Hero Jaejoong

Se rumoraba que iban a secuestrar a un cantante, que le harían atrocidades por  ser un hombre demasiado excitante a la hora de verle en el escenario, decían que le tomarían como un títere, manejarlo como un objeto sexual, pasándolo por cada jinete, ultrajarlo de varias maneras que esa idea le pareció fascinante al cuervo negro, ese fue el motivo por el cual tomó participe en esa jugada, probar qué podía hacer un cantante bajo sus manos… Fantaseaba con él, deseaba que su música fuera el centro de erotismo, escucharlo cantar mientras sufría del daño, y de ese modo el plan que se había creado se llevó acabo…
Dejando que Jaejoong creyera que deseaban verle cantar en el teatro para compartir su talento. Todo había sucedido demasiado rápido,  Nicolás estaba demasiado perdido en él, al verle en el escenario, la manera en como bailaba, esa mirada que aumentó esas fantasías… El juego comenzó, pero Nicolás se dejó consumir por este, ofreció demasiado para ser el único que jugara, pues su esencia, el aroma que desprendía a jazmín, era completamente como un hechizo que se había penetrado en Nicolás haciéndole caer en su misma trampa, ahora él luchaba por dentro en no seguir obsesionándose con el cantante, fue tal el anhelo que sintió que se entregó a él, dejando que todo lo que representaba se fuera al vacío… Siendo un circulo enfermizo, dolor, demasiado dolor sentía que esa fue la razón por la que le quiso marcarle y masacrarle, porque ya lo quería para él, solo aquel niño era el que llenaba un vació en su ser, al besarlo, aquella unión, le dejó marcado para siempre.
Siendo todo esto una desesperación…Nicolás, por la locura de tatuarlo hasta que se quede impregnado en el cuerpo de Hero y  este último por la venganza de hacerlo enamorarse.
Pasando tres días de aquella constante tortura. Luego del secuestro, el cantante se regeneraba de sus heridas sin poder olvidar aquella noche y Nicolás se quedó esperándole, sin dejar de pensar en él, deseando verlo, que fuera a él para verlo de nuevo…Él logro adentrarse en su cuerpo, pero no tenía nada de él, más que sus palabras, el recuerdo e su piel, esos sollozos, gritos y cada sabor que desprendía era lo único que recordaba, su nombre, ese nombre que no dejaba de pronunciar…

'Thanks Re©'

Había llegado la noche, Nicolás estaba cerrando un contrato el cual aceptaría para irse lejos, seguir su deseo de interpretar el violín en otro país, dejar todo por completo, sin poder olvidar a su muñequilla, que solo ello era lo que tendría de él, solo un recuerdo…Pero una voz, unos ruidos y una tranquilidad extraña que volvía a calar sus huesos, le hizo sonreír por dentro, había llegado a sus manos más ni menos que el joven Hero Kim Jaejoong, se encontraba a su frente, armando un revoltijo, no le importaba la manera en la destrozaba las cosas pero no tenía que demostrar que le había estaba esperando…
Haciendo una escaramuza, él le había herido, quería regresarle la misma jugada que le había hecho, pero Nicolás no lo permitió, tratándole como un siervo, la forma en la que quería tenerlo, mostrándole que el amo estaba enojado, dejándole ver que no era importante su presencia… Aprovechando la situación comenzó a jugar con él, quería hacerlo enojar, quería recibir el mismo daño que le había proporcionado, por ello le hablo como basura, le trato como a una puta para que desquitara el daño que le había causado…Una manera en la que solo Nicolás sabría el motivo de sus palabras y acciones… Pero el sentir que tenía hacia él, deseándolo con demasiadas fuerzas, él era una debilidad, de modo que no espero más y se aprovechó al saber que de cierto modo no podía olvidarlo, que sentía deseos tal como Nicolás los sentía…
Así es como pidió que fuera su siervo, regalándole en esas palabras todo de él, su presencia, su mirada, sus caricias, todo aquello iba a ser de él, así como se adueñaba de su muñequilla completamente… Viviendo como Amo y esclavo, una unión que no se entendería, Nicolás pedía su cuerpo todos los días, era como si de su cuerpo se hubiera enamorado…Jugando sin saber que era un juego de amantes, tomando el rol de esposo y su mujer… Viviendo juntos, era como permanecer en el infierno así como en el cielo, cuando el esclavo no obedecía o se comportaba mal Nicolás le enceraba en el calabozo, había hasta días en que le retiraba la entrada a su cuarto y no le brindaba alguna caricia…Sabia como tratarle para que le obedeciera…
Pero poco a poco se fue haciendo un mártir, Hero completamente destrozado ya no soportaba estar encerrado, Nicolás se iba de la casa y solo en el día permanecía en ella, la forma en tratarse se hacía dolorosa, ambos sufrían que permaneció más noches en el calabozo y cuando el cuervo solo añoraba verlo iba por él y le tomaba a la fuerza… Llegando al grado en que no soporto verlo, parecía su luz apagarse y ahí se dio cuenta que no deseaba aquello y le dejo libre…Quería que siguiera brillando, que no sufriera más y le dejo en libertad…

