In memoriam (Le due maschere della notte prt. III)

La noche aún no terminaba, era para mi desgracia completamente larga, sabía que en el teatro la batalla aun no acababa y de quienes había muerto y como en medio de la cruzada, la gente salía de sus casas alarmada desde allí a kilómetros de distancia se veía las feroces llamas que podrían juzgarse como los monstruos que todo París quería devorarse.
Mis vecinos no eran los sujetos más tranquilos, eran supersticiosos, creían que en mi casa habitaban infernales fantasmas, que podía caer una maldición sobre alguno si mi jardín pisaban, estos hombre cansados de tratar de apagar el fuego regresaban a casa, a tratar de reconciliarse con su cama y la almohada que habían sido bruscamente abandonadas, como siempre ellos no hablaban, casi todo lo gritaban, lo pregonaban de manera tan fuerte esperando que el mundo se enterara de sus supersticiones o sus hazañas.
Era bien sabido que yo no les prestaba atención al menos que en su conversación The Phantom surgiera, el que para ellos ya era conocido como "El Fantasma de Ópera" entre sus palabras apareciera, pero quería saber que habían visto, que más había ocurrido cuando ya no se conto con mi presencia en ese lugar maldito, decidí del asiento levantarme y por una de las discretas ventanas asomarme, los veía desde la sombra que decoraba esa ventana, esa oscuridad incierta que a los ajenos la residencia podían creerla en ocasiones desierta, más como en esa ocasión quien por allí se posará o quién enfrente de allí pasará podían sentir una mirada penetrante y extraña en medio de la nada de esa ventana.
Mis vecinos podían percibirlo pero el miedo les hacía perder el juicio, estaban peor que las veces en juraban ver muertos caminando, de esos que se levantan de la tuba y llevan en sus brazos cadenas que retumban o lamentos que perturban, ¿Que era lo que les había a pavorido tanto?, no tarde mucho en averiguarlo, sus voces que a veces iban rápido como un relámpago en medio de las nubes y aterrizando en el suelo mojado dieron cuenta de lo que les había pasado << Ese hombre que cayó desde la ventana más cercana al tejado... yo se que ustedes también contemplaron ese.... no sé si llamarlo milagro... >> Clamo uno completamente espantado << Si yo vi cuando cayó y se estaba quemando >> declaro otro en tono intrigado << Ese hombre había cantado de una manera tan melancólica que su tristeza nos había contagiado >> siguió narrando la historia de sus labios << Estaba con un traje maltratado y un maquillaje corrido aparentemente de payaso, de uno en uno nos fue ignorando, no escucho que le estábamos gritando para que bajará y evitando que se quemara como sucedió >> a todos con esa historia silencio, en mí solo me sorprendió, tratando de recordar quién era ese hombre o señor << Pero cuando logramos apagar el fuego de aquellos dos cuerpos que yacían allí muertos nos percatamos que uno si estaba y otro faltaba >> siguió con ese tono de misterio en sus palabras << Estaba esa mujer...¡Pobre!, de cómo quedo no les contaré, pero lo que si les jurare es que del otro ya no había ropajes, ni maquillaje, no pudo haberse incinerado cuando de la chica aún quedo algo >> Todos los de allí abajo quedaron el doble de asustados, entonces cual supersticiosos su mirada se dirigió a todos lados << Semejante suceso no creo que sea un milagro, hubiera parecido intacto en otro lado, así como si hubiese resucitado >> vieron hacia los cielos << ¿Porque no nos vamos y en mi casa seguimos platicando?, siento que esa casa tiene ojos que nos están vigilando >>, todos asintieron y rápido se fueron a refugiar en la casa del más joven de ellos, pues todos eran solteros, les gustaba meterse en todos pleitos, era extraño que tres hombres maduros se portaran como niños sin amo, sin un padre que este a su lado.
Todo eso más allá de intrigado me dejo pensando ¿Quién era ese tipo del que estaban hablando? ¿De quién era aliado? ¿Lo vi en algún momento antes o durante la tragedia en el teatro?, y allí habiendo regresado a mi asiento en ese oscuro cuarto, mi cabeza y mis recuerdos trabajaron un rato, nunca logre recordar al desdichado, es decir por lo que decían los relatos.
No se cuanto tiempo había pasado desde ese momento en que volví a mi asiento que de rojo terciopelo estaba forrado, solo el reloj de péndulo de la sala principal sabía cuánto había sido lo que durante ese rato con su lento tic- tac había marcado, empezaba a sentir los estragos del cansancio y no tenía caso seguir despierto meditando -Cerrare los ojos por lo menos un rato- y así detrás de la máscara todo se puso entre negro y blanco, empezaba a entregarme a ese profundo descanso cuando alguien toco la puerta primero débil y después desesperadamente -Puede ser el fantasma o un indigente- me dije de repente -¿Quizás Vasari que no quiere esperar a la noche siguiente para darle la explicación pertinente- pero mientras ese pensaba los toquidos eran más fuertes -Si eso es lo que quieres, seas Vasari o el fantasma estoy listo para afrontar, revelar o matar- pise mis manos a los costados verificando que las dagas permanecieran a mi lado, después de un suspiro prolongado, salí de esa habitación a la recepción, con la mano tomando la daga con cuidado, la perilla fui girando cada vez más despacio -¡Morirás desgraciado!-susurre con voz siniestra tras la máscara puesta, misma que recibió a quién estaba en la puerta -¿Pero quién eres tú?- exclame en voz baja mientras le miraba, su ropa, su cabellera...su cara, toda un persona demacrada estaba frente a las puertas de mi casa, su mirada perdida y trastornada veía al interior de la casa, no tardo mucho en que se riera a carcajadas, ante semejante acción seguía con la mano enfundada sobre el arma -¿Que es lo que desea?- pregunte amenazante y con un frio semblante que era más que obvio que por la máscara no podía contemplarse.

Las llamas se estendían a lo ancho y alto sobre los horizontes, mientras a lo lejos se escuchaban los lamentos y los alaridos de espanto que emitían las personas que veían desconcertadas el teatro que les daba una fama que muchos paises de Europa envidiaban, era curioso como ese calor llegaba a hacer transpirar a todos los que estaban en los alrededores, gente grande o pequeña, desde niños hasta ancianos, esclavos, sirvientas cortesanas, toda la prole estaba admirando el anaranjado de esa enorme fogata que terminaba con uno de los edificios más emblematicos de la capital de Francia.
Pocos eran los que se acordaban que allí momentos antes una voz surgio en medio del desastre, tan etrañamente y tan profundo el sentimiento de rabía, de dolor desamor que ese interprete develo a todos y cada uno de los que impresionados y angustiados le vieron caminar por la orilla de una ventana circular que en otro tiempo fue cubierto por un vitral que hacia alución a la locura.
¡Que curioso!... "A la locura", ese hombre que ser uncantante exitoso en el escenario estaba loco, tan loco que solo el amor, ese sentimiento que a diferencia de otros lo hacia cuerdo le dio cuenta de que su realidad siempre sería diferente a la que todos creían contemplar.
Ese amor se le fue de la manera más inesperada, entonces las falsas visiones le hicieron ver que el telón debía cerrarse para él, que jamás un escenario le daría la oportunidad de ser aquel grande de la ópera que siempre soño ¡Y ahora como serlo! si su dulcinea ya no estaba para hacerle sentir que a alguién le importante, la vida para el había terminado.
