AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Algo de distracion. [Santana Lopez]
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Algo de distracion. [Santana Lopez]
Me encontraba aburrida en casa, hoy no tenía ganas de nada, incluso le había pedido a los sirvientes que me dejaran sola que si querían tomasen la noche libre, solo le había pedido a la cocinera que si iba a tomar mi palabra que me dejara algo comestible en la mesa y que no necesitase que la calentara, pues nadie queríamos un accidente con fuego involucrado.
Cuando el ultimo sirviente vino a avisarme que se retiraba me sumí en el sillón aun mas enfrente de la chimenea, desde la muerte de mis padres me sentía deprimida, no lograba quitarme de la cabeza que debí haberme quedado esa noche en casa; sabia de sobra que los sirvientes estaban preocupados por mí gracias a la empatía; Suspire, pues ahora que no había emociones a mi alrededor me sentía mucho mejor y más dueña de mi misma.
Después de un rato donde mis pensamientos daban vueltas entre si y sintiéndome con ganas de salir me empecé a arreglar, esto siempre me levantaba el ánimo y quizás pasase por el burdel un rato, aunque realmente no tenía muchas ganas y eso era extraño en mi. En fin debía de ser que otra vez estaba cercano mi cumpleaños y la muerte de mis padre.
Busque entre mis vestidos nuevos cual podía ponerme y me decidí por un rojo oscuro con bordados negros a las orillas y tirantes de encaje del mismo color, un vestido realmente hermoso, algo vaporoso pero una vez puesto me di cuenta de que estaría perfecto para ir al teatro, después de todo tenía tiempo que no iba y siempre me había encantado, era de las cosas que mas disfrutábamos como familia pues a mis padres siempre les había encantado salir juntos y me habían inculcado el gusto por el teatro y las artes desde muy pequeña.
Cuando salí de casa completamente arreglada con aquel vestido que me quedaba a la medida, con zapatillas de tacón bajo que estaban ocultas gracias al vestido y con un peinado recogido que mi nana me había enseñado a hacer me di cuenta que había despachado a todos los sirvientes y suspire, quizás lo mejor sería regresarme, levante un poco el vestido con mis manos y justo cuando iba a ir a por un sirviente caí en cuenta de que el teatro no estaba tan lejos y que podría llegar caminando sin problemas.
Salí de la mansión y me dirigí a pie tranquilamente por las calles de parís hacia donde estaba el teatro, después de todo ¿a que podía temerle alguien como yo? aparte de trabajar por gusto en un burdel podía controlar a las personas, incluso a los vampiros, claro siempre y cuando no estuviera tan alterada como la noche de mi cumpleaños, así que no había nada que pudiese temer en las calles de la cuidad.
Tras caminas por un rato llegue serenamente al teatro y vi que estaba expuesta la obra de "Los miserables" y sonreí, una obra son duda extraordinaria, llegue a la entrada y compre mi pase, - Merci- dije despidiéndome del joven que acababa de venderme el ultimo un pase exclusivo para la obra, aunque no tanto como quería, al parecer iba a haber alguien más en el balcón conmigo, genial, ahora que no quería estar con personas.
Empezó la obra poco después de que llegase yo, ni siquiera puse atención si la persona con la que compartiría el sitio estaba ya allí. La obra fue maravillosa y me hizo llorar al recordar a mis padres y como se amaban y me amaban. Para cuando termino la obra estaba llorando así que sin mas salí lo mas rápido del cine antes de que algo fuese mal y me viese expuesta ante las personas ya que tendía a encandilar a los demás cada vez que estaba triste o necesitaba ayuda, era como si el don funcionase solo cada vez que necesitase de alguien.
Cuando llegue afuera del teatro sabia que las demás personas se iban a quedar a la despedida y presentación de los actores así como para las fotos de los periódicos o cualquier cosa. Respire una gran bocanada de aire, se sentía bien estar afuera y que nadie me viera en el estado actual de melancolía que me encontraba.
Cuando el ultimo sirviente vino a avisarme que se retiraba me sumí en el sillón aun mas enfrente de la chimenea, desde la muerte de mis padres me sentía deprimida, no lograba quitarme de la cabeza que debí haberme quedado esa noche en casa; sabia de sobra que los sirvientes estaban preocupados por mí gracias a la empatía; Suspire, pues ahora que no había emociones a mi alrededor me sentía mucho mejor y más dueña de mi misma.
Después de un rato donde mis pensamientos daban vueltas entre si y sintiéndome con ganas de salir me empecé a arreglar, esto siempre me levantaba el ánimo y quizás pasase por el burdel un rato, aunque realmente no tenía muchas ganas y eso era extraño en mi. En fin debía de ser que otra vez estaba cercano mi cumpleaños y la muerte de mis padre.
Busque entre mis vestidos nuevos cual podía ponerme y me decidí por un rojo oscuro con bordados negros a las orillas y tirantes de encaje del mismo color, un vestido realmente hermoso, algo vaporoso pero una vez puesto me di cuenta de que estaría perfecto para ir al teatro, después de todo tenía tiempo que no iba y siempre me había encantado, era de las cosas que mas disfrutábamos como familia pues a mis padres siempre les había encantado salir juntos y me habían inculcado el gusto por el teatro y las artes desde muy pequeña.
Cuando salí de casa completamente arreglada con aquel vestido que me quedaba a la medida, con zapatillas de tacón bajo que estaban ocultas gracias al vestido y con un peinado recogido que mi nana me había enseñado a hacer me di cuenta que había despachado a todos los sirvientes y suspire, quizás lo mejor sería regresarme, levante un poco el vestido con mis manos y justo cuando iba a ir a por un sirviente caí en cuenta de que el teatro no estaba tan lejos y que podría llegar caminando sin problemas.
Salí de la mansión y me dirigí a pie tranquilamente por las calles de parís hacia donde estaba el teatro, después de todo ¿a que podía temerle alguien como yo? aparte de trabajar por gusto en un burdel podía controlar a las personas, incluso a los vampiros, claro siempre y cuando no estuviera tan alterada como la noche de mi cumpleaños, así que no había nada que pudiese temer en las calles de la cuidad.
Tras caminas por un rato llegue serenamente al teatro y vi que estaba expuesta la obra de "Los miserables" y sonreí, una obra son duda extraordinaria, llegue a la entrada y compre mi pase, - Merci- dije despidiéndome del joven que acababa de venderme el ultimo un pase exclusivo para la obra, aunque no tanto como quería, al parecer iba a haber alguien más en el balcón conmigo, genial, ahora que no quería estar con personas.
Empezó la obra poco después de que llegase yo, ni siquiera puse atención si la persona con la que compartiría el sitio estaba ya allí. La obra fue maravillosa y me hizo llorar al recordar a mis padres y como se amaban y me amaban. Para cuando termino la obra estaba llorando así que sin mas salí lo mas rápido del cine antes de que algo fuese mal y me viese expuesta ante las personas ya que tendía a encandilar a los demás cada vez que estaba triste o necesitaba ayuda, era como si el don funcionase solo cada vez que necesitase de alguien.
Cuando llegue afuera del teatro sabia que las demás personas se iban a quedar a la despedida y presentación de los actores así como para las fotos de los periódicos o cualquier cosa. Respire una gran bocanada de aire, se sentía bien estar afuera y que nadie me viera en el estado actual de melancolía que me encontraba.
Xiamara Kattalakis- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 24/11/2012
Localización : En algun ligar de Francia.
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Estaba por casa, dando vueltas por las habitaciones, todavía no se había decidido por que hacer ese día cuando por fin pudiera salir de su cautiverio. La mansión que la confinaba en las horas diurnas se le hacía pequeña, solo tenía ganas de salir, ya había agotado todos los recursos para estar entretenida y la cosa no acababa ahí, ese día no vería a cierta persona y eso la ponía un poco más de mal humor si cabía. Al final, vio en una de las mesas del recibidor un pase para el teatro, al parecer uno de sus clientes se había acordado de que a Santana le gustaba el teatro y le había enviado una entrada como agradecimiento por ayudarlo en su caso.
Vio el cielo abierto, por fin tenía una excusa para salir sin tener que merodear por la calle, subió corriendo a su habitación a prepararse. Ya que iba al teatro debía ataviarse con unas ropas adecuadas para la ocasión. Por supuesto en su guardarropa no había nada que fuera de poca monta, pero igualmente había que saber que ponerse en cada situación. Optó por uno de sus vestidos rojos que hacían que su piel morena resaltara, con un escote no demasiado atrevido pero tampoco algo recatado. Se dirigió al tocador para arreglarse el cabello mientras su gata la miraba desde la cama. Terminó dejándose el pelo suelto con ondas ya que nada la convencía lo suficiente, se levantó del tocador y giró mirándose al espejo- ¿qué te parece Miss Muffet?-le preguntó a la gata sonriente y acarició levemente su cabeza mientras esta dejaba escapar un ronroneo.
Después de estar preparada anunció que iba a salir y que por favor la llevaran pero que no hacía falta que la fueran a recoger, ya que salía aprovecharía para alimentarse que ya le iba haciendo falta. El cochero la llevó hasta la puerta del teatro y le abrió la puerta, nada más bajar Santana ya empezaba a captar miradas, ante esto solo pudo sonreír de manera altanera tan típica de ella. Se despidió de su cochero y se encaminó hacia dentro, en la entrada le dio su pase al chico que había y este le indico su sitio. Al parecer le tocaba compartir lugar con otra persona, aunque esta ni se percató de su presencia.
La obra estuvo simplemente sublime, no se podía describir de otra forma, la obra en sí era una maravilla pero la compañía teatral estuvo a la altura de la obra. Mientras aplaudía notó como su acompañante estaba llorando y sin esperar un segundo en cuanto terminó la obra salió literalmente corriendo afuera del edificio. Se encogió de hombros y no le dio ninguna importancia. Cuando salió del lugar, se quedó en la puerta durante unos minutos decidiendo donde ir para alimentarse, hasta que volvió a ver a la chica que antes la había acompañado en el teatro. Se quedó mirándola por un minuto, se notaba a la legua que no estaba bien, y como Santana ahora era feliz y no tenía nada más importante que hacer, bueno debía cazar pero tampoco le iba la vida en ello, se acercó a ella con cautela y le tendió un pañuelo para que se limpiara ligeramente la cara- ¿puedo ayudaros en algo?-definitivamente no tenía muy claro por qué últimamente ayudaba a todo aquel que viera en problemas o con mal estado sentimental.
Como era natural en ella comenzó a hacer su pequeño análisis para saber más o menos con quien hablaba, no le gustaba estar desprevenida. De su ligero escrutinio solo sacó en claro que la chica que tenía enfrente no era del todo humana, y por supuesto que era de alta clase. Tampoco entendía por qué últimamente nada más que se encontraba con gente que no eran precisamente muy normales, es decir, humanos completamente. Pareciera que los que son de otros mundos siempre son atraídos por los de otros mundos, aunque eso a veces era bueno pues podían llegar a comprenderse mejor.
Vio el cielo abierto, por fin tenía una excusa para salir sin tener que merodear por la calle, subió corriendo a su habitación a prepararse. Ya que iba al teatro debía ataviarse con unas ropas adecuadas para la ocasión. Por supuesto en su guardarropa no había nada que fuera de poca monta, pero igualmente había que saber que ponerse en cada situación. Optó por uno de sus vestidos rojos que hacían que su piel morena resaltara, con un escote no demasiado atrevido pero tampoco algo recatado. Se dirigió al tocador para arreglarse el cabello mientras su gata la miraba desde la cama. Terminó dejándose el pelo suelto con ondas ya que nada la convencía lo suficiente, se levantó del tocador y giró mirándose al espejo- ¿qué te parece Miss Muffet?-le preguntó a la gata sonriente y acarició levemente su cabeza mientras esta dejaba escapar un ronroneo.
Después de estar preparada anunció que iba a salir y que por favor la llevaran pero que no hacía falta que la fueran a recoger, ya que salía aprovecharía para alimentarse que ya le iba haciendo falta. El cochero la llevó hasta la puerta del teatro y le abrió la puerta, nada más bajar Santana ya empezaba a captar miradas, ante esto solo pudo sonreír de manera altanera tan típica de ella. Se despidió de su cochero y se encaminó hacia dentro, en la entrada le dio su pase al chico que había y este le indico su sitio. Al parecer le tocaba compartir lugar con otra persona, aunque esta ni se percató de su presencia.
La obra estuvo simplemente sublime, no se podía describir de otra forma, la obra en sí era una maravilla pero la compañía teatral estuvo a la altura de la obra. Mientras aplaudía notó como su acompañante estaba llorando y sin esperar un segundo en cuanto terminó la obra salió literalmente corriendo afuera del edificio. Se encogió de hombros y no le dio ninguna importancia. Cuando salió del lugar, se quedó en la puerta durante unos minutos decidiendo donde ir para alimentarse, hasta que volvió a ver a la chica que antes la había acompañado en el teatro. Se quedó mirándola por un minuto, se notaba a la legua que no estaba bien, y como Santana ahora era feliz y no tenía nada más importante que hacer, bueno debía cazar pero tampoco le iba la vida en ello, se acercó a ella con cautela y le tendió un pañuelo para que se limpiara ligeramente la cara- ¿puedo ayudaros en algo?-definitivamente no tenía muy claro por qué últimamente ayudaba a todo aquel que viera en problemas o con mal estado sentimental.
Como era natural en ella comenzó a hacer su pequeño análisis para saber más o menos con quien hablaba, no le gustaba estar desprevenida. De su ligero escrutinio solo sacó en claro que la chica que tenía enfrente no era del todo humana, y por supuesto que era de alta clase. Tampoco entendía por qué últimamente nada más que se encontraba con gente que no eran precisamente muy normales, es decir, humanos completamente. Pareciera que los que son de otros mundos siempre son atraídos por los de otros mundos, aunque eso a veces era bueno pues podían llegar a comprenderse mejor.
Santana López- Vampiro Clase Alta
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Aunque ya estaba afuera del teatro no podía contener las lagrimas, de alguna manera la obra había movido muchas emociones en mi ser, recordé a mis padres y cuanto les encantaba venir a las diferentes presentaciones de esta tipo de obras ya que a mi madre le encantaba sentirse protegida por mi padre y a mi padre le encantaba darle gusto, es mas podía asegurar que vivía para complacerla que si yo no hubiese nacido ellos hubieran sabido ser muy felices solo con la compañía del otro.
Seguí llorando por uno minutos tratando de buscar aire o calmarme pero no funcionaba del todo pues la herida se haya abierto, tenía que irme de aquí o encontrar la manera de pasar desapercibida y entrar al teatro cuando no hubiese personas para calmarme, no quería causar un espectáculo con humanos siguiéndome o cosas así, además era sabido que aquí en parís nosotros las personas que no eran totalmente humanos eran cazados despiadadamente y claro que la peor parte nos la quedábamos los mortales ya que los demás seres pues no morían tan fácil como podría hacerlo yo.
No podía calmarme del todo cuando sentí como alguien se acercaba, no es que tuviera sentidos desarrollados ni nada por el estilo pero sus emociones eran muy distintas a las mías, quien se acercaba estaba de un estado de ánimo bastante bueno y agradable, era feliz y se podía sentir a kilómetros.
Antes de que voltease a verla vi un pañuelo enfrente mío y escuche una voz de mujer muy bonita diciéndome que si me podía ayudar en algo, suspire y limpie con cuidado y delicadeza mi rostro, cosa que me fue inútil ya que mis lagrimas no paraban por más que lo intentaba y lo intentaba y empezaba a preocuparme porque no tardaban las personas en salir del teatro y eso estaba poniéndome de nervios y no me ayudaba en lo mas mínimo.
Una vez talle mi rostro por segunda vez voltea a ver quién era quién me había ofrecido ayuda y enseguida reconocí que era una vampira, pues a pesar de que era morena su tez de porcelana la delataba, y yo bien que los conocía desde hace varios años a los de su tipo y como se veía su piel a la luz de la luna. escanee sus emociones para ver si me podía resultar peligroso cosa que no aparentaba -Si puedes sacarnos de aquí o meternos sin provocar revuelto y antes de que empiece a llamar la atención seria de ayuda, si no lo mejor sería que salieras de aquí, si no quieres que ambas llamemos la atención y que si anda un cazador o inquisidor por aquí estemos en problemas - le dice intentando respirar aunque con la voz hueca de emociones y sin vida.
Xiamara sabia a la perfección que tenía que calmarse y quizás las emociones de la vampira fueran de ayuda; una vez que termino de halar la miro a los ojos y se concentro en sus emociones para ver si así mejoraba un poco aunque solo fuese para poder salir del teatro sin hacer revuelo.
Ella sabía a la perfección que no iba a funcionar de todo eso de basarse en las emociones de alguien más pues al mas mínimo cambio de estas ella saldría seriamente afectada, pero no tenia de otra solo esperaba que la vampira se mantuviese tranquila y feliz o las cosas se pondrían muy, muy feas para ella y no quería ni siquiera pensar en las consecuencias - Xiamara Kattalakis - dice tendiéndole su mano presentándose, quizás algo descortés pero ahora mismo su cabeza no daba mucho para andar con modales - Se lo que eres y no te preocupes soy bruja - dice intentando sonar amable pero sonando bastante más seria, suspire y volví a centrarme en su felicidad pues empezaba a sentir como mis emociones regresaban algo fuerte.
Seguí llorando por uno minutos tratando de buscar aire o calmarme pero no funcionaba del todo pues la herida se haya abierto, tenía que irme de aquí o encontrar la manera de pasar desapercibida y entrar al teatro cuando no hubiese personas para calmarme, no quería causar un espectáculo con humanos siguiéndome o cosas así, además era sabido que aquí en parís nosotros las personas que no eran totalmente humanos eran cazados despiadadamente y claro que la peor parte nos la quedábamos los mortales ya que los demás seres pues no morían tan fácil como podría hacerlo yo.
No podía calmarme del todo cuando sentí como alguien se acercaba, no es que tuviera sentidos desarrollados ni nada por el estilo pero sus emociones eran muy distintas a las mías, quien se acercaba estaba de un estado de ánimo bastante bueno y agradable, era feliz y se podía sentir a kilómetros.
Antes de que voltease a verla vi un pañuelo enfrente mío y escuche una voz de mujer muy bonita diciéndome que si me podía ayudar en algo, suspire y limpie con cuidado y delicadeza mi rostro, cosa que me fue inútil ya que mis lagrimas no paraban por más que lo intentaba y lo intentaba y empezaba a preocuparme porque no tardaban las personas en salir del teatro y eso estaba poniéndome de nervios y no me ayudaba en lo mas mínimo.
Una vez talle mi rostro por segunda vez voltea a ver quién era quién me había ofrecido ayuda y enseguida reconocí que era una vampira, pues a pesar de que era morena su tez de porcelana la delataba, y yo bien que los conocía desde hace varios años a los de su tipo y como se veía su piel a la luz de la luna. escanee sus emociones para ver si me podía resultar peligroso cosa que no aparentaba -Si puedes sacarnos de aquí o meternos sin provocar revuelto y antes de que empiece a llamar la atención seria de ayuda, si no lo mejor sería que salieras de aquí, si no quieres que ambas llamemos la atención y que si anda un cazador o inquisidor por aquí estemos en problemas - le dice intentando respirar aunque con la voz hueca de emociones y sin vida.
Xiamara sabia a la perfección que tenía que calmarse y quizás las emociones de la vampira fueran de ayuda; una vez que termino de halar la miro a los ojos y se concentro en sus emociones para ver si así mejoraba un poco aunque solo fuese para poder salir del teatro sin hacer revuelo.
Ella sabía a la perfección que no iba a funcionar de todo eso de basarse en las emociones de alguien más pues al mas mínimo cambio de estas ella saldría seriamente afectada, pero no tenia de otra solo esperaba que la vampira se mantuviese tranquila y feliz o las cosas se pondrían muy, muy feas para ella y no quería ni siquiera pensar en las consecuencias - Xiamara Kattalakis - dice tendiéndole su mano presentándose, quizás algo descortés pero ahora mismo su cabeza no daba mucho para andar con modales - Se lo que eres y no te preocupes soy bruja - dice intentando sonar amable pero sonando bastante más seria, suspire y volví a centrarme en su felicidad pues empezaba a sentir como mis emociones regresaban algo fuerte.
Xiamara Kattalakis- Hechicero Clase Alta
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Mientras esperaba a que se recompusiera un poco empezó a pensar por qué estaría llorando de una forma tan… ¿melancólica? Quizás sería una buena definición. Hasta que enseguida halló la respuesta, ella misma había llorado así años antes, definitivamente era a causa de un recuerdo de alguien que se había ido. Conocía bien esa sensación y a pesar de que lo que digan es mejor no estar solo, cuando lo vives lo comprendes mejor por eso decidió seguir esperando hasta que la chica por fin se había repuesto un poco y habló.
Santana se quedó un poco shockeada por la contestación pero en todos los años de existencia había aprendido que cuando te piden algo así es mejor hacerlo sin cuestionarse nada en ese momento o las cosas se podían poner feas. Tomó a la chica del brazo y se la llevó a un callejón en penumbras donde no llamarían la atención. Allí se presentó y denotó una característica que a Santana le encantaba, ser directo.
-Santana López –tomo su mano estrechándola ligeramente y asintió ante su siguiente frase- eres directa, me gusta –sonrió mostrando ligeramente sus dientes y volvió a pensar que últimamente nada más que se encontraba con gente que estuviera fuera de los parámetros de normalidad del mundo. Se encogió de hombros, total tampoco le importaba mucho la raza de alguien. Seguía viendo a la joven un tanto alterada, y sus instintos le decían que de momento evitara el contacto físico, algo le decía que sus controles de emociones o la persuasión no servirían de mucha ayuda en este momento.
-¿Algo más que pueda hacer? –preguntó de nuevo, la verdad es que el comportamiento de Xiamara estaba haciendo que se pusiera en guardia, alguna vez alguien había usado la táctica de la persona en apuros para llamar a una presa, ella misma la había utilizado en alguna ocasión así que lo conocía de primera mano. Enseguida descartó esa idea, su instinto le decía que aunque no debía ser una confiada tampoco debía ponerse en guardia, total solo era una bruja, probablemente podría con ella. Se apoyó en la pared cruzándose de brazos sin quitarle la vista de encima, había que estar atenta, mientras esperaba que sucediera algo más o que le diera alguna indicación.
En su mente seguía rondando la idea de por qué le había dado por ayudar a la gente últimamente, si total solo era más gente que tarde o temprano moriría, bueno si no eran convertidos. Solo conseguía alargar su esperanza de vida, polvo somos y en polvo nos convertiremos. Era así para todo el mundo, independientemente de lo que fueras, puede que costara morir más o menos, pero al final siempre podías encontrar una salida a la vida.
