¿Serás tu mi diversión o lo seré yo para usted, mi estimado caballero? [+18]

por **Mar Santini** Jue Mar 01, 2012 8:38 am

Estoy fuera de tu billetera cariño *Mar se reía fuertemente mientras el hombre bajaba el rostro como si le hubieran recordado algo vergonzoso, intimamente agradecía que no estuviera borracho o ya habría probado una buena dosis de "golpeemos a la cortesana" pero ahora que no tenia ni una gota de alcohol en el cuerpo no tenia mas remedio que tragarse las palabras, suspiró colocando la mano en el menton mientras sus cabellos caían por sus hombros con su tono pelirrojo apagado que parecia enredarse en sus pálidos hombros, vestía como una mujer de vida fácil no lo negaba ya que poseía un vestido corto que acariciaba sus muslos y sus piernas con cierta lascivia, unas medias cortas que escondían desde sus rodillas hasta sus pies con unos tacones de punta fina de color negro, el vestido en cambio era de un tono rojo pálido, la cortesana sentia amor hacia el color rojo pues sus labios estaban pintados de un carmin poco disimulado que aumentaba la blancura de sus dientes, sus ojos claros en cambio parecian ser acentuados por la palidez de su piel mientras sus rasgos femeninos se notaban como una provocación ante quien la mirase.

Muchos habian querido acercarse otros conociendo muy bien como era ella habian preferido abandonar la opción, ella no era una cortesana cualquiera y con ello no se metia con ellas pero tenia clientes ricos, suficientes para que pudiera atenderlos en su propio hogar, podia trabajar en varios burdeles por la noche, o incluso por el dia como muchos ricos preferían, no tenia horario era su propia jefa incluso tenia algunos contactos con gente que podia conseguirle trabajo asi que le iba bien, esa noche habia optado por ver a quien podia conocer, no queria a un hombre de tres al cuarto sino a un autentico hombre de pies a cabeza, alguien que supiera hacerle suspirar como pocos o nadie podían hacerle pero conforme pasaban las horas de la noche empezaba a deshechar la idea* Me iré solita a casa * Pidió otra copa algo que le calentaba en la garganta pero que no le emborrachaba era una de las pocas mujeres que sabia beber*

¿Y esto? *Vió que en vez de una copa le habia puesto dos, lo cual agradó a la pelirroja que miraba al camarero, siempre que podia le invitaba a algo ya que era una cliente que casi siempre pasaba por allá, ella como premio le guiñó el ojo causando un rubor timido en la piel de ese joven que volvia a su trabajo, bebía con calma mirando distraidamente el reloj de encima, era bastante tarde pero la noche era joven no tenia ninguna duda que encontraria algo interesante que hacer antes de que finalizase la segunda copa que le habia traido aquel muchacho*

por **Santhiago Morel** Lun Mar 12, 2012 10:36 pm

La noche pasa, sus horas y minutos continuaban…pero la reunión no avanzaba para bien de todos los presentes al contrario cada uno trataba de ver su conveniencia pero no la de todos en general, realmente se estaba poniendo el ambiente pesado y difícil de sobrellevarlo…aun así parece que para el vampiro de sombría apariencia nada le importunara o lo asombraba, sus manos pasaban por su rostro y luego bajaban a los brazos de la silla para dar ligeros golpes con sus dedos…su hermana por otro lado deja un susurró cerca de su oído y junto a ello una carpeta folder negra con unos documentos por dentro.

-Señores por favor ya todo está aquí solo firmen y acabemos con esta farsa que cada mes se vuelve más insoportable-

Palabras duras pero ciertas mejor dicho palabras frías y sin remordimientos ni siquiera una mirada cálida, solo el poner aquel objeto en manos de los demás miembros, sus miradas atónitas preguntándose porque siempre espera el último momento para mostrar la solución y el porqué de esa mirada tan sería y temeraria… -Señores firmen sin más ni más, tengo que hacer otras cosas más importantes que perder mi tiempo en discusiones sin sentido- ahora las miradas de los demás son serias, molestos por las palabras de Santhiago, pero que se le puede hacer si el así ha tratado los negocios, más la risa de su hermana denota que solo es parte de su juego.

Al cabo de las horas ya todo está listo y predispuesto a marcharse acomodándose la chaqueta y con bastón en mano, el coche en la puerta esperando a aquellos seres pero me despierto de la rutina más hago una señal para que el cochero avance con ella, para quedarme en la ciudad y buscar algo de diversión su mirada y más que eso su deseo de pasar una mejor velada lo lleva a adentrarse en un bar, esa noche se sentía sus ganas por una presa de distinción que el juego fuera más divertido y más galante que las otras noches.

Con su mano y un chasqueo de dedos avanza hasta la mesa del rincón, la más apartada pero con la mejor vista de todo el lugar, un mesero llega con una copa no de vino, sino de sangre, aquel hombre era cliente asiduo por ahí, así que ellos sabían muy bien que era y lo que venía a buscar, además siempre dejaba buenas propinas y de cuando en cuando una ayuda incógnita al lugar que hacía sobresalir de todos los demás bares, la importación de los mejores vinos, y tragos del mundo, en eso la mirada del vampiro vuela por el lugar jugando con su reloj de bolsillo mirando la hora tomando su trago de sangre como si fuera un buen bourbon.

En eso una joven de cabellos de fuego, de aquel color que le llama la atención pues el vivo reflejo de la sangre y su intenso deseo por ella, ya con ese color había captado la atención del vampiro al cual dentro de la oscuridad solo se apreciaba sus rojos ojos refulgentes como un tigre ante su presa acechándola.

La observa tomando una copa de vino, pero más que ello viéndola tomar dos copas, una sonrisa se deja ver dentro de la oscura figura del vampiro guardando su reloj llamando al mesero.

-joven deje un vaso de bourbon a la dama de cabellos rojos más no diga de parte de quien solo dígale “a la luz de las sombras la vista se vislumbra”-

El mesero presuroso fue dejando a aquel ser terminando su buen vaso de vitae para dejar a la joven dama aquella copa y el mensaje…ahora lo que queda esperar si la joven llega a comprender su significa…solo la espera y la mirada de la dama se espera.

por **Mar Santini** Mar Mar 20, 2012 8:19 am

*Con los dedos tecleaba con absurda paciencia la mesa de madera que resonaba con un suave eco solo escuchado por aquellas personas que estaban o se situaban cerca, muchos bien sabían que esa mujer de cabellos pelirrojos era de armas tomar por eso aunque muchos quisieran no podían acercarse ni siquiera a la fuerza, algo que le agradaba en sumo grado pero también le aburría pues no había un hombre capaz de dominarle ni siquiera utilizando los métodos de la violencia aun cuando aquestos métodos a menudo eran usados en la sesión de placer de la cortesana no dudaba que dominaría a la mayor parte de hombres que allí estaban.

