Les cloches de Notre Dame [Giselle] TERMINADO

por **Liam McDonald** Jue Jul 22, 2010 2:15 pm

Seguí con mi particular ruta turística por la capital francesa. Echaba de menos Loch Lommon y echaba de menos Escocia. Pero aquel viaje a Francia era necesario si quería llevar a cabo mi venganza.

LLevaba unos pocos días en París y aún no había salido del hotel a visitar propiamente la ciudad. Así que, antes de empezar con el motivo real que me había llevado al país galés, decidí visitar la ciudad.
París era muy diferente de Escocia. Esta ciudad me dejó embelesado con sus teatros, sus palacios reales, sus cafés plagados de intelectuales, y sus altas catedrales de piedra. Aún cuando el país estaba intentando salir a flote tras la revolución vivida el año anterior, no había perdido ni un ápice de su encanto.

Una visita obligada si estás en la capital frances es la catedral de Notre Dame de París. Y allí me encontraba yo; en el centro de la gran plaza frente a la imponente fachada gótica contemplando extasiado cada una de sus esculturas, cada uno de sus arcos acabados en punta...Y en especial, ese magnífico rosetón plagado de colores vivos.
Sin pensármelo más, entré en la catedral para observarla desde dentro como un humilde viajero curioso. No pude evitar pensar en la leyenda del campanero jorobado que, según decían, habitó en el campanario de esta misma iglesia allá por el siglo XV. ¿Habría existido o no ese misterioso ser? No lo dudaba. Dado a lo que soy y a lo que me sucedió, he aprendido a no rechazar aquello que parece imposible o fantasioso.

por **Giselle Laroche** Jue Jul 22, 2010 4:38 pm

Qué me había inducido ese día a visitar la catedral de Notre Dame? Ciertamente no su inigualable arquitectura, que se imponía entre las construcciones vecinas y te dejaba sin aliento tan solo al contemplar su fachada. Tampoco me habían atraído los inigualables diseños que se apreciaban tan pronto entrabas en ella, las cuales inevitablemente le brindaban un inmediato tono de misticismo que, en cualquier otra ocasión, me hubiese atraido inexorablemente. Siempre me había sentido atraída por lo que constituía un tanto de misterio. No sé porque, siempre pensé que las paredes de esta catedral habrían sido testigos de más de un secreto.

Sin embargo, aunque por más veces que hubiese visitado este lugar, siempre encontraba un nuevo detalle en su interior para admirar. Ahora me encontraba en una banca, observando al Cristo en su cruz de oro que me veía con una mirada que parecía cargar con todas las penas del mundo pero a su vez, de alguna manera inexplicable, tal vez debido al artista que la había confeccionado, o tal vez se tratase de otra cosa, el Cristo también parecía denotar una infinita expresión de misericordia y perdón. No pude continuar mirándolo por mucho más tiempo. Aparte la mirada a la vez que me levantaba y miraba al confesionario para preguntarme qué habría sucedido con el confesor, el cual no había hecho acto de presencia durante el breve tiempo que llevaba aquí. Lamenté el hecho mientras caminaba lentamente para repentinamente sentir una presencia fuera de lo común.

Observé a mi alrededor e inmediatamente descubrí a un hombre joven que se encontraba a tan sólo unos pasos de distancia, aparentemente concentrado en apreciar la belleza del lugar. Lo observé atentamente, tal vez de forma un tanto descarada, pero me encontraba sumamente sorprendida. Raramente había sentido una presencia así en un lugar público y tampoco tan de cerca. No podía decir que estuviese acostumbrada ni que no me emocionase sobremanera al darme cuenta de que probablemente se trataba de alguien como yo. Era un licántropo!

por **Liam McDonald** Vie Jul 23, 2010 10:56 am

Nunca había sido muy creyente. A decir verdad, poco me importaban los temas eclesiásticos (aunque eso no me impedía reconocer la belleza de una iglesia). Pero, ahora, que estaba justo frente a la impresionante figura del Cristo clavado en la cruz y que parecía que su mirada se dirigía directamente a mí, no pude evitar sentirme algo culpable. Parecía que estuviese diciéndome; "¿No ves que la venganza que tanto buscas no servirá para traer a tu familia de vuelta?" "¿No te das cuenta de que lo único que estás haciendo es alimentar tu corazón con odio y que eso te conducirá a tu propia autodestrucción?"

Hubo un tiempo en el que sentía felicidad por vivir. En el que agradecía cada rayo de sol y cada día que amanecía. Un tiempo en el que podía reír, bromear y bailar al ritmo de un buen reel
Sí, podría haber dejado pasar la muerte de mi familia y seguir dedicándome de lleno en el partido separatista escocés que había organizado yo mismo durante mi juventud...Pero entonces, ¿quién haría justicia a mi familia? Porque unos lo llamaban venganza, pero yo lo llamaba justicia.

