abandonó.
-Un brujo- susurró Ruggero con una amplia sonrisa luego de ver como la herramienta de chimenea fue transformada en una mortal daga, luego aquel hombre se dispuso a atacar a alguien.
-Es Killer Bee- dijo Hayden y quiso ir en su ayuda, mas Ruggero lo detuvo.
-¿Querías ver el desempeño de Killer Bee? Ahora serás testigo, no le estorbes nosotros nos encargaremos de que nadie más se interponga y si aparece el fantasma lo exorcisamos- dijo y cruzó los brazos preparado para ver el espectáculo.
El plan era simple, se decía que la fiesta era para iniciar a Ruslana Del Mar, una joven de la alta sociedad española y Hayden, el crío apuesto de Ruggero haría de un pretendiente, esa era la jugarreta, su acceso y el inquisidor confiaba en que no les revisaran en la entrada.
Y como lo supuso, al ver a Hayden Vaggö los dejaron entrar.
La velada era común, típica de la alta sociedad, Hayden no se miraba atraído por el ambiente, después de todo sus riquezas ascendían tanto que esto era lo que para una niña es un juego de té.
Y la vieron, a la señorita Del Mar, Hayden la miró como enamorado, -¡Concéntrate crío!- le dije, aquella mujer estaba con un hombre y luego éste le abandonó.
-Un brujo- susurró Ruggero con una amplia sonrisa luego de ver como la herramienta de chimenea fue transformada en una mortal daga, luego aquel hombre se dispuso a atacar a alguien.
-Es Killer Bee- dijo Hayden y quiso ir en su ayuda, mas Ruggero lo detuvo.
-¿Querías ver el desempeño de Killer Bee? Ahora serás testigo, no le estorbes nosotros nos encargaremos de que nadie más se interponga y si aparece el fantasma lo exorcisamos- dijo y cruzó los brazos preparado para ver el espectáculo.
Ruggero Rosso- Inquisidor Clase Alta
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
Killer Bee lo vio convertir el atizador en un puñal y como un lunático pretendía abalanzarse sobre ella, ¿pero qué iba hacer Killer Bee? Opciones tenía, no había venido a hacer barulla por un sólo brujo, sería arriesgar su posición; ella llevaba un vestido, trabajoso para una batalla cuerpo a cuerpo y fácilmente podría eludir la situación gritando como una indefensa mujer.
Eso le apetecía más antojable que armar un espectáculo y delatarse inquisidora.
Pero entonces vio de reojo y ahí estaba su maestro Ruggero Rosso y Hayden Vaggö, –¿tendré que hacer algo al respecto? ¡Ay!– pensó.
–Ingenuo, si Dios mirándo su corazón no encuentra salvación, él realmente verá el infierno una vez esté tendido por mi– se dijo Killer Bee y dejó que aquel hombre llegará hasta ella, cuando lo creyó conveniente con un rápido movimiento de mano golpeó el puño del arma asesina desviando el ataque lo suficiente para que ella con un giro tomara una mejor vista.
—Mala decisión has hecho, asumirás las consecuencias cuando muerto estés— se jactó y tomó la falda de su vestido, aquel vestido pomposo que con un jalón en una zona específica hizo que se dividiera, a cortándose, volviéndose más ligero y libre para que las piernas de Killer Bee actuaran como mortal aguijón.
Killer Bee arrojó la falsa falda hacía el brujo en un intento de cegarle, luego dio dos vueltas hacía atrás valiendose de sus fuertes brazos y tomó postura de batalla, sin desenfundar el puñal que resaltaba en su pierna derecha.
Eso le apetecía más antojable que armar un espectáculo y delatarse inquisidora.
Pero entonces vio de reojo y ahí estaba su maestro Ruggero Rosso y Hayden Vaggö, –¿tendré que hacer algo al respecto? ¡Ay!– pensó.
–Ingenuo, si Dios mirándo su corazón no encuentra salvación, él realmente verá el infierno una vez esté tendido por mi– se dijo Killer Bee y dejó que aquel hombre llegará hasta ella, cuando lo creyó conveniente con un rápido movimiento de mano golpeó el puño del arma asesina desviando el ataque lo suficiente para que ella con un giro tomara una mejor vista.
—Mala decisión has hecho, asumirás las consecuencias cuando muerto estés— se jactó y tomó la falda de su vestido, aquel vestido pomposo que con un jalón en una zona específica hizo que se dividiera, a cortándose, volviéndose más ligero y libre para que las piernas de Killer Bee actuaran como mortal aguijón.
Killer Bee arrojó la falsa falda hacía el brujo en un intento de cegarle, luego dio dos vueltas hacía atrás valiendose de sus fuertes brazos y tomó postura de batalla, sin desenfundar el puñal que resaltaba en su pierna derecha.
Camile Avery- Inquisidor Clase Alta
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
Será patán, pensaba completamente enfadada alisándose el vestido, pues claro que había leído cuentos de hadas, pero ello no obsta a que le diga que no requiere "amor" para tener un hijo. Rufián, lunático desalmado. ¡Un caballero jamás saca esos temas delante de una dama!. ¿Pero qué iba a esperar de alguien como monsieur Phantonvhile?.
Con paso firme y mirada encendida abrió la puerta de la habitación de golpe, decidida a regresar a la fiesta. Sin embargo, no esperaba encontrarse con un joven apoyado en la salida de la puerta, chocando contra su cuerpo casi cae al suelo, pero fue mantenida por unos brazos fuertes, que la irguieron.
A pesar de haber chocado con el joven, fueron los brazos más rápidos del otro caballero, los que la alzaron. Aquel hombre la miraba con fijeza, acercándola aún más a su pecho, provocando que se asustara ante sus acciones.
- ¡Mon..Monsieur, discúlpeme, no he previsto que hubiera nadie en el pasillo!. Os agradezco vuestra ayuda, sin vuestro agarre hubiera caído junto a vuestro compañero- desvió la mirada hacia el joven que se estaba levantando, sacudiendo sus pantalones, con el rostro enrojecido.
