Recuerdos [Privado]

No pretendía mucho en ese momento, estaba jugando con una moneda, aventándola y atrapándola, vaya que los francos hoy en día parecían ser lo que la gente necesitaba y a él afortunadamente le sobraban en los bolsillos, no, hoy no tendría diversión, aspiro un poco de aire, como si a su flaqueza le faltara, el ambiente estaba algo aburrido, como siempre, la gente por aquí, por allá paseándose y presumiendo de lo que tienen y de lo que no, estaba aburrido del tiempo, del momento, de todo aquello, poco a poco se fue introduciendo a las calles, cada día parecían más infestadas de gente extranjera y observaba a lo lejos a le gente de la iglesia perseguir a ciertas personas, últimamente ejecutaban a mujeres u hombres que según eran brujos, él había estado presente en la quema de uno, todos se divertían al ver el festín menos Haine, oh, no, él no gustaba de esos malditos sacrificios, se preguntaba que si en verdad eran brujos, ¿Por qué no se salvaban?, eso le hacía pensar, ¿Era como Jesucristo en la cruz?, es que piensen un poco, ¿No según era un salvador y mesías, por qué no se salvo el mismo?, como sea, ya estaba yéndose por donde no.

Justo ahora le tocaba ir a un café, dichosos los ojos parisinos, es que aquello era de lo más peculiar, sus padres le habían dicho que tenía una ‘cita’, con alguien que él conocía bien, una amiga dela infancia, se preguntaba ¿Quién era?, amigas no tuvo casi pero es que en su memoria solo existía la débil sombra de ese brujo con el que algún día se relaciono, bendito el momento en el que lo encontró, y fue así, tomo asiento esperando según las indicaciones que debía obedecer, pronto llamo a la mesera y ordeno un café, ese olor era tan embriagante, peculiar, pero casi no gustaba de beber algo tan amargo, solo era para hacerse el inteligente, de su saco extrajo un pequeño libro, unas cuantas palabras no le harían mal, últimamente no practicaba en el violín, estaba todo olvidado en casa, solo esperaba por esa presencia, ¿Quién era y por qué se presentaba ahora?, sino lo más seguro es que fuera una trampa de sus padres para qué él se casará, cosa que no tenía en mente o seguro si era guapa, lo consideraría, claro, le gustaría formar una familia pero eso era un gran responsabilidad, no seguro que esa mujer estaba ahí por algo más, malditos pensamientos no cesaban de su mente y se puso a cantar cerrando los ojos, embriagando el aroma de café con el de su voz.

Algunas personas, especialmente dos damiselas a lo lejos se burlaron de él, vaya, si, claro, ahora parecía una especie de atracción, que cosas, se puso a jugar con sus dedos como si estuviera frente a un instrumento, pero el aroma a rosas blancas le invadió, que sutil se sentía, ¿Qué mujer osaría a cargar con semejante aroma?