AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
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Gideon Stark
Solomon Vasari
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Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
Una carta haía llegado a la casa de Solomon Vasari antes de que la luna se asomara traviesa por cielos nocturnos de París... un carruaje misterioso y un hmbre que nunca se dejo ver el rostro se presentaron en su puerta para dejarle un citatorio en el lugar en el que ahora se encontraba, la catedral, allí en las afueras del templo sagrado saco de entre sus boslsillos la hoja algo maltratada debido al continuo vistazo que el cazador daba al texto cotenido con letras elegantes y al parecer de estilo bastante antiguo.
-Estimado caballero- leyo en voz alta -Necesito de su fuerza y de su furia... los planes que había trasado la noche de ayer resultaron fallidos, pero con un usted los nuevos que vienene en camino recobrarán la fuerza que deben de tener para destrozar ¡A las bestias que como mosquitos silencios absorben gota a gota la sangre de los inocentes y de los sometidos en París!...
Se su historia, se cuales son sus ambiciones, se que su sueño es igual al mío, quién le escribe es un ideal encarnado en el cuerpo de un hombre, un ideal que no fallara... ese ideal navega en la oscuridad y sabe quién es la fuente de la muerte en París, debemos detener su derramamiento de sangre y así y solo entonces podrá París empezar ser liberado y purificado de almas malditas, en sus manos dejo la decisión de su vida: Matar vampiros insignificantes si ver el cambio o terminar con la plaga y hacer el cambio defenitivo.- suspiro mientras terminaba de leer, contemplo detenidamente los campanarios y las torres de la iglesia, volvio a colocoar entre gabardina y cinturon la nota, verifico que todo estuviese en orden, la espada y el revolver podría ser eso una trampa, estaba conciente, más queria arriesgarse pues le habían dado justo al clavo de su existencia y de su promesa, mostraba interés, de tan solo pensar que podría ser la fuente principal de los vampiros en París le hacía sonreir triunfador, y lo mejor es que podía ser parte de esa iniciniativa de esa batalla.
Entró en la capilla y encontro las escaleras que se dirigian al campanario principal, lugar donde estaba planeada la cita, unos cuantos feligreses rezaban en el altar y otros más permanecian callados desde lo más recondito de la iglesia, Vasari se despojo del sombrero incandose realizo la señal de la cruz y subió en pos de su nueva misión.
Al llegar al campanario fueron más que obvios sus pasos debido al piso desgastado de madera que alli reposaba durante años, continúo su paso entre telarañas y polvo ... hasta que finalmente llegó al lugar donde reposaba una mesa y un joven en el rincón más oscuro del cuarto, sin meditarlo dos veces el cazador desenfundó el revolver, quitando el seguro apuntaba al joven.
-Estimado caballero- leyo en voz alta -Necesito de su fuerza y de su furia... los planes que había trasado la noche de ayer resultaron fallidos, pero con un usted los nuevos que vienene en camino recobrarán la fuerza que deben de tener para destrozar ¡A las bestias que como mosquitos silencios absorben gota a gota la sangre de los inocentes y de los sometidos en París!...
Se su historia, se cuales son sus ambiciones, se que su sueño es igual al mío, quién le escribe es un ideal encarnado en el cuerpo de un hombre, un ideal que no fallara... ese ideal navega en la oscuridad y sabe quién es la fuente de la muerte en París, debemos detener su derramamiento de sangre y así y solo entonces podrá París empezar ser liberado y purificado de almas malditas, en sus manos dejo la decisión de su vida: Matar vampiros insignificantes si ver el cambio o terminar con la plaga y hacer el cambio defenitivo.- suspiro mientras terminaba de leer, contemplo detenidamente los campanarios y las torres de la iglesia, volvio a colocoar entre gabardina y cinturon la nota, verifico que todo estuviese en orden, la espada y el revolver podría ser eso una trampa, estaba conciente, más queria arriesgarse pues le habían dado justo al clavo de su existencia y de su promesa, mostraba interés, de tan solo pensar que podría ser la fuente principal de los vampiros en París le hacía sonreir triunfador, y lo mejor es que podía ser parte de esa iniciniativa de esa batalla.
Entró en la capilla y encontro las escaleras que se dirigian al campanario principal, lugar donde estaba planeada la cita, unos cuantos feligreses rezaban en el altar y otros más permanecian callados desde lo más recondito de la iglesia, Vasari se despojo del sombrero incandose realizo la señal de la cruz y subió en pos de su nueva misión.
Al llegar al campanario fueron más que obvios sus pasos debido al piso desgastado de madera que alli reposaba durante años, continúo su paso entre telarañas y polvo ... hasta que finalmente llegó al lugar donde reposaba una mesa y un joven en el rincón más oscuro del cuarto, sin meditarlo dos veces el cazador desenfundó el revolver, quitando el seguro apuntaba al joven.
Solomon Vasari- Cazador Clase Alta
- Mensajes : 65
Fecha de inscripción : 11/05/2012
Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
Gideon... el vampiro más avergonzando probablemente de su condición trataba de expiar sus culpas como todos los siglos desde lo más oscuro de la catedral de París.
Una sombra incada y con la cabeza gacha implorandole a Dios perdón por la vida que tuvo que arrebatar para seguir viviendo... era tan facil orar y tan dificil creer que algún día sería perdonado de tantas muertes que el mismo sabía eran incorrectas que se aferraba al rosario de madera ya viejo y gastado que cada noche reposaba en sus manos... esas manos blancas palidas como el marmol o como los copos de nieve que caen invierno, esas manos que se cerraban para convertise en puños que golpearan su pecho, golpes que si tuvese el valor las convertiría en puñaladas, en el descanso que tanto deseaba.
Alguién le veía desde lejos, un hombre sin rostro con las vestimentas de un monje reposaba en la última banca detras de la suya, aquel ser esta oculto en la penumbra, nada podía versele ni manos ni pies o calzado, era como un condenado o un fantasma cristiano disfrutando de verle, al poco rato la sombra se había movido sin percatarse aquel vampiro una voz ya le susurraba en el oido:
-Yo se quién eres, se lo que ambicionas y lo que quieres, escucha con atención mi querido Gideon una guerra se aproxima, una batalla esta por comenzar, todas las razas se unirán pero al mismo tiempo se dividirán- sentía la respiración de aquel ser rozando por su cuello, el aire era tibio, demasiado intimidante -Tu y nadie más que tú quiere terminar con la mala raíz de los de tu especie y has venido a parar justo en el lugar donde habta una, un vampiro que somete, manipula y mata por placer y venganza ¿Alguna vez te has preguntado si de verdad las muertes en el teatro de París se debieron a un espiritú de un músico difunto?- intriga metió en la cabeza del condenado que ya era por demás intentar borrar -Si quieres ayudar- prosiguió la voz -Atento debes estar, al terminar tu oración dirigite al campanario y allí todo se te explicara, no faltes si tus culpas quieres limpiar- los ojos vien abiertos viendo fijamente a los ventanales del techo quedaron inmoviles ante tal confesión, los mechones tapaban la visión que podía decirle quién era el que osaba a decir tal confesión.
Cuando la respiración no sintio más por su cuello, volteo sin ver más nada, se apuro a terminar su oración, inclinandose de manera respetuosa sin ver al Cristo que reposaba en el altar se retiro al campanario nombrado por el misterioso hombre.
Camino no por mucho en un escenario viejo y olvidado, había de todo polvo, arañas quizás hasta ratones y murcielagos pero no fue hasta que llegó a la camapana ya algo vieja y oxidada una pequeña mesa completamente limpia pero vacía, aquel que de apariencia joven contaba con siglos de madurez se sento en lo más oscuro del cuarto huyendo de luz mortecina de la luna.
Habían pasado quizás dos horas mientras contemplaba el firmamente y todo el centro de París visto desde allí cuando unos pasos interrumpieron su concentración, un hombre se acercaba al creer que se trataba del afitrión de la reunión se puso en pie mientras sacudía sus mejores galas por asi decirle a lo que llevaba puesto, Gideon odiba comprar ropa al menos que de veras sus ropajes ya estuvieran por completo desgastados.
Pero distiguío con esa maldecida visión el revolver que era desenfundado y dirigido hacia él -Soy tan ingenuo- dijo al escuchar el seguro -Un ya casi viejo cazador le gano al mediano de edad de los vampiros- prosiguio ironico -Debo parecer un neofito ¿cierto?, la religión me hace blanco facil, siemre sucede lo mismo, ¡Anda disparame y acaba con mi tormento de tan espantosa vida, anda clava la bala!- intento provocar quizás sus plegarias fueron escuchadas, Gideon no estaba en manos del panico no, el pensaba que estaba a punto de tocar las puertas del cielo o del infierno más lejos liberado del sufrimiento que le provoca ser lo que es y tener que matar para que pueda vivir intentando encontrar la paz.
Una sombra incada y con la cabeza gacha implorandole a Dios perdón por la vida que tuvo que arrebatar para seguir viviendo... era tan facil orar y tan dificil creer que algún día sería perdonado de tantas muertes que el mismo sabía eran incorrectas que se aferraba al rosario de madera ya viejo y gastado que cada noche reposaba en sus manos... esas manos blancas palidas como el marmol o como los copos de nieve que caen invierno, esas manos que se cerraban para convertise en puños que golpearan su pecho, golpes que si tuvese el valor las convertiría en puñaladas, en el descanso que tanto deseaba.
Alguién le veía desde lejos, un hombre sin rostro con las vestimentas de un monje reposaba en la última banca detras de la suya, aquel ser esta oculto en la penumbra, nada podía versele ni manos ni pies o calzado, era como un condenado o un fantasma cristiano disfrutando de verle, al poco rato la sombra se había movido sin percatarse aquel vampiro una voz ya le susurraba en el oido:
-Yo se quién eres, se lo que ambicionas y lo que quieres, escucha con atención mi querido Gideon una guerra se aproxima, una batalla esta por comenzar, todas las razas se unirán pero al mismo tiempo se dividirán- sentía la respiración de aquel ser rozando por su cuello, el aire era tibio, demasiado intimidante -Tu y nadie más que tú quiere terminar con la mala raíz de los de tu especie y has venido a parar justo en el lugar donde habta una, un vampiro que somete, manipula y mata por placer y venganza ¿Alguna vez te has preguntado si de verdad las muertes en el teatro de París se debieron a un espiritú de un músico difunto?- intriga metió en la cabeza del condenado que ya era por demás intentar borrar -Si quieres ayudar- prosiguió la voz -Atento debes estar, al terminar tu oración dirigite al campanario y allí todo se te explicara, no faltes si tus culpas quieres limpiar- los ojos vien abiertos viendo fijamente a los ventanales del techo quedaron inmoviles ante tal confesión, los mechones tapaban la visión que podía decirle quién era el que osaba a decir tal confesión.
Cuando la respiración no sintio más por su cuello, volteo sin ver más nada, se apuro a terminar su oración, inclinandose de manera respetuosa sin ver al Cristo que reposaba en el altar se retiro al campanario nombrado por el misterioso hombre.
Camino no por mucho en un escenario viejo y olvidado, había de todo polvo, arañas quizás hasta ratones y murcielagos pero no fue hasta que llegó a la camapana ya algo vieja y oxidada una pequeña mesa completamente limpia pero vacía, aquel que de apariencia joven contaba con siglos de madurez se sento en lo más oscuro del cuarto huyendo de luz mortecina de la luna.
Habían pasado quizás dos horas mientras contemplaba el firmamente y todo el centro de París visto desde allí cuando unos pasos interrumpieron su concentración, un hombre se acercaba al creer que se trataba del afitrión de la reunión se puso en pie mientras sacudía sus mejores galas por asi decirle a lo que llevaba puesto, Gideon odiba comprar ropa al menos que de veras sus ropajes ya estuvieran por completo desgastados.
Pero distiguío con esa maldecida visión el revolver que era desenfundado y dirigido hacia él -Soy tan ingenuo- dijo al escuchar el seguro -Un ya casi viejo cazador le gano al mediano de edad de los vampiros- prosiguio ironico -Debo parecer un neofito ¿cierto?, la religión me hace blanco facil, siemre sucede lo mismo, ¡Anda disparame y acaba con mi tormento de tan espantosa vida, anda clava la bala!- intento provocar quizás sus plegarias fueron escuchadas, Gideon no estaba en manos del panico no, el pensaba que estaba a punto de tocar las puertas del cielo o del infierno más lejos liberado del sufrimiento que le provoca ser lo que es y tener que matar para que pueda vivir intentando encontrar la paz.
Gideon Stark- Condenado/Vampiro/Clase Alta
- Mensajes : 91
Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
-Que mas daba una noche en el bosque que cerca de la catedral- pensé mientras caminaba por las aceras casi vacias de la ciudad que llevaban como destino al centro, el corazón mismo de la gran París, era mi costumbre cuidarme de la luz lunar, la última vez que deje que eso pasase durante mis caminatas nocturnas termine provocando un enorme desastre, eso provoco que odiara mi naturaleza con más fuerza de la que solía tener años atrás -Pobre gente, pobre aldea- musite para mi mismo mientras hayaba una banca que estuviera a la sombra de un ala para evitar los efectos propios de mi especie.
Respiraba el aire fresco de una noche de verano, me resultaba tan embriagante que por un momento entrecerre los ojos como intentando dormir, como si finalmente tuviera esa paz que años atras una bestia infame me arrebato de las manos sin opción a decidir mi propio destino, uma sonrisa bien marcada pareció salir de mis labios cuando un perro al parecer callejero lamió mi mano pidiendo mi atención.
Al pie de la banca encontre a un perro que jadeaba, no tenía collar, demasiado raro pues parecía de buena raza -Amigo no tengo nada que puedas comer- trate de explicarle -Alex es solo un animal ¿como esperas que te entienda?- pense profundamente cuando el canino comenzó a jalar mi ropa con fuerza y a ladrar como un desesperado, corrio unos cuantos pasos esperando le siguiese, al ver que la calle estaba vacía decidi seguirle quizas el pequeño estaba buscando ayuda para sacar a su amo de apuros.
Corrimos varias calles hasta que sin percatarme estaba afuera de la catedral, justo frente a sus puertas donde aquel animalito habia desaparecido.
