Visitando el teatro [Jacqueline]

por **Liam McDonald** Jue Jul 22, 2010 1:57 pm

A penas llevaba una semana en París. Añoraba mi Escocia natal pero era consciente de que si quería cumplir con mi venganza, era necesario este viaje. Exacto, venganza era la única palabra que me acudía a la mente últimamente.

Decidí salir un rato del hotel y así visitar París. Era una ciudad agradable donde vendían buenos licores. Aunque ninguno de ellos superaba al whiskey escocés. Se notaba que además, era una ciudad cosmopolita donde podía encontrar a gente procedente de todos los países de Europa.
Sin duda, lo que más me llamaba la atención de París eran los enormes edificios tan exquisitamente elaborados, sus catedrales, sus palacios, sus teatros...Era todo tan diferente a Escocia...Allí predominaba más la acción de la Madre Naturaleza. Escocia era un país plagado de bosques vírgenes y habían pocas construcciones elaboradas por la mano del hombre. Con la excepción de los hermosos castillos medievales que adornaban las cornisas de las montañas. Sí, añoraba Escocia, pero me gustaba París.

Caminando por las calles, me topé de bruces con la puerta de un teatro algo pequeño, pero no por ello dejaba de tener encanto. Estaba a punto de representarse Hamlet de Shakespeare. Sonreí por la ironía; una tragedia de usurpadores y venganza. Perfecta para mí.
Quedé unos instantes a la entrada del teatro, sopesando la idea de si comprar una entrada o no. Pues si bien aún no me había familiarizado mucho con el francés-y la obra se representaba en ese idioma-sí me sabía el argumento bastante bien.

por Invitado Jue Jul 22, 2010 2:40 pm

La actuacion era mi pasion. Cuando peque^a mi madre me ahorro para llevarme al teatro. Desde ese momento me habia enamorado de la profesion. EN mi caso tenia dos trabajos. Era el teatro lo que llenaba mi vida. Estaba presentando Hamlet. Yo interpreto a Ophelia. Lo cual me hacia mucha ilusion. Darle vida a otros personajes me gusta. EN parte me ayuda a despejar mi mente y no pensar en la soledad de mi vida. Me encuentro en mi camerino. Miro por la ventana. Veo a un joven muy apuesto observando la promocion de la pelicula. Me alegra que nuestro trabajo sea del agrado de los demas. Despues de todo los actores nos debemos a nuestro publico. Sonrio mientras me alisto para mi personaje.

por **Liam McDonald** Vie Jul 23, 2010 11:11 am

Finalmente me decidí por comprar una entrada. Sería una buena manera de mejorar mi francés.
Antes de entrar en el pequeño teatro, sentí una presencia que me observaba desde una de las ventanas de la parte de arriba. Alcé la vista y vi a una señorita que estaba acicalándose para la puesta en escena, por lo que supuse que sería una de las actrices.

Entré en el teatro. Ciertamente era pequeñito, pues sólo tenían asientos en la parte de abajo. El escenario también tenía poca extensión, pero era suficiente para la representación de la obra.
Me acomodé en mi butaca, la número 8, como mostraba mi entrada y esperé en silencio hasta que diera paso el primer acto. Nunca había sido muy aficionado al teatro; yo era más bien de tabernas. Pero dado que las bebidas que servían aquí no se podían igualar con las de Escocia, decidí optar por algo más novedoso, al menos para mí.

Sin embargo, como ya he señalado antes, Hamlet era una mis obras favoritas y me sabía el argumento de cabo a rabo. Mi afición por esta singular historia del príncipe danés surgió tras el asesinato de mi familia. El argumento me atrapó como ningún otro. ¿Estaba quizá translando esta obra a mi vida? Pudiera ser así. Después de todo, Hamlet también clamaba por venganza, aunque a su peculiar manera.

Mentiría si dijera que mis ojos no brillaron con un peculiar ardor (ardor de vendetta) cuando se abrió el telón y los candelabros se apagaron para dejar que el público se olvidase de todo lo demás y se sumergiese de lleno en la historia.

por Invitado Vie Jul 23, 2010 9:30 pm

Los nervios de estar en un escenario es muy comun en mi. No es que le tenga miedo al publico, no nada de eso. Lo que pasa es que uno siente esa gran responsabilidad de agradar al publico. Me encuentro tras bastidores viendo como comienza la obra en lo que espero por mi turno de salir a escena. Visto un vestido azul de mangas largas a la usanza del s.XVI. Es bastante recatado, posee detalles dorados tanto en el escote como en el ruedo de la falda. Mi cabello esta adornado con una corona de flores. Dejando caer libremente mis rizos azabache. Observo como se desarrola la trama. La tension que hay cuando sienten el fantasma del padre de Hamlet. Sigue exponiendose la pieza con mucha soltura y es mi turno de entrar. Ophelia, mi personaje es la prometida de Hamlet.