En medio de su deliro, las llamas mo eran más que manos de brujas y rostros de medusas que lograban hacer sentir cierto cosquilleo, mismo que recorrio cada parte se su cuerpo, empezo por los pies, las piernas, el torzo, los brazos, las manos, el cuello, el cabello y su rostro, sonreía de placer, aquellas damas inexistentes hacían de Nigma un hombre feliz que reía con frenesi hasta quedarse sin fuerza en las piernas, cayendo en ese cuerpo que alguna vez tuvo carne, ojos, una conciencia, una vida, todo lo que fue de Nigma solo por una noche. Sus carcajadas dejaron de escucharse al poco rato, todos le habían dado muerto, más por respeto algunos empezaron a arrojar agua al piso del pequeño sitio donde el aroma a carne quemada era lo único que imperaba,llevandose la sorpresa de sus vidas, ya no había dos cuerpos, solo estaba allí un esqueleto, cubierto de tizne con las ropas carcomidas o completamente resgadas, nadie supo que había sido los restos de quién les dijo "No, no payaso no soy".
Nadie se percato que a lo lejos una sombra surgia en los caminos que atravezaban el norte, lod callejones y las calles parisienses, era un cuerpo extraño que se movia de forma inregular, cojeaba con sus brzos abrazandole las caderas, pero quién lo vería si casi todos estaban allí, en el lugar del accidente, tratando de salvar a lo poco que qudaba de vida, era casi extraño que esa sombra hubiese entrañado conversación de los niños y los jovens que corrían alarmadamente.
Ninguno se percataba de sus ojos perdidos y distantes que mostraban una ruptura con la realidad que iba más allá y que había agrabado con lo que sucedio en las calles aledañas al teatro que caminando rumbo a esas enormes casas se había alejado.
Todos ignoraban esa sombra, nadie contemplaba el rostro demacrado y quemado que poseía, con una mirada tan perdida que ni siquiera emitia parpadeo, era tanto el tiempo el que las pupilas permanecieron descubiertas que pronto se dejaron ver algunas lagrimas minusculas, a las orillas de esos ojos castaños que sabe Dios lo habrán contemplado, mientras el aire jugaba con sus cabellos cubiertos de cenizas, era más visible el color del hollín que el verdadero y sus pasos, esos pasos que iban pisando tan despacio las piedras y los mosaicos de las aceras eran tan lentos que bien un anciano podía ganarle la delantera.
Esa sombra que caminaba de una manera arqueada por entre los callejones,cuidaba su equilibrio gracias a sus manos cubiertas con lo poco que quedaban de los guantes blancos, sin dedos de tela y sin la parte donde las manos entraban sin problema, eso era el vestigio de sus manos de tela algo barata para tener el dinero que poseía.
¿Pero que pasaba con esas lágrimas que no cesaban?, aún cuando aquel hombre por fin abria y cerraba sus parpados, por el contrario las lágrimas se hacian más gruesas y densas, era inevitable el ardor que sentia la piel descubierta con el contacto con el agua, esas partes de carne viva donde alguna vez el maquillaje fue el amo y señor.
Finalmente no tardo mucho tiempo para detenerse en algún establecimiento en la zona comercial, allí sus piernas se colapsaron cayendo de rodillas frente el cristal de un aparador, un aparador que mostraba más allá de la mercancía lujosa que se vendía, pues allí una cara desfigurada se asomo observandolo con los ojos llorosos detenidamente, estaba quemada pero lo más extraño es que las comisuras de los labios así en ese estado tan carcomido le habían dejado una especie de sonrisa inborrable, los recuerdos le invadieron, recordo esa noche y la noche anterior, su juventud y la hoguera, hizo remembranza de su rostro con y sin maquillaje -Era realmente simpatico- murmuro volviendose a ver a ese espejo comercial, mientras algo en su cabeza, quién sabe si algo macabro o algo del pasado empezo a maquilarse, entonces sintio que su cuerpo se estremecia, al grado que se levant tan rápido como solo un vampiro sabe hacerlo.
Alzo sus manos, volviendo a sentir sus cabellas y las pequeñas bolitas de la ceniza en medio de ellos, una y otra vez los removia adelante y atrás , se vio el gran pedazo faltante en la comisura de los labios -Si era atractivo- asintio encogiendose en hombros mientras las lágrimas habían desaparecido -Pero ahora- toco aquella parte sin piel -Soy irresistible- al instante una rafaga de carcajadas sin control, oscuras y dementes inundaron todo el lugar, irrumpiendo el silencio en ecos sonoros cada vez más fuertes, el payaso había regresado pero ¿Seguía siendo el mismo ingenuo e intento de vampiro bondadoso preocupado por la salud y el bienestar de los demas o en ese sentimiento que le hizo ponerse en pie un Nuevo Nigma había nacido? pero un más malvado y aparentemente sin juicio aún más que antes?, no por ser el que fue no tenía motivos para entregarse completamente a la locura, motivos que hasta ahora estan bajo el candado de los secretos.
Basto saber que no era el mismo en cierta parte de su retorcida realidad, si, había saludado a su refeljo como antes confundiendolo con otro pero algo que no hubiera hecho el Nigma anterior era tomar un tronco pesado para romper el vidrio y no, no fue por deshacerse por el otro sino por que robo, ¡Si Nigma estaba robando!, robo trajes, un sombrero, maquillaje blanco para dama y un bastón... cuando salio de la tienda corto una de las flores marchitas y descuidadas de la maseta de un costado, la olfateo y en su realidad era un clavel amarillo, lleno de vida y con fragancia envidiable -Bien ¿ahora que haré?- recordo en su cabeza, confesiones que Domine-Domino le había hecho la noche anterior -Es hora de preparar tu homenaje post mortum, pequeña Domino-suspiro con fingida y exagerada actuación -Un In memoriam- solto una carcada sin sentido y entre brincos se alejo del lugar a toda marcha.
Llego entre canciones y saltos gigantescos a la zona residencial, la oscuridad destacaba sus ojos más abiertos que nunca, perdidos como siempre -Desde aquí veo tu casa- no tardo mucho en que su discreción fuera esuchado a lo ancho y alto del lugar -ja ja ja ja ja ja ja- rio sin consuelo -Eso... eso... eso me recuerda un chiste ¿Quieres oirlo mujer?- pregunto a una estatua de piedra, una copia de una musa griega misma que como era de esperarse no lo que contesto nada -¡Insensible! ja ja ja ja!- rio aun más mientras le pegaba con el bastón, una fuerza tan brutal descargada que le tiro la cabeza -Ops- dijo cual niño hace una travesura -Bueno el dueño verá esto como arte moderno, ¡Mi nueva versión de la Venus del Milo!- siguio con sus carcajadas abiertas, continuando su recorrido ¿Que buscaba en ese lugar?, des luego una casa pero una en particular que ya había visto desde donde estaba.
Atravesando todo el jardín cubierto de rosas llego a la puerta de la mansión más escondida y alejada de la zona.
Aclaro la garganta y poniendose en pose recta como los soldados britanicos toco la puerta primero descentemente pero Nigma, el nuevo Nigma era desesperado y comenzo a tocar la puerta con más insistencia aunque francamente lo hacía solo por molestar.