Quizas era alucine mio o era algo real pero entre los fuertes robles que salvaguardaban la iglesia una sombra aparecio a un lado de ellos señalandome con su dedo el campanario principal, dirigí mi mirada pero no podía distinguir nada extraño por lo menos la vista no pero el oido sí, una pistola en manos de un cazador amenazaba con dispararle, mi oido se percato incluso del más minimo tronido del arma al cargar, corrí adentrandome en la iglesia sin hacer lo que se acostumbraba fui directamente a las escaleras ya gastadas que me conducieron hasta donde todo estaba sucediendo.
Dos hombres un joven y un maduro... un cazador y un vampiro quienes al percatarse de mi presencia dejaron de verse uno al otro -Crei que tenías problemas cazador- le dije mientras alzaba las manos corri para nada, vaya fantasma de afuera metiendose a donde no debe y de paso al projimo también- un dsparo se escucho deteniendo mi paso -No quiero problemas caballero por que yo no he venido a buscar pleitos ni buscar muertes, lo que me saco por querer ayudar- dije irritado dispuesto al ataque.
Respiraba el aire fresco de una noche de verano, me resultaba tan embriagante que por un momento entrecerre los ojos como intentando dormir, como si finalmente tuviera esa paz que años atras una bestia infame me arrebato de las manos sin opción a decidir mi propio destino, uma sonrisa bien marcada pareció salir de mis labios cuando un perro al parecer callejero lamió mi mano pidiendo mi atención.
Al pie de la banca encontre a un perro que jadeaba, no tenía collar, demasiado raro pues parecía de buena raza -Amigo no tengo nada que puedas comer- trate de explicarle -Alex es solo un animal ¿como esperas que te entienda?- pense profundamente cuando el canino comenzó a jalar mi ropa con fuerza y a ladrar como un desesperado, corrio unos cuantos pasos esperando le siguiese, al ver que la calle estaba vacía decidi seguirle quizas el pequeño estaba buscando ayuda para sacar a su amo de apuros.
Corrimos varias calles hasta que sin percatarme estaba afuera de la catedral, justo frente a sus puertas donde aquel animalito habia desaparecido.
Quizas era alucine mio o era algo real pero entre los fuertes robles que salvaguardaban la iglesia una sombra aparecio a un lado de ellos señalandome con su dedo el campanario principal, dirigí mi mirada pero no podía distinguir nada extraño por lo menos la vista no pero el oido sí, una pistola en manos de un cazador amenazaba con dispararle, mi oido se percato incluso del más minimo tronido del arma al cargar, corrí adentrandome en la iglesia sin hacer lo que se acostumbraba fui directamente a las escaleras ya gastadas que me conducieron hasta donde todo estaba sucediendo.
Dos hombres un joven y un maduro... un cazador y un vampiro quienes al percatarse de mi presencia dejaron de verse uno al otro -Crei que tenías problemas cazador- le dije mientras alzaba las manos corri para nada, vaya fantasma de afuera metiendose a donde no debe y de paso al projimo también- un dsparo se escucho deteniendo mi paso -No quiero problemas caballero por que yo no he venido a buscar pleitos ni buscar muertes, lo que me saco por querer ayudar- dije irritado dispuesto al ataque.
Alex Bongartz- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 22/04/2012
Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
Dos o tres días ¿Cuanto tiempo había pasado sin verla de nuevo?, era así como en vano intentaba reconciliar el sueño, daba vueltas en la cama del hotel pero en todos los rincones incluyendo el más diminuto la buscaba sin hayar encontrarla -¿Y si esta por el centro?- pensaba -Pero... ¿para que buscarla?, Spencer despierta, es una joven hermosa y tu un niño sin vida social, ni para ella sindo lo que es le resultas atractivo- seguia torturandome dentro de mi cabeza, poniendo mi mano en el rostro acariciandomelo en aras de tormento y deseo.
Tome asiento dentro de mi cama dirigiendo mi mirada triste y melancolica al hermoso firmamento de París, con gran ilusión vi la luna y las brillantes estrellas, parecio que una estrella fugaz paso frente a mis ojos -¿La habrás visto como yo?- agache la cabeza viendo al piso -Spencer eres un tonto- lanze al aire mientras me puse en pie, tome mis ropas de niño colegial y viendome al espejo trataba de acomodar el nudo de la corbata, me mordia los labios, lo iba ser era mi primer locura, pero ella era más fuerte que la droga de la que alguna vez fui esclavo.
Salí del hotel rumbo a la catedral no se porque presentía que allí hayaría algo de lo que estaba buscando, camine calles enteras, mujeres de... de... bueno las que andan por las noches me invitaban a quedarme con ellas, tratando de ignorarlas continue mi camino hasta el centro y para mi sorpresa todo estaba igual de vacio que las aceras anteriores.
Dirigí mi mirada hacia todas direcciones pero solo estaba yo y mi sombra -Me lo dije- acepte la realidad entristecidamente agache la cabeza jugando con el golpeteo del zapato en el suelo cuando derrepente alguién, un caballero a quié jamás le vi el rostro ni escuche de el su voz me dio un papel que decía -Parte de lo que buscas esta arriba en el campanario- me mordí los labios y el corazón parecio alegrarse, pensando que era mi vampiresa subí casi corriendo las escaleras viejas y descuidadas del campario principal, mi insectofobia esta vez no fue impedimento alguno para llegar hasta mi destino y fue entonces cuando escuche un disparo que golperó uno de los muros, corri mpas rapido para encontrar solo a tres hombres en el camino, quede atonito -Bu...bu...buenas noches- basile al saludar -¿De casualidad no han visto a una joven bonita por aquí?, es que me escribio una nota y... me sito en este campanario- saque el papelito con las manos temblorosas y angustiado.
Uno de ellos me explico que también el había sido citado por alguién con una nota, el otro por un hombre que le hablo y el último por un perro que le guío -No creo que haya sido la persona que.. les mencione- decia con voz debil, insegura oasando saliba -¿Alguién sabe quién nos cito y para que?- pregunte suponiendo lo peor.
Tome asiento dentro de mi cama dirigiendo mi mirada triste y melancolica al hermoso firmamento de París, con gran ilusión vi la luna y las brillantes estrellas, parecio que una estrella fugaz paso frente a mis ojos -¿La habrás visto como yo?- agache la cabeza viendo al piso -Spencer eres un tonto- lanze al aire mientras me puse en pie, tome mis ropas de niño colegial y viendome al espejo trataba de acomodar el nudo de la corbata, me mordia los labios, lo iba ser era mi primer locura, pero ella era más fuerte que la droga de la que alguna vez fui esclavo.
Salí del hotel rumbo a la catedral no se porque presentía que allí hayaría algo de lo que estaba buscando, camine calles enteras, mujeres de... de... bueno las que andan por las noches me invitaban a quedarme con ellas, tratando de ignorarlas continue mi camino hasta el centro y para mi sorpresa todo estaba igual de vacio que las aceras anteriores.
Dirigí mi mirada hacia todas direcciones pero solo estaba yo y mi sombra -Me lo dije- acepte la realidad entristecidamente agache la cabeza jugando con el golpeteo del zapato en el suelo cuando derrepente alguién, un caballero a quié jamás le vi el rostro ni escuche de el su voz me dio un papel que decía -Parte de lo que buscas esta arriba en el campanario- me mordí los labios y el corazón parecio alegrarse, pensando que era mi vampiresa subí casi corriendo las escaleras viejas y descuidadas del campario principal, mi insectofobia esta vez no fue impedimento alguno para llegar hasta mi destino y fue entonces cuando escuche un disparo que golperó uno de los muros, corri mpas rapido para encontrar solo a tres hombres en el camino, quede atonito -Bu...bu...buenas noches- basile al saludar -¿De casualidad no han visto a una joven bonita por aquí?, es que me escribio una nota y... me sito en este campanario- saque el papelito con las manos temblorosas y angustiado.
Uno de ellos me explico que también el había sido citado por alguién con una nota, el otro por un hombre que le hablo y el último por un perro que le guío -No creo que haya sido la persona que.. les mencione- decia con voz debil, insegura oasando saliba -¿Alguién sabe quién nos cito y para que?- pregunte suponiendo lo peor.
Spencer Reid- Humano Clase Media
- Mensajes : 106
Fecha de inscripción : 03/03/2012
DATOS DEL PERSONAJE
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Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
Días antes un extraño hombre le hablo durante el camino que hacía para regresar a casa, era un hombre con una máscara... escondido en las sombras y los callejones, quizás por su seguera el no podría distinguirle pero si podia imaginarle, podía percibir el coraje y los ideales de aquel hombre, en sus manos del teniente coloco unas cartas y unas indicaciones que debía seguir, el siendo sensato sabía mejor que nadie que de seguir esas inidcacones una guerra se iniciaria, que traicionaria a los suyos, que París se detendría entre costos y muerte.
Aquel enmascarado advirtio a Slade que ellos iban ser las piezas finales del ajedrez que comenzaría a jugar contra un fantasma que vivia en las profundidades del teatro de París.
El aún viendo todo en oscuridad decidio aceptar, reuni a los elementos de las maneras indicadas escritas en papel para escritura braille, un humano, un cazador, un inquisidor y un lobo más el que era cambiaformas hacian casi la representación perfecta de los representantes de cada raza y ahora todos citados en campanario esperaban respuestas para no ternimar en el piso con balas en el cuerpo.
-Es suficiente- dijo Slade autoritario -No soy una mujer bonita Spencer pero si un hombre considero atractivo- hablo sarcastico sateniendo su bastón del lado derecho -¿Se preguntarán por que un ciego los mando llamar?- solto una pequeña sonrisa - Porque no estoy del todo ciego y si lo que sucede en París, se que hay criaturas que empañan nuestras razas, que someten a otros, que matan por placer en lugar de ser por necesidad- seriedad y nada más que seriedad propia de un militar -Un hombre tine el ideal de terminar con una de las raices más grandes en la historia de la humanidad y ha pedido que nosotros tengamos el privilegio de ser los fundadores de gran iniciativa- nego con la cabeza -Ignoro quién es pero sabe de ustedes y de mi, de nuestras ambiciones y culpas, el cree que ayudandole vamos a lograr algo grande, algo que París nunca olvidara y a nosotros aliviara- asinti con la cabeza -Os aseguro... ¿Alguién tiene preguntas- dijo arrogante recargandose en la pared.
Aquel enmascarado advirtio a Slade que ellos iban ser las piezas finales del ajedrez que comenzaría a jugar contra un fantasma que vivia en las profundidades del teatro de París.
El aún viendo todo en oscuridad decidio aceptar, reuni a los elementos de las maneras indicadas escritas en papel para escritura braille, un humano, un cazador, un inquisidor y un lobo más el que era cambiaformas hacian casi la representación perfecta de los representantes de cada raza y ahora todos citados en campanario esperaban respuestas para no ternimar en el piso con balas en el cuerpo.
-Es suficiente- dijo Slade autoritario -No soy una mujer bonita Spencer pero si un hombre considero atractivo- hablo sarcastico sateniendo su bastón del lado derecho -¿Se preguntarán por que un ciego los mando llamar?- solto una pequeña sonrisa - Porque no estoy del todo ciego y si lo que sucede en París, se que hay criaturas que empañan nuestras razas, que someten a otros, que matan por placer en lugar de ser por necesidad- seriedad y nada más que seriedad propia de un militar -Un hombre tine el ideal de terminar con una de las raices más grandes en la historia de la humanidad y ha pedido que nosotros tengamos el privilegio de ser los fundadores de gran iniciativa- nego con la cabeza -Ignoro quién es pero sabe de ustedes y de mi, de nuestras ambiciones y culpas, el cree que ayudandole vamos a lograr algo grande, algo que París nunca olvidara y a nosotros aliviara- asinti con la cabeza -Os aseguro... ¿Alguién tiene preguntas- dijo arrogante recargandose en la pared.
Frank Slade- Fantasma
- Mensajes : 34
Fecha de inscripción : 26/08/2012
Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
Eramos cinco sujetos dentro de un camapanario viejo y olvidado, todos completamente desconocidos al ojo del otro y solo una cosa teniamos em común, la cual consistía en que fuimos reunidos de forma misteriosa por un hombre invidente pero de gran presencia quién dijo llamarse Frank Slade, era un cambiaformas y como demonios no distingui que lo era cuando en forma de perro se había acercado y dirigido hasta aquí, estaba ahora placido recargado en uno de los muros del lugar esperando que empezaran las preguntas -¿Preguntas?- le cuestione -Creo que lo justo sean reclamos- camine en dirección a el -No te conozco ni ellos tampoco y quieres que de buenas a primeras nos unamos al movimiento de alguién que ni siquiera sabemos su nombre, es más tu mismo has declarado que no lo conoces como entonces puedes confiar en... ¡yo que se!- choque frente a la mesa que detuvo mis pasos -Y... si se puede saber ¿como es que ese hombre sabe de nosotros? ¿ah?- pregute con recelo -Creo que ese hombre esta loco, no hay raíz más grande que la de todos nosotros en París, que quiere ¿que matemos a todos y luego nosotros nos demos el tiro de gracia?- reí hipocritamente -Escucheme no hay una sola persona que sea la raíz más grande y oscura en toda la historia, un solo ser no puede cargar con un gran cruz tan grande- estrelle el puño cerrado en aquella vieja mesa del centro -Todos somos ponzaña, veneno ¿Y otro espera que seamos la cura de este país y de otros pueblos- negue rapidamente con la cabeza -No, esto es una perdida de tiempo, siempre, siempre abran unos miserables de cada especie que con tal de percervarse al ver su propia extención destruiran la vida de otros, de humanos de simples mortales que lo unico que desean es vivir felices, reproducirse y morir ¡Lo digo por experiencia propia!- di media vuelta señalando con el dedo acusador -Me largo- tome paso firme y rapido cuando una voz hizo determe al impacto que logro en mi interior cuando escuche lo que había revelado.
Alex Bongartz- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 22/04/2012
Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
Oculto y cruazado de brazos Gideon oía fuerte y claro todo lo que cada uno de sus desconocidos compañeros decía y reclamaba, el tan apartado prefería contemplar los horizontes entre los arcos del campanario.