'Thanks Re©'

Nicolás estaba completamente triste, extrañaba aquella presencia, su mayordomo que era el que se dedicaba a los asuntos del conejo, le había pedido que cuidara de él, que lo estuviera vigilando y se enterara de todo lo que hacía, de todos sus movimientos…Sabia que seguía cantando, que andaba de un lado a otro, que demasiada gente le era vista con él… El acudía al teatro en ocasiones en secreto para verle… Sin soportar más un día sin estar cerca de él, pues aún pensaba y estaba seguro que le pertenecía…
Y al fin, una noche, va en busca de él, yendo a su mansión donde entro por una ventana que se hallaba abierta, sin dejar notoria su presencia, sabía muy bien donde se hallaba su habitación, por los informes y averiguaciones que había hecho sobre él…De ese modo permaneció en su habitación esperando que se adentrara en ella, sabiendo muy bien que estaba en casa… Comenzando a escuchar  su voz, los pasos eran notorios y se tiró cómodamente en la cama…Sabiendo que era él, pues aún en todo aquel tiempo su siervo no había cambiado de perfume, la puerta fue abierta le miraba fijamente y algo extraño pasó… Su muñequilla le hablaba como si de algo natural se tratase. El cuervo no entendía, hasta que luego de unos momentos todo cobró sentido. Hero lo alucinaba. Pero comenzó una batalla naval cuando notó que el cuervo era real, Nicolás ya le estaba desnudando, le aventó en la cama y cosas fueron aventadas por Hero para que este le soltara que esa fue la razón de que los  ruidos se presentaran y alguien en la puerta preguntaba si todo estaba bien…
Nicolás le sujetaba por la boca y le ordeno que dijera que todo estaba bien, y este obedecía,  mientras le comenzaban a manosear su cavidad…Y la noche fue larga, tomándole nuevamente  que en el último acto lo disfruto como nunca, besándole y despidiéndose de él como el otoño que se marcha con las hojas…
Retirándose de la misma forma en la que había llegado, y mientras el amanecer seguía, el día se convirtió en un tormento pues ahí es cuando se dio cuenta que lo necesitaba… Haciendo sus movidas hizo un contrato el cual se iría de Paris, pero sin antes despedirse de su muñequilla, quería verlo por última vez, huía de lo que sentía, quería desaparecer pero antes, haberle visto y hacerle el amor como realmente merecía, entregarle todo, y decirle al final que se había enamorado de él…Por ello realizo una carta, citándole, teniendo todo planeado …Seria la noche más triste que tendría pero no podía seguir de esa manera… Hiriendo y magullando a su dulce ángel.

'Thanks Re©'