Tan inmersa mirando el reloj se hallaba que apenas notó quien entraba o salía de la puerta ya que si lo hubiese hecho habría mirado descaradamente a cierto hombre que allí pasaba, pero apenas quiso hacerlo pues solo vigilaba como la copa le recibía moviéndose con cada movimiento pero con la elegancia de no derramar ni una sola gota, había aprendido de todos los años de su vida a moverse con elegancia pero también con apuro sin que la copa pasara sus peores momentos derramando todo por el suelo, se decía que quien dejaba derramar el licor en el suelo era de una clase baja, ella mismo dejaba caer muchas veces el licor para que algunos hombres no se le acercasen pero al ser una cortesana de lujo había tiempos en los que no debía de fingir sino afianzar sus conocimientos sobre la alta sociedad, de otra forma se quedaría sin clientes como también sin dinero.

Otra copa llegó, ella por primera vez la acogió con cierta sorpresa, al principio pensó que había sido aquel muchacho* No porque me llenes de copas me voy a emborrachar y caer a tus brazos mon cheri *Su francés tenía un acento austero, extranjero de oídas después de todo ella pertenecía a España de nacimiento, el muchacho negó susurrándole en el oído el mensaje* Hmm *Era como un ronroneo casual, Así que un hombre se atrevía a invitarla pero sobre todo le gustaban los acertijos, al principio no supo que quería decir pero después rodó sus ojos claros hacia una de las mesas que gozaban de la intimidad por la poca luz que poseía, es más muchas veces pasaban de largo como se decía era a menudo la mesa de la intimidad, de la soledad porque nadie te molestaría cuando estuvieses en ella.

Un par de ojos se encontraron, los de él, los de Mar y los de una intensa pero divertida sonrisa que apareció en sus orbes, no le había visto antes ¿cuanto tiempo llevaría allá, mirándola. Ella advirtió que el interés, ambos lo tenían, éste era diferente a los demás hombres que habían allí por lo que podía ver gozaba de estatus económico pero también de cierto aura misteriosa que parecía ser lo que le había seducido más que su aspecto físico, a menudo se dejaba guiar demasiado por el físico haciendo que la otra persona le decepcionase tremendamente, cuantas veces había estado en casas de duques con voz chillona pero aspecto de adonis, esos eran los peores porque con solo tocarles el brazo con una caricia ya estaban gimiendo como ratas, en cambio ese desconocido que le había invitado parecía todo lo contrario, de los hombres que quizás podrían dominarle como a ella le gustaba.

Elevó la copa con un salud silencioso, bebió un sorbo nada más para cumplimentar ese saludo, las primeras impresiones lo que determinaría también si ella había pasado la revisión, la revista, no todo era de ella bien podía el otro hombre decir "Lo siento, me equivoqué preciosa no quiero nada de ti" no era tampoco demasiado hermosa como para ser tan egocéntrica, caminó con paso tranquilo, no era lento y juguetón, pero tampoco rápido y obstinado, era tranquilo y sensual con el movimiento de caderas que le caracterizaba, sus cabellos se movían, escondiendo sus hombros con movimientos delicados cubriendo la pálida piel de la muchacha que estaba ahora al lado de aquel hombre, Colocó la mano en una de las sillas en concreto la que estaba al lado de aquel hombre* ¿Puedo sentarme, caballero?

por **Santhiago Morel** Lun Mar 26, 2012 5:11 pm

Mal hallados los hijos de la noche
que a velas buscan reflejos de luna
en la oscura muerte
solo la sangre da vida
la inocente perdida de la dama fría…

Si bien era cierto que unas cuantas monedas de francos, o una bolsita llena de ellas podía hacer que hasta la noche se la viera como día, que no haría un puñado de ellas en las manos de los humanos que buscan el constante flujo de este para saciar sus vidas, pero no solo los mortales, también los inmortales que con mayor endereza se esfuerzan por mantener su lujosas vidas con el pasar de los años, con el paso de los siglos y milenios, incluso algunos no solo las suyas sino la de sus familias o clanes.

Y como se iba diciendo, el joven mesero que ya conocía a Santhiago había cumplido con su cometido entregando la copa a aquella dama que sin duda era dueña de un aroma exquisito para los vampiros que se hayan en el lugar a la caza de alguna nueva presa y otros a jugar con sus presas habituales, pero aquella mujer sin duda lo que llamó la atención fue su cabellera, roja como el fuego de la pasión, como las llamas de Lucifer que atisba con su látigo cada noche haciendo que los hombres pequen con las delicias y banalidades de esta vida cruel que juega sin cesar con las pobre mentes y almas de aquellas criaturas, y ella una tentación a la vista y por supuesto que me podía imaginar que también al oído y al paladar entero.

La copa fue bien recibida y tomada con suma delicadeza…oh bendita delicadeza, una delicadeza que se podría romper tan fácil con solo colocar sus manos contra una pared…sus piernas alzadas y su cuerpo vibrando…deseando sentir más hasta quedar satisfecha…pero cuando una mujer queda satisfecha…jamás eso era fácil de responder para mi…y ahí es cuando el límite se marca y una marca de alto aparece en los cuerpos fríos y sin luz de gracia de muchos hombres y mujeres que no saben cuando parar.

Cada pensamiento ciertamente inspiraba un aire de fulgor y euforia quizás por pensar que ella sería la presa de la noche…quizás por creer que sería que me daría un buen sabor de boca…y como no creerlo con semejantes ojos que atrapan la mirada de uno y la llevan directamente a sus dos hermosas pupilas, por no decir hermosos senos tan exuberantes como atrayentes a la vista de cualquiera. Su caminar…aquella mujer sabía lo que hacia, sabía como preparar al hombre y como hacerse desear…en mi mente busco la palabras…la frase exacta para su caminar…

-ven camina hacia a mi y déjame sentir el aroma de tu cuello seguido por el aroma entre tu escote para terminar en las puertas del placer y hacerte gritar hasta desfallecer-

Su presencia se quedo junto a la mía en aquella mesa apartada de los ojos fisgones de los demás, solo unos cuantos que se atrevían a mirar por segundos pero luego la esquivaban por el poco interés que tenía para sus gustos, pero aquella joven si tuvo el gusto de acercarse y hablar con el vampiro que sonrió siniestramente al verla extendiendo su mano izquierda para ofrecerle el asiento…abriendo su chaqueta para quedar más libre…

-Mademoiselle será un gusto que me acompañé, más que un gustó será todo un enorme placer tenerla en mi mesa-

Aquella frase tenía una doble connotación y esperaba que aquella joven comprendiera ambas aunque mejor sería si captase la oculta…y por supuesto que la había captado…su sonrisa la delataba y más cuando tomo asiento tan cerca y a la vez tan lejos de mi propósito.

