AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Algo de distracion. [Santana Lopez]
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Algo de distracion. [Santana Lopez]
Recuerdo del primer mensaje :
Me encontraba aburrida en casa, hoy no tenía ganas de nada, incluso le había pedido a los sirvientes que me dejaran sola que si querían tomasen la noche libre, solo le había pedido a la cocinera que si iba a tomar mi palabra que me dejara algo comestible en la mesa y que no necesitase que la calentara, pues nadie queríamos un accidente con fuego involucrado.
Cuando el ultimo sirviente vino a avisarme que se retiraba me sumí en el sillón aun mas enfrente de la chimenea, desde la muerte de mis padres me sentía deprimida, no lograba quitarme de la cabeza que debí haberme quedado esa noche en casa; sabia de sobra que los sirvientes estaban preocupados por mí gracias a la empatía; Suspire, pues ahora que no había emociones a mi alrededor me sentía mucho mejor y más dueña de mi misma.
Después de un rato donde mis pensamientos daban vueltas entre si y sintiéndome con ganas de salir me empecé a arreglar, esto siempre me levantaba el ánimo y quizás pasase por el burdel un rato, aunque realmente no tenía muchas ganas y eso era extraño en mi. En fin debía de ser que otra vez estaba cercano mi cumpleaños y la muerte de mis padre.
Busque entre mis vestidos nuevos cual podía ponerme y me decidí por un rojo oscuro con bordados negros a las orillas y tirantes de encaje del mismo color, un vestido realmente hermoso, algo vaporoso pero una vez puesto me di cuenta de que estaría perfecto para ir al teatro, después de todo tenía tiempo que no iba y siempre me había encantado, era de las cosas que mas disfrutábamos como familia pues a mis padres siempre les había encantado salir juntos y me habían inculcado el gusto por el teatro y las artes desde muy pequeña.
Cuando salí de casa completamente arreglada con aquel vestido que me quedaba a la medida, con zapatillas de tacón bajo que estaban ocultas gracias al vestido y con un peinado recogido que mi nana me había enseñado a hacer me di cuenta que había despachado a todos los sirvientes y suspire, quizás lo mejor sería regresarme, levante un poco el vestido con mis manos y justo cuando iba a ir a por un sirviente caí en cuenta de que el teatro no estaba tan lejos y que podría llegar caminando sin problemas.
Salí de la mansión y me dirigí a pie tranquilamente por las calles de parís hacia donde estaba el teatro, después de todo ¿a que podía temerle alguien como yo? aparte de trabajar por gusto en un burdel podía controlar a las personas, incluso a los vampiros, claro siempre y cuando no estuviera tan alterada como la noche de mi cumpleaños, así que no había nada que pudiese temer en las calles de la cuidad.
Tras caminas por un rato llegue serenamente al teatro y vi que estaba expuesta la obra de "Los miserables" y sonreí, una obra son duda extraordinaria, llegue a la entrada y compre mi pase, - Merci- dije despidiéndome del joven que acababa de venderme el ultimo un pase exclusivo para la obra, aunque no tanto como quería, al parecer iba a haber alguien más en el balcón conmigo, genial, ahora que no quería estar con personas.
Empezó la obra poco después de que llegase yo, ni siquiera puse atención si la persona con la que compartiría el sitio estaba ya allí. La obra fue maravillosa y me hizo llorar al recordar a mis padres y como se amaban y me amaban. Para cuando termino la obra estaba llorando así que sin mas salí lo mas rápido del cine antes de que algo fuese mal y me viese expuesta ante las personas ya que tendía a encandilar a los demás cada vez que estaba triste o necesitaba ayuda, era como si el don funcionase solo cada vez que necesitase de alguien.
Cuando llegue afuera del teatro sabia que las demás personas se iban a quedar a la despedida y presentación de los actores así como para las fotos de los periódicos o cualquier cosa. Respire una gran bocanada de aire, se sentía bien estar afuera y que nadie me viera en el estado actual de melancolía que me encontraba.
Cuando el ultimo sirviente vino a avisarme que se retiraba me sumí en el sillón aun mas enfrente de la chimenea, desde la muerte de mis padres me sentía deprimida, no lograba quitarme de la cabeza que debí haberme quedado esa noche en casa; sabia de sobra que los sirvientes estaban preocupados por mí gracias a la empatía; Suspire, pues ahora que no había emociones a mi alrededor me sentía mucho mejor y más dueña de mi misma.
