a woman with a tormented soul[Libre]

por **Katiuska Roslyakova** Miér Oct 31, 2012 7:25 am

Las razones de una persona pueden ser muchas, pueden haber mil escusas para su comportamiento, pero cuando se trataba de una situación así era muy difícil explicar la situación en la que en estos momentos el cuerpo de aquella joven rusa se encontraba, sujetada por varios hombre que parecían gritarle en un idioma que no podía entender, no porque no supiera el idioma, si no porque no parecía una lengua humana, apenas eran gritos que lanzaban al cielo como animales en celo, uno de ellos la llevo hasta sus brazos arrancándola como un pedazo de carne de las fauces de aquellos lobos, dejo salir un leve quejido al sentir como las manos del hombre sujetaban sus hombros con todo menos amabilidad, busco bajar la mirada, esconder su dolor pero antes de poder hacerlo ya sentía una bofetada en mi mejilla izquierda que la lanzaba hacia otro lugar.

¿Se lo merecía? Ya había aprendido a callar tantas veces, pero había un problema, aquellos asquerosos, mugrientos hijos de puta no tenían ni siquiera la virtud de tocarle un pelo, aquello la enfureció, siendo como un aire de cólera se apoderaba de su cuerpo. Solamente su amo podría golpearla, solamente él, cualquier otra persona sufriría su ira creciente. En aquel suelo mugriento uno de los hombres busco sujetarla de los cabellos, pero como una gata en celo llevo sus uñas hacia el rostro de este rasgándoselo, aquel retrocedió mientras los otros miraban sorprendidos.

¿Había cambiado otra vez? Se preguntaban todos, la joven parecía buscar levantarse mientras torpemente se alejaba de aquellos hombre agresores de su integridad –No… no he cambiado- les susurro mientras sentía como poco a poco su cuerpo comenzaba a sentirse pesado-Soy la misma…- añadió antes de salir corriendo hacia un lugar mejor, deseaba poder escapar liberarse de aquellos agresores. Su respiración agitada se movía cada vez más, su pecho comenzaba a arderle y sus ojos se nublaban por el cansancio, gracias a Anastasia todo aquello había pasado, su cuerpo estaba cansado, no sabía exactamente lo que había pasado pero algo le decía que no había sido bueno.

Sintió como una tos invadía su cuerpo, obligándola a detenerse, pero eso era casi que imperdonable, no podría detenerse, debía seguir, debía luchar por su vida, por alguna razón miro hacia arriba, la luz de la mañana comenzaba a verse más intensa, pero no podía disfrutarla del todo, su cuerpo se desmayaba del cansancio por no haber tenido reposo aquella noche ¿Cuánto más aquel cuerpo aguantaría? No lo sabía, pero por suerte ya parecía estar todo lo suficientemente tranquilo… o eso pensaba, comenzó a escuchar los alaridos de aquellos lobos sediento de algo que ella no sabía lo que era, comenzó a temblar, no quería ser golpeada, no eso no lo quería, miro hacia un lado encontrando lo que parecía una pequeña tienda, sin pensarlo dos veces entro a ese lugar cerrando las puestas para luego agacharse y hacerse una bolita, algunos empleados comenzaron a mirar a la recién llegada, en sus ojos se le notaba que pronto la mandarían a salir, tal vez por su forma de entrar o simplemente por la forma de sus ropas; una falda marrón, con una camisa manga larga que tenía una chaqueta de cuero encima, con su cabello suelto cubriendo su rostro asustado.

-por favor no me saquen- susurro despacio mientras buscaba silenciarlos con una seña de manos. Parecía un ratoncito acorralado en una esquina por un gran gato –se lo suplico…- volvió a insistir casi llorando de desesperación. Pudo escuchar los ruidos de los hombres, sus pasos, sus ruidos, sus risas, sus chasqueaos de lengua por no encontrarla, eso comenzaba a volverla loca, deseaba que se fueran, que la dejaran en paz. Su última reacción fue poner sus manos en sus oídos para hacerse una bolita en aquella esquina, esperando que todo pasara rápidamente. Sus piernas se recogieron hasta tocar su pecho, aprovecho para esconder su rostro en aquel lugar con una notable desesperación de que todo ya acabara.

por **Teniente Lecrerc** Miér Oct 31, 2012 8:10 am

Paseaba por la calle envuelto en su uniforme de paseo, con el sable en un costado y la pistola dentro de su guerrera. Vaya día tan espléndido hacía, silbó alegremente y contempló las desiertas calles a aquellas horas. Pero hubo algo que le perturbó, una jovencita se metió, corriendo, como si estuviera escapande una carga de ingleses hambrientos, en una tienda. Decidió ir a ver que pasaba, así que se acercó al local a trote, abrió la puerta de un empujón y entró. La situación era, cuanto menos, sorprendente, una chica estaba suplicándole a los empleados.