La puerta se abrio de inmediato, un enmascarado estaba al frente de la puerta con un arma -¡Leviathán viejo amigo! no nos hemos visto desde...- quedo con la mano en la frente -Espera no nos hemos visto nunca ¿Verdad?- le señalo con dedo acusador -Debes salir más- sonrio ampliamente, lo más que pudo apesar de el rostro le dolía, pero para el que había dejado esa terrible cicatriz como la pintura roja que enmarca la sonrisa de un payaso no le dolía -Si me lo preguntas no, no me duele, la sonrisa de un payaso nunca duele- suspiro -¿Quién soy yo?- pregunto de nuevo -Yo soy tu mejor aliado, hay algo que yo y tu no ja ja ja- saco algo de su chaqueta -Me llamo Nigma, pero muchos me llaman loco, lunatico, como me quieras decir, por todos los sobrenombres entiendo- la tarjeta se asomo por su mano envuelta en telas de nuevo, esta llevaba un decorado de cientos de signos de interrogación -Para otros soy un completo enigma- pronuncio en voz oscura y tenebrosa -Vine aquí, de viaje negocios, además no puedo regresar mientras todos estan dementes por el teatro, ya sabes aficionados que quieren llegar a mi grado en reino de la demencia, ¡Sería, sería como una fiesta de pijamas!- solto a un más carcajadas que antes -¿Entonces puedo pasar sin el temor de que tu cuchillo se clave en mi espalda?, ¿Sabes? mi imaginación es muy despierta- recargo todo su peso en el bastón aguardando respuesta con una amplia sonrisa.

¿Que había heco yo para merecer semejante calamidad?, tenía conmigo a una vampiresa y ahora llegaba hasta mi hogar un loco de atar, esa forma en como era al actuar y la confianza al hablar me hacían suponer su apariencia poco le había de importar, muy por el contrario su visible demencia lograba que el se viera de una forma diferente a como lo veíamos los demás -¡Claro que no te dejare pasar!- le negue la oportunidad de profanar la santidad de mi hogar que si bien ya no estaba excomulgada de todo mal -No me interesa lo que hay en tu rostro, bastante tengo con el mio que no es precisamente el más bello de todos-aunque hasta ahora que señalaba debía reconocer que de esa herida le quedaría una gran cicatriz en su cara, al verla por un momento estuve a punto de guardar el arma pero entonces mi mano se tenso y la punta hacia el pecho regreso -Escuche bien no tengo tiempo para bromas monseuir- un paso corto y después uno más largo me hicieron quedar justo a su lado -Yo no tengo aliados, mi ideal es demasiado preciado como para compartirlo con cualquier desquisiado- cada vez de mi casa lo fui alejando quedandonos en el patio con las rosas adornandolo -No hay nada que no sepa ya del asunto o de ese teatro, yo soy uno de los principales involucrados- continuaba el arma en mi mano -No dudo que hayas salido de ese desastre, lo confirman tus heridas y ese ropaje- no creo que se haya percatado del estado en el que se encontraban, definitivamente debía agradecer que no había ninguna dama o alguna persona que perteneciera a las casa aledañas -Todo esto podía ser una trampa, me has llamado por mi nombre y solo lo conocía el fantasma- de a poco la máscara se fue acercando a su cara, lo suficiente para que sus falsas facciones lo intimidara -No sabes donde te fuiste a meter, esta no es una fiesta de pijamas, esto es una guerra donde la única regla es que París se libere de esa fiera a la que tu sirves como carnada o a la larga como carne fresca- la voz discreta, amenazante y sincera brotaba por la avertura de los labios de mi cara falsa.
-¿Sabes lo que soy no?- le pregunte  mientras mis pasos iban y venian dandole vueltas -Soy un cazador, pero... puedo ser un asesino si solo abuso un poco de azor-finalmente deje de dar vueltas a su alrededor quedando justamente tras de él -Porque no le devuelvo el mensaje de que en esta guerra aún estamos en combate- ese extraño hombre estaba con un falso semblante, era como un teatro andante sobre todo cuando no era tan aceleradamente parlante -Devolverle a su carnada así como me regreso esta noche a toda la gente que inocente fue a la velada- entonces de la nada un brazo le rodeo pecho y espalda mientras en el cuello se poso mi arma -Dame un excusa- susurre a su odio sin tener miedo a lo que haría conmigo, locura y demencia esta acostumbrado a luchar contra ella.

El hombre sonaba amenazante, ¿quién se imaginaría que fuera tan agresivo?, pero... a Nigma no le sorprendió tal actitud, muy por el contrario, le daba tanta gracia que ni siquiera la disimulaba -Ja, ja, ja- soltaba las carcajadas pese al arma que reposaba tranquilamente en su cuello sucio y descubierto a flor de piel -Creeme me gustan las bromas pero no tan pesadas- se atrevio a subir las manos con guantes destrozados, acaricio el mago del cuchillo y su filo por debajo -Yo vengo a hablar de negocios serios... ¿Puedes creerlo yo hablando de seriedad, je je ¡JA JA JA!-tuvo que contenerse, si algo podía reconocer ese lunatico dentro de su distorcionada realidad es el miedo, la máscara aunque sonriente era del todo, guardaba en si misma una especie de magia desconocida e intimidante que hasta la viva imagen de la histeria, la locura, la felicidad y porque no decirlo... ¿Su psicosis? le hacían temblar un poco pero podía sentirlo en cada parte de su cuerpo destrozado y quemado -Sé más de lo que tú crees... sobre ti mismo... sé que entre tú y Devora Le Fay hubo algo comprometedor y que el Fantasma como tú le llamas te hizo esas cicatrices hermosas sobre tu rostro cuando eras un... cazador más que acomedido, eras... ambicioso mi querido Levi- tal y como la vibora lo hace con el ratón que cae en su escamoso cuerpo, Nigma iba enredando al cazador entre los cascabeles de su cuerpo, sonaban y cantaban todo cuanto la serpiente no podia hablar por su boca -Verás, hubo una epóca en que fui feliz- suspiro de más -Para ser exacto una noche- aclaro la voz -Pero mis intimidades no son de tu incumbencia ¡metiche!, el punto es que en aquella noche me hicieron sin fin de confesiones y muchas con valor altamente intimo, podría hacer una fortuna con ellas... pero que caso tiene si Domine no está un minuto más- guardo silencio, quién sabe que pasaba por su cabeza o por sus ojos, si veía sus propias alucinaciones o maquilaba algo dentro de lo cuerdo-Esa mujer hizo que regresara a esta maldita realidad, tras su muerte puedo reír y no dudaré en hacerlo pero...necesito venganza ¿Tú sabes lo que es eso no?- dijo lentamente -Yo tampoco quisiera compartir el fin de hacer a mi Domino un In memoriam, sin embargo es necesario porque ahora el famoso "The Phantom" se ha ganado un enemigo más... ¡Yo!- girto con entusiasmo y alegría desbordante, más el relato de Nigma no tenía congruencia, el fantasma nunca fue el responsable en propia mano de la muerte de su amada ¿Que era entonces lo que ese loco pretendía?