Al sentir cómo los brazos que aún la sujetaban la apretaban más fuerte, ella gimió volviendo a dirigir su mirada a aquel hombre que la había salvado de la caída- Mmm, monsieur, no quiero ser descortés, pero creo que ya puede soltarme, está empezando a dañarme.- Pero ese hombre seguía mirándola fijamente como si hubiese entrado en trance, uno del que no quería despertar. Colocando su mano sobre el pecho, empujó suavemente, sin éxito, para despertarlo y que la soltara. Al escuchar una tela rasgarse, desvió la mirada de los ojos de aquel hombre, para fijarlos en la lucha que iba a acontecer. Palideció observando como ambos duelistas se miraban fijamente a los ojos esperando el siguiente movimiento.
- ¡Por todos los santos que hay en el cielo!- exclamó en Español, mirando de nuevo al hombre que la mantenía retenida en sus brazos. Al parecer aquella expresión hizo que recordara dónde estaba, porque la soltó como si quemase, y dio dos pasos atrás aún mirándola, aunque esta vez, ya no estaba perdido en algún pensamiento, sino absorbiendo todos mis movimientos y expresiones. - ¿Es que no van a hacer nada?. Una mujer tiene que defenderse de las acciones de un borracho y ustedes se quedan observando la escena.- Mirándolos con furia, se dirigió hasta monsieur Phantonvhile, sabía que iba a arrepentirse de lo que iba a hacer, pero... Una situación desesperada, necesitaba acciones desesperadas.
Levantando su mano, golpeó fuertemente en la mejilla a Monsieur Phantonvhile, descargando la furia y el miedo en un sólo golpe.- ¿Recuerda lo que le dije dentro de esa habitación, Monsieur, sobre la bebida?. Sus acciones van a arruinar a su señora.- Desviando la mirada del rostro enrojecido de Phantonvhile, la dirigió hacia la señora que se había rasgado el vestido, dándole una pasada completa a todo su aspecto, para no olvidarse de ningún detalle- ¡Y usted!, no sé quién es ni cuál es el rango de su clase, pero rasgarse el vestido y colocarse de esa forma indecorosa, no dice nada bueno de usted- quitándole el abrigo a monsieur Phantonvhile, que me miraba como si me hubiese salido dos cabezas, se lo lancé a la mujer- Cubra su desnudez parcial con eso, y siga al lacayo que le mandaré para remendar su vestido. Podrá salir, acompañada del lacayo fuera de la Mansión sin que nadie presencie su estado. No se preocupe, me encargaré de que este.......Señor, tenga su merecido.- Sonriendo suavemente, incliné mi cabeza hacia ella- Tenga una agradable noche, señorita.
Y girándome, mientras capturaba una mano de Phantonvhile, lo arrastré hasta llegar a los dos hombres.Los miré de arriba a abajo, fijando la mirada primero en el más joven. - Debería darles vergüenza, una mujer en apuros y no tienden su ayuda. ¿Podría decirme dónde ha quedado su caballerosidad, o al menos su honor?.- Deslizando la mirada hacia el más viejo continué mi discurso- Espero que este no sea el comportamiento que siempre enseña a los menores a su cargo, monsieur. Si bien me ha ayudado a mí a no caerme, ¿deja que un borracho, un desalmado sin escrúpulos, dañe a otra dama?.- Sacudí mi cabeza con enfado, sabiendo que no estaba despertando ningún sentimiento de culpa. Antes de que la sorpresa de mi actuación pudiera desaparecer, me abrí paso entre ambos desconocidos, volviendo a la fiesta.
Seguí arrastrando a Phantonvhile hasta llegar ante un grupo sonriente de desconocidos más. Girándome, dejé que un suspiro retirase todo el aire que había contenido al salir de la habitación.
- Márchese ahora que está a tiempo, antes de que vuelvan a por usted. Se ha delatado innecesariamente.- Acaricié su mejilla con un movimiento rápido, sintiéndome culpable- Si he impedido que le claven un puñal, ha sido por la alfombra persa del pasillo, una mancha de sangre haría que perdiese su valor.- Sonriendo como un niño, no pude evitar recordarle que había salvado su vida. Suspiré teatralmente, mirándolo a los ojos- Al fin y al cabo, ¿cómo iba a defenderlo, con una visión?.- Riendo comencé a separarme de él para buscar a mis amigos.
Con paso firme y mirada encendida abrió la puerta de la habitación de golpe, decidida a regresar a la fiesta. Sin embargo, no esperaba encontrarse con un joven apoyado en la salida de la puerta, chocando contra su cuerpo casi cae al suelo, pero fue mantenida por unos brazos fuertes, que la irguieron.
A pesar de haber chocado con el joven, fueron los brazos más rápidos del otro caballero, los que la alzaron. Aquel hombre la miraba con fijeza, acercándola aún más a su pecho, provocando que se asustara ante sus acciones.
- ¡Mon..Monsieur, discúlpeme, no he previsto que hubiera nadie en el pasillo!. Os agradezco vuestra ayuda, sin vuestro agarre hubiera caído junto a vuestro compañero- desvió la mirada hacia el joven que se estaba levantando, sacudiendo sus pantalones, con el rostro enrojecido.
Al sentir cómo los brazos que aún la sujetaban la apretaban más fuerte, ella gimió volviendo a dirigir su mirada a aquel hombre que la había salvado de la caída- Mmm, monsieur, no quiero ser descortés, pero creo que ya puede soltarme, está empezando a dañarme.- Pero ese hombre seguía mirándola fijamente como si hubiese entrado en trance, uno del que no quería despertar. Colocando su mano sobre el pecho, empujó suavemente, sin éxito, para despertarlo y que la soltara. Al escuchar una tela rasgarse, desvió la mirada de los ojos de aquel hombre, para fijarlos en la lucha que iba a acontecer. Palideció observando como ambos duelistas se miraban fijamente a los ojos esperando el siguiente movimiento.
- ¡Por todos los santos que hay en el cielo!- exclamó en Español, mirando de nuevo al hombre que la mantenía retenida en sus brazos. Al parecer aquella expresión hizo que recordara dónde estaba, porque la soltó como si quemase, y dio dos pasos atrás aún mirándola, aunque esta vez, ya no estaba perdido en algún pensamiento, sino absorbiendo todos mis movimientos y expresiones. - ¿Es que no van a hacer nada?. Una mujer tiene que defenderse de las acciones de un borracho y ustedes se quedan observando la escena.- Mirándolos con furia, se dirigió hasta monsieur Phantonvhile, sabía que iba a arrepentirse de lo que iba a hacer, pero... Una situación desesperada, necesitaba acciones desesperadas.