Seguía cuestionándose si en vez de ir al teatro no debía haber ido a cazar como había planeado desde un principio, aunque si lo pensaba en profundidad tampoco lo necesitaba tanto. Cuando por fin la joven se calmó un poco Santana suspiró, por una parte estaba siendo paciente porque la comprendía pero por otra estaba desesperándola- mira no me vengas a decir que ya estás bien, porque aparte de que se nota a distancia que no es verdad, se por lo que estás pasando. Yo también perdí a alguien, te puede sonar raro que sepa más o menos que te pasa por como lloras ya lo se… -era mejor explicarse antes de que se extrañara demasiado.
Santana se quedó un poco shockeada por la contestación pero en todos los años de existencia había aprendido que cuando te piden algo así es mejor hacerlo sin cuestionarse nada en ese momento o las cosas se podían poner feas. Tomó a la chica del brazo y se la llevó a un callejón en penumbras donde no llamarían la atención. Allí se presentó y denotó una característica que a Santana le encantaba, ser directo.
-Santana López –tomo su mano estrechándola ligeramente y asintió ante su siguiente frase- eres directa, me gusta –sonrió mostrando ligeramente sus dientes y volvió a pensar que últimamente nada más que se encontraba con gente que estuviera fuera de los parámetros de normalidad del mundo. Se encogió de hombros, total tampoco le importaba mucho la raza de alguien. Seguía viendo a la joven un tanto alterada, y sus instintos le decían que de momento evitara el contacto físico, algo le decía que sus controles de emociones o la persuasión no servirían de mucha ayuda en este momento.
-¿Algo más que pueda hacer? –preguntó de nuevo, la verdad es que el comportamiento de Xiamara estaba haciendo que se pusiera en guardia, alguna vez alguien había usado la táctica de la persona en apuros para llamar a una presa, ella misma la había utilizado en alguna ocasión así que lo conocía de primera mano. Enseguida descartó esa idea, su instinto le decía que aunque no debía ser una confiada tampoco debía ponerse en guardia, total solo era una bruja, probablemente podría con ella. Se apoyó en la pared cruzándose de brazos sin quitarle la vista de encima, había que estar atenta, mientras esperaba que sucediera algo más o que le diera alguna indicación.
En su mente seguía rondando la idea de por qué le había dado por ayudar a la gente últimamente, si total solo era más gente que tarde o temprano moriría, bueno si no eran convertidos. Solo conseguía alargar su esperanza de vida, polvo somos y en polvo nos convertiremos. Era así para todo el mundo, independientemente de lo que fueras, puede que costara morir más o menos, pero al final siempre podías encontrar una salida a la vida.
Seguía cuestionándose si en vez de ir al teatro no debía haber ido a cazar como había planeado desde un principio, aunque si lo pensaba en profundidad tampoco lo necesitaba tanto. Cuando por fin la joven se calmó un poco Santana suspiró, por una parte estaba siendo paciente porque la comprendía pero por otra estaba desesperándola- mira no me vengas a decir que ya estás bien, porque aparte de que se nota a distancia que no es verdad, se por lo que estás pasando. Yo también perdí a alguien, te puede sonar raro que sepa más o menos que te pasa por como lloras ya lo se… -era mejor explicarse antes de que se extrañara demasiado.
Santana López- Vampiro Clase Alta
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
En cuanto le dije a la "joven" vampiro que me sacara de allí y después de presentarme ella no lo dudo mucho y me llevo a un callejón oscuro y solitario, quizás no fue tan buena idea decirle a un vampiro que no sabia si estaba hambriento que me llevase a un lugar más solo, pero era eso o llegar a exponerme con los demás humanos, cosa que no me agradaba, en definitiva prefería a la vampiro, al menos ella atracaría de frente, o eso fue mi pensamiento cuando nos vi en el callejón, prendimiento que rápidamente se esfumo de mi cuando ella se presento y recaí que sus emociones no me indicaban peligro ni que no pudiese controlar su sed - Mucho gusto Santana - conteste cortésmente y sonreí ante su declaración de que le gustaba que fuese directa - No tiene caso el engañarnos lo mas posible es que te hayas percatado que que no soy completamente una humana simple - Agregue, siempre había pensado que el ocultar lo que somos y que no podemos cambiar era una gran tontería, sobre todo a los nuestros, después de todo no era tan difícil que nos identificáramos.
Me quede en vuelta en mi misma por unos momentos mas, quizás era descortés pero lo necesitaba, aunque no pude evitar sonreír cuando la escuche preguntarme "algo más que pueda hacer", voltee a verla - No, muchas gracias, ya haz hecho suficiente por mi esta noche, si me hubieras dejado hay hubiese habido problemas con los humanos - dije evadiendo un poco el tema, no quería que se sintiese incomoda si sabia que podía encandilar a las personas, incluso esa podría ser la razón de que me hubiese ayudado sin pensarlo demasiado.
Después de estas palabras volví a mi misma y a respirar profundo para canalizar mis emociones y controlarlas como era debido, bueno al menos no las estaba proyectando y eso ya hablaba del gran control que seguía teniendo sobre mi don. Me quede en silencio recobrando la postura poco a poco pues en definitiva mis emociones eran decadentes hoy en día, mira que perder el control de la forma que lo había hecho en el teatro, si mis padres me viesen se preocuparían; volví a sentir un pinchazo de dolor al recordarlos pero ya estaba mas tranquila y en definitiva podría recuperar la calma aunque fuese lentamente.
Cuando Santana volvió a hablar hizo que mi burbuja personal se rompiera dejandome helada ante sus palabras pues aquí en París nadie a excepción de los empleados de siempre de la familia sabían o suponían el porque de que mi estado de animo se estuviera deteriorando conforme se acercaba mi cumpleaños - ¿Ahora quien es la directa?- pregunte quizás de forma bastante más brusca de lo que era mi intensión, suspire - Disculpa no tienes la culpa, es solo que eres la primera persona que me confronta así como lo haz hecho - empece a explicar - y si es cierto, no estoy bien, y dudo estarlo por algún tiempo, si haz pasado por lo mismo que yo entenderás que lleva mucho tiempo y lagrimas dejar ir a alguien que haz amado toda tu vida - termine diciendo a la vez que luchaba por mantenerme un poco mas firme en mi control de emociones.
Una vez que mis emociones estuvieron a un margen controlable me di cuenta que ella sentía desconfianza de mi, lo que me hizo embozar una media sonrisa bastante sarcástica, aunque no por ello poco sincera - No te preocupes esto no es una trampa ni nada por el estilo, cuando yo ataco a alguien lo hago directamente y si, se como te sientes - agrega mirandola fijamente analizando ahora mas tranquilamente su persona percatando de que era alguien interesante, al menos sus emociones y sensaciones lo eran, tenia sed pero se controlaba a ella misma, lo mas posible es que le gustara controlar su alrededor, no dejar nada suelto y que por eso aun se mantuviese algo en guardia, yo podría ayudarla pero lo mas posible es que si se percataba lo tomase a mal así que mejor deje que se fuera calmando por ella misma,
Me quede en vuelta en mi misma por unos momentos mas, quizás era descortés pero lo necesitaba, aunque no pude evitar sonreír cuando la escuche preguntarme "algo más que pueda hacer", voltee a verla - No, muchas gracias, ya haz hecho suficiente por mi esta noche, si me hubieras dejado hay hubiese habido problemas con los humanos - dije evadiendo un poco el tema, no quería que se sintiese incomoda si sabia que podía encandilar a las personas, incluso esa podría ser la razón de que me hubiese ayudado sin pensarlo demasiado.
Después de estas palabras volví a mi misma y a respirar profundo para canalizar mis emociones y controlarlas como era debido, bueno al menos no las estaba proyectando y eso ya hablaba del gran control que seguía teniendo sobre mi don. Me quede en silencio recobrando la postura poco a poco pues en definitiva mis emociones eran decadentes hoy en día, mira que perder el control de la forma que lo había hecho en el teatro, si mis padres me viesen se preocuparían; volví a sentir un pinchazo de dolor al recordarlos pero ya estaba mas tranquila y en definitiva podría recuperar la calma aunque fuese lentamente.
Cuando Santana volvió a hablar hizo que mi burbuja personal se rompiera dejandome helada ante sus palabras pues aquí en París nadie a excepción de los empleados de siempre de la familia sabían o suponían el porque de que mi estado de animo se estuviera deteriorando conforme se acercaba mi cumpleaños - ¿Ahora quien es la directa?- pregunte quizás de forma bastante más brusca de lo que era mi intensión, suspire - Disculpa no tienes la culpa, es solo que eres la primera persona que me confronta así como lo haz hecho - empece a explicar - y si es cierto, no estoy bien, y dudo estarlo por algún tiempo, si haz pasado por lo mismo que yo entenderás que lleva mucho tiempo y lagrimas dejar ir a alguien que haz amado toda tu vida - termine diciendo a la vez que luchaba por mantenerme un poco mas firme en mi control de emociones.
Una vez que mis emociones estuvieron a un margen controlable me di cuenta que ella sentía desconfianza de mi, lo que me hizo embozar una media sonrisa bastante sarcástica, aunque no por ello poco sincera - No te preocupes esto no es una trampa ni nada por el estilo, cuando yo ataco a alguien lo hago directamente y si, se como te sientes - agrega mirandola fijamente analizando ahora mas tranquilamente su persona percatando de que era alguien interesante, al menos sus emociones y sensaciones lo eran, tenia sed pero se controlaba a ella misma, lo mas posible es que le gustara controlar su alrededor, no dejar nada suelto y que por eso aun se mantuviese algo en guardia, yo podría ayudarla pero lo mas posible es que si se percataba lo tomase a mal así que mejor deje que se fuera calmando por ella misma,
Xiamara Kattalakis- Hechicero Clase Alta
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Al parecer esta chica tenía facilidad para atraer problemas, o esa impresión le causaba a Santana, aunque si no se equivocaba podría atraer algo más que problemas. También tenía la habilidad de evadirse del mundo con buena facilidad, tan pronto como dejaba de hablar volvía a su mundo, se notaba principalmente por esa mirada que se tiene cuando estas de cuerpo presente pero no en mente.
Aunque por lo visto el último comentario la sacó de su ensimismamiento e incluso pareciera que le había molestado un poco. Lo cierto es que a Santana no le molesto en lo más mínimo su relativo reproche, en contestación solo rio entre dientes más para sí y se encogió de hombros- no sabes lo directa que puedo llegar a ser-susurró en castellano como una respuesta al aire más que para ella. Si pensaba en como estaba ella misma cuando pasó lo que pasó había que decir que reaccionaba de una forma más violenta quizás, y en momentos así se demuestra la madurez de las personas lo que dejaba ver que Santana en ese momento no había llegado a ser completamente madura, esta chica parecía que a pesar de algún comentario anfibológico tenía bastante control a la hora de relajarse y no reaccionar muy mal contra los demás.
Lo siguiente si que la tomó un poco de sorpresa, al final no iba a ser una bruja tan normal y corriente, aunque eso ya lo llevaba suponiendo un rato, tenía claro que por sus gestos corporales no podía haber vislumbrado un atisbo de preocupación sobre que la situación fuera una trampa y aún así lo había averiguado. Por lo que sabía de los dones y este mundo, se podría decir que era empática. Esa sería una buena teoría, pero la verdad es que le daba un poco igual como lo hubiera averiguado, simplemente y por mucho que su instinto le dijera que no era una situación de la que podría salir malparada se mantuvo alerta. Hay gente que no parece ser inestable pero acaba siéndolo.
Ambas se miraban sin mucho disimulo y se notaba que intentaban escudriñar en el ser dee la otra, intentar sacar algo de una visual y una impresión. No sabía exactamente que es lo que habría averiguado Xiamara pero por su parte no es que hubiera averiguado gran cosa. Suspiró dándose por vencida, hoy no era su día. Seguía apoyada en la pared, echó la cabeza para atrás apoyando la también en la pared y mirando el firmamento, sin darse ni siquiera cuenta esbozó una media sonrisa, ese cielo estrellado le traía algunos bonitos recuerdos.
Después que ella fuera la que se metiese en su mundo personal ahora volvió la mirada a la joven pero sin apartar la sonrisa. Una pregunta había surgido al escuchar su agradecimiento pero ahora que pensaba mejor en las palabras había algo que quería saber. Ella misma le había dicho lo que era, pero había esquivado decir sus dones y ahora le había picado la curiosidad a Santana- oye, sin ofender -alzó una ceja- bueno puede que un poco -se aclaró a sí misma, ya que siempre que decía algo era para meterse con alguien o para otros fines- ¿qué problemas habrías causado con los humanos? Digo, no es que te vea de esos seres que son capaces de matar a medio teatro...-se encogió de hombros manteniendo su sonrisa. No tenía claro la razón, pero tenía ganas de divertirse un poco y quizás lo consiguiera picándola un poco, pero tampoco se iba a pasar de la raya.
Aunque por lo visto el último comentario la sacó de su ensimismamiento e incluso pareciera que le había molestado un poco. Lo cierto es que a Santana no le molesto en lo más mínimo su relativo reproche, en contestación solo rio entre dientes más para sí y se encogió de hombros- no sabes lo directa que puedo llegar a ser-susurró en castellano como una respuesta al aire más que para ella. Si pensaba en como estaba ella misma cuando pasó lo que pasó había que decir que reaccionaba de una forma más violenta quizás, y en momentos así se demuestra la madurez de las personas lo que dejaba ver que Santana en ese momento no había llegado a ser completamente madura, esta chica parecía que a pesar de algún comentario anfibológico tenía bastante control a la hora de relajarse y no reaccionar muy mal contra los demás.
Lo siguiente si que la tomó un poco de sorpresa, al final no iba a ser una bruja tan normal y corriente, aunque eso ya lo llevaba suponiendo un rato, tenía claro que por sus gestos corporales no podía haber vislumbrado un atisbo de preocupación sobre que la situación fuera una trampa y aún así lo había averiguado. Por lo que sabía de los dones y este mundo, se podría decir que era empática. Esa sería una buena teoría, pero la verdad es que le daba un poco igual como lo hubiera averiguado, simplemente y por mucho que su instinto le dijera que no era una situación de la que podría salir malparada se mantuvo alerta. Hay gente que no parece ser inestable pero acaba siéndolo.
Ambas se miraban sin mucho disimulo y se notaba que intentaban escudriñar en el ser dee la otra, intentar sacar algo de una visual y una impresión. No sabía exactamente que es lo que habría averiguado Xiamara pero por su parte no es que hubiera averiguado gran cosa. Suspiró dándose por vencida, hoy no era su día. Seguía apoyada en la pared, echó la cabeza para atrás apoyando la también en la pared y mirando el firmamento, sin darse ni siquiera cuenta esbozó una media sonrisa, ese cielo estrellado le traía algunos bonitos recuerdos.
Después que ella fuera la que se metiese en su mundo personal ahora volvió la mirada a la joven pero sin apartar la sonrisa. Una pregunta había surgido al escuchar su agradecimiento pero ahora que pensaba mejor en las palabras había algo que quería saber. Ella misma le había dicho lo que era, pero había esquivado decir sus dones y ahora le había picado la curiosidad a Santana- oye, sin ofender -alzó una ceja- bueno puede que un poco -se aclaró a sí misma, ya que siempre que decía algo era para meterse con alguien o para otros fines- ¿qué problemas habrías causado con los humanos? Digo, no es que te vea de esos seres que son capaces de matar a medio teatro...-se encogió de hombros manteniendo su sonrisa. No tenía claro la razón, pero tenía ganas de divertirse un poco y quizás lo consiguiera picándola un poco, pero tampoco se iba a pasar de la raya.
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Siempre había tenido la facilidad de abstraerme del mundo justo como lo hacía cada vez que sentía que no estaba en control, aunque claro, por más que me perdiese en mi mundo o mejor dicho en mi mente siempre estaba lo suficientemente alerta como para saber si estaba en peligro, nunca me aislaba tanto en mi misma cuando no estaba a solas. Sonreí cuando Santana dijo en castellano que no sabía que tan sincera podría llegar a hacer, y aunque lo mas probable fuese que hubiera hablado en otro idioma para que no la entendiese, mi padre desde que tenía conciencia siempre se había empeñado en que pudiera hablar y entender el idioma que me hablasen, incluso después de que comprobaron que era bruja se empeño en que aprendiese latín y griego y bueno quizás no la conocía tenia ella un buen punto para creer eso pero sus emociones en estos momentos y sobre todo al hablar me dacia muchísimo mas de lo que ella podría expresar. Al menos claro voluntariamente.
En cuanto le dije que sabía lo que sentía pude percibir su sorpresa y luego como sus emociones volvieron a su estado anterior, sin duda ella había convivido antes con mas brujas o quizás mismos vampiros con dones quizás no tan comunes; pero que podía decir yo que convivía con ellos de manera bastante más personal de lo que siquiera se pudiera imaginar las demás personas, sobre todo los humanos.
También podría decir que así como yo analizaba a la persona que acababa de salvarme ella también lo hacía con cierto interés; sus emociones mientras me examinaba iban desde la inquietud hasta la más pura curiosidad, cosa que me causaba gracia, bueno no, cosa que me hubiese causado gracia si mis emociones no hubiesen estado tan mal o tan inestables como en este preciso momento, en definitiva este día no era mi día, es mas esta estación del año nada mas no era la que más me ayudaba a pesar del sol y de toda la "vida" que había alrededor. Xiamara estaba solo analizando las emociones de la chica a su lado mientras ella la examinaba, no quería voltear ni nada por el estilo, hasta que Santana acabara con su escrutinio; pero llegado un momento después de casi darse por vencida que las emociones de ella cambiaron a emoción y felicidad... como si estuviese enamorada, o bueno así lo sentía la mayoría de las personas; No pude evitar que mi curiosidad me ganase y voltee a verla por unos instantes para saber que había provocado el cambio de su sentir, curiosamente ella veía el cielo; extraño, aunque bueno cada quien podía enamorarse de lo que quisiera, pero lo más probable es que ella hubiese recordado algo o a alguien agradable. Regrese a mi misma antes de que se percatase que la había estado observando, no quería incomodarla después de que me habia ayudado sin ningún interes.
Ambas nos quedamos en silencio un rato, yo tratando de que mis emociones se mantuviesen estable siento un poco ayudada por las emociones de mi compañera, y ella en su mundo feliz. Fue así hasta que de pronto sentí la curiosidad de ella y su vista en mi para luego escucharla decir "oye, sin ofender" curiosamente sentí un poco de ironía en la frase antes de que continuara " ¿qué problemas habrías causado con los humanos? Digo, no es que te vea de esos seres que son capaces de matar a medio teatro..." Termino decir bastante curiosa, cosa que me hizo regresar a donde estábamos y mirarla con una mueca de sonrisa en mi rostro - No me ofende, al contrario me alaga que alguien con capacidades desarrolladas me considere indefensa - le digo cordialmente ampliando mi sonrisa un tanto cínica pero sin intensión de molestarle, solo siendo un rasgo innato al sentirme elogiada - Seria difícil de explicar mejor te lo enseño - le dije mirándole a los ojos. Tras esperarme unos momentos y ella estando advertida cerré mi mano teatralmente y deje que parte de el poder de encandilamiento quedara sin mi control, al principio solo deseando provocar toda la capacidad de interés y preocupación en mi - Veras, esto que sientes es solo una muy pequeña parte de lo que pudo haber pasado si no me sacas de ahí y yo pierdo el control de mis poderes - dije suspirando y volviendo a sentir un dolor agudo en mi pecho al ver a mis padres en mi mente y como mes gustaba que fuese feliz; haciendo sin proponérselo que el encandilamiento fluyera más intensamente en Santana provocando que ella se acercase y acariciase su mejilla preocupada; Acción que logro sacarme de mi dolor y darme cuenta que había descuidado un poco el control del encandilamiento. Suspire y le sonreí amablemente a Santana controlando su poder muy lentamente, sabía que sería como un golpe en ella si lo quitaba rápidamente. - Esto potenciado a un millón hubiese pasado con cualquier persona que hubiese estado a unos 10 metros de mi - empieza a explicarle - Cuando estoy en peligro mis poderes actúan solos... - explique dejando mi mirada en ella sin dejar de retirar lentamente mi poder saber su persona.
En cuanto le dije que sabía lo que sentía pude percibir su sorpresa y luego como sus emociones volvieron a su estado anterior, sin duda ella había convivido antes con mas brujas o quizás mismos vampiros con dones quizás no tan comunes; pero que podía decir yo que convivía con ellos de manera bastante más personal de lo que siquiera se pudiera imaginar las demás personas, sobre todo los humanos.
También podría decir que así como yo analizaba a la persona que acababa de salvarme ella también lo hacía con cierto interés; sus emociones mientras me examinaba iban desde la inquietud hasta la más pura curiosidad, cosa que me causaba gracia, bueno no, cosa que me hubiese causado gracia si mis emociones no hubiesen estado tan mal o tan inestables como en este preciso momento, en definitiva este día no era mi día, es mas esta estación del año nada mas no era la que más me ayudaba a pesar del sol y de toda la "vida" que había alrededor. Xiamara estaba solo analizando las emociones de la chica a su lado mientras ella la examinaba, no quería voltear ni nada por el estilo, hasta que Santana acabara con su escrutinio; pero llegado un momento después de casi darse por vencida que las emociones de ella cambiaron a emoción y felicidad... como si estuviese enamorada, o bueno así lo sentía la mayoría de las personas; No pude evitar que mi curiosidad me ganase y voltee a verla por unos instantes para saber que había provocado el cambio de su sentir, curiosamente ella veía el cielo; extraño, aunque bueno cada quien podía enamorarse de lo que quisiera, pero lo más probable es que ella hubiese recordado algo o a alguien agradable. Regrese a mi misma antes de que se percatase que la había estado observando, no quería incomodarla después de que me habia ayudado sin ningún interes.
Ambas nos quedamos en silencio un rato, yo tratando de que mis emociones se mantuviesen estable siento un poco ayudada por las emociones de mi compañera, y ella en su mundo feliz. Fue así hasta que de pronto sentí la curiosidad de ella y su vista en mi para luego escucharla decir "oye, sin ofender" curiosamente sentí un poco de ironía en la frase antes de que continuara " ¿qué problemas habrías causado con los humanos? Digo, no es que te vea de esos seres que son capaces de matar a medio teatro..." Termino decir bastante curiosa, cosa que me hizo regresar a donde estábamos y mirarla con una mueca de sonrisa en mi rostro - No me ofende, al contrario me alaga que alguien con capacidades desarrolladas me considere indefensa - le digo cordialmente ampliando mi sonrisa un tanto cínica pero sin intensión de molestarle, solo siendo un rasgo innato al sentirme elogiada - Seria difícil de explicar mejor te lo enseño - le dije mirándole a los ojos. Tras esperarme unos momentos y ella estando advertida cerré mi mano teatralmente y deje que parte de el poder de encandilamiento quedara sin mi control, al principio solo deseando provocar toda la capacidad de interés y preocupación en mi - Veras, esto que sientes es solo una muy pequeña parte de lo que pudo haber pasado si no me sacas de ahí y yo pierdo el control de mis poderes - dije suspirando y volviendo a sentir un dolor agudo en mi pecho al ver a mis padres en mi mente y como mes gustaba que fuese feliz; haciendo sin proponérselo que el encandilamiento fluyera más intensamente en Santana provocando que ella se acercase y acariciase su mejilla preocupada; Acción que logro sacarme de mi dolor y darme cuenta que había descuidado un poco el control del encandilamiento. Suspire y le sonreí amablemente a Santana controlando su poder muy lentamente, sabía que sería como un golpe en ella si lo quitaba rápidamente. - Esto potenciado a un millón hubiese pasado con cualquier persona que hubiese estado a unos 10 metros de mi - empieza a explicarle - Cuando estoy en peligro mis poderes actúan solos... - explique dejando mi mirada en ella sin dejar de retirar lentamente mi poder saber su persona.