-Si me quitas el cuchillo podremos hablar tranquilamente- pasaba saliva y le gustaba el contacto que tenía el cuello con el arma cada vez que lo hacia, más tenía que separarse de las manos enfundadas en guantes negros de piel de ese hombre -Piensalo, puede ser tu oportunidad, solo imaginalo- coloco sus manos al frente suyo, dibujando lo que era un invisible horizonte -Yo pertenecí al grupo de aliados de ese que tu buscas con tanto empeño y es claro que si lo conoces tan bien como juras sabrás que al enterarse de que estoy vivo y contigo intentará matarme- mojo sus labios al sentir la sensación de algo liquidamente espeso sobre ellos -Puedo ser tu carnada... puedo ser un pequeño anzuelo para un pez enorme y... puedo conseguir que tus soldaditos de ajedrez, ¿Que por cierto si no lo has pensado después de todo lo que vieron no crees que duden de tí y si a tu lado estarán haciendo lo correcto?, sepan unirse y acabar con esto de una buena vez- levanto la ceja marcadamente, le oservaba por el rabillo del ojo y con su espalda sentía que la respiración agitada bajaba cada vez más de intensidad -Y... puedo desmostrar mi lealtad y mi baja peligrosidad advirtiendote que alguién te busca- nego con la cabeza y su mano en los labios, movimientos que estaban fuera de control, como el demente que se encuentra fuera del sanatorio por las callejuelas olvidadas de París-Y no- nego rapidamente de manera fisica -No, no, no es el Fantasma... no... son personas diferentes, y esas personas tienen bajo su mando a otra y esa otra es peor que tú.... y menos que The Phantom... es... es... es como el color gris que hay entre ustedes dos y debes tener cuidado-solto dos risillas leves -Ellos y él se quieren meter a la fuerza y no justamente como las voces que hay en mi cabeza... no estas buscando dinero... riqueza, prestigio y posición... se aprovecharan de esta circunstancia, de lo acontecido en teatro para lograrlo y de paso estoy casi convencido de que mataran a cada uno de los que sobrevivimos esta noche con tal de... mantener la ignorancia dentro del hombre- guardo seriedad -¿Si quieres que diga más cierto?- trato de empujar la espada hacia atrás -Entonces quitame esto, ¡Por amigo sin garganta no creo que pueda decir mucho ¡JA JA JA!- volvio a reir sin limte alguno, era como si esa amenaza en la que un arma estaba peligrosamente colocada en su cuello no fuese más que una broma y solo eso... una broma asesina.

La daga aún estaba más cerca de su garganta y cuando menciono a Devora más su mango apretaba, con fuerza estaba sujeta -Eso fue un error del pasado, no es algo que en el presente deba ser recordado- Así es, la mención de este caso no iba acorde con la ocasión, en ese entonces aún no tenía el rostro demacrado, todavía cada parte de mí se había quemado en las manos del diablo -Cierto... era joven, tenía dinero, prestigio y ambición, hambre de llegar a ser un día el mejor cazador- decía con coraje y aún en tono amenazador -Pero todo eso el, él lo destruyo y con el desprecio de Devora por mi condición, fue un profundo dolor que afortunadamente ya cicatrizo- el cuchillo acercaba más rabioso su filo, quería que dejará de hablar de algo que quedo en el olvido -No confundas los terminos yo busco justicia y libertad... ¡No venganza, ni maldad!- le estruje contra mi cuerpo a inesperada velocidad -Solo busco liberar a todo París del infierno que hace siglos no se ha querido descubrir, creeme muchos años muertes ví y todo por culpa de ese ser falso y ruín- finalmente suspire mientras el de todo buscaba reír -Si creiste que con mi pasado ibas a tener libre el paso... dejame informarte que estas muy equivocado- lo tenía entre mis brazos como si lo tuviese encadenado, podría jurar que había regresado a la realidad, pero bien sabía que había en el una parte que aún se negaba a ver la verdad y esa ceguera no le permitía actuar como un maldito monstruo normal -¿Dominé? ¿Y esa quién es?- por un segundo pensé y todas sus palabras reflexione, ¿podia ser que ella, esa aparentemente mujer una sola noche suya fue? ¿Y ensa sola luna tan brillante como ninguna para él, le pudo haber confesado algo esa mujer o solo era una más de sus aluciones que acostumbraba ver en sus solitarias noches... podía ser que él hubiese investigado todo lo referente con este enmascarado? -¡Dime quién es Domine parasito condenado!- exclame por todas mis preguntados exaltado -No con todos soy lo que aparento ser, con ustedes puedo ser tan cruel... así que conmigo dejate de enigmas y adivinanzas o no responderá mi mano armada, ¡Habla!- no se si todo cuanto dije ignoro o por su locura ni siquiera escucho, ni siquiera le presto atención, seguía con su In memoriam como obsesión y después a mi vino una confesión que en realidad no me sorprendió, tenía previsto que otros metieran su mano en esto, pero nunca pensé que fueran seres tan funestos -¿Un color intermedio que trabaja para ellos?, ¿Quienes son ellos?-esto iba más allá del fantasma y sus farsas, aquí había un regimen que se aprovechaba de la ignorancia...y eso significaba que debía contemplarla en esa idea que profesaba el que del mal Paris fuera liberada... eso que tenía ese hombre me interesaba, la espada de apoco de su cuello se apartaba y pensando bien en lo que decía, era cierto que en los que se quedaron en el siniestro al no ayudarles a ellos, podían sospechar y desconfiar de la importancia que tenía todo esto y ahora más con todo este secreto que implicaba que oculto por unos cuantos estaban quizás importantes descubrimientos, conocimientos que podían revolucinar las ideas primitivas del mundo entero -¿Si te dejo libre del cuello, como tu podrías ayudarme en todo esto?, claro contigo no me estoy aliando.. pero si esto es más grande necesito manos, solo unos cuantos- respire mientras mi corazón palpitaba rápido... esto no podía seguir así, París debe quedar limpia y eso implicaba la desaparición de la que ese vampiro menciono como la Corte de los Búhos y entonces mi cabeza ya estaba planeando una estrategía para toda la basura que en los rincones de este país se estaba acumulando.