-Un gusto Mademoiselle, Monsieur Morel, Santhiago Morel, y usted mi bella dama como se llama o tendré que descubrir su nombre-

Tomé su mano derecha para dejar un beso pero este se fue subiendo por su tersa y suave piel hasta llegar a la mitad de su mano, que delicia de piel como deseaba tenerla, obtener de ella el néctar más anhelado por todos y llevarme su vitae conmigo hasta futuras noches que vuelva a ver a quien le sacará gritos en muchas denotaciones.

por **Mar Santini** Miér Abr 25, 2012 9:01 am

*Era un hombre que sin duda sabía como satisfacer a una mujer, lo había medido en el momento que ella se había acercado lo había olido, los hombres actuaban distintos según cual fuese la mujer que ellos deseaban pero también la reacción de ésta, si una mujer se acerca a un hombre depende de los modales que éste emplee era fácil actuar, los más fáciles de engañar eran a los ingenuos que tomaban una bolsa de francos colocándola en la mesa, incluso a veces habia sonreído diciendo que esa cantidad era una minucia al final si les gustabas podían pagar el triple, el dinero lo era todo en el mundo que vivían porque nadie se había esmerado por cambiarlo, antes existían los trueques pero ¿que trueque era más delicioso que el propio dinero cayendo en tu mano? Ella lo reconocía no era hipócrita como la mayor parte de la sociedad, el dinero era importante para su status pero también lo era el saber conocer a las personas.

Con una sonrisa sensual los labios de mar parecían más húmedos que de costumbre, no olían al alcohol que había tomado una cualidad que le hacía ganar puntos, no absorbía el aliento de las bebidas alcohólicas, habría sido un problema que una cortesana hubiera tenido que besar a un hombre oliendo a cerveza o a bebidas varias, era entretenido, la oscuridad no le importaba estaba acostumbrada a ella, la intimidad era signo de discreción pero también de más oportunidades, los toques, las caricias se daban mejor en la oscuridad donde se podía olvidar al mundo que los estaba rodeando, estaba tan entretenida mirando las facciones de aquel hombre que no le importó como un tirabuzón pelirrojo adornaba su hombro, como su flequillo se movía con una invisible brisa que no era sino el movimiento de su rostro al agacharse para contemplar al hombre *

No hay más placer que estar en un sitio tan cómodo como el que vos me proponeis *También tenía un doble significado, no dudó en mover la mano con feminidad acariciando la barbilla de ese hombre, le miró fijamente sin apartar la mirada desviándola solamente cuando se sentó a su lado, escuchó unos neutros murmullos pero después cesaron dejándoles a ambos en un silencio planificado, no mucho claro está duró cuando ella se acomodó cruzando las piernas mostrandolas también, le gustaba provocar era una experta en ese juego *

Mi señor espero que no sea demasiado aburrida, peco de ser callada para unas cosas...*Sin acabar la frase dio un trago a su bebida * y ruidosa para otras *Le guiñó el ojo con coquetería, parecia que sus ojos brillaban con lascivia pero también con entretenimiento, los hombres que había tenido que afrontar ni siquiera eran hombres, ella era extraña en cuanto a gustos le gustaba que le dominasen pero quienes habían tenido la ocasión de dormir con ella habían sucumbido a la dominación de la pelirroja, una cortesana era una mujer que se adelantaba a su tiempo, dominando a los hombres cunado las mujeres normales ni lo tenían permitido, podía golpearles haciendolo parecer un movimiento de cama, ellos disfrutarían, muchos lo hacían verse dominados era algo nuevo que hasta repetían.

El vestido acariciaba su cuerpo, apegándose cubriendo o exhibiendo las curvas que ella tenía, no era demasiado delgada pero tampoco había que pecar en un exceso de curvas, sus caderas eran anchas, sus senos exuberantes, no había parte de su cuerpo que fuese escondida, los muslos, la espalda, los hombros, todo era parte de los juegos sensuales si se atreviese a esconder alguno no sería ella misma, le gustaba mostrarse tal y como era aunque eso hoy en dia no fuese muy bien visto, de nuevo su voz flotó en el ambiente * ¿Cual de mis dos lados desea usted? *Sonrió, después colocó un índice en su labio inferior apretándolo con cierta suavidad * No os he dicho mi nombre, lamento mi torpeza *Fue como un murmullo repetido que era suave, suave para los demás pero entendible para el hombre que estaba en frente de ella *

Spoiler:

por **Santhiago Morel** Miér Mayo 16, 2012 4:21 am

La triste y eterna espera
los segundos se hacen horas,
las horas se hacen días y mis días
son tu perdición, con tu dolor me alimento…

La pelirroja tenía la seducción intrínseca en su piel, en toda la flor de su ser, algo que a Santhiago le atrajo mucho, el deseo de ser quien le arrancara los pétalos a la flor y le dejara con una nueva corona de pétalos y con muchas espinas, ese era su deseo, dejar las espinas en la flor y una sonata amarga en su vida, y que vida era la de ella, con aquellos atributos dignos de admirar y que deben ser admirados para quedarse retenidos en la pupila de todo ser en ese ancho mundo.

Su piel un deleite a la vista y porque no al gusto, y que gustos eran aquellos…que con solo un besar ya deseaba tomarla de la cintura, sentarla en la mesa, abrir sus piernas y beber de ella, besar todo su cuerpo para saborear su dulce presencia; su cuerpo perfecto para ser acariciado y tentado a cometer los actos más pecaminosos de todos con sus piernas largas, sedosas y firmes que llevan un camino prohibido a cierto punto anhelado por cualquier hombre el ser atrapados por ellas y morir entre ellas, sus caderas hermosa creación de mil demonios que tamborilean en ellas para despertar la lujuria de esta sociedad maldita, su vientre un camino de deseo y pasión que danzarían en los brazos de los demonios de quien la tome, sus senos turgentes apetitosos para el probar de unos labios expertos en el deleite y que apetitoso para que las manos se deshagan con ellos entre ellos y se pierdan ahí eternamente, su cuello tan fino y elegante listo para dejar que la muerdan durante un placer más extremo, sus labios carnosos y jugosos para saborear toda la noche si era preciso, sus ojos en extremo coquetos que invitaban a los juegos más perversos crear, su cabellera como el fuego de los infiernos que desatarían sus manos tan precisas para elevar la temperatura de todos.