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Como buen signo de cabezonería, volvió a intentar analizarla a pesar de que las dos veces anteriores no habían sido del todo satisfactorias, pero si no probaba no sabría si sería fructuoso o no. Seguía apoyada en la pared pero sin dejar de mirarla, con su sonrisa radiante en el rostro dejando ver ligeramente sus blancos dientes, mientras esperaba una respuesta a su curiosa pregunta. Frunció el ceño apenas visiblemente y se evaporó su sonrisa en cuanto dijo de mostrarle acerca de su explicación, instintivamente se puso rígida y se cruzó de brazos. No dijo nada ni hizo ningún movimiento, esperó simplemente a que le mostrara lo que fuera.
Era consciente de que estaba perdiendo el control de su cuerpo pero no tenía ni idea de lo que ocurría exactamente, se empezó a preocupar y a interesarse por Xiamara y de golpe con más intensidad, siendo totalmente una marioneta que se movió hasta estar a su lado y a su altura y acariciarle con preocupación la mejilla. La había escuchado hablar pero no tenía muy claro que le había dicho, mas poco a poco comenzó a sentirse ella de nuevo y ahora cuando volvió a hablarle sí que entendió lo que le había explicado. Cuando fue totalmente consciente de sí misma y de sus actos se alejó de ella hasta volver a su posición inicial, sin querer hacerlo y como muestra de no estar muy conforme con la demostración, a pesar de ser ella misma la que había pedido una explicación, profirió un ligero gruñido.
Volvió a apoyarse contra la pared y cruzarse de brazos, empezó a darle vueltas a la cabeza sobre lo que acababa de sentir, en sí era algo como su don pero mucho más fuerte ya que Santana solo conseguía tener un ligero grado de control sobre alguien y solo si había roce. Sería mejor decir algo antes de que Xiamara pensase que se había enfadado, aunque tampoco estaría muy lejos solo que no le había sentado tampoco muy bien-de acuerdo, quizás no seas tan inofensiva como pareces… - susurró y sonrió ligeramente.
Al parecer la había subestimado, bastante de hecho, y definitivamente había resultado un tanto sorprendente aunque tampoco fuera nada que no hubiera visto antes, por supuesto podría sacar provecho de una amistad o simplemente una alianza con la joven. Ahora que había saciado ligeramente la curiosidad de Santana solo había conseguido volver a activarla y aumentarla, sopesó ligeramente en su mente si inmiscuirse un poco o quedarse al margen, pero decidió lanzarse, total qué puedo perder… se justificó a si misma dándose una razón para preguntarle.
Bueno, ya que estoy preguntando y no me he equivocado respecto a tu ánimo, ¿qué te pasó para que estés así? - el no lo tenía asegurado, así que por intentarlo no perdía nada. Sabía que no era fácil hablar de este tipo de pasado pero cuando lo soltabas y eras escuchado por otra persona te sentías algo mejor- ¿vives con alguien de tu familia? – ya que estaba indagando, mejor hacerlo todo de golpe y así evitar pausas que solo harían que su curiosidad fuera un poquito más grande. Tampoco tenía mucha idea de por qué tanta curiosidad, prácticamente había conseguido averiguar lo que necesitaba, si podía serle útil en un futuro y era obvio que sí.
Sin duda su forma de pensar había cambiado en los últimos tiempos, hace un año no se hubiera preocupado por la chica en lo más mínimo y en el caso de haberla ayudado solo hubiese querido aprovecharse de su habilidad o habilidades. En este momento, sentía algo de preocupación por Xiamara, y en cierta forma era normal ya que se veía a ella misma cuando le pasó todo lo que le pasó- mira, así en resumen, no quiero darte ningún discurso acerca del dolor y bla bla bla, pero en definitiva… todo ese dolor y vacío pasa. No digo que vayas a olvidar todo lo que estás pasando, y mucho menos a las personas perdidas o la misma pérdida, pero el dolor desaparece y llega una nueva etapa en la que volverás a ser feliz y salir de esa oscuridad que nos envuelve. Y cuando eso pase, probablemente puedas encontrar a alguien para pasar tu vida o te ayude a superar esta etapa momentánea – le sonrió amablemente, de verdad esperaba no haberse precipitado hablando demasiado pero había sentido la necesidad de decirle todo de golpe.
Era consciente de que estaba perdiendo el control de su cuerpo pero no tenía ni idea de lo que ocurría exactamente, se empezó a preocupar y a interesarse por Xiamara y de golpe con más intensidad, siendo totalmente una marioneta que se movió hasta estar a su lado y a su altura y acariciarle con preocupación la mejilla. La había escuchado hablar pero no tenía muy claro que le había dicho, mas poco a poco comenzó a sentirse ella de nuevo y ahora cuando volvió a hablarle sí que entendió lo que le había explicado. Cuando fue totalmente consciente de sí misma y de sus actos se alejó de ella hasta volver a su posición inicial, sin querer hacerlo y como muestra de no estar muy conforme con la demostración, a pesar de ser ella misma la que había pedido una explicación, profirió un ligero gruñido.
Volvió a apoyarse contra la pared y cruzarse de brazos, empezó a darle vueltas a la cabeza sobre lo que acababa de sentir, en sí era algo como su don pero mucho más fuerte ya que Santana solo conseguía tener un ligero grado de control sobre alguien y solo si había roce. Sería mejor decir algo antes de que Xiamara pensase que se había enfadado, aunque tampoco estaría muy lejos solo que no le había sentado tampoco muy bien-de acuerdo, quizás no seas tan inofensiva como pareces… - susurró y sonrió ligeramente.
Al parecer la había subestimado, bastante de hecho, y definitivamente había resultado un tanto sorprendente aunque tampoco fuera nada que no hubiera visto antes, por supuesto podría sacar provecho de una amistad o simplemente una alianza con la joven. Ahora que había saciado ligeramente la curiosidad de Santana solo había conseguido volver a activarla y aumentarla, sopesó ligeramente en su mente si inmiscuirse un poco o quedarse al margen, pero decidió lanzarse, total qué puedo perder… se justificó a si misma dándose una razón para preguntarle.
Bueno, ya que estoy preguntando y no me he equivocado respecto a tu ánimo, ¿qué te pasó para que estés así? - el no lo tenía asegurado, así que por intentarlo no perdía nada. Sabía que no era fácil hablar de este tipo de pasado pero cuando lo soltabas y eras escuchado por otra persona te sentías algo mejor- ¿vives con alguien de tu familia? – ya que estaba indagando, mejor hacerlo todo de golpe y así evitar pausas que solo harían que su curiosidad fuera un poquito más grande. Tampoco tenía mucha idea de por qué tanta curiosidad, prácticamente había conseguido averiguar lo que necesitaba, si podía serle útil en un futuro y era obvio que sí.
Sin duda su forma de pensar había cambiado en los últimos tiempos, hace un año no se hubiera preocupado por la chica en lo más mínimo y en el caso de haberla ayudado solo hubiese querido aprovecharse de su habilidad o habilidades. En este momento, sentía algo de preocupación por Xiamara, y en cierta forma era normal ya que se veía a ella misma cuando le pasó todo lo que le pasó- mira, así en resumen, no quiero darte ningún discurso acerca del dolor y bla bla bla, pero en definitiva… todo ese dolor y vacío pasa. No digo que vayas a olvidar todo lo que estás pasando, y mucho menos a las personas perdidas o la misma pérdida, pero el dolor desaparece y llega una nueva etapa en la que volverás a ser feliz y salir de esa oscuridad que nos envuelve. Y cuando eso pase, probablemente puedas encontrar a alguien para pasar tu vida o te ayude a superar esta etapa momentánea – le sonrió amablemente, de verdad esperaba no haberse precipitado hablando demasiado pero había sentido la necesidad de decirle todo de golpe.
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Desde momentos antes de mostrarle mi don sabia por sus emociones que ella era terca, lo podía percibir casi como si fuera yo la que lo sentía debido a la proximidad que tenia con Santana, aun así tenía claro que no estaba en peligro, lo suyo era curiosidad que se desvaneció o mejor dicho se remplazo por molestia o enfado cuando le mostré de lo que era capaz, y eso que era medianamente consciente de lo que hacía, al menos al principio. Cuando ella dijo "- de acuerdo, quizás no seas tan inofensiva como pareces…" yo no pude evitar sonreírle aunque ella estaba molesta, fue visible cuando me gruño, no muy fuerte pero tenía experiencia con personas como ella, estaba molesta y me lo demostraba no solo con sus palpables emociones - Lo tomare como un alago viniendo de alguien como tu Santana - dije con un mejor estado de ánimo pues que precisamente un vampiro me lo dijera me hacía sentir mejor.
Ella me había subestimado lo sabía y ella también. Cualquiera en su lugar lo habría echo, fuese lo que fuese, era la más normal debido a mi estado emocional, estaba claro que después de la sorpresa y molestia de mi ¿salvadora? la curiosidad en ella había vuelto, no sabía que pensaba ni nada por el estilo pero su curiosidad iba en aumento, algo me dijo que no era una buena señal como se tornaban sus emociones.
Espere unos instantes a que hablara pues sabía que lo haría mientras analizaba sus emociones que hacían que mi mente, mi cuerpo quisiera irse, pero no me podría ir como así, era descortés e irrespetuoso y ella acababa de sacarme de un lio bastante grande así que solo aguarde a lo que fuera que su curiosidad la llevase a hacer o preguntar.
Lo que no me esperaba fue que ella me preguntara tan directamente "¿Vives con tu familia?" Me quede callada, estaba casi segura de que ella no lo había hecho con intención de ponerme mal o lastimarme, era solo que una simple pregunta logro en un instante quitarme todo lo que había avanzado en el autocontrol de mis emociones. - No- susurre lo más tranquila que pude pero no se necesitaba siquiera ser observador para darse cuenta cuanto me había afectado su pregunta. Quería contestarle y decirle de cosas pero sabía perfectamente que si no me controlaba empezaría a sentir mis emociones por lo cerca que estaba o la deslumbraría o como fuese que actuaran mis poderes al estar en shock si entraba en el.
Empecé a dar unos cuantos pasos alejándome un poco de ella, sabía que si me salía de control no serviría de mucho pero aun así no quería tanta proximidad no era nada personal, solo que si ya me había molestado mi pequeño descuido anterior no quería malos entendidos solo por no poder controlar por completo mi estado emocional. Respire profundo varias veces tratando de recuperarme, las imágenes de lo que había pasado aquella noche me atormentaba pero en estos momentos lo que quería era recuperar el control por completo o al menos lo más posible.
Empecé a sentir su preocupación y sabia que yo no tenía nada que ver; Podía apreciar que ella se identificaba conmigo, estaba segura que ella también perdió a alguien, aún así no me esperaba sus siguientes palabras "mira, así en resumen, no quiero darte ningún discurso acerca del dolor y bla bla bla, pero en definitiva… todo ese dolor y vacío pasa. No digo que vayas a olvidar todo lo que estás pasando, y mucho menos a las personas perdidas o la misma pérdida, pero el dolor desaparece y llega una nueva etapa en la que volverás a ser feliz y salir de esa oscuridad que nos envuelve. Y cuando eso pase, probablemente puedas encontrar a alguien para pasar tu vida o te ayude a superar esta etapa momentánea" Dijo amablemente Santana pero aun así no pude evitar que la ira y el dolor me invadieran no quería desquitarme con ella, hasta ahora la vampira solo había sido amable y curiosa cosa que yo había provocado, al menos en parte.
Tenía perfectamente claro que Santana solo quería ayudarle, lo podía sentir en sus emociones pero el dolor y la ira reprimidos eran bastante fuertes - ¿Cuanto tiempo te llevo a ti superar tu perdida? ¿Cien? ¿Doscientos? ¿Trescientos años? - pregunte gélida e irónicamente, no era mi intención dañar ni nada, era solo que las palabras fluían de mi antes de que las pudiera detener - pues adivina que... Soy humana o casi en su totalidad al menos en lo de morir, no tengo tanto tiempo para superar su pérdida - agregue con el mismo tono pero sin poder evitar que mis últimas palabras sonaran casi al borde del llanto, no tenia porque contarle mis planes de convertirme ni nadade que queria acabar con ese vampiro... En definitiva esto no estaba bien, solo quería gritar y matar al maldito que había acabado con la vida de mis padres aquella noche.
Ella me había subestimado lo sabía y ella también. Cualquiera en su lugar lo habría echo, fuese lo que fuese, era la más normal debido a mi estado emocional, estaba claro que después de la sorpresa y molestia de mi ¿salvadora? la curiosidad en ella había vuelto, no sabía que pensaba ni nada por el estilo pero su curiosidad iba en aumento, algo me dijo que no era una buena señal como se tornaban sus emociones.
Espere unos instantes a que hablara pues sabía que lo haría mientras analizaba sus emociones que hacían que mi mente, mi cuerpo quisiera irse, pero no me podría ir como así, era descortés e irrespetuoso y ella acababa de sacarme de un lio bastante grande así que solo aguarde a lo que fuera que su curiosidad la llevase a hacer o preguntar.
Lo que no me esperaba fue que ella me preguntara tan directamente "¿Vives con tu familia?" Me quede callada, estaba casi segura de que ella no lo había hecho con intención de ponerme mal o lastimarme, era solo que una simple pregunta logro en un instante quitarme todo lo que había avanzado en el autocontrol de mis emociones. - No- susurre lo más tranquila que pude pero no se necesitaba siquiera ser observador para darse cuenta cuanto me había afectado su pregunta. Quería contestarle y decirle de cosas pero sabía perfectamente que si no me controlaba empezaría a sentir mis emociones por lo cerca que estaba o la deslumbraría o como fuese que actuaran mis poderes al estar en shock si entraba en el.
Empecé a dar unos cuantos pasos alejándome un poco de ella, sabía que si me salía de control no serviría de mucho pero aun así no quería tanta proximidad no era nada personal, solo que si ya me había molestado mi pequeño descuido anterior no quería malos entendidos solo por no poder controlar por completo mi estado emocional. Respire profundo varias veces tratando de recuperarme, las imágenes de lo que había pasado aquella noche me atormentaba pero en estos momentos lo que quería era recuperar el control por completo o al menos lo más posible.
Empecé a sentir su preocupación y sabia que yo no tenía nada que ver; Podía apreciar que ella se identificaba conmigo, estaba segura que ella también perdió a alguien, aún así no me esperaba sus siguientes palabras "mira, así en resumen, no quiero darte ningún discurso acerca del dolor y bla bla bla, pero en definitiva… todo ese dolor y vacío pasa. No digo que vayas a olvidar todo lo que estás pasando, y mucho menos a las personas perdidas o la misma pérdida, pero el dolor desaparece y llega una nueva etapa en la que volverás a ser feliz y salir de esa oscuridad que nos envuelve. Y cuando eso pase, probablemente puedas encontrar a alguien para pasar tu vida o te ayude a superar esta etapa momentánea" Dijo amablemente Santana pero aun así no pude evitar que la ira y el dolor me invadieran no quería desquitarme con ella, hasta ahora la vampira solo había sido amable y curiosa cosa que yo había provocado, al menos en parte.
Tenía perfectamente claro que Santana solo quería ayudarle, lo podía sentir en sus emociones pero el dolor y la ira reprimidos eran bastante fuertes - ¿Cuanto tiempo te llevo a ti superar tu perdida? ¿Cien? ¿Doscientos? ¿Trescientos años? - pregunte gélida e irónicamente, no era mi intención dañar ni nada, era solo que las palabras fluían de mi antes de que las pudiera detener - pues adivina que... Soy humana o casi en su totalidad al menos en lo de morir, no tengo tanto tiempo para superar su pérdida - agregue con el mismo tono pero sin poder evitar que mis últimas palabras sonaran casi al borde del llanto, no tenia porque contarle mis planes de convertirme ni nadade que queria acabar con ese vampiro... En definitiva esto no estaba bien, solo quería gritar y matar al maldito que había acabado con la vida de mis padres aquella noche.
Lamento habe tardado tanto, me fui de vacasiones inesperadas y apenas la semana pasada regrese a la Universidad y me llevo dias regresar a la rutina, gracias por esperarme, y pues estoy de vuelta =)
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
¡Bingo! Pregunta incorrecta, o más bien pregunta correcta para hacer que saltara. Xiamara puso unos pasos de distancia entre ellas, y Santana después de la demostración anterior no se iba a oponer. Esperó pacientemente, no había que presionarla bajo ningún concepto. Pero su ira estaba aflorando, lo podía notar aunque no tuviera ningún don especial para ello, sin embargo, en parte es lo que quería, tenía que dejar salir todo ese dolor aunque lo pagara con ella. De todas formas mejor con ella que en un lugar público con mucha gente “normal”. Aunque Santana iba tener que hacer gala de su mejor autocontrol para no responderle de malas formas y ocasionar algo que no quería.
Igualmente su rostro iba por otro camino que sus pensamiento, en él se reflejaba que le no le sentaba demasiado bien que le hubiera respondido de esa forma tan cínica y recriminándole por lo dicho. Vio conveniente esperar un minuto para que ella canalizara lo que acababa de decir, y de paso para pensar claramente que decir y no hundir más la situación. Se cruzó de brazos e inspiro con tranquilidad. Dio un simple paso al frente y se volvió a quedar quieta mientras la observaba.
-Tú no eres yo, lo que significa que puede que lo superes antes que yo y vale que quizás he tenido más tiempo para recapacitar y pensar todo lo que pasó, pero créeme que si por mi hubiera sido hace más de cuatro siglos que hubiera perecido, yo no lo elegí esto –es probable que hubiera aumentado un poco el tono de su voz, pero en cuanto se dio cuenta lo bajo e intento calmarse de nuevo- puede que no lo superes, pero asúmelo, por ponerte así no va a pasar nada, eso no va a devolver a esas personas a la vida. Te lo digo por experiencia, y otra cosa, probablemente tienes planes de venganza, allá tú pero te advierto que no sirve de nada...
Tragó saliva pesadamente y suspiró dándose la vuelta para que no pudiera ver todas las emociones reflejadas en su rostro, aunque era absurdo ya que podría sentirlas perfectamente. Respiró hondo varias veces y sin darse la vuelta para enfrentarla cara a cara siguió hablando un poco más relajada- mira hasta hace cuatro días yo estaba hundida, había perdido todo lo que más he amado en la vida y he estado sola desde mis dieciocho años, después de esto intenté destruirme a mí misma pero parece ser que alguien jugó con mi vida y decidió alargar mi sufrimiento convirtiéndome en lo que soy hoy, pero ahora le agradezco que me dejara continuar y tener una segunda oportunidad… -no tenía demasiado claro porqué había soltado tanto de golpe, pero al parecer Xiamara no era la única que necesitaba desahogarse.
Instintivamente se aclaró la voz, esperaba no a ver sonado demasiado dura pero es que este tema seguía dentro de ella, por mucho que lo tuviera asumido y quizás un poco superado. Lo cierto es que ella había tenido suerte, y es posible que Xiamara no la tuviera, pero sí que tendría a partir de ahora alguien que la comprendiera e intentara ayudarla, claro, si ella se dejaba. Ahora, ya un poco más concienciada, se dio la vuelta poco a poco y suspiró, no tenía caso esconder el rostro si podía saber todo lo que sentía. No estaba segura de si seguir acercándose era lo adecuado, pero es lo que creía debía hacer.
Se acercó hasta que pudo tocar ligeramente su hombro- no dejes que esa ira acabe contigo como casi lo hace conmigo, no a todos se nos da una segunda oportunidad –susurró despacio y sin saber exactamente qué impacto tendrían esas palabras sobre su persona pero es lo que salió de lo más profundo de ella.
Igualmente su rostro iba por otro camino que sus pensamiento, en él se reflejaba que le no le sentaba demasiado bien que le hubiera respondido de esa forma tan cínica y recriminándole por lo dicho. Vio conveniente esperar un minuto para que ella canalizara lo que acababa de decir, y de paso para pensar claramente que decir y no hundir más la situación. Se cruzó de brazos e inspiro con tranquilidad. Dio un simple paso al frente y se volvió a quedar quieta mientras la observaba.
-Tú no eres yo, lo que significa que puede que lo superes antes que yo y vale que quizás he tenido más tiempo para recapacitar y pensar todo lo que pasó, pero créeme que si por mi hubiera sido hace más de cuatro siglos que hubiera perecido, yo no lo elegí esto –es probable que hubiera aumentado un poco el tono de su voz, pero en cuanto se dio cuenta lo bajo e intento calmarse de nuevo- puede que no lo superes, pero asúmelo, por ponerte así no va a pasar nada, eso no va a devolver a esas personas a la vida. Te lo digo por experiencia, y otra cosa, probablemente tienes planes de venganza, allá tú pero te advierto que no sirve de nada...
Tragó saliva pesadamente y suspiró dándose la vuelta para que no pudiera ver todas las emociones reflejadas en su rostro, aunque era absurdo ya que podría sentirlas perfectamente. Respiró hondo varias veces y sin darse la vuelta para enfrentarla cara a cara siguió hablando un poco más relajada- mira hasta hace cuatro días yo estaba hundida, había perdido todo lo que más he amado en la vida y he estado sola desde mis dieciocho años, después de esto intenté destruirme a mí misma pero parece ser que alguien jugó con mi vida y decidió alargar mi sufrimiento convirtiéndome en lo que soy hoy, pero ahora le agradezco que me dejara continuar y tener una segunda oportunidad… -no tenía demasiado claro porqué había soltado tanto de golpe, pero al parecer Xiamara no era la única que necesitaba desahogarse.
Instintivamente se aclaró la voz, esperaba no a ver sonado demasiado dura pero es que este tema seguía dentro de ella, por mucho que lo tuviera asumido y quizás un poco superado. Lo cierto es que ella había tenido suerte, y es posible que Xiamara no la tuviera, pero sí que tendría a partir de ahora alguien que la comprendiera e intentara ayudarla, claro, si ella se dejaba. Ahora, ya un poco más concienciada, se dio la vuelta poco a poco y suspiró, no tenía caso esconder el rostro si podía saber todo lo que sentía. No estaba segura de si seguir acercándose era lo adecuado, pero es lo que creía debía hacer.