Veía a la poca gente con atención y envidia pues cuanto no daría aquel dedichado por obtener un minuto de vida como cualqier humano, reir junto a la mujer que robase su corazón como la pareja que pasaba enfrente de la iglesia o correr protegiendo a sus hijos de cualquier caida como lo hacia el señor entre las aceras o porque no decirlo aquel que ahora caminaba lento y jorabado viendo su vida pasar, como ese anciano que contemplaba la luna desde la banquita central... que no daía ese vampiro por ser la mitad de todo la vida que contemplan sus ojos melancolicos, profundos y callados.
A pesar de todo aquello el mantenía los oidos atentos, no pudo evitar reir ligreramente al escuchar todo lo que salía de aquel hombre rubio y con un mal control de la ira, podía entenderle, Gideon fue transformado en contra de su voluntad pero eso no le daba derecho a insultar y cerrarse ante el pensar de los demás, nego con su cabeza gacha antes de hablar -Precisamente si es que tanto anhelas la vida no tienes que amargarte la eterna que te queda- hecho su mechón de cabello hacía atrás, hablando desde ese rincón desde ni la silueta podía vislumbrarse -Yo era igual que tú debo confesar, fui transformado a la fuerza debido a que mi pueblo fue atacado por vampiros, siendo el único sobreviviente y solo por diversión decidieron darme este condenado y horroso don, ¿Y tu crees que estuve feiz con él, dejame decirte que no, tenia que matar para poder vivir y por más que quze quitarme esta vida, Dios se empeño en que viviera... Sí Dios, porque aunque se que soy un condenado no reniego de él y no fue mi elección esta condición, si tenía un nuevo don debía acloparme a él y hacerlo útil para los demás y para una misión que aún desconozco- dirigio su mirada al joven que se había detenido justo en la salida, algún efecto debieron emerger de sus palabras -Y solo para que lo tengas claro, aquí en París existe la raíz más oscura que el infierno a podido engendrar y creeme que es peor y más venenoso que todos nosotros juntos.. The phantom, la fomosa leyenda de este país ¿No te suena conocida?- alguién afirmo su información Gideon simplemente ignoro no quería perder tiempo sin que aquel condenado lo supiera -¿Crees de verdad que un "fantasma" ronde por ese lugar matando al que se le antoje dejandolos secos sin una gota de sangre? ¿De verdad crees que un espectro pueda tener la fuerza para manejar a su antojo por dos siglos a media comunidad teatral y sobrenatural? ¿O crees que los vampiros podemos hacernos "fantasmas"?, dejame aclararte que ni siquiera un inqusidor como yo tiene una propia- salio de a poco a la luz hacia el centro de la mesa, pudo apreciar que todo mundo lo veía, eso a él poco le importaba solo quería que aquel ser supiera la verdad antes de cruzar la salida.
Veía a la poca gente con atención y envidia pues cuanto no daría aquel dedichado por obtener un minuto de vida como cualqier humano, reir junto a la mujer que robase su corazón como la pareja que pasaba enfrente de la iglesia o correr protegiendo a sus hijos de cualquier caida como lo hacia el señor entre las aceras o porque no decirlo aquel que ahora caminaba lento y jorabado viendo su vida pasar, como ese anciano que contemplaba la luna desde la banquita central... que no daía ese vampiro por ser la mitad de todo la vida que contemplan sus ojos melancolicos, profundos y callados.
A pesar de todo aquello el mantenía los oidos atentos, no pudo evitar reir ligreramente al escuchar todo lo que salía de aquel hombre rubio y con un mal control de la ira, podía entenderle, Gideon fue transformado en contra de su voluntad pero eso no le daba derecho a insultar y cerrarse ante el pensar de los demás, nego con su cabeza gacha antes de hablar -Precisamente si es que tanto anhelas la vida no tienes que amargarte la eterna que te queda- hecho su mechón de cabello hacía atrás, hablando desde ese rincón desde ni la silueta podía vislumbrarse -Yo era igual que tú debo confesar, fui transformado a la fuerza debido a que mi pueblo fue atacado por vampiros, siendo el único sobreviviente y solo por diversión decidieron darme este condenado y horroso don, ¿Y tu crees que estuve feiz con él, dejame decirte que no, tenia que matar para poder vivir y por más que quze quitarme esta vida, Dios se empeño en que viviera... Sí Dios, porque aunque se que soy un condenado no reniego de él y no fue mi elección esta condición, si tenía un nuevo don debía acloparme a él y hacerlo útil para los demás y para una misión que aún desconozco- dirigio su mirada al joven que se había detenido justo en la salida, algún efecto debieron emerger de sus palabras -Y solo para que lo tengas claro, aquí en París existe la raíz más oscura que el infierno a podido engendrar y creeme que es peor y más venenoso que todos nosotros juntos.. The phantom, la fomosa leyenda de este país ¿No te suena conocida?- alguién afirmo su información Gideon simplemente ignoro no quería perder tiempo sin que aquel condenado lo supiera -¿Crees de verdad que un "fantasma" ronde por ese lugar matando al que se le antoje dejandolos secos sin una gota de sangre? ¿De verdad crees que un espectro pueda tener la fuerza para manejar a su antojo por dos siglos a media comunidad teatral y sobrenatural? ¿O crees que los vampiros podemos hacernos "fantasmas"?, dejame aclararte que ni siquiera un inqusidor como yo tiene una propia- salio de a poco a la luz hacia el centro de la mesa, pudo apreciar que todo mundo lo veía, eso a él poco le importaba solo quería que aquel ser supiera la verdad antes de cruzar la salida.
Gideon Stark- Condenado/Vampiro/Clase Alta
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Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
Para aquel cazador todo cuanto estaba pasando dentro de ese cuarto había pasado demasiado rapido, el encuentro con aquel vampiro y el disparo que escapo de su arma dsfundada, despúes aquel timido humano y un ser condenado que parecía detestar su existencia y parecía que la de los demás y para terminar con el gran broche de oro un cambiaformas responsable de la reunión convocada en aquel olvidado lugar.
Le resultaba imposible creer ya incluso en sus años y su madurez dentro de la cacería que hubiera casos en el que las personas transformadas su humanidad le fuera arrebatada a la fuerza, el cazador agito la cabeza era demasiadas emociones para su edad, que si bien no era tan dada a la vejez ya iba pasos más adelante que el humano que se postraba su lado.
Al escuchar las palabras de aquel joven condenado no pudo evitar reconocer que el haber atentado contra su vida fue un grave error, no porque fuera inquisidor ni tampoco por la historia que había detrás de su transformación sino porque era el primer vampiro que hablaba con cierto optimismo.
Suspiro fuertemente antes de emitir palabra -Yo he saboido de buena fuente que aquel "fantasma" ha matado a más personas que todos los licantropos, vampiros y demás criaturas juntas en menos de dos siglos- decia dandose un ligero masaje en la nuca -Sinceramente nadie de los cazadores que conozco ni yo mismo que tambien cuento con esa profesión he ido tras su caza, ir a su guarida según dicen abajo del teatro solo sería un suicidio, no es indestructible pero si es de armas tomar- veía a todos fijamente incluyendo a aquel en quién instantes atrás habia intentado vaciar su arma -Además cuentan que vendio su alma aún siendo un vampiro contando con otros poderes que son totalmente ajenos a su especie, en conclusión y concordando con el inquisidor en el solo reposa el más grande de los terrores nocturnos y no solo para los humanos sino tambien de los suyos, ese ser no tiene compasión, amenaza sin escrupulos y mata sin verguenza, no importa quién sea... por eso es que nadie se atreve a terminar con él- se acerco al cambiaformas, aquel hombre ciego fisicamente pero no emocional ni mentalmente -Por eso es que... me sorprende- asentía con la cabeza mientras Vasari hablaba -que alguién tenga el valor para un idear un plan tan arriesgado en su contra, sin duda yo diría que tiene ganas de morir o debe tener una razón demasido poderosa para querer vengarse como ¿Quedar ciego?- cuestiono al hombre que yacía recargando en un muro hasta el rincón, con aire altanero y sin ningún pudor, Solomon tenía la sospecha de que fuese Frank el que realmente les llamo.
Le resultaba imposible creer ya incluso en sus años y su madurez dentro de la cacería que hubiera casos en el que las personas transformadas su humanidad le fuera arrebatada a la fuerza, el cazador agito la cabeza era demasiadas emociones para su edad, que si bien no era tan dada a la vejez ya iba pasos más adelante que el humano que se postraba su lado.
Al escuchar las palabras de aquel joven condenado no pudo evitar reconocer que el haber atentado contra su vida fue un grave error, no porque fuera inquisidor ni tampoco por la historia que había detrás de su transformación sino porque era el primer vampiro que hablaba con cierto optimismo.
Suspiro fuertemente antes de emitir palabra -Yo he saboido de buena fuente que aquel "fantasma" ha matado a más personas que todos los licantropos, vampiros y demás criaturas juntas en menos de dos siglos- decia dandose un ligero masaje en la nuca -Sinceramente nadie de los cazadores que conozco ni yo mismo que tambien cuento con esa profesión he ido tras su caza, ir a su guarida según dicen abajo del teatro solo sería un suicidio, no es indestructible pero si es de armas tomar- veía a todos fijamente incluyendo a aquel en quién instantes atrás habia intentado vaciar su arma -Además cuentan que vendio su alma aún siendo un vampiro contando con otros poderes que son totalmente ajenos a su especie, en conclusión y concordando con el inquisidor en el solo reposa el más grande de los terrores nocturnos y no solo para los humanos sino tambien de los suyos, ese ser no tiene compasión, amenaza sin escrupulos y mata sin verguenza, no importa quién sea... por eso es que nadie se atreve a terminar con él- se acerco al cambiaformas, aquel hombre ciego fisicamente pero no emocional ni mentalmente -Por eso es que... me sorprende- asentía con la cabeza mientras Vasari hablaba -que alguién tenga el valor para un idear un plan tan arriesgado en su contra, sin duda yo diría que tiene ganas de morir o debe tener una razón demasido poderosa para querer vengarse como ¿Quedar ciego?- cuestiono al hombre que yacía recargando en un muro hasta el rincón, con aire altanero y sin ningún pudor, Solomon tenía la sospecha de que fuese Frank el que realmente les llamo.
Solomon Vasari- Cazador Clase Alta
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Fecha de inscripción : 11/05/2012
Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
Por más que me negaba no podía dejar de pensar en ella, en aquella chica que había conocido en la biblioteca y no solo por que no encontre en aquel viejo lugar lo que yo esperaba, sino porque entre los caballeros con los que me encontraba estaban hablando de lo que ella misma me había contado -¿Entonces la historia es cierta?- me pregunta en el fondo sin decir nada a nadie, sin siquiera poner el minimo de atención a la conversación, sabía quién era esa chica, era lo que yo menos creía que podía existir entre los humanos, los vampiros, ella era uno esos y presentía con esto que quizás conocia a ese espectro de viva voz, fue entonces cuando un escalofrío recorrio todo mi cuerpo, el miedo estaba vivo si habalaba ahora que podía intervenir quizás la perjudicaría, este ideal perseguía al parecer a todos quienes estuvieran involucrados con ese asesino, me llene de tristesa mientras pensaba y analizaba llegando a la misma conclusión: Ella estaba obligada o probablemente por gusto estaba al lado de esa... cosa.
-Caballeros- carraspie la garganta tratando de limpiarla de los quebrantos propios de mi timidez -Podemos.... aclarar... to... todo esto de manera pacifica- pase saliba lo más rapido que pude -No...- interrupi la idea -No... llegaremos a nada si estamos cerrados, si retamos al otro para que disparé o para que de pronto levantemos sospechas en alguien que solo por que parece tener motivos... inmediatamente juzgamos- di un paso al frente en medio de todos ellos, tal parecía como si fuera hacer algo gracioso o declamar algún poema de quién sabe que autor -Espero... que nadie se ofenda- decía con una expresión de angustia en mi rostro -Solo... soy un humano sin poderes ni habilidades y esa es mi humilde opinión, pero quizás no lo sea... ppporque aquí aunque hay seres de otras razas que ignoro y qu áun en estos momentos me nnnieego a creer... son los más humanos dentro de cada especie que no es nada linda- cerre los ojos breves instantes implorando no cometer el error que plante desde un principio -Yo también he sabido de ese ser y... aunque no creo que existan la persona con la que me tope me contó todo lo que han asegurado y ni siquiera ha cumplido los dos años de vivir aquí- juegueteaba con mis manos cuando sentí otras que se apoyaban en uno de mis hombros -El que tenga este ideal puede ser cualquiera de nosotros o alguién de los miles de que hay allá fuera que son sometidos por esa bestia, puede ser de cualquier raza, pero es alguién que tiene el valor que los demás no, alguién que sabe que nosotros compartimos sus metas, una persona que sufre como yo, como tú o como tú- señalando con dedo acusador a todos -Escogio gente que es humilde pese a su condición y que por ello cada uno de los que etamos aqui tiene detrás una historia trágica como la que puedo asegurar el tiene detrás de el anonimato- suspire profundo, sentía como las piernas me temblaban, tenía miedo y mucho pero no por mi sino por ella, por Montserrat.