Levantando su mano, golpeó fuertemente en la mejilla a Monsieur Phantonvhile, descargando la furia y el miedo en un sólo golpe.- ¿Recuerda lo que le dije dentro de esa habitación, Monsieur, sobre la bebida?. Sus acciones van a arruinar a su señora.- Desviando la mirada del rostro enrojecido de Phantonvhile, la dirigió hacia la señora que se había rasgado el vestido, dándole una pasada completa a todo su aspecto, para no olvidarse de ningún detalle- ¡Y usted!, no sé quién es ni cuál es el rango de su clase, pero rasgarse el vestido y colocarse de esa forma indecorosa, no dice nada bueno de usted- quitándole el abrigo a monsieur Phantonvhile, que me miraba como si me hubiese salido dos cabezas, se lo lancé a la mujer- Cubra su desnudez parcial con eso, y siga al lacayo que le mandaré para remendar su vestido. Podrá salir, acompañada del lacayo fuera de la Mansión sin que nadie presencie su estado. No se preocupe, me encargaré de que este.......Señor, tenga su merecido.- Sonriendo suavemente, incliné mi cabeza hacia ella- Tenga una agradable noche, señorita.
Y girándome, mientras capturaba una mano de Phantonvhile, lo arrastré hasta llegar a los dos hombres.Los miré de arriba a abajo, fijando la mirada primero en el más joven. - Debería darles vergüenza, una mujer en apuros y no tienden su ayuda. ¿Podría decirme dónde ha quedado su caballerosidad, o al menos su honor?.- Deslizando la mirada hacia el más viejo continué mi discurso- Espero que este no sea el comportamiento que siempre enseña a los menores a su cargo, monsieur. Si bien me ha ayudado a mí a no caerme, ¿deja que un borracho, un desalmado sin escrúpulos, dañe a otra dama?.- Sacudí mi cabeza con enfado, sabiendo que no estaba despertando ningún sentimiento de culpa. Antes de que la sorpresa de mi actuación pudiera desaparecer, me abrí paso entre ambos desconocidos, volviendo a la fiesta.
Seguí arrastrando a Phantonvhile hasta llegar ante un grupo sonriente de desconocidos más. Girándome, dejé que un suspiro retirase todo el aire que había contenido al salir de la habitación.
- Márchese ahora que está a tiempo, antes de que vuelvan a por usted. Se ha delatado innecesariamente.- Acaricié su mejilla con un movimiento rápido, sintiéndome culpable- Si he impedido que le claven un puñal, ha sido por la alfombra persa del pasillo, una mancha de sangre haría que perdiese su valor.- Sonriendo como un niño, no pude evitar recordarle que había salvado su vida. Suspiré teatralmente, mirándolo a los ojos- Al fin y al cabo, ¿cómo iba a defenderlo, con una visión?.- Riendo comencé a separarme de él para buscar a mis amigos.
Ruslana Del Mar- Hechicero Clase Alta
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
[Off: Antes de contestar quiero que sepáis dos cosas que no habéis tenido en cuenta cuando me habéis leido mi anterior post. 1- El arma ha sido creada dentro de la habitación por lo que solo me ha visto Ruslana hacerlo ya que estabamos solos. 2- Cuando salí de la habitación le he pedido a Killer Bee que nos vayamos a una habitación a solas. Eso es todo y la próxima vez leerme bien por favor.]
La joven del vestido azul se movió con una gran aguilidad para partarse de mí. No me sorprendió que se rasgara el vestido. De hecho lo ví lo más lógico ya que debía dificultarle mucho. Pero eso no le serviría de nada. Entonces Alguien me dio la vuelta y noté una mano chocar contra mi casa. Tuve que parpadear un par de veces para poder fijarme bien en lo que tenía delante. Era Ruslana y se le veía muy cabreada. Entonces me enfadé. ¿Qué estaba haceindo esa idiota? ¿Acaso no iba a cumplir mi parte del trato? Antes de que le dijiera nada le echo unas retailas a la otra chica. "¡Estúpida!" Quise chillarle pero no lo hice. Me agarró y me arrastró detrá de ella. Me llevó hasta donde había dos hombres y les volvió a echar al bronca. Desde luego esta mujer estaba muy amargada. Me siguió arrastrando. No me molestara que me tachara de borracho lo que me molestara e que no me dejara cumplir con mi parte del trato. Por fin me soltó y me giré cabreado.- Tú.- dije olvidando todos los modales que pudiera tener.- No me hace nada de gracia.- entreerré los ojos ante aquella broma- Era una inquisidora y sabe que eres bruja. ¡A si que arreglatelas tú sola!- la miré con desprecio.- No he cumplido mi trato por su culpa tenlo en cuenta. Y claro que me marcharé para dejarla a solas con esta jauría.
Dicho eso me di la vuelta cabreado. Di unos pasos y me di la vuelta.- La próxima vez que la vea la mataré sin dudarlo a si que procura no cruzarse en mi camino. De este modo sus visiones la librarán de mi y a mi de vos.- La dejé allí sola para ir a buscar a Lady Fiolette.
La encontré hablando con algunos hombre. Ella se sorprendió al verme sin la chaqueta pero negé con la cabeza. Tenía prohibido hacerme preguntas. Le pedí que nos marchásemos y así fue.