Se acercó hasta que pudo tocar ligeramente su hombro- no dejes que esa ira acabe contigo como casi lo hace conmigo, no a todos se nos da una segunda oportunidad –susurró despacio y sin saber exactamente qué impacto tendrían esas palabras sobre su persona pero es lo que salió de lo más profundo de ella.
- Off:
- siento si me quedó corto, los exámenes me absorben la creatividad...
Santana López- Vampiro Clase Alta
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Después de respirar profundo varias veces tratando de centrarme en algo más que no fueran mis emociones o los recuerdos de lo ocurrido aquella noche me gire a ver a Santana pues a pesar de que había dado unos cuentos pasos en dirección contraria hacia donde ella se encontraba; aun podía percibir completamente sus emociones, no era que en este momento fuese a marcar alguna diferencia pues en lo que a mi concernía ahora mismo la vampiresa podría tener un ataque de felicidad y eso no me ayudaría en nada, como fuese el caso a pesar de que sus emociones me dijeran que ella estaba tomando lo mejor posible mi contestación su rostro me decía otra cosa, ella estaba molesta, claro, ella tenia razón en estarlo pues estaba completamente segura que había pasado ya su buen tiempo en que una "humana" no le hablaba de la manera que yo lo había hecho, aun así y a pesar de que percibía que estaba tramando de encontrar un equilibrio yo no podía ni siquiera ayudarla pues tenía bastante tratando de controlar mis propias y muy pesadas emociones.
Hubo un silencio entre nosotras, Santana trataba de encontrar el equilibrio en ella para poder responderme y yo estaba lidiando con mis emociones para que no tomaran control sobre mi y que acabara pasando dios sabe que. Sabía por experiencia y porque me conocía a mi misma lo suficiente que lo mejor en estos momentos era abstraerme y encerrarme en mi misma al menos hasta que me sintiera un poco más controlada.
Así estuvimos por algún tiempo, que podrían ser minutos o horas, hasta que escuche como la vampiresa me contestaba, claro que lo iba a hacer ¿desde cuándo tratar o lidiar con vampiros era sencillo? -Tú no eres yo, lo que significa que puede que lo superes antes que yo y vale que quizás he tenido más tiempo para recapacitar y pensar todo lo que pasó, pero créeme que si por mi hubiera sido hace más de cuatro siglos que hubiera perecido, yo no lo elegí esto - Escuche claramente como me decía y como iba aumentando su voz, podía sentir sus emociones y le dolía lo que me estaba diciendo, cuando se dio cuenta de que había alzado su voz empezó a bajarla - puede que no lo superes, pero asúmelo, por ponerte así no va a pasar nada, eso no va a devolver a esas personas a la vida. Te lo digo por experiencia, y otra cosa, probablemente tienes planes de venganza, allá tú pero te advierto que no sirve de nada...- Escuche como pasaba saliva y observe como se dio la vuelta, ahora ella era la que no quería verme, podía palpar sus emociones y había como un deje de vergüenza, dolor que claramente no quería que viera, me hubiera gustado darle la privacidad que merecía pero para hacerlo necesitaba de todo mi control y era claro que ahora mismo no lo tenía.
Me quede mirando a Santana, podía sentir mis lagrimas en mi rostro, cuando ella se voltio pues podía sentir sus emociones vi como respiro profundo varias veces y tras unos momentos regreso su vista a mi - mira hasta hace cuatro días yo estaba hundida, había perdido todo lo que más he amado en la vida y he estado sola desde mis dieciocho años, después de esto intenté destruirme a mí misma pero parece ser que alguien jugó con mi vida y decidió alargar mi sufrimiento convirtiéndome en lo que soy hoy, pero ahora le agradezco que me dejara continuar y tener una segunda oportunidad…- Me dijo un poco más tranquila pero no me paso por alto sus emociones y percibí su eminente sorpresa al ser tan sincera conmigo, al parecer no era la única que necesitaba hablar de lo que pasaba, ella también tenia conflictos emocionales se dirá cuenta o no, ahora sus emociones me lo decían claramente.
La vedad era que ya le había dado muchas vueltas a eso de vengarme, sabía que no cambiaría nada, aun así lo había, destruiría a ese vampiro y evitaría que hiciera más daño y destruyera mas familias como la mía - Perdí a mis padres por uno de los tuyos, en una noche acabo con todo lo que amaba, perdí a mis padres, me perdí a mi misma y no voy a permitir que lo siga haciendo con mas familias, en cuanto esté lista y mis poderes lo suficientemente desarrollados acabare con él, pero primero acabare con lo que el ama - conteste fríamente sintiendo como las lagrimas rodaban por mi rostro sin detenerse, sentía un conflicto de emociones y lo que realmente quería era que todo acabase de una buena vez, matar a ese monstro para acabar con la pesadilla, pues al detenerle evitaría que lo que le hizo a mi familia se repitiese.
Santana se aclaro la voz, su voz, sus palabras habían sido duras pero eso no cambiaría nada de lo que iba a hacer. Sentía claramente como Santana se identificaba conmigo, podía percibir que estaba preocupada, sus emociones eran de empatía hacia mi persona, aun así no me sentía preparada para nada, la acababa de conocer y si bien las circunstancias se habían dado para la situación que estábamos viviendo, más no acostumbraba a confiar en las personas muy rápidamente.
Sentí como las emociones de Santana se tornaban confusas y luego ella se acerco lentamente y toco mi hombro haciéndome sentir más tranquila - no dejes que esa ira acabe contigo como casi lo hace conmigo, no a todos se nos da una segunda oportunidad – me dijo despacio, percibía su expectación ante sus actos pero ambas sabíamos que era lo correcto - No es solo ira, es justicia, no soy una buena persona, soy una bruja poderosa que ha sido entrenada desde bebe para protegerse y proteger a los que ama, amaba a mi familia, lo creas o no mis padres eran maravillosos, eran los seres más perfectos y los mejores padres que cualquiera pudo haber tenido, me protegieron y entrenaron cuando descubrieron mis poderes de bebe en lugar de entregarme... No permitiré que ese... - suspira y cierra los ojos - le haga lo mismo a otras familias... - Le dice llorando tratando que su voz saliera lo más clara posible... -En cuento a segundas oportunidades, me doy por bien servida si logro acabar con ese ser - Concluí apoyándome en una pared cercana y abrazando mis piernas, me sentía débil, había experimentado mas emociones de las deseadas en muy poco tiempo cosa que me había sentir exhausta... La verdad era que no quería segundas oportunidades, una vez cumplido mi objetivo si salía viva seguiría con mi vida, si no, me iría feliz de este mundo sabiendo que lo libre de un monstro como ese.
Hubo un silencio entre nosotras, Santana trataba de encontrar el equilibrio en ella para poder responderme y yo estaba lidiando con mis emociones para que no tomaran control sobre mi y que acabara pasando dios sabe que. Sabía por experiencia y porque me conocía a mi misma lo suficiente que lo mejor en estos momentos era abstraerme y encerrarme en mi misma al menos hasta que me sintiera un poco más controlada.
Así estuvimos por algún tiempo, que podrían ser minutos o horas, hasta que escuche como la vampiresa me contestaba, claro que lo iba a hacer ¿desde cuándo tratar o lidiar con vampiros era sencillo? -Tú no eres yo, lo que significa que puede que lo superes antes que yo y vale que quizás he tenido más tiempo para recapacitar y pensar todo lo que pasó, pero créeme que si por mi hubiera sido hace más de cuatro siglos que hubiera perecido, yo no lo elegí esto - Escuche claramente como me decía y como iba aumentando su voz, podía sentir sus emociones y le dolía lo que me estaba diciendo, cuando se dio cuenta de que había alzado su voz empezó a bajarla - puede que no lo superes, pero asúmelo, por ponerte así no va a pasar nada, eso no va a devolver a esas personas a la vida. Te lo digo por experiencia, y otra cosa, probablemente tienes planes de venganza, allá tú pero te advierto que no sirve de nada...- Escuche como pasaba saliva y observe como se dio la vuelta, ahora ella era la que no quería verme, podía palpar sus emociones y había como un deje de vergüenza, dolor que claramente no quería que viera, me hubiera gustado darle la privacidad que merecía pero para hacerlo necesitaba de todo mi control y era claro que ahora mismo no lo tenía.
Me quede mirando a Santana, podía sentir mis lagrimas en mi rostro, cuando ella se voltio pues podía sentir sus emociones vi como respiro profundo varias veces y tras unos momentos regreso su vista a mi - mira hasta hace cuatro días yo estaba hundida, había perdido todo lo que más he amado en la vida y he estado sola desde mis dieciocho años, después de esto intenté destruirme a mí misma pero parece ser que alguien jugó con mi vida y decidió alargar mi sufrimiento convirtiéndome en lo que soy hoy, pero ahora le agradezco que me dejara continuar y tener una segunda oportunidad…- Me dijo un poco más tranquila pero no me paso por alto sus emociones y percibí su eminente sorpresa al ser tan sincera conmigo, al parecer no era la única que necesitaba hablar de lo que pasaba, ella también tenia conflictos emocionales se dirá cuenta o no, ahora sus emociones me lo decían claramente.
La vedad era que ya le había dado muchas vueltas a eso de vengarme, sabía que no cambiaría nada, aun así lo había, destruiría a ese vampiro y evitaría que hiciera más daño y destruyera mas familias como la mía - Perdí a mis padres por uno de los tuyos, en una noche acabo con todo lo que amaba, perdí a mis padres, me perdí a mi misma y no voy a permitir que lo siga haciendo con mas familias, en cuanto esté lista y mis poderes lo suficientemente desarrollados acabare con él, pero primero acabare con lo que el ama - conteste fríamente sintiendo como las lagrimas rodaban por mi rostro sin detenerse, sentía un conflicto de emociones y lo que realmente quería era que todo acabase de una buena vez, matar a ese monstro para acabar con la pesadilla, pues al detenerle evitaría que lo que le hizo a mi familia se repitiese.
Santana se aclaro la voz, su voz, sus palabras habían sido duras pero eso no cambiaría nada de lo que iba a hacer. Sentía claramente como Santana se identificaba conmigo, podía percibir que estaba preocupada, sus emociones eran de empatía hacia mi persona, aun así no me sentía preparada para nada, la acababa de conocer y si bien las circunstancias se habían dado para la situación que estábamos viviendo, más no acostumbraba a confiar en las personas muy rápidamente.
Sentí como las emociones de Santana se tornaban confusas y luego ella se acerco lentamente y toco mi hombro haciéndome sentir más tranquila - no dejes que esa ira acabe contigo como casi lo hace conmigo, no a todos se nos da una segunda oportunidad – me dijo despacio, percibía su expectación ante sus actos pero ambas sabíamos que era lo correcto - No es solo ira, es justicia, no soy una buena persona, soy una bruja poderosa que ha sido entrenada desde bebe para protegerse y proteger a los que ama, amaba a mi familia, lo creas o no mis padres eran maravillosos, eran los seres más perfectos y los mejores padres que cualquiera pudo haber tenido, me protegieron y entrenaron cuando descubrieron mis poderes de bebe en lugar de entregarme... No permitiré que ese... - suspira y cierra los ojos - le haga lo mismo a otras familias... - Le dice llorando tratando que su voz saliera lo más clara posible... -En cuento a segundas oportunidades, me doy por bien servida si logro acabar con ese ser - Concluí apoyándome en una pared cercana y abrazando mis piernas, me sentía débil, había experimentado mas emociones de las deseadas en muy poco tiempo cosa que me había sentir exhausta... La verdad era que no quería segundas oportunidades, una vez cumplido mi objetivo si salía viva seguiría con mi vida, si no, me iría feliz de este mundo sabiendo que lo libre de un monstro como ese.
- Spoiler:
- No pasa nada, entiendo, yo todavia no estoy en examenes pero los prpfesores se han emocionado con los trabajos... tu estudia
Xiamara Kattalakis- Hechicero Clase Alta
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Al parecer le iba a costar más de un dolor de cabeza intentar disuadir a Xiamara de su principal, quizás no conseguiría que se le fuera de la mente, pero se conformaba con que buscara justicia de otra manera. Escuchó sus palabras con atención y decidió darle un giro a la situación, aunque tenía algo en contra, que sabía que sentía en cada momento, pero tampoco era tan importante.
Se deslizó hasta dejar la espalda, apoyada en la pared de ladrillo de uno de los edificios del callejón en el que se encontraban, sin apartar su vista de ella y mientras pensaba como responder sin sonar demasiado insolente, aunque de haber sido otra persona u otra situación ya estaría desde hace un rato profiriendo toda clase de palabras malsonantes en su idioma natal. Suspiró al no tener mucho éxito en su propósito así que simplemente se dignó a intentar hablar con toda la diplomacia que pudo.
– Y no has pensado que quizás tú matarás al miembro de una familia, no sabes cómo ha cambiado su vida desde que hizo lo que hizo. Que conste que no defiendo la matanza de los mortales bajo ningún concepto, solo intento que tú no arruines tu vida –volvió a suspirar recogiendo una gran bocanada de aire y soltándola poco a poco– mira, es tu vida, vas a hacer lo que quieras. Yo solo te acabo de conocer y no se por qué estoy dándote consejos sobre esto y medio discutiendo, supongo que porque pase lo mismo hace mucho y porque me estoy volviendo un poco blanda…pero volviendo al tema, lo que quieres ahora en parte puede ser justicia pero no del todo, matándolo solo serás igual que él, te rebajarás a su nivel…
Volvió a quedarse en silencio un minuto, con todo este tema no podía evitar pensar en las vidas que ella misma había quitado, sobre todo al principio de su vida como inmortal. No se enorgullecía de ese pasado tan turbio, pero ahí estaba y no podía ignorarlo. Si bien era de los vampiros que no les gustaba la caza simplemente por diversión, conocía su propio mundo y sabía perfectamente que algunos no solo mataban para alimentarse, sino por el simple hecho de matar. Así era su mundo, y bueno aunque el mundo de los mortales fuera de otra forma no era tan diferente en cuanto a esto.
–Además, él no es el único que se dedica a matar tanto por diversión como para conseguir alimento, ¿qué te vas a dedicar a matar vampiros? –la ironía no podía evitar salir cuando empezaba a dejar la tranquilidad y la diplomacia de lado– genial, como no hay ya suficientes cazadores de los que esconderse, pues nada aquí tienes tu primera víctima si quieres, no me voy a resistir –en cierta forma solo estaba picándola un poco, pero otra parte si acaso lo intentaba Santana se defendería por supuesto. Hace un tiempo no habría hecho nada, pero ahora que tenía razón para seguir por estos lugares no iba a rendirse fácilmente– dices que acabarás con todo lo que él quiere, adelante pues, mata a la persona que ame, la que no tiene culpa alguna de lo que te pasó. Y luego dices que no es ira lo que sientes y lo que te mueve si no la justicia, yo creo que estas equivocada y que tú misma das una explicación a todo para no sentirte tan mal.
Lo soltó todo de golpe y cuando paró decidió cerrar los ojos unos segundos antes de volver a hablar, quizás la cosa empezaba a írsele de sus manos pero no tenía ninguna intención de acabar la conversación aquí, tenía que hacer por lo menos que se cuestionara más a fondo si de verdad quería convertirse en asesina, en ese momento mientras elucubraba en su cabeza una bombilla se encendió y era probable que hubiera encontrado la pregunta idónea.
–Ya por último, ¿de verdad quieres convertirte en una asesina? Da igual no me respondas, pero respóndeme a esto, ¿tus padres, desde donde quiera que estén, están orgullosos si llevas a cabo tu magnífico plan de venganza? ¿De que su hija se convierta en lo que seguro nunca quisieron que te convirtieras? –se encogió de hombros y alzó las manos restándole importancia– solo piénsalo...
Se deslizó hasta dejar la espalda, apoyada en la pared de ladrillo de uno de los edificios del callejón en el que se encontraban, sin apartar su vista de ella y mientras pensaba como responder sin sonar demasiado insolente, aunque de haber sido otra persona u otra situación ya estaría desde hace un rato profiriendo toda clase de palabras malsonantes en su idioma natal. Suspiró al no tener mucho éxito en su propósito así que simplemente se dignó a intentar hablar con toda la diplomacia que pudo.
– Y no has pensado que quizás tú matarás al miembro de una familia, no sabes cómo ha cambiado su vida desde que hizo lo que hizo. Que conste que no defiendo la matanza de los mortales bajo ningún concepto, solo intento que tú no arruines tu vida –volvió a suspirar recogiendo una gran bocanada de aire y soltándola poco a poco– mira, es tu vida, vas a hacer lo que quieras. Yo solo te acabo de conocer y no se por qué estoy dándote consejos sobre esto y medio discutiendo, supongo que porque pase lo mismo hace mucho y porque me estoy volviendo un poco blanda…pero volviendo al tema, lo que quieres ahora en parte puede ser justicia pero no del todo, matándolo solo serás igual que él, te rebajarás a su nivel…
Volvió a quedarse en silencio un minuto, con todo este tema no podía evitar pensar en las vidas que ella misma había quitado, sobre todo al principio de su vida como inmortal. No se enorgullecía de ese pasado tan turbio, pero ahí estaba y no podía ignorarlo. Si bien era de los vampiros que no les gustaba la caza simplemente por diversión, conocía su propio mundo y sabía perfectamente que algunos no solo mataban para alimentarse, sino por el simple hecho de matar. Así era su mundo, y bueno aunque el mundo de los mortales fuera de otra forma no era tan diferente en cuanto a esto.
–Además, él no es el único que se dedica a matar tanto por diversión como para conseguir alimento, ¿qué te vas a dedicar a matar vampiros? –la ironía no podía evitar salir cuando empezaba a dejar la tranquilidad y la diplomacia de lado– genial, como no hay ya suficientes cazadores de los que esconderse, pues nada aquí tienes tu primera víctima si quieres, no me voy a resistir –en cierta forma solo estaba picándola un poco, pero otra parte si acaso lo intentaba Santana se defendería por supuesto. Hace un tiempo no habría hecho nada, pero ahora que tenía razón para seguir por estos lugares no iba a rendirse fácilmente– dices que acabarás con todo lo que él quiere, adelante pues, mata a la persona que ame, la que no tiene culpa alguna de lo que te pasó. Y luego dices que no es ira lo que sientes y lo que te mueve si no la justicia, yo creo que estas equivocada y que tú misma das una explicación a todo para no sentirte tan mal.
Lo soltó todo de golpe y cuando paró decidió cerrar los ojos unos segundos antes de volver a hablar, quizás la cosa empezaba a írsele de sus manos pero no tenía ninguna intención de acabar la conversación aquí, tenía que hacer por lo menos que se cuestionara más a fondo si de verdad quería convertirse en asesina, en ese momento mientras elucubraba en su cabeza una bombilla se encendió y era probable que hubiera encontrado la pregunta idónea.
–Ya por último, ¿de verdad quieres convertirte en una asesina? Da igual no me respondas, pero respóndeme a esto, ¿tus padres, desde donde quiera que estén, están orgullosos si llevas a cabo tu magnífico plan de venganza? ¿De que su hija se convierta en lo que seguro nunca quisieron que te convirtieras? –se encogió de hombros y alzó las manos restándole importancia– solo piénsalo...
Santana López- Vampiro Clase Alta
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Era completamente consiente de que estaba estresando a Santana con cada cosa que decía, pues si bien su lenguaje corporal lo controlaba bastante bien, de sus emociones no podía decir lo mismo, aunque tenía que reconocer que la vampiresa tenía un buen autocontrol, de ser ella y tener el nivel de frustración que podía percibir, yo en su lugar ya me hubiera puesto a proferir de maldiciones hacía ya un buen rato.
Sabia debido a sus emociones que la inmortal intentaría disuadirme de mis deseos de venganza, lo que me quedaba claro es que sería bastante interesante ver como lo intentaba. Vi como de estar tocando mi hombro de retiro sutilmente y se recargo contra la pared del callejón cercano al teatro sin dejar de observarme “Y no has pensado que quizás tú matarás al miembro de una familia, no sabes cómo ha cambiado su vida desde que hizo lo que hizo. Que conste que no defiendo la matanza de los mortales bajo ningún concepto, solo intento que tú no arruines tu vida” dijo lo más tranquila que pudo, aunque no por ello podía tomarlo bien, estaba a punto de contestarle cuando ella siguió con su discurso “ mira, es tu vida, vas a hacer lo que quieras. Yo solo te acabo de conocer y no sé por qué estoy dándote consejos sobre esto y medio discutiendo, supongo que porque pase lo mismo hace mucho y porque me estoy volviendo un poco blanda…pero volviendo al tema, lo que quieres ahora en parte puede ser justicia pero no del todo, matándolo solo serás igual que él, te rebajarás a su nivel…” Termino de decir y se quedó callada, solo pensando, podía sentir sus emociones y percibía que ella lidiaba con sus propios sentimientos de culpa y remordimiento.
Yo no era quien para juzgarla, si bien tenía una respuesta para cada cosa que me había dicho no me encontraba muy equilibrada emocionalmente como para contestarle y sabía que me tomaría un poco más de tiempo hablar si no quería empezar a gritarle, cosa que no se parecía tan mala idea ¿Qué podía hacer? Lanzárseme encima ¿querer matarme? No tenía miedo, que lo intentara si eso quería, después de todo… no tenía nada que perder. Apenas iba a convertir mis pensamientos en palabras cuando Santana volvió a hablar “Además, él no es el único que se dedica a matar tanto por diversión como para conseguir alimento, ¿qué te vas a dedicar a matar vampiros? genial, como no hay ya suficientes cazadores de los que esconderse, pues nada aquí tienes tu primera víctima si quieres, no me voy a resistir” Dijo esperando mi respuesta, que yo intentaba reprimir pues mi mal genio estaba saliendo a flote, como no le conteste continuo “dices que acabarás con todo lo que él quiere, adelante pues, mata a la persona que ame, la que no tiene culpa alguna de lo que te pasó. Y luego dices que no es ira lo que sientes y lo que te mueve si no la justicia, yo creo que estas equivocada y que tú misma das una explicación a todo para no sentirte tan mal.” Cuando callo uno segundos estuve completamente consiente de que si ella no se detenía mi ira acabaría explotando, así que apenas y vi cómo iba a empezar a hablar cerré los ojos en un intento de mantenerme centrada “Ya por último, ¿de verdad quieres convertirte en una asesina? Da igual no me respondas, pero respóndeme a esto, ¿tus padres, desde donde quiera que estén, están orgullosos si llevas a cabo tu magnífico plan de venganza? ¿De que su hija se convierta en lo que seguro nunca quisieron que te convirtieras? solo piénsalo...” Dijo y antes de que continuara mi temperamento salió a flote – ¿Ahora me dices que quieres morir? Que ironía –conteste burlonamente - mas no eres mi objetivo y tampoco dije que quería acabar con su raza – empecé a decir y deje sin control mi encandilamiento atrayéndola hacia mí, jugando con su deseo, pues si bien era cierto que quizás debía controlarme, ella me había picado, pues bien, buen trabajo de su parte, había caído redondita en la provocación – Santana, querida – susurre dulcemente acercándome a su rostro – jamás dije que cazaría a tu raza, al contrario, me encantan, suelo encandilarlos y llevármelos a la cama, nada mejor que un vampiro para hacer cosas prohibidas – susurre lentamente casi en sus labios, podía sentir como intento resistirse al encandilamiento unos segundos provocando que lo intensificara y solo jugara con el deseo en ella – ¿no lo crees así? – murmure sensualmente casi en sus labios pero sin tocarla, solo provocándola, envolviéndola en deseo pero a su vez perturbándola lo suficiente como para que no fuese capaz de actuar.