-Caballeros- carraspie la garganta tratando de limpiarla de los quebrantos propios de mi timidez -Podemos.... aclarar... to... todo esto de manera pacifica- pase saliba lo más rapido que pude -No...- interrupi la idea -No... llegaremos a nada si estamos cerrados, si retamos al otro para que disparé o para que de pronto levantemos sospechas en alguien que solo por que parece tener motivos... inmediatamente juzgamos- di un paso al frente en medio de todos ellos, tal parecía como si fuera hacer algo gracioso o declamar algún poema de quién sabe que autor -Espero... que nadie se ofenda- decía con una expresión de angustia en mi rostro -Solo... soy un humano sin poderes ni habilidades y esa es mi humilde opinión, pero quizás no lo sea... ppporque aquí aunque hay seres de otras razas que ignoro y qu áun en estos momentos me nnnieego a creer... son los más humanos dentro de cada especie que no es nada linda- cerre los ojos breves instantes implorando no cometer el error que plante desde un principio -Yo también he sabido de ese ser y... aunque no creo que existan la persona con la que me tope me contó todo lo que han asegurado y ni siquiera ha cumplido los dos años de vivir aquí- juegueteaba con mis manos cuando sentí otras que se apoyaban en uno de mis hombros -El que tenga este ideal puede ser cualquiera de nosotros o alguién de los miles de que hay allá fuera que son sometidos por esa bestia, puede ser de cualquier raza, pero es alguién que tiene el valor que los demás no, alguién que sabe que nosotros compartimos sus metas, una persona que sufre como yo, como tú o como tú- señalando con dedo acusador a todos -Escogio gente que es humilde pese a su condición y que por ello cada uno de los que etamos aqui tiene detrás una historia trágica como la que puedo asegurar el tiene detrás de el anonimato- suspire profundo, sentía como las piernas me temblaban, tenía miedo y mucho pero no por mi sino por ella, por Montserrat.
Spencer Reid- Humano Clase Media
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Fecha de inscripción : 03/03/2012
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Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
Frank era ciego pero no tonto, tantos años dentro de la milicia desde la famila hasata la mitad de su vida le habían dedo la experiencia necesaria para saber que muy probablemente al exponoerse como ese hombre se lo pedía sería el primer sospechoso entre todos los caballeros convocados en esa ocasión.
Slade era astuto y sagaz algo que ni con su impertinencia o su edad había perdido, bien sabía que todos tenían sus propias heridas pero no heridas que se vieran en brazo o en la pierna, no heridas que iban desde el corazón hasta el alma, esas cicatrices que todos tenemos pero que pcos son los valientes que la sorportaban aún con lo pesadas y grandes que volvian con el tiempo... podía intuir con esos sentidos desarrollados que de los que estaban citados, tres eran que con una sorisa tapaban el dolor que los estaba desturyendo por dentro, al escuchar a ese joven titubeante y nervioso, Frank reflexiono tenía razón, tanta fue la emocion por eso timido pero gran discurso que no pudo evitar tomar el bastón y caminar hasta donde el único humano se hayaba haciendo labor de convencimiento, dejando al cazador con sus sopechas e intrigas de lado, lo tomo por los hombres, sintió que el pobre estaba temblando sonrio con gusto y cuando la fuente de frases y de oraciones cerro sus puertas, el coronel pensó dejar por un segundo eso tono altanero o de un comandante del ejercito y hablar como el inqusidor y otros lo habían hecho.
-Buen discurso hijo, eres un gran peon como los que existen fieles a su rey en un juego de ajedrez- dio de palmadas al joven que de inmediato tocio, sabiendo su delicado estado tomo una de las sillas que el sintio más fuertes llevandosela hasta donde se encontraba tan mágnifico orador -Sientate y hijo ya deja de temblar- le rogo -y por favor no me quites mi trabajo, ten compasión de este ciego para la proxima ¿sí?- le guiño el ojo aquel que ya no veía mas que oscuridad eterna -Para los que se sorprendieron que yo creo son muchos de este hecho de cargar una silla aún con mi problema les aclaro que no es porque este fingiendo, no, el coronel Frank Slade nunca miente, es simple y sencillamente porque como el muchaco dijo todos tenemos los mismos sueños de vivir como personas normales- sentencio -Antes de que me den de balazos o cualqier otra cosa mortal que se le ocurra o antes de que soporten como niñitas ofendidas quiero que les quede claro una sola cosa- tomo aliento, tratando de que sus palabras quedarán enmarcadas en el cuadro del miserio -Todos sabemos quién es el fantasma, conocemos su historia y lo que hace cada noche y no haciamos nada por frenarlo pero solo era un teatro, un pequeño espacio entre toda la ran ciudad, ahora quiere tomar bajo su control a humanos y especies por igual ¿No entienden? ¡Ya no será en ese punto si no en cada casa, en cada persona de esta maldita ciudad!- contesto agitado -¿Como es posible que nosotros siendo "tan humanos" dentro de nuestra respectiva raza no nos hayamos acomedido y uno solo que esta allá afuera quiera dar lo que no tiene por que se acabe el imperio del fantasma y evite una guerra?- subio el tono de voz, intento calmarse acariciandose su cabello entrecano -Escuchen- dijo más relajado -Nosotros somos cinco y si dejamos a ese sujeto solo será uno ¡Uno! contra el infierno entero, si amas tanto a la humanidad lobito deverias ver por ella en lugar de largarte ¡Como el maldito cobarde que eres! y si los demás queremos ser normales sabemos lo que nos corresponde hacer, unir nuestras historias, nuestros pasados, nuestras razas hacerlas el cuerpo de el que se hace llamar V, la v de victoria de lo contrario no será solo una, dos o miles de vidas que llevara cada reoresentante de la raza, sera la sangre derramada y desperdiciada manchando nuestras manos de un país entero...- termino diciendo con misterio, aquel coronel ya algo viejo en apariencia detuvo sus palabras pues pasos se escucharon en las escaleras, quizás era V el que venía para presentarse, espero con ansias la llegada del nuevo invitado a la junta.
Slade era astuto y sagaz algo que ni con su impertinencia o su edad había perdido, bien sabía que todos tenían sus propias heridas pero no heridas que se vieran en brazo o en la pierna, no heridas que iban desde el corazón hasta el alma, esas cicatrices que todos tenemos pero que pcos son los valientes que la sorportaban aún con lo pesadas y grandes que volvian con el tiempo... podía intuir con esos sentidos desarrollados que de los que estaban citados, tres eran que con una sorisa tapaban el dolor que los estaba desturyendo por dentro, al escuchar a ese joven titubeante y nervioso, Frank reflexiono tenía razón, tanta fue la emocion por eso timido pero gran discurso que no pudo evitar tomar el bastón y caminar hasta donde el único humano se hayaba haciendo labor de convencimiento, dejando al cazador con sus sopechas e intrigas de lado, lo tomo por los hombres, sintió que el pobre estaba temblando sonrio con gusto y cuando la fuente de frases y de oraciones cerro sus puertas, el coronel pensó dejar por un segundo eso tono altanero o de un comandante del ejercito y hablar como el inqusidor y otros lo habían hecho.
-Buen discurso hijo, eres un gran peon como los que existen fieles a su rey en un juego de ajedrez- dio de palmadas al joven que de inmediato tocio, sabiendo su delicado estado tomo una de las sillas que el sintio más fuertes llevandosela hasta donde se encontraba tan mágnifico orador -Sientate y hijo ya deja de temblar- le rogo -y por favor no me quites mi trabajo, ten compasión de este ciego para la proxima ¿sí?- le guiño el ojo aquel que ya no veía mas que oscuridad eterna -Para los que se sorprendieron que yo creo son muchos de este hecho de cargar una silla aún con mi problema les aclaro que no es porque este fingiendo, no, el coronel Frank Slade nunca miente, es simple y sencillamente porque como el muchaco dijo todos tenemos los mismos sueños de vivir como personas normales- sentencio -Antes de que me den de balazos o cualqier otra cosa mortal que se le ocurra o antes de que soporten como niñitas ofendidas quiero que les quede claro una sola cosa- tomo aliento, tratando de que sus palabras quedarán enmarcadas en el cuadro del miserio -Todos sabemos quién es el fantasma, conocemos su historia y lo que hace cada noche y no haciamos nada por frenarlo pero solo era un teatro, un pequeño espacio entre toda la ran ciudad, ahora quiere tomar bajo su control a humanos y especies por igual ¿No entienden? ¡Ya no será en ese punto si no en cada casa, en cada persona de esta maldita ciudad!- contesto agitado -¿Como es posible que nosotros siendo "tan humanos" dentro de nuestra respectiva raza no nos hayamos acomedido y uno solo que esta allá afuera quiera dar lo que no tiene por que se acabe el imperio del fantasma y evite una guerra?- subio el tono de voz, intento calmarse acariciandose su cabello entrecano -Escuchen- dijo más relajado -Nosotros somos cinco y si dejamos a ese sujeto solo será uno ¡Uno! contra el infierno entero, si amas tanto a la humanidad lobito deverias ver por ella en lugar de largarte ¡Como el maldito cobarde que eres! y si los demás queremos ser normales sabemos lo que nos corresponde hacer, unir nuestras historias, nuestros pasados, nuestras razas hacerlas el cuerpo de el que se hace llamar V, la v de victoria de lo contrario no será solo una, dos o miles de vidas que llevara cada reoresentante de la raza, sera la sangre derramada y desperdiciada manchando nuestras manos de un país entero...- termino diciendo con misterio, aquel coronel ya algo viejo en apariencia detuvo sus palabras pues pasos se escucharon en las escaleras, quizás era V el que venía para presentarse, espero con ansias la llegada del nuevo invitado a la junta.
Frank Slade- Fantasma
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Fecha de inscripción : 26/08/2012
Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
-Mejor no lo puedo haber dicho usted, mi estimado mil sombras- llego interrupiendo ese grato discurso del que todos los presentes ponísn el mimimo de atención.
El último convocado era Anthony, el ser más engreido que podía existir entre los humanos pero el único a quién V le tenía la suficiente confianza para encomendarle la dificil tarea de su empresa produciera esas armas que los cazadores usaban para acabar con los monstruos que ahora teníoa en cada costado y al frente sin mencioar los que le vaían tras sus espaldas -Soy Anthony Ferrari, socio de V- señalo y destaco -Me.. gusta el lugar en que los reunio, con sus increibles instalaciones, una vista grata a todo París... telarañas gratis, velas mas viejas que Matusalén y asiento confortables... sin olvidar el polvo historico del siglo antepasado... ¡En conclusión un perfecto palacio o que es ¿Mansión?- avanzo lento con el bastón de cedro que llevaba en su brazo derecho, alli pudo ver al joven que reposaba tras el susto de haber hablado en publico lo vio leves momentos de pies a cabeza y después vio a los otros de diferente naturaleza, nego con la cabeza, y arrastro la silla que era de madera gastada y antugua, tomando asiento de la manera menos educada que una persona se pudiese imaginar -¿A ver que tengo de extraño?- dijo refiriendose a las miradas de todos los que alli se encontraban -De los presentes ¿Quien viste traje, no tiembla como gelatina, no esta ciego, no usa atuendos pasados de tendencia o muy adelantados a su epoca y quien en espcifico es humano sin ser cazador o gitano?- se sonrio travieso -¿¡Yo! no es así?- señalo con el dedo hundido en la suavidad de su pecho -¡Entonces que es tanto lo que me miran o es que nunca han visto a una persona viva!- protesto molesto.
-Como sea- dijo tranquilo -Esta vez yo no vengo a mandar aunque... mmm... no niego que me guataría pero... me han mandado aclarar que hoy es la noche decisiva, es ahora o nunca cuando los planes de v se pondrán en marcha antes de lo planeado, surgio algo premeditado fuera de todo cotexto- hablo con mucho más propiedad aquel hombre maduro que ya de su saco extraía las pildoras que tranqulizaban su dolor de pecho -Solo les recordaré algo que a este terremoto viviente y nuestro querido cien sombras les falto decirles "cuando el gallo pierde la verguenza, el gallinero se alebresta, se une y lo picotea"- sus ojos azules o grises ya veían hacia otro lado, las pildoras estaban en su boca y finalmente guardo silencio dejando por un momento los aires de un niño caprichoso.
El último convocado era Anthony, el ser más engreido que podía existir entre los humanos pero el único a quién V le tenía la suficiente confianza para encomendarle la dificil tarea de su empresa produciera esas armas que los cazadores usaban para acabar con los monstruos que ahora teníoa en cada costado y al frente sin mencioar los que le vaían tras sus espaldas -Soy Anthony Ferrari, socio de V- señalo y destaco -Me.. gusta el lugar en que los reunio, con sus increibles instalaciones, una vista grata a todo París... telarañas gratis, velas mas viejas que Matusalén y asiento confortables... sin olvidar el polvo historico del siglo antepasado... ¡En conclusión un perfecto palacio o que es ¿Mansión?- avanzo lento con el bastón de cedro que llevaba en su brazo derecho, alli pudo ver al joven que reposaba tras el susto de haber hablado en publico lo vio leves momentos de pies a cabeza y después vio a los otros de diferente naturaleza, nego con la cabeza, y arrastro la silla que era de madera gastada y antugua, tomando asiento de la manera menos educada que una persona se pudiese imaginar -¿A ver que tengo de extraño?- dijo refiriendose a las miradas de todos los que alli se encontraban -De los presentes ¿Quien viste traje, no tiembla como gelatina, no esta ciego, no usa atuendos pasados de tendencia o muy adelantados a su epoca y quien en espcifico es humano sin ser cazador o gitano?- se sonrio travieso -¿¡Yo! no es así?- señalo con el dedo hundido en la suavidad de su pecho -¡Entonces que es tanto lo que me miran o es que nunca han visto a una persona viva!- protesto molesto.
-Como sea- dijo tranquilo -Esta vez yo no vengo a mandar aunque... mmm... no niego que me guataría pero... me han mandado aclarar que hoy es la noche decisiva, es ahora o nunca cuando los planes de v se pondrán en marcha antes de lo planeado, surgio algo premeditado fuera de todo cotexto- hablo con mucho más propiedad aquel hombre maduro que ya de su saco extraía las pildoras que tranqulizaban su dolor de pecho -Solo les recordaré algo que a este terremoto viviente y nuestro querido cien sombras les falto decirles "cuando el gallo pierde la verguenza, el gallinero se alebresta, se une y lo picotea"- sus ojos azules o grises ya veían hacia otro lado, las pildoras estaban en su boca y finalmente guardo silencio dejando por un momento los aires de un niño caprichoso.