-¿Ocurre algo aquí?- quiso saber el Oficial de veinte años, recién llegado de Egipto(vease su notable moreno) Guillé Lecrerc

por **Katiuska Roslyakova** Dom Nov 25, 2012 1:09 pm

Lo primero que encontró interesante era que tenía una pistola y una espada, eso la inundo de temor, se levanto, prácticamente dio un brinco hacia atrás como un animal asustado para luego mirar el rostro del hombre mientras su cuerpo temblaba, su cuerpo había chocado con algunas cosas, y esto hizo que se pusiera más nerviosa, si dañaba algo no tendría dinero para poder pagarlo, su respiración era agitada y sus piernas temblaban como pudin.

Uno de los empleados se acerco al hombre que había entrado con aquellos rasgos extraños, parecía quemado, explicándole que la mujer había entrado y que parecía algo alterada y era así, algunos empleados buscaban tranquilizarla pero ella simplemente negaba sin emitir algún sonido y buscaba alejarse de ellos, solamente deseaba pasar cinco minutos en ese lugar en ese lugar hasta que todo se tranquilizara allá afuera y los hombre; que no sabía porque la perseguían se fueran.

-Solo déjenme aquí unos minutos, luego me iré… se los ruego- susurro para luego callar y morder su labio inferior con mucho nerviosismo, miro de repente al hombre y se le acerco para buscar al menos ayuda del extraño, trago saliva antes de poder hablarle, pero algo la distrajo haciendo que mirara hacia afuera, había uno de los hombres, instintivamente se aferro a la cintura de este ocultando su rostro en el pecho, algunos empleados se quedaron asombrados y otros molestos por el atrevimiento de la mujer, pero lo único que quería era escapar, ser invisible por al menos unos segundos –por… por… por favor ayudad a una joven humilde como yo, no soy nadie malvado, apenas soy una joven buscando sobrevivir a todos los males de la vida- suplico con voz temblorosa mientras sentía como sus lagrimas humedecían el uniforme que ese hombre tenía.

por **Teniente Lecrerc** Lun Nov 26, 2012 7:56 am

De pronto lo comprendió, cuando aquella chica se había aferrado a él, y había comenzado a llorar, tras mirar al exterior a través del cristal...había algo ahí fuera que asustaba a aquella muchacha.

Miró al exterior y pudo ver a un par de hombres, pero no decidió intervenir, sino que habló directamente con la muchacha.

-Chica...no pasará nada, ahora estás con un hombre de Honor, no te podrán tocar-la ayudó a levantarse poco a poco, vaya que si estaba asustada, temblaba más que un flan-¿qué tal si empezamos por tu nombre? Ah, también quiero saber porque te persiguen esos hombres, ¿quiénes son?

Se alisó las arrugas del uniforme que el acercamiento de la joven había provocado, un Oficial debía estar impecable.

por **Katiuska Roslyakova** Miér Dic 12, 2012 10:00 am

Como hubiera deseado que eso fuera así de fácil, de decirle porque la perseguían, de recordar cómo había llegado a ese lugar y como se había metido en ese problema, para ella sería mucho más fácil comprender tantas cosas que no podía, por el simple hecho de no poder controlar las acciones de su otra yo. Dejo salir un suspiro ya prácticamente rindiéndose, no importaba cuando buscara alguna escusa, no tenía nada de sentido decir algunas palabras, pues no tenia respuesta para su preguntas, bueno para la mayoría sí, pero para la más importante no.

Le miro detenidamente mostrando un poco de dolor en sus ojos al mismo tiempo que avergonzada y con sus manos unidas, acariciándose mutuamente, mostraban un poco mas de cordura y que comenzaba a calmarse –Mi nombre es Kat… Katiuska- susurro con la mirada baja mientras sus manos buscaban su vestido realizado con algunos retazos de tela para aferrarse a él con nerviosismo –yo me siento avergonzada… le estoy haciendo perder el tiempo Monsieur- dijo con mucho pesar –pues yo no estoy al tanto de que ha sucedido… solamente le puedo decir que no lo sé…- dijo alzando sus hombros mientras notaba que todos los otros empleados le miraban desconcertados.

Están pensando que estoy loca, pensó frunciendo el ceño disgustada, sintió como su rostro hervía de rabia mientras sus labios se fruncían levemente para no saltar a insultarlos –No estoy loca- susurro entre diente –No puedo recordarlo, porque simplemente no fui yo la que tuvo el problema- aseguro mirando a los empleados –pero nadie entiende mi condición, ni yo misma la entiendo… pero eso no quiere decir que este loca… - aseguro rabiosamente mientras se cruzaba los brazos sintiendo como el miedo se desvanecía para ser cambiado por ira.

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