No me di cuenta, hasta pasado un rato, que había otra persona más en el lugar. Gracias a su olor la identifiqué como una de los míos, un licántropo. No me sorprendió el hecho; aunque llevaba poco en París, me había percatado de que la ciudad estaba repleta tanto de hombres lobo como de vampiros.
"vampiros"; el sólo hecho de pensar en esos condenados me dio arcadas. Porque ellos habían sido los responsables de la muerte de mi familia, junto con los infectos ingleses. Porque ellos me habían condenado a ser lo que soy...Pero en realidad lo agradecía, siendo un licántropo, tendría más ventajas de acabar con esos seres que siendo tan sólo un simple humano.
-Bonne nuit, mademoiselle.-Saludé a la mujer con mi torpe francés.-Una catedral magnífica. De las mejores de París.-Dije, observando el techo abovedado que también merecía atención.

por **Giselle Laroche** Lun Jul 26, 2010 4:02 am

Todavía me encontraba un tanto emocionada ante la perspectiva de observar a uno de los míos tan de cerca. Es cierto, no era la primera vez que veía a uno pero nunca había tenido ningún contacto real con ellos. Mis breves vistazos se limitaban a notar alguna presencia que más bien parecía ser una sombra que una persona de carne y hueso, o a la mejor hasta una aparición. Pensamientos que sé, no tenían la menor lógica pues era cierto que si yo existía debían haber otros como yo. Me lo declaraban mis sentidos al notar de repente la cercanía de alguno al recorrer las mismas calles, o los mismos bosques... o al notar los estragos producidos después de una noche de luna llena, en la cual la evidencia me indicaba que yo no era la única que había recorrido el lugar...

La verdad es que desde que había intercambiado de manera inesperada mi naturaleza humana por la del licántropo siempre me había preguntado que era lo que hacían los demás. Acaso se conocían, disfrutaban de un mutuo entendimiento que resultaba inaccesible a cualquiera que no formase parte de ellos, compartían sentimientos, intercambiaban opiniones. O la mejor me dejaba llevar por la imaginación y eran seres solitarios que evadían cualquier posible interacción con alguien que compartiese su misma suerte. Les gustaba ser licántropos o les pesaba muy adentro? Cómo se conducían? Qué tipo de vida llevaban? En fin... otra vez me dejaba llevar por mis inquietudes... y tal vez por mis fantasías. Era momento de poner los pies sobre la tierra.

-Bonne nuit monsieur.- respondí al saludo que de repente me sacaba de mis cavilaciones para recordarme que a la mejor se había dado cuenta de que lo había estado observando. -En efecto.- añadí rápidamente. -Algunos lo catalogarían como orgullo nacional.- Dirigí brevemente mi mirada hacia donde él retenía la suya, es cierto que la catedral era considerada como una de las arquitecturas mejor logradas de la capital pero en realidad...mmmm... entonces así era como debía comportarse uno en estos casos? Cómo si tuvieses un mero encuentro con cualquier desconocido... Claro que eso es lo que esto era pero... -He visto personas permanecer aquí horas enteras admirando cada detalle de su arquitectura...-

por **Liam McDonald** Mar Jul 27, 2010 4:30 am

Asentí ante el comentario de la joven, sin aun apartar la mirada del techo abovedádo. No es que fuera un gran amante de la arquitectura, ni tampoco era un gran entendido en arte, pero sé apreciar la belleza de algo cuando lo veo.
-Desde luego que es bonita.-Dirigí mi mirada a la chica. Seguramente ella sabría tal como yo que los dos éramos diferentes. Los dos éramos licántropos.-Por cierto, soy Liam McDonald.-Extendí una mano a modo de saludo.
-Y perdone por mi mal francés. A penas llevo unos días aquí.-Traté de excusarme, pues sabía que mi acento no era del todo correcto y quizá a los parisinos les costase entenderme.

Pero el tema del idioma no era lo que me preocupaba realmente. No había venido a París como un simple viaje cultural, aunque sí planeaba instalarme aquí durante una larga temporada. Debía encontrar aquella organización de licántropos de la que tanto había oído hablar. ¿Sabría aquella chica algo acerca de eso? Sin embargo, no pensaba preguntárselo aun...Quizá cuando la conversación avanzara más podría sacar el tema de "casualidad". No quería levantar sospechas, pues era consciente de que gran parte del "grupo secreto" de la corona inglesa estaba tras mi pista y no pensaba ponerle las cosas tan fáciles a esos hijos de perra.

por **Giselle Laroche** Jue Jul 29, 2010 3:34 pm

Seguí su mirada para apreciar la bóveda que se alzaba sobre nosotros y detenerme un momento a apreciar la magnificencia del artista. No mentía al decir que alguien podría permanecer horas dedicado al simple gusto de observar el lugar, aunque a mi me llamaba más la atención el autor de la obra. Sus resultados me inducían a preguntarme que tipo de persona podría haber sido quien había logrado plasmar imágenes capaces de transmitir tanto a quienes recorrían el lugar. Se habría dado cuenta de esto al menos lo suficiente como para saber que una parte de él continuaría reflejandose en la posteridad, habría llegado a darse cuenta de la influencia que sus trazos ejercían sobre cada alma que entraba en la catedral, ya sea que estas se dieran cuenta o tan solo debido al ambiente que se reflejaba al estar aquí después de algunos minutos.

Observé al recién llegado con el rabillo del ojo, ya que a pesar de mi distracción no dejaba de estar conciente lo que este hacía. -Encantada monsieur. Soy Giselle Laroche.- correspondí a su saludo con mi mano brevemente para observarlo con más detenimiento después de escuchar sus disculpas. Parecía un hombre joven pero algo tenía algo indefinible que no me permitía confirmar el hecho. Acaso los licántropos tuvieran un promedio de vida más largo que el del resto de los humanos? me pregunté, pues tenía cientos de interrogantes. No había podido encontrar a nadie hasta el momento que pudiese brindarme la menor respuesta, a excepción de las leyendas que escuchaba o leía de vez en cuando, las cuales, he de admitir, me dejaban totalmente insatisfecha.