Anthony G. Ferrari- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 26/11/2012
Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
Un hombre extraño entro a la habitación, era diferente a nosotros, para ser más especifico era completamente humano y muy rico podría jurar casi se nada en dinero, pese a sus defectos altaneros y de mal gusto por lo menos para mí, y sus defectos fisicos que sinceramente no le veía ninguno, el bastón que traía no se para que le servia si caminaba perfectamente y esas pildoras que estaban en su boca no tenían sentido pues yo no veía en el alguna seña que indicará su muerte próxima... Me fue inevitable contemplar a Frank con los ojos entrecerrados, con cierto recelo -Nos habias prometido que nadie más estaría aqui coronel.... ¿Sera porque nunca cumple su palabra que lo corrieron del ejercito?- dije algo insultante -¿Y usted Anthony Ferrari como se entero de lo que ese tal V tiene en mente, lo ha visto estaba con él?- cuestione altanero -Ande digame o será que hice sospechas infundadas en Frank y usted en realidad es V- le mire fijamente -¿Quiere por el amor de Dios dejar de finjir que esta enfermo?- le arrebate las pastillas de la mano, azotandolas con fuerza en la mesa -De acuerdo puede que exista una amenaza en el teatro de Paris pero ¿Para que ayudar?, después de todo es un vampiro, ¡Que se encarguen los suyos de la propia plaga!, si no es mi raza no es mi problema- asegure cerrando los brazos -Creeanme es muy conmovvedor su discurso -Dirigí la mirada al joven que reposaba tembloroso en la silla -Pero a mí eso ya no me toca ni un poco el corazón, tantos son los años pidiendo clemencia por ser un humano no tan engreido como este pero al final de cuentas humano y ni un bendito milagro a caido del cielo para liberarme de él, ya no puedo creer en nada... ni en Dios ni en las palabras bondadosas de mi prójimo- dije con seriedad sin dar la cara a nadie -Las intenciones buenas siempre resultan mal, los milagros no existen, nada misericordioso existe, de haberlo no dejaría que el mundo se masacrara, no permirtiria las guerras o las muertes injustificadas, si realmente el existiera sabría quien lo convoca y no permitiria que alguién lo matará, no permitiría quesufriera penas, hambres, miseria... no permitiria que el mal tomará partido entre nosotros, no permitiria de ser sus hijos que nos convirtieramos del lado oscuro, al infierno... simplemente no permitiria que moles perdieran la vida en el teatro, no permitiria que una guerra se desatará- suspire con dolor -Simplemente lo bueno, la libertad y la paz no existe- asenti -Amo más que a nada a la humanidad coronel y por eso mismo... no participaré en esto, se da cuenta cuantas bajas tendremos al intentar detener a esa cosa... suficiente tengo con la sangre que ya llevo en la conciencia como para empaparla en ella- me hubiera gustado pelear con él, hacerles entender quién soy y lo que soy pero era un caballero a pesar de ser tan impulsivo, la bestia debía mantenerse alejada de esto antes de que provocara todo un alboroto como no lo había hecho ya hace cuatro años, en ese entonces era inexperto y me dejaba manejar fácilmente por la ira, la misma que ahora recorria mis venas, pero pense que estaba en una iglesia, que afuera y abajo habían inocentes y que ese muchacho espantado pdría morir de un paro si de verdad veía a una bestía como la que llevaba tras la ropa -Y no soy un cobarde coronel, soy realista- aclaré tomando mi violín de nuevo, preparandome para marcharme ya -Lo siento, pero V solo tendrá a cuatro de su lado, yo no puedo asumir semejante papel, porque si dejamos que la gurra se desate seremos asesinos si intentamos detenerla somos asesinos- negue con la cabeza viendo al frente -Diganle de mi parte que admiro mucho su valor, pero que si esta bien enterado de mi pasado, entenderá mis razones- culmime cabisbajo.
Alex Bongartz- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 22/04/2012
Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
-¿De verdad te crees realista?- pregunto Gideon interrupiendo la conversación -Nadie es realista y no lo digo porque vivia en medio de la tristeza y la melancolía- contesto con esa voz tan depresiva que le caracterizaba a ese vampiro que era tan extraño -Todos en realidad somos soñadores, unos locos de atar sin remedio- nego con la cabeza -Tu estas loco, yo también el cazador, este señor que acaba de llegar, ninguno de nosotros es realista y menoss tu que vives esperando una prueba divina, algo que te convensa de que Dios existe y te protege- entonces de esa chaqueta que fue un obsequio por la última misión que realizo al norte de Venecia, esa que que llevaba el color más negro que se podía encontrar y que era por completo de cuero animal sacó una extraña medalla, ese era el único recuerdo quele quedó de su pueblo y de su madre, en el se dibujaba una estrella y una cruz, para el tenía un significado especial, se le acerco al lobo furioso que envano trataba de contener o simular su furia -Así como tu traes tu violín yo traigo esto- se lo mostro más de cerca -Esto no es un amuleto, no es un de esos complicados aparatos que utilizamos los inquisidores- asintio al ver la sorpresa de su interlocutor -Sí yo soy uno de esos que matan en el nombre de ese Dios en el que no crees, este amuleto es lo único que me queda de mi pasado, de esa familia que murio en manos de alguién como él que ahora esta tratando de destrir Paris y sabes... ¿Porque yo soy un vampiro?- le cuestiono fervientemente -Porque vampiros como el fantasma, matan por diversión, venganza, sadismo, porque en su mente habita el sentido más primitivo, no fue por mi gusto que termine siendo esta cosa...- confesó viendo a todos los presentes -Ellos por el simple placer de verme retorcer mientras me convertía decidieron hacerlo y como castigo por no haber muerto segun en su retorcida mente me dejaron para que pagará la desobediencia de su voluntad- rio ligeramente viendo ahora al piso gastado, descolorido y algo cansado -Años viví como tú, cuestionando la existencia de alguién que fuese superior, se me hacía imposible que mi pueblo tan religioso com era, tan dedicado a Dios como eran las costumbres no bajará del cielo a socorrernos, que no se interpusiera entre mí y los vampiros que terminaron por convertirme, siglos pase viajando de un lado a otro y veía como la gente se mataba por bienes materiales, que la gente sufria hambres y frios, que todo se movia por dinero e interes y que por ellos a veces muchas personas son ejecutadas todos los días si que nos enteremos por el periodico, muchas personas son reprimidas, torturadas y asesinadas por el bien según del país pero en realidad son el bien de que están en el poder... vi muchas cosas lobito, vi como maté por comer cuando yo era el que debía estar muerto y era cuando al ver todas esas cosas me preguntaba ¿Donde esta él? ¿Porque deja que suceda todo esto en su propia creación?- se alejo de él para conducirse al arco del campanario -No lo supe hasta ahora, Dios espera de cada uno algo diferente y a veces necesita que sucedan tragedias con la gente que nos rodea para que podamos comprender nuestros propios errores, dejo que muriera mi familia para que yo fuera transformado, solo de ese modo vería lo que tiene sumido al mundo en que vivo, sin que yo lo supiera me preparo durante siglos para este momento, para frenar a una fiera como la que esta en ese teatro- les contaba Gideo mientras veía hacia ese lugar -Los humanos debemos tener claro que es bueno y que es malo... pero se marcado demasiado y esto se ha distorcionado, si matas por placer entonces quizás si eres tentado por el de allá abajo, pero si en ti ya no esta el poder de decisión a causa de la locura o de esta naturaleza, no te queda más que aceptar si es que estas conciente de la realidad que fuiste el instrumento para que esa persona retornará con Dios o para que alguién ajeno aprenda la lección más importante que marcará su antes y su después que quizás en el momento no entendamos por que pero después cuando surgen esas pregutas existenciales finalmente puedas contestarlas con las vivencias de tu propia vida- se recargo en el pilar de piedra dejando que se enpolvara la manga ya algo gastada -Si hace eso con el mundo solo él sabrá porque quizás no lo sabremos ni hoy ni malana pero estoy seguro que esas tragedias se agrabaran cada vez más pero será entonces cuando algunas personas como nosotros desde afuera verán las noticias y las lecciones que te dan las vidas que mueren o se apagan y entonces finalmente tendrán que darse la mano, rescatar lo que quede de esa humanidad que a diario es sacrificada pero no porque Dios quiera, sino porque cada uno tenemos una misión aqui y ahora algunos corta y otros muy larga, algunos tenemos una participación corta y en otras una de gran relevancia pero al final todo lo que nos estamos haciendo razas contra razas no enseñara la leccion que todos necesitamos, por eso es que Dios permite todo eso... aunque triste este por ello- contemplo las estrelas y sus destellos -Quizás nos convertimos en vengadores, asesinos o los más perversos del mundo por ese pasado que nos atañe, pero es porque nosotros así lo queremos...así lo vemos, nos hemos hecho el modelo de una vida perfecta que no existe y a larga nos amargamos por que no la encotramos, deberíamos de ver que las tragedías que nos suceden son porque a si Dios las decide así sean las más tragicas, son pruebas que el dicta y si no las pasamos tarde o temprano caemos por eso los villanos caen siempre al final porque han fallado, al vengarnos o desquitarnos nosotros mismos nos estamos conviertiendo en los mismos monstruos que no crearon y crearemos a otros, al final dee cuentas Dios siempre esta en cada tragedia para ver que tan capaces somos de superarla pero no podemos y por eso siempre terminamos fracasando- asintio dando la media vuelta -Nosotros tenemos que ajustarmos a la medida Dios y no hacer de él alguién a nuestra medida- regreso presiroso hasta el licantropo -Deberías alegrarte de que dentro de todo tu lección y tu prueba que te manda no te impide ver la realidad como es, para que yo pudiera entender lo complejo que es la vida, para dejar de fantasear en cosas que nunca existieron, que no existirían en la vida real jamás, mi mejor amigo tuvo que perder la razón, en ese momento no entendía el porque y después cuando entre a los veinte años de edad me di cuenta que de seguir en ese mundo fantastico iba a terminar como él, me costo trabajo pero cambie y mirame estoy cuerdo- sus manos de mármol poco a poco bajaron el violín del hombro de ese muchacho -Lo que te sucedió fue una lección para alguién más y la prueba a la que Dios te destino... está junto con nosotros y el famoso V- procedio a darle unas cuantas palmadas en el pecho -Si sientes como te duele el alma es que Dios te esta abrazando fuertemente para que no te caigas- dejo el violín en la mesita volviendo a regresar a paso rápido al balcón de la catedral -Si esta es mi última misión, la acepto con gusto Señor- dio media vuelta -Estoy con usted- se refirio al joven millonario que estaba sorprendido antes algo que o sabía conn exactitud que era -Será mejor que tomemos pronto una decisión el tiempo apremia ¿No es cierto señor Anthony?- cuestiono decidido a aquel extraño, señalando el papel que tenía en su mano derecha.
Gideon Stark- Condenado/Vampiro/Clase Alta
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Fecha de inscripción : 05/05/2012
Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
Aplaudió divertido, de manera tan lenta que casi se podía cotar cada palmada sin equivocarse -Bravo, en verdad- dijo sarcastico -¿Que esto Shakespeare en la catedral?- lanzó una carcajada al aire -¿O es que acaso V me ha mandado a un funeral?- se levanto de sonde se encontraba caminando directo hacia su vicio farmaceutico, volviendo a abrir el pequeño frasquito -A ver perro de aguas, si fuera mi socio o algo de lo que el es ya te hubiera pateado el trasero hasta que se te quitará lo malcriado, además el que los ha convocado confio en el soldado de plomo y yo, ¿No crees que por algo será?- miro su frasquito a contra luz, suspirando reflexivo -Soy su socio desde hace más de 10 años, desde que me ayudo con este maldito cáncer que tengo, él cual me hace caminar junto a un estupido bastón de por vida, calro si es que eso se puede llamar vida...- asintio -Además libreme el cielo de tener que utilizar una máscara los trecientos sesenta y cinco días del año y las veinticuatro horas del día, eso si debe de ser una pesadilla, nivel Alexander Dumas y el hombre de la máscara de hierro- rio sarcastico para el mismo -¿Que?, no me digan que también soy el único culto aquí?- se cruzo de brazos, sosteiendo su bastón con la mano derecha -Pero bueno no vengo aquí a presumir de mis dotes cultos sino a acompletar el mensaje que el coronel- corrigio -Tiene en sus manos y yo no te voy a dar un gran discurso, quedate con tu amargura pero largate de aquí, ve y anda a ver si ya cncluyo el rosario de la media noche- se refirio al Licantropo dandole un golpe en la espalda con el bastón- ¡Ops" le di al perro pero- se encogio en hombros -Muerdeme soy imune a la rabia y el moquillo- dijo ignorando si contestaba o no -Estimados caballeros... Mi nombre es V y no me pregunten como o porque debo ponerme una letra como nombre porqeu no obtendrán respuestas...
Los he seguido desde hace un año con diez meses exactamente y se de lo que cada uno es capaz, lo que cada uno oculta y lo que viven diariamente entre el sol y la luna por eso bien sé que uno o dos quizás no querrán aceptar esta enorne responsabilidad, pero si los he llamado es porque dentro de sus razas ustedes son los más parecidos a los simples y comunes humanos que habitan en París y conozco de más que en sus corazones hay un deseo de libertad ferviente, desean la paz en Paris sin embargo hay un ser que es la semilla del mal mismo y que en más de uno a sembrado el odio y la sangre, que el se debe que cada día más neofitos y humanos desequilibrados sigan su ejemplo haciendo de este lugar un infierno, si quieren ese Paris donde los oscuros vivan discretos a la merced de los malechores como una fuente de alimento, tiene que unirse a este movimiento pues el fantasma a partir de hoy hara una guerra dividiendo este País en dos bandos opuestos, los humanos y los oscuros saben mejor que nadie que el fantasma es una amenaza constante que no han podido detener y que si nadie puede su ponzaña terminara por exterminar a todos los mortales, creo bastante ya se tiene con la malicia humana como para que un vampiro tome el trono del mundo... ustedes y solo ustedes son los únicos que pueden hacer desistir a la gente que se una de no llegar a la violencia o en su defecto matar o encarcelar a esos pocos que pueden ser iguales o más letales que él, el punto de esta mision es exterminar en definitiva al fantama para que ese equilibrio no se rompa o tarde o tempano nos arrepentiremos y miles de vidas quedarán en nuestras almas y su sangre en nuestras manos para algunos eternamente para otros cuando la muerte nos llame....