Tenía que admitir que estaba mucho más en control ahora que la ira gobernaba en mi – mas no me lio con personas enamoradas – concluí quitando de golpe todo el encandilamiento en ella, sabiendo perfectamente que le sentaría bastante mal tan drástico cambio y antes de que fuese capaz de reaccionar continúe – Jamás he dicho que sea una buena persona, soy una bruja de nacimiento, tengo mis poderes ejerciéndolos desde que nací, no necesito justificarme nada, no me considero una santa, de hecho me honra no serlo, si no me muestro como tal en la sociedad es por no ensuciar el apellido de mis padres, en cuanto a mis acciones, JAMAS – grite recalcando la palabra – he necesitado justificación – dije sintiendo como a cada momento e cabreaba más – En cuanto a mis padres… no sé si estarán orgullosos o no de mi plan porque ese … ser – susurre jadeante – los mato sin la más mínima consideración – jadié – en cuanto a lo de convertirme en una asesina y lo de rebajarme a su nivel NO ME IMPORTA – grite sintiendo las lágrimas nuevamente en mi rostro debido a la ira e impotencia que sentía – no me importa convertirme en una asesina, no me importa rebajarme a su nivel, solo quiero que sufra lo mismo que he sufrido yo, que vea como mato a su pareja, que suplique por morir tal como me hizo suplicar por mi vida, QUIERO VENGARME Y LIBRAR AL MUNDO DE UN SER ASI – grite y me aleje de la inmortal unos cuantos pasos, sentía mi rostro completamente húmedo por las lágrimas y mi ira había estallado, si no podía controlarme no quería que ella pagase, aún mas, las consecuencias o una de las dos acabaría muerta, si era yo no podría vengarme y si era ella me sentiría mal después.
Di varios pasos en dirección contraria a ella, ahora mismo no me importaba su reacción ni sus emociones, lo mejor era alejarme el suficiente tiempo para controlarme, sabía que Santana era sensata y que era posible que me diera tiempo… si no… solo era cuestión de esperar, así que una vez algo retirada de ella me recargue en la pared dejándome caer hasta llegar al suelo y sentarme, atraje mis piernas a mi torso y me abrace a mí misma escondiendo mi rostro e intentando controlar mi ira y emociones.
Sabia debido a sus emociones que la inmortal intentaría disuadirme de mis deseos de venganza, lo que me quedaba claro es que sería bastante interesante ver como lo intentaba. Vi como de estar tocando mi hombro de retiro sutilmente y se recargo contra la pared del callejón cercano al teatro sin dejar de observarme “Y no has pensado que quizás tú matarás al miembro de una familia, no sabes cómo ha cambiado su vida desde que hizo lo que hizo. Que conste que no defiendo la matanza de los mortales bajo ningún concepto, solo intento que tú no arruines tu vida” dijo lo más tranquila que pudo, aunque no por ello podía tomarlo bien, estaba a punto de contestarle cuando ella siguió con su discurso “ mira, es tu vida, vas a hacer lo que quieras. Yo solo te acabo de conocer y no sé por qué estoy dándote consejos sobre esto y medio discutiendo, supongo que porque pase lo mismo hace mucho y porque me estoy volviendo un poco blanda…pero volviendo al tema, lo que quieres ahora en parte puede ser justicia pero no del todo, matándolo solo serás igual que él, te rebajarás a su nivel…” Termino de decir y se quedó callada, solo pensando, podía sentir sus emociones y percibía que ella lidiaba con sus propios sentimientos de culpa y remordimiento.
Yo no era quien para juzgarla, si bien tenía una respuesta para cada cosa que me había dicho no me encontraba muy equilibrada emocionalmente como para contestarle y sabía que me tomaría un poco más de tiempo hablar si no quería empezar a gritarle, cosa que no se parecía tan mala idea ¿Qué podía hacer? Lanzárseme encima ¿querer matarme? No tenía miedo, que lo intentara si eso quería, después de todo… no tenía nada que perder. Apenas iba a convertir mis pensamientos en palabras cuando Santana volvió a hablar “Además, él no es el único que se dedica a matar tanto por diversión como para conseguir alimento, ¿qué te vas a dedicar a matar vampiros? genial, como no hay ya suficientes cazadores de los que esconderse, pues nada aquí tienes tu primera víctima si quieres, no me voy a resistir” Dijo esperando mi respuesta, que yo intentaba reprimir pues mi mal genio estaba saliendo a flote, como no le conteste continuo “dices que acabarás con todo lo que él quiere, adelante pues, mata a la persona que ame, la que no tiene culpa alguna de lo que te pasó. Y luego dices que no es ira lo que sientes y lo que te mueve si no la justicia, yo creo que estas equivocada y que tú misma das una explicación a todo para no sentirte tan mal.” Cuando callo uno segundos estuve completamente consiente de que si ella no se detenía mi ira acabaría explotando, así que apenas y vi cómo iba a empezar a hablar cerré los ojos en un intento de mantenerme centrada “Ya por último, ¿de verdad quieres convertirte en una asesina? Da igual no me respondas, pero respóndeme a esto, ¿tus padres, desde donde quiera que estén, están orgullosos si llevas a cabo tu magnífico plan de venganza? ¿De que su hija se convierta en lo que seguro nunca quisieron que te convirtieras? solo piénsalo...” Dijo y antes de que continuara mi temperamento salió a flote – ¿Ahora me dices que quieres morir? Que ironía –conteste burlonamente - mas no eres mi objetivo y tampoco dije que quería acabar con su raza – empecé a decir y deje sin control mi encandilamiento atrayéndola hacia mí, jugando con su deseo, pues si bien era cierto que quizás debía controlarme, ella me había picado, pues bien, buen trabajo de su parte, había caído redondita en la provocación – Santana, querida – susurre dulcemente acercándome a su rostro – jamás dije que cazaría a tu raza, al contrario, me encantan, suelo encandilarlos y llevármelos a la cama, nada mejor que un vampiro para hacer cosas prohibidas – susurre lentamente casi en sus labios, podía sentir como intento resistirse al encandilamiento unos segundos provocando que lo intensificara y solo jugara con el deseo en ella – ¿no lo crees así? – murmure sensualmente casi en sus labios pero sin tocarla, solo provocándola, envolviéndola en deseo pero a su vez perturbándola lo suficiente como para que no fuese capaz de actuar.
Tenía que admitir que estaba mucho más en control ahora que la ira gobernaba en mi – mas no me lio con personas enamoradas – concluí quitando de golpe todo el encandilamiento en ella, sabiendo perfectamente que le sentaría bastante mal tan drástico cambio y antes de que fuese capaz de reaccionar continúe – Jamás he dicho que sea una buena persona, soy una bruja de nacimiento, tengo mis poderes ejerciéndolos desde que nací, no necesito justificarme nada, no me considero una santa, de hecho me honra no serlo, si no me muestro como tal en la sociedad es por no ensuciar el apellido de mis padres, en cuanto a mis acciones, JAMAS – grite recalcando la palabra – he necesitado justificación – dije sintiendo como a cada momento e cabreaba más – En cuanto a mis padres… no sé si estarán orgullosos o no de mi plan porque ese … ser – susurre jadeante – los mato sin la más mínima consideración – jadié – en cuanto a lo de convertirme en una asesina y lo de rebajarme a su nivel NO ME IMPORTA – grite sintiendo las lágrimas nuevamente en mi rostro debido a la ira e impotencia que sentía – no me importa convertirme en una asesina, no me importa rebajarme a su nivel, solo quiero que sufra lo mismo que he sufrido yo, que vea como mato a su pareja, que suplique por morir tal como me hizo suplicar por mi vida, QUIERO VENGARME Y LIBRAR AL MUNDO DE UN SER ASI – grite y me aleje de la inmortal unos cuantos pasos, sentía mi rostro completamente húmedo por las lágrimas y mi ira había estallado, si no podía controlarme no quería que ella pagase, aún mas, las consecuencias o una de las dos acabaría muerta, si era yo no podría vengarme y si era ella me sentiría mal después.
Di varios pasos en dirección contraria a ella, ahora mismo no me importaba su reacción ni sus emociones, lo mejor era alejarme el suficiente tiempo para controlarme, sabía que Santana era sensata y que era posible que me diera tiempo… si no… solo era cuestión de esperar, así que una vez algo retirada de ella me recargue en la pared dejándome caer hasta llegar al suelo y sentarme, atraje mis piernas a mi torso y me abrace a mí misma escondiendo mi rostro e intentando controlar mi ira y emociones.
- Spoiler:
- Off
Me diverti contestando mucho el post, espero y no te lies en contestar jajajaja
Xiamara Kattalakis- Hechicero Clase Alta
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Es probable que aquel giro de la situación se hubiera tornado más complicado y peligroso de lo que había pensado Santana, pero por intentarlo tampoco había perdido nada. Estaba claro que las palabras que había pronunciado tenían su efecto dentro de Xiamara, aunque no se esperaba que volviera a utilizar sus dones con ella. De golpe sintió una ola de algo extraño recorrer todo su cuerpo y sin poder hacer nada acabó acercándose, quizás demasiado, a la causante. Quería resistirse, de siempre había sido una luchadora y no iba a dejar de serlo en un momento así, pero no podía solo podía apretar los puños y saber que lo que hacía no era producto de su voluntad, oponerse a sus fuerzas solo causó que Xiamara intensificara lo que fuera que hacía y a la morena no le quedó de otra que dejarse llevar.
Las cosas que decía las escuchaba, pero estaba un tanto aturdida y le costaba encontrarle conexión a cualquier cosa. La parte de su mente que seguía bajo el encandilamiento no hacía más que seguir la corriente, pero la parte que aún seguía siendo Santana le decía que se apartara que la empujara y que por favor no siguiera provocándola o acabará de acercarse. Cuando por fin la liberó se quedó aún más aturdida ante el cambio brusco, sin embargo no le importó en lo más mínimo. Sacudió ligeramente la cabeza como si con eso fuera a volver a estar totalmente lúcida. Volvió a donde se encontraba anteriormente y profiriendo algún gruñido no tuvo más opción que pegarle un puñetazo a los ladrillos, era eso o cargar contra Xiamara.
Su temperamento no había ayudado en lo más mínimo, toda su furia estaba fuera y tenía que volver a guardarla al igual que sus colmillos que durante la oposición a ser controlada habían salido de su escondite. Se quedó apoyada en la pared con el puño cerrado mientras notaba como las magulladuras de su propio golpe se curaban instantáneamente, seguía escuchando cada una de sus palabras, que al parecer tenía una para cada cosa y eso solo hacía que Santana se reafirmara en lo que había dicho antes. Cerró los ojos intentando volver a estar tranquila, aunque que le estuviera gritando tampoco ayudaba mucho, hasta que de pronto solo oyó como la tela rozaba contra, lo que suponía era la pared, hasta quedar sentada en el suelo mientras podía percibir a la perfección como, sin poder evitarlo, las lágrimas caían por su rostro.
Una vez más relajada se dio la vuelta y solo consiguió sentirse un poco culpable, allí estaba, sentada, abrazada a ella misma y en peor estado que cuando la había sacado del teatro. Suspiró y se volvió a apoyar contra la pared. Aunque llevaban poco tiempo manteniendo esta charla, sabía que cuando se ponía así era mejor darle su espacio, unos minutos de silencio para que se disipara ese ambiente cargado y que a la mínima chispa desembocaría un estallido. Quizás sí que se había pasado con todo lo que le había dicho, pero quería que reaccionara, aunque seguía tan ofuscada como antes.
–De acuerdo, he sobrepasado algunos límites, pero quería que reaccionaras…–bajó la cabeza un instante para volver a centrarse– aunque no de esa forma…y como advertencia, no vuelvas a hacerlo, no quiero ir contra ti tal como he hecho con esto…–susurró lo más calmada que pudo mientras señalada con la cabeza el ligero pero contundente orificio marca Santana que se había quedado en el muro– como te he dicho antes, tienes una justificación para todo y si bien me has dicho que ninguno de tus actos tienen el por qué justificarse, tú lo has hecho conmigo…–se pasó una mano por el pelo y sonrió de medio lado– esto solo reafirma lo que te decía, buscas una justificación, una razón para no darte cuenta de que lo que quieres no es del todo correcto…pero como también te he dicho, es tu vida.
Dejó de estar plantada y se fue acercando muy despacio a ella, aún a sabiendas que quizás no era la mejor opción, cuando llegó a su lado imitó su postura sentándose en el suelo. Inclinó la cabeza para atrás mientras veía el firmamento y cosa de un minuto después volvió a bajar la mirada para centrarse en ella– todo lo que te quiero decir, y estas son mis últimas palabras de…¿reprimenda? –asintió para sí misma pensando que era probable esa palabra como definición– no estas siendo dueña de tu propia vida, descargas tu furia llevándote a la cama a los de mi raza–aunque hubiera estado trastocada, luego de volver a ser ella misma recordaba cada palabra con exactitud– pero un día cuando ya hayas llevado a cabo tu venganza y todos tus planes, te darás cuenta de que sigues vacía y que has desperdiciado unos años maravillosos de tu vida, porque tu bien has dicho al principio de todo esto, de momento eres humana y no tienes tanto tiempo –no sabía por qué pero había algo dentro de Santana que le decía que eso de ser humana no le iba a durar para siempre, aunque quizás solo eran tonterías.
Las cosas que decía las escuchaba, pero estaba un tanto aturdida y le costaba encontrarle conexión a cualquier cosa. La parte de su mente que seguía bajo el encandilamiento no hacía más que seguir la corriente, pero la parte que aún seguía siendo Santana le decía que se apartara que la empujara y que por favor no siguiera provocándola o acabará de acercarse. Cuando por fin la liberó se quedó aún más aturdida ante el cambio brusco, sin embargo no le importó en lo más mínimo. Sacudió ligeramente la cabeza como si con eso fuera a volver a estar totalmente lúcida. Volvió a donde se encontraba anteriormente y profiriendo algún gruñido no tuvo más opción que pegarle un puñetazo a los ladrillos, era eso o cargar contra Xiamara.
Su temperamento no había ayudado en lo más mínimo, toda su furia estaba fuera y tenía que volver a guardarla al igual que sus colmillos que durante la oposición a ser controlada habían salido de su escondite. Se quedó apoyada en la pared con el puño cerrado mientras notaba como las magulladuras de su propio golpe se curaban instantáneamente, seguía escuchando cada una de sus palabras, que al parecer tenía una para cada cosa y eso solo hacía que Santana se reafirmara en lo que había dicho antes. Cerró los ojos intentando volver a estar tranquila, aunque que le estuviera gritando tampoco ayudaba mucho, hasta que de pronto solo oyó como la tela rozaba contra, lo que suponía era la pared, hasta quedar sentada en el suelo mientras podía percibir a la perfección como, sin poder evitarlo, las lágrimas caían por su rostro.
Una vez más relajada se dio la vuelta y solo consiguió sentirse un poco culpable, allí estaba, sentada, abrazada a ella misma y en peor estado que cuando la había sacado del teatro. Suspiró y se volvió a apoyar contra la pared. Aunque llevaban poco tiempo manteniendo esta charla, sabía que cuando se ponía así era mejor darle su espacio, unos minutos de silencio para que se disipara ese ambiente cargado y que a la mínima chispa desembocaría un estallido. Quizás sí que se había pasado con todo lo que le había dicho, pero quería que reaccionara, aunque seguía tan ofuscada como antes.
–De acuerdo, he sobrepasado algunos límites, pero quería que reaccionaras…–bajó la cabeza un instante para volver a centrarse– aunque no de esa forma…y como advertencia, no vuelvas a hacerlo, no quiero ir contra ti tal como he hecho con esto…–susurró lo más calmada que pudo mientras señalada con la cabeza el ligero pero contundente orificio marca Santana que se había quedado en el muro– como te he dicho antes, tienes una justificación para todo y si bien me has dicho que ninguno de tus actos tienen el por qué justificarse, tú lo has hecho conmigo…–se pasó una mano por el pelo y sonrió de medio lado– esto solo reafirma lo que te decía, buscas una justificación, una razón para no darte cuenta de que lo que quieres no es del todo correcto…pero como también te he dicho, es tu vida.
Dejó de estar plantada y se fue acercando muy despacio a ella, aún a sabiendas que quizás no era la mejor opción, cuando llegó a su lado imitó su postura sentándose en el suelo. Inclinó la cabeza para atrás mientras veía el firmamento y cosa de un minuto después volvió a bajar la mirada para centrarse en ella– todo lo que te quiero decir, y estas son mis últimas palabras de…¿reprimenda? –asintió para sí misma pensando que era probable esa palabra como definición– no estas siendo dueña de tu propia vida, descargas tu furia llevándote a la cama a los de mi raza–aunque hubiera estado trastocada, luego de volver a ser ella misma recordaba cada palabra con exactitud– pero un día cuando ya hayas llevado a cabo tu venganza y todos tus planes, te darás cuenta de que sigues vacía y que has desperdiciado unos años maravillosos de tu vida, porque tu bien has dicho al principio de todo esto, de momento eres humana y no tienes tanto tiempo –no sabía por qué pero había algo dentro de Santana que le decía que eso de ser humana no le iba a durar para siempre, aunque quizás solo eran tonterías.
Santana López- Vampiro Clase Alta
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
No había duda de que la decisión de salir al teatro había sido la peor elección que había tomado en la noche, y eso que apenas había empezado a oscurecer cuando lo había elegido; ahora me encontraba en un callejón llorando nuevamente, después de descargar mi ira contra una vampira que lo único que quería hacer era ayudarme, lo peor era que no paraba ahí, sino que encima la había atacado, encandilado un par de veces y ahora estaba en el suelo llorando no solo por la ira incontenible que sentía sino también por cada emoción que originaba mi cuerpo.
Me quede sentada, abrazada a mis piernas y escondiendo mi rostro, no por vergüenza al estar llorando sino más bien intentando calmar mis emociones, consciente estaba de que aún tenía a una inmortal a unos metro de mí que lo más seguro era que estuviese cabreada pues alcanzaba a percibir algo, era solo que estaba tan descontrolada que no tenía la certeza de que el enojo proviniera de ella o solo fuese una extensión de mis propios sentimientos.
Había aprendido hacía ya mucho tiempo a aislarme cada vez que me encontraba mal, no siempre lo hacía pues era obvio que no era una buena opción si estaba en peligro, más en cambio si no quería desquitarme contra una persona inocente lo más normal en mi era hacerlo y esta noche lo había empleado varias veces, mas sin embargo en esta ocasión era distinto, no solo estaba evadiendo la situación o controlando mi temperamento, que eso ya de por si no era tan fácil, sino que tenía que encontrar un punto de equilibrio pues toda esta situación de dejaba completamente descontrolada y fuera de mí.
Me encerré en mi misma en lo que pudieron ser horas debido a todas las emociones pero sobre todo a la ira que predominaba en mí, más sabia que mi acompañante vampira no esperaría tanto tiempo, solo estaba tratando de encontrar la manera de controlarme, era claro que no podría dejar el lugar en mi actual condición, era un peligro para mí y para cualquier persona que se topase conmigo, mas sin embargo me estaba costando y mucho encontrar un punto de apoyo del cual sostenerme y de ahí empezar a centrar cada una de las emociones que me embargaban.
No estaba segura cuanto tiempo había pasado cuando empecé a escuchar la voz de Santana “De acuerdo, he sobrepasado algunos límites, pero quería que reaccionaras…” Empezó a decir y a pesar de no estar aún del todo lista salí un poco de mi burbuja y me gire para observarla “aunque no de esa forma…y como advertencia, no vuelvas a hacerlo, no quiero ir contra ti tal como he hecho con esto…” Me advirtió y entonces me di cuenta que la pared estaba golpeada y recordé que le había escuchado gruñirme, de haber sido otra la situación hubiera rodado los ojos ante la amenaza más ahora ni siquiera era capaz de eso, solo la seguí escuchando “como te he dicho antes, tienes una justificación para todo y si bien me has dicho que ninguno de tus actos tienen el por qué justificarse, tú lo has hecho conmigo…” ¿De verdad creía que yo me estaba justificando con ella? “Esto solo reafirma lo que te decía, buscas una justificación, una razón para no darte cuenta de que lo que quieres no es del todo correcto…pero como también te he dicho, es tu vida.” O si, la inmortal lo creía, lo que me provocaba una enorme frustración ¿Era posible que una persona pudiera pasar de la ira absoluta a la frustración absoluta tan rápido sin padecer una enfermedad mental? Porque las palabras de la morena era lo único que realmente había podido lograr ¿De verdad se podía ser tan necio e ingenuo como para creer que yo solo quería justificar mi venganza porque no era correcto? Tomando en cuenta además, de que si era correcto.
Respire profundo sin dejar de verla, tenía que ejercer todo el autocontrol que había podido recuperar y me quede observándola, sentí primero su indecisión, luego vi como lentamente se acercó a donde me encontraba sentándose aún lado, primero mirando el oscuro cielo estrellado para luego centrarse en mí, como había hecho hasta el momento guarde silencio para escucharla hablar y me gire a ver la pared, no estaba muy segura de si quería verla “todo lo que te quiero decir, y estas son mis últimas palabras de…¿reprimenda?” ¿Me estaba reprendiendo? “no estas siendo dueña de tu propia vida, descargas tu furia llevándote a la cama a los de mi raza” O sí, me reprendía cosa a la que me estaba costando no contestarle, ahora que ya estaba un poco más calmada quería hacerlo, pero lo mejor era dejarla terminar, después de todo había dicho que ya no me regañaría más “pero un día cuando ya hayas llevado a cabo tu venganza y todos tus planes, te darás cuenta de que sigues vacía y que has desperdiciado unos años maravillosos de tu vida, porque tu bien has dicho al principio de todo esto, de momento eres humana y no tienes” Termino de decir y pude percibir su preocupación, no solo en sus emociones sino también en sus ojos al voltearla a ver.