Después de un rato donde mis pensamientos daban vueltas entre si y sintiéndome con ganas de salir me empecé a arreglar, esto siempre me levantaba el ánimo y quizás pasase por el burdel un rato, aunque realmente no tenía muchas ganas y eso era extraño en mi. En fin debía de ser que otra vez estaba cercano mi cumpleaños y la muerte de mis padre.
Busque entre mis vestidos nuevos cual podía ponerme y me decidí por un rojo oscuro con bordados negros a las orillas y tirantes de encaje del mismo color, un vestido realmente hermoso, algo vaporoso pero una vez puesto me di cuenta de que estaría perfecto para ir al teatro, después de todo tenía tiempo que no iba y siempre me había encantado, era de las cosas que mas disfrutábamos como familia pues a mis padres siempre les había encantado salir juntos y me habían inculcado el gusto por el teatro y las artes desde muy pequeña.
Cuando salí de casa completamente arreglada con aquel vestido que me quedaba a la medida, con zapatillas de tacón bajo que estaban ocultas gracias al vestido y con un peinado recogido que mi nana me había enseñado a hacer me di cuenta que había despachado a todos los sirvientes y suspire, quizás lo mejor sería regresarme, levante un poco el vestido con mis manos y justo cuando iba a ir a por un sirviente caí en cuenta de que el teatro no estaba tan lejos y que podría llegar caminando sin problemas.
Salí de la mansión y me dirigí a pie tranquilamente por las calles de parís hacia donde estaba el teatro, después de todo ¿a que podía temerle alguien como yo? aparte de trabajar por gusto en un burdel podía controlar a las personas, incluso a los vampiros, claro siempre y cuando no estuviera tan alterada como la noche de mi cumpleaños, así que no había nada que pudiese temer en las calles de la cuidad.
Tras caminas por un rato llegue serenamente al teatro y vi que estaba expuesta la obra de "Los miserables" y sonreí, una obra son duda extraordinaria, llegue a la entrada y compre mi pase, - Merci- dije despidiéndome del joven que acababa de venderme el ultimo un pase exclusivo para la obra, aunque no tanto como quería, al parecer iba a haber alguien más en el balcón conmigo, genial, ahora que no quería estar con personas.
Empezó la obra poco después de que llegase yo, ni siquiera puse atención si la persona con la que compartiría el sitio estaba ya allí. La obra fue maravillosa y me hizo llorar al recordar a mis padres y como se amaban y me amaban. Para cuando termino la obra estaba llorando así que sin mas salí lo mas rápido del cine antes de que algo fuese mal y me viese expuesta ante las personas ya que tendía a encandilar a los demás cada vez que estaba triste o necesitaba ayuda, era como si el don funcionase solo cada vez que necesitase de alguien.
Cuando llegue afuera del teatro sabia que las demás personas se iban a quedar a la despedida y presentación de los actores así como para las fotos de los periódicos o cualquier cosa. Respire una gran bocanada de aire, se sentía bien estar afuera y que nadie me viera en el estado actual de melancolía que me encontraba.
Xiamara Kattalakis- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 24/11/2012
Localización : En algun ligar de Francia.
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Percibía que el estado de la inmortal había cambiado en cuanto había escuchado mi respuesta de que se notaba que estaba enamorada, ella había sentido euforia por mi contestación, cosa que era de esperarse y por eso mis palabras habían sido tan claras con ella en cuanto a mi respuesta de convertir a su pareja a inmortal, era lo mejor para ambas al menos a mi punto de vista que era más frio, al no tener yo sus temores notaba que ella estaba un poco confundida, cosa que no era de extrañar, la inmortalidad hasta donde entendía no era muy fácil de llevar, ahora sabiendo cómo había estado sola cuatro siglos, era comprensible todas sus emociones, aunque debía aceptar que me sorprendió la confesión que me había hecho de que la chica le había pedido convertirla, pues yo di por hecho otra cosa.
