Diversión para dos [Priv. Leonora][+18]

por **Ryley Lezarc** Dom Oct 21, 2012 10:54 pm

Trone mis dedos por tercera vez desde que había llegado al burdel ese día en particular me sentia aburrido de lo mismo de siempre pero bueno ese era mi trabajo así que estar ahi era en parte mi obligación. No era que me disgustase trabajar como cortesano si no que en esos momentos no me sentía de humor para estar ahi, adoraba mi trabajo sin importar lo que la gente pensara de el o dijeran de mi, siempre he creido que las personas que nos critican por ser lo que somos es solo porque no tienen el valor suficiente para hacer lo que nosotros hacemos.
Preferia vivir de aquella manera juzgada indecente que aburrida y sin chiste como la mayoria de las personas en la sociedad actual.

Busque un sitió en la pared para recargarme y despejar mis pensamientos, no quería dar ningun tipo de servicio sintiendome de aquella manera en particular, no queria que fuese un momento incomo ni para mi ni para quien solicitara de mi compañia en esa noche en particular; por lo que solo me digne a permanecer ahí en esa pared sin expectativa alguna y observando todo y nada, pero sobre todo el ambiente del lugar, lleno de vida y deseo como siempre.
Algunas compañeras de profesión ya estaban bastante bien entradas en ambiente con sus clientes por lo que no pude evitar mostrar una sonrisa, la verdad es que aquel era un sitio de lo más especial o al menos esa era mi forma de verle seria porque le poseía cariño o por el simple hecho de que gracias a lo que hacía ahí podía cuidar de mi querida hermana, desconocia la verdad pero no podía dejar aquel sitio por nada del mundo; de todo lo que probablemente pude ser en la vida cortesano era lo mejor de todo y tal parecía ser que lentemente mi aburrimiento iba cediendo por lo que decidí que era momento de hacer algo... divertido, pero antes debía encontrar a la persona adecuada y ya creía tener a alguien en mente.

Movi mi mirada de un sitio hacía otro en busca no de alguien cualquiera si no de una jovén muy bella que además era cortesana, una compañera en aquella profesión; anhele que esa noche también estuviese ahí y quisiera compartir conmigo un poco de su valioso tiempo, pero sabía a la perfección que si aceptaba no le dejaría escapar de mi pronto.
Mi mirada siguió recorriendo con impaciencia él lugar por lo que comence a descepcionarme seriamente mas cuando estaba por darme por vencido la divise... Leonora.

Sonreí al verla me era inevitable no gustar de aquella encantadora jovén que poseía un cuerpo espectacular y un rostro hermoso; no me moví del sitio en el que estaba en aquellos momentos solo me limite a observarle esperando que mi mirada llamase a la suya y así comenzar aquel pequeño juego. Claro que si mis planes se veían frustrados debería acercarme a ella o tal vez debería acabar robandosela a algún cliente.
Mientras le observaba desde la distancia, de mis labios y con una voz practicamente imperceptible salió su nombre - Leonora.

por **Leonora Alighieri** Lun Oct 22, 2012 12:43 am

La noche en el burdel era deliciosa, la actividad bullía y entre el deleite de los sentidos me hallaba perdida, esa noche no era como cualquier otra, la primavera se metía por los poros, el calor del lugar subía al ritmo del pulso de los allí presentes, algunos alcanzaban a llegar a las habitaciones, otros no se contenían, y por ultimo estaban aquellos a los que no les importaba participar de la orgía colectiva que allí se desarrollaba.

Acababa de salir de una habitación con un cliente que solo había tenido que tocar para complacer, me había parecido un joven insulso, mas sin embrago mi cuerpo había reaccionado, pero en verdad no me apetecía estar con un cliente de manos torpes y ansiosas, deseaba alguien experimentado, una risa ronca en mis oídos, dedos firmes y delicados.

Sabia que deseaba esa compañía que ya me había sido brindada noches anteriores, un solo nombre estaba grabado en mi mente RYLEY ENDE, la sexy fantasía de muchas era algo habitual en mi... habitual pero nunca monótono.

De pronto me halle en mi mente fantaseando con la idea de su aliento sobre mi, su deliciosa risa estremeciéndome y nuestros movimientos acompasados, mis mejillas se sonrojaron violentamente mientras que un agradable cosquilleo se extendía en todo mi ser.

Un escalofrió recorrió mi nuca y sabiendo que encontraría voltee con ansias, el estaba allí mirándome de forma obscena, desnudándome con los ojos, le sonreí casi imperceptible, disfrutando su cinismo, lo devore con la mirada y camine a mis habitaciones para reservados, dirigiéndole miradas incitativas.

