Descansamos en Paz (Alein Bennett)

por **Anker De Lautréamont** Miér Nov 21, 2012 4:42 pm

Siempre busco lugares tranquilos, lejos de la gente, lejos de los otros, de todo. Elegí el cementerio porque ¿A quién se le ocurre ir a un cementerio a altas horas de la noche? Tal vez a alguna bruja o tal vez no, tal vez sepa que los bebedores de sangre también caminamos por allí y les representaría un riesgo. Sea como fuera, ignoraría al que se me cruzara en el camino y que desde luego no me representara alguna amenaza, de ser así evidentemente atacaría. Traté de no verme demasiado cubierto aunque me desagradaba, la cuestión es que por esta época en Francia es verano y me iba a ver obligado a caminar por varias calles posiblemente más transitadas y detesto llamar la atención.

Ingresé al cementerio para "Descansar en Paz" como los humanos creen que hacen sus muertos y recordé que la última vez que estuve allí fue el invierno pasado. Cada tumba estaba cubierta por nieve y las altas cruces por escarcha helada que le daba una impresión más grandiosa a cada lápida, incluso era aún menos probable que asistiera cualquiera.

En la parte trasera del cementerio, había un mausoleo, mi favorito por estar decorado con copias de obras de arte de hace muchos años y bastante cuidado por las visitas frecuentes que tenía. Abrí las puertas sin destrozarlas e ingresé para sentarme junto a la tumba de siempre. Si algún día los muertos revivieran, aquél cadáver me conocería más que cualquiera, por lo general le hablaba... en realidad hablaba sólo pero me gustaba pensar que aquél cuerpo pútrido y deforme me escuchaba sin decir nada. Empecé a ensimismarme, hasta que unos pasos bastante suaves me desconcentraron, era obvio que era un inmortal, caminaba demasiado suave para que unos simples oídos humanos lo notaran. Me mantuve sereno y esperé que pasara de largo y sencillamente me ignorara. No sé si sabía de mi presencia, pero en donde estaba yo, alcancé ver su sombra, deteniéndose...

por **Alein Höhner** Miér Nov 21, 2012 5:14 pm

No entendía que sucedía conmigo, tal vez estaba poniendo demasiada atención a todo cuanto me rodeaba y eso me producía un agotamiento mental importante, en busca de algo de tranquilidad, llegué al cementerio. No supe cómo ni porqué, pero ya que estaba ahí, recorrí los pasajes y observé algunos rincones. A la distancia vi a un hombre guapo y con una postura demasiado erguida para ser humano, lo ignoré y seguí mi camino por varios minutos, la curiosidad por encontrar a alguien como yo, me llevaba a su paraje en cada curva, finalmente me detuve frente al mausoleo en el que se encontraba, ahora incluso estaba molesta por haber interrumpido mi silencio y hacerme ir hasta ahí, podría acusarle de nada y todo. Mi debate interno me robó una amplia sonrisa, no era como acostumbraba a ser, pero nada durante la última semana había sido así. Sin cruzar el umbral, hice una leve reverencia, dejé parte de mis pensamientos expuestos y así nos evitábamos un enfrentamiento innecesario; pues yo no quería atacarle.

por **Anker De Lautréamont** Sáb Nov 24, 2012 1:06 am

Después de notar su sombra, observé que dio un paso más prácticamente sin cautela, como si nada. Era una mujer, otro vampiro. Había tenido no sé si la osadía o el descaro de irrumpir como si estuviera en un café y quisiera saludar al único cliente en el lugar, aunque el cementerio claramente no se parecía a un lugar donde se hicieran amistades y el mausoleo no sería la mesa para conversar. Hay algo característico de mí, y es que si encuentro un lugar donde encontrar tranquilidad y soledad al tiempo, me vuelvo receloso con ello, no deseo ser interrumpido y pretendo aún menos amistar con ninguna especie aunque sea vampiro e incluso rechazo la caza por amor a la paz personal, ese es el motivo que me lleva a trasladarme a ese tipo de lugares con la menor necesidad de sangre posible. A pesar de ello, alcancé a notar de reojo su reverencia, como si fuese ese su saludo y no se atreviera a hablar sabe Dios porqué. Podría haberla ignorado, sí, sólo por la molestia que me causaba ser interrumpido, pero mi educación pesaba más que mi orgullo; podría haberla matado por su imprudencia, pero era una mujer, vampiro pero al final mujer, así que no me atrevería a caer tan bajo sólo por mi búsqueda de tranquilidad. No tuve opción dados mis principios, volteé mi rostro dándole por completo mi atención, o así lo parecía y entonces fue que emití un saludo educado pero de todas maneras frío:

