Rosa, rosae (Privado)

por **Teniente Lecrerc** Miér Nov 07, 2012 9:01 am

Las calles estaban tranquilas, aquella noche Lecrerc había ido a dar una vuelta con su elegante uniforme de oficial blanquiazul y su fajín rojo. Su sable en una funda blanca y dorada le colgaba del lado derecho de la cintura. El elegante revólver plateado con tambor cubierto se encontraba en una funda de cuero negro en su costado izquierdo, y la fusta negra asomaba por su bota izquierda. Lo único que no era reglamentario en su uniforme era una rosa que se encontraba en el pecho de la guerrera.

Continuó su paseo nocturno mientras silbaba una canción española del recién creado cuerpo de la Guardia Civil.

Miró su reloj dorado que llevaba en su bolsillo interior, vaya, no era tan tarde, las nueve y media de la noche, sin embargo por aquella callejuela no había nadie, salvo alguna pareja de enamorados paseando y cosas por el estilo.

por **Brenda D´Or** Miér Nov 07, 2012 11:28 am

Aquella habia sido perfecta para una escapada.
Sofia habia terminado harta de las constantes tiranias que la sometia su madre , por no decir de las incontables horas que se pasaba escoltada por sus damas de compañia como si fuera el tesoro nacional.
Por dentro, lo entendia. Su integridad no debia quedarse comprometida o no encontraria buen partido. Pero sabia que ella buscaba algo mas que un buen yerno, buscaba poder vanagloriarse frente a toda la sociedad. El tema le habia comezado a resultar aburrido, desde que habia cumplido 10 años y en su fuero interno habia comenzado a crecer un espiritu rebelde dentro de ella, tan fiero y fuerte que la habia empujado de la cama y le habia hecho crear con sus sabanas una perfecta soga a tan temprana edad.
Ya despues de haber practicado unos cuantos años , ahora era toda una experta a la hora de camuflarse en la oscuridad y podia permitirse pasear por las deserticas calles de paris bajo el cielo nocturno.

Asi, ella se paseaba envuelta entre el frio y las estrellas parisinas aunque iba particularmente distraida.
Accidentalmente, se tropieza con alguien en medio del camino y tropieza, lastimandose el tobillo pero su instinto protector la obliga a mirar directamente al suelo y murmurar :

-Oh, lo siento.. disculpe sr...

Murmuraba mientras trataba de pasar desapercibida con un siseo de dolor

por **Teniente Lecrerc** Miér Nov 07, 2012 2:54 pm

Oh, otra jovencita, ¿la gente en París se tropezaba tanto con los militares? ¿Lo harían a posta? ¿Sería una señal para una emboscada de la facción lealista al Rey? En todo caso, se puso en guardia, pero sujetó a la señorita para que no se cayera.

-Mil perdones, no miro por donde voy, permítame, soy Guillé Lecrerc, Teniente de Caballería...- se había presentado demasiado rápido, tal vez un impulso...o algo, qué más daba - siento el accidente, permítame ver si está bien...- así que se agachó y se puso a la altura del tobillo de la joven y lo palpó con sus dedos con cuidado - ¿Duele?- pensó un rato y recapacitó - ¿Qué hace alguien como usted en una calle como esta?

Las ropas de la joven destacaban su alto rango, y probablemente, poseyera una fortuna, así que era raro que no fuera con compañía o escolta.

por **Brenda D´Or** Mar Nov 27, 2012 1:42 pm

La prisa agitaba los movimientos de la joven como una fugitiva que huia de la ley. La inquietud no dejaba de agitarle pecho, probablemente atormententandola con un subidon de adrenalina y la estupida conciencia que no dejaba de decirle que diera media vuelta y se fuera a la seguridad de su hogar puesto que las calles de paris no eran lugar para una señorita de alta clase como ella. De hecho, estuvo a punto de hacerlo hasta que se tropezó con un estupido guardia aburrido que no tenia nada que hacer mas que merodear por las calles de Paris.. como si el peligro estuviera afuera y no dentro de las casas...menudos ignorantes.
Sin embargo, al verle mejor a la luz de una vieja farola pudo distinguir que no era un guardia normalucho.. era un Coronel o algo muy parecido aunque no se podia decir bien, puesto que su vestimenta era muy rara. Eso solo hizo que el recelo que antes sentia, se acentuara mucho mas y retirara firme pero delicadamente el pie, hasta que un toqueteo de sus dedos hizo que diera un respingo adolorido y alejara el pie de un tirón mientras resoplaba con fastidio. Tendria que deshacerse de ese hombre lo antes posible o sino no podria disfrutar de su escapada nocturna.

-No sr, no duele. Solo que el tobillo quedo un poco dolido por el tropézon, no es nada.

Murmura usando una voz y una sonrisa amable y formal hasta que el segundo comentario del sujeto le provoca otra mueca de fastidio.Habia sido una estúpida, no se habia cambiado de ropa y obviamente habia disparado la alarma.. por no mencionar que habia dejado su capa encima de la cama. Asi que sus planes de pasar desapercibida se habian ido al garete. Asi que tenia que formular otro plan..

-Seria una falta de respeto no apreciar lo que nos regala Nuestro Señor. Es muy raro tener un cielo tan despejado y tan lleno de estrellas... es un pecado no disrutar de una noche como esta, no le parece?

Le replica haciendo uso de su encanto femenino, apelando a la galanteria del buen Sr para que no le arruinara la excursion.

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