Hay que destruir el teatro y terminar con su amenaza y los bichos rastreros que ya le acompañan impedir a toda costa que las razas se traguen su cuento y se enfrenten el día de mañana en la función más importante dentro del teatro de Paris, de ustedes depende lo que suceda con la población de todo el país mañana por la noche, solo ustedes pueden decidir si el regimen continuara o se extenderá, en su defecto si ustedes tendrán el valor para destruirlo- miro a todos sonriendo travieso -Para informar de este cambio drástico de último momento he enviado a Anthony, diseñador y genio de las armas que vende mi empresa para cazadores, creo que diciendo mi profesión confiarán en que mi intención no es mala, pues de haberlo querido ni siquiera les hubira llamado y los mataría... pero ustedes como nosotros necesitan su espacio y la aceptacion en el mundo humano, si me ayudan les prometo una vida digna que es lo que siempre han soñado- suspiro terminando de leer -P.D- arqueó la ceja -Al cazador Solomon Vasari le encomendaré la prueba más grande que hecho en su vida como cazador pero es de suma importancia que lo haga, hay una joven llamada Montserrat S. Brightman, que cuidará hoy y mañana antes de que debute en la opera estelar... es una vampiresa, yo se porque lo pido y en su momento le dire el motivo.
Sin más me despido esperandoles mañana en el teatro para derrocar la amenaza.
V- dejo la carta en la mesa -Bueno caballeros- golpeo en el piso con el bastón -No lo rompere en ese caso el piso ya se hubiera roto desde hace dos horas que subieron y no qudan en nada concreto- cerro su reloj de bolsillo y les dijo al ver que todo mundo le veía extrañado y sorprendido, más de uno le respondió que era verdad, que ya habían tardado en tomar una desición pero como no conocía a la gente de su alrededor no podía distinguir quién o quienes estaban ya de acuerdo- Les dejo esto- arrojo en la mesa las invitaciones a la función en el teatro -Bien aqui estan sus pases para la guerra a puertas cerradas- les guiño el ojo caminando a la salida -Nos vemos mañana- continuo su camino -¡Ah!- regreso dandose la media vuelta -Y sonrían eso ¡Es gratis!- señalo a todos y bajo las esclaeras del campanario con calma -De ellos es la última palabra, mi trabajo aqui esta hecho- penso en su cabeza llena de ideas abandonando el recinto sin despedirse del cristo en altar, a pesar de todo el no creía en su divina misericordia aunque se llevo la refelxión de lo que aquel vampiro argumento con licantropo amargado.
Los he seguido desde hace un año con diez meses exactamente y se de lo que cada uno es capaz, lo que cada uno oculta y lo que viven diariamente entre el sol y la luna por eso bien sé que uno o dos quizás no querrán aceptar esta enorne responsabilidad, pero si los he llamado es porque dentro de sus razas ustedes son los más parecidos a los simples y comunes humanos que habitan en París y conozco de más que en sus corazones hay un deseo de libertad ferviente, desean la paz en Paris sin embargo hay un ser que es la semilla del mal mismo y que en más de uno a sembrado el odio y la sangre, que el se debe que cada día más neofitos y humanos desequilibrados sigan su ejemplo haciendo de este lugar un infierno, si quieren ese Paris donde los oscuros vivan discretos a la merced de los malechores como una fuente de alimento, tiene que unirse a este movimiento pues el fantasma a partir de hoy hara una guerra dividiendo este País en dos bandos opuestos, los humanos y los oscuros saben mejor que nadie que el fantasma es una amenaza constante que no han podido detener y que si nadie puede su ponzaña terminara por exterminar a todos los mortales, creo bastante ya se tiene con la malicia humana como para que un vampiro tome el trono del mundo... ustedes y solo ustedes son los únicos que pueden hacer desistir a la gente que se una de no llegar a la violencia o en su defecto matar o encarcelar a esos pocos que pueden ser iguales o más letales que él, el punto de esta mision es exterminar en definitiva al fantama para que ese equilibrio no se rompa o tarde o tempano nos arrepentiremos y miles de vidas quedarán en nuestras almas y su sangre en nuestras manos para algunos eternamente para otros cuando la muerte nos llame....
Hay que destruir el teatro y terminar con su amenaza y los bichos rastreros que ya le acompañan impedir a toda costa que las razas se traguen su cuento y se enfrenten el día de mañana en la función más importante dentro del teatro de Paris, de ustedes depende lo que suceda con la población de todo el país mañana por la noche, solo ustedes pueden decidir si el regimen continuara o se extenderá, en su defecto si ustedes tendrán el valor para destruirlo- miro a todos sonriendo travieso -Para informar de este cambio drástico de último momento he enviado a Anthony, diseñador y genio de las armas que vende mi empresa para cazadores, creo que diciendo mi profesión confiarán en que mi intención no es mala, pues de haberlo querido ni siquiera les hubira llamado y los mataría... pero ustedes como nosotros necesitan su espacio y la aceptacion en el mundo humano, si me ayudan les prometo una vida digna que es lo que siempre han soñado- suspiro terminando de leer -P.D- arqueó la ceja -Al cazador Solomon Vasari le encomendaré la prueba más grande que hecho en su vida como cazador pero es de suma importancia que lo haga, hay una joven llamada Montserrat S. Brightman, que cuidará hoy y mañana antes de que debute en la opera estelar... es una vampiresa, yo se porque lo pido y en su momento le dire el motivo.
Sin más me despido esperandoles mañana en el teatro para derrocar la amenaza.
V- dejo la carta en la mesa -Bueno caballeros- golpeo en el piso con el bastón -No lo rompere en ese caso el piso ya se hubiera roto desde hace dos horas que subieron y no qudan en nada concreto- cerro su reloj de bolsillo y les dijo al ver que todo mundo le veía extrañado y sorprendido, más de uno le respondió que era verdad, que ya habían tardado en tomar una desición pero como no conocía a la gente de su alrededor no podía distinguir quién o quienes estaban ya de acuerdo- Les dejo esto- arrojo en la mesa las invitaciones a la función en el teatro -Bien aqui estan sus pases para la guerra a puertas cerradas- les guiño el ojo caminando a la salida -Nos vemos mañana- continuo su camino -¡Ah!- regreso dandose la media vuelta -Y sonrían eso ¡Es gratis!- señalo a todos y bajo las esclaeras del campanario con calma -De ellos es la última palabra, mi trabajo aqui esta hecho- penso en su cabeza llena de ideas abandonando el recinto sin despedirse del cristo en altar, a pesar de todo el no creía en su divina misericordia aunque se llevo la refelxión de lo que aquel vampiro argumento con licantropo amargado.
Anthony G. Ferrari- Humano Clase Alta
- Mensajes : 10
Fecha de inscripción : 26/11/2012
Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
Sin darme cuenta aquel misterioso caballero se había ido, pasándose por un momento por gracioso, después algo déspota y grosero sin querer nos dijo las verdades que desde que empezamos estas absurdas discusiones no podíamos aceptar, definitivamente los que hablan con razón fundamentada era aquel vampiro que su profesión de inquisidor quizás era la responsable de que viese el mundo de aquella melancólica y acertada manera de ver la existencia eterna, ese joven miedoso del que salieron palabras sensatas y exactas y del coronel que pese a su ceguera sabía más que ninguno el valor que tenía una misión tan arriesgada como aquella...
Todo parecía marchar bien de acuerdo a lo que la carta decía, más sin embargo cuando ese misterioso hombre me mandaba a cuidar a una vampiresa que ni siquiera conocía, es cuando toda la furia salí de mi interior esperando el momento preciso para reclamar, si de verdad conocía nuestro pasado también entonces ¿porque me pedía algo como aquello?, pero ni siquiera hubo oportunidad de decir más nada porque tan pronto termino de leer atentamente la carta se fue sin decir o aclarar loa duda que a todos nos dejaba.
-¿Yo cuidar a una vampiresa? ese hombre ha enloquecido, solo en su cabeza puede caber algo por el estilo, sabe que a todos los seres de esa naturaleza son los asesinos de mi familia... lo menos que haría con ella sería matarla- entonces alguién me lo nego, era el muchacho tembloroso que parecía con esa faz de angustía rogarme por la vida de la vampiresa -Matan a los tuyos y todavia tienes la osadía de defenderle ¿Poque?- me acerque a su silla viendole de forma amenazante -Los vampiros... si yo estoy de acuerdo con ese hombre- señalo al Lycan -serían ellos quién se encargaran de su propia ponzoña, pero si de humanos se trata debo apoyar a los de mi raza, se muestran idefensos ante esa naturaleza demoniaca, yo en carne propia vivi lo que es perder a los que amas en manos tan manchadas o quizás menos que esas- vi el camefeo que saco de su gabardina -Lo haré por ellos, por esa promesa que les hice en su tumba- vi al joven de ojos aceitunados -Si me hace algo o intenta mover un dedo en mi contra, olbidaré la orden y la mataré con mi espada... ¿Entendido?- arqueo la ceja dejando de aputarle con la espada desenbainada -Cuenta conmigo Slade pero que quede claro que lo haré en pos de los humanos que no merecen estar en medio de todo este lío que llevan pagando con sus vidas durante siglos y que pueden morir mañana, siendo inocentes de toda culpa, como mi esposa y mi hijo- suspire profundo dirigiendo mi mirada a la nada del piso, recordando con dolor aquella noche y sus felices días que hacían contraste -Los cazadores que conozco y yo estaremos mañana ocupando los asientos reservados para nosotros en el teatro de París- tome la invitación leyendola atentamente, aquella a quién me pedían vigilará era nada más y nada menos que la soprano principal, si bien sabía ese vampiro era dificil de confiar, un solo error o quizás simplemente no da la talla del personaje y le mata antes de lo previsto, probablemente entonces comprendí todo y la protección a ella se debía a que si la mataba antes de tiempo el plan se venía abajo.
Asenti a todos y cada uno de los presentes -Tengo un trabajo por delante esta noche, me retiro, esperando- señalo con la mirada al hombre de cabellos rubios -Verlos a todos mañana en el teatro- suspire guardando la invitación como las costumbres de antaño -Buenas noches caballeros- sin dar tiempo igual que el que ya había partido se fue sin que alguién me dijera nada, baje las escaleras descuidas y cuando llegue al suelo recubieto de mármol oí un pequeño coro cantando la canción mas clasicas que la Santa Iglesia ordenaba "Ave María", me quede alli al pie de la escalera largo rato hasta que la melodía termino, me percino ante aquel iluminado altar -Por algo será, Dios sderá el que sabe porque- pense y me retire con el puño cerrado conteniendo ese dulce y preciado camafeo.
Todo parecía marchar bien de acuerdo a lo que la carta decía, más sin embargo cuando ese misterioso hombre me mandaba a cuidar a una vampiresa que ni siquiera conocía, es cuando toda la furia salí de mi interior esperando el momento preciso para reclamar, si de verdad conocía nuestro pasado también entonces ¿porque me pedía algo como aquello?, pero ni siquiera hubo oportunidad de decir más nada porque tan pronto termino de leer atentamente la carta se fue sin decir o aclarar loa duda que a todos nos dejaba.
-¿Yo cuidar a una vampiresa? ese hombre ha enloquecido, solo en su cabeza puede caber algo por el estilo, sabe que a todos los seres de esa naturaleza son los asesinos de mi familia... lo menos que haría con ella sería matarla- entonces alguién me lo nego, era el muchacho tembloroso que parecía con esa faz de angustía rogarme por la vida de la vampiresa -Matan a los tuyos y todavia tienes la osadía de defenderle ¿Poque?- me acerque a su silla viendole de forma amenazante -Los vampiros... si yo estoy de acuerdo con ese hombre- señalo al Lycan -serían ellos quién se encargaran de su propia ponzoña, pero si de humanos se trata debo apoyar a los de mi raza, se muestran idefensos ante esa naturaleza demoniaca, yo en carne propia vivi lo que es perder a los que amas en manos tan manchadas o quizás menos que esas- vi el camefeo que saco de su gabardina -Lo haré por ellos, por esa promesa que les hice en su tumba- vi al joven de ojos aceitunados -Si me hace algo o intenta mover un dedo en mi contra, olbidaré la orden y la mataré con mi espada... ¿Entendido?- arqueo la ceja dejando de aputarle con la espada desenbainada -Cuenta conmigo Slade pero que quede claro que lo haré en pos de los humanos que no merecen estar en medio de todo este lío que llevan pagando con sus vidas durante siglos y que pueden morir mañana, siendo inocentes de toda culpa, como mi esposa y mi hijo- suspire profundo dirigiendo mi mirada a la nada del piso, recordando con dolor aquella noche y sus felices días que hacían contraste -Los cazadores que conozco y yo estaremos mañana ocupando los asientos reservados para nosotros en el teatro de París- tome la invitación leyendola atentamente, aquella a quién me pedían vigilará era nada más y nada menos que la soprano principal, si bien sabía ese vampiro era dificil de confiar, un solo error o quizás simplemente no da la talla del personaje y le mata antes de lo previsto, probablemente entonces comprendí todo y la protección a ella se debía a que si la mataba antes de tiempo el plan se venía abajo.
Asenti a todos y cada uno de los presentes -Tengo un trabajo por delante esta noche, me retiro, esperando- señalo con la mirada al hombre de cabellos rubios -Verlos a todos mañana en el teatro- suspire guardando la invitación como las costumbres de antaño -Buenas noches caballeros- sin dar tiempo igual que el que ya había partido se fue sin que alguién me dijera nada, baje las escaleras descuidas y cuando llegue al suelo recubieto de mármol oí un pequeño coro cantando la canción mas clasicas que la Santa Iglesia ordenaba "Ave María", me quede alli al pie de la escalera largo rato hasta que la melodía termino, me percino ante aquel iluminado altar -Por algo será, Dios sderá el que sabe porque- pense y me retire con el puño cerrado conteniendo ese dulce y preciado camafeo.