-Oh Levi, Levi, Levi, Levi, hasta que no me cortes una cuerda vocal con eso no entenderás- hablo aquel que aparentemente estaba loco -Pero... si así te gusta amenizar tus conversaciones para mí no hay problema, no tengo miedo ante un fierro en forma de vara con un pico y filoso y salpicada de agua bendita -paso saliva rápidamente, en realidad si temía y mucho o al menos eso denotaba, pero quién sabe si realmente ese gesto era más bien porque le agradaba sentir esa arma acariciándole el cuello, ¿Que más se podría pensar de Nigma? -Para empezar Dominé era... era- decía con inspiración fingida de algún un poeta de la calle -El verso que suspira, que canta en mi cabeza y que enamora...¡Que implora desde el cielo que vuelva muy pronto a estar con ella, era... era como mi estrella!-se puso la mano en la frente, las marcas y carme desprendida comenzaba a regenerarse, más el color a la que esta tornaba de a poco se hacía más blanca aún más que antes de su incidente... aún más que con el maquillaje puesto -Dominé era la mujer más lista y bella que en mi locura pude ver ¡Ja!, era tal su inteligencia que hasta a la iglesia más de una vez le vio la cara... vamos a suponer que el Domino era repartido en la mesa, sirviendo a ambos jugadores, favoreciendo en ocasiones a uno y luego al otro... era un Domino que espiaba la mano del otro y se la hacía saber al contrincante, era la que vía por los tahúres las fichas que permanecían boca abajo en la mesa, eliminando por ellos a las que podían hacerles perder, señalándoles las que podían ganar y las que confabulaban en contra de ambos- suspiro profundamente -Ese Domino, era mi juego de azar perfecto-aunque el dolor era aparentemente fingido, hablar de ella era como si clara una y otra vez un cuchillo aún mas filoso y grande que esa espada...y sentir la sangre correr hasta su cabeza donde parecía oírla -Hazlo, díselo, porque tardas tanto... ¿No querías comprobar tu hipótesis?... ¿pensarás hacer todo en secreto? ¿Porque piensas que no te dejará actuar?... confiesa Nigma... hazlo- murmuraban las voces que escuchaba en susurros, la voz de muchas mujeres le aconsejaban y lo impulsaban, solo con cerrar los parpados él podía oírlas con más claridad y fue por ellas misma que empezó a decir todo -Leviathán, te hablo nada más y nada menos que de una corte muy poderosa... Cuenta la historia que ellos vienen de los templarios y luego de los iluminati de Portugal, en sus tropas ha habido grandes pensadores, que como los demás de su logia se reúnen en basílicas o en áticos... allí estuvieron Leonardo, Maquiavelo, Newton, Miguel Ángel, Descartes,Hobbes, incluso el más católico de los pensadores Copérnico, todos dejaron cosas para que la humanidad las aprovechará, pero además de la Inquisición, los integrantes de este grupo le intereso el poder, el dinero y entonces consiguieron vínculos importantes y así hicieron trato con los vampiros principalmente pero no descartaron otras razas que tuvieran influencias algo prestigiadas en este país y en otros más-seguía escuchando las voces y era cuando con su mano en el pecho las hacía bajar el volumen de las voces en la conversación -Y luego cuando tuvieron poder se separaron de los Iluminati y contrataron inquisidores de todas las facciones y cazadores en general para el servicio de su ejército, juntos mataron a cientos, de miles que intentaban dar clamor de lo que se callaban y otros que podía levantar en todos los demás la sospecha de existencia sobrenatural y conocimientos los mandaban investigar, los espiaban y luego mandaban una bitácora de cuanto habían visto y escuchado-paro un momento para tomar algo del aire fresco que reinaba en esa noche -¿De qué les sirve?, bueno la corte dice que su objetivo es... el trono del mundo, el poder y la economía absoluta...l ¿Para eso que necesitan? ¡Pues que la gente no sepa nada más que lo básico! y aunque es contradictorio ellos no están asociados con clero, quieren el mundo para ellos solos ya nadie más!- empezó a reír nuevamente, sin embargo esta vez las carcajadas no fueron tan abiertas con las anteriores -En cuanto al hombre... bueno dicen que está loco... dicen que tiene un sin fin de problemas justo aquí- señalo con dedo firme la sien -En la mente, que si ves a la máscara que lleva puesta pierdes la razón automáticamente, el se cree como tu Leviathán, como un juez y se siente como The phantom, un verdugo, Dominé nunca me dijo su nombre pero sé que ya anda tras sus cabezas... el es uno de los tuyos... un cazador que es la mano derecha del líder de la Corte de los Búhos- comenzó a imitar los sonidos de esas hermosas y extrañas aves nocturnas, elevo los brazos a sus costados y simulo las alas con ellos -En cuanto a mi Domino, el fuego derritió sus piezas... las partió así- sus manos simularon polvo que fuera arrojado para reintegrarse a la tierra -Se hizo pedacitos pero... ella era buena en lo que hacía, era buena para espiar y contigo lo hizo durante largo tiempo.. Ese es mi secreto de porque yo sé secreto- sonrió victorioso, levantando la cabeza con orgullo mientras permanecía girada hacia un lado y entonces comenzó a reír sin parar de nueva cuenta.
-JA, JA, JA, como te voy a ayudar...ese es mi asunto, pero tranquilo que no mataré a nadie-cuando sintió que la presión del arma bajo su intensidad en su cuello respiro aliviado y se puso una mano en el pecho, en forma de juramento -Palabra de payaso- asintió, sin poder terminar de realizar la reverencia, pues unos centímetros a punto de agacharse, el frío que emanaba del arma toco su barbilla -Solo les daré un pequeña lección... les haré ver que una máscara tiene su porque y que nadie está exento de ponérsela, lo mismo con la locura.. Nadie está a salvo de ella comprobando mi teoría- dijo seguro de sí -¿Creo que omití que yo soy científico señor y quiero comprobar algo una minúscula cosa que no le diré pero que te ayudará al llegar al final con las pocas manos que te queden- extendió su mano hacia atrás, ofreciéndosela al enmascarado -Trato hecho?- espero que su guante sintiera la textura del ajeno esperando la aprobación, las preguntas o una reacción agresiva... Ese hombre tenía sus contrastes, matices que sabe ocultarlos bastante bien y que saca cuando debe ser -Piénsalo por la vampiresa también, ¿porque la tienes aquí, no es cierto?- volvió a sonreír -The phantom también debe andar tras ella para efectuar su venganza por traidora, según él y lo poco que conocí- comento en tono burlón, se seguía mofando de las circunstancias.

-No digas nada sobre ella- le hable con voz seria -Si ella esta aquí, pero no es por otra causa que por salvarla de la amenaza que tú mismo acabas de decir- sentía como el hombre no paraba reír, y con esa actitud su lealtad y su seriedad me era muy difícil de distinguir -¿Así que tu pareja fue la que te dijo todo de mí?- alegarme porque estaba muerta no era algo apropiado que decir pero siendo sincero era mejor que haya muerto, sentía que sería un pendiente menos -Pues bien, más vale que en esa retorcida cabeza sea la única que albergue y sepa mis secretos o de lo contrario si te atreves a decir algo, allí tienes mi cementerio- le obligue a mirar la pared, en aquella donde colgaba mis trofeos, joyas, artículos y telas era lo que pendían de cada uno de los percheros -Todo eso que ves ahí son la esencia de vampiros, de esos maldecidos engendros que yo extermine con el hierro que ahora amenaza tu cuello- mientras decía esas palabras la sangre me hervía por dentro, como quería desquitarme con ese desconocido en el momento, pero no, yo no era como él... no era como The Phantom, simplemente no me podía igualar a el... no podía ser un monstruo tan cruel y además ese maldito una ventaja parecía ganar conmigo, pensando bien las cosas no tenía a nadie en el conflicto, mis elegidos seguro dudaban ya de mi cometido e indiscutiblemente yo era un humano enfrentando a un vampiro, un vampiro que era más que un demonio, un demonio que era más que un demonio y si había confiado ciegamente en la varias razas antes del teatro, ¿por qué no hacerlo ahora con este maniáco?... no tenía opción, decidí aceptarlo aunque de él viviera dudando -En cuanto a tu trato- tome una pausa mientras empezaba de poco a soltarlo -¿Cómo se que no matarás a algún humilde e inocente cristiano?- volví a tomarlo con fuerza entre mi pecho y mis brazos, dando como resultado su espada tensa reposando -¿Que garantía tengo que lo que sea que lleves en la mente no dictara que actúes en el nombre de la muerte?- se escuchaba mi respiración pausada pero agitadamente -¿Cómo puedo...confiar en un vampiro que estuvo en el bando contrario, dando batalla a este cazador y sus soldados, como sabré que no me darás la puñalada por la espalda con que los tuyos acostumbran aniquilarnos?.
La espada volvió a su lugar, quedo en la funda privada de volver a brillar, pero aun con mi brazo le podía con fuerza matar -¿Que es lo que intentas demostrar?- pregunte con desconfianza y al mismo tiempo con inseguridad -Que seas científico no exime de explicarme tus motivos- escuchaba sus suspiros, veía el movimiento de sus cabellos extrañamente de verde teñidos -No somos experimentos y tampoco hay tiempo para hacerlo en estos momentos, no somos ratoncillos... ¿Qué es lo que pretendes endemoniado vampiro?- le susurre al oido, intimidante y lúgubre fue el sonido de mi voz... después todo en silencio quedo, ya sin risas, ni más bromas sin sentido, esta vez el hombre había cobrado la lucidez y el sentido.