Fin
La joven del vestido azul se movió con una gran aguilidad para partarse de mí. No me sorprendió que se rasgara el vestido. De hecho lo ví lo más lógico ya que debía dificultarle mucho. Pero eso no le serviría de nada. Entonces Alguien me dio la vuelta y noté una mano chocar contra mi casa. Tuve que parpadear un par de veces para poder fijarme bien en lo que tenía delante. Era Ruslana y se le veía muy cabreada. Entonces me enfadé. ¿Qué estaba haceindo esa idiota? ¿Acaso no iba a cumplir mi parte del trato? Antes de que le dijiera nada le echo unas retailas a la otra chica. "¡Estúpida!" Quise chillarle pero no lo hice. Me agarró y me arrastró detrá de ella. Me llevó hasta donde había dos hombres y les volvió a echar al bronca. Desde luego esta mujer estaba muy amargada. Me siguió arrastrando. No me molestara que me tachara de borracho lo que me molestara e que no me dejara cumplir con mi parte del trato. Por fin me soltó y me giré cabreado.- Tú.- dije olvidando todos los modales que pudiera tener.- No me hace nada de gracia.- entreerré los ojos ante aquella broma- Era una inquisidora y sabe que eres bruja. ¡A si que arreglatelas tú sola!- la miré con desprecio.- No he cumplido mi trato por su culpa tenlo en cuenta. Y claro que me marcharé para dejarla a solas con esta jauría.
Dicho eso me di la vuelta cabreado. Di unos pasos y me di la vuelta.- La próxima vez que la vea la mataré sin dudarlo a si que procura no cruzarse en mi camino. De este modo sus visiones la librarán de mi y a mi de vos.- La dejé allí sola para ir a buscar a Lady Fiolette.
La encontré hablando con algunos hombre. Ella se sorprendió al verme sin la chaqueta pero negé con la cabeza. Tenía prohibido hacerme preguntas. Le pedí que nos marchásemos y así fue.
Fin
Salazar Phantomhive- Hechicero Clase Baja
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
-Una pantera negra y un zorro blanco.-respondí también en un susurro, miré a Liev que asintió y volvió metiéndose entre la multitud para volverse etéreo sin llamar mucho la atención. Zafiro asintió y me miró decida, defenderíamos a Ruslana.
Por el momento nos disculapmos del resto y avanzamos entra la multitud mirando a todos lados, mi mirada captó a una mujer con una vestido azul zafiro y mirada concentrada y desafiante...no me daba muy buena espina pero en seguia despareció de mi vitsa cuando una pareja de nobles pasaba por delante de mi. Miré a Zafiro y ésta respondió a mi mirada, ambas estábamos preocupadas y no sabíamos muy bien que pasaría al final.
Tras bastante rato caminando por la sala sin rumbo fijo, vi a Ruslana caminar con el señor Phantomhive agarrado de la muñeca y llevándolo casi a rastras. Le di un suave codazo a Zafiro para llamar su atención y ella siguió mi mirada hasta Ruslana y el señor Phantomhive, ambos parecían alterados. Zafiro y yo intercambiamos una mirada significativa y fueimos en su dirección. Cuando llegamos el señor Phantomhive se despedía y se iba con su señora y Ruslana les miraba con una mirada difícil de interpretar. Zafiro y yo la alcanzamos y la miramos con preocupación.
-¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?-pregunté alarmada y Zafiro corroboró mis palabras mirándola también con preocupación a la espera de una respuesta, y esta vez no me conformaría con un guiño y un gesto restándole importancia, era nuestra amiga y fuese lo que fuese lo que pasaba íbamos a ayudarla.
Por el momento nos disculapmos del resto y avanzamos entra la multitud mirando a todos lados, mi mirada captó a una mujer con una vestido azul zafiro y mirada concentrada y desafiante...no me daba muy buena espina pero en seguia despareció de mi vitsa cuando una pareja de nobles pasaba por delante de mi. Miré a Zafiro y ésta respondió a mi mirada, ambas estábamos preocupadas y no sabíamos muy bien que pasaría al final.
Tras bastante rato caminando por la sala sin rumbo fijo, vi a Ruslana caminar con el señor Phantomhive agarrado de la muñeca y llevándolo casi a rastras. Le di un suave codazo a Zafiro para llamar su atención y ella siguió mi mirada hasta Ruslana y el señor Phantomhive, ambos parecían alterados. Zafiro y yo intercambiamos una mirada significativa y fueimos en su dirección. Cuando llegamos el señor Phantomhive se despedía y se iba con su señora y Ruslana les miraba con una mirada difícil de interpretar. Zafiro y yo la alcanzamos y la miramos con preocupación.
-¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?-pregunté alarmada y Zafiro corroboró mis palabras mirándola también con preocupación a la espera de una respuesta, y esta vez no me conformaría con un guiño y un gesto restándole importancia, era nuestra amiga y fuese lo que fuese lo que pasaba íbamos a ayudarla.
Rubí*- Cambiante Clase Media
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
El tiempo había pasado demasiao rápido. Y algo me había distraído, y mucho. Vale, es cierto que siempre termino haciendo una de las mías en las fiestas pero también es cierto que se me puede distraer con la misma facilidad, y más cuando es por algo que no puedo controlar, o algo tremendamente interesante, o urgente. O simplemente con una cosa que parezca graciosa. Todo depende de la situación. De lo que sea que deba distraerme o no.
Pero no me distraje por ninguna de esas cosas. Porque no me gustó nada tener que alejarme de esas damas, después de la invitación de la amable anfritiona de la fiesta. No me gustó tener que hacerlo, me sentó mal semejante desplante, pero de hecho es que no tuve más remedio. Porque recibí una señal. Iba a unirme a esas damas cuando oí una voz fantasmal detrás de mí.
Y empalidecí.
"¿Qué hace aquí? ¿Qué hace aquí?" pensaba mientras me alejaba de las damas a toda prisa y me acercaba a una zona alejaba, dónde nadie, absolutamente nadie, pudiera verme. Y me crucé de brazos mientras miraba al fantasma demoníaco que había decidido venir a verme. Maldito. Maldito sea.
El fantasma tenía tan poca consistencia que nadie, absolutamente nadie aparte de mí podía verle. A no ser que hubiera otros brujos allí, por supuestol Me sonrió de forma macabra y me dijo algo que no pude entender, justo lo que el fantasma pretendía, por supuesto. Malditos fantasmas del pasado. Y más aquellos que aparecen y desaparecen cuando les da la gana. Nada que ver con el otro fantasma de la fiesta. Luego, simplemente, desapareció, no sin antes atravesarme y dejándome medio aturdida. Apoyé la espalda en la pared y respiré hondo. Entonces fruncí el ceño y pronuncié un viejo hechizo. Solté una risita. Aquel maldito fantasma iba a armar una buena en alguna calle de París. Meneé la cabeza olvidándome de él y luego contemplé lo que comenzaba a ocurrir a mi alrededor, sin poder hacer nada, mareándome a más no poder. Y al rato estuve más o menos recuperada. Me enfadé aún más. ¿Pero qué demonios se habían creído esos malditos? Atacar a la gente de traidores. Traté de salir del lugar dónde había estado escondida mientras mascullaba.