Una vez entre a mis habitaciones me despoje de los pasadores que recogían mi cabello dejando caer los mechones alrededor de mi cara, rocié perfume sobre mi cuello y muñecas, solo para después sacar de mi cajón un delicado antifaz de plata y colocarlo sobre mi rostro, despues deje caer mi vestido para esperar a mi acompañante enfundada en una atrevida lenceria negra.

Me recoste sobre la cama fantaseando con las posibilidades que la noche traeria cuando enti la cama hundirse bajo el peso de alguien y una deliciosa fragancia inundar mis sentidos...

-Tardaste mas de lo habitual-murmure encantada

por **Ryley Lezarc** Lun Oct 22, 2012 4:23 pm

Al verla voltearse en mi dirección supe que no sería necesarió ningún plan de respaldo para poder estar con ella, para cualquiera la leve sonrisa que asomo a su rostro debía pasar por desapercibida pero para mi era el comienzo de la invitación al juego entre nosotros.
Cuando comenzó a caminar hacía las habitaciones continue inmovil, incluso con aquellas miradas que me lanzaba para mirarme, yo en lo personal prefería disfrutar el espectaculo entero y eso incluia verla caminar.
Vaya que yo había visto a mujeres hermosas en muchisimas situaciones y lugares pero no me gustaba ver caminar a ninguna como a Leonora, su andar era tan seductor y de una manera tan única que anhelaba ser el único hombre que lo notase; espere hasta que tanto como su mirada como su cuerpo al andar desapareció para moverme de mi sitio abriendome paso entre las personas que se encontraban reunidas en aquel lugar hasta que hube llegado a las habitaciones de reservados donde sabía que me esperaba.

Ingrese sinleciosamente en aquel cuarto ya tan bien conocido por mi, observe el vestido que se encontraba en el suelo y sonreí para mi mismo; el aroma del cuarto era enervante pero que podía esperar si la mujer que le ocupaba era irresistible, desvie mi mirada en dirección a la cama donde Leonora se encontraba ya, luciendo una lenceria negra y un antifaz de color plateado.
Como adoraba yo verla con aquellos antifaces, la volvian misteriosa y en muchas ocaciones muchismo más atrevida y salvaje de lo que en otras ocasiones era, pero no podía detenerme mucho en aquel antifaz teniendo aquella escultural figura solo enfendada en la lenceria, algunas veces creía que aquella mujer quería simplemente volverme loco y a mi eso no me importaba en lo más minimo mientras enloqueciera en sus brazos.

Camine directo a la cama y me recoste a su lado, solo para reír ante sus palabras y pasar uno de mis dedos por la tersa piel de su brazo.
- Lo lamento, es solo que estaba disfrutando de la vista y estoy seguro de que si vieras lo que yo he visto también te hubieses tomado tu tiempo - detuve mi dedo y aspire el aroma de su piel, un aroma encantador, acerque mi rostro hacía su figura soló para poder pasar mi lengua por aquella piel, Leonora era alguien que llenaba mi cuerpo de deseo; un deseo que con cada segundo que pasaba a su lado se volvía más intenso.

por **Leonora Alighieri** Lun Oct 22, 2012 8:29 pm

El contacto de su lengua con mi piel me hizo sonreir llena de placer y con un rapido movimiento me encontre sobre el, con sus musculos tenso bajo mi peso,con movimientos firmes de mis manos le desnude el torso acariciandolo suavemente, al terminar le mire complacida y me agache hasta quedar a su oido

-Cuidate esa lengua, te la puede comer el raton, lindo gatito-

Mordisquee el lobulo de su oreja y luego me levante jugueteando con la corbata que le acabab de quitar, sonrei encantada al verlo despeinado y con la mirada febril sobre mi cama, de uno de los cajones de la comoda saque un caja de chocolates envuelta en papel de terciopelo y rematado todo con un liston rojo burdeos, un color hipnotizante como la sangre, desate el lazo y abri la caja apoyandola en la cama a lado suyo, me posicione nuevamente sobre el y antes de que el pudiese decir algo amarre el liston para que cubriera sus ojos.

Apoye sus manos en mis muslos antes de iniciar el jugueteo previo.

-Estos son chocolates tradios de belgica, son probablemente los mas deliciosos que existen, algunas personas dicen que su sabor es tan delicado que son casi un afrodisiaco-

Comenze a comer uno degustandolo audiblemente, lanzando sonoros "mmm" al terminar cada bocoado,mientras me movia frotandome contra el cuerpo de Ryley.