Y allí las dos almas en pena se volvían a encontrar. Hero, como un tonto enamorado, volvía a caer en su red de plumas, buscaba el sonido de su amado.  Pero nada era mentira! Allí estaba, a lo lejos, se podía ver el hermoso cuervo que él tanto buscaba. El sonido le abrazaba por todas partes. La sensación era indescriptible. Quería llorar y llorar. Y así lo hizo. Mientras el ave se emocionaba de la misma forma. Como si la muerte fuese destruida de su entorno. Al fin el amor florecía y se hacía presente. Buscaban aclararlo todo, sonreírse el uno al otro. Era amor, era la sensación de no estar solos nunca más. Ambos se necesitaban y con ese encuentro lo empezaban a hacer nítido. Las caricias no faltaron. Las palabras empezaban a emerger. De repente, aquella serenata se hacía más profunda de lo previsto. Nicolás, quien había hecho un contrato para irse de París, empezaría a entrar en duda. Era imposible que Hero le permitiera irse. Jamás!
No después de sufrir tanto. Ahora, ahora la necesidad de estar con él se incrementaba, la unión se empezaba a hacer mucho más fuerte. Pues ambos empiezan a contar cosas ocultas, la verdad florece, las risas por ser tan torpes. Y con ello se enamoran un poco más. Era mucho más lo que se imaginaban. Sus verdaderas facetas, las de ambas. Un cuervo sensible, pero fuerte y amable. Un conejo juguetón, tímido y cuidadoso. Parecía que el paraíso estaba frente a sus ojos. Volverían a perecer? Podrían ellos aguardar la eternidad juntos? Es imposible saberlo. Pero pareciera como si sus corazones volvieran a latir. Un sentimiento tan intenso que ninguno de los dos puede compararlo con nada. Pareciera que fuese ayer cuando peleaban, se reprimían y se lloraban a escondidas. Pero ahora las palabras fluían con sutileza, se entrelazaban de manos, esperando no tener que separarse jamás. Caminaban por la pradera como dos tontos, hasta encontrarse con un gigante árbol que los acompañaría por un tiempo, acurrucándose, poniéndose a la par, dejando que las miradas entre ambos surjan efecto. Era necesario… Era imposible no estar de ese modo, ya que luego de tanto tiempo, podían estar nuevamente en paz.

'Thanks Re©'

First love story

17 años ❄ Hogar ❄ Humano

Este flashback está situado a los 17 años de Jaejoong, como humano, cuando ya vivía con su creador “encerrado” en la mansión.

La oscuridad lo abarca todo en esta habitación, aquí donde paso la mayor parte del tiempo, la cama es cómoda, suave y esponjosa, pero me aburro, me desespero por hacer algo y solo logro cantar… Dormir o simplemente pensar, pero que son esos sonidos tan dulces que hay afuera? Es como el ruido de los pájaros cuando se levantan, pero es algo más fuerte. Es un sonido tan agudo que me penetra los tímpanos, me destroza, pero me hace sentir tan vivo. Me derrito por la sola expresión que siento en mi interior. A pesar de que ni siquiera puedo ver mis manos, siento la luz como si me golpeara en el rostro. Necesito saber, necesito ver que es la realidad que me espera del otro lado del camino. Mi padre nunca está en la casa cuando el sol alumbra el jardín y por ello me siento más libre. No es que no le quiera, yo amo a mi padre, el me protege y me cuida siempre. Pero me gustaría que me llevara afuera de la casa, estoy seguro que hay cosas hermosas que yo debería ver! No se trata solo de mí en esta vida, no? Entonces tiene que haber algo más… Con todo aquel pensamiento me aventuré por las escaleras, empecé a caminar hacia la terraza y allí una gran puerta me esperaba. Pensé que estaría cerrada con mil llaves y que me sería imposible pasar, pero no fue así. La puerta estaba cerrada, efectivamente, pero en un costado de la pared yacía la llave. La tomé y como si fuese un regalo divino pude pasar. Me esperaba un radiante sol, mis ojos se achicaron, me los cubrí con mis dos manos y las lágrimas brotaron por el dolor de sentir todo ese calor en mi cuerpo, jadeando me volvía a la oscuridad, temblando de miedo y dolor. Me quité los zapatos y el abrigo que llevaba y el contacto frio con el suelo me hizo tranquilizar, estaba templado. Pasó casi media hora hasta que me pude acostumbrar del todo y divisé cuanto pudiese a mí alrededor. Las casas eran enaguas, era bellísimo, no había casas de tres pisos, solo la mía y eso me dejaba una alucinante vista. Empecé a husmear, me acerqué al filo de lo que era la terraza y cuando menos lo noté pude ver a personas con mis mismos rasgos estar a mi alrededor, pero a muchos metros de distancia horizontal y vertical, levanté la mano y saludé a algunos, sonriéndoles cubriendo mis labios por la vergüenza cuando ellos me respondían y de repente recordé. Qué es lo que estaba haciendo allí? El sonido! El sonido ahora ya no estaba. Miré a un lado, al otro y empecé a correr de punta a punta, pero nada sonaba, no había música que me llenara, estaba triste, la melodía se había esfumado, se había intercambiado con la luz del sol.