-Traidores....¡eso es lo que sois! Unos asquerosos traidores!-mascullaba mientras andaba y veía como uno de los caballeros, que la había liado, se marchaba.
Y entonces entrecerré los ojos, con expresión acechante, toqueteándome la poción que llevaba en mi ridículo, que no se veía a ojos de los demás, por supuesto.
Volví a apoyarme en la pared, bien a la vista, mientras decía una y otra vez:
-Quién coquetea con la muerte la encuentra. ¡Traidores!-sí, se me escapaba y eso iba hacia los que habían atacado a traición. No sabía quién me oiría o quién no. Pero la verdad es que eso no me importaba lo más mínimo. Me acerqué a Rubí, una chica con un vestido precioso de color zafiro y la anfitriona. No estaba bien lo que le habían hecho. A ella y a algunos más. La verdad es que había visto algunas cosas extraordinarias en la fiesta.
-¿Estáis bien? Lo que ha pasado no ha estado bien.
Pero no me distraje por ninguna de esas cosas. Porque no me gustó nada tener que alejarme de esas damas, después de la invitación de la amable anfritiona de la fiesta. No me gustó tener que hacerlo, me sentó mal semejante desplante, pero de hecho es que no tuve más remedio. Porque recibí una señal. Iba a unirme a esas damas cuando oí una voz fantasmal detrás de mí.
Y empalidecí.
"¿Qué hace aquí? ¿Qué hace aquí?" pensaba mientras me alejaba de las damas a toda prisa y me acercaba a una zona alejaba, dónde nadie, absolutamente nadie, pudiera verme. Y me crucé de brazos mientras miraba al fantasma demoníaco que había decidido venir a verme. Maldito. Maldito sea.
El fantasma tenía tan poca consistencia que nadie, absolutamente nadie aparte de mí podía verle. A no ser que hubiera otros brujos allí, por supuestol Me sonrió de forma macabra y me dijo algo que no pude entender, justo lo que el fantasma pretendía, por supuesto. Malditos fantasmas del pasado. Y más aquellos que aparecen y desaparecen cuando les da la gana. Nada que ver con el otro fantasma de la fiesta. Luego, simplemente, desapareció, no sin antes atravesarme y dejándome medio aturdida. Apoyé la espalda en la pared y respiré hondo. Entonces fruncí el ceño y pronuncié un viejo hechizo. Solté una risita. Aquel maldito fantasma iba a armar una buena en alguna calle de París. Meneé la cabeza olvidándome de él y luego contemplé lo que comenzaba a ocurrir a mi alrededor, sin poder hacer nada, mareándome a más no poder. Y al rato estuve más o menos recuperada. Me enfadé aún más. ¿Pero qué demonios se habían creído esos malditos? Atacar a la gente de traidores. Traté de salir del lugar dónde había estado escondida mientras mascullaba.
-Traidores....¡eso es lo que sois! Unos asquerosos traidores!-mascullaba mientras andaba y veía como uno de los caballeros, que la había liado, se marchaba.
Y entonces entrecerré los ojos, con expresión acechante, toqueteándome la poción que llevaba en mi ridículo, que no se veía a ojos de los demás, por supuesto.
Volví a apoyarme en la pared, bien a la vista, mientras decía una y otra vez:
-Quién coquetea con la muerte la encuentra. ¡Traidores!-sí, se me escapaba y eso iba hacia los que habían atacado a traición. No sabía quién me oiría o quién no. Pero la verdad es que eso no me importaba lo más mínimo. Me acerqué a Rubí, una chica con un vestido precioso de color zafiro y la anfitriona. No estaba bien lo que le habían hecho. A ella y a algunos más. La verdad es que había visto algunas cosas extraordinarias en la fiesta.
-¿Estáis bien? Lo que ha pasado no ha estado bien.
Anneliese Wasenbell- Hechicero/Realeza
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
El maestro de Vaggö lo llevó hasta una gran mansión donde llevarían a cabo un exorcismo, era lo único que Hayden no sabía hacer y aunque no le causaba gran emoción sabía que era necesario pese a sus deseos de especializarse en licántropos.
Su maestro lucía confiado, siempre lo estaba y pese a su soberbia ésta nunca se volvió un obstáculo.
Entraron sin ningún problema, todo estaba perfectamente dispuesto, una gran celebración aunque humilde para el sentido de Hayden, su familia sí sabía hacer gloriosas celebraciones.
Y la anfitriona hizo presencia, presentó a Ruslana Del Mar y Hayden se dedicó a contemplarla, vaya que era bella.
-¡Concéntrate crío!- dijo el maestro de Vaggö y éste se cabreó, odiaba que le llamara así pero al fin de cuentas... ¿Qué podría hacer contra su maestro?
-¡Si maestro!- respondió de forma sumisa.
Pasaron unos minutos más y un hombre llamó la atención de ambos Inquisidores, le siguieron y le vieron entrar en una habitación donde estaba Killer Bee, la que fuera la primera alumna de Ruggero Rosso.
Puso en alerta a Ruggero e intentó ir en su ayuda pero su maestro lo detuvo. -¿Querías ver el desempeño de Killer Bee? Ahora serás testigo, no le estorbes nosotros nos encargaremos de que nadie más se interponga y si aparece el fantasma lo exorcisamos-
-¿qué no le estorbe?- pensó ofendido Hayden. -¡Si maestro, disculpe mi impulsividad!-
Y ambos se dedicaron a ver las acciones de Killer Bee.
Su maestro lucía confiado, siempre lo estaba y pese a su soberbia ésta nunca se volvió un obstáculo.