Entonces de repente quería atacar a quien se encontraba frente a mi con cientos de preguntas pero me mordía la lengua sabiendo de antemano que no era lo más apropiado. -No se preocupe, seguramente se adaptará rápido a nuestro idioma una vez que pase acá más días.- No pude evitar arquear una ceja, segura de que él sabía que era yo, aunque sentía cierta curiosidad al darme cuenta de que no era de este lugar. A lo mejor pecaba de impertinente pero las palabras salían de mi boca antes de poder remediar nada al respecto. -Viene de muy lejos?-

por **Liam McDonald** Sáb Jul 31, 2010 4:50 am

La chica se presentó como Giselle Laroche. Correspondí a su saludo de forma algo fría y distante. No es que tuviese algo en contra de la chica, ni mucho menos. Simplemente era que yo había perdido la calidez de la que había gozado antaño. Todo lo que sucedió había cambiado mi carácter tal vez para siempre. Aunque guardaba, en lo más profundo de mi ser, la esperanza de volver a convertirme en el que era antes cuando mi deuda quedase saldada.

La muchacha seguía un tanto absorta por la buena arquitectura de la catedral. Y no pude evitar redirigir mi mirada hacia donde ella posaba la suya. Me pregunté si tal vez era ella una entendida en arte y pudiera explicarme algo más de Notre Dame.
-Pedone, pero la veo mirando tan fijamente la bóveda...¿Sabe usted algo de arte?-Pregunté finalmente, sin poder contener mi curiosidad. Al menos sí que me quedaba ese rasgo de mi personalidad. La curiosidad era algo que siempre me había acompañado desde que era un niño. Y más de una vez me había valido un escarmiento.

Giselle me preguntó acerca de mis raíces. De donde venía. Empecé a recordar los viejos montes y bosques de Escocia. Los infinitos lagos de Loch Lommon. Lo echaba de menos. Pero era consciente de que debía de alejarme de allí si quería sobrevivir. Si quería llevar a cabo lo que desde que cumplí 17 años llevaba planeando.
-Pues si...Soy escocés.-Dibujé una media sonrisa.-Y usted, ¿siempre ha vivido en París?

por **Giselle Laroche** Dom Ago 01, 2010 12:55 am

De repente me parecía que tenía un aire indiferente, no sé... a la mejor no le gustaba mucho encontrarse con uno de los suyos. De... los... suyos... no era la descripción más exacta, me pareció, particularmente porque yo no me sentía parte de nada... Claro que tal vez eso se debiese a mi falta de contacto con otros seres de mi naturaleza... no sé... acaso fuese eso, acaso nunca me sentiría parte de ellos... lo cual no disminuía en lo absoluto mi curiosidad. Necesitaba embullirme totalmente en el asunto, conocerlos a fondo, acaso sólo así lograría calmar mis inquietudes.

Bajé la mirada de la bóveda para observarlo nuevamente. -Algo, aunque para nada soy una experta, ese título se lo dejo a mi padre quien me enseño a apreciar el arte.- Sonreí antes de mirar a nuestro alrededor. -De cualquier forma no puedo dejar de apreciar la belleza. Lugares como este me dejan sin aliento..-

Su expresión me pareció un poco más amistosa lo que me motivó a tratar de conversar con él un poco más. -Escocia... Me temo no conocer el país aunque por la manera en que me lo han descrito, asumo, esta catedral se quedaría corta a comparación de los lugares que podría uno encontrarse en ella.- Según había escuchado era un lugar sumamente diferente a Paris, más rústico pero con bosques inigualables adonde alguien como yo se perdería gratamente por horas... A la mejor uno podría vivir felizmente en un lugar como ese. -Sí, nací aquí, me temo que no he visto demasiado...- Había visitado algunos lugares cercanos, como Londres y Madrid pero mi mayor conocimiento de geografía venía de los libros... Repentinamente, me hubiera gustado estar en sus zapatos, pero a la inversa, de forma que fuese yo quien se encontrase visitando Escocia...

por **Liam McDonald** Lun Ago 02, 2010 5:10 am

Asentí mientras la escuchaba.
-Escocia es totalmente diferente a Francia. No tenemos grandes monumentos como éste, bueno, sin contar los castillos medievales. Pero eso se compensa con sus grandes paisajes que cautivarían a cualquiera.-Notaba mis ojos cristalinos conforme iba recordando los parajes escoceses. Bosques enormes y verdes en los que podría perderme, incluso en los que podría refugiarme las noches de luna llena.-Pero, aunque añoro Escocia, París me gusta. Es una ciudad muy cosmopolita donde puedes encontrar a gente de todos los países y razas...-Dije esto segundo con dobles intenciones, esperando que la chica se percatase de ello. Necesitaba abordar el tema de los Clanes cuanto antes, necesitaba saber dónde estaba su base. No podía perder ni un minuto más. Entonces decidí que lo mejor sería hablar sin tapujos. Después de todo, no había nadie más en la catedral a estas horas salvo nosotros.-¿Cuándo se transformó usted en licántropo?-Dije, con voz tranquila y apaciguada.

