¿Que nos deparará esta noche? {Brie Bella}

por **Erwin Helstorm** Vie Nov 02, 2012 7:21 am

La razón por la que allí se encontraba era la de siempre, un cadáver que se encuentra con extrañas marcas de mordiscos en el cuello y blanco totalmente. Su trabajo solía comenzar allí, aunque era dado a otorgar votos de confianza a esas criaturas en su mayoría viles y traicioneras para que recordasen que en su tiempo fueron humanos y que podían coexistir con estos sin causarles temor o daño viviendo en el anonimato. Pero por lo visto no todos lo comprendían, y por ello se encontraba en ese callejón aguardando con un frasco de cristal lleno de un líquido rojizo. Sangre.

La noche era fría, pero se iluminaba perfectamente por la luna llena y las estrellas que cubrían la bóveda celeste. El cielo estaba despejado, y se veía por secciones a través del laberinto de calles y callejuelas de París. Su aliento se condensaba en cada respiración, y fundido con la sombra por sus vestimentas oscuras. Un capote de tela gruesa y oscura le rodeaba completamente bajo el cual escondía sus armas, en su cabeza un sombrero de copa baja le ocultaba el rostro parcialmente. Observó la hora en un reloj de bolsillo plateado y observó el firmamento. Ya ha pasado la medianoche, es la una y veinte.

Arrojó el frasco contra el alto de una chimenea de ladrillo, donde se estampó dejando una mancha rojiza que fue deslizándose unos centímetros hacia abajo. Aquella sangre atraería a cualquier no muerto del distrito, pues su olor era intenso, incluso él había aprendido a percibirlo. Esperaría en un balcón que tenía encima de él, y a los pocos instantes saltó hacia arriba, agarrándose de los barrotes de este hizo fuerza con los brazos y trepó hasta la base de este. Se apoyó en la pared del edificio con las ventanas entablilladas y esperó con la mano apoyada en el cinturón, a escasos centímetros de su revólver. No era la única arma que portaba, en los bolsillos de la capa guardaba otra pistola de menor tamaño y una púa de madera con empuñadura metálica, ideada para perforar de un puñetazo el pecho de cualquier criatura.
Y de pié, aguardó, resistiendo la tentación de encender un cigarro capaz de delatarle.

por **Brie Di Calvio** Vie Nov 02, 2012 5:50 pm

Porque presentia que aquella noche no terminaria tan facil como estaba pensando, podia escuchar solamente mis tacones en el suelo y el momento en que el aliento salia helado de mis labios dejando un ligero humo que salia por cada bocanada. Los guantes negros cubrian mis manos aunque no sintiera frio no vendria mal para algunas de las noches, mi rostro oculto bajo la capa aterciopelada rojo oscuro. Mis cabellos negros azabaches cayendo a ambos lados de su rostro, labios carmin y ojos marcados. Una camisa que dejaba visible mis hombros y el corset que hacia definir mi cintura, unos pantalones ajustados que me dejaban mejor movilidad para las noches en las que salia a cazar o simplemente no queria montar mas de lo que era.

Todo estaba muy tranquilo por las calles algo que no me gusto para nada pues eso significaba que algo malo pasaba. El silbido del viento entre las callejuelas, ruido de pisadas, algunos aromas entremezclados que despertaban cierto interes mas esta noche no me apetecia algo tan simple, queria buscar un olor especial o alguiqne que se hiciera notar con un solo olor. Moje mis labios pasando le lengua lentamente como si pudiera ver frente a mis ojos el mismo corazon latiendo rapidamente de miedo y como poco a poco se iba parando mientras la sangre fluia por mi garganta. El revivirlo hizo que ardiera mi garganta anunciando la sed que desperto tal sensacion que llevaba unas noches no tomaba.