Reía a carcajadas y poco le importaba lo que el enmascarado y su respiración tan cercana a su oido, esa que para él se le figuraba como el susurro de la muerte misma, lo que pensaran o intentaran alardear con el arma más mortífera para un hombre común, el silencio mismo que era interrumpido por la diversión que no existía más que en su mente...
Su mente, si... esa mente que le contaba chistes para protegerlo de un inminente llanto provocado por el corazón roto que le dejo la cenizas de su Domine, esa misma mente ahora de a poco despertaba hacia la lucidez, se enderezaba... le daba un poco de razón pura -¿Has perdido el valor cazador?- cuestiono seriamente a su interlocutor -Yo sé porque hicieron su riña de niños pubertos a plena luz del día... por al final de cuentas ambos querían demostrar a todo Paris quienes son ustedes... desgraciadamente esa pequeñísima fiesta es solo el principio, The phantom no se va a detener... está furioso, es un monstruo rugiendo desde su torre en lo alto del castillo embrujado, rompió las cadenas y los caballeros de la mesa redonda, la bella e indefensa Dulcinea comandados por el príncipe enmascarado dudan de él, el príncipe se ha quedado solo, si aliados y resulta que es el momento en que más necesita de ellos, los conspiradores quieren matar al príncipe y al monstruo para que dejen de anunciar a todos sus intereses que consisten en preservar el secreto de los inmortales...- finalmente había parado de hablar, se había tomado un respiro innecesario, pues su voz era apenas un susurro, unas palabras al oido entre cuerdas y retorcidos que intentaban convencer al enmascarado de dejarle intervenir, Nigma quería cobrar venganza contra el Fantasma... por llevar a Devora y a Domine a la muerte, por no cumplir su palabra de mantenerlas a salvo entre sus falsas alas negras -Y sus fieles, ahora desconfiados vasallos sino es el monstruo serán los conspiradores quienes les harán cantar y luego los mataran de la manera... más... horrible que te puedas... imaginar- paso saliva rápidamente -Reconozco a los canarios pechos amarillos y cobardes... es decir como tus soldados que los veo a la distancia- de nuevo comenzaron las carcajadas, todas sin pudor, eran desconcertantes y aterradoras, ya no había esa risa que sonaba como un comediante cualquiera, como la de un loco del común... no estás sonaban de forma siniestra, es el tiempo en el que se puede jurar que Nigma Riddler, aquel que hiso un trato perpetuo con otras arpías la noche anterior, ese que estaba más fuera que dentro del mundo que parecía recordar ahora, ese vampiro había muerto, resucitando en su lugar un psicópata con un sentido del humor bastante oscuro, bromas que solo a él se le hacen graciosas, un hombre que está entre ambos mundos, al límite entre el delirio y la verdad.
-Nuestra operación si es que... claro, se llega a pactar es muy pequeña pero...- lo hablaba como si fuese una posibilidad o al parecer una condición en el contrato que de llegar a ser firmado por el cazador se consolidara, el lograría cumplirlo -Pero si yo te ayudo, si me dejas estar de lado aunque con diferentes propósitos que en su momento sabrás... puedo organizar un evento masivo, una red donde el monstruo y los conspiradores caerán y tus aliados van entenderte, créeme lo harán...- asintió, con ese cabello extrañamente teñido de verde, cubierto de ceniza que volaba con el movimiento brusco y agitado de la cabeza -¿Que más prueba quieres que te dé para que confíes en mi?... vine contigo no con el fantasma, estoy diciendo todo lo que se sobre los mafiosos que querrán llevarse los créditos en esta situación, no he revelado algunos de tus sucios secretos y... no te voy a cobrar ningún franco por mis servicios ¡JA. JA, JA , JA, JA!... y eso que soy demasiado hábil para convencer a gente como la que está en la condición de tus elegidos, debería cobrarte- soltó una pequeña carcajada breve y casi discreta -Y por que además yo sé una gran verdad que nadie más conoce- trataba de soltarse y al sentir el filo rozando y quemando su piel prefirió hacer el intento ver moviendo sus pupilas hacia el rabillo del ojo -Pase lo que pase, sea o no a tu favor, nada volverá a ser como antes, tu cambiaste las reglas del juego tal y como todos los tahúres de este ajedrez conocíamos incluyendo los espectadores... tú has cambiado las cosas... para siempre- volvió a torcer su mano extendiéndola por la espalda -No acostumbro extender la mano la dos veces Levi...- dijo persuasivo -Tu decides.. solo toma en cuenta que yo, en mi retorcida cabeza como osas en nombrarla he maquilado la forma de ganar el juego y albergo la forma en cómo juegan tus contrincantes- soltó un breve risa -Soy la llave que te abrirá las puertas de victoria, digamos que yo... jugare esta partida por ti mientras tu preparas el escenario y terminas de tejer la telaraña donde todos pagaremos lo que debamos a Dios o quién sea que sea dueño de las vidas que se arrebataron en el teatro- suspiro mientras volvía a recordar a su Domine, a su amada inquisidora y su única noche en que se fundieron en un solo ser -Yo hare que des el famoso "jaque al rey" con más facilidad... ¿aceptas ahora o... tendré que buscarme otro método más... eficiente, más letal?- se mojo los labios y sonrió macabramente, fue cuando alguien lo detuvo, una voz se escucho agitada interferir en el momento justo en que el enmascarado parecía emitiría su parecer.