Me quede callada unos minutos analizando mi respuesta – Santana entonces estas confundida, no estas siendo egoísta al quererla para ti y convertirla, estas siendo egoísta al no hacerlo después de que ella te lo pidió, estas solo pensando en tus miedos, en lo que tú puedes perder, ni siquiera estás viendo lo que puedes ganar, no estás viendo lo que ella quiere, lo que ambas quieren, porque una parte de ti quiere convertirla, solo estas dejándote ganar por tus miedos, estas siendo insegura – le dije mirándola a los ojos antes de hacerle la demostración de lo que sentían mis padres entre si y lo que sentía ella por su pareja.
Después de mi demostración ella estaba asombrada por lo que le había mostrado, cosa que me esperaba, las personas no estaban acostumbradas a sentir lo que era el amor de almas gemelas y menos a sentirlo en su cuerpo, Santana era afortunada al poder sentir lo que sentía por su chica. Por mi parte a pesar de que mis lágrimas estaban bastante fuera de control no me esperaba la reacción de la Inmortal que apenas pude suponerla segundos antes de que me abrazara y no me tomase por sorpresa, hacía mucho tiempo que me habían dejado de gustar las muestras de cariño así, más para mi sorpresa no me sentía incomoda con su abrazo, al contrario era algo agradable que después de tantos años alguien me abrazase sinceramente. Sonreí y le devolví el abrazo me sentía bastante bien, nos quedamos abrazadas por unos minutos, sentía su agradecimiento y aunque no la conociera de mucho me estaba claro que le era difícil las demostraciones de cariño, aún así la morena no se detuvo al abrazarme.
Si alguien me hubiese dicho en la mañana que esto pasaría seguro y le había tildado de loco, aun así había terminado abrazada de la inmortal, cuando terminamos el abrazo después de algún tiempo yo me sentía algo mejor, aun así no podía evitar que mis lágrimas se derramasen por todas las emociones que experimentaba más cuando sentí que Santana tomaba mi rostro en sus manos y acariciaba mis mejillas cerré los ojos conteniendo el impulso de quitarme, no porque me sintiese mal con su presencia o con que ella lo hiciera, era solo que la última persona que había hecho algo similar era mi madre y no estaba muy preparada para ello "créeme cuando te digo que tus padres debían, deben y deberán de estar muy orgullosos de ti. No soy creyente, pero sí creo que las personas que algún día nos dejaron siguen con nosotros aunque sea aquí” dijo y señalo mi corazón provocando que sonriera y limpiase mis lágrimas con mis manos –“ y también creo que nos cuidan y nos observan, y me gustar pensar que lo hacen desde allí “ Termino de decir sonriéndome, cosa que hizo que le devolviera la sonrisa – Gracias, yo… ellos estaban muy orgullosos de mí, siempre, ellos estaban muy orgullosos de mí y sé que con mi magia otros padres me hubieran abandonado, ellos me criaron, me educaron e hicieron que controlase todo el poder que hay en mi – dije con la voz completamente quebrada, respire profundo varias veces volví a limpiar mis lágrimas volviendo mi vista a sus ojos - Ahora… espero que no me vean mucho… al menos no cuando me divierto con los de tu raza… que es la mayoría del tiempo – comente entre risa y llanto pues sabía que la morena le entendería y además de que trataba de aligerar algo la situación que se había visto cargada de emociones complejas al menos para ella.
Nos volvimos a quedar en silencio nuevamente, algo que era cómodo para ambas, al menos tenía tiempo para volver a acomodar mis emociones, pues si bien ya no estaban tan alteradas como cuando la inmortal me había sacado del teatro, con la demostración que le había dado de sus sentimientos y el de mis padres luego el abrazo, sus palabras, estaban algo revueltas, hacía ya mucho tiempo que no permitía las muestras de cariño y la situación además era extraña en todos los sentidos, aunque por más curioso que fuese no me era incomoda. “puede que sea un tanto cansina, pero ahora extiendo mi ayuda de antes, aquí tienes a alguien que te estima lo suficiente como para brindar su apoyo en cualquier momento, y hazme caso, pocas personas tienen ese privilegio” Santana me dijo algo egocéntrica recordándome a mí misma, me gire a verla algo más tranquila sonriéndole – En serio que te lo agradezco mucho, y me disculpo si antes fui un poco apatica, no estoy acostumbrada a que me den muestras de afecto pero ya te lo digo, no me lio con personas enamoradas, ahora tu eres un caso especial, me odiaría a mí misma si te sucede algo por mi culpa – dije sinceramente sonriéndole.