“El paisaje es lo más hermoso que recuerdo haber visto. Pero dónde estás? Dónde está ese sonido tan esplendoroso que ha provocado que mis ganas de vivir resurjan de las cenizas? Hoy me he sentido como renovado, con las fuerzas suficientes para salir nuevamente a la vida. A pelear por conocerlo todo. Esta vez seré fuerte, no permitiré que nada me vuelva a encarcelar. Pero primero necesito encontrarte.”

Con todo aquel pensamiento me quedé observando, me senté en el medio de la terraza e intenté ver fijo al sol y era imposible! Por qué mis ojos se desviaban hasta terminar llorando cuando le quería ver fijo? Suspiré y me dediqué a girar, gritar y cantar. Espié a las personas que pasaban por lo que era la vereda de la puerta de mi hogar y me quedé sorprendido cuando una mujer pasaba con un enorme vestido pomposo y no estaba con aquel atuendo caído y suelto que solía ver. Estaba seguro que mi padre me había hablado de cosas como el hanbok, los kimonos y cosas que a mis ojos se veían casi idénticas. Pero a mí siempre me había vestido con otros trajes que no eran similares, solo tenía uno que era de un color pastel y negro, que usaba para cuando mi padre gustaba de pintarme en el jardín. Pero como fuese, jamás me había hablado de ropas tan ajustadas y provocadoras como esas. A la mujer se le veía gran parte del busto, mantenía un corsé pegado al cuerpo, una pollera enorme y pomposa, un gorro de lado y rulos que caían a un costado de su cuello.  Simplemente hermosa, una mujer que me había cautivado y más aún aquellos cabellos rubios intensos que me emocionaban de solo notarlos. Pero quién era? Me quedé observándola por gran parte del tiempo y cuando menos lo esperé unos ojos azules intensos se chocaron con los míos, me fui hacía atrás, cayendo como si me hubiesen propinado un golpe y volví a levantarme, apoyando ambas manos, por el simple hecho que podría tirarme de no mantenerme sujeto.

“Tus ojos color cielo, tu cabello como el oro, tu piel como el marfil, tu cuerpo torneado y aquellos apetitosos pétalos que mantienes como labios. Quién eres? Pareces sacada de un cuento de hadas. Me estás mirando? Son esos tus ojos?”

Me quedé temblando y la mujer seguía mirando, con ello, empecé a sacudir ambas manos, saludándola con dulzura, emoción, pero ella no respondía. Me ignoraba o no me veía no sabía cuál era la razón de aquello, pero en sus ojos me podía observar… Ella estaba buscándome! Intenté agitando aún más las manos, pero nada… Y cuando menos lo esperé ella bajó la cabeza y siguió camino. Me daba curiosidad saber por qué tenía un hermoso bastón en una mano e iba acompañada por dos hombres a cada lado. Como protegiéndola. Pues claro a una dama no se la podía dejar sola. Pero aquellos muchachos no parecían ser sus prometidos ni nada similar. Simplemente parecían ayudarla a caminar. Sería que la mujer tenía algún problema? Pues en realidad no tenía idea, pero empezaba a macharse y con ello de mis labios salió un grito. “Detente!” No sabía por qué se lo había gritado, pero lo había hecho y había provocado que la mujer se detuviese.

“Y ahora es el momento de la verdad, donde tendré que aceptar que es lo que el destino depara para mi camino”