Cuando me decidí a dar mi opinión al respecto, alguien interrumpió el momento, era mi único sirviente aquel que daba la cara cuan yo no estaba presente -¡Ha acontecido otra muerte!- dijo el hombre alteradamente, su rostro deforme, me mostraba inquietante el problema en sus grandes dimensiones -Mi señor- pronuncio con temor -No es por malicia, pero alguien debe darle la noticia- dijo en medio de la ansiedad y en su habla parecía intentar darme una caricia, a él de años le conocía, podía decir que era mi propia mi cría, yo lo salve cuando era un niño y en una cueva vivía, sus padres por su fealdad le habían abandonado o al menos eso suponía, hoy en día es de lo más natural encontrar criaturas a su suerte en cada desolada esquina- Ya hombre, dime a lo que tanto temías-, suspiro profundo y todo tartamudeo suprimía -Su enemigo, el que tanto odia a alguien le ha quitado la vida- entonces saco algo, al parecer una nota de su gabardina -Yo... Fui en aras de a sus aliados brindarles ayuda y compañía, tal y como usted lo ordeno... Señor- ante mí su error confeso, sin embargo deje que hablara, guardando silencio y prestando mi absoluta atención, ante tal reacción, el se contrario y hablo como si se tratase de una oración -Al llegar al lugar a nadie pude hallar... De todo el fuego se encargaba de incinerar, las cenizas de los muertos comenzaban a flotar y en medio de esa confusa inmensidad, una risa malévola se manifestó, se alzo entre las llamas como eco infernal, recuerdo repetía su nombre sin cesar, jurando que de usted se iba vengar- el pobre hombre nublaba casi sin respirar, pero si lo interrumpía, seria mas difícil interpretar la situación que él me venía a informar -Quede escondido en un pilar y observe como si piedad, un cuerpo empezó a arrastrar, el fantasma nunca se fijo que el hombre una nota dejo y el fuego ni si quiera intento devorar- me miro con aflicción conmovida - Cuando dirigí mi vista hacia el ventanal roto, solo una silueta se veía de fondo, salí pronto y allí en medio del espanto de todos, un cuerpo pendía de una soga, prefiero evitar los detalles de su muerte, porque en cuanto usted se entere...- lo interrumpí exclamando de repente - ¡Di de una buena vez de quien fue esa muerte!- dirigió su mirada al demente y pasando saliva para aclarar su voz rápidamente, dijo súbitamente -Orias Volac- firme quedo sin decir más. Cuando su nombre oí pronunciar, todos mis recuerdos parecieron mi mente atormentar, el fue como mi verdadero Papa y fue por el que el rostro con quemaduras para siempre mi vida iban a marcar y a una máscara me iban a condenar - No lo entiendo-me atreví a negar - ¿Que hacia él en ese lugar?- y decidiéndome la espalda a ambos decidí dar, en el fondo una herida comenzaba a sangrar, los puños instintivamente se comenzaron a cerrar -Tu perdón, venía a buscar y junto a los tuyos pretendía unirse y luchar- dijo Teobaldo, sin saber que esperar - Al final se arrepintió y tambien de un peligro te venia a alertar... Lo lamento- se disculpo con sincero sentimiento -Me atreví a leer la nota, para cerciorarme si era buena idea sincerarme- con que poco logro silenciarme, me limite a pedirle la nota, no quería que de la ya quebrantada voz nacieran gotas, en la entrego con las cabeza baja, sin dirigirme una sola mirada. La carta estaba escrita con su puño, letra y sello y caminando quedando lejos, leí inspiradoramente con la voz que todos tenemos en el pensamiento:

"Si llego a faltarte, a desconocer si tu alguna vez tuviste la capacidad de perdonarme, quizás porque el cielo o el infierno se atrevió a llamarme, quiero que te mantengas en pie, simplemente limítate a cerrar los ojos, ellos no necesitan sentir tu culpa ni tu llorar, no puedo comprometerme a que con estas palabras algo de tu alma o de tu rostro logre curar pero ahora ya no puedes negar que no me rendí al intentar mi error enmendar... El pasado se ha ido y fuimos traicionados por nuestros propios espíritus trastornados y profundamente lastimados, debo admitir es cierto.
Yo te dije que las verdades salen a luz y estoy diciendo lo que cargo como cruz, y otra verdad es que yo creo sin dudas en ti, eso lo reconocí en el mismo momento en que te vi, cuando tu mundo quedo en medio de un cielo devastado y oscuro, cuando contemple tu transformación en el cazador que eres hoy, cuando vi tu mascara de un color amenazador, cuando te alejaste de mi y te fuiste guardándome rencor, en ese momento yo recordé cuando el bosque solíamos recorrer, ese día de tus padres yo quería saber y entonces te prometí ensenarte lo necesario a conocer para que una venganza en nombre de ellos pudieras ejercer, me confesaste lo que ellos te hicieron para hacerte reír y lo que los vampiros hicieron para verte llorar, ese día nos sentamos a ver la puesta del sol desde un alejado y verde lugar, donde se respiraba paz y tranquilidad y después al caer la noche escogimos una estrella antes de que brillara la luna y bajo su luz supe que te habían arrebatado tu inocencia y juventud y fu cuando decidí llevarte conmigo del sombra a luz.
Al final fuiste el hijo que nunca pude tener conmigo, tú me regalaste respeto y cariño pero yo en cambio de pague con esa mascara que llevas por castigo, me diste lo que más anhelaba, el privilegio de tener una pequeña familia privilegiada y yo en cambio te envié al infierno que tanto detestabas y ahora somos un par de perfectos desconocidos, con el alma más que condenada... De sangre esta manchada, pero yo se que lo haces por ti y por todo Paris, porque el fantasma ni yo jamás en tu vida debimos existir... Y presintiendo que mi final está cerca, solo me queda pedirte perdón de la manera más sincera y que en tu cruzada, nuevos enemigos trataran de impedir tu hazaña o en su defecto de ella sacar lo que a sus intereses pueda alimentar, alguien llamado Rorschach y Lorenzo de Goya están detrás, "La corte de los búhos se hacen llamar, procura contemplarlos en tu plan... Como último consejo y volviendo a la esencia de todo cuanto hemos vivido... No te culpes a ti mismo de lo que pase conmigo, viva o muera tú debes continuar tu camino, adiós te dice el viejo vampiro, con cuantas ganas te lo hubiera dicho con todo el dolor pero en vivas palabras... Toma en cuenta que hay cosas que suceden por casualidad, yo estoy convencido que aunque un camino de espinas vas a cruzar, se que pronto lucharas y encontraras tu libertad... Eternamente.
Te quiere Orias Volac. "

Después de leer la nota, guarde silencio, tomándolo como una derrota, de no ser por mí el... Mi padre seguiría vivo, detrás de las mascara lloraba todo un rio, la piel se humedecía y el corazón se endurecía, el espíritu se fortalecía y en la mente solo repetía - Te juro maldito fantasma que esta me la pagaras con tu alma y esta vez me asegurare que otra maldita noche no vuelvas a ver- entre mis manos la nota se hacía pedazos, como una rosa que era despojada de sus pétalos rosados -¡Teobaldo!- exclame sin mirarle de frente como él estaba acostumbrado -Prepara un baño, la tina y ropa limpia que este caballero, a partir de esta noche hará gala de sus talentos- finalmente les di la "cara" a ellos -Trato hecho- tome la mano del vampiro enfermo -Liberare a este país de la Corte de lo búhos, lo juro... Y buscare al fantasma, luego le matare asi tenga que destruir todo Paris- dije firme y enfadado, el fantasma me había lastimado y será por mis propias manos que tenga que matarlo... Esta vez me asegurare que muera el condenado... La vida de Orias no quedara sin justicia ni pago... Lo juro, asi deba terminar muerto y enterrado.