Guardamos silencio como por milésima ocasión en la noche, era agradable tener alguien con quien compartir algo así que tan pocos apreciaban y que a mí me sentaba tan bien – Santana, no soy quien para decirte que hacer o que no hacer, al final de cuentas me acabas de conocer, pero lo que dije hace un rato es verdad, estas siendo egoísta al no convertirla y solo pensando en tus miedos, dejándote llevar por ellos, mas pienso que aun de que a como yo lo veo debes convertirla, también debes enseñarle como es el realidad tu mundo, mostrarle que sentirá sed, que se desarrollaran dones en ella, que la lujuria se desatara y que tendrá que aprender a controlarse o acabara matando sin que sea necesario – comente más como un análisis mío de la situación que en si para ella – yo lo he aprendido viviéndolo, sé que de convertirme a que me tengo que atener y que tengo que hacer, mas dudo que ella lo sepa, dudo que alguna vez le hayas mordido o dado sangre, realmente dudo que ella entienda la magnitud de lo que pide ser, es tu decisión más creo que deberías hablarlo con ella y mostrárselo, he sentido todo lo que experimentas dentro de ti mientras hemos estado juntas, creo que el mostrarle todo lo que te he dicho, que ella vea la realidad y que la acepte te ayudara a disipar esos miedos en ti, pues al final de cuantas si crees que la vida inmortal no es para ella es porque no se la has mostrado, si fuera así ella te hubiera dicho su opinión y tú te estarías más tranquila – concluí volteándola a ver, sabía de antemano que lo más probable era que su reacción fuese negativa por sus emociones y sus miedos disparados al escuchar mis palabras más era la verdad – De todas formas la única manera de que la conviertas será mordiéndola, creo que será más fácil para ambas si no es la primera vez que lo haces con ella – agregue y me que mirándola por unos momentos antes de llevar mi manos a su brazo y tranquilizarla lo suficiente como para que pudiera analizar mis palabras sin prejuicios ni miedos haciéndola sentir bien y estable consigo misma y sus deseos.
Me quede callada unos minutos analizando mi respuesta – Santana entonces estas confundida, no estas siendo egoísta al quererla para ti y convertirla, estas siendo egoísta al no hacerlo después de que ella te lo pidió, estas solo pensando en tus miedos, en lo que tú puedes perder, ni siquiera estás viendo lo que puedes ganar, no estás viendo lo que ella quiere, lo que ambas quieren, porque una parte de ti quiere convertirla, solo estas dejándote ganar por tus miedos, estas siendo insegura – le dije mirándola a los ojos antes de hacerle la demostración de lo que sentían mis padres entre si y lo que sentía ella por su pareja.
Después de mi demostración ella estaba asombrada por lo que le había mostrado, cosa que me esperaba, las personas no estaban acostumbradas a sentir lo que era el amor de almas gemelas y menos a sentirlo en su cuerpo, Santana era afortunada al poder sentir lo que sentía por su chica. Por mi parte a pesar de que mis lágrimas estaban bastante fuera de control no me esperaba la reacción de la Inmortal que apenas pude suponerla segundos antes de que me abrazara y no me tomase por sorpresa, hacía mucho tiempo que me habían dejado de gustar las muestras de cariño así, más para mi sorpresa no me sentía incomoda con su abrazo, al contrario era algo agradable que después de tantos años alguien me abrazase sinceramente. Sonreí y le devolví el abrazo me sentía bastante bien, nos quedamos abrazadas por unos minutos, sentía su agradecimiento y aunque no la conociera de mucho me estaba claro que le era difícil las demostraciones de cariño, aún así la morena no se detuvo al abrazarme.