Me quede callada por unos momentos, no estaba segura que tan estable estaba para contestarle pues si bien ahora al menos era capaz de controlarme aún había bastante ira en mi sin mencionar la recién acumulada frustración – En primera, no me llevo a la cama a los de tu especia por “descargar mi furia, lo hago porque como te dije en mi eminente estado de ira no contenida nada mejor que un vampiro para hacer cosas prohibidas – recalque mirándola a los ojos pues de todo lo que había dicho esto era en lo que más se había equivocado. Me encantaban los vampiros, perfeccionando mis dones me convertiría en una de ellos, sin mencionar que tenía ya una compañera inmortal, o al menos algo así.
La observe unos momentos antes de continuar, pues si bien mis palabras anteriores habían carecido de emociones, no porque no las sintiese sino porque era la manera más fácil que me habían enseñado de mantenerme al margen de una situación que se saliera de control la verdad era que no estaba muy segura poder seguir haciéndolo mucho más tiempo, no era tan sencillo con sentimientos tan fuertes como los que sentía – En cuanto a lo del vacío después de cobrar mi venganza… Santana, más vacío del que ahora siento no es posible, lo he perdido todo, esa noche lo perdí todo, perdí a mis padres, mi virginidad, que es lo único que le importa de una mujer a esta hipócrita sociedad en la que vivimos, me perdí a mi misma, al menos al matar a su pareja y a él cobrare lo que me deben. ¿Qué no llenare el vacío? Es lo más probable, pero al menos ya no sentiré que le debo algo a la vida y poder continuar, quizás no con la vida color de rosa que mis padres querían para mí, pero si continuar, pues como tú dices soy humana y como tal mi vida es frágil, tanto que puede terminar en cualquier momento, así que, solo es cuestión de esperar – Termine de decir susurrando y con la voz más quebrada sintiendo como las lágrimas resbalaban nuevamente por mi rostro pues había sido sincera, más de lo ha había sido en años.
El silencio nos volvió a cubrir, al parecer a ninguna de las dos nos incomodaba estar sin hablar y eso para variar era algo bueno – Y Santana, de verdad, no me justifico ante ti, lo que dije fue porque me hiciste cabrear y no suelo controlar mis opiniones ni actos como te pudiste dar cuenta, lo que hare va más allá de lo que es moral y correcto, tengo motivos de sobra para hacerlo y créeme no necesito justificación ni ante mis ojos ni ante los de nadie – dije alzando mi voz un “poquito” más de lo que debía, mas sin embargo era un tema sensible – Por cierto – continúe volviendo mi voz un poco más a la normalidad – deberías adoptar un niño o niña, lo que más te guste, – agrege alzando la ceja y mirándola de manera interesante – pues es de mala educación andar reprendiendo a extraños y así tendrías a quien reprender, si fueras humana te diría que lo tuvieras pero como no… – termine de decir de manera más suave tratando de destensar la situación un poco – En cuanto a tu amenaza, no te tengo miedo, no me amenaces ya que normalmente lo tomo como un reto, más en esta situación lo dejare así e intentare comportarme, siempre y cuando no me piques, no tengo tan buen autocontrol como para no caer en la provocación – concluí mirándola a los ojos por unos momentos y luego elevando mi rostro mirando hacia la oscura noche sintiendo aun algunas lágrimas rodar por mi húmedo rostro, dándome cuenta de que ni siquiera ya era consciente de que estaba aun llorando.
Me quede sentada, abrazada a mis piernas y escondiendo mi rostro, no por vergüenza al estar llorando sino más bien intentando calmar mis emociones, consciente estaba de que aún tenía a una inmortal a unos metro de mí que lo más seguro era que estuviese cabreada pues alcanzaba a percibir algo, era solo que estaba tan descontrolada que no tenía la certeza de que el enojo proviniera de ella o solo fuese una extensión de mis propios sentimientos.
Había aprendido hacía ya mucho tiempo a aislarme cada vez que me encontraba mal, no siempre lo hacía pues era obvio que no era una buena opción si estaba en peligro, más en cambio si no quería desquitarme contra una persona inocente lo más normal en mi era hacerlo y esta noche lo había empleado varias veces, mas sin embargo en esta ocasión era distinto, no solo estaba evadiendo la situación o controlando mi temperamento, que eso ya de por si no era tan fácil, sino que tenía que encontrar un punto de equilibrio pues toda esta situación de dejaba completamente descontrolada y fuera de mí.
Me encerré en mi misma en lo que pudieron ser horas debido a todas las emociones pero sobre todo a la ira que predominaba en mí, más sabia que mi acompañante vampira no esperaría tanto tiempo, solo estaba tratando de encontrar la manera de controlarme, era claro que no podría dejar el lugar en mi actual condición, era un peligro para mí y para cualquier persona que se topase conmigo, mas sin embargo me estaba costando y mucho encontrar un punto de apoyo del cual sostenerme y de ahí empezar a centrar cada una de las emociones que me embargaban.
No estaba segura cuanto tiempo había pasado cuando empecé a escuchar la voz de Santana “De acuerdo, he sobrepasado algunos límites, pero quería que reaccionaras…” Empezó a decir y a pesar de no estar aún del todo lista salí un poco de mi burbuja y me gire para observarla “aunque no de esa forma…y como advertencia, no vuelvas a hacerlo, no quiero ir contra ti tal como he hecho con esto…” Me advirtió y entonces me di cuenta que la pared estaba golpeada y recordé que le había escuchado gruñirme, de haber sido otra la situación hubiera rodado los ojos ante la amenaza más ahora ni siquiera era capaz de eso, solo la seguí escuchando “como te he dicho antes, tienes una justificación para todo y si bien me has dicho que ninguno de tus actos tienen el por qué justificarse, tú lo has hecho conmigo…” ¿De verdad creía que yo me estaba justificando con ella? “Esto solo reafirma lo que te decía, buscas una justificación, una razón para no darte cuenta de que lo que quieres no es del todo correcto…pero como también te he dicho, es tu vida.” O si, la inmortal lo creía, lo que me provocaba una enorme frustración ¿Era posible que una persona pudiera pasar de la ira absoluta a la frustración absoluta tan rápido sin padecer una enfermedad mental? Porque las palabras de la morena era lo único que realmente había podido lograr ¿De verdad se podía ser tan necio e ingenuo como para creer que yo solo quería justificar mi venganza porque no era correcto? Tomando en cuenta además, de que si era correcto.
Respire profundo sin dejar de verla, tenía que ejercer todo el autocontrol que había podido recuperar y me quede observándola, sentí primero su indecisión, luego vi como lentamente se acercó a donde me encontraba sentándose aún lado, primero mirando el oscuro cielo estrellado para luego centrarse en mí, como había hecho hasta el momento guarde silencio para escucharla hablar y me gire a ver la pared, no estaba muy segura de si quería verla “todo lo que te quiero decir, y estas son mis últimas palabras de…¿reprimenda?” ¿Me estaba reprendiendo? “no estas siendo dueña de tu propia vida, descargas tu furia llevándote a la cama a los de mi raza” O sí, me reprendía cosa a la que me estaba costando no contestarle, ahora que ya estaba un poco más calmada quería hacerlo, pero lo mejor era dejarla terminar, después de todo había dicho que ya no me regañaría más “pero un día cuando ya hayas llevado a cabo tu venganza y todos tus planes, te darás cuenta de que sigues vacía y que has desperdiciado unos años maravillosos de tu vida, porque tu bien has dicho al principio de todo esto, de momento eres humana y no tienes” Termino de decir y pude percibir su preocupación, no solo en sus emociones sino también en sus ojos al voltearla a ver.
Me quede callada por unos momentos, no estaba segura que tan estable estaba para contestarle pues si bien ahora al menos era capaz de controlarme aún había bastante ira en mi sin mencionar la recién acumulada frustración – En primera, no me llevo a la cama a los de tu especia por “descargar mi furia, lo hago porque como te dije en mi eminente estado de ira no contenida nada mejor que un vampiro para hacer cosas prohibidas – recalque mirándola a los ojos pues de todo lo que había dicho esto era en lo que más se había equivocado. Me encantaban los vampiros, perfeccionando mis dones me convertiría en una de ellos, sin mencionar que tenía ya una compañera inmortal, o al menos algo así.
La observe unos momentos antes de continuar, pues si bien mis palabras anteriores habían carecido de emociones, no porque no las sintiese sino porque era la manera más fácil que me habían enseñado de mantenerme al margen de una situación que se saliera de control la verdad era que no estaba muy segura poder seguir haciéndolo mucho más tiempo, no era tan sencillo con sentimientos tan fuertes como los que sentía – En cuanto a lo del vacío después de cobrar mi venganza… Santana, más vacío del que ahora siento no es posible, lo he perdido todo, esa noche lo perdí todo, perdí a mis padres, mi virginidad, que es lo único que le importa de una mujer a esta hipócrita sociedad en la que vivimos, me perdí a mi misma, al menos al matar a su pareja y a él cobrare lo que me deben. ¿Qué no llenare el vacío? Es lo más probable, pero al menos ya no sentiré que le debo algo a la vida y poder continuar, quizás no con la vida color de rosa que mis padres querían para mí, pero si continuar, pues como tú dices soy humana y como tal mi vida es frágil, tanto que puede terminar en cualquier momento, así que, solo es cuestión de esperar – Termine de decir susurrando y con la voz más quebrada sintiendo como las lágrimas resbalaban nuevamente por mi rostro pues había sido sincera, más de lo ha había sido en años.
El silencio nos volvió a cubrir, al parecer a ninguna de las dos nos incomodaba estar sin hablar y eso para variar era algo bueno – Y Santana, de verdad, no me justifico ante ti, lo que dije fue porque me hiciste cabrear y no suelo controlar mis opiniones ni actos como te pudiste dar cuenta, lo que hare va más allá de lo que es moral y correcto, tengo motivos de sobra para hacerlo y créeme no necesito justificación ni ante mis ojos ni ante los de nadie – dije alzando mi voz un “poquito” más de lo que debía, mas sin embargo era un tema sensible – Por cierto – continúe volviendo mi voz un poco más a la normalidad – deberías adoptar un niño o niña, lo que más te guste, – agrege alzando la ceja y mirándola de manera interesante – pues es de mala educación andar reprendiendo a extraños y así tendrías a quien reprender, si fueras humana te diría que lo tuvieras pero como no… – termine de decir de manera más suave tratando de destensar la situación un poco – En cuanto a tu amenaza, no te tengo miedo, no me amenaces ya que normalmente lo tomo como un reto, más en esta situación lo dejare así e intentare comportarme, siempre y cuando no me piques, no tengo tan buen autocontrol como para no caer en la provocación – concluí mirándola a los ojos por unos momentos y luego elevando mi rostro mirando hacia la oscura noche sintiendo aun algunas lágrimas rodar por mi húmedo rostro, dándome cuenta de que ni siquiera ya era consciente de que estaba aun llorando.
Última edición por Xiamara Kattalakis el Vie Mar 01, 2013 2:12 pm, editado 1 vez
Xiamara Kattalakis- Hechicero Clase Alta
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Y pensar que ese día sería un total aburrimiento, no podía haber estado más equivocada. Primero el teatro, que aunque no fue cosa del otro mundo estuvo bastante bien, luego el inesperado encuentro con una Xiamara un tanto descolocada, y por último una discusión bastante entretenida a decir verdad. Ahora que la cosa se había calmado y no había tanta tensión, aunque no se había disipado del todo, pareciera que ambas podían pensar con más claridad.
Tras sus últimas palabras pasaron unos minutos antes de que Xiamara volviera a hablar, como no para contestar todo lo que le había dicho anteriormente. Santana sonrió mientras la escuchaba sin interrumpirla y prefirió dejar el tema en punto muerto y no replicarle o, mejor dicho, debatirle nada de lo que acaba de explicar. Ella seguía diciendo que se justificaba pero la vampira seguía en su posición de que sí lo hacía, estaba claro que era un mecanismo de defensa y que conscientemente nunca lo iba a admitir así que no había caso en seguir insistiendo. Quizás en lo que si se había equivocado era en lo de descargar su furia, al parecer no era solo por eso, al parecer sí que le gustaba eso de andar con vampiros, aunque no era la única- nunca entenderé porque los humanos tienen esa fijación por los seres de otro mundo…-susurró convirtiendo un pensamiento para sí en una frase en voz alta.
También seguía con su idea de que todo daba igual con tal de obtener lo que quería, venganza, así que tampoco tenía mucho que hacer para disuadirla y ya se había dado cuenta. No sabía por qué exactamente pero ya que esta chica le había caído en gracia, y puesto que no conseguiría quitarle esa idea de la cabeza, es probable que pudiera apoyarla si alguna vez necesitara ayuda, aunque tampoco estaba muy convencida de que eso fuera del todo correcto y no le fuera a pasar factura a ella misma a la larga, pero qué otra cosa podía hacer por el momento que no fuera brindarle el apoyo de alguien que podría considerar amiga. El silencio era bien recibido por ambas y eso era bueno ya que les daba tiempo para reflexionar.
-Bueno, puesto que no conseguiré que cambies de opinión, que sepas que si alguna vez necesitas ayuda, solo tienes que pedirla –dijo tranquilamente sin mover la vista de firmamento, suponía que era una forma de intentar conservar su muro, aunque ahora era absurdo después de que más o menos le hubiera contado su vida, pero así era, reservada hasta para cuando daba ayuda a alguien o algo parecido. Lo siguiente dicho por Xiamara la dejó seguramente con una cara que sería un total poema. Eso de adoptar, entre otras cosas nunca se le había pasado por la cabeza, pero la dejó un tanto sorprendida. También supuso que era para relajar un poco más el ambiente. Cuando se le pasó ligeramente el shock simplemente sonrió poniendo los ojos en blanco y negando ligeramente con la cabeza, no es que se le dieran precisamente bien los niños, pero quizás podía ser hora de plantearse ciertas cosas.
Bajó la cabeza hasta encontrarse con la mirada de ella mientras le respondía a la semi-amenaza que antes le había proferido. De momento no dijo nada y la dejó acabar, llanamente alzó las cejas sin dejar de sonreír esperando a que terminara- nunca dije que me tuvieras miedo…y debo decir en mi defensa dos cosas. Una, tu atacaste primero y dos, al igual que tú en ese momento no es que estuviera dentro de mis cabales, así que olvidemos ese fortuito encontronazo de hace un momento –en ese momento se dio cuenta de que todavía alguna lágrima que otra seguía cayendo por el rostro de la joven, pero no hizo nada al respecto creyendo que era mejor dejarlas salir- respecto a lo de picarte…no voy a pedirte perdón porque lo llevo en el carácter y aunque no quiera lo voy a hacer sin darme cuenta, igualmente no creo que ni mi ironía salga a relucir en lo que queda de noche –se encogió de hombros y quitó su vista de encima para cerrar los ojos mientras apoyaba la cabeza en la pared que las sostenía a ambas.
Suspiró lentamente, todo lo transcurrido la estaba haciendo pensar, y quizás más de lo que la misma Santana hubiese querido pero sin poder evitarlo. Dicen que donde hubo fuego, cenizas quedan y para la morena esa frase tenía demasiado sentido, aunque hubiera superado todo lo que pasó hace tiempo dentro de ella seguían quedando restos que aún quemaban si se les daba la oportunidad, y ahora tenía algo que no podía perder, aunque lamentablemente tenía que tener en cuenta que la vida humana es efímera y caprichosa y por supuesto no le podía volver a pasar lo de hace cuatro siglos, estaba claro que no soportaría otra pérdida y otros siglos de soledad y búsqueda sin ningún resultado. Dejó de traer a su mente malos presagios antes de que sus emociones pudieran demostrarlo, aunque segura estaba de que su acompañante ya se habría dado cuenta.
Tras sus últimas palabras pasaron unos minutos antes de que Xiamara volviera a hablar, como no para contestar todo lo que le había dicho anteriormente. Santana sonrió mientras la escuchaba sin interrumpirla y prefirió dejar el tema en punto muerto y no replicarle o, mejor dicho, debatirle nada de lo que acaba de explicar. Ella seguía diciendo que se justificaba pero la vampira seguía en su posición de que sí lo hacía, estaba claro que era un mecanismo de defensa y que conscientemente nunca lo iba a admitir así que no había caso en seguir insistiendo. Quizás en lo que si se había equivocado era en lo de descargar su furia, al parecer no era solo por eso, al parecer sí que le gustaba eso de andar con vampiros, aunque no era la única- nunca entenderé porque los humanos tienen esa fijación por los seres de otro mundo…-susurró convirtiendo un pensamiento para sí en una frase en voz alta.
También seguía con su idea de que todo daba igual con tal de obtener lo que quería, venganza, así que tampoco tenía mucho que hacer para disuadirla y ya se había dado cuenta. No sabía por qué exactamente pero ya que esta chica le había caído en gracia, y puesto que no conseguiría quitarle esa idea de la cabeza, es probable que pudiera apoyarla si alguna vez necesitara ayuda, aunque tampoco estaba muy convencida de que eso fuera del todo correcto y no le fuera a pasar factura a ella misma a la larga, pero qué otra cosa podía hacer por el momento que no fuera brindarle el apoyo de alguien que podría considerar amiga. El silencio era bien recibido por ambas y eso era bueno ya que les daba tiempo para reflexionar.
-Bueno, puesto que no conseguiré que cambies de opinión, que sepas que si alguna vez necesitas ayuda, solo tienes que pedirla –dijo tranquilamente sin mover la vista de firmamento, suponía que era una forma de intentar conservar su muro, aunque ahora era absurdo después de que más o menos le hubiera contado su vida, pero así era, reservada hasta para cuando daba ayuda a alguien o algo parecido. Lo siguiente dicho por Xiamara la dejó seguramente con una cara que sería un total poema. Eso de adoptar, entre otras cosas nunca se le había pasado por la cabeza, pero la dejó un tanto sorprendida. También supuso que era para relajar un poco más el ambiente. Cuando se le pasó ligeramente el shock simplemente sonrió poniendo los ojos en blanco y negando ligeramente con la cabeza, no es que se le dieran precisamente bien los niños, pero quizás podía ser hora de plantearse ciertas cosas.
Bajó la cabeza hasta encontrarse con la mirada de ella mientras le respondía a la semi-amenaza que antes le había proferido. De momento no dijo nada y la dejó acabar, llanamente alzó las cejas sin dejar de sonreír esperando a que terminara- nunca dije que me tuvieras miedo…y debo decir en mi defensa dos cosas. Una, tu atacaste primero y dos, al igual que tú en ese momento no es que estuviera dentro de mis cabales, así que olvidemos ese fortuito encontronazo de hace un momento –en ese momento se dio cuenta de que todavía alguna lágrima que otra seguía cayendo por el rostro de la joven, pero no hizo nada al respecto creyendo que era mejor dejarlas salir- respecto a lo de picarte…no voy a pedirte perdón porque lo llevo en el carácter y aunque no quiera lo voy a hacer sin darme cuenta, igualmente no creo que ni mi ironía salga a relucir en lo que queda de noche –se encogió de hombros y quitó su vista de encima para cerrar los ojos mientras apoyaba la cabeza en la pared que las sostenía a ambas.
Suspiró lentamente, todo lo transcurrido la estaba haciendo pensar, y quizás más de lo que la misma Santana hubiese querido pero sin poder evitarlo. Dicen que donde hubo fuego, cenizas quedan y para la morena esa frase tenía demasiado sentido, aunque hubiera superado todo lo que pasó hace tiempo dentro de ella seguían quedando restos que aún quemaban si se les daba la oportunidad, y ahora tenía algo que no podía perder, aunque lamentablemente tenía que tener en cuenta que la vida humana es efímera y caprichosa y por supuesto no le podía volver a pasar lo de hace cuatro siglos, estaba claro que no soportaría otra pérdida y otros siglos de soledad y búsqueda sin ningún resultado. Dejó de traer a su mente malos presagios antes de que sus emociones pudieran demostrarlo, aunque segura estaba de que su acompañante ya se habría dado cuenta.
Santana López- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 24/06/2012
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Nos habíamos quedado en silencio nuevamente, al parecer había encontrado a alguien que no le incomodara o molestara no estar en comunicación todo el tiempo. Después de mi contestación ambas nos habíamos quedado mirando al cielo, podría asegurar que ambas estábamos ya más tranquilas y aunque mi estado emocional aún estaba algo descolocado al menos ya no sentía ganas de acabar con cualquiera a mi alrededor, algo era algo, después de todo, tenía que empezar controlándome y ahora lo estaba empezando a lograr.
Sabía perfectamente que Santana estaba renuente a aceptar mis palabras pero tras unos momentos donde sus emociones se vieron algo complicadas percibí que por fin se daba por vencida, no era algo absoluto pero si lo bastante fuerte para llamar mi atención y voltear a verla por unos momentos en los que curiosamente logre escuchar “nunca entenderé porque los humanos tienen esa fijación por los seres de otro mundo…” cosa que me hizo sonreír sin poder evitarlo mas no dije nada, aun el silencio entre nosotras era algo cómodo y la verdad era que prefería que ella hablara, ya luego le contestaría, aunque claro, eso no me impedía hacer muecas o contestaciones no verbales.
Volvió a rondarnos un agradable silencio en el que podía percibir como las emociones de ambas bajaban en intensidad poco a poco, al menos las mías estaban cada vez más en control, ya no sentía la necesidad de estar gritando. Había vuelto mi vista hacia la oscura noche cuando volví a escuchar la voz de la morena que estaba a mi lado “Bueno, puesto que no conseguiré que cambies de opinión, que sepas que si alguna vez necesitas ayuda, solo tienes que pedirla” Me ofreció provocando que mi vista se fijara en ella nuevamente pues sus palabras eran sinceras aunque sus emociones fueran algo tímidas o reservadas cosa que entendía perfectamente y quería contestarle pero sabía que lo mejor era guardar un poco más de silencio, aún era bastante fuerte su turbación después de escucharme decir que adoptara un niño y si bien al principio me había rodado los ojos, estaba completamente segura que mis palabras habían hecho eco en ella.
Cuando bajo la cabeza sabía que estaba por terminar de hablar, ya no había mucho que replicarme, aun así esperaba su respuesta con expectación, la inmortal sin duda era una persona bastante interesante y la primera en demasiado tiempo con quien tenía una plática sin fines sexuales, después de todo, era la naturaleza de su raza casa que a mí me embrujaba por decirlo de una manera irónicamente cómica “nunca dije que me tuvieras miedo…y debo decir en mi defensa dos cosas. Una, tu atacaste primero y dos, al igual que tú en ese momento no es que estuviera dentro de mis cabales, así que olvidemos ese fortuito encontronazo de hace un momento… respecto a lo de picarte…no voy a pedirte perdón porque lo llevo en el carácter y aunque no quiera lo voy a hacer sin darme cuenta, igualmente no creo que ni mi ironía salga a relucir en lo que queda de noche” Escuche atentamente causando que sonriese un poco, ella era alguien sin dudas interesante y eso era algo agradable para variar.