Solomon Vasari- Cazador Clase Alta
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Fecha de inscripción : 11/05/2012
Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
-No puede ser- negue mientras pensaba al escuhar su nombre, era ella, si lo sabía era ella, la chica que veía a buscar, aquella que vi antenoche en la biblioteca -¿Pero como es que llego a meterse en este lío? ¿Sería acaso que por eso el comentario que era demasiado tarde para ella y su felicidad?- me agobia ese tipo de pensamientos al grado que no pense en nada más que eso durante todo al plática de ese extraño hombre del que propio Coronel había ignorado, el socio de quién no convocaba era enviado para decirno que el plan se había precipitado antes de lo que se había estimado, quede sin entender nada y en inmerables ocasiones me sacudia el cabello intentando comprender y la duda me aslto de pronto -¿Y si ella tiene cosas que ver con él fantasma?, sería la excusa perfecta para no querer hablar más de esa leyenda que ella misma me habí dicho sin querer y de cual después bajo cualquier pretexto eludio el tema- atragante algo de saliva y sin entender el porque ese hombre tan misterioso y rico desaparecio sin antes dejarnos invitacines para la opera de mañana en el teatro.
De pronto sabía que estaba rodeado de personas que no eran para nada humanas, tenía al frente a un vampiro inqusidror, un hombre lobo, un cazador y un cambia formas atrás, -Licantropo, cambiaformas, cazador, vampiro y humano- ligue en mi mente -somos las cinco razas que existen entre la sociedad, este hombre por eso nos escogio- interrupi mi pensamiento para dar paso a un fuerte -¡No!- grite lo más que pude venciendo por un momento la timidez, ese cazador pensaba en terminar con la vida de quién por alguna extraña rzón respeto la mía y con la que parecía sentirme muy a gusto sin llegar a sentir pena frente a sus ojos sin importar cuan bella fuera -No me haga nada- le rogue al ver como se acercaba cada vez más hacía mi lugar del cual buscaba alguna salida facil en caso de emergencia -¿po...po...po...porque los defiendo?- respondí con miedo -Técnicamente solo la estoy defendiendo a ella pero creo que...- pase saliva -pero creo que no tengo porque dar mis razones ante mi reacción- prosegui sintiendo alivio una vez que se alejo un poco.
Por eso odiaba tanto a los vampiros, mataron a su familia y no podia evitar ver en cada uno a esos viles asesinos, lo entendía yo veía a ese hombre Tobías en cada asesino que atrapaba en Londres o en París aunque aquí fuer menos frecuente -Cada quién tenemos nuestra propia droga- murmure bajo pus el era adicto a matar a los vampiro puesto que veía en todos a esas sombras que llevaba cargando y yo con pastillas como aquel que se había ido encontre mi salida, hasta que llegue a Paris, la conocí y volvi a ser el mismo timido de antes, pronto me hizo regresar de nuevo la vista a él cuando desenbaino la espada apuntandome directamente -Sssss....sí- respondi con miedo desmedido -Solo busco lo mejor para ella, tenlo por seguro que no hará nada en tu contra- repire aliviado y aún más cuando se fue, por lo menos sabía que estaría protejido y que ese cazador pese a su dureza no le haria nada.. espero.
-Yo... yo... pues- suspire profundo -tengan por seguro que haré lo mejor que pueda hacer por que esto no pase a mayores- tome una de las invitaciones -Iré solo pero... pero... los humanos que esten a mi alcance mañana los lideraré de tal forma que no mueran o empeoren las cosas por el panico- les vi a todos directamente al ver las exresiones de poca credebilidad -Lo sé, piensan que no puedo hacerlo, pero... yo con todo y mis miedos era un talentoso detective en Inglaterra, un gran policía pero haciendo mi trabajo fui secuestrado convirtiendome en una victima más de un psicopata con doble personalidad, del cual después de tres días salí bien librado pero con un sin fin de traumas fue cuando yo- me detuve ante la dificultad de aceptar la dificulta que sufri en mi pasado -Encontre refugio en las drogas al que mi secuestrador me inducio lo hacia para olivdar lo que había vivido, mi soledad tan marcada, mi niñez y mi origen proveniente de una mabdre con enfermedades mentales a la que le tomo con toda el alma, razón por la que tengo demasiada genialidad, si estoy en París es por rehabilitación, aún asi sigo siendo un Policia- dige con la sonrisa medio dibujada -estoy seguro que si el señor V nos escogio sabiendo nuestras historias de vida es para demostrarnos que podemos salir de esa oscuridad en la vivimos y al terminar con esta misión satisfactoriamente veremos la luz del sol- dije esperanzado -No se dan cuenta que somos los representantes de las cinco especies existentes en París y que lo que busca este hombre es la unión de todas por el bien de la humanidad, para que cada ser vuelva o pueda volver a confiar en ustedes que son lo que el humano le teme, que somos solo nosotros los que podemos poner el ejemplo de una unidad que e creía imposible al derrotar a ese tal asesino del teatro de Paris y del que no solo se tienen que encargar los vampiros por ser de su raza sino todos por haber dejado que su veneno nos matará de apoco en vez de haber cerrado las heridas para que ya no pudiera entrar la mala entraña,conformandonos o acostumbrandonos al dolor cada vez que la muerte tocaba a la pueta de un inocente... es culpa de todos nosotros y debemos reparar el daño, si nos retiramos ahora mañana por la noche el daño será inreversible- termine de hablar esperando pudieran comprender sobre todo el violinista que estaba por irse -Los veo mañana- me levante aun con las piernas temblorosas -En cuerpo y alma estaré con ustedes y el señor V mañana por la noche, llevo mi invitación con el numero de mi asiento- asenti a todos, dandole una pequeña palmada en hombro al coronel -Debo irme o no hayaré alojamiento en hotel, pasan de la media noche- dije alarmado corriendo para tropezarme con el hombre lobo, quién de inmediato me ayudo a levantarme, extraño ¿No es así?.
De pronto sabía que estaba rodeado de personas que no eran para nada humanas, tenía al frente a un vampiro inqusidror, un hombre lobo, un cazador y un cambia formas atrás, -Licantropo, cambiaformas, cazador, vampiro y humano- ligue en mi mente -somos las cinco razas que existen entre la sociedad, este hombre por eso nos escogio- interrupi mi pensamiento para dar paso a un fuerte -¡No!- grite lo más que pude venciendo por un momento la timidez, ese cazador pensaba en terminar con la vida de quién por alguna extraña rzón respeto la mía y con la que parecía sentirme muy a gusto sin llegar a sentir pena frente a sus ojos sin importar cuan bella fuera -No me haga nada- le rogue al ver como se acercaba cada vez más hacía mi lugar del cual buscaba alguna salida facil en caso de emergencia -¿po...po...po...porque los defiendo?- respondí con miedo -Técnicamente solo la estoy defendiendo a ella pero creo que...- pase saliva -pero creo que no tengo porque dar mis razones ante mi reacción- prosegui sintiendo alivio una vez que se alejo un poco.
Por eso odiaba tanto a los vampiros, mataron a su familia y no podia evitar ver en cada uno a esos viles asesinos, lo entendía yo veía a ese hombre Tobías en cada asesino que atrapaba en Londres o en París aunque aquí fuer menos frecuente -Cada quién tenemos nuestra propia droga- murmure bajo pus el era adicto a matar a los vampiro puesto que veía en todos a esas sombras que llevaba cargando y yo con pastillas como aquel que se había ido encontre mi salida, hasta que llegue a Paris, la conocí y volvi a ser el mismo timido de antes, pronto me hizo regresar de nuevo la vista a él cuando desenbaino la espada apuntandome directamente -Sssss....sí- respondi con miedo desmedido -Solo busco lo mejor para ella, tenlo por seguro que no hará nada en tu contra- repire aliviado y aún más cuando se fue, por lo menos sabía que estaría protejido y que ese cazador pese a su dureza no le haria nada.. espero.
-Yo... yo... pues- suspire profundo -tengan por seguro que haré lo mejor que pueda hacer por que esto no pase a mayores- tome una de las invitaciones -Iré solo pero... pero... los humanos que esten a mi alcance mañana los lideraré de tal forma que no mueran o empeoren las cosas por el panico- les vi a todos directamente al ver las exresiones de poca credebilidad -Lo sé, piensan que no puedo hacerlo, pero... yo con todo y mis miedos era un talentoso detective en Inglaterra, un gran policía pero haciendo mi trabajo fui secuestrado convirtiendome en una victima más de un psicopata con doble personalidad, del cual después de tres días salí bien librado pero con un sin fin de traumas fue cuando yo- me detuve ante la dificultad de aceptar la dificulta que sufri en mi pasado -Encontre refugio en las drogas al que mi secuestrador me inducio lo hacia para olivdar lo que había vivido, mi soledad tan marcada, mi niñez y mi origen proveniente de una mabdre con enfermedades mentales a la que le tomo con toda el alma, razón por la que tengo demasiada genialidad, si estoy en París es por rehabilitación, aún asi sigo siendo un Policia- dige con la sonrisa medio dibujada -estoy seguro que si el señor V nos escogio sabiendo nuestras historias de vida es para demostrarnos que podemos salir de esa oscuridad en la vivimos y al terminar con esta misión satisfactoriamente veremos la luz del sol- dije esperanzado -No se dan cuenta que somos los representantes de las cinco especies existentes en París y que lo que busca este hombre es la unión de todas por el bien de la humanidad, para que cada ser vuelva o pueda volver a confiar en ustedes que son lo que el humano le teme, que somos solo nosotros los que podemos poner el ejemplo de una unidad que e creía imposible al derrotar a ese tal asesino del teatro de Paris y del que no solo se tienen que encargar los vampiros por ser de su raza sino todos por haber dejado que su veneno nos matará de apoco en vez de haber cerrado las heridas para que ya no pudiera entrar la mala entraña,conformandonos o acostumbrandonos al dolor cada vez que la muerte tocaba a la pueta de un inocente... es culpa de todos nosotros y debemos reparar el daño, si nos retiramos ahora mañana por la noche el daño será inreversible- termine de hablar esperando pudieran comprender sobre todo el violinista que estaba por irse -Los veo mañana- me levante aun con las piernas temblorosas -En cuerpo y alma estaré con ustedes y el señor V mañana por la noche, llevo mi invitación con el numero de mi asiento- asenti a todos, dandole una pequeña palmada en hombro al coronel -Debo irme o no hayaré alojamiento en hotel, pasan de la media noche- dije alarmado corriendo para tropezarme con el hombre lobo, quién de inmediato me ayudo a levantarme, extraño ¿No es así?.
Spencer Reid- Humano Clase Media
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Fecha de inscripción : 03/03/2012
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Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
De acuerdo, de acuerdo, todo esto había sido lo más extraño que he vivido desde que me transforme en esta horripilante bestia e igual que aquella ocasión todo había transcurrido demasiado rápido, esa persona de dudosa procedencia se había ido dejandonos más dudas pero pocas respuestas y entre las manos algo que aún nos faltaba decidir... el destino que tomaría el teatro de París.
-¿Tanto tiempo ha pasado?- me pregunte en mi cabeza sin decir palabra, para ese tipo le fue fácil convercerles de que ayudaran a la causa, aquel millonario era más astuto de lo que imaginaba o quizás el tal V le dijo que se valiera de lo que tosos sentiamos por raza humana, tanta confusión hacia que de vez en cuando negara con la cabeza, era inutil huir de todo aquello a pesar de que dos veces había decidido marcharme, sus vivencias, sus ideas me hacían desistir... y finalmente ponerme en conflicto conmigo mismo.
Si veíamos desde la lógica de ese miedoso y joven caballero tenía tanta razón como el vampiro inqusidor -Solo cinco- pensé -Una oprtunidad, una sola para exterminarlo de la faz de la tierra- suspiré mientras intentaba ordenar mis ideas -Todos somos peligrosos pero eso demonio es el peor de todos nosotros- amaba a la humanidad más que a nada y trataba de hacer por ellos hasta lo miposible al grado de vivir en los bosques para no llegar a lastimarlos cada vez que la luna imperaba sobre los cielos nocturnos de París -Si pierdo la vida al menos sabre que o hice por la única razón de esta molesta existencia- interrumpi mis pensamientos cuando el chico cayó sobre mi pie, me quede allí viendolo unos instantes contemplando su propio miedo que tenía sobre si mismo, el temor que sentía por aquella que el cazador se había ido a cuidar, fue cuando hile sus reacciones y supe que el chico tenía lazos amistosos con nosotros -¿Puede ser que tal situación exista?- fruncí el ceño asombrado por la posibilidad y asentí con la cabeza aceptando la posible realidad.
Lo levante de inmediato -No tan rápido chico- le detuve del pecho para que tomará equilibrio en sus piernas tan temblorosas -No estoy de acuerdo con que seamos quines tengamos que hacer la limpieza de la basura de otras razas o sea yo un arma para arreglar el conflicto de un enmascarado y un hombre misterioso- suspire -Pero tampoco seré yo quién el que por un cobarde nada realista se lleven entre ellos y su conflicto las miles de vida que están ahora en juego- asentí -Odio tener el cuerpo de un asesino y sabiendo que quizás esto no salga tan brillantemente como esperan, deberas me sentiré un verdadero asesino sabiendo que en mis manos pude haber hecho algo por esas vidas que saldrían en los periodicos pasado mañana- les miré a los tres detenidamente -Y...- me detuve -Y... que las almas de grandes seres que sobresalen de cada una de sus razas pueden perderse en manos de la muerte, ahora se sus historias y sospecho de otras que mantienen guardadas... ahora se que no son tan diferentes a mí...- sonreí apenas un poco -Y los iguales que son compañeros en guerra, estan juntos hasta el final- mire a Slade pues a pesar de su ceguera presentía que su alma veía, una extraña sensación por cierto -También cuenta conmigo Frank, aunque no este del todo convencido- le di unas cuantas palmadas a Spencer -Eres valiente, más valiente de lo que te imaginas chico- asenti mostrandole mis respetos pues parece ser el único que siendo tan frágil más que nosotros no demostraba miedo o duda a lo que se veía venir, su alma estaba firme, tan firme y bien simentada que ese temblor en las piernas me hacía pensar que su cuerpo no resistía tanto peso, puesto que su valor era oro para todos nosotros -Ya veo por que V te escogio- di media vuelta tomando mi violín -Que tengan su última gran noche- después de eso guarde silencio bajando las escaleras -Los veré a mañana- acaricie el papel entre mis manos y me dirigi a las afueras de la iglesia para regresar a los bosques de esa manera me alistaría para la gran aventura del día de mañana.