Así la admiró aquel ser, que ya la deseaba poseer, pero no, la iba a dejar jugar hasta el momento de poner la correa en su lugar y hacerla gozar a más no poder, su voz era la melodía que buscaba para sus composiciones personales y valla que la recordaría.

-Un sitio cómodo sería entre cierto lugar saboreando cierto manjar que pocos pueden llegar a crear en una mujer como usted- el deje de lascivia había sido enviado, como no provocar a quien le provocaba, su sonrisa siniestra pero atrayente se dejó ver, mientras sus ojos recorrían su fino cuerpo y sobre todo aquellas piernas que jugaban a la tentación de lo prohibido, su diestra sobre la mesa repiqueteó con sus dedos sobre esta, mientras que la zurda se coló por debajo de la mesa tocando la rodilla ajena sintiendo el éxtasis de la fruta prohibida.

-Callada, no veo que sea callada, además aún no he dado el tema de conversación para una dama tan hermosa e inteligente como usted, aunque creo que me gustaría más verla gritar y gritar que solo conversar y llevarme así mejores recuerdos y usted una mejor experiencia-

Qué plan de juego más aterrador se había planteado, el eje de la perversión y la lujuria estaba presente, su zurda subió llevando consigo parte de la tela del vestido para que la dama sintiera el poder del control que ejercería sobre ella, su diestra tomo un mechón de cabello para dejarlo tras la oreja de la joven acercando así sus labios al oído de ella

-deseo ver aquel lado suyo, si son los dos, bienvenido sean, quiero verla como la sociedad no la verá o se atreve a ver por miedo a que les pueda gustar lo que usted les presente, quiero ver su fantasía más grande y llevarla a su realidad, quiero ver a la verdadera mujer que está sentada junto a mí, al verdadero pecado de la vida-

Dejó un beso cerca a la comisura de sus labios tentando más, si es que se podía hacerlo, los pocos que miraban, se regresaron a verle pero la mirada del ser oscuro que les envió les hizo regresar a lo suyo, igual él estaba en un mejor entretenimiento que terminaría en un probada para ambos en ese lugar.

-Cuál será el nombre de la flor que busca esta noche el rocío de la pasión, me dará su nombre o con el que se suele presentar, si por mi fuera dejemos en el enigma su nombre, no me lo de por completo, deme el que suele presentarse que al final de la velada obtendré en un grito su nombre-

Un guiño y una presión en el muslo ajeno había sido todo para sentenciar a la dama al juego de perversiones…

Off: Esta vez discúlpeme a mi por la tardanza XDD

por **Mar Santini** Dom Jun 10, 2012 10:35 am

*Una sonrisa juguetona se insertó en sus labios cómodamente escudada por la copa que aún conservaba en sus manos, era un hombre que iba a lo que iba directo como pocos lo solían ser pero ellos estaban jugando, ambos se notaban en el juego moviendo sus fichas que en este caso no eran sino las palabras que servían para uno u otros propósito más según se utilizara una ficha u otra, acabaría siendo devorada o acabaría en parte encima de aquel hombre demostrando lo que era tener a una mujer como ella de acompañante ¿quería a alguien servicial? podría serlo pero solo si la pillaba de humor, ella era salvaje le gustaba morder, arañar le gustaba ser traviesa con la justa dosis de perversión que ambos tenían por igual grado* Monsieur ¿no sería al revés? veo que puede presumir de que lo que posee entre sus piernas habrá hecho gritar a más de una mujer *Ella no era la primera, ni la última pero siempre gustaba de exaltar el orgullo viril de los hombres igual que ellos enardecían los suyos.

Él la vería gritar de eso no había duda pero se lo tendría que ganar, no era tan ruidosa como se hacía ver mientras que el hombre no lo mereciese, Si podía ser cruel o un santo según quien estuviese entre sus piernas. Podía hacerles sentir como que eran unos amantes ejemplares o que definitivamente tenían mucho que aprender, dejó la copa en la mesa mientras la tela del vestido era elevada un poco, no le preocupó estaban en una parte de la taberna que por mucho que ella hiciera no la podrían observar no solo por la oscuridad sino por la postura que ella había escogido al sentarse. Escuchó todo lo que él había dicho recibiendo el beso en la comisura, cerrando los ojos con una sonrisa superflua que acariciaba navegante sus labios...era bueno, demasiado bueno había incluso hecho perder una de sus fichas a la cortesana en el momento que había cerrado los ojos.

Debía de felicitarle { si se dejaba ganar claro está } dicho de otro modo todo vale en el amor y la guerra incluso en el sexo era por eso por lo que ella ahora iba a actuar* Por esa regla de tres creo que usted debería conocer el nombre de esta mujer que arrancará más de un suspiro a vuestros labios *Su mentón fue acariciado por sus dedos fijando sus ojos en los de aquel hombre con una sonrisa casi tímida de no ser porque el brillo lujurioso de sus ojos indicaba otra cosa cualquiera habría sentenciado que se trataba de toda una dama. Tomó la mano de aquel hombre alejándola de sus muslos por unos instantes cuerdos mientras tomaba un hielo que había en la bebida* ¿Creeis acaso que sere el unico ente ruidoso aqui? *movió el pie derecho librándose del tacón, elevó la pierna situando su planta del pie justo en la hombría de aquella persona mirándole fijamente a los ojos, el hielo acariciaba su muñeca con las gotas de agua producidas por el calor de su mano, no hizo sino acomodarse en su asiento mientras su pie acariciaba lentamente la hombría de aquel desconocido* Tome un momento