Estaba por contestarle cuando percibí como sus emociones volvían a turbarse, sabía que al analizar mis últimas palabras podrían causar emociones encontradas en la inmortal, pues no necesitaba ser adivina para deducir que había encontrado la rencarnación de quien antes había perdido y que los más probable es que la persona fuese humana cosa que a como yo veía las cosas era algo que en definitiva no era bueno, sobre todo si ya había muerto hacia cuatrocientos años cosa que ella sabía pues sus emociones había cambiado de estar bastante tranquilas a estar inquietas, llenas de angustia cosa que me había saber que no estaban tan lejos de la realidad mis deducciones, Santana intento tranquilizarse pero yo ya estaba al tanto de lo que le pasaba – Conviértele – dije sin darle rodeos a la situación – ya le perdiste hace cuatro siglos la verdad es que sería bastante masoquista no hacerlo, háblenlo – dije volteando a verla y posando mi mano encima de la mano de la inmortal en señal de empatía. – Y agradezco sinceramente tu apoyo, pero ya te dije no me lio con personas enamoradas, esto también incluye los actos de venganza y situaciones donde pueda correr en riesgo la vida de ambas – agradecí mirándola y quitando mi mano de la de ella – y tu querida, lo estas – agregue apuntándola con mi dedo índice y tocándola en el hombro – Aún así, muchas gracias Santana, y toma en serio mis palabras, nada, nada vale más que lo que amas, conviértele, la vida humana como te dije anteriormente es frágil y puede acabar en cualquier momento sobre todo con tantos cazadores que andas matando a personas inocentes y sin ningún tipo de magia por todos lados, pues como sabes nosotros nos sabemos defender – agregue mirándole a los ojos – no cometas el error de dejar pasar el tiempo, no sabes que pueda suceder mañana, vivimos en un tiempo donde las cosas van demasiado rápido y las personas no se detienen a disfrutar de la vida, conviértele, sienten cabeza, adopten un bebe y sean felices, disfruten el ahora que pueden amarse, créeme después de todo y aunque ese bebe crezca y sea un humano habrán vivido cosas increíbles, no pierdas la oportunidad de ser felices solo por miedos o cosas sin valor… pues te digo un secreto – pregunto amablemente – La valentía no es la ausencia del miedo, es sentirlo en cada poro de tu piel y aun así tener el valor de enfrentarlo, además la vida no se disfruta cuando acaba la tormenta sino más bien se goza saliendo y aprendiendo a bailar bajo la lluvia – murmure mirándole a los ojos.
Después de mis palabras me quede en silencio por un tiempo solo mirando al cielo, admirando su magnitud, sintiendo como mis emociones estaban cada vez más en calma, en definitiva era buena dando consejo pero no aplicándolos en mi persona – Respecto a lo de la fijación con los seres de la noche, querida – agregue con algo de cinismo – si has estado con alguno, entenderás que son buenos en lo que hacen sobre todo comparándoles con los humanos, además las mordidas y el placer son adictivos y con muchísimo mejor resultado que el opio – Masculle con algo de egocéntrica – Además, por lo general me buscan a mí no yo a ellos – termine de decir bastante jactanciosa.
Sabía perfectamente que Santana estaba renuente a aceptar mis palabras pero tras unos momentos donde sus emociones se vieron algo complicadas percibí que por fin se daba por vencida, no era algo absoluto pero si lo bastante fuerte para llamar mi atención y voltear a verla por unos momentos en los que curiosamente logre escuchar “nunca entenderé porque los humanos tienen esa fijación por los seres de otro mundo…” cosa que me hizo sonreír sin poder evitarlo mas no dije nada, aun el silencio entre nosotras era algo cómodo y la verdad era que prefería que ella hablara, ya luego le contestaría, aunque claro, eso no me impedía hacer muecas o contestaciones no verbales.
Volvió a rondarnos un agradable silencio en el que podía percibir como las emociones de ambas bajaban en intensidad poco a poco, al menos las mías estaban cada vez más en control, ya no sentía la necesidad de estar gritando. Había vuelto mi vista hacia la oscura noche cuando volví a escuchar la voz de la morena que estaba a mi lado “Bueno, puesto que no conseguiré que cambies de opinión, que sepas que si alguna vez necesitas ayuda, solo tienes que pedirla” Me ofreció provocando que mi vista se fijara en ella nuevamente pues sus palabras eran sinceras aunque sus emociones fueran algo tímidas o reservadas cosa que entendía perfectamente y quería contestarle pero sabía que lo mejor era guardar un poco más de silencio, aún era bastante fuerte su turbación después de escucharme decir que adoptara un niño y si bien al principio me había rodado los ojos, estaba completamente segura que mis palabras habían hecho eco en ella.
Cuando bajo la cabeza sabía que estaba por terminar de hablar, ya no había mucho que replicarme, aun así esperaba su respuesta con expectación, la inmortal sin duda era una persona bastante interesante y la primera en demasiado tiempo con quien tenía una plática sin fines sexuales, después de todo, era la naturaleza de su raza casa que a mí me embrujaba por decirlo de una manera irónicamente cómica “nunca dije que me tuvieras miedo…y debo decir en mi defensa dos cosas. Una, tu atacaste primero y dos, al igual que tú en ese momento no es que estuviera dentro de mis cabales, así que olvidemos ese fortuito encontronazo de hace un momento… respecto a lo de picarte…no voy a pedirte perdón porque lo llevo en el carácter y aunque no quiera lo voy a hacer sin darme cuenta, igualmente no creo que ni mi ironía salga a relucir en lo que queda de noche” Escuche atentamente causando que sonriese un poco, ella era alguien sin dudas interesante y eso era algo agradable para variar.
Estaba por contestarle cuando percibí como sus emociones volvían a turbarse, sabía que al analizar mis últimas palabras podrían causar emociones encontradas en la inmortal, pues no necesitaba ser adivina para deducir que había encontrado la rencarnación de quien antes había perdido y que los más probable es que la persona fuese humana cosa que a como yo veía las cosas era algo que en definitiva no era bueno, sobre todo si ya había muerto hacia cuatrocientos años cosa que ella sabía pues sus emociones había cambiado de estar bastante tranquilas a estar inquietas, llenas de angustia cosa que me había saber que no estaban tan lejos de la realidad mis deducciones, Santana intento tranquilizarse pero yo ya estaba al tanto de lo que le pasaba – Conviértele – dije sin darle rodeos a la situación – ya le perdiste hace cuatro siglos la verdad es que sería bastante masoquista no hacerlo, háblenlo – dije volteando a verla y posando mi mano encima de la mano de la inmortal en señal de empatía. – Y agradezco sinceramente tu apoyo, pero ya te dije no me lio con personas enamoradas, esto también incluye los actos de venganza y situaciones donde pueda correr en riesgo la vida de ambas – agradecí mirándola y quitando mi mano de la de ella – y tu querida, lo estas – agregue apuntándola con mi dedo índice y tocándola en el hombro – Aún así, muchas gracias Santana, y toma en serio mis palabras, nada, nada vale más que lo que amas, conviértele, la vida humana como te dije anteriormente es frágil y puede acabar en cualquier momento sobre todo con tantos cazadores que andas matando a personas inocentes y sin ningún tipo de magia por todos lados, pues como sabes nosotros nos sabemos defender – agregue mirándole a los ojos – no cometas el error de dejar pasar el tiempo, no sabes que pueda suceder mañana, vivimos en un tiempo donde las cosas van demasiado rápido y las personas no se detienen a disfrutar de la vida, conviértele, sienten cabeza, adopten un bebe y sean felices, disfruten el ahora que pueden amarse, créeme después de todo y aunque ese bebe crezca y sea un humano habrán vivido cosas increíbles, no pierdas la oportunidad de ser felices solo por miedos o cosas sin valor… pues te digo un secreto – pregunto amablemente – La valentía no es la ausencia del miedo, es sentirlo en cada poro de tu piel y aun así tener el valor de enfrentarlo, además la vida no se disfruta cuando acaba la tormenta sino más bien se goza saliendo y aprendiendo a bailar bajo la lluvia – murmure mirándole a los ojos.
Después de mis palabras me quede en silencio por un tiempo solo mirando al cielo, admirando su magnitud, sintiendo como mis emociones estaban cada vez más en calma, en definitiva era buena dando consejo pero no aplicándolos en mi persona – Respecto a lo de la fijación con los seres de la noche, querida – agregue con algo de cinismo – si has estado con alguno, entenderás que son buenos en lo que hacen sobre todo comparándoles con los humanos, además las mordidas y el placer son adictivos y con muchísimo mejor resultado que el opio – Masculle con algo de egocéntrica – Además, por lo general me buscan a mí no yo a ellos – termine de decir bastante jactanciosa.
Xiamara Kattalakis- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 24/11/2012
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Al parecer, y tal como había supuesto, no había servido de nada intentar ocultarle sus preocupaciones. Las palabras que escuchaba las apreciaba y por una parte quería hacerle caso, pero seguía la idea de que si lo hacía sería una egoísta y todavía tenía ciertas dudas que nadie, solo su querida rubia, podía responder, pero el problema era que no se atrevía a sacar el tema. Si terminaban en acuerdo de hacerlo, temía el tiempo, temía quitarle cosas no lo veía claro pero ella era la primera que deseaba convertirla.
-No es tan fácil, al menos yo no lo veo tan fácil… -suspiró mientras se encogía de hombros- tengo miedos, que aunque intento que no me dominen, acaban por hacerlo. Llevo muchos años esperando el reencuentro, teniendo esperanzas y justo cuando se me estaban acabando…la encuentro –sonrió feliz recordando su primer encuentro- es solo que si lo hago, creo que estoy siendo egoísta, pero lo cierto es que lo soy, soy lo suficientemente egoísta como para no dejarla marchar otra vez –en ese momento se dio cuenta de que estaba hablando más de la cuenta con alguien que prácticamente acababa de conocer, pero lo cierto es que le daba un poco igual. Con Sinnove, por mucho que la quisiera, no podía desahogarse igual, una de las dos tenía que ser fuerte y no podía dejarse llevarse por miedos.
-La verdad es que no se por qué te estoy contando esto, pero ya que necesito soltarlo…-frunció el ceño todavía sin comprender porque esta nueva conocida le daba cierta confianza- ya no es solo mi sentimiento egoísta, eso en realidad nunca me ha importado pero ahora sí, también me da por pensar que si algún día ella ya no quisiera estar a mi lado… ¿y si no me lo dijera? ¿y si solo se quedara a mi lado porque cree que me debe algo?... –resopló empezando a frustrarse, no le gustaba pensar demasiado porque aunque fuera una persona segura, o al menos lo aparentara, a veces la inseguridad se la comía- y si esta vida no es para ella y no…¡joder! No lo se, simplemente tengo miedo –acabó gritando su última frase sin saber una razón, simplemente lo hizo.
Escondió la cara entre sus manos, no quería verse frágil delante de los demás, pero este era un tema que siempre la iba a poner un tanto expuesta ante los demás, aunque por una vez no pensaba en ella misma y por ello le daba igual. Solo quería encontrar una solución. Se acarició las sienes ligeramente y descubrió su rostro sin mirarla, sintiéndolo mucho todavía le quedaba algo de orgullo y allí seguiría durante mucho tiempo. Miró sus mano y allí en el dedo anular, vio el anillo de su madre, el que siempre llevaba y nuca bajo ningún concepto se quitaba, comenzó a rozarlo con la yema de los dedos mientras pensaba las miles de veces que su madre le había dicho que ese anillo sería para ella y que algún día quizás fuera para la persona dueña de su corazón. Dejó escapar otro suspiro, si no fuera porque era imposible, se hubiera quedado sin aire con tanto suspiro seguido.
Decidió quedarse de nuevo en silencio y volviendo a rememorar las palabras que había escucha de Xiamara por si se había saltado algo que debiera responder, y al parecer había encontrado algo- igualmente y aunque no te líes con gente enamorada, tendrás mi ayuda si alguna vez la necesitas, y con ello me refiero por ejemplo si necesitas a alguien con hablar… -le sonrió amablemente recuperando ligeramente ese brillo en sus ojos cuando se encontraba en un estado de equilibro entre calma y felicidad- por cierto, ¿tanto se me nota que estoy enamorada? –preguntó de forma bastante curiosa y sincera mientras hacía una mueca. No es que no le gustara estar enamorada, todo lo contrario, o que le importara lo que los demás pensaran de eso, definitivamente estaba aprendiendo a ignorar las opiniones públicas, pero tenía curiosidad de si de verdad se le notaba cada vez que la recordaba. Ante eso no pudo evitar pensar que si su cara denotaba enamoramiento con solo recordarla, cuando estaba con ella su cara debía de ser un libro totalmente abierto, pero… ¡qué más da!
Negó con la cabeza quitándose esas ideas de la cabeza y volviendo a sonreír, se quedó mirando a Xiamara con una ceja alzada esperando su respuesta, de verdad que tenía curiosidad acerca de esto. Además, necesitaba, quizás un poco de aliento, algo que definitivamente la hiciera dar los pasitos adecuados y tras tener una conversación con la persona adecuada, llegar a una decisión firme de futuro. Si bien era cierto lo que le había dicho, el futuro es incierto y nunca se sabe si existirá un futuro o no, siempre quería hacer las cosas un tanto despacio para intentar que ese futuro no se descarriara y, por supuesto ,siguiera existiendo.
-No es tan fácil, al menos yo no lo veo tan fácil… -suspiró mientras se encogía de hombros- tengo miedos, que aunque intento que no me dominen, acaban por hacerlo. Llevo muchos años esperando el reencuentro, teniendo esperanzas y justo cuando se me estaban acabando…la encuentro –sonrió feliz recordando su primer encuentro- es solo que si lo hago, creo que estoy siendo egoísta, pero lo cierto es que lo soy, soy lo suficientemente egoísta como para no dejarla marchar otra vez –en ese momento se dio cuenta de que estaba hablando más de la cuenta con alguien que prácticamente acababa de conocer, pero lo cierto es que le daba un poco igual. Con Sinnove, por mucho que la quisiera, no podía desahogarse igual, una de las dos tenía que ser fuerte y no podía dejarse llevarse por miedos.
-La verdad es que no se por qué te estoy contando esto, pero ya que necesito soltarlo…-frunció el ceño todavía sin comprender porque esta nueva conocida le daba cierta confianza- ya no es solo mi sentimiento egoísta, eso en realidad nunca me ha importado pero ahora sí, también me da por pensar que si algún día ella ya no quisiera estar a mi lado… ¿y si no me lo dijera? ¿y si solo se quedara a mi lado porque cree que me debe algo?... –resopló empezando a frustrarse, no le gustaba pensar demasiado porque aunque fuera una persona segura, o al menos lo aparentara, a veces la inseguridad se la comía- y si esta vida no es para ella y no…¡joder! No lo se, simplemente tengo miedo –acabó gritando su última frase sin saber una razón, simplemente lo hizo.
Escondió la cara entre sus manos, no quería verse frágil delante de los demás, pero este era un tema que siempre la iba a poner un tanto expuesta ante los demás, aunque por una vez no pensaba en ella misma y por ello le daba igual. Solo quería encontrar una solución. Se acarició las sienes ligeramente y descubrió su rostro sin mirarla, sintiéndolo mucho todavía le quedaba algo de orgullo y allí seguiría durante mucho tiempo. Miró sus mano y allí en el dedo anular, vio el anillo de su madre, el que siempre llevaba y nuca bajo ningún concepto se quitaba, comenzó a rozarlo con la yema de los dedos mientras pensaba las miles de veces que su madre le había dicho que ese anillo sería para ella y que algún día quizás fuera para la persona dueña de su corazón. Dejó escapar otro suspiro, si no fuera porque era imposible, se hubiera quedado sin aire con tanto suspiro seguido.
Decidió quedarse de nuevo en silencio y volviendo a rememorar las palabras que había escucha de Xiamara por si se había saltado algo que debiera responder, y al parecer había encontrado algo- igualmente y aunque no te líes con gente enamorada, tendrás mi ayuda si alguna vez la necesitas, y con ello me refiero por ejemplo si necesitas a alguien con hablar… -le sonrió amablemente recuperando ligeramente ese brillo en sus ojos cuando se encontraba en un estado de equilibro entre calma y felicidad- por cierto, ¿tanto se me nota que estoy enamorada? –preguntó de forma bastante curiosa y sincera mientras hacía una mueca. No es que no le gustara estar enamorada, todo lo contrario, o que le importara lo que los demás pensaran de eso, definitivamente estaba aprendiendo a ignorar las opiniones públicas, pero tenía curiosidad de si de verdad se le notaba cada vez que la recordaba. Ante eso no pudo evitar pensar que si su cara denotaba enamoramiento con solo recordarla, cuando estaba con ella su cara debía de ser un libro totalmente abierto, pero… ¡qué más da!
Negó con la cabeza quitándose esas ideas de la cabeza y volviendo a sonreír, se quedó mirando a Xiamara con una ceja alzada esperando su respuesta, de verdad que tenía curiosidad acerca de esto. Además, necesitaba, quizás un poco de aliento, algo que definitivamente la hiciera dar los pasitos adecuados y tras tener una conversación con la persona adecuada, llegar a una decisión firme de futuro. Si bien era cierto lo que le había dicho, el futuro es incierto y nunca se sabe si existirá un futuro o no, siempre quería hacer las cosas un tanto despacio para intentar que ese futuro no se descarriara y, por supuesto ,siguiera existiendo.
Santana López- Vampiro Clase Alta
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Edad : 34
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Lo bueno de estar con Santana es que el silencio que se hacía entre nosotras no era para nada incomodo, sabía que mis palabras traerían reacciones en ella, que lo más probable era que sus emociones se turbaran y se viesen inquietas tal como estaban ahora que había acabado de decirle lo que era más bien mi opinión respecto al tema de amar a alguien humano, bueno, mejor dicho, respecto a que ella amase a alguien humano.
Guarde silencio aun cuando sus emociones estaban muy descontroladas pues lo mejor era que lidiara con ellas, al menos lo mejor que pudiera, no quería intervenir sin que fuera necesario, ella tenía que aclararse en cuanto a lo que le había dicho pues si bien yo no tenía control alguno de mis emociones cuando hablábamos de mis padres lo cierto era que ellos estaban muertos y yo no podía hacer nada por cambiarlo, contrario a ella que tenía a alguien porque preocuparse y por quien enfrentar este tema, así que sin decir palabra deje que ella se aclarara y hablase, yo solo la escucharía, dejaría que se desahogara que por el momento era lo mejor que podría hacer.
Tras un silencio que se me antojo algo largo y en el que sus emociones me decían muchísimo más de lo que ella podría decirme a palabras comenzó a hablar “No es tan fácil, al menos yo no lo veo tan fácil…” - suspiró mientras se encogía de hombros – “tengo miedos, que aunque intento que no me dominen, acaban por hacerlo. Llevo muchos años esperando el reencuentro, teniendo esperanzas y justo cuando se me estaban acabando…la encuentro” –sonrió feliz y no pude evitar regresarle la sonrisa mientras la escuchaba hablar – “es solo que si lo hago, creo que estoy siendo egoísta, pero lo cierto es que lo soy, soy lo suficientemente egoísta como para no dejarla marchar otra vez – Ella guardo silencio de pronto y sus emociones me dijeron que se sentía expuesta, como si hubiese hablado más de la cuenta, mas tras unos momentos de emociones que chocaban la inmortal volvió a hablar “La verdad es que no sé por qué te estoy contando esto, pero ya que necesito soltarlo…- Dijo ella a lo que solo la mire a los ojos, ella necesitaba desahogarse y yo la dejaría hacerlo “ya no es solo mi sentimiento egoísta, eso en realidad nunca me ha importado pero ahora sí, también me da por pensar que si algún día ella ya no quisiera estar a mi lado… ¿y si no me lo dijera? ¿Y si solo se quedara a mi lado porque cree que me debe algo?... La morena resoplo frustrada, llena de miedos, lo podía sentir como si fueran mis propias emociones y aunque a una parte de mi le causo gracia, la verdad era que la entendía, si no por completo la situación porque yo no la estaba ni la había vivido, si comprendía sus emociones haciéndome sentir cercana a ella “y si esta vida no es para ella y no…¡joder! No lo sé, simplemente tengo miedo” Grito ella escondiendo su rostro en sus manos, podía sentir la impotencia que le daba considerar débil, y con toda mi atención centrada quise abrazarla, mas no era el momento, si lo hacia lo más probable era que se asustara o se quebrara y ambas situaciones no dejarían que ella soltara toda la angustia que llevaba dentro.
Santana se acarició las cienes, se sentía expuesta, vulnerable y la entendía completamente, no necesitaba ser un genio para darme cuenta de que era un tema difícil más la inmortal era fuerte y cuando quito las manos de su rostro observo un anillo, hermoso por cierto, que llevaba en su mano y sentí como el orgullo volvía a ella y la hacía estar algo más calmada, aunque en lo que a mi concernía era solo sustitución de emociones, casa que la mayor parte del tiempo no era muy buena, más cuando la morena volvió a hablar su voz estaba más serena “igualmente y aunque no te líes con gente enamorada, tendrás mi ayuda si alguna vez la necesitas, y con ello me refiero por ejemplo si necesitas a alguien con hablar…” Por supuesto, sus emociones se tranquilizaron porque ella había decidido cambiar de tema, aún así agradecía sus palabras infinitamente “- por cierto, ¿tanto se me nota que estoy enamorada?” Me pregunto y ahora si no pude evitar sonreírle y contestarle –Venga Santana si solo piensas en ella y tus emociones cambian de estar turbadas a paz y felicidad, eso sin mencionar el brillo que adquirieron tus ojos cuando me hiciste la pregunta – Conteste divertida – Además aunque no fuese empática lo sabría, la sola mención de la palabra enamorada hace que como te dije hace un momento te brillen los ojos y tu lenguaje corporal cambie – Agregue con una sonrisa.