Creado por Theta Sigma

Colmillos de sal

29 años ❄ Capilla X ❄ Vampiro

¿Qué era ese ardor que se escurría en mi cuerpo? Todo estaba confuso y apenas podía notar que me estaban cargando. El aroma intenso de la vainilla mezclado con la muerte y sangre era algo que nunca podría olvidar. Ahí estaba mi padre, sin duda alguna era la persona que me había criado y creado, una mujer estaba a su lado, podía divisar su cabellera roja y una piel demasiado blanca para ser un ser viviente, pero se notaba que su corazón latía. Tenía miedo. ¿Quizá estaba muerto? ¿Nos habrían matado? ¿Estábamos en algún lugar como el cielo de los vampiros? ¿Eso existiría? Pero el horrible ardor de una sustancia ácida en las heridas me daba la pauta de que aún seguía existiendo. Era la mujer que con ambas manos estaba apretando mi cuerpo, despidiendo una energía que yo no había conocido jamás. Mediante un alarido gritaba y las lágrimas se desparramaban por mis mejillas, intentaba aferrarme a los brazos de aquel peli largo, pero él me apartaba, me dejaba soportando yo solo el dolor. Ellos me estaban abandonando en un lugar raro, como una capilla. Se alejaban, pero no entendía por qué lo hacían. No podía enfocar la visión y gimoteaba bajito, de repente escuchaba una voz temblante y para nada uniforme, me decía que me quedara, o algo por el estilo, pero no podía entender y tampoco estaba demasiado concentrado. Necesitaba a Nicolás. ¿Dónde lo habían llevado? ¿Por qué no estaba a mi lado? Si él no volvía ya nada valía la pena. Y empecé a sollozar, me acurruqué en mí mismo y temblé. Pero segundos más tarde entré en desesperación y me intenté levantar. Trastabillaba cruelmente, caía contra el piso como un muñeco con las piernas rotas. Gritando el nombre de mi padre, rogando porque se gire y así lo logré. Observé sus ojos con esperanza. “Sí, lo estamos yendo a buscar a él. Duerme.” Sus palabras fueron, con evidencia, una orden y mi cuerpo y espíritu fue manipulado para caer rendido al piso.

No sabía cuánto tiempo había pasado, pero me desperté con un intenso dolor en la espalda, pero mucho más ligero que antes. No quise moverme demasiado rápido por temor a marearme, por lo que abrí los ojos lentamente, enfocando la mirada en el techo y bajando cansinamente hasta llegar a mis dedos. Pronto, pude incorporarme de forma tosca. Me sentía horrible ultrajado y mal herido. La sangre seguía impregnada en mí, pero las heridas ya estaban cerradas. Pensé en quedarme allí, esperar a que salvaran a Nicolás, para poder besarlo y amarlo nuevamente, pero de repente recordé.
Yo, literalmente estaba horrible.

Mis colmillos no estaban u en vez de eso dos huecos se lucían en mi dentadura. El odio recorrió mi cuerpo, tosí y grite, rompí todo lo que estaba a mi alcance y cuando el cansancio volvió a ganarme, me agarré de la pared. Clavé mis afiladas uñas y pensé, con tormento empecé a sacudir mi cabeza. Era la única solución que tenía. Debía ir a buscar unos colmillos nuevos. No había posibilidades de que mi amado cuervo me quiera de este modo, había perdido mi belleza. Tomé mi pecho con ambas manos y empecé a caminar, aún era de noche. Buscaría un lugar, un cementerio y de allí sacaría una falsa hermosura una vez más. No había necesidad de que nadie se enterara. Mis ojos estaban consumidos, mi cuerpo estaba más delgado que nunca. La falta de sangre había hecho que la piel quede pegada a mis huesos. Pero aun así no desistiría.

Pasó casi media hora hasta llegar al cementerio, no había podido correr como lo hacía normalmente, estaba demasiado cansado y no podía alimentarme sin los colmillos. Me sentía simplemente un desgraciado. Pero no duraría mucho, volvería a tener lo mismo de antes, la inquisición se había ganado mi odio eterno. Aquel lugar era horrible, la muerte se olía por cada rincón. Pero aun así, luego de tomar aire me adentré. Busqué aquellos cuerpos que aún no habían sido enterrados, allí había prácticamente una pila de cadáveres. Las náuseas me entraron, me estaba arrepintiendo completamente, pero no podía retirarme, tenía que conseguir llevarme los colmillos. Sentía asco y mientras arrancaba todos los colmillos humanos lloraba. Las lágrimas caían por mis mejillas y mi cuerpo temblaba suavemente, con miedo, con frustración. Los guardaba en los bolsillos que estaban desgarrados y de esa forma hui. Corrí lo más que pude, el sol estaba a punto de surcar el cielo y debía esconderme. La única forma de escapar que tenía era enterrándome. Ese, sin duda era la peor noche de mi vida. Escarbé y unté mis uñas con la tierra, me escondí antes de que me quemara y me volviera cenizas. La tierra estaba caliente y en lo que fue del día, lloré sin poder dormir. Con la tierra pegada a la piel, los gusanos pasaban por mi lado. Sentía asco, me sentía humillado y derrotado. Quería matar, sin duda alguna, quería ir y sentir la sangre de un humano caer en mi boca, derramarse por el suelo, mientras disfrutaba aquella sensación. Pero aún estaba el sol bien arriba. ¿Qué sería de Nicolás en ese momento? Seguro lo habían rescatado, no había posibilidad de que hayan fallado. No me podía permitir pensar eso. Pero aun así, aun sabiendo que él estaría bien, la ira y la venganza latían en mis venas como si fuese que estuviese vivo.