Mi vestido:

Spoiler:

por **Liam McDonald** Dom Jul 25, 2010 5:27 am

Era el momento en el que salía en escena Ophelia. Sin duda uno de los personajes más complicados de la obra y uno de mis favoritos; pues representaba a la locura.
Salió de entre bastidores una muchacha bella, con un cabello negro y ondulado que le llegaba a la espalda. La vestimenta era la correcta para la época...Pero lo que más me interesaba era si daba o no la talla como Ophelia.
Escuché con atención el monólogo de ella, pronunciado con toda la pasión y el tormento que destila el personaje. Escena 7 del acto 4, donde finalmente Ophelia muere al caer sobre el arroyo donde se ahoga. Un final trágico, sin duda alguna. La interpretación me emocionó.

Al acabar la representación, me tomé la libertad de acudir al camerino de la joven que se encargaba de darle vida a Ophelia para darle mis felicitaciones.
Toqué en la puerta, esperando que la señorita me diera su permiso para pasar cuando estuviese lista.
-Pardonne moi, mademoiselle.-Dije en francés con mi particular acento escocés.-¿Se puede pasar?

por Invitado Mar Jul 27, 2010 12:28 am

La emocion y la adrenalina se apoderan de mi. Entro en la piel de Ophelia es sin duda un personaje maravilloso. La trama se va ilvanando y cada aparicion requiere mas pasiom. Como amo actuar y sentir la aceptacion del publico. Me hace sentir viva. a escena de la muerte llena de dramatismo y locura. El publico se funde en aplausos. Me voy a mi camerino. Me deshago del vestuario cambiandome a un vestido de noche. El vestido es rosado con encaje negro en el escote y un detalle en la falda. De una tela satinada. Es un modelo nuevo de mangas largas con corpi^o ajustado y falda con vuelos. Sujeto mi cabello con una hebilla. Me quedo un largo rato contemplando mi reflejo en el espejo.

Escucho que alguien toca a la puerta. No reconozco su voz. Me levanto de la butaca y abro la puerta. Ante mi se encuetra un joven apuesto. Su piel era tostada, su cabello parecia ba^ado por el sol. Daba la impresion de ser un caballero elegante.

-Monsieur- hago una peque^a reverencia. -Deseaba usted hablar conmigo- sonrio levemente.

por **Liam McDonald** Mar Jul 27, 2010 4:41 am

Cuando la muchacha abrió la puerta de su camerino-pequeño como el teatro, pero igualmente elegante-entré al interior de la estancia, pero quedé en unos metros cerca de la puerta, reservando una distancia prudencial con la joven actriz. No siempre había sido tan cauteloso en aquel aspecto, pero ya no era el muchacho que fui y eso, como tantas otras cosas de mi carácter, cambiaron tras la tragedia. Tras mi tragedia.

Agaché la cabeza, en un gesto formal que había aprendido en mi juventud observando a los caballeros ingleses que habitaban las Tierras Altas. Un hecho curioso, pues, aunque odio a la corona inglesa con toda mi alma, sigo imitando sus modales y costumbres. Pero es lógico, ya que fueron las que me inculcaron de niño.
-Buenas noches, señorita.-Dije, correspondiendo al saludo de la actriz.-Vengo a felicitarla por su actuación de esta noche. Ha estado magnífica. Ophelia es un personaje complicado pero usted ha sabido retratarlo en escena muy bien.

por Invitado Sáb Jul 31, 2010 1:49 pm

Lo invito a pasar y el acepta respetuosamente. Es diferente a la mayoria de los hombres que conozco. Su forma de conducirse asi como de expresarse eran muy formales. Su acento me denotaba que no era frances. Me parese ser de uno de los paises del norte; sin embargo su frances era casi perfecto. Escucho con atencion sus palabras. Me felicita sinceramente. No es como otros que solo tocan la puerta del camerino y ya quieren llevarte a la cama. Estoy en mi trabajo de actriz. Por lo que ni siquiera pensaria en mi otro oficio.