Si alguien me hubiese dicho en la mañana que esto pasaría seguro y le había tildado de loco, aun así había terminado abrazada de la inmortal, cuando terminamos el abrazo después de algún tiempo yo me sentía algo mejor, aun así no podía evitar que mis lágrimas se derramasen por todas las emociones que experimentaba más cuando sentí que Santana tomaba mi rostro en sus manos y acariciaba mis mejillas cerré los ojos conteniendo el impulso de quitarme, no porque me sintiese mal con su presencia o con que ella lo hiciera, era solo que la última persona que había hecho algo similar era mi madre y no estaba muy preparada para ello "créeme cuando te digo que tus padres debían, deben y deberán de estar muy orgullosos de ti. No soy creyente, pero sí creo que las personas que algún día nos dejaron siguen con nosotros aunque sea aquí” dijo y señalo mi corazón provocando que sonriera y limpiase mis lágrimas con mis manos –“ y también creo que nos cuidan y nos observan, y me gustar pensar que lo hacen desde allí “ Termino de decir sonriéndome, cosa que hizo que le devolviera la sonrisa – Gracias, yo… ellos estaban muy orgullosos de mí, siempre, ellos estaban muy orgullosos de mí y sé que con mi magia otros padres me hubieran abandonado, ellos me criaron, me educaron e hicieron que controlase todo el poder que hay en mi – dije con la voz completamente quebrada, respire profundo varias veces volví a limpiar mis lágrimas volviendo mi vista a sus ojos - Ahora… espero que no me vean mucho… al menos no cuando me divierto con los de tu raza… que es la mayoría del tiempo – comente entre risa y llanto pues sabía que la morena le entendería y además de que trataba de aligerar algo la situación que se había visto cargada de emociones complejas al menos para ella.
Nos volvimos a quedar en silencio nuevamente, algo que era cómodo para ambas, al menos tenía tiempo para volver a acomodar mis emociones, pues si bien ya no estaban tan alteradas como cuando la inmortal me había sacado del teatro, con la demostración que le había dado de sus sentimientos y el de mis padres luego el abrazo, sus palabras, estaban algo revueltas, hacía ya mucho tiempo que no permitía las muestras de cariño y la situación además era extraña en todos los sentidos, aunque por más curioso que fuese no me era incomoda. “puede que sea un tanto cansina, pero ahora extiendo mi ayuda de antes, aquí tienes a alguien que te estima lo suficiente como para brindar su apoyo en cualquier momento, y hazme caso, pocas personas tienen ese privilegio” Santana me dijo algo egocéntrica recordándome a mí misma, me gire a verla algo más tranquila sonriéndole – En serio que te lo agradezco mucho, y me disculpo si antes fui un poco apatica, no estoy acostumbrada a que me den muestras de afecto pero ya te lo digo, no me lio con personas enamoradas, ahora tu eres un caso especial, me odiaría a mí misma si te sucede algo por mi culpa – dije sinceramente sonriéndole.
Guardamos silencio como por milésima ocasión en la noche, era agradable tener alguien con quien compartir algo así que tan pocos apreciaban y que a mí me sentaba tan bien – Santana, no soy quien para decirte que hacer o que no hacer, al final de cuentas me acabas de conocer, pero lo que dije hace un rato es verdad, estas siendo egoísta al no convertirla y solo pensando en tus miedos, dejándote llevar por ellos, mas pienso que aun de que a como yo lo veo debes convertirla, también debes enseñarle como es el realidad tu mundo, mostrarle que sentirá sed, que se desarrollaran dones en ella, que la lujuria se desatara y que tendrá que aprender a controlarse o acabara matando sin que sea necesario – comente más como un análisis mío de la situación que en si para ella – yo lo he aprendido viviéndolo, sé que de convertirme a que me tengo que atener y que tengo que hacer, mas dudo que ella lo sepa, dudo que alguna vez le hayas mordido o dado sangre, realmente dudo que ella entienda la magnitud de lo que pide ser, es tu decisión más creo que deberías hablarlo con ella y mostrárselo, he sentido todo lo que experimentas dentro de ti mientras hemos estado juntas, creo que el mostrarle todo lo que te he dicho, que ella vea la realidad y que la acepte te ayudara a disipar esos miedos en ti, pues al final de cuantas si crees que la vida inmortal no es para ella es porque no se la has mostrado, si fuera así ella te hubiera dicho su opinión y tú te estarías más tranquila – concluí volteándola a ver, sabía de antemano que lo más probable era que su reacción fuese negativa por sus emociones y sus miedos disparados al escuchar mis palabras más era la verdad – De todas formas la única manera de que la conviertas será mordiéndola, creo que será más fácil para ambas si no es la primera vez que lo haces con ella – agregue y me que mirándola por unos momentos antes de llevar mi manos a su brazo y tranquilizarla lo suficiente como para que pudiera analizar mis palabras sin prejuicios ni miedos haciéndola sentir bien y estable consigo misma y sus deseos.