*Le entregó el hielo utilizando un cuchillo que habia en la mesa para cortar la tela del vestido mostrando sus piernas, lo hizo estratégica mente para poder levantar la tela del vestido sin problema alguno para que si salían de ese lugar no tuviera problemas de exhibicionismo o asuntos de ese estilo que solo le distraerían de su verdadero objetivo, dejó el cuchillo silenciosamente* Gracias *ronroneó tomando el hielo con una de sus sonrisas juguetonas mientras subía la tela mostrando no solo sus muslos sino su ropa interior* Esta flor podrá aseguraros que cuando la probéis volvereis a querer visitar *Acariciaba con el hielo su ropa interior, humedeciendola desde el clítoris hacia su interior humedeciendo lo justo para que se transparentase su sexo aunque en especial el clítoris. Siguió así hasta que el hielo fue más pequeño, después metió el hielo bajo su ropa interior sonriendo pícaramente* este juego es bastante placentero

*Se levantó, cerró los ojos cuando sintió las gotas de agua correr por sus piernas, se apoyó en la mesa como si estuviera llenando su bebida mientras alzaba sus glúteos, con la mano izquierda acaricio el cabello del hombre apegándole a sus muslos mientras sonreía juguetona* ¿Podrías tomar el hielo por mi? *Separó un poco sus piernas pero solo lo justo para mantener el equilibrio, de paso se había vuelto a poner el tacón en la pierna derecha aumentando la altura y de ese modo siendo más divertido el juego, desde su posición incluso se atrevio a guiñar el ojo a uno de los hombres que desvió la mirada corriendo* Rousse *Ni era su nombre, ni se presentaba así pero ya que había querido dejar aquella incógnita que todo fuera un misterio, hasta lo más evidente* Llameme así, rousse *alzó el rostro una vez más mordiéndose el labio*

Spoiler:

por **Santhiago Morel** Vie Jun 29, 2012 4:16 pm

Pequeñas ovejitas por el camino del lobo fiero y cazador, ni los mismos súcubos del infierno le calentaban la cama, ni las tantas putas de los burdeles le ponían a mil aunque se llevara a dos o tres a la cama, pero aquella mujer, sabía lo que el caballero quería, lo que el deseaba, arrancarle la ropa y tomarla ahí, delante de todos hacerle gritar y que desfallezca entre sus garras mientras toma entre sus labios aquella flor húmeda y excitante…

Sus afiladas garras dejaron de sentir aquella piel que ya había echo estragos en su parte intima del hombre, que ahora era atendido por el pie de la dama, abriendo su chaqueta un poco para estar digamos más cómodo su diestra acaricio aquel pie su dorso, subiendo por su pierna y bajándola para apegarle a su sexo y sienta lo que podía lograr, sus ojos se fueron a sus senos directos mirando de ratos en ratos a los figones que les miraban y deseaban ser parte de ello y lo serían, aquel lugar sería el infierno para todos.

-Mon cherrie, ahora estas sintiendo lo que te hará gritar y créeme muñeca aún no esta su punto más duro.- La sonrisa afilada y la copa de sangre en mano alzándola sin mirar a los fisgones como si brindara porque lo vieran, más las palabras de la dama lo hicieron sonreír, a aquel vampiro no le importaba no tener el don de leer la mente como lo tenía su hermana pero sus habilidades le eran más que suficiente para dar placer a la joven, que ahora le daba un hielo a sostener y su mirada bajaba al sexo femenino mirando sus braguitas y haciendo que el mismo ser se relama los labios como un lobo ante su presa antes de hincarle el diente.

-Me parece perfecto el juego aunque- suspiros –Le gustaría que ese placer fuera más, fuera aún más placentero a su cuerpo, con el dolor del éxtasis correrle por completo y hacerle gritar porque la tome, dígame desea ese juego-

Su mano se extendió al igual que su sonrisa cuando vio el tocar de aquel hielo el sexo femenino sus manos tomaron con fuera aquella pierna con el deseo de ser su mano la que guie aquel trozo de hielo, pero Oh que perro del infierno no aguardaría ante la entrada del ultimo de los placeres y gozos mortales solo para ver a su victima sucumbir por la tentación, y eso sería lo que le daría a la joven que tanto lo tentó hasta entonces. -Lo que deseo de la flor es su néctar, si mi pequeña quiero tu néctar pintando mi cuerpo, todo mi ser y tenerte cuando yo quiera cada noche si es posible hasta que me canse de tu vitae-

Oh perversiones carnales y celestiales que inundan los cuerpos de todos, aquel hombre se levantó seguro chaqueando sus dedos al mozo del bar mirándole a los ojos para dejar con su habilidad de manipulación de la mente un mensaje que sería la cúspide de todos los placeres que él tenía y haría ver hasta llevarse a la preciosa florecilla a otro lugar para hacerla beber de su vida.

-Cerrad la puerta y no poned que el lugar esta cerrado ahora, pagaré el doble por esta noche- el mozo sin reclamar se fue pero algunos como queriendo evitar su cruel o trágico destino abandonaron el lugar dejando solo cuatro parejas en aquel bar, los empleados sabían lo que era aquel hombre y por miedo a la perdida de su vida salieron y dejaron a los más jóvenes una pareja para que atiendan a las cuatro parejas mortales y al inmortal y su nueva mascota.

-Rousse, no, no deseo tomar el hielo, te voy a dar algo mejor que eso- sus manos se fueron a sus caderas y la sentaron en la mesa tomando sus piernas y abriéndolas mirando la humedad de su sexo, su clítoris tan deseoso de ser tomado, miró a los otros y sonrió…aquella, aquella seria la noche donde el sexo y la pasión sería el regente de todos… -lista pequeña- el pulgar de su zurda empujo el poco del hielo y lo puso sobre su clítoris para que sintiera el frio y a la vez sensual deshacer de este con la diestra rasgó la prenda intima y tomó otro hielo para pasarlo lentamente por su intimidad miró de nuevo a los otros y con una sonrisa afilada dio la orden a sus mentes manipulándolas para que follaran ahí mismo en conjunto, si, la orgía del primer infierno estaba desatándose en ese instante.

Se sentó sin quitar sus manos de las piernas de la mujer y la puso a su rostro para con sus dientes tomar el hielo y pasarlo de arriba abajo por su sexo notando el ligero movimiento de su cadera hacia adelante y arriba mientras los otros hombres desvestían a las mujeres lentamente acariciando sus pieles besándolas y colocándolas sobre la mesa en el suelo o la barra del lugar, para dejar que sus dedos serpenteantes recorran todos sus cuerpos y así luego lamer sus intimidades catando el puro néctar de lo prohibido mientras las mujeres desnudaban a sus acompañantes para estar de iguales, solo cubiertos por la piel de su pareja o lo que fuera que sean ambos

-Cuanto deseas que te haga lo que ellos hacen Rousse, dime, cuanto lo quieres que mi lengua entre en tu ser y te haga sentir esos manjares que esas mujeres ahora están sintiendo- su sonrisa afilada y sus manos terminando de atender con el hielo su sexo…al compas de los gemidos de las mujeres que sentían las lenguas de sus hombres en su sexo entrando y saliendo.