Seguia caminando entre los callejones aprovechando la oscuridad y como mi mano se deslizaba por la pared notando el bulto de los ladrillos de la pared de diferentes formas. Cuando un aroma llamo mi atencion detuve mi paso bruscamente. Alce la mirada rapidamente para ver de donde provenia, estaba no muy lejos de donde me encontraba. Subi hacia el mismo tejado caminando por este con cautela fijandome en los alrededores con un paso firme pues se notaba todo iluminado a mi paso. Me detuve donde parecia haber sangre fresca quedandome alli pasando mis dedos por lo que era el fresco liquido pero no veia a nadie por alli seguramente era una emboscada. Volvi a ponerme en pie poniendome alerta hasta que me centre en el latido de un corazon proximo.- Muestrate.- exiji.

por **Erwin Helstorm** Vie Nov 02, 2012 6:20 pm

Cuando observó una figura femenina adentrarse en el callejón supo que la criatura había mordido el anzuelo. Aquel truco era infalible en la mayoría de los casos, pues los vampiros eran criaturas esclavizadas por sus vicios en su mayoría. Y su principal vicio era la sangre de los inocentes.
Observó a la fémina desde el balcón, aunque no tardó en percibirle, aquella era la desventaja de los humanos, que albergaban vida en su interior y esta se podía oler y sentir.
Ante su exigencia bajó del balcón de un salto, aterrizando de pie cubierto con su capa. Allí quedó espectante, buscando su mirada, la que le delataría definitivamente. Se acercó hasta una distancia prudencial antes de sacar de entre sus ropas un revólver y amartillarlo con su chasquido característico.
La suela de sus botas sonaba en los adoquines del callejón, produciendo un ligero eco contra las paredes de este.
Apuntando al suelo con el arma para no mostrar hostilidad por el momento habló.

-Sabía que acudirías

Dijo amistosamente aunque sin mostrarlo en exceso, quedando más bien como una afirmación.

-Hace unos días alguien mordió a un joven de este distrito, ¿Sabe algo al respecto?

por **Brie Di Calvio** Mar Nov 06, 2012 1:43 pm

Mantuvo la tension de su cuerpo incluso por mas que vio aquella muestra se sangre sabia que algo no iba bien, giro su rostro en busca de quien era el propietario de aquella sangre que la habia engañado, dejo ver sus colmillos de una sola sentencia de muerte se tratara. Sus ojos se fijaron lentamente en los alrededor con el olor a hhumano que emanaba en ese momento. Lo vio y se quedo observandolo con sus ojos color miel y una sonrisa que dejo ver sus colmillos amenazadores, el chasquido de su arma no hizo mucha mella en ella, ni siquiera temia pero porque ahora encontraba un cazador despues de haber evadido los del bosque. Pecaba de avariciosa cuando a la sangre se referia, incluso de algo mas alla.

Su cuerpo fue descubierto por su cama que se quedo tras sus hombros incluso la capucha cayo ante él dejando ver su rostro blanquecino con los ojos de color carmin marcados.- Porque me acusais a mi sin tener pruebas referentes, el ser vampira no me implica que sepa de la muerte de esos seres.- se encogio de hombros pero aun a ser tenia la culpa y lo sabia, mas no pensaba darse por descubierta ante un humano que era cazador, sabia que le costaria su vida y no la iba a entregar.- quien sois para juzgar quien vive o muere? sabeis bien que sin sangre nosotros morimos con lo cual jugais a ser dios.- analizo detenidamente al cazador con su mirada.

por **Erwin Helstorm** Mar Nov 06, 2012 2:12 pm

Observó los colmillos durante unos instantes previos a volver a fijarlos sobre sus ojos que ahora habían tomado un color distinto, un rasgo típico de los vampiros, cambiar el color de sus pupilas cuando sienten su alimento cerca o alguna amenaza. No se inmutó ante los colmillos, sino que continuó acercándose seguro. Otro peligro de aquellas criaturas era su gran facilidad para la manipulación, sobretodo a la hora de alterar e interferír en las emociones de los humanos.

-O quizás si, los humanos somos desconfiados, por eso estoy yo aquí...aunque no temaís, vengo a juzgaros en primer lugar

Desconfiaba de cada movimiento de ella, aunque sabía que si dejaba traspasar el más mínimo atisbo de duda podría usarlo en su contra. Su escudo era una cabeza fría y una idea clara, intentaría sonsacarla todo lo que pudiera y dependiendo del rumbo que tomasen los acontecimientos tomaría una decisión. A decir verdad es bella, la joven, por lo menos físicamente, era hermosa y de cuerpo estilizado por un corsé. En ese aspecto no dudaba.

-Da la casualidad que los seres humanos también, y la sangre...nuestra sangre, no corre por nuestras venas para que os sirvamos como ganado, podríais probar a vaciar a la escoria de nuestra raza como hacen otros de vuestra especia, pero dejad a los inocentes continuar con sus vidas sin más temores que los que ya sufren a manos de los de su especie.

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