Quizá había sido demasiado brusco. Pero la pregunta ya estaba hecha y no podía echarme para atrás. Sabía que ella, tanto como yo, había percibido e identificado mi olor. Eso seguro. Sólo esperaba no incomodarla con ello. No todos llevamos nuestra "maldición" de la misma forma. Unos lo consideran un castigo, otros lo aceptan aunque no les guste y a otros, simplemente, les gustaba. Yo creo que estaría en el último grupo; después de todo, había sido el que me había lanzado contra aquel hombre lobo con la esperanza de que me mordiera o me matara en el intento. Había sido un acto loco y suicida. Pero, después de todo, ya no tenía nada que perder y sí mucho que ganar. Finalmente la cosa había salido como yo quería. El licántropo me había mordido y no me había matado y ahora podía enfrentarme a los vampiros con la fuerza de 10 hombres. Había sido una elección arriesgada pero había ganado. Ahora me quedaba el último asalto; la venganza.

OFF: Aviso! mañana me voy de vacaciones y no regresaré hasta el viernes o así.

por **Giselle Laroche** Jue Ago 05, 2010 8:08 pm

Por supuesto por la manera breve en que describió su país hizo crecer en mis adentros mayores deseos de conocer ese tipo de escenario... Creí percibir un leve matiz de nostalgia en sus palabras. Tal vez... algún día podría visitar un lugar así... pero por ahora mi lugar estaba en Paris. No sé por cuanto tiempo... dependería de como se desarrollasen los sucesos... por ahora nada estaba muy claro para mí.

Clavé mi mirada en él cuando mencionó lo de las razas... obviamente no teníamos porque pretender no saber quiénes eramos y su tono de voz se escuchó bastante natural. Sin embargo, no dejaba de ser un desconocido por lo que no podía de repente tenerle toda la confianza del mundo y felizmente confiarle todo sobre mí.

Aún recordaba mi encuentro en el bosque con otro licántropo y las heridas que éste me había causado, enfrentamiento que también casi le cuesta la vida a una persona de la que guardo el mejor de los recuerdos. A la mejor no todos los lycans eran así pero no podía evitar que ese encuentro volviese a mi memoria y me hiciese desconfiar.

-Digamos que siento como si hubiesen sido mucho más años de lo que en realidad son.- contesté. Por cierto tal vez no habían sido tanto los calendarios transcurridos pero si demasiadas lunas llenas como para que me pareciese toda una vida... Pero por qué él me preguntaba esto? Lo miré con curiosidad. -Dígame, ha tenido ya algún otro encuentro aparte de este, con... alguien como nosotros durante su estadía en esta capital?-

off: Gracias por avisar (:

por **Liam McDonald** Dom Ago 08, 2010 5:49 am

Por su respuesta, deduje que Giselle no quería hablar demasiado del asunto de la conversión. Lógico; no todos nos tomamos nuestra licantropía de la misma forma. Y yo me maldije a mí mismo por haber sido tan torpe. "¿Así tratas a las damas?" me reproché. Hubo un tiempo en el que sabría perfectamente como actuar ante una mujer del talante de Giselle, pero eso fue hace mucho tiempo.
-Lo siento, señorita. No pretendía incomodarla. A veces hablo de más.-Dije, excusándome por mi impertinencia.

Noté como la curiosidad de Giselle iba aumentando a raíz de mi pregunta. Había hecho mal, yo no estaba dispuesto a contarle mucho acerca de mí. Porque tenía a la Guardia Inglesa detrás de mis talones y prácticamente cualquiera podría ser un enemigo. Pero yo había sido el que había empezado a formular preguntas indebidas.

Mis piernas ya estaban casi flaqueando y me percaté que había pasado casi todo el tiempo de pie. Me permití sentarme en uno de las banquetas, al lado de la joven. Pero manteniendo una distancia prudencial. La gente del Norte somos más fríos y no estamos tan acostumbrados al contacto humano. "Salvo en los días de fiestas" pensé, con un deje de nostalgia al recordar los fetivales del Equinocio de Verano.
-No, lo cierto es que aún no he encontrado a nadie como nosotros. Salvo a usted.-Traté de dibujar una sonrisa conciliadora. Debía de ir cuidadosamente hasta el punto de mi interés. Aunque no quería pensar que una de los míos, una mujer lobo, pudiera delatarme en algún momento, no podía ser tan confiado. Ya no. No después de la traición de Alan. Sentí como se me hervía la sangre al pensar en ese condenado. Él fue el principal motivo por el cual estaba ahora en esa situación.

Desvié mis pensamientos de nuevo hacia la chica que tenía a mi lado, que resultó ser una grata compañía.
-Pero tengo entendido que aquí hay muchos licántropos...Casi tantos como vampiros.-Dije, volviendo a retomar el hilo de la conversación.

por **Giselle Laroche** Dom Ago 08, 2010 8:01 pm

A medida que intercambiabamos palabras sentía como mi curiosidad iba creciendo. En parte por tratarse de un licántropo, lo cual era algo que muchas veces había deseado hacer, poder conversar con uno de ellos e intercambiar impresiones que solo alguien como yo podría responderme. Pero por otro lado no podía evitar tener la ligera impresión de que Liam McDonald se encontraba un poco tenso. Acaso fuera únicamente mi imaginación y era simplemente que el estar en un nuevo país, especialmente uno como Francia, abrumaba a cualquiera. O podría ser que mi presencia le resultaba incómoda, después de todo yo era la que se había acercado a él... o había algo más que no tenía nada que ver con lo anterior y que aún no lograba determinar con exactitud. No lo sabía, acaso me dejaba llevar por mis fantasías en lugar de mi intuición y de esta manera veía cosas que no eran. Hmmmm...