Entraron sin ningún problema, todo estaba perfectamente dispuesto, una gran celebración aunque humilde para el sentido de Hayden, su familia sí sabía hacer gloriosas celebraciones.
Y la anfitriona hizo presencia, presentó a Ruslana Del Mar y Hayden se dedicó a contemplarla, vaya que era bella.
-¡Concéntrate crío!- dijo el maestro de Vaggö y éste se cabreó, odiaba que le llamara así pero al fin de cuentas... ¿Qué podría hacer contra su maestro?
-¡Si maestro!- respondió de forma sumisa.
Pasaron unos minutos más y un hombre llamó la atención de ambos Inquisidores, le siguieron y le vieron entrar en una habitación donde estaba Killer Bee, la que fuera la primera alumna de Ruggero Rosso.
Puso en alerta a Ruggero e intentó ir en su ayuda pero su maestro lo detuvo. -¿Querías ver el desempeño de Killer Bee? Ahora serás testigo, no le estorbes nosotros nos encargaremos de que nadie más se interponga y si aparece el fantasma lo exorcisamos-
-¿qué no le estorbe?- pensó ofendido Hayden. -¡Si maestro, disculpe mi impulsividad!-
Y ambos se dedicaron a ver las acciones de Killer Bee.
Hayden Vaggö- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 09/10/2012
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
Vi como Liev se desvanecía y Rubí y yo seguíamos nuestro camino. Asentí lentamente ante el descubrimiento de sus formas animales. Entonces vi a dos personas de las que no me había percatado antes. No sé por qué me fijaron en ellos. Entonces vi a Ruslana arrastrar a Phantomhive y me puse tensa. Estuve a punto de salir corriendo para que dejara de tirar de él. ¿Y si se enfadaba? Vale ya estaba enfadado pero por lo visto se comportó porque se marchó. Miré a Rubí y ambas nos acercamos a Ruslana.
-¿Te ha hecho algo? ¿Por qué estaba enfadado? ¿Estas bien?- la acribillé a preguntas.- Y no le quites importancia para no preocuparnos. Somo tus amigas y compartimos tus temores y tus alegrías. Tus problemas son nuestros problemas.- la miré seria muy seria. Pero mi cara cambió cuando se nos acercó una tercera chica. Se me había olvidado donde estábamos a si que contesté como si estuviéramos en mitad de la calle.- Yo sí pero me pregunto si la señorita Ruslana se dignaría a contarnos algo- Miré mejor el aura de la chica. Una bruja. No habría peligro de que se enterara de algo no debido. Miré a la chica y después a Ruslana que me estaba mirando. Asentí con la cabeza para darle la señal de que ella era una persona de las que no debíamos temer.
-¿Te ha hecho algo? ¿Por qué estaba enfadado? ¿Estas bien?- la acribillé a preguntas.- Y no le quites importancia para no preocuparnos. Somo tus amigas y compartimos tus temores y tus alegrías. Tus problemas son nuestros problemas.- la miré seria muy seria. Pero mi cara cambió cuando se nos acercó una tercera chica. Se me había olvidado donde estábamos a si que contesté como si estuviéramos en mitad de la calle.- Yo sí pero me pregunto si la señorita Ruslana se dignaría a contarnos algo- Miré mejor el aura de la chica. Una bruja. No habría peligro de que se enterara de algo no debido. Miré a la chica y después a Ruslana que me estaba mirando. Asentí con la cabeza para darle la señal de que ella era una persona de las que no debíamos temer.
Zafiro Gómez- Gitano
- Mensajes : 119
Fecha de inscripción : 07/10/2012
Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
Toqué con una mano la parte superior de mi pecho, en el mismo lugar en el que se hallaba mi corazón. ¡Ése...Ese impresentable la había amenazado!, ¿quiere guerra?,- se dijo decididamente- pues la iba a tener. Levantando su mirada llena de furia, sonrió a sus amigas.
- He.... ayudado a Monsieur Phantonvhile y le he salvado la vida de tres inquisidores, que en estos momentos no sé dónde estarán, dándole una bofetada y acusándole de borracho- sintiendo como las tres se estremecían ante la idea de haber enfrentado a cuatro peligrosas personas, sonreí amargamente- como podéis pensar, he recibido una amable oferta de acabar mi vida en nuestro próximo encuentro, de parte del señor Phantonvhile. En cuanto a los inquisidores, no sé cómo han podido entrar, aunque sospecho que uno de ellos les ha ayudado. Era demasiado joven y entusiasta. Podría decir que no sospechan de mí, pero... sería una falacia.
Bajé mi mirada al suelo, observando mis zapatos de tacón plateados con pequeños zafiros incrustados. No me perdonaría el saber que por mi culpa, mis amigos, aquellos que me habían abierto su corazón y protegido, pudiesen sufrir por mi.
Levanté la mirada hacia la joven que se había unido recientemente a nosotras- Sí pequeña... es injusto. Sé que compartís parte de mi ... " problema", estoy segura de que comprende lo que le digo, y por eso la advierto, de la presencia de inquisidores. Es libre de rechazarme y resguardarse. Jamás me perdonaría si sufriera mal alguno- Mirando a Rubí y a Zafiro les tomé la mano- Ninguna de vosotras tampoco, sois como mis hermanas. Y Liev....... ¡mon dieu!, ¿no está con vosotras?
Sintiendo mi agitación, mis amigas me dijeron que había decidido hacerse etéreo. Sintiendo cómo mi cuerpo volvía a relajarse, me sorprendí al escuchar a nuestra pequeña, y nueva amiga decirme- Señorita Del Mar, ¿va a huir?.- La desilución estaba pintada en su rostro.
- No, señorita Wasenbell.- Alejé el miedo y recordé al patán que me había amenazado. Ese hombre le había dicho que no servía para la lucha. Bien, era hora de comprobarlo.- Esta noche me han amenazado, sacudido, maltratado y denigrado. Ésta es mi casa, y en ella están mis amigos. Nadie amenaza a un Del Mar y sale impune.- Viendo a los inquisidores juntos en el fondo de la sala, sentí una furia candente dentro de mí. Algo que jamás había sentido. Dirigiéndoles una sonrisa, repetí con mayor fuerza- Nadie...