Por más que Nigma intentaba leer las diminutas letras manuscritas de la carta que ese... Hombre, si es que detrás de su aparente deformidad eso era, no pudo y en su defecto intento guardar silencio, actividad que para un loco nunca que es fácil, en más de una ocasión la tranquilidad le incitaba a reírse a carcajadas y desgraciadamente para ese tipo de muecas no había maquillaje ni una máscara, se limito pues a taparse los labios con las manos forradas de retazos de su antiguo vestuario. El aburrimiento empezaba a tomarlo como presa y con la mirada perdida veía sus dedos y los contaba - Lunes y martes y miércoles tres- contaba sus primeros tres dedos de la mano izquierda - jueves y viernes y sábado seis- contemplo sus manos detenidamente, como si estas tuvieran alguna enfermedad riesgosa y fatal -¿Seis?- quedo pensativo -¿ Y qué hago con los otros cuatro?- quedo pensativo -Puedo cortarme los otros cuatro...-quedo horrorizado -¡No es seria un crimen!- exclamo en su mente - Bueno técnicamente... Solo en mi seria un crimen- entonces otra imagen sacudió su cabeza, una imagen tan macabra que no hay palabras que logren describirla, sin duda alguna algo del viejo Nigma seguía prevaleciendo en el, pues solo algo de aquella espantosa pesadilla que le entretenía tenía que ver con la muerte de un ser completamente inocente. Suspiro como si en un lugar lleno de paz se encontrara y en breve tuvo que regresar de su sadismo imaginario, para poder confirmar lo que en un eco lejano parecía haber escuchado -¿Que dijo?- comento con sorpresa, mirando alrededor contrariadamente -La nota...-señalo ansioso -¡Un papel pudo más que yo! JA JA JA- asintió sin ver la máscara,-De acuerdo...de acuerdo- dijo en medio de la risa que parece nunca acabaría -No me hagas caso, al fin ya sabes que estoy loco- justifico su reacción al ver que el cazador no comentaba mas, ni siquiera movía su cabeza como de costumbre, era como contemplar una más de las horrendas armaduras que decoraban el pasillo principal -Trato hecho, entonces- miro altaneramente a la fiel compañía de Leviathán -Jaime, ya oíste al señor prepárame el baño y con agua helada de preferencia- dijo en tono burlón, soltando la mano de su ahora socio - Levi, querido tu silencio me hace pensar que aun tienes dudas sobre mi y eso... Me aflige- dijo con tristeza, exageradamente falsa -Quieres una razón ¿Cierto?- camino hacia su espalda y susurro al oido que apostaba estaba en alguna parte debajo de espesa y oscura peluca -Porque tú eres no solo la parte de The Phantom, sino tambien de mi... Ellos, tus soldaditos de juguete en estos momentos te ven como un monstruo... Como yo, créeme yo sé cómo es que te vean asi- se mojo los labios, la sonrisa de a poco comenzaba a dibujarse -Te harán a un lado, como a un maldito leproso... La moral y el espíritu de cada uno de los que elegiste en estos momentos es un... Un mal chiste y quien sabe más de bromas que ¡Yo!- soltó una carcajada -Tus vasallos tienen que vivir la broma más pesada de sus vidas para entender que no necesariamente tienen que ser lo que el mundo les permite, tienen que ver mas allá de las fronteras... Tienen que dejar de vivir en la tranquila burbuja de sus miedos y de su sufrimiento... Tu estarás demasiado ocupado planeando y cuidando de tu pequeña dulcinea sangrienta- respiraba agitado el aparente hombre detrás del traje -Y si nadie hace nada, esas personas civilizadas se comerán unas a otras sino es que se despedazaran solas- movió sus manos por la cabellera falsa sin que el hombre hiciera el mínimo movimiento para impedirlo -La única manera de sobrevivir en esta jungla y hacer que ellos retornen al redil es vivir sin reglas y tú tienes muchas de ellas, necesitas de alguien que esté tan retorcido como yo para conseguirlo, piénsalo... Solo yo los conozco, porque yo devoro mentes, las descifro para mi diversión... Cada persona es un acertijo único y yo la llave maestra que los desnuda, menos a dos, esos dos no tienen cerradura... The Phantom y tu- soltó un breve suspiro y vio que el jorobado le estaba esperando con toallas limpias, sonrió complacido y se retiro a limpiarse. Disfruto del agua helada, se limpio el rostro y no había momento alguno en el que su rostro no apareciera, Domine estaba con él y las voces tambien le hacían compañía, eran pocos los ratos en que no veía ni escuchaba pero empezaba a recordar lo dicho a Leviathán, el experimento que quería realizar con los caídos y su objetivo de rendirle memoria a su amada con la muerte del fantasma, por dentro Nigma lloraba y más cuando se vio en un espejo y contemplo cuanto había cambiado... Los líquidos que el fabricaba se habían salido de sus frascos en el momento mismo en que busco su muerte, todo se había esparcido por sus labios, sus manos, parte de su rostro y su cabello, ya ni siquiera su color era blanquecino como el de otros vampiros, por el contrario era verde pero muy claro, los labios habían quedado abiertos gracias a los cristales que quedaron incrustados en sus mejillas, una gran sonrisa se dibuja sin que él quisiera -¡Nigma ha muerto!- exclamo -¡Nigma a muerto!-comenzó a bailar por toda la lujosa habitación de mosaicos rojizos -JE, JE, JE, ¡JA, JA, JA!- empezó a reírse cada vez mas fuerte hasta casi ensordecerse a sí mismo, tomo un poco del maquillaje blanco que le sobraba y rego en el traje que le habían proporcionado el penúltimo de los frascos que contenían sus ya famosos experimentos, este pronto se absorbió por toda la tela, coloreándola de un extraño color purpura, tomo un bastón cuya atención robo por el arlequín de oro esculpido en el mango - Lo único realmente valioso en esta casa- encogió sus hombros, sonrió y felizmente bajo las escaleras, donde el enmascarado ya le estaba esperando en la puerta.-Bueno Levi, mi trabajo termina aquí y... Curiosamente empezara en un circo- observo al cazador con sorpresa -¿Acaso el jorobado de Nuestra señora de Paris no te lo dijo?- negó sin apartar su vista del sujeto -Pero que falta de comunicación- murmuro para sí mismo -Como sea, tome esto, es un bello arlequín ¡ah! y no me lo quites porque será como... Como mi único bono- su mano acariciaba con delicadeza cada centímetro de la figura, lo trataba como si ese rostro tuviera vida -¡Que bonito es lo bonito!- exclamo en medio de un suspiro dirigiéndose a la puerta donde su mano giro la perilla lentamente -Créeme no matare a nadie, no, no y no es que... Es que ustedes son, ya sabes... Muy divertidos ja ja ja, JA JA JA y además - dijo en medio del ataque de risa -Mi Domine, mi pequeño Domino merece un gran homenaje de alfombra roja y caravana- observo las estrellas y por instinto sus manos retornaron a sus mejillas, acariciaba sus cicatrices al parecer con una profunda melancolía, todo se torno en un silencio que de Nigma es casi imposible de imaginar -Maldita Devora, desgraciado e infeliz fantasma- pensó mientras un dolor que casi lo derriba impero en su cabeza, y entonces toda expresión de tristeza se desvaneció, la mirada quedo fija al frente y el ceño se frunció, pero los labios, esos que ahora estaban rotos y pintados de carmesí conservaban la sonrisa que el por sí mismo no quería dibujar y de pronto carcajadas se elevaron hasta profanar la quietud de ese lugar – Ahora lo recuerdo… ¿Sabes el porqué de mis cortadas Levi?- le miro perturbado -Mi padre era malo... Muy malo y entonces el me dijo: hijo ¿Porque demonios no sonríes?-sus puños empezaron a deformarse y los dedos jugueteaban entre si, como un demente, el demente que siempre ha sido pero al parecer con un matiz completamente distinto -Entonces tomo un cuchillo y dijo: No te preocupes mi niño yo dibujare en ti una sonrisa que te dure eternamente- se fue sin decir mas, partió de la casa del cazador rumbo al circo donde los caídos se habían refugiado, pero tal parecía que Nigma había perdido la razón como siglos atrás, donde cayó en la locura antes de ver la realidad, en el fondo Domine le dolía y sus cortadas sin cura golpean su fracasado ego -Eternamente- decían las voces -Sonríe eternamente- murmuraban -¡Eternamente!, ¡Eternamente! ¡ETERNAMENTE! je, je, je, ¡JA, JA JA, JA!- Cada vez su risa se escuchaba más lejos, parecía un ebrio, un hombre que quería olvidar ¿Olvidar que?, si la locura ya había hecho su trabajo, pues en la mente todos los recuerdos están revueltos... Y quien sabe si una vez que estuviese en el circo abandonado, su verdadero hogar respetara lo que le prometió a su hasta ahora aliado Leviathán Shadow.