El frenesí del infierno en la tierra había llegado

Off: ahora el que se excedió fui yo, disculpe XD

por **Mar Santini** Sáb Jul 21, 2012 10:21 am

-Cuando aquella mirada se poso en sus senos, tan indiscreta como debía de ser la de un hombre caliente, Mar arqueó su espalda hacia delante para acentuar el tamaño de éstos, poco cubria la tela ya que incluso sus pezones se estaban endureciendo indicando que podía llegar a sentir tanto placer con la charla que con las acciones. Era como un precalentamiento que ambos estaban disfrutando incluso ella más que él pues las acciones de Mar siempre descaradas hablaban más que su propia boca- Asi que eso me hará gritar~ debe de ser tu recompensa caballero -Escondió sus labios en la palma de sus manos sacando entonces la lengua pasandola por los dientes mientras potenciaba su sensualidad.

Sabía que había despertado al mismo demonio, que le daría la vuelta y la haría suya una y otra vez mientras aun hubiera fuerzas en el cuerpo, lo cual obligó a Mar a temblar no precisamente de miedo sino de placer ante aquel desafio, Sonrió de lado- ¿Que deseo? Acaso mi cuerpo no os lo está advirtiendo ya que es lo que lo quiero -ella se habia afanado en la ley del disimulo pero eso no era lo que el otro quería ya que había llamado al mozo para que cerrase la puerta. Sus ojos advirtieron la risa felina de alguna de las parejas que no dudaron en tomar a las mujeres.

Todas con las bragas húmedas aunque ninguna aguantó con ellas puestas más de un minuto mientras los hombres le dieron placer, le apartó de aquella mirada cuando le sentó en la mesa de una forma más que decarada, sonrió de lado mordiendose el labio inferior a medida que el calor en su cuerpo iba aumentando conservando la calma, que era lo último que se perdía si se quería dominar el juego el sexo. Sus cabellos se posaron en su rostro, lamiendose los labios, sus piernas estaban siendo tomadas por el hombre y aunque no hubieran estado entre sus manos sabía muy bien que ella las habría mantenido bien abiertas-

Tu eres el cliente~ todo lo que desees tu será lo que también desee yo -Apenas podía hablar, no deseaba hacerlo mientras se consumía en el placer mirándole a los ojos con una sonrisa, no solo miraba sus ojos sino lo que estaba haciendo con aquel hielo...su clitoris pareció quejarse de placer, dolor y placer siempre iban unidos de la mano. La humedad siempre parecía un reclamo pues su sexo estaba completamente húmedo en aquella mezcla erótica de agua y fluidos, acaricio sus cabellos con una sonrisa mientras el hielo parecia estar siendo ahora un arma utilizada en su contra.

Que era lo que deseaba, le preguntaba, le deseaba a él. Le estaba volviendo loca, ya sus pezones bien duros parecían querer salir de su tela, pero no debía ni queria apurar las cosas, si fuera una situación normal lo habría alargado pero en su mirada y el brillo lascivo que ahora palpitaba en sus orbes era más que evidente que quería que esa noche fuera muy muy larga o por el contrario que se volviese corta entre el cuerpo de ambos.

Cuando pudo colocó sus pies en ambos lados de los apoyabrazos de la silla acariciandole los cabellos, Sonrió traviesa metiendo la mano en los labios de aquel hombre para levantarle por el mentón haciendole que le mirase a los ojos, los gemidos de las mujeres eran evidentes que parecian una cinta afrodisiaca para cualquier hombre o mujer en todo caso ella solo se centró en el hombre que tenía entre sus piernas- Ven~ -le llamó gatunamente con voz ronca que parecia un ronroneo volviendo a tomarle por el rostro. Sonrio de lado mientras tomaba al hombre por los cabellos y el mentón para levantarle de la silla, cuando estuvo de pie, ella le envolvio con las piernas por los costados besándole entonces apasionadamente aún sintiendo el sabor frio del hielo.

El sabor frio de la piel ajena, de la saliva amarga pero también metálica, ya sabia que era ese sabor pero le importó muy poco mientras su lengua se adentraba en la cavidad bucal de aquel hombre con pasión, con sensualidad colocando las manos del varon en sus propios senos- porque no tocas... lo que es tuyo esta noche -La saliva acariciaba ambos teniendo también como segundo protagonista el hielo que estaba impregnado entre saliva de ambos, Mar masticó el hielo cuando lo tenía en su boca bajandose el escote del vestido para que sus senos fueran visibles, expuestos sin ningún pudor o verguenza completamente duros- O lo que es mio~ esta noche -Sus manos viajaron una vez más por los pantalones ajenos, para acariciar sus testiculos por encima del pantalon humedeciendo con su sexo justamente donde se hallaba su miebro-

Spoiler:

por **Santhiago Morel** Sáb Jul 28, 2012 2:43 am

El guardián del primer infierno había hecho lo suyo...la orden a los pocos hombres y mujeres de ese bar había subido de nivel, pues ahora las mujeres empujaban a los hombres al suelo y tomaban en sus bocas sus sexos atendiéndolos…pero lo hombres deseosos tomaban también entres sus lenguas húmedas y anhelantes los sexos femeninos, todo para darse el mayor de los placeres el sexo sin control y sin tapujos, ese era el cometido del momento, sentir lo que el cuerpo quiere, pide, grita pero las normas sociales nos lo evitan, así que era el momento en que ellos tomaran para si los dulces néctares de la vida y la locura.

Entre la entrepierna del vampiro se notaba el bulto que iba creciendo y creciendo todo a causa de la sensualidad de aquella mujer, si, era una mujer de fuego y calor, sería un trofeo, una muñeca excelente, solo para él. Oh mal habidos labios que tomaban los ajenos…sendas manos tocando el cuerpo femenino, aquellas caderas de tambores del infierno creados para llamar a los guerreros a morir por ellas…el fuego que desprendía de esas caderas era único, sus piernas que pilares de perfección listos a quebrarse ante el cincel del escultor pero no, no sería primero el cincel, sino las manos del escultor las que tocarían, si, la presión del deseo de ver aquel cuerpo devoró por completo a Santhiago y saber cómo se pone cuando se descontrola, la bestia buscaba a su presa ahora.