- He.... ayudado a Monsieur Phantonvhile y le he salvado la vida de tres inquisidores, que en estos momentos no sé dónde estarán, dándole una bofetada y acusándole de borracho- sintiendo como las tres se estremecían ante la idea de haber enfrentado a cuatro peligrosas personas, sonreí amargamente- como podéis pensar, he recibido una amable oferta de acabar mi vida en nuestro próximo encuentro, de parte del señor Phantonvhile. En cuanto a los inquisidores, no sé cómo han podido entrar, aunque sospecho que uno de ellos les ha ayudado. Era demasiado joven y entusiasta. Podría decir que no sospechan de mí, pero... sería una falacia.
Bajé mi mirada al suelo, observando mis zapatos de tacón plateados con pequeños zafiros incrustados. No me perdonaría el saber que por mi culpa, mis amigos, aquellos que me habían abierto su corazón y protegido, pudiesen sufrir por mi.
Levanté la mirada hacia la joven que se había unido recientemente a nosotras- Sí pequeña... es injusto. Sé que compartís parte de mi ... " problema", estoy segura de que comprende lo que le digo, y por eso la advierto, de la presencia de inquisidores. Es libre de rechazarme y resguardarse. Jamás me perdonaría si sufriera mal alguno- Mirando a Rubí y a Zafiro les tomé la mano- Ninguna de vosotras tampoco, sois como mis hermanas. Y Liev....... ¡mon dieu!, ¿no está con vosotras?
Sintiendo mi agitación, mis amigas me dijeron que había decidido hacerse etéreo. Sintiendo cómo mi cuerpo volvía a relajarse, me sorprendí al escuchar a nuestra pequeña, y nueva amiga decirme- Señorita Del Mar, ¿va a huir?.- La desilución estaba pintada en su rostro.
- No, señorita Wasenbell.- Alejé el miedo y recordé al patán que me había amenazado. Ese hombre le había dicho que no servía para la lucha. Bien, era hora de comprobarlo.- Esta noche me han amenazado, sacudido, maltratado y denigrado. Ésta es mi casa, y en ella están mis amigos. Nadie amenaza a un Del Mar y sale impune.- Viendo a los inquisidores juntos en el fondo de la sala, sentí una furia candente dentro de mí. Algo que jamás había sentido. Dirigiéndoles una sonrisa, repetí con mayor fuerza- Nadie...
Ruslana Del Mar- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 07/10/2012
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
Ruggero Rosso no perdió detalle de todo lo que sucedió, la señorita Del Mar como una chavala impulsiva se dirigió al brujo acusándole de varias faltas, Ruggero consideraba que tenía mucha razón sin embargo, eso sólo hizo que echaran al brujo y Killer Bee fuera descubierta Inquisidora.
Pero entonces Ruggero escuchó música para sus oídos. -... Sabe que eres bruja. ¡A si que arreglatelas tú sola!- había dicho aquel brujo antes de salir cabreado.
Ruggero Rosso rió en su interior, vaya aquella mujer había sido acusada de bruja y el inquisidor no se quedaría sin actuar ante tal revelación, el simple hecho de ese conocimiento le estremeció el cuerpo de excitación y sonrió con malicia a la mujer lo miraba con ojos retadores.
El inquisidor dio unos pasos hacía la habitación deteniéndose en la entrada.
-Así que sois una bruja señorita Del Mar- dijo y le dedicó otra sonrisa, luego soltó una risilla que subió de grado a grandes carcajadas, después como si nada se detuvo. Ruggero dio un paso hacía el frente y desenfundó su revólver izquierdo sosteniéndolo con su diestra y le apuntó.
-Argumentase o acucese de bruja, sometiéndose a la justicia de Dios- dijo y quitó el seguro del arma.
Toda la mansión reaccionó a las acciones del inquisidor, de inmediato Hayden intervino.
-No se alarméis, somos Inquisidores y nos presentamos para exorcizar un fantasma que fue declarado por la iglesia en este lugar, mas hemos descubierto que la anfitriona es una bruja y la ley de Dios caerá sobre ella... Os pedimos que salgáis y nos dejéis solos, aquel que no lo haga se delatará brujo que no siempre estáis solos- dijo levantando el rollo con la orden del Papa y un gran crucifico.
-No queríais manchad de sangre la alfombra... yo no tendré esa consideración... decime ¿el fantasma trabaja a vuestra voluntad?- Bofó Ruggero y miró a Killer Bee que se hallaba del otro lado del recinto, junto detrás del grupo de mujeres que rodeaban a Ruslana Del Mar, la inquisidora se preparó sacando su daga de la pierna.
Hayden se acercó a mí y se dirigió a la compañía de Ruslana, -será mejor que se vayáis o revelaos vuestra naturaleza sobrenatural- luego sacó uno de sus revólver y apuntó a la declarada bruja.
-Cometisteis un error al echad aquel hombre algo pudo haber hecho- dijo Ruggero y se echó a reír, -y bien mujer ¿sois o no bruja?-
Pero entonces Ruggero escuchó música para sus oídos. -... Sabe que eres bruja. ¡A si que arreglatelas tú sola!- había dicho aquel brujo antes de salir cabreado.
Ruggero Rosso rió en su interior, vaya aquella mujer había sido acusada de bruja y el inquisidor no se quedaría sin actuar ante tal revelación, el simple hecho de ese conocimiento le estremeció el cuerpo de excitación y sonrió con malicia a la mujer lo miraba con ojos retadores.
El inquisidor dio unos pasos hacía la habitación deteniéndose en la entrada.
-Así que sois una bruja señorita Del Mar- dijo y le dedicó otra sonrisa, luego soltó una risilla que subió de grado a grandes carcajadas, después como si nada se detuvo. Ruggero dio un paso hacía el frente y desenfundó su revólver izquierdo sosteniéndolo con su diestra y le apuntó.
-Argumentase o acucese de bruja, sometiéndose a la justicia de Dios- dijo y quitó el seguro del arma.
Toda la mansión reaccionó a las acciones del inquisidor, de inmediato Hayden intervino.