“Los encontraré y no dudaré en matarlos rápida y fugazmente. Y lo último que verás serán unos ojos rasgados, llenos de odio y temor.”

Creado por Theta Sigma

PB: Lisa Cant 
Nombre: Glenna 
Poderes: Premonición - Dominación - Barrera

Historia: La reencarnación existe y esta mujer es la prueba de ello. Más de tres mil años han pasado desde que su alma gemela le fue arrebatada. Glenna es una exótica bruja capaz de contactar con sus vidas pasadas, las vive, las destraba y las hace suyas. Desde los tres años soñaba con un hombre incapaz de ver la luz del sol. Con largos colmillos y un alma triste y devastada por los años. Poco a poco ella fue descubriendo sus poderes, temiendo de ellos, pensando que quizá la matarían antes de tiempo. Pero se mantuvo fuerte, con el ideal de poder encontrar algún día a aquel ser que se metía en sus pensamientos en los momentos más extraños. Sin poder encontrar nunca una pareja, aquel hombre volvía a aparecerse en su mente.
A los veintitrés años ella ya sabía cómo controlar y como poder ver los acontecimientos de su pasado. Había sido la amante de un vampiro, había traspasado su alma a varios cuerpos durante dos mil años para poder seguir junto a él. Pero aquella alma se había debilitado con el paso del tiempo, había envejecido hasta que el último traspaso no pudo completarse, ella murió antes de tiempo, abandonándolo. Y había renacido tres mil años después, como paga por haber pecado de esa forma. Pero ahora lo volvería a encontrar y  deseando que él no se haya olvidado de los tiempos vividos lo protegería como en aquel tiempo. Le daría de su calor para poder seguir viviendo años tras años junto a él.
Y así sucedió, a los veintiséis años lo encontró mediante una visión. Allí estaba él, esplendoroso en Paris, se notaba que había dormido durante mucho tiempo, porque relucía de pies a cabeza. No tardó demasiado en encontrarlo, no sabía si la reconocería, pero tampoco le importaba morir entre sus brazos, alimentándole. Ella estaba enamorada de la historia que habían tenido, había dejado todo por él y lo volvería a hacer. Así sucedió, aunque él había cambiado, seguía esperándola, se notaba la emoción y la satisfacción de ambos. Tiempo pasaría hasta que ella se pusiera al tanto de todo lo que había sucedido en su ausencia, pero en los ojos de Hoyt algo le decía que ella nunca había desaparecido de su corazón y ahora estaría más presente que nunca.

Personalidad: Impetuosa y miedosa al mismo tiempo. Ella persigue sus ilusiones, nunca decae y siempre que tenga algo por lo que sobrevivir lo hará con fuerzas. No es una mujer que se calle lo que piense, pero tampoco es mal educada, habla con respeto y con un acento francés digno de la realeza. Una lingüística fluida y con gracia, capaz de mantener una discusión sin hacerlo notar. Pero cuidado, eso no quiere decir que no explote si la hacen enfadar. Aunque sus poderes los tiene en gran medida controlados y los sabe usar casi a la perfección, en momentos de ira deja salir todo como una bomba de tiempo. Cuando ama lo hace con locura, cuando odia lo siente en todo su cuerpo. No es una persona a la que le gusten los grises y aunque acepta sin chistar las peticiones de su amado, no cambia sus pensamientos en ningún momento. Muchas de estas fueron las razones por las que Hero fue atrapado por Hoyt, el parecido con Glenna en sus ojos y en su esencia, hizo que el vampiro milenario tambalease ante la idea de matarlo. 