Xiamara Kattalakis- Hechicero Clase Alta
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Las palabras que estaba escuchando se le grababan a fuego en la mente, y estaba claro que Xiamara la ayudaba a pensar con claridad usando uno de sus dones, aunque esta vez se lo agradecía. Ahora que podía ver las cosas con neutralidad se daba cuenta de que tenía razón, de que estaba siendo egoísta pero no para su propio beneficio, aunque eso en realidad ya lo sabía. Además había que añadir la razón que tenía en cuanto a mostrarle su mundo, por mucho que pudiera haber oído no tenía ni la menor idea de qué iba todo esto y quién mejor que ella misma para enseñarle a qué se enfrentaría si decidían dar ese paso.
Aprovechando que seguía con esa claridad en su mente se dio cuenta de que esta vida que llevaba no era tan mala si se disfrutaba, solo que ella no la había disfrutado por ese sentimiento de soledad y de andar perdida en el mundo sin un hueco en él, pero ahora que ese hueco se había rellenado y que ese sentimiento había desaparecido, prácticamente lo tenía todo. Así que tampoco sería una vida tan mala para ella siempre y cuando supiera ir por el camino adecuado, y de eso se iba a encargar personalmente Santana.
—¿Sabes? Tienes razón, demasiada inclusive, y aunque no suelo reconocer ciertas cosas, reconozco que me has abierto los ojos. Creo que este era un empujón que me faltaba para plantearme las cosas más seriamente y con la mente más abierta. Estaba tan cerrada en mis razonamientos y miedos que no me estaba dando cuenta de lo que de verdad había detrás de todo, aunque si no me equivoco tus dones tienen algo que ver con que ahora mismo lo vea todo con claridad ¿ah? —sonrió sinceramente, no le molestaba que estuviera utilizando los dones ahora mismo, sin embargo no estaba muy segura de si vería las cosas de la misma forma cuando dejara de ejercer control sobre ella, pero ahora tenía esa opinión rondando por su mente y no se iba a ir tan fácilmente.
—Aunque me sigue costando un poco la idea esa de morderla —se encogió de hombros ligeramente— si bien no sería la primera, está claro, pero las cosas con ella son diferentes no se…supongo que en el momento que lo pruebe no me desagradará, aun así sigo reticente a eso… —por supuesto tenía muy claro que eso le encantaría, pero no lo veía del todo bien. Sabía que en ciertos momentos una mordida daba un gran subidón y no estaba nada mal, pero aun así no se convencía. Tuvo un impulso de levantarse rápidamente sin saber el por qué, pero siguió sentada mientras volvía la vista hacia Xiamara.
—Oye, ¿qué siente un humano? —no sabía si la habría entendido exactamente, pero ahora que estaba pensando en el tema, nunca se le habría ocurrido pensar que sentiría un humano, claro estaba ella sentía su parte pero no la otra y tampoco es que hubiera mucho interés en averiguarlo hasta ahora, principalmente por curiosidad pero también para saber a qué tenía que atenerse la próxima vez. Un momento Tanita, estás dando por hecho que habrá próxima vez… Y por ahí andaba su conciencia para hacerla pensar de más, aunque tenía razón.
Entrelazó las manos en pose pensativa, desde luego las palabras de Xiamara le estaban dando un buen quebradero de cabeza, pero sin duda lo necesitaba. Siempre se había preguntado cómo habrían sido estos siglos con compañía, y ahora podía obtener una respuesta a sus pregunta si daba el paso, si decidía ser más fuerte que sus miedos. Y estaba dispuesta a superarlos a cualquier precio. No tenía claro cuando tendría la conversación específica sobre el tema con la persona adecuada pero lo que sí tenía claro es que cuando se diera la ocasión no tendría ninguna duda en mostrar todo lo que le acababa de decir a su acompañante en esta noche tan impredecible.