Me quede en silencio después de mi contestación para darle tiempo a que analizara mis palabras y para yo poder analizar la respuesta que le daría tomando en cuenta no solo sus palabras sino también sus emociones – Santana, es normal que tengas miedo, que la angustia y la inquietud sobre el destino que les pueda esperar se apodere de ti pues a ciencia cierta nadie sabe lo que sucederá mañana y eso es porque hacemos nuestro propio camino, es solo que hay cosas que tienen que ser, quizás su tiempo no fue hace cuatrocientos años pero lo es ahora porque dime ¿Qué posibilidades tenías de encontrarla en este mundo tan grande si no fuera así? Tú no eres francesa y supongo que la primera vez que coincidieron en este mundo fue en tu país de origen, si no me equivoco, dime si su destino no es estar juntas ¿Cómo es que a pesar de todo coincidieron aquí en Francia después de cuatro siglos que ella dejase este mundo? Tienes razón en algo, se te dio una segunda oportunidad de estar con ella, a muchos de nosotros no se nos da ni siquiera una y disculpa mi vocabulario – dije antes de empezar hablar en castellano pero con acento español que era como lo había aprendido – pero debes estar jodidamente agradecida con la vida por este milagro – termine de decir en castellano antes de regresar al francés – Ella te ama a pesar de ser chica y que no esté bien visto socialmente, e incluso aunque fuese chico el hecho de que te amara sabiendo que no eres humana ¿Qué otra señal esperas para decidirte? ¿Qué este muriendo nuevamente? Santana, entiendo tu miedo a que deje de amarte, una eternidad es mucho tiempo pero ya llevas esperándole toda una vida ¿de verdad quieres pasar por una espera de tres o cuatros siglos más para tenerla solo porque no te decidiste a hablarlo, a que de ser necesario convencerle? Aparte es humana y no una cambiaformas a la que no pudieses convertir ¿Qué otra señal esperas? Porque está bien que seas egoísta y que la quieras para ti, pues en el caso de que ella se negara deberías hacerle ver que si la que tuviera que morir fueras tú ¿Qué haría ella? ¿Dejar que murieras simplemente? – Cuestione sin lugar a dejar dudas antes de ir a otro punto importante de lo que me había dicho - Santana, el lugar de ella, su vida, esta a tú lado, sea donde sea que estes y asi pasen mil años y aún aunque te alimentes de sangre - agregue por último ya no queriendo añadir nada más pues ella necesitaba pensar y meditar lo que le había dicho.
Nos quedamos en silencio pues mientras hablaba había decidido controlar un poco sus emociones y mantenerla tranquila, con la mente abierta sin que se llenase de miedos, quería que pensara con la mente clara, que no se dejase llevar por los miedos que la embargaban, que yo contenía manteniéndolos alejados al estar influyendo sobre su sentir solo haciéndola sentir tranquila – Te mostrare algo – dije moviéndome un poco más cerca de ella tome su mano izquierda donde traía en anillo que había un momento le había hecho sonreír y coloque mi palma encima de la suya capturando su mano – Esto es lo que mi madre y mi padre sentían entre si – susurre con lágrimas en los ojos pero calmada, concentrándome y dejándole sentir dentro de ella el enorme amor que sentían mis padres el uno por el otro, amor que como ellos siempre decían solo eran capaz de sentirlo las almas gemelas – Ahora mi madre decía que este tipo de amor solo son capaces de sentirlo las almas gemelas, las almas que son una en realidad pero en dos cuerpos – dije mirándola a los ojos – Y esto es lo que sientes tu por ella – Agregue cambiando el sentimiento pues yo le había proyectado el amor conjunto de mis padres, y ahora solo le mostraba lo que ella sentía, era algo distinto pues solo correspondía al de ella, lo que quería que se diera cuenta es que a pesar de que ahora solo me mostrara sus sentimientos sin miedos ni emociones turbadoras, en esencia era el mismo amor que se tenían mis padres solo que por separado.
Después de darle el suficiente tiempo para que analizara lo que le había mostrado solté su mano - ¿Ahora lo entiendes? ¿Entiendes lo que te digo? – pregunte mirándola a los ojos. Sabía que mis ojos ahora estaban llorosos por la demostración que le había dado y los recuerdos de mis padres, pero si ella lo había entendido, valía la pena completamente mis lágrimas.
Off: Me quedan bien largos los post aún cuando intento hacerlos mas pequeños. Espero no tengas inconveniente con esto o te aburra leer todo lo que escribo.
Guarde silencio aun cuando sus emociones estaban muy descontroladas pues lo mejor era que lidiara con ellas, al menos lo mejor que pudiera, no quería intervenir sin que fuera necesario, ella tenía que aclararse en cuanto a lo que le había dicho pues si bien yo no tenía control alguno de mis emociones cuando hablábamos de mis padres lo cierto era que ellos estaban muertos y yo no podía hacer nada por cambiarlo, contrario a ella que tenía a alguien porque preocuparse y por quien enfrentar este tema, así que sin decir palabra deje que ella se aclarara y hablase, yo solo la escucharía, dejaría que se desahogara que por el momento era lo mejor que podría hacer.
Tras un silencio que se me antojo algo largo y en el que sus emociones me decían muchísimo más de lo que ella podría decirme a palabras comenzó a hablar “No es tan fácil, al menos yo no lo veo tan fácil…” - suspiró mientras se encogía de hombros – “tengo miedos, que aunque intento que no me dominen, acaban por hacerlo. Llevo muchos años esperando el reencuentro, teniendo esperanzas y justo cuando se me estaban acabando…la encuentro” –sonrió feliz y no pude evitar regresarle la sonrisa mientras la escuchaba hablar – “es solo que si lo hago, creo que estoy siendo egoísta, pero lo cierto es que lo soy, soy lo suficientemente egoísta como para no dejarla marchar otra vez – Ella guardo silencio de pronto y sus emociones me dijeron que se sentía expuesta, como si hubiese hablado más de la cuenta, mas tras unos momentos de emociones que chocaban la inmortal volvió a hablar “La verdad es que no sé por qué te estoy contando esto, pero ya que necesito soltarlo…- Dijo ella a lo que solo la mire a los ojos, ella necesitaba desahogarse y yo la dejaría hacerlo “ya no es solo mi sentimiento egoísta, eso en realidad nunca me ha importado pero ahora sí, también me da por pensar que si algún día ella ya no quisiera estar a mi lado… ¿y si no me lo dijera? ¿Y si solo se quedara a mi lado porque cree que me debe algo?... La morena resoplo frustrada, llena de miedos, lo podía sentir como si fueran mis propias emociones y aunque a una parte de mi le causo gracia, la verdad era que la entendía, si no por completo la situación porque yo no la estaba ni la había vivido, si comprendía sus emociones haciéndome sentir cercana a ella “y si esta vida no es para ella y no…¡joder! No lo sé, simplemente tengo miedo” Grito ella escondiendo su rostro en sus manos, podía sentir la impotencia que le daba considerar débil, y con toda mi atención centrada quise abrazarla, mas no era el momento, si lo hacia lo más probable era que se asustara o se quebrara y ambas situaciones no dejarían que ella soltara toda la angustia que llevaba dentro.
Santana se acarició las cienes, se sentía expuesta, vulnerable y la entendía completamente, no necesitaba ser un genio para darme cuenta de que era un tema difícil más la inmortal era fuerte y cuando quito las manos de su rostro observo un anillo, hermoso por cierto, que llevaba en su mano y sentí como el orgullo volvía a ella y la hacía estar algo más calmada, aunque en lo que a mi concernía era solo sustitución de emociones, casa que la mayor parte del tiempo no era muy buena, más cuando la morena volvió a hablar su voz estaba más serena “igualmente y aunque no te líes con gente enamorada, tendrás mi ayuda si alguna vez la necesitas, y con ello me refiero por ejemplo si necesitas a alguien con hablar…” Por supuesto, sus emociones se tranquilizaron porque ella había decidido cambiar de tema, aún así agradecía sus palabras infinitamente “- por cierto, ¿tanto se me nota que estoy enamorada?” Me pregunto y ahora si no pude evitar sonreírle y contestarle –Venga Santana si solo piensas en ella y tus emociones cambian de estar turbadas a paz y felicidad, eso sin mencionar el brillo que adquirieron tus ojos cuando me hiciste la pregunta – Conteste divertida – Además aunque no fuese empática lo sabría, la sola mención de la palabra enamorada hace que como te dije hace un momento te brillen los ojos y tu lenguaje corporal cambie – Agregue con una sonrisa.
Me quede en silencio después de mi contestación para darle tiempo a que analizara mis palabras y para yo poder analizar la respuesta que le daría tomando en cuenta no solo sus palabras sino también sus emociones – Santana, es normal que tengas miedo, que la angustia y la inquietud sobre el destino que les pueda esperar se apodere de ti pues a ciencia cierta nadie sabe lo que sucederá mañana y eso es porque hacemos nuestro propio camino, es solo que hay cosas que tienen que ser, quizás su tiempo no fue hace cuatrocientos años pero lo es ahora porque dime ¿Qué posibilidades tenías de encontrarla en este mundo tan grande si no fuera así? Tú no eres francesa y supongo que la primera vez que coincidieron en este mundo fue en tu país de origen, si no me equivoco, dime si su destino no es estar juntas ¿Cómo es que a pesar de todo coincidieron aquí en Francia después de cuatro siglos que ella dejase este mundo? Tienes razón en algo, se te dio una segunda oportunidad de estar con ella, a muchos de nosotros no se nos da ni siquiera una y disculpa mi vocabulario – dije antes de empezar hablar en castellano pero con acento español que era como lo había aprendido – pero debes estar jodidamente agradecida con la vida por este milagro – termine de decir en castellano antes de regresar al francés – Ella te ama a pesar de ser chica y que no esté bien visto socialmente, e incluso aunque fuese chico el hecho de que te amara sabiendo que no eres humana ¿Qué otra señal esperas para decidirte? ¿Qué este muriendo nuevamente? Santana, entiendo tu miedo a que deje de amarte, una eternidad es mucho tiempo pero ya llevas esperándole toda una vida ¿de verdad quieres pasar por una espera de tres o cuatros siglos más para tenerla solo porque no te decidiste a hablarlo, a que de ser necesario convencerle? Aparte es humana y no una cambiaformas a la que no pudieses convertir ¿Qué otra señal esperas? Porque está bien que seas egoísta y que la quieras para ti, pues en el caso de que ella se negara deberías hacerle ver que si la que tuviera que morir fueras tú ¿Qué haría ella? ¿Dejar que murieras simplemente? – Cuestione sin lugar a dejar dudas antes de ir a otro punto importante de lo que me había dicho - Santana, el lugar de ella, su vida, esta a tú lado, sea donde sea que estes y asi pasen mil años y aún aunque te alimentes de sangre - agregue por último ya no queriendo añadir nada más pues ella necesitaba pensar y meditar lo que le había dicho.
Nos quedamos en silencio pues mientras hablaba había decidido controlar un poco sus emociones y mantenerla tranquila, con la mente abierta sin que se llenase de miedos, quería que pensara con la mente clara, que no se dejase llevar por los miedos que la embargaban, que yo contenía manteniéndolos alejados al estar influyendo sobre su sentir solo haciéndola sentir tranquila – Te mostrare algo – dije moviéndome un poco más cerca de ella tome su mano izquierda donde traía en anillo que había un momento le había hecho sonreír y coloque mi palma encima de la suya capturando su mano – Esto es lo que mi madre y mi padre sentían entre si – susurre con lágrimas en los ojos pero calmada, concentrándome y dejándole sentir dentro de ella el enorme amor que sentían mis padres el uno por el otro, amor que como ellos siempre decían solo eran capaz de sentirlo las almas gemelas – Ahora mi madre decía que este tipo de amor solo son capaces de sentirlo las almas gemelas, las almas que son una en realidad pero en dos cuerpos – dije mirándola a los ojos – Y esto es lo que sientes tu por ella – Agregue cambiando el sentimiento pues yo le había proyectado el amor conjunto de mis padres, y ahora solo le mostraba lo que ella sentía, era algo distinto pues solo correspondía al de ella, lo que quería que se diera cuenta es que a pesar de que ahora solo me mostrara sus sentimientos sin miedos ni emociones turbadoras, en esencia era el mismo amor que se tenían mis padres solo que por separado.
Después de darle el suficiente tiempo para que analizara lo que le había mostrado solté su mano - ¿Ahora lo entiendes? ¿Entiendes lo que te digo? – pregunte mirándola a los ojos. Sabía que mis ojos ahora estaban llorosos por la demostración que le había dado y los recuerdos de mis padres, pero si ella lo había entendido, valía la pena completamente mis lágrimas.
Off: Me quedan bien largos los post aún cuando intento hacerlos mas pequeños. Espero no tengas inconveniente con esto o te aburra leer todo lo que escribo.
Xiamara Kattalakis- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 135
Fecha de inscripción : 24/11/2012
Localización : En algun ligar de Francia.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
A pesar de haberse puesto ella misma un tanto amargada no pudo evitar sonreír ante la contestación de Xiamara, pues sí que se le notaba demasiado pero le gustaba, no le importaría gritarle a los cuatro vientos que estaba enamorada y que no le importaba otra cosa más que ella y su bienestar. Como a buen entendedor pocas palabras bastan, le había dejado otro minuto de silencio para poder procesar en su cabeza todo y la morena se lo agradecía, aunque ya estaba esperando por ver la contestación a todo lo que había dicho de golpe y desfogándose.
La escuchó atentamente, y de verdad quería hacerle caso, sabía que tenía razón, ella misma había llegado a ese razonamiento desde la primera vez que la vio mas sin embargo seguía habiendo algo dentro de ella que le impedía hacer lo que de verdad quería. Sin embargo, aun estando en ese estado de frustración e impotencia no puedo evitar reír ligeramente entre dientes al oír lo que le había dicho en castellano. Lo siguiente que dijo si que la dejó bastante pensativa, y aunque ya se lo había planteado, ahora le daba más valor. Por qué si Sinnove la había aceptado aquella noche siendo lo que era y tan solo quería convertirse en su igual, por qué no lo hacía. Ni ella misma tenía contestación a su pregunta, ahora también siendo egoísta, nada más que pensando en ella misma como siempre y eso no podía permitir. Negó ante su última frase y la cortó ligeramente aunque siguiendo con sus susurros, ya que su voz no daba para más- ella me lo ha pedido, fui yo la que le dije que no, bueno al final le dije que tenía que pensarlo… -Xiamara había dado por hecho que no se lo había pedido y que esto solo estaba en la cabeza de Santana, pero la morena sabía perfectamente que desde aquella noche, la idea también rondaba por la cabeza de la rubia que fue la que de verdad quería convertirse, la única medio en contra era la misma Santana.
El silencio volvió a reinar, y ahora sí que se lo agradecía, más que todas las veces anteriores. Sin poder evitarlo su frustración se estaba tornando ligeramente en angustia, odiaba sentir que no podía hacer nada cuando en realidad si podía, tenía que dejar todas esas preguntas y centrarse en lo que ambas querían, dejar de lados todos los miedos que la pudieran atormentar. Tras unos minutos pensando en su agonía, la joven le volvió a hablar diciéndole que le iba a mostrar algo. Frunció ligeramente el ceño, sintiéndolo mucho Santana seguía siendo un tanto desconfiada aunque no se sintió incómoda o algo parecido cuando se la acercó un poco más y tomó su mano. Tenía muy claro que lo que estaba sintiendo ahora mismo no era de su parte, sabía que lo provocaba su compañera pero era algo tan especial que sentaba demasiado bien, algo así no era posible, más bien no podía ser real. Por supuesto que había escuchado lo que le había dicho pero seguía sin creer que fuera algo tan perfecto, aunque su asombro solo creció ligeramente cuando le mostró sus propias emociones cuando pensaba en ella.
No entendía bien como aquello de verdad pudiera proceder de su persona, siempre se había visto como alguien bastan fría y rígida pero estaba bien visto y comprobado que con ella todos los cánones de Santana cambiaban. Simplemente pudo sonreír y hubiera jurado que incluso de haber podido, hubiera llorado, pero no lo hizo. Una vez que sus manos se soltaron volvieron sus emociones propias y sin control, pero ahora ya no eran tan depresivas, aunque todavía un poco confusas. Asintió lentamente a su pregunta, claro que lo entendía y ahora mejor que nunca, por supuesto sus miedos no se iban a esfumar de pronto pero tenía asumido que con una conversación larga y tendida con la persona indicada podría eliminarlos a todos. Se mordió el labio inferior, no tenía muy claro que quería hacer ahora mismo, pero en cuanto vio como se desprendían algunas lágrimas por las mejillas de Xiamara lo tuvo claro. Simplemente la abrazó y prefirió mostrarle su agradecimiento por sus emociones. Nunca había sido buena con las palabras y con las muestras de afecto tampoco, pero como con todo había excepciones.
Habrían pasado como unos minutos cuando empezó a separarse, ni ella misma se esperaba que acabara abrazando a la joven pero allí estaban. Tomó su rostro entre sus manos y mientras le sonreía le acarició las mejillas todavía ligeramente mojadas- créeme cuando te digo que tus debían, deben y deberán de estar muy orgullosos de ti. No soy creyente, pero sí creo que las personas que algún día nos dejaron siguen con nosotros aunque sea aquí –le señaló su corazón con el dedo índice- y también creo que nos cuidan y nos observan, y me gustar pensar que lo hacen desde allí –sonrió mientras con leve movimiento de cabeza señalaba para el cielo. Era cierto que no creía en muchas cosas, pero una de esas pocas cosas era esa de que los que nos quisieron siempre estarán a nuestro lado aunque no lo estén físicamente, y dado como se le había presentado la vida últimamente a Santana, solo hacía que se reafirmara en sus pequeñas creencias.
Desde ahora en adelante Xiamara tenía alguien a quien acudir bajo cualquier circunstancia, puede que Santana no fuera un persona muy amable o generosa, pero cuanto sentía que debía algo lo devolvía. Además, los que de verdad podían contar a la morena como una amiga de verdad eran pocos, se podían contar con los dedos de las manos o probablemente con solo los dedos de una, pero los que la tenían era para siempre y ahora Xiamara se estaba ganando entrar en ese pequeño reducido número de personas que la latina estimaba- puede que sea un tanto cansina, pero ahora extiendo mi ayuda de antes, aquí tienes a alguien que te estima lo suficiente como para brindar su apoyo en cualquier momento, y hazme caso, pocas personas tienen ese privilegio –dijo quizás con un toque de egocentrismo, pero típico de ella y le guiñó un ojo con complicidad mientras en su rostro se formaba una sonrisa sincera.
La escuchó atentamente, y de verdad quería hacerle caso, sabía que tenía razón, ella misma había llegado a ese razonamiento desde la primera vez que la vio mas sin embargo seguía habiendo algo dentro de ella que le impedía hacer lo que de verdad quería. Sin embargo, aun estando en ese estado de frustración e impotencia no puedo evitar reír ligeramente entre dientes al oír lo que le había dicho en castellano. Lo siguiente que dijo si que la dejó bastante pensativa, y aunque ya se lo había planteado, ahora le daba más valor. Por qué si Sinnove la había aceptado aquella noche siendo lo que era y tan solo quería convertirse en su igual, por qué no lo hacía. Ni ella misma tenía contestación a su pregunta, ahora también siendo egoísta, nada más que pensando en ella misma como siempre y eso no podía permitir. Negó ante su última frase y la cortó ligeramente aunque siguiendo con sus susurros, ya que su voz no daba para más- ella me lo ha pedido, fui yo la que le dije que no, bueno al final le dije que tenía que pensarlo… -Xiamara había dado por hecho que no se lo había pedido y que esto solo estaba en la cabeza de Santana, pero la morena sabía perfectamente que desde aquella noche, la idea también rondaba por la cabeza de la rubia que fue la que de verdad quería convertirse, la única medio en contra era la misma Santana.
El silencio volvió a reinar, y ahora sí que se lo agradecía, más que todas las veces anteriores. Sin poder evitarlo su frustración se estaba tornando ligeramente en angustia, odiaba sentir que no podía hacer nada cuando en realidad si podía, tenía que dejar todas esas preguntas y centrarse en lo que ambas querían, dejar de lados todos los miedos que la pudieran atormentar. Tras unos minutos pensando en su agonía, la joven le volvió a hablar diciéndole que le iba a mostrar algo. Frunció ligeramente el ceño, sintiéndolo mucho Santana seguía siendo un tanto desconfiada aunque no se sintió incómoda o algo parecido cuando se la acercó un poco más y tomó su mano. Tenía muy claro que lo que estaba sintiendo ahora mismo no era de su parte, sabía que lo provocaba su compañera pero era algo tan especial que sentaba demasiado bien, algo así no era posible, más bien no podía ser real. Por supuesto que había escuchado lo que le había dicho pero seguía sin creer que fuera algo tan perfecto, aunque su asombro solo creció ligeramente cuando le mostró sus propias emociones cuando pensaba en ella.
No entendía bien como aquello de verdad pudiera proceder de su persona, siempre se había visto como alguien bastan fría y rígida pero estaba bien visto y comprobado que con ella todos los cánones de Santana cambiaban. Simplemente pudo sonreír y hubiera jurado que incluso de haber podido, hubiera llorado, pero no lo hizo. Una vez que sus manos se soltaron volvieron sus emociones propias y sin control, pero ahora ya no eran tan depresivas, aunque todavía un poco confusas. Asintió lentamente a su pregunta, claro que lo entendía y ahora mejor que nunca, por supuesto sus miedos no se iban a esfumar de pronto pero tenía asumido que con una conversación larga y tendida con la persona indicada podría eliminarlos a todos. Se mordió el labio inferior, no tenía muy claro que quería hacer ahora mismo, pero en cuanto vio como se desprendían algunas lágrimas por las mejillas de Xiamara lo tuvo claro. Simplemente la abrazó y prefirió mostrarle su agradecimiento por sus emociones. Nunca había sido buena con las palabras y con las muestras de afecto tampoco, pero como con todo había excepciones.
Habrían pasado como unos minutos cuando empezó a separarse, ni ella misma se esperaba que acabara abrazando a la joven pero allí estaban. Tomó su rostro entre sus manos y mientras le sonreía le acarició las mejillas todavía ligeramente mojadas- créeme cuando te digo que tus debían, deben y deberán de estar muy orgullosos de ti. No soy creyente, pero sí creo que las personas que algún día nos dejaron siguen con nosotros aunque sea aquí –le señaló su corazón con el dedo índice- y también creo que nos cuidan y nos observan, y me gustar pensar que lo hacen desde allí –sonrió mientras con leve movimiento de cabeza señalaba para el cielo. Era cierto que no creía en muchas cosas, pero una de esas pocas cosas era esa de que los que nos quisieron siempre estarán a nuestro lado aunque no lo estén físicamente, y dado como se le había presentado la vida últimamente a Santana, solo hacía que se reafirmara en sus pequeñas creencias.
Desde ahora en adelante Xiamara tenía alguien a quien acudir bajo cualquier circunstancia, puede que Santana no fuera un persona muy amable o generosa, pero cuanto sentía que debía algo lo devolvía. Además, los que de verdad podían contar a la morena como una amiga de verdad eran pocos, se podían contar con los dedos de las manos o probablemente con solo los dedos de una, pero los que la tenían era para siempre y ahora Xiamara se estaba ganando entrar en ese pequeño reducido número de personas que la latina estimaba- puede que sea un tanto cansina, pero ahora extiendo mi ayuda de antes, aquí tienes a alguien que te estima lo suficiente como para brindar su apoyo en cualquier momento, y hazme caso, pocas personas tienen ese privilegio –dijo quizás con un toque de egocentrismo, pero típico de ella y le guiñó un ojo con complicidad mientras en su rostro se formaba una sonrisa sincera.
- off:
- no te preocupes así tengo más juego para responderte ^^ lo cierto es que este mensaje no me llega a convencer del todo, así que me disculpo si no es del todo bueno, pero igualmente aquí te lo dejo
Santana López- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 314
Fecha de inscripción : 24/06/2012
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DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
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