Sin piedad ni remordimiento rasgo le vestido de la joven mostrando esos senos, ¡qué senos! Mejores que la misma virgen maría…mejores que cualquier otra puta o dama de sociedad, si, esos si eran senos de una verdadera mujer, de aquella que tiene el control y reconoce a la fiera que tiene por dentro, y así con ese deseo los tomó entre sus manos sopesándolos, admirándolos pasando su frío aliento por aquellos senos.

-Senos de vida, llenos de vitalidad, llenos de pasión y son tuyos, míos, oh muñeca dime algo que me excita tu voz de sobremanera…ven gime un poco jadea…oh vamos déjame ponerme duro con tu voz gata-

Estaba excitándose el vampiro con la joven y como no si sus sexos se encontraban unidos haciendo que Santhiago realizar ligeros movimientos del coito hacia la mujer, la besó, besó sus senos, lamiendo sus pezones poniéndolos más duros como rocas, su zurda bajó lentamente por su vientre retirando aquella molestosa prenda del cuerpo femenino hasta que tocó su sexo húmedo y frio, pero caliente, su palma se acomodó sobre el monte de venus de la joven y el dedo del corazón toco su clítoris lentamente con movimientos circulares empujando un poco y llevando poco a poco aquellos movimientos a más y más, más rápidos…su boca subió a la boca de la joven susurrante y sugerente –quítame la ropa, vamos gatita maúlla con tus garras para quitarme la ropa y tomar esto que es mío- presionó su sexo y con dos dedos abrió sus labios sexuales e introdujo su dedo del corazón dejando ahora a su pulgar para estimular a su clítoris…su dedo entraba y salía, mojado con aquellos fluidos y con el sonido erótico del sexo
Los hombres del lugar tomaron a las mujeres haciéndolas sentar sobre sus caras para con sus lenguas penetrarlas, si sentía la humedad de sus hombres además de la excitación de sus dedos tocando, manoseando, morboseandoles por completo sus sexos, estaban siendo las putas que no son ni en sus casas ni en sus camas, dejando correr sus fluidos enteramente y dejando que sus hombres los tomaron y los reclamaron como suyos, pero en ese momento si eran unas verdaderas putas, lo eran y lo disfrutaban con sus gemidos que no dejaban de inundar el lugar con olas y olas de calor, calor que consumían el vampiro con su mujer pues aquel quería más, más de su cuerpo, de su humedad, de su ser en completo.

-Oh Rousse tu coño me pide más, me pide que le haga todo lo que el infierno considera aberrante en él y se lo daré…quieras o no, esta noche le haré sudar a tu coño como nadie lo ha hecho sudar y como nadie lo hará Rousse-

El mismísimo diablo estaba hablando, pues sus ojos se clavaron como dagas mortales en los ojos de la humana mientras su diestra dejaba correr ya dos dedos en su interior penetrándola lento y rítmicamente para sentirla jadear…pero con su mirada, los embistes fueron más rápidos y profundos notando como se mojaban en su interior y como pedían estos por más…y claro que tendrían más pues este era solo el preludio de una noche cargada de pura pasión y desenfrenos.

por **Mar Santini** Sáb Ago 04, 2012 9:35 am

-Siempre había encontrado un arte en el sexo, todo al final resultaba como una obra de teatro en donde los protagonistas se mostraban tal cual era siguiendo el guión que sus instintos más bajos les obligaban a tomar, los gemidos de las mujeres fueron automáticamente abdicados al silencio escuchandose solo la tonada de los gemidos graves de los demás hombres que había a su alrededor, estaba claro que las voces cantarinas como constantes fueron sustituidas por prolongados sonidos de placer sin la necesaria acción de ser ruidosos a excepción de más sensibles que parecían ser los protagonistas en aquel coro, eso le excitaba, escuchar el sonido de las gargantas de las mujeres (incluso cuando éstas las forzaban), la saliva o todo lo demás era imaginativo.

Todo era fruto de una obra que esperaba ardientemente durase toda la noche, el vestido que habia ya cumplido su objetivo final fue poco rival para aquellas manos varoniles, sonrió de lado colocando la mano derecha en los cabellos de aquel hombre mientras realzaba la figura de sus pechos al arquear sus hombros hacia atrás de manera que realzaba la silueta de sus senos, estaban endurecidos, dejándose coquetamente tocar e incluso seduciendo con los pezones que se hincharon del puro placer que estaba sintiendo- Esas manos tuyas que estan adueñándose de mis pechos parecen entretenidas incluso más que vuestra boca, mi señor~ -Pareció hablar aunque en realidad en cada respiración que tomaba, en cada pausa, un gemido débil cruzaba la frontera de sus labios, ella no llegaba a ser tan ruidosa como lo estaba siendo las otras mujeres pues prefería la sensualidad al exceso, unos gemidos potentes a veces gustaban pero otras solo molestaban como un acorde mal definido; Le miró con morbo, deseosa, observándole mientras el carmín algo corrido de sus labios mostraba aún su blanca dentadura, aunque un poco más humeda por los pasos de su lengua, deliciosamente viendo a su acompañante tocarle, acariciarle, su aliento, sus dientes e incluso el aroma a metálico que fluía entre ambos.

Movió sus caderas contra las ajenas en cuando dijo "Más duro", era un hombre que podía presumir de su tamaño aunque a estas alturas ¿que importaba? ella se movía con deseo mientras sus piernas parecían cautivas de movimientos inquietos, sus talones se apretaban desnudos contra la madera de la mesa sonriendo de lado, ladeando el rostro a la par que elevaba su mentón dejando su cuello expuesto que cual amante del disimulo parecía esconderse en algunos mechones pelirrojos que se empezaban a mover en su propio ritmo; Cuando aquella mano tocó su sexo, no se avergonzó de lo mojada que estaba, sino que lo mostró orgullosa mirándole desafiante mientras volvia a arquear su cuerpo cerrando por unos segundos sus orbes.

Lamió los labios del hombre mientras él hablaba, le dejaba hablar pero al mismo tiempo se alimentaba de su aliento, dejando un mordisco en su labio inferior volviendo a abrir sus ojos, brillaban por el placer- ¡ hm ! - Se deshizo de la sensualidad, abriendo los labios, apegando la frente contra la de aquel hombre con una sonrisa traviesa, no maulló pero enseñó los dientes y la lengua sumiendose en aquel placer que cada vez le hacía más esclava. Separando por completo sus rodillas apretando y tensando los musculos su cuerpo se movia, sus gluteos parecian ser su unico apoyo en aquella mesa mientras el vaiven de esos dedos le hacía jadear, ambos se miraban, incluso ella no tuvo reparo en mostrar su rostro sumergido en placer, la mano en su interior se movia, haciendole temblar, como embestidas e incluso ella se ahogaba en su propia respiración, relamiendose, abriendo los labios sonriendo cuando la humedad se hacía mayor. De nuevo ese gemido constante y cantarín anunciaba que las mujeres volvian a sentir el placer- Sois mio por esta noche, os demostraré como es una auténtica mujer.