-Personalmente creo que quizas sea cierto-

Dejaba que las manos de Ryley me recorrieran mientras la dulzura del chocolate se extendia por mi boca, tome un segundo chocolate y lo coloque entre mis dientes,me agache a la boca de el y coloque el chocolate alli, ambos comimos y cuando se termino mordisquee sus labios con el sabor aun latente en ellos, dejandome llevar mordí con fuerza saboreando de pronto la sangre mezclada con el chocolate.

Solte un gruñido deseperado y mis manos bajaron hasta sus pantalones, triando de ellos desesperada

-Ryley-

Gimotee

por **Ryley Lezarc** Lun Oct 22, 2012 10:31 pm

Con un veloz movimiento Leo ya se había colocado sobre mi, no cabía duda que aquella mujer sabía a la perfeccion lo que hacía y me encantaba, sin perder nada de tiempo me desnudo el torso y se acerco a mi oido para poder susurrarme sus juguetonas palabras que fluyeron de su boca hasta mi oido como una seductora melodia.
Un gato y un ratón, ironico que en esos momentos el gato estuviese acorralado por un simple y pequeño ratoncillo pero cuanto poder poseía el pequeño diablillo más que eso el pequeño ser osaba amenazarme.

- Creo que debería ser al reves ratoncilla - susurre a modo de respuesta en su oido - podrías acabar devorada por el gato y te lo digo enserio este gato desea con todo su ser devorar a una ratoncilla muy, muy traviesa - y aprovechando aquella cercanía lami su cuello.

Cuando se alejo de mi cuerpo y en modo triunfante giraba mi corbata, mi mirada le recorrió el cuerpo haciendola mia y solo mia con mi mirada; pero que ratoncilla tan tramposa que cuando estaba disfrutando de verdad del espectaculo, saca una caja de chocolates y con el listón de esta me venda los ojos, dejandome completamente a oscuras, con mi imagen mental de su cuerpo.
Aunque para ser sincero el peso de su cuerpo sobre el mio y su olor también eran un gran deleite para mi, por lo que decidi no desatar mis ojos y continuar con su juego.
- Tramposa, si ibas a vendarme los ojos para que usar tu antifaz que sabes que me encanta - Inetente con mis palabras persuadirla de sacarme la venda pero mis esfuerzos fueron infructuosos.

El que tuviera chocolates me resulto gracioso ya que uno de nuestros tantos encuentros habiamos estado de acuerdo en alguna vez usarlos y vaya sopresa, el momento había llegado, no con chocolates cualquiera si no con unos que se creian afrodisiacos lo cual mejoraba la situación a cada segundo.
A mis oidos llegaron los sonidos que Leo emitia al comer aquellos chocolates y junto con el movimiento de su cuerpo, el mio comenzaba a reaccionar más no quería apresurar el momento después de todo el juego resultaba bastante interesante; movi mis manos por el cuerpo de Leonora, sintiendo sus curvas y su piel, imaginandomela entera ya que mi vista estaba bloqueada por aquella tela que estaba comenzando a maldecir un poco.

Solo sonrei ante el comentario de el poder afrodisiaco de los chocolates, probablemente fuese cierto o probablemente no; estaba a punto de hablarle cuando el olor de chocolate llego a mi nariz de muy cerca y el contacto de un chocolate llegó a mis labios, el cual comi lento, disfrutandolo puesto que al final de ese delicioso chocolate me esperaba algo aún mejor. Una vez que mis labios se hubieron encontrado con los ajenos, Leo comenzo a mordisquerme hasta que en cierto momento sangre comenzo a fluir de mi labio más no me importo en lo más minimo, ya que lo que queria en aquellos momentos era el cuerpo de Leonora.

Tan repentino como su primer asalto en aquel juego tiró desesperada de mis pantalones, su gruñido revelaba la frustración que llevaba dentro en aquellos momentos al ver semejante estorbo para sus planes más no pude evitar reir.
- Leonora, mi bellisima ratoncilla se siente usted ¿ansiosa? - comence a desatar la venda que llevaba encima la cual una vez hubo caido de mis ojos deje sobre la comoda de donde ella había tomado antes los chocolates; una vez mis ojos estuvieron libres de la oscuridad y le observe de nuevo le mire retadoramente y con un deseo intenso contenido en mi interior. Vaya que quería tomarme mi tiempo aquel día sabía que lo soportaría, pero quería ver la clase de resistencia que poseía mi querisima Leo.

por **Leonora Alighieri** Vie Oct 26, 2012 6:09 am

Suspire resignada a que pagaría caro lo que había hecho con Ryley cuando este pronuncio la palabra "ansiosa" yo hubiese usado "deseosa"pero el podía usar lo que quisiera porque estaba a su merced.Y me encantaba.