Sonrei e hice un gesto de agradecimiento.
-Muchas gracias Sir. Es usted muy amable- dije sencillamente.
-Hago lo que puedo, y si el personaje de Ophelia es algo retante- dije con entusiasmo

por **Liam McDonald** Lun Ago 02, 2010 5:23 am

No sabía que más decirle a la joven. Antaño habría sabido perfectamente como comportarme. Pero antaño ya quedaba muy lejos. Antaño no era la misma persona que soy ahora.
Decidí que quizá hoy, aunque sólo por hoy, podría traer de vuelta algunos rasgos de esa persona de antaño. La que no tenía miedo a nada. La que siempre tenía una sonrisa en los labios.
-¿Ha sido su primera representación? No soy ningún experto en teatro.-Dije, como excusándome. No quería que pensase que era algo más que el pobre diablo que era entonces y sigo siendo ahora.-Pero me ha parecido bastante suelta en el escenario.

Pensé que quizá debería haberle traído un ramo de flores. Es lo que se suele hacer en estos casos, ¿no?...Parecía mentira que ahora me veía tan inexperto cuando en Escocia era el Don Juan del clan de los McDonald. Pero claro, habían pasado demasiadas cosas desde entonces y en lo último que pensaba era en las mujeres.
Decidí presentarme y mostrar un mínimo de eduación. Era exasperante hablar con alguien de la que ni siquiera sabías su nombre.
-Por cierto, soy Liam McDonald.-Hice una pequeña reverencia.-Encantado de conocerla, mademoiselle...-Hice una pausa, esperando escuchar su nombre.

OFF: Aviso que mañana me voy de vacaciones y no volveré hasta el viernes o así.

por Invitado Mar Ago 03, 2010 9:38 pm

Su formalismo me agrada. Yo no estoy acostumbrada a ser tratada con mucho respeto, dada mi reputacion. A leguas notaba que el chico no estaba familiarizaado con los chismes de Paris.

-No, desde luego no es mi primera presentacion, pero si la mas importante- digo con alegria.

-Habia interpretado otros personajes mas peque^os- me explique. -Pero ha sido este uno de gran responsabilidad para mi- sonrei.

Respondo a su presentacion
-Soy Jacqueline... Jacqueline Schatz-

Hago una reverencia.

por **Liam McDonald** Dom Ago 08, 2010 9:59 am

No pude evitar esbozar una sonrisa ante la emoción de la joven. Su sonrisa parecía contagiosa.
-Sin duda, Ophelia es uno de los personajes más complicados de la literatura. Pero también uno de mis favoritos. Y, dígame...¿Cómo se ha inspirado para llevar acabo tan buena interpretación?

Poco a poco conseguía mostrarme algo más suelto y menos tenso. Dejé de pensar por un instante que toda la Guardia Inglesa me estaba buscando y también olvidé el verdadero motivo que me había traído a París. Poco a poco, el Liam de antes iba floreciendo...Aunque no creía que fuera a quedarse por mucho tiempo. Es la magia que tenía el teatro; por unas horas, sentías que no eras el protagonista que debe escoger las elecciones difíciles de la vida, si no tan sólo un mero espectador que espera que todo se solucione correctamente. Aunque no todas las obras de teatro tienen un final feliz.

-Encantado, Jacqueline...Hubiera traído unas flores pero no esperaba toparme con ninguna actuación que me llenase tanto como la suya.-Dije, tratando de ser cortés y esperando que la joven no pensase que mis palabras eran demasiado atrevidas.

por Invitado Miér Ago 11, 2010 3:25 pm

La actuacion me hace sentir viva y llena la soledad de mi vida. Me agrada que otros se interesen por el trabajo que con tanto entusiasmo realizo.

-Cuando comenzamos la realizacion de la obra lo veia como un ideal mas que como una realidad.- digo mas para mis adentros que para el.

-Los ensayos, y sobretodo la ayuda del director fueron cruciales para el exito de toda la produccion.- explico.

-El personaje de Ophelia es complejo y tiene muchos matices. No fue algo sencillo entrar en su piel, pero por suerte el resultado fue grato.- digo.

Veo que el joven se tiene que ir. Me alaga sus elogios a mi actuacion.

Le doi la mano y hago una peque^a reverencia.
-Ha sido un placer- sonrio.
-Me alegra que nuestro trabajo sea del agrado del publico.-
-Ha sido usted muy amable.- le digo mientras nos despedimos.

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