-Devoró una vez más sus labios colocando la mano derecha en la nuca de aquel hombre para que no escapase a su beso, ignoró la necesidad de aire, dando pequeñas bocanadas en cada beso, no obstante, era un beso mucho más húmedos pues le costaba trabajar debido al placer; Lo ignoró o intento hacerlo mientras le quitaba la camisa a su acompañante arrancándole algunos botones sin remordimiento alguno dejandola caer en el suelo, admiró por unos segundos su cuerpo al separarse de sus labios con un hilo de saliva, mordió sus hombros apretando y pellizcando sus pezones. Mar, colocó una pierna en el ancho hombro de aquel hombre, apoyando exactamente su tobillo de manera que no pudiera moverse- Veis lo que provocais en mi, debeis estar orgulloso -En aquella posición colocó una mano en sus labios vaginales para mostrar mas su sexo, que chorreaba, que acariciaba aquellos dedos mojándolos como un lubricante, no tardó en bajarle la cremallera con la otra mano para sacar al otro protagonista, el miembro erecto de Santhiago- Vaya, aqui está del que tanto presumis ~ -colocó esa misma mano en sus muslos, mojándolos de los fluidos de su propio sexo, de ese modo pasaba los dedos por el glande y el tronco de aquella dura virilidad hasta dejarla empapada, rozándole con la yema de los dedos-

por **Santhiago Morel** Vie Ago 24, 2012 10:20 pm

Y el juego se tornaba mas y mas excitante, una verdadera mujer, eso es lo que el vampiro buscó aquella noche una mujer que le haga correrse con solo verla y al parecer eso había encontrado, su miembro palpito con sus caricias, sus dedos jugaron a hacer sudar mas su sexo pero esta vez no fue solo uno el que la penetraba, no, eran ahora dos dedos, su pulgar no dejo en ningún momento de estimular su clítoris, de empujarlo tanto hasta hacerla correr, quería un sinfín de sensaciones y marejadas de orgasmos para aquella mujer.

La dureza de su miembro se notaba más y mas gritaba poseerla y hacerla gritar de placer mientras se la follaba en todas las formas habidas y por haber, incluso las más aberrantes si así se daban las cosas…o si así se mantenía el juego de la tortura placentera, y que tortura, el rozar del glande con los fluidos sexuales del sexo de aquella mujer hizo sentir por primera vez un deseo incontrolable de poseerla toda la noche de tomarla y correrse sobre ella, dentro de ella y hacerla correr hasta desfallecer.

Pura lujuria despertaba aquella mujer y que lujuria, el lívido sube mas y mas con solo ver esos ojos hambrientos, haciendo que mi falo creciera de jubilo y deseo por ella, mis dedos no paraban de penetrarla querían más, más y más de esos jugos, el chapoteo comenzó a escucharse aquel obsceno sonido que solo mostraba lo húmeda que se estaba poniendo en su vagina con cada embestida de sus dedos, sus pezones tan duros que con la lengua los mojó y dio un tirón de uno de ellos con sus dientes, estaba excitado.

-Lo que provoco entonces provoquemos que tu coño se moje mas, que se chorree de tanto placer que te corras y te corras sin parar- en su mente una orden más dio, pues ahora tocaba abrir la puerta del segundo infierno, miro a los demás y a las mujeres les pidió descender a los falos de sus hombres, que les den el placer de su boca ambos dándose placeres sexuales orales de una forma animal y salvaje, penetrándose con los dedos, la lengua, las mujeres dejando lamidas y succiones a los falos ajenos, mientras gemían a flor de piel y sus líquidos corrían en la cara de aquellos tipos, mientras las manos de ellos estrujaban también aquellos glúteos formados dando incluso nalgadas. El sexo era el plato fuerte de aquellos amantes que no sabían si estaba bien o mal.

Miró a la mujer sobre aquella mesa sumida en el placer de sus sexos rozando y ya era la hora de entrar en ella, retiro sus dedos, todos mojados, húmedos y viscosos…con aquellos líquidos en sus dedos sintiendo el calor de su cuerpo lamiendo sus dedos para saborear mejor aquellos fluidos. –Deliciosa mi putita, muy deliciosa, y de ti quiero mas- empujo su pelvis dejando que la cabeza de su miembro entre primero soltando un suspiro al sentir los labios vaginales apresar el inicio de su pene, retirándolo luego –no mejor hagamos esto de otra forma- descendió rápido abriendo aquellas piernas con fuerza, tomándola con sus manos de los tobillos femeninos admirando su sexo.

-oh Rousse que coño, lo siento vibrar, lo siento humedecerse, y me pide llorar de placer, vamos a darle eso Rousse- su lengua se poso en su clítoris para lamerlo y tomarlo entre sus labios para apresarlo y succionar de él, quería hacerle ver el tercer infierno, su orgasmo, luego lamio sus labios vaginales y aparto con su lengua aquellos para penetrarla y sentir su fogosidad por dentro. Movió su lengua y la revolvió en su interior sin apartar la mirada de aquellos ojos lujuriosos desenado darle mas placer todavía, a una pareja que estaba allí dándose ese placer prohibido por la sociedad pero delicioso entre amantes, le ordeno acercarse y tocar los senos de la muchacha, aquellos dos tocaban con sus dedos y lenguas ambos senos, la mujer beso el cuello de la muchacha bajando a su pecho succionando su seno derecho mientras que el hombre se encargo de succionar el seno izquierdo. Los dos apresaron las manos de la cortesana para que no se mueva y pueda sentir la gloria de la excitación máxima.

-Vamos Rousse córrete para mi, vamos mi putita hermosa, excítame mas con tus jugos, déjame catarte como ninguno otro lo hará- la deseaba, la iba a poseer y la haría su juguete eternamente. Ahora ya estaba perdiendo el control, un control que se iba a salir en caos, un caos de desenfreno y furia, sexo desenfrenado una sensación que aquella mujer nunca olvidaría.

Off: disculpe la tardanza. espero esto lo compence.

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