-No, está perfectamente bien. Su pregunta me tomó por sorpresa, eso es todo.- le sonreí cordialmente. No tenía deseos de ahuyentarlo con mis actitudes. Lo observé al tomar asiento en la misma banca y también noté como mantenía su distancia. Por prudencia tal vez más que por costumbres sociales? Era díficil leer entre líneas cuando se trataba de alguien que no necesariamente tendría que seguir las mismas normas de etiqueta parisinas.

Involuntariamente me sentí desilucionada al escucharle decir que sólo se había topado conmigo hasta el momento. Tenía la esperanza de que él hubiese podido llevarme con los otros, no me importaba si tal deseo era más que imprudente. Ardía en deseos de conocer más, todo lo que me fuese posible acerca de los míos. -No sé mucho acerca de los vampiros.- confesé sinceramente. -Mis conocimientos acerca de ellos se deben más a las leyendas populares que a otra cosa y no siempre puede uno creerlo todo.- Por ejemplo, si se presentase uno en este momento rompería con esa creencia de que no les gustaba lo religioso, y el agua bendita y los crucifijos probarían ser nada más que simple superstición. -Por cierto tampoco deseo particularmente encontrarme con alguno de ellos, prefiero la compañía de los nuestros.- Hice una pausa antes de proseguir. -Lo que realmente quisiera es reunirme con los demás aunque no sé que tan abiertos estarían a darme la bienvenida. Tampoco sé si alguno guardaría alguno que otro recelo con respecto a mi, temiendo mis intenciones pudiesen descubrirles ante la sociedad.- Lo miré un momento antes de sonreir un poco. -Cosa que jamás sucedería, hay secretos que me llevaría conmigo a la tumba.- Sea cual fuera su secreto, pensé, observando al joven frente a mi. Ah, nuevamente pensaba que guardaba algo... por qué esa impresión otra vez?

por **Liam McDonald** Mar Ago 17, 2010 6:04 am

-Tienes suerte de no haberte encontrado nunca con esos condenados.-Dije, con los dientes apretados tratando de controlar mi rabia creciente. Era inevitable para mí. Mi odio hacia los vampiros se había convertido en parte de mi ser. Liam McDonald no existiría sin su particular odio a aquellas criaturas. Así eran las cosas ahora. Mi vida se había convertido en una tragedia de venganza. Era por aquel deseo por lo único que respiraba y caminaba. Era por aquel deseo por lo que ahora soy lo que soy; un licántropo.

-Los vampiros son criaturas crueles. Ellos no matan inconscientemente como nosotros durante nuestra conversión. Muchos de ellos matan por diversión, incluso se jactan con su víctimas. Y las torturan. Son horribles y deberían desaparecer.-Dije, sin poder contenerme mucho más. En aquel momento, mientras hablaba, veía recorrer mi mente las imágenes de todo mi clan masacrado por los vampiros. Mis hermanas violadas y mis hermanos descuartizados.
Pero la suave y melodiosa voz de Giselle volvió a sacarme de mi ira.

-No, los vampiros no son criaturas con los que uno desearía toparse. Creáme. Los nuestros somos más nobles que ellos. Al menos no matamos a sangre fría, si no inconscientemente.
Me sorprendió escuchar las confesiones de mademoiselle Giselle. Ella deseaba tanto como yo encontarse con nuestros hermanos lobunos. Pero parecía un poco insegura ante la idea.

-Mademoiselle, nosotros somos una familia.-Me detuve, sopesando aquellas palabras que había pronunciado. Sí, al menos para mí, era la única familia que me quedaba.-Somos pocos en comparación con los vampiros y estoy seguro que no rechazarían a otra de su especie. Si no estamos unidos, los vampiros acabarán con nosotros, y eso no lo podemos permitir.-Traté de esbozar una sonrisa conciliadora para despejar todos sus miedos.

Off: Siento la tardanza :S

por **Giselle Laroche** Miér Ago 18, 2010 12:02 am

No esperaba escuchar una respuesta tan apasionada ante mi observación acerca de los vampiros, pero noté como su semblante cambiaba completamente para darme una descripción de ellos que me dejó muy sorprendida. Hasta el momento nunca me había detenido a pensar mucho en ellos, para mí eran más parte de los relatos y del folklore parisino que una realidad. Tal vez porque los relacionaba con las cuentos de terror que solía escuchar junto a otros niños cuando aún era muy joven. Claro que en aquel tiempo tampoco conocía nada acerca de los licántropos y ahora me daba cuenta de que habían demasiadas cosas que aún no conocía del todo y que indudablemente deambulaban en esta ciudad. Quien a simple vista parecía un simple mortal podía fácilmente ser tan sólo una hermosa fachada que escondía algún sombrío secreto.