-No se alarméis, somos Inquisidores y nos presentamos para exorcizar un fantasma que fue declarado por la iglesia en este lugar, mas hemos descubierto que la anfitriona es una bruja y la ley de Dios caerá sobre ella... Os pedimos que salgáis y nos dejéis solos, aquel que no lo haga se delatará brujo que no siempre estáis solos- dijo levantando el rollo con la orden del Papa y un gran crucifico.
-No queríais manchad de sangre la alfombra... yo no tendré esa consideración... decime ¿el fantasma trabaja a vuestra voluntad?- Bofó Ruggero y miró a Killer Bee que se hallaba del otro lado del recinto, junto detrás del grupo de mujeres que rodeaban a Ruslana Del Mar, la inquisidora se preparó sacando su daga de la pierna.
Hayden se acercó a mí y se dirigió a la compañía de Ruslana, -será mejor que se vayáis o revelaos vuestra naturaleza sobrenatural- luego sacó uno de sus revólver y apuntó a la declarada bruja.
-Cometisteis un error al echad aquel hombre algo pudo haber hecho- dijo Ruggero y se echó a reír, -y bien mujer ¿sois o no bruja?-
Ruggero Rosso- Inquisidor Clase Alta
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Re: La Mansión Del Mar (LIBRE)
¿Enserio acababan de amenazarla delante de toda la alta sociedad?. La Iglesia ha decaído si estos son sus "guerreros", pensó. Bien, es inútil hacerme la víctima. Sintiendo cómo su cuerpo reaccionaba por instinto. Levantó las palmas de las manos, elevando la voz para sus invitados:
- No os preocupéis, estos caballeros están cometiendo un error- sabiendo que sus palabras actuaban como un bálsamo de tranquilidad para la muchedumbre, continuó mirando al más cercano de ellos, el joven del crucifijo.- Señor, seríais tan amable de enseñarme la orden, si posee el sello del Papa os daré permiso para continuar- el joven presurosamente le entregó el rollo, cometiendo un error, mirarla a los ojos. En esos segundos que duró su mirada, Ruslana no sólo comprobó que no llevaba ningún amuleto protector, sino que vertió sobre él todo el encanto que pudo, sabiendo que aquel joven terminaría, al terminar de mirarlo, atraído por ella.
- Gracias, mi señor- dando una pequeña reverencia ignoró la mirada de enamorado para fingir que leía atentamente la orden. Escuchando el gruñido del hombre que la apuntaba con un arma, levantó la mirada, coincidiendo con la suya. ¿Le apunta con un arma y no lleva nada que lo proteja de ella?. Sonrió sabiendo que la caída de ese hombre sólo provocaría que la victoria fuera más dulce. Cargó contra él en una mirada corta, que no levantase sospechas, en la que despertó los sentimientos de cariño, no podía enamorarlo porque iba en contra de sus principios. Sólo lo suficiente para que cuando la mirase le recordase a una hermana y no pudiera matarla.
- Creo que tienen razón con la orden del fantasma, pero no dice nada de brujas- levantando una de mis cejas y llenando mi voz de sarcasmo le dijo: ¿debería vestirme de negro, ponerme una horrible verruga en la nariz, y reír histéricamente, monsieur?. Sólo soy una joven debutante. Y si queréis, podéis hablar con el padre Christof, viene todos los viernes a casa a tomar té con mi tía y conmigo.- Mientras un coro de risas se elevaba, el inquisidor bajó el arma. Me acerqué aún manteniendo mi sonrisa- Tenéis permiso para venir mañana y revisar la casa. No hay ollas con brebajes mágicos.- colocando una expresión culpable respondí lo suficientemente alto para que todos volviesen a reír- Siendo completamente sincera, no soy capaz de cocinar nada sin quemarlo, y mi cocinero es muy celoso de su cocina. No permite que nadie entre en ella.- Otra tanda de risas continuó, permitiendo que volviese a sonar la música y se alejase la tensión del ambiente.
- No os preocupéis, estos caballeros están cometiendo un error- sabiendo que sus palabras actuaban como un bálsamo de tranquilidad para la muchedumbre, continuó mirando al más cercano de ellos, el joven del crucifijo.- Señor, seríais tan amable de enseñarme la orden, si posee el sello del Papa os daré permiso para continuar- el joven presurosamente le entregó el rollo, cometiendo un error, mirarla a los ojos. En esos segundos que duró su mirada, Ruslana no sólo comprobó que no llevaba ningún amuleto protector, sino que vertió sobre él todo el encanto que pudo, sabiendo que aquel joven terminaría, al terminar de mirarlo, atraído por ella.
- Gracias, mi señor- dando una pequeña reverencia ignoró la mirada de enamorado para fingir que leía atentamente la orden. Escuchando el gruñido del hombre que la apuntaba con un arma, levantó la mirada, coincidiendo con la suya. ¿Le apunta con un arma y no lleva nada que lo proteja de ella?. Sonrió sabiendo que la caída de ese hombre sólo provocaría que la victoria fuera más dulce. Cargó contra él en una mirada corta, que no levantase sospechas, en la que despertó los sentimientos de cariño, no podía enamorarlo porque iba en contra de sus principios. Sólo lo suficiente para que cuando la mirase le recordase a una hermana y no pudiera matarla.
- Creo que tienen razón con la orden del fantasma, pero no dice nada de brujas- levantando una de mis cejas y llenando mi voz de sarcasmo le dijo: ¿debería vestirme de negro, ponerme una horrible verruga en la nariz, y reír histéricamente, monsieur?. Sólo soy una joven debutante. Y si queréis, podéis hablar con el padre Christof, viene todos los viernes a casa a tomar té con mi tía y conmigo.- Mientras un coro de risas se elevaba, el inquisidor bajó el arma. Me acerqué aún manteniendo mi sonrisa- Tenéis permiso para venir mañana y revisar la casa. No hay ollas con brebajes mágicos.- colocando una expresión culpable respondí lo suficientemente alto para que todos volviesen a reír- Siendo completamente sincera, no soy capaz de cocinar nada sin quemarlo, y mi cocinero es muy celoso de su cocina. No permite que nadie entre en ella.- Otra tanda de risas continuó, permitiendo que volviese a sonar la música y se alejase la tensión del ambiente.
Ruslana Del Mar- Hechicero Clase Alta
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