Adrian Bennett

 
Nació en Tampere, Finlandia, hijo de una mujer de clase alta, producto de una violación, siendo entonces un hijo no deseado.
 
Su madre tuvo que lidiar con la crítica de sus conocidos, pese a todo, llego al termino del embarazo, dando a luz a un pequeño de ojos azules y hermosa belleza, y desde entonces se dio cuenta que pese a la desafortunada forma de haber sido procreado, lo amaba.
 
Tiempo después, con los años, una desgracia mas cayó sobre la familia de Adrian,  descubriendo a los cuatro años que era un ser no humano, maldecido por el pecado en que había sido concebido.
 
Su madre entristecida por ese hecho, partió junto con su hijo y su familia hacia París, criándolo los siguientes años como un pequeño burgués dueño de un título nobiliario que habían logrado obtener dado el matrimonio de la madre de Adrian y un conde Italiano, el cual acepto la responsabilidad de mantener y cuidar a Adrian y a su madre.
 
Era joven, no más de nueve años, cuando la desgracia llego nuevamente a su vida, siendo testigo del asesinato de su madre y al noble hombre que conocía como su padre. Después de la desgracia el quedo a cargo de la familia de su padrastro, los cuales lo aceptaron con los brazos abiertos, aun que no a todos les fue agradable recibirlo.
 
Siendo olvidado por la familia de su madre que lo consideraban solo una maldición, creció entre dos mundos, el de sus "abuelos" paternos y el de sus "tíos", entre el amor que le brindaban los primeros y el desprecio y maltratos de los cuales era víctima por parte de los segundos.
 
Esto le provoco demasiados conflictos emocionales, aunados a que sus compañeros también lo ofendían, especialmente por su afeminada apariencia y al hecho de que muchos supieron de sus verdaderos orígenes.
 
Hijo de una violación...
 
Un niño sin padres al que solo cuidaban por lastima.
 
Aun así seguía y busco formas de escapar, creándose una coraza que aparentaba ser alegre y feliz, aun que por dentro se hundía en lágrimas, cuando estaba solo.
 
Conoció en algún momento el amor, de un joven estudiante de la universidad, un letrado el cual le escribió poemas de amor, alargadoras palabras dedicadas a su belleza, aun que todo termino cuando aquel joven consiguió tomarlo, saciar sus oscuras pasiones carnales con él, dejando a Adrian, un joven de catorce años mas destrozado y solo que antes.
 
Siguió en su vida, aprendiendo a fingir ser lo que sus abuelos querían, un jovencito ejemplar el cual por las noches a escondidas escapaba para actuar en los teatros del Boulevard du Temple, algo que para alguien de su clase es mal visto, pero para el resulta ser un pasatiempo muy divertido, al igual que atraer a los hombres que encontraban en él,  el perverso placer de tomar a un ser de apariencia casi angelical, perfecto en todos aspectos, alguien con quien la culpa de cometer el pecado de sodomía, no les resulte tan aberrante y de esta forma tener una escusa para “borrar” las marcas que dejo su amado.
 
Si bien, aquella profesión solo le ha traído aparentes problemas, mas por las habladurías de la gente de clase alta, gente hipócrita que solo buscan formas de denigrar a los propios, ha encontrado ciertas ventajas en ser actor y tener contactos, logrando descubrir y después de tanto indagar la naturaleza de su verdadero padre, un hombre sueco llamado Leandro Bernadotte, de quien se decía era descendiente de Vikingos, de una raza de guerreros con dotes especiales, a los que los reyes usaban como su guardia personal, su padre era uno de esos hombres llamados “Berseker” y había sobrevivido mucho tiempo hasta encontrarse con su madre y desde entonces no se había vuelto a hablar de el, los rumores de su existencia se perdieron en el tiempo y solo quedaban historias, mas del tipo leyenda que hablaban del berseker y su amada humana finlandesa. Enkeli, era el nombre de la humana, quien también desapareció casi al mismo tiempo que Leandro, de quien se decía, había muerto.

Quizás la historia hubiera quedado como una simple leyenda venida de actores extranjeros que trabajaban temporalmente en el mismo teatro que Adrian, pero aquel nombre, Enkeli y el apellido que ella portaba, o por el cual se le conocía antes de casarse con su padrastro, le dieron las respuestas. Esa era la historia de su madre y el berserker al que se le acusaba de un acto cruel que lo condenaría de por vida y eso era algo que el no comprendía, por que supuestamente el era producto de una violación y no de un amor real o aparentemente eso decían los rumores, entonces quizás, su madre se había visto obligada a mentir y denigrarse por salvar su vida y la de Adrian y quizás, esa era la razón de su asesinato posterior y de que la familia de su padrastro no sintiera afecto real por él. No lo sabía y no buscaba respuestas, no hasta que escucho la historia de aquel berseker y su amada, y ahora estaba resuelta su maldición, el no había sido castigado por dios, mas bien, había heredado un don de dioses antiguos, el mismo don de su desaparecido padre, de transformarse en un poderoso animal para defender a los suyos.

Pertenencias:

-Estudia Comercio y Leyes en la universidad de Paris.

-A veces suele vestir de mujer, usando un poco de maquillaje para acentuar más su apariencia femenina, aun que siempre ha tenido apariencia de una señorita usando ropas de hombre, aun que eso le ayuda mucho en su profesión secreta de actor y cantante.

-Ama los felinos, no solo por el hecho que esta es su forma animal y usa esa "maldición" como la llaman sus abuelos maternos, como su forma de poder escapar por las noches y seguir con esa doble vida a la que se dedica.

-Sus abuelos paternos saben sobre su "Don" como ellos le llaman, aun que tampoco aceptan del todo dicho evento en la vida de su nieto.

-Habla tres idiomas, el Finnes, Frances y Español.