Observé la expresión de Liam y me di cuenta por la manera en que lo decía que algo muy hondo debía motivarle a hablar de esa manera. Su rostro se había transfigurado mostrando una emoción intensa al hablar de ellos, como si se tratase de algo muy personal que le hubiese marcado muy profundamente. Me pregunté que le motivaría a hablar así. Acaso él había sido testigo de todo lo que me contaba?

Lo escuché con atención al referirse nuevamente a nuestra especie. Más nobles que ellos... En realidad lo eramos? Una serie de imagenes volvieron a mi mente mostrándose rápidamente después de la otra. Imágenes con demasiada sangre... demasiada muerte...

-De verdad usted nos ve así Liam? Como una familia?- Lo miré fijamente tratando de encontrar la respuesta. De repente no me reconocía al darme cuenta de que había algo muy intenso en mi interior que me motivaba a querer reunirme con los lycan, algo que me llamaba poderosamente a querer encontrarme con aquellos que compartían el mismo llamado, las mismas emociones y la misma influencia ante la cercanía de la luna ya fuesemos simples humanos o algo muy diferente después de la llegada de esta. Pero una voz en mi interior recelaba de dejarme llevar por tales emociones, acaso no me recibirían con los brazos abiertos, o era simplemente que sabía que mi lugar estaba en otro lado y que debía permanecer allí sin importar nada más.

-Y que hay de su familia?- pregunté suavizando mi mirada. Aún sentía que su descripción de los vampiros conllevaba algo más. -No lo extrañarán si se reune con los nuestros?- No entendía del todo porque decía que los vampiros acabarían con todos nosotros, pero no pude evitar sentirme inquieta al escuchar todo aquello. El lo decía con mucha convicción.

por **Liam McDonald** Vie Ago 20, 2010 5:55 am

Era consciente de la impresión que le causó a Giselle escucharme hablar así de los vampiros. Después de todo, para ella eran tan sólo leyendas. Ojalá para mí lo fueran también. Pero no pude evitar destilar algo de ese odio intenso que sentía hacia ellos. Quizá pareciera irracional. Pero no lo era. Cualquiera que conociera mi historia sabría por qué hago lo que hago y por qué siento lo que siento.

No pude evitar sorprenderme ante la pregunta de Giselle. O quizá fuera yo el que estaba sacando las cosas de lugar. Después de todo, quizá Giselle conservara a su familia. A su verdadera familia. Había algo entre todos los licántropos que nos empujaba a mantenernos juntos y fieles. Como una verdadera manada de lobos. Dispuestos a matar los unos por los otros. Por nuestra raza. Ese sentimiento era parecido al de la familia pero no llegaba a ser tan profundo. O quizá más.
En cualquier caso, mis sentimientos estaban confusos. Y necesitaba creer que los licántropos nos ayudábamos unos a los otros. Porque de no ser así, significaba que estaba solo. Nuevamente solo. Y probablemente, por ese motivo, mis sentimientos eran tan fuertes y profundos.

-Por supuesto que lo creo. Hay algo que sólo los que son como nosotros podemos compartir. Algo incluso que nuestra propia familia no podría llegar a entender. ¿Acaso tú no lo sientes?-La examiné con la mirada. Por supuesto que había tenido que sentir algo. Eso viene impreso en la raza. Éramos licántropos y no podíamos ocultarnos aquella verdad.

Un destello de nostalgia atravesó mi mirada. Agaché la cabeza. Recordando sus caras, mancilladas por las Bestias."màthair, athair, peathraichean, bràithrean"
-No. No lo creo.-Fue mi escueta respuesta. Reacio a hablar o dar más información.

por **Giselle Laroche** Dom Ago 22, 2010 12:32 am

Contemplé a Liam en silencio aguardando su respuesta. Aún notaba como su expresión se ensombrecía por momentos. Me sentí un poco rara, sin estar muy segura de que decirle. Eramos dos extraños reunidos por una simple coincidencia en esta catedral y la verdad es que tal vez yo me pasaba de la raya con mis preguntas, pero en realidad no podía evitarlo. De repente sentía el enorme impulso de conocer más acerca de él. Además también comenzaba a creer que las coincidencias no existían, que cada uno de los eventos de nuestra vida ya se encontraban escritos de antemano y que el haberme encontrado con uno de los míos en este lugar no obedecía a un hecho al azar. Era más bien una oportunidad que se me presentaba y lo que hiciese yo con ella ya dependería exclusivamente de mí.

Devolví su mirada al notar como si me estuviese calibrando de cierta forma, pero sus palabras me parecieron más que reales, éstas daban totalmente en el clavo. -Sí, es verdad. Hay cosas que nosotros sentimos que nadie más podría nunca llegar a comprender.- Habían sentimientos, llamadas, emociones demasiado profundas, que habían comenzado a surgir en mi interior desde el momento en que me convertí en lycan y que nunca había podido compartir con nadie. Ni siquiera con aquella familia con la que me crié y de la cual me sentí excluída a tal punto de verles como extraños en repetidas ocasiones. Habían cosas que por más que quisiese nunca podría tampoco compartir con un ser humano por más que lo desease con todas mis fuerzas. -Habrá lazos más fuertes que los de la propia sangre, lazos promovidos por nuestra afinidad, por esta naturaleza que compartimos los lobos.- Sonreí ligeramente, lobos... nunca me había llamado así pero me gustaba pensar que eso éramos, y que como tales podíamos ser como una fuerte manada en la cual pudiesemos encontrar refugio, protección, y también velar por los intereses de cada uno.

