Recuerdos de Antaño[Privado]

por **Mai Mirajine McLeod** Sáb Oct 20, 2012 6:32 pm

Los recuerdos son imborrables, pero no puedes estancarte en ellos, eso es lo que decían mis padres y los antecesores de ellos. No vivo en los recuerdos, pero a veces ellos legan a ti en una versión renovada de algo que conociste, un presente que se tejió con ellos.

Dentro de poco iré a Inglaterra, con el afán de conocer a mi familia. El tío abuelo, un hombre mayor que ha aceptado amablemente el hecho de recibirme ante la idea que le he expuesto de querer conocerle a él y a su nieta. De ellos no sabía nada hasta hace poco tiempo. Por otro lado estoy posponiendo al hacer esto una boda, una en la cual ni siquiera conozco a quien me desposara. Muy en el fondo espero que jamás suceda. No a menos de que exista algo entre nosotros. Sería muy triste pasar el resto de mis días con una persona que no me quiera y viceversa.

Esta tarde solo miro por la ventana hasta que el sonido en la puerta y la voz de una doncella me dice que es tiempo de salir y comprar lo neesario para el viaje. Así que, arreglada como ya estoy salgo y me encamino junto con ella al jardín. Antes de subir al carruaje le echi un vistazo a la mansión y luego nos dirigimos al barullo en medio de lo que es la ciudad.

Como siempre entre tanto, termino escapándome de ellos, ya no soy una niña, pero siguen tratándome como tal, así que esa es la única forma de tomar un respiro. Caminando entre tanta gente choco con una persona tirando las cosas que traía en las manos.

-Oh ¡disculpeme! - Y me agacho recogiendo el desastre sin fijarme siquiera en su rostro.

por **Mikelangelo Van Dort** Sáb Oct 20, 2012 8:15 pm

Ensimismado en mis asuntos iba caminando rápido y mi concentración cesó al ver que la dama que yo había divisado con anterioridad entre la multitud para airear la vista, estaba recogiendo mi trabajo...

-No se preocupe señorita, solo son partituras...- le respondí
-Levántese...permítame- le tomé su mano con suavidad y le ayudé a levantarse

Ella me entregó un humilde "Gracias", y yo le regalé una sonrisa....
Su mirada me llamó la atención, parecía que tuviese una mirada aburrida, desolada, sin mucho que entregar...no me gustaba ver a las personas en ese estado asi que no vacilé y comencé a contemplarla intentando decifrar el problema...

-Dísculpeme, pero a usted algo le sucede...y no me apartaré de su lado hasta que me diga que ya no estará así...por favor-

Ella me miró extrañada, al parecer no estaba acostumbrada a personas directas, y atrevidas como yo...pero solo me quedé a esperar su respuesta....
Me habló con un tono de pesadez, creo que la molesté...

Cerca de allí había una florería....observé el lugar y la observé a ella también...

-Espéreme aquí unos segundos- le dije, pero ella me respondió que no tenía tiempo que tenía que irse..
-Por favor, en este momento lo único que necesito es que me espere aquí...-
Ella accedió con mala cara...

Entre a la tienda, y me detuve a mirar cada una de las flores más notorias que se podían encontrar....elegí una Rosa Roja, estaba suave y tierna, sus pétalos rojos vivos en perfecto estado y posición...le pagué al vendedor y salí de inmediato...

-Acéptela por favor, es un detalle....seguramente no es común que choques con una persona en las calles, y después te regale una flor...- le sonreí

Ella al parecer se sorprendió y me comenzó a mirar de arriba-abajo, no me importaba eso...lo único que me importó fue el momento en que estiró su mano y tomó la Rosa...me dió las gracias burlándose de mi y preguntándome que significaba todo eso...

-Para que vea usted, que chocando conmigo o no de todas formas iba a recibir un regalo hoy...yo caminaba buscando la belleza y parece que mi búsqueda terminó, y le di un regalo- le dije mirando hacia alrededor y ella permaneció en silencio mirándome con curiosidad...

-Perdón pero debo irme ahora...espero no se moleste..- le dije y ella me respondió un tierno y nervioso: "Esp...espere! nos volveremos a ver?..."

Yo le sonreí y le contesté:
-Si usted no va a viajar claro que sí...- le dije apuntando a sus servidores, que la llamaban por su nombre dirigíendose hacia su posición...
-Vea..al parecer la están buscando y le han comprado una maleta de viaje..-

Ella se dió vuelta resignadamente, y al parecer no quería que la encontraran...
Y aproveché el momento para desaparecer...ella no volvió a encontrarme, pero se dió cuenta que en el pétalo central de la Rosa que le regalé, dejé un papel doblado con mi dirección, y asi recibir cartas de parte de ella..por lo que alcancé a observar, después de tantas miradas de desprecio...en su rostro se había formado una preciosa sonrisa...

por **Mai Mirajine McLeod** Mar Oct 23, 2012 10:36 pm

Mai estaba sinceramente sorprendida por el comportamiento de esa personas. Como un gato huraño se comportó cuando él había empezado a hablarle de esa manera. No sabía si confiar en alguien o decirle a una mujer tales palabras era normal o si el era alguien demasiado extraño. Sobre todo cuando le dijo que esperara y le dejo sola ahí. Había accedido porque el comportamiento que tan raro le parecía causaba curiosidad en ella y era algo que podía con ella.

Ver la flor que le ofrecía fue todavía más extraño pero le habían enseñado a que debía ser amable y no ser grosera a menos que el comportamiento de quien acababa de conocer fuera digno de su enojo o indiferencia. Pero ver la hermosa rosa, y siendo que tanto le gustaban, terminó por tomarla. Tan bonita, las flores que más le gustaban sin importar el color de sus pétalos. Pasó sus dedos riéndose y preguntando por qué era eso. Era sin duda algo inusual pero salir de lo habitual era como respirar aire fresco. Se ruborizó con sus palabras, no es que no le hubiesen dicho antes que era bonita o hermosa, pero era diferente escucharlo de ese modo. Y de la nada dijo que se iba y eso le decepcionó un poco.

"Esp...espere! nos volveremos a ver?..." Se sintió torpe y algo indecisa hasta que dijo que la buscaban señalando a sus espaldas, cual gato, sintió que se le erizaba la piel. Hizo una mueca de disgusto ante la idea de no haber podido irse más lejos o más rápido. Resignada se gió, viendo la rosa ahora con un poco más de atención, vio la pequeña nota y tuvo que sonreír -Qué osado caballero el que me he encontrado- Se volteó esperando encontrarle con la mirada, pero había desaparecido tan de pronto que solo la rosa en sus manos le aseguraba que no había sido algo que se había inventado.

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