Volvió al mundo real— sinceramente, nunca pensé que podría tener una noche como la de hoy, nunca imaginé que salir al teatro podría volverse una sesión de confesiones…—rio entre dientes porque todavía no se creía que se hubieran dicho cosas tan íntimas la una a la otra, habían pasado de ser totalmente desconocidas a confidentes. Suspiró, sentía que se había quitado un peso de encima, era algo que no podía hablar con nadie pues con la gente que más confianza tenía, que eran sus empleados, no entendían acerca de este mundo así que tampoco podrían haber hecho mucho por Santana, pero menos mal que había tenido…suerte, y había encontrado a Xiamara.
Aprovechando que seguía con esa claridad en su mente se dio cuenta de que esta vida que llevaba no era tan mala si se disfrutaba, solo que ella no la había disfrutado por ese sentimiento de soledad y de andar perdida en el mundo sin un hueco en él, pero ahora que ese hueco se había rellenado y que ese sentimiento había desaparecido, prácticamente lo tenía todo. Así que tampoco sería una vida tan mala para ella siempre y cuando supiera ir por el camino adecuado, y de eso se iba a encargar personalmente Santana.
—¿Sabes? Tienes razón, demasiada inclusive, y aunque no suelo reconocer ciertas cosas, reconozco que me has abierto los ojos. Creo que este era un empujón que me faltaba para plantearme las cosas más seriamente y con la mente más abierta. Estaba tan cerrada en mis razonamientos y miedos que no me estaba dando cuenta de lo que de verdad había detrás de todo, aunque si no me equivoco tus dones tienen algo que ver con que ahora mismo lo vea todo con claridad ¿ah? —sonrió sinceramente, no le molestaba que estuviera utilizando los dones ahora mismo, sin embargo no estaba muy segura de si vería las cosas de la misma forma cuando dejara de ejercer control sobre ella, pero ahora tenía esa opinión rondando por su mente y no se iba a ir tan fácilmente.
—Aunque me sigue costando un poco la idea esa de morderla —se encogió de hombros ligeramente— si bien no sería la primera, está claro, pero las cosas con ella son diferentes no se…supongo que en el momento que lo pruebe no me desagradará, aun así sigo reticente a eso… —por supuesto tenía muy claro que eso le encantaría, pero no lo veía del todo bien. Sabía que en ciertos momentos una mordida daba un gran subidón y no estaba nada mal, pero aun así no se convencía. Tuvo un impulso de levantarse rápidamente sin saber el por qué, pero siguió sentada mientras volvía la vista hacia Xiamara.
—Oye, ¿qué siente un humano? —no sabía si la habría entendido exactamente, pero ahora que estaba pensando en el tema, nunca se le habría ocurrido pensar que sentiría un humano, claro estaba ella sentía su parte pero no la otra y tampoco es que hubiera mucho interés en averiguarlo hasta ahora, principalmente por curiosidad pero también para saber a qué tenía que atenerse la próxima vez. Un momento Tanita, estás dando por hecho que habrá próxima vez… Y por ahí andaba su conciencia para hacerla pensar de más, aunque tenía razón.
Entrelazó las manos en pose pensativa, desde luego las palabras de Xiamara le estaban dando un buen quebradero de cabeza, pero sin duda lo necesitaba. Siempre se había preguntado cómo habrían sido estos siglos con compañía, y ahora podía obtener una respuesta a sus pregunta si daba el paso, si decidía ser más fuerte que sus miedos. Y estaba dispuesta a superarlos a cualquier precio. No tenía claro cuando tendría la conversación específica sobre el tema con la persona adecuada pero lo que sí tenía claro es que cuando se diera la ocasión no tendría ninguna duda en mostrar todo lo que le acababa de decir a su acompañante en esta noche tan impredecible.
Volvió al mundo real— sinceramente, nunca pensé que podría tener una noche como la de hoy, nunca imaginé que salir al teatro podría volverse una sesión de confesiones…—rio entre dientes porque todavía no se creía que se hubieran dicho cosas tan íntimas la una a la otra, habían pasado de ser totalmente desconocidas a confidentes. Suspiró, sentía que se había quitado un peso de encima, era algo que no podía hablar con nadie pues con la gente que más confianza tenía, que eran sus empleados, no entendían acerca de este mundo así que tampoco podrían haber hecho mucho por Santana, pero menos mal que había tenido…suerte, y había encontrado a Xiamara.