Mi sonrisa se desvaneció lentamente al notar ese tono sombrío que adquiría su mirada. Tristeza tal vez... o melancolía... decidí no ahondar en el tema. Fuese lo que este fuese respetaba que él no quisiese hablar de ello.

-Entonces confíe en una de los suyos Liam.- le dije, poniendo las cartas sobre la mesa. -No hablemos de nada que usted no quiera pero por lo menos permítame ofrecerle mi amistad.- Sonreí nuevamente al mirarle tratando de aligerar un poco el aire a nuestro alrededor. -Por ejemplo, déjeme preguntarle, ya encontró adonde alojarse en Paris?- lo miré unos segundos y luego añadí con algo de sorna. -O antes planeaba recorrer más catedrales y buscar en ellas a más de los nuestros?-

por **Liam McDonald** Mar Ago 24, 2010 1:41 pm

No pude por más que sonreír ante las palabras de Giselle. Había reconocido que entre nosotros, los licántropos, había algo especial que no se podía definir. Algo que no se podía explicar con palabras. Un lazo, una conexión, un parentesco...un còrdadh

Extrañamente, las últimas palabras de Giselle me tranquilizaron. El tono de la conversación se había transformado; de algo más profundo a, simplemente, una conversación entre un turista y una parisina.
Agradecí en silencio que Giselle no quisiese ahondar más en mi pasado.
-A decir verdad...Sí, ya he encontrado un lugar donde pasar estos días...El Hotel des Arenes. Pero, en realidad, estoy buscando un apartamento donde alojarme. Mi estancia en París va para largo.-Tendría que quedarme en la capital francesa al menos, durante un año. Debería primero encontrar a los miembros del Clan, para unirme a ellos. Y después trazar un plan entre todos. Era una tarea ardúa y difícil. Pero era mi deber completarla. "Y después, ¿qué?"

-Aunque, si te soy sincero, no me ha desagradado encontrarme con alguien de mi misma raza. No me había cruzado con ninguno de ellos desde que partí de Escocia.-Dibujé una media sonrisa. Me atraía saber cómo serían los lobos parisinos. Si se diferenciarían en algo de los escoceses. Cómo trabajarían conjuntamente...

Off: Siento la tardanza y mi mensaje tan insulso...Pero es que mi imaginación está ahora de vacaciones! T.T

por **Giselle Laroche** Jue Ago 26, 2010 8:11 pm

Me alegró ver el cambio en la expresión de Liam y más aún que tomase a bien mis palabras. Era agradable verle sonreir y que la expresión de su rostro se tornase más amena, aunque no podía evitar darme cuenta de que algo muy fuerte debía de haberle sucedido, pero no era prudente hacerle más preguntas. En cuanto a los vampiros... tomaría mis precauciones al respecto, aunque en realidad esperaba no tener que vermelas en ninguna situación que ameritase comprobar las advertencias de Liam. Por ahora mi vida ya tenía las suficientes complicaciones como para tener que añadirle más.

-Me alegra escuchar que tu estadía será algo más que transitoria.- Sonreí, me agradaba pensar que se quedaría en la capital durante algún tiempo. También me alegraba saber que había alguien de mi raza que creía que podían existir fuertes lazos entre nosotros, necesitaba creer que era verdad.

Me detuve a pensar un momento, no conocía la situación económica de Liam por lo que no estaba muy segura de que tipo de acomodaciones estaría buscando. -Mmm... si necesitases una mano con eso mi familia cuenta con algunas propiedades vacantes en la ciudad de las cuales estoy segura alguna podría resultar de tu agrado si quisieses o necesitases quedarte en alguna de ellas.- Traté de decir esto último con mucho tacto pues no a todos les gustaba exponer sus asuntos financieros, pero tampoco veía nada malo en ofrecerle mi ayuda si es que le resultaba de algún beneficio.

-Bueno me alegra escuchar eso monsieur Liam.- contesté animada ante su último comentario. -Al menos de algo habrá valido mi presencia aquí hoy...- Miré brevemente en dirección al confesionario. Después de todo el sacerdote al que esperaba ver nunca se presentó... Suspiré un poco al pensar en eso, habían tantas cosas que hubiese querido desahogar con él... Me sentí un tanto inquieta al recordarlo pero decidí apartar la idea de mi mente. Al menos por ahora...

Volteé otra vez para fijar mi mirada en la de Liam. -Si tienes tiempo para ver la ciudad y no lo has hecho aún, hay muchísimos lugares que seguramente serán de tu agrado. Si en algún momento necesitases algún guía podría ofrecerme. Conozco bastante, sobretodo al haber despertado en los lugares más insólitos, ehm... después de la luna llena...- Lo observé brevemente preguntándome que opinaba él de sus transformaciones. Le agradaba ser un licántropo? Para algunos tal vez nuestra condición resultaría una ventaja, aunque definitivamente... no para todos...