- Buenas noches, Mademoiselle. Dígame, puedo ayudarla en algo?-

No necesitaba mayor explicación, a buen entendedor pocas palabras. Siempre preferí a la soledad como compañera y esta no era la excepción, de serlo, no estaría en un cementerio y además dentro de un mausoleo, sino que me hubiese ido a la plaza central, a caminar por cualquier callejón o para llamar aún más la atención al teatro de los vampiros o algo por el estilo. Las cosas conmigo siempre son obvias, quiero o no quiero, es o no es, simple. Le mantuve la mirada fija a pesar de su encanto femenino y mantuve mi rostro sin la más mínima modificación en su expresión como me era tan natural. Sencillamente esperaba algo y es que esta mujer comprendiera lo que todo mi ser expresaba, pero eso lo diría el tiempo, pues, a decir verdad, no sé con que intención se acercó a mí de esa manera.

por **Alein Höhner** Sáb Nov 24, 2012 2:04 am

De cerca, las cosas no cambiaron, seguía con su postura muy rígida que ciertamente me desagradaba, la sonrisa de mis labios se borró y me erguí luego de mi saludo. Nunca hablaba de primera, al menos que me interesara en demasía la persona frente a mi, lo oí y noté en su voz cierta calma y desinterés. Observé las paredes y sus detalles, entendía ahora que hacía ahí, no entendía cómo mostrándose tan caballero, llevaba una bestia tan posesiva dentro. Ésta noche había salido en busca de algo de paz, lo había culpado por la interrupción cuando habían sido mis propios pasos los que me habían llevado ahí. Quería saber su nombre y porqué no le había visto antes. Solía pasar mis noches en el borde de algún lago silencioso, en los bosques o en alguna parte con muy poca concurrencia cuando me sentía abrumada, otras; me infiltraba como una más entre el gentío y la bulla.

Era mi primera vez en el cementerio, le había rehuido por encontrar que en la forma que estaba, me parecía más a alguno de esos cadáveres que a quienes tenían un corazón latente o emanaban calor de su cuerpo. No sé muy bien que me llevó hasta este lugar, pero lograba entender su quietud, el silencio y la tranquilidad, ni bien ni mal, quizás esa era la clave. Entonces saludé. -Buena noche- Así terminé de comprender que lo que había estado buscando yo. Lo tenía aún a su lado y que era por lo que había ido él hasta ahí. Era una intrusa en su santuario. Lo vi con una mirada sincera y profunda, seria. Si otro hubiera sido el escenario, si otros hubieran sido mis motivos para ir ahí, habría hecho de nuestro encuentro algo diferente. Ahora solo me quedaba dejarlo en paz.

-No necesito nada, no ahora ni aquí, lo siento.-

por **Anker De Lautréamont** Lun Dic 03, 2012 12:23 pm

La manera que tuvo para responder me produjo una sensación extraña. Era como si gritara que aunque me esforzara había sido un completo grosero dadas las intenciones de aquella vampiro. Tal vez eran ideas mías, pero su disculpa me hacía retornar a la idea anterior. Se suponía que debía estar satisfecho, voltear el rostro tras decir cualquier cosa, un "está bien" o lo que sea, pero a cambio me quedé pensativo. Era posible que sólo caminara y haya sentido mi presencia y se acercara por curiosidad, aunque eso no le quitaba el enorme grado de imprudencia de su parte. Más que nada porque si bien se encontró conmigo que mantengo mi postura, se pudo haber encontrado con otro que no le perdonara su intromisión. Como sea, mantuve mi gesto sereno y respondí con la menor mala gana posible:

- Está bien, no hay problema.-

Con eso yo hacía lo mío de seguir mis principios y permanecer en paz. Ya ella vería si le apetecía irse o darse un paseo por el cementerio, Finalmente no era mío. Tal vez el mausoleo era algo así, pero los alrededores no. Yo habría podido permanecer aunque el cementerio se plagara de inmortales, podría hacerlo sin nos ignorábamos y eso era fácil para mí, aunque no se había dado antes el caso, de hecho, es la primera vez que cruzo mi mirada con otro inmortal en este lugar. Otra cosa me dejó pensando. Yo la veía tranquila e incluso ingenua para ser un vampiro, pero ¿Que tal si el ingenuo era yo? ¿Que tal si tuviera alguna intensión macabra aquella noche? Dicen que en la violencia y en la venganza, la mujer es más bárbara que el hombre. Esa puede ser la cruz de muchos algún día, ese podría ser mi paga si es que no estoy pendiente de todo, si confío como si nada, sin garantías y sin esfuerzos de la otra parte por ganarse mi confianza. Recordé entonces lo que me dijo alguna vez quién me creó: "Piensa mal y acertarás. O al menos lograrás que tu existencia sea más extensa." Hice acopio de ello y mantuve mi mirada en la mujer, incluso, no la desviaría hasta que dejara de sentirla cerca. Es como citaba el dicho: "Mejor prevenir, que lamentar". Ya como siempre el tiempo lo diría todo, o al menos aclararía un par de dudas.

por Contenido patrocinado

Descansamos en Paz (Alein Bennett)

Descansamos en Paz (Alein Bennett)

Re: Descansamos en Paz (Alein Bennett)

Re: Descansamos en Paz (Alein Bennett)

Re: Descansamos en Paz (Alein Bennett)

Re: Descansamos en Paz (Alein Bennett)

Re: Descansamos en Paz (Alein Bennett)