-¿Tanto tiempo ha pasado?- me pregunte en mi cabeza sin decir palabra, para ese tipo le fue fácil convercerles de que ayudaran a la causa, aquel millonario era más astuto de lo que imaginaba o quizás el tal V le dijo que se valiera de lo que tosos sentiamos por raza humana, tanta confusión hacia que de vez en cuando negara con la cabeza, era inutil huir de todo aquello a pesar de que dos veces había decidido marcharme, sus vivencias, sus ideas me hacían desistir... y finalmente ponerme en conflicto conmigo mismo.
Si veíamos desde la lógica de ese miedoso y joven caballero tenía tanta razón como el vampiro inqusidor -Solo cinco- pensé -Una oprtunidad, una sola para exterminarlo de la faz de la tierra- suspiré mientras intentaba ordenar mis ideas -Todos somos peligrosos pero eso demonio es el peor de todos nosotros- amaba a la humanidad más que a nada y trataba de hacer por ellos hasta lo miposible al grado de vivir en los bosques para no llegar a lastimarlos cada vez que la luna imperaba sobre los cielos nocturnos de París -Si pierdo la vida al menos sabre que o hice por la única razón de esta molesta existencia- interrumpi mis pensamientos cuando el chico cayó sobre mi pie, me quede allí viendolo unos instantes contemplando su propio miedo que tenía sobre si mismo, el temor que sentía por aquella que el cazador se había ido a cuidar, fue cuando hile sus reacciones y supe que el chico tenía lazos amistosos con nosotros -¿Puede ser que tal situación exista?- fruncí el ceño asombrado por la posibilidad y asentí con la cabeza aceptando la posible realidad.
Lo levante de inmediato -No tan rápido chico- le detuve del pecho para que tomará equilibrio en sus piernas tan temblorosas -No estoy de acuerdo con que seamos quines tengamos que hacer la limpieza de la basura de otras razas o sea yo un arma para arreglar el conflicto de un enmascarado y un hombre misterioso- suspire -Pero tampoco seré yo quién el que por un cobarde nada realista se lleven entre ellos y su conflicto las miles de vida que están ahora en juego- asentí -Odio tener el cuerpo de un asesino y sabiendo que quizás esto no salga tan brillantemente como esperan, deberas me sentiré un verdadero asesino sabiendo que en mis manos pude haber hecho algo por esas vidas que saldrían en los periodicos pasado mañana- les miré a los tres detenidamente -Y...- me detuve -Y... que las almas de grandes seres que sobresalen de cada una de sus razas pueden perderse en manos de la muerte, ahora se sus historias y sospecho de otras que mantienen guardadas... ahora se que no son tan diferentes a mí...- sonreí apenas un poco -Y los iguales que son compañeros en guerra, estan juntos hasta el final- mire a Slade pues a pesar de su ceguera presentía que su alma veía, una extraña sensación por cierto -También cuenta conmigo Frank, aunque no este del todo convencido- le di unas cuantas palmadas a Spencer -Eres valiente, más valiente de lo que te imaginas chico- asenti mostrandole mis respetos pues parece ser el único que siendo tan frágil más que nosotros no demostraba miedo o duda a lo que se veía venir, su alma estaba firme, tan firme y bien simentada que ese temblor en las piernas me hacía pensar que su cuerpo no resistía tanto peso, puesto que su valor era oro para todos nosotros -Ya veo por que V te escogio- di media vuelta tomando mi violín -Que tengan su última gran noche- después de eso guarde silencio bajando las escaleras -Los veré a mañana- acaricie el papel entre mis manos y me dirigi a las afueras de la iglesia para regresar a los bosques de esa manera me alistaría para la gran aventura del día de mañana.
Alex Bongartz- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 30
Fecha de inscripción : 22/04/2012
Re: Los peones, el arfíl, la torre y el caballo (LE DUE MASCHERE DELLA NOTTE)
La seguera física no le impedia ver con claridad a través del alma, él también podía haber dicho mucho hasta más que el chico tembloroso, más que el hombre engreido que se había marchado y del cual no sabía nada, ni siquiera podía creer que tuviera que ver algo con aquel tipo de la máscara sonriente, sí el sabía como era sin siquiera tocarlo, basto con oir su voz la noche anterior para saber que traía un máscara puesta, de la sonrisa apostaba que era la única forma en que podía fingir felicidad en un ser tan desdeichado y enojado.
Debíoa aceptar que admiraba esa forma en que aquel condenado veía la vida, ni siquiera el siendo una victima de la tragedia podía ver a tales dimensiones la cara mala y buena del mundo, de la sociedad y de la rpopia vida con sus golpes que contratan en más de una ocasión, del licantropo comprendía el rencor y la furia desmedida, en su momento también la sintio correr por esas venas que hoy lucían en esas manos de gente entre comillas madura, entendía la timidez del muchacho pues en su momento también el temio de su propia ceguera y su naturaleza, de Anthony entendia lo que es estar condenado a una enfermedad o algo más poderoso, una discapacidad y de Solomon entendía la soledad quetarde o temprano unde a cualquiera en la amargura total, en resumen se dio cuenta del porque ese enmascarado le escogio, sin saberlo en el vio la suma de todos los que convoco, pero ya con años de experiencia y el poder de la decisión, de alguna manera su discurso inicial impulsaron a uno y después a todos a través del que escucho -Bueno- carraspeo con la garganta -Creo que solo falto yo de decir que pienso de esto y cual es mi pasado- se movio de donde estaba, detrás de la silla y camino a tientas como siempre hacia la el arco de la torre guiado por la corriente de aire que empezaba a soplar, la madrugaba ya anunciaba su presencia -Era... era un gran militar con mucho futuro... llevaba a la armada en la sangre, mi padre y mi abuelo eran soldados, deje la escuela y los libros adentrandome al ejercito muy joven, era tan engreido que me creía lo más grande del universo, creía que nadie me superaba, que era único, años hice lo que nunca, estudie y me esforce para que al final la ceguera que poseía me quitará para siempre la vista- suspiro profundo, sonreia al recordar aquellos años mozos -Se que se reguntan ¿A que te refieres?, la respuesta es sencilla- acarico la roca fría y cubierta de polvo, siglos de suciedad en que nadie se había tomado la molestía de restaurar -Veía como ustedes las mujeres bellas, el cielo azul, gris o anaranjado, vi París en medio de la paz y la guerra, podía ver las aceras y sus piedras de rio con las que estan hechas, vi a las mujeres de burdeles satisfacer mis deseos atraidas por el uniforme militar...¡Veía!- exclamó -Si veía con la ambición de un egoista...- guardo silencio por un momento -Un día se me ocurrió jugar en medio de los campamentos militares con las granadas, tan egoista e ingrido creí que no pasaría nada... pero...- nego con la cabeza, dejando de parpadear con esos ojos claros y azules que yo no servían más que como decoración -El seguro de una de esas granadas se boto mientras hacia malabares en el aire, explotandome en rostro, el anaranjado y el rojo fue el último color que ví- asentío pasando saliva -Aún lo recuerdo tan nitido como si hubiese sido ayer- sentía en su rostro la expresión de la melancolía -Y entonces durante ochenta años aprendí y sigo aprendiendo a ver con los ojos del alma- se vilvio hacia donde sentia sentía la presencia de los que allí se encontraban -Si están con un anciano pero aún soy fuerte, me siento lo que aparento cuarenta años y ¡soy feliz así!-sonrio gustozo -¿Como sobreviví siendo ciego?- puedo entender con su silencio -Bueno, solo haciendole el amor a la vida- solto carcajadas, camino hacia la mesa, en su visión no veia nada que oscuridad y cientos de colores entre amarillos y azules -Estoy listo para la guerra que se aproxima mañana y aunque en desacuerdo algunos de mis catedetes tengo al batallón completo- dijo serio -Mañana ese recinto será el teatro de la tregedía- finalizó -Que opino de sobre ello, bueno hay que luchar y salvar espiritus por que vez mutilados como los nuestros ya no se pueden reparar- entonces su mano hizo contacto con el joven tembloroso -Ella estará bien hijo, si V ordenó protegerla seguramente es porque sabe quizás la historia entre ella y tú, que practicamente solo es la ilusión, pero el amor inicia con sueño y acaba como un sueño- asintió- No te preocupes por el alojamiento, mi casa esta abierta para ustedes tres... o podemos ir a divertirnos, probablemente sea hoy nuestra última noche- todos me contestaron deciendo un fuerte ¡Si!,-Entonces vamonos yo invito las botellas- dije alegremente -Mi batallón es una orden- ise puso frente a la escalera -¡Nadie se atreva a bajarme!- exlamó -Estoy en una iglesia, si Dios me ayudo hace un rato a subir me ayudará a bajar ahora- entonces sintio y calculo la distancia escalón por escalón y bajo como si pudiese ver de verdad, las oraciones y los susurros estaban al por menor, toda actividad eclasiastica para esa hora de la madrugada había concluido, sonrio y camino hacia las afueras del recinto sagrado con los tres caballeros atrás dirigiendose ya primero a disfrutar de lo que quizás sería su última noche para después ir a la casa lujosamente decorada del cambiaformas alistandose mediante el sueño para el acto de la tragedía.
Debíoa aceptar que admiraba esa forma en que aquel condenado veía la vida, ni siquiera el siendo una victima de la tragedia podía ver a tales dimensiones la cara mala y buena del mundo, de la sociedad y de la rpopia vida con sus golpes que contratan en más de una ocasión, del licantropo comprendía el rencor y la furia desmedida, en su momento también la sintio correr por esas venas que hoy lucían en esas manos de gente entre comillas madura, entendía la timidez del muchacho pues en su momento también el temio de su propia ceguera y su naturaleza, de Anthony entendia lo que es estar condenado a una enfermedad o algo más poderoso, una discapacidad y de Solomon entendía la soledad quetarde o temprano unde a cualquiera en la amargura total, en resumen se dio cuenta del porque ese enmascarado le escogio, sin saberlo en el vio la suma de todos los que convoco, pero ya con años de experiencia y el poder de la decisión, de alguna manera su discurso inicial impulsaron a uno y después a todos a través del que escucho -Bueno- carraspeo con la garganta -Creo que solo falto yo de decir que pienso de esto y cual es mi pasado- se movio de donde estaba, detrás de la silla y camino a tientas como siempre hacia la el arco de la torre guiado por la corriente de aire que empezaba a soplar, la madrugaba ya anunciaba su presencia -Era... era un gran militar con mucho futuro... llevaba a la armada en la sangre, mi padre y mi abuelo eran soldados, deje la escuela y los libros adentrandome al ejercito muy joven, era tan engreido que me creía lo más grande del universo, creía que nadie me superaba, que era único, años hice lo que nunca, estudie y me esforce para que al final la ceguera que poseía me quitará para siempre la vista- suspiro profundo, sonreia al recordar aquellos años mozos -Se que se reguntan ¿A que te refieres?, la respuesta es sencilla- acarico la roca fría y cubierta de polvo, siglos de suciedad en que nadie se había tomado la molestía de restaurar -Veía como ustedes las mujeres bellas, el cielo azul, gris o anaranjado, vi París en medio de la paz y la guerra, podía ver las aceras y sus piedras de rio con las que estan hechas, vi a las mujeres de burdeles satisfacer mis deseos atraidas por el uniforme militar...¡Veía!- exclamó -Si veía con la ambición de un egoista...- guardo silencio por un momento -Un día se me ocurrió jugar en medio de los campamentos militares con las granadas, tan egoista e ingrido creí que no pasaría nada... pero...- nego con la cabeza, dejando de parpadear con esos ojos claros y azules que yo no servían más que como decoración -El seguro de una de esas granadas se boto mientras hacia malabares en el aire, explotandome en rostro, el anaranjado y el rojo fue el último color que ví- asentío pasando saliva -Aún lo recuerdo tan nitido como si hubiese sido ayer- sentía en su rostro la expresión de la melancolía -Y entonces durante ochenta años aprendí y sigo aprendiendo a ver con los ojos del alma- se vilvio hacia donde sentia sentía la presencia de los que allí se encontraban -Si están con un anciano pero aún soy fuerte, me siento lo que aparento cuarenta años y ¡soy feliz así!-sonrio gustozo -¿Como sobreviví siendo ciego?- puedo entender con su silencio -Bueno, solo haciendole el amor a la vida- solto carcajadas, camino hacia la mesa, en su visión no veia nada que oscuridad y cientos de colores entre amarillos y azules -Estoy listo para la guerra que se aproxima mañana y aunque en desacuerdo algunos de mis catedetes tengo al batallón completo- dijo serio -Mañana ese recinto será el teatro de la tregedía- finalizó -Que opino de sobre ello, bueno hay que luchar y salvar espiritus por que vez mutilados como los nuestros ya no se pueden reparar- entonces su mano hizo contacto con el joven tembloroso -Ella estará bien hijo, si V ordenó protegerla seguramente es porque sabe quizás la historia entre ella y tú, que practicamente solo es la ilusión, pero el amor inicia con sueño y acaba como un sueño- asintió- No te preocupes por el alojamiento, mi casa esta abierta para ustedes tres... o podemos ir a divertirnos, probablemente sea hoy nuestra última noche- todos me contestaron deciendo un fuerte ¡Si!,-Entonces vamonos yo invito las botellas- dije alegremente -Mi batallón es una orden- ise puso frente a la escalera -¡Nadie se atreva a bajarme!- exlamó -Estoy en una iglesia, si Dios me ayudo hace un rato a subir me ayudará a bajar ahora- entonces sintio y calculo la distancia escalón por escalón y bajo como si pudiese ver de verdad, las oraciones y los susurros estaban al por menor, toda actividad eclasiastica para esa hora de la madrugada había concluido, sonrio y camino hacia las afueras del recinto sagrado con los tres caballeros atrás dirigiendose ya primero a disfrutar de lo que quizás sería su última noche para después ir a la casa lujosamente decorada del cambiaformas alistandose mediante el sueño para el acto de la tragedía.
Frank Slade- Fantasma
- Mensajes : 34
Fecha de inscripción : 26/08/2012
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