-Tampoco es que te hayas topado con el mejor modelo de licántropo de Paris.- añadí con tono de broma. -Hubiese sido más interesante que en lugar de toparte conmigo te encontrases con alguno de los líderes.- De repente mi propia observación me hizo reflexionar un poco. Existirían sociedades secretas de licántropos en la ciudad? Y si era así... de qué manera podría dar uno con ellas?

off: No te preocupes, yo también me he tardado un poco...

por **Liam McDonald** Lun Ago 30, 2010 5:19 am

Agradecí el ofrecimiento de Giselle. Aquello me ponía las cosas relativamente más fáciles. Aunque lo que yo buscaba era algo que estuviese a las afueras de la ciudad, por motivos más que evidentes.
Sin embargo, no podía dejar de pensar en lo extraño que parecía que una mujer a la que acababa de conocer se ofreciera a alojarme en algunas de sus propiedades. "¿Por qué tienes que sospechar siempre de todo el mundo?" Simplemente, la chica había ofrecido su hospitalidad.

-Pues me haría un gran favor. Yo busco algo que esté alejado del centro. Y en cuento al dinero, no te preocupes. Tengo lo suficiente ahorrado.-Dije, evitando dibujar una sonrisa socarrona al recordar que todo ese dinero era robado.
Antes de mi partida de Escocia, había procurado estafar a la Corona Inglesa y tomar algún dinero. Aunque, en realidad no me hacía demasiada falta, porque había conseguido una buena fortuna al vender las tierras de cultivo de mi padre. Entonces, ¿por qué lo había hecho? Porque aquellos ingleses mal paridos necesitaban una lección. Ahora, además de traición, también era buscado por estafa. Todo ello conllevaría unos 20 años de cárcel. O quizá la horca. Pero no pensaba dejarme atrapar antes de que ellos mismos hubiesen obtenido lo que se merecen. Porque yo podría ser un estafador y un traidor, pero ellos eran unos asesinos que se alían con vampiros.

-Claro, no podría marcharme del país sin antes haber visitado todos los rincones de París.-Agregué ante la invitación de la joven. Aunque, para ser sincero, no estaba en el país galés en calidad de turista y mi principal ocupación en París no era otra que encontrar al líder del clan de licántropos y entablar una guerra con los vampiros. Tal era mi situación en aquellos momentos. Es por ello que, las últimas palabras de Giselle, hicieron que todos mis sentidos se disparasen. Ese era el punto donde yo quería llegar.

-Los líderes...Sería interesante toparme con alguno de ellos. Tengo curiosidad por saber cómo se agrupan los licántropos parisinos y si se diferencia mucho de los escoceses.-Dije, tratando de parecer los más indiferente posible. Pero debía jugar bien mis cartas. La información de su localización era lo que más me interesaba en estos momentos.-Dónde se reúnen, donde cazan...

Dejé caer mis palabras, esperando que Giselle pudiese contestarme a alguna de ellas. Aunque algo me decía que parecía tan perdida como yo en ese aspecto.

por **Giselle Laroche** Mar Sep 21, 2010 4:47 am

Sonreí al escuchar el comentario de Liam porque una de las ventajas de ser una Laroche era contar con diversas propiedades en y fuera de la capital y precisamente teníamos una que se encontraba más en las afueras. -Creo que conozco la localización más apropiada y algo me dice que será de su agrado.- comenté, pensando que el lugar que tenía en mente no era visitado frecuentemente por mi familia y que manejando la cosa bien el lugar podría perfectamente contar con un inquilino sin despertar ningún tipo de sospechas por parte de nadie, o al menos no por parte de mi familia, tenía una idea de como manejar el asunto, aunque yo misma pronto también me marcharía de casa.

-Es algo amplia para una sola persona pero tal vez sea mejor así.- dije, pensando en que tal vez el quisiese utilizarla para algún tipo de reunión aunque no estaba segura de donde me venían estas ideas ya que no conocía a Liam pero mientras más conversabamos más misterioso me parecía o quizás esa era su manera de ser y era sólo mi imaginación la que me inducia a imaginarme que él era más de lo que saltaba a la vista y no me refería precisamente a su naturaleza de licántropo.

Negué ligeramente con la cabeza al escuchar su último comentario. -Para ser honesta Liam usted es el primer licántropo con el que mantengo una conversación en serio.- le dije sinceramente sabiendo que tal vez mis palabras le sorprenderían un poco. -Desconozco el paradero de cualquier posible sociedad aunque los rumores abunden pero en realidad nunca puede fiarse uno demasiado de ellos.- Lo miré con aire de disculpa pues a mi también me hubiese gustado tener información al respecto. -Tal vez mi suerte cambie y algún día pueda reunirme con ellos finalmente.- sonreí a medias pensando que ese día tendría que llegar tarde o temprano, algo en mi interior me lo decía y después de este breve encuentro con Liam, de alguna manera comenzaba a confiar en que así sería.

-Qué le parece si para resarcirle por mi falta de recursos le compenso enseñandole la propiedad que tenemos lejos del centro? Si le parece bien podría tomarme algo de tiempo mañana o cuando le resulte más provechoso.- Lo miré esperando su respuesta, se hacía tarde ya y tenía que regresar a casa, a lo mejor él también tendría algún asunto que atender... La luz de la luna ya se colaba por los vitrales de la catedral y me sorprendió sobremanera que fuese ya tarde, de alguna manera el tiempo se había pasado volando...

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Les cloches de Notre Dame [Giselle] TERMINADO

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