PB: Patrick Petitjean
Nombre: Hoyt
Poderes: Ilusión - Manipulación de memoria - Fortaleza

Historia:Un ser antiguo, incapaz de recordar vívidamente cómo era ser un humano. Sus casi ocho mil años le han otorgado esa capacidad de ser casi omnipresente, estar en un lugar y en otro al mismo tiempo. Entenderlo todo y conocer a muchas personalidades, momentos, que le han dejado el sexto sentido de actuar debidamente en casi todas las situaciones en su camino. No fue algo fácil de asimilar para él, nunca pensó que viviría por tantos años, aun cuando ya había sido convertido y ni la vejez ni las enfermedades lo corroían. Ser inmortal o vivir para siempre, no estaba en su itinerario. Pero pudo lograrlo con la ayuda de aquella mujer que insistió en amarlo y nunca decayó, solo por la sensación de tenerla a su lado. Aun cuando la vio morir, en sus más de cuatro mil años, luego de que ella fue cambiando de cuerpo a cuerpo su alma. Nunca dudó de su amor, porque era algo más fuerte que el tiempo, el destino y la supervivencia.
Obviamente que le afectó, se sentía ligeramente vacío y no quería morir, sabía que no iba a ir al mismo lugar que ella de hacerlo, nunca podrían volver a encontrarse, pero él creía en el renacer y estaba seguro que volvería a encontrarla si esperaba el tiempo suficiente. Así fue como se enterró durante algunos muchos siglos, volvió pasada la época joseon, en donde ahora se encontraba Corea. El mundo estaba más estable y allí empezó a buscarla, no sabía dónde renacería, la última vez que se amaron lo hicieron como un vampiro y una japonesa que en el momento donde la bruja traspasó su alma, se volvió colorada y sus ojos verdes, era lo único físico que seguía quedando aún con el pasar de los años. Encontró a una mujer que era muy similar, pero su cabello era oscuro como la noche. Pensó que se trataba de ella y que no lo estaba recordando, pero se confundió. En la desesperación de no volver a perderla la convirtió en una vampiresa, la mantuvo cautiva, esperando a que lo recordara, llamó a chamanes para que le hicieran salir sus vidas pasadas, a brujas para que lograran convencerla, pero eso nunca sucedió lo deseado y ella escapó milagrosamente. Huyó para salvar al bebé que había tenido meses antes de ser asesinada y volver a renacer. Lo entregó a una mujer que sabía que cuidaba niños y volvió con su creador para vengarse. Ella no sabía cómo se asesinaba a los vampiros, solo sabía que no tenía que darle la luz del sol. Pero en su odio no pensó una estrategia.
Tomó un arma y cuando menos lo esperaba acuchilló en más de cien lugares a Hoyt, lo apuñaló hasta que sus órganos empezaron a desparramarse y lo enterró en las profundidades de un terreno vacío. Y luego de eso, se suicidó, esperó la luz del sol con la pala y el puñal de metal en la mano. Se hizo cenizas y dos años más tarde una familia se mudó a aquel lugar, construyeron una gran casa, allí viviría el niño por el cual Hoyt fue enterrado a la fuerza. Pero cinco años más tarde él renacería para tomar venganza, para matar a todos y a aquel ser que le quitó a su mujer. Pero nunca pensó que le sucedería aquello. Cuando quiso terminar con el niño, su rostro se lo impidió, era la viva imagen de su madre, con unos ojos grandes y brillantes, una piel pálida y suave. Le fue imposible terminar con él y por ello lo tomó como un hijo, uno al que amaba en secreto. La sexualidad no le importaba, le era subjetivo el hecho de ser hombre o mujer. Pero cada vez que lo observaba podía ver el amor de aquella bruja que había sido arrebatada de su vida.
Pero el destino es bueno y pronto ellos al fin se volverían a encontrar. Revivirían su amor como lo habían hecho hace miles de años.

Personalidad: Tiene una personalidad cambiante, puede ser amable y humilde en un momento, pero si algo le cae bien pasa a ser frío y distante, pero jamás hostil. No se mete en problemas, no le interesan las vidas ajenas. A él solo le importa lo que ama con locura. Es objetivo en todo lo demás y no desperdicia su tiempo en ser mejor o peor que otros. Ayuda si es necesario, lo deja ser si no es de interés personal o universal. Quizá pueda parecer arrogante, pero la realidad es que él sabe, realmente, las cosas. Cada vez que habla lo hace por experiencia y no por mero parloteo. Aunque sabe que es un tanto extraño, así se ha ido aceptando a lo largo de la vida. Ha matado y lo sigue haciendo, porque al igual que los animales, debe matar para sobrevivir. Una vida por otra y aunque él no suele ser parte de la cadena alimenticia, si debería morir por ella, lo haría sin chistar.