Pero era claro que Ryley lo había dispuesto de ese modo, conociéndome el tan bien como lo hacia, el planeaba poner a prueba mi resistencia y si bien esa idea me fascinaba no queria aceptarlo tan fácil, así que de un tirón desate el nudo de la lenceria quedando desnuda del dorso

-Ahora estamos en igualdad de condiciones-

Murmure al tiempo que me abrazaba a el, me apodere de su boca besandolo suavemente, casi en rendición, saboreando los restos de sangre de sus labios, mis manos vagando suavemente por los músculos de sus brazos, porque Ryely habia conseguido que pasara a mi fase de sumisa, aquella donde pretendia cumplir con todas sus ordenes, la pequeña yo que era dulce y producia en mi interior un odio-amor personal,

Deposite suaves besos en rostro y cuello de Ryley mientras acariciaba su cabello, sentia mis pechos desnudos rozar su pecho, pero no haria nada hasta que el lo ordenase

por **Ryley Lezarc** Vie Oct 26, 2012 8:05 pm

Hacer que Leonora cambiase a su modo de sumisa era indescriptible, después de todo primero había llegado a imponerse ante mi y ahora se rendía a mis deseos y peticiones, que podía yo más querer de alguien como ella; me hacía perder y tener el control tan fácil, era tan intermitente es sus reacciones que eso era algo que amaba de ella; porque no podía decir que ella fuese una amante cualquiera para mi, era nada más y nada menos que una amiga, una confidente, mi ratoncilla Leonora.
Mis sentimientos por ella son difíciles de explicar en palabras, pero en actos, le demostraba lo mejor que podía lo que sentía por ella.

Me beso, llevandose los restos de sangre que estaban en mi boca, siempre ponía un misterioso rostro de éxtasis cuando probaba la sangre, algo que yo simplemente no podía entender pero que me gustaba observar en ella, claro que no tanto como los pechos que ahora era capaz de ver y sentir.

Al sentirla sobre mi era el momento de que el gato atacara, y con un rapido movimiento la puse bajo mi cuerpo y le sonreí - adoro cuando estas así Leo - la bese jugueteando con su lengua para después morder mi propio labio hasta sacar más sangre para ella y que se mezclara entre un beso; movi una de mis manos hasta sus pechos para sentirlos y juguetear con ellos, en lo que yo daba por terminado aquel beso.
- Que ratoncilla tan hermosa - susurre y luego mordi su lobulo para recorrer de ahí con mi lengua su cuello para despues bajar hasta uno de sus pechos y seguir jugando esta vez no con mis manos sino con mi boca.
El sabor de su piel, y su olor, aquella mujer definitivamente le enloquecía y estaba llegando a su limite, quería estar dentro de ella pero sabía que aún podía esperar más, por lo deslizo la mano que tenía libre por la pierna de ella, quería ver que tan sumisa estaba en aquellos momentos su querida Leo o si es que cambiaria antes.

por **Leonora Alighieri** Dom Oct 28, 2012 8:29 am

Sus palabras me derretían y pronto sentí que su sangre escurría entre mis labios, y luego de unos momentos su boca bajo al lugar donde antes habían estado sus manos, comenze a estremecerme y gemir, su mano se deslizo entre mis piernas y acaricio la humedad que tenia allí, arquee mi cuerpo hacia su mano, anhelando un toque mas profundo, con manos temblorosas levante su rostro hacia el mio y mire a sus ojos cafés para después besarle los labios suave y pausadamente.

Inhale su aroma, y después bese la cicatriz de su hombro dudosa y fugazmente,y a tirones torpes y temblorosos y con su ayuda, logre quitarle el pantalón.

-Ryley-

Suspire su nombre con voz ronca y llena de deseo mientras me detenía a observarlo desnudo ante mi, me llene de deseo al verle y después sentí una oleada de celos irracionales, le abraze y bese posesivamente, acariciaba sus suaves rizos desesperada por mas, pero incapaz de tomar la iniciativa dada mi condición de sumisa, pudiendo solo provocar, razon por la cual enrosque mis piernas a su cintura.

-Porfavor lindo gatito-

Suplique a su oido para despues juguetear con mi lengua sobre el.

por **Ryley Lezarc** Lun Oct 29, 2012 1:28 pm

Me gustaba cuando se estremecia por mi causa, pero eso siempre traía a mi mente pensamientos sin sentido, sabía que era cortesana y que al igual que yo debía de hacer su trabajo pero algunas veces me llenaba de celos al pensar en cuantos hombres le hacían estremerce como yo, y cuantos nombres diferentes solían mencionar aquellos labios; sabía en mi interior que era inutil sentir todo aquello pero no podía evitarlo, en momentos como este escuchandola, sintiendola, deseaba que fuera solo mia.

Ella me beso esta vez más lento y después beso mi cicatriz, a ella era a la unica que le permitía tal acto, después de todo aquello no pertenecía a un buen recuerdo y era algo que siempre traería a la familia que quería olvidar a mi mente, pero bueno estando con alguien como Leo, lo ultimo en lo que podía pensar era en esa dichosa familia.
Con dificultad y con mi ayuda nos deshicimos de mis pantalones, verla de aquella manera no tenía precio, eso siempre me hacía sentir más seguro junto a ella, después de todo que cortesana se mostraría así de torpe con algún cliente, la respuesta es ninguna que quisiera que le fuera bien en aquel estilo de vida.

Continuaba tan sumisa a mi que cuando me suplico sonrei contra su cuello, si creia que eso iba a convercerme de entrar en ella, debía de estar bromeando porque yo quería ver y oir más de aquellas suplicas.
Me aleje de ella y con una sonrisa burlona le observe - Leonora, mi ratoncilla no seas ansiosa después de todo tenemos todo el tiempo del mundo, no querras arruinar la diversión tan pronto verdad?? Además Leo - le quite el antifaz que aun llevaba puesto para observarla - me encanta tu lenceria pero prefiero verte sin nada.

por **Leonora Alighieri** Sáb Nov 17, 2012 9:39 pm

Sonrei ligeramente frustrada contra su cicatriz despues de que me despojo del antifaz y me acomode bajo su calido cuerpo, suspirando con los musculos agarrotados.

-A veces pienso que si fuera por ti me hubiese mantenido eternamente virgen-

Una risa incontrolable inundo mi garganta, y de la nada estuve conciente de que el sentimiento que me embargaba era cansancio

-Notas que de repente eres aburrido para mi-

Eso no era cierto, la verdad es que junto a el me sentia segura, por las noches me costaba dormir pero estando a su lado era mas facil, su dulce aroma era embriagador, su temperatura era perfecta, parecia que cada parte de nuestro cuerpo encajaba la una con la otra, y su respiracion suave y pausada era como un arrullo.

- Es que eres tan dulce e inocente....-

Lo ultimo lo dije con un tono provocador y jugueton, antes de cerrar los ojos suavemente solo por un momento

por **Ryley Lezarc** Vie Nov 23, 2012 1:44 pm

Eternamente virgen, reí también con su comentario pues de haberla conocido en aquellas circunstancias estaba bastante seguro que lo virgen no le hubiese durado mucho tiempo más, pero no le dije nada simplemente la dejaría decir lo que quisiese después de todo aquel no era el caso.
- Si así hubiera sido no te hubiera dejado morir de esa manera - acaricie su rostro - y sabes que tu tampoco te lo hubieses permitido digas lo que digas.

Su expresión comenzó a mostrar cansancio, pero más que eso notaba tranquilidad en ella… definitivamente Leo siempre era impredecible y eso era algo que me encantaba, mas en aquellos momentos lo último que deseaba es que se pusiera en aquel estado.
- Soy aburrido por naturaleza - sonreí de medio lado llevando la corriente a sus palabras - no tengo remedio Leo - dije estas palabras con fingido pesar - que puedo hacer para dejar de lado tanto aburrimiento - pase uno de mis dedos por uno de sus hermosos pechos mientras ponía la expresión más inocente de la que era capaz.

Me solté a reír incontrolablemente al o irla decir aquellas ultimas palabras.
- Me alegro que pienses eso, por lo menos uno de los dos cree algo bueno sobre mi - la vi cerrar lo ojos y me pregunte si estaba cansada, nuestro estilo de vida no era precisamente el más tranquilo y en algunas ocasiones era increíblemente agotador - Acaso quieres dormir ratoncilla? - recosté mi cabeza sobre sus pechos, no quería forzar nada y menos ahora que comenzaba a lucir cansada claro que eso me decepcionaba a grados muy altos.

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