- off:
- mil perdones, me ha salido bastante corto pero mi cerebro se ha secado y no hace más que pensar en lo que escribir en el otro post así que este ha salido un poco pobre, espero perdonéis a esta inmortal con falta ligera de inspiración...
Santana López- Vampiro Clase Alta
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Me sentía bastante más tranquila de lo que me había sentido en un tiempo, estaba claro que esta noche estaba saliendo muy diferente a como esperaba que saliera, es más, ni siendo psíquica me hubiese creído que el día de hoy pudiera acabar así, pero aquí estaba yo, que para lo único para lo que me relacionaba con seres de la noche era para tener sexo, ayudando y platicando tranquilamente con una inmortal que por si fuera poco me estuvo sacando de apuros de alguna u otra forma toda la noche, cosa que era de lo más bizarra que pudiera imaginar, pero no solo era eso, sino que encima estábamos platicando como si nos conociéramos de toda la vida, cosa extraña pues nunca antes disfrutaba de la compañía de un ser como ella, o bueno si lo hacía, pero no de la manera en que esta vez se tornaron las cosas pues podía percibir perfectamente que de alguna manera la morena y yo habíamos establecido cierta empatía con la otra, no que en mi fuera extraño eso de ser empática, era solo que por lo general no establecía amistad con las personas por el mismo hecho de que percibía sus emociones, mas sin embargo con la latina las cosas estaban sucediendo muy diferente.
Era consciente de que cada una de mis palabras dichas anteriormente se quedaban en ella, de alguna manera lo que le decía tocaba fibras en ella, le llegaban además estaba completamente segura de que le servían, no solo por el hecho de que recibiese un poco de ayuda de mi parte al quitarle de encima todas esas emociones confusas que solo la hacían indecisas, sino que estaban guardándose en ella aunque a mi parecer, a como yo veía y entendía las cosas, no le estaba diciendo nada que ella no hubiera pensado antes, ella sabía las respuestas solo que las emociones difíciles le hacían duro llegar a las conclusiones correctas, por eso mismo no pude evitar sonreír cuando escuche sus palabras “¿Sabes? Tienes razón, demasiada inclusive, y aunque no suelo reconocer ciertas cosas, reconozco que me has abierto los ojos. Creo que este era un empujón que me faltaba para plantearme las cosas más seriamente y con la mente más abierta. Estaba tan cerrada en mis razonamientos y miedos que no me estaba dando cuenta de lo que de verdad había detrás de todo, aunque si no me equivoco tus dones tienen algo que ver con que ahora mismo lo vea todo con claridad ¿ah?” Emboce una media sonrisa ante su ultimo comentario, pues si bien todavía no era capaz de sonreír su deducción no estaba nada alejado de la realidad, cosa que me daba gusto, era bueno que ella supiese que las decisiones que estaba tomando así como a las conclusiones que estaban llegando eran por mi influencia mas no por mi intromisión.
Guarde silencio, ella necesitaba expresarse, necesitaba sacar lo que traía dentro, necesitaba hablar y a mí me gustaba escuchar a las personas más cuando me sentía bien a su lado o podría brindarles algo de ayuda. Sus emociones reales tornaban a miedo e inseguridad, lo más probable era que temiera no sentirse igual cuando dejara de influir en ella, pues en el momento que ella menciono ese destaque sus emociones que controlaba se tornaron confusas “Aunque me sigue costando un poco la idea esa de morderla — ella se encogió de hombros ligeramente— si bien no sería la primera, está claro, pero las cosas con ella son diferentes no se…supongo que en el momento que lo pruebe no me desagradará, aun así sigo reticente a eso…” No pude evitar rodar los ojos ante su ultimo comentario de que suponía que no le desagradaría, venga ¿a quién quería engañar? Ella sabía perfectamente que alimentarse de su pareja no solo no sería desagradable sino que le encantaría, sobre todo si era en el momento justo, aunque claro que sin tener la certeza de mis conjeturas, ahora era yo la que me suponía que aceptar ese hecho le era difícil.
Le era difícil aceptar que le daría enorme placer morderla ¿Cómo lo sabía? Sus emociones que aun influenciaba yo antes de que ella se percatase que las tenía lo estaban reflejando, ella se sentía preocupada e incluso hasta cierto punto avergonzada del hecho de que morder así como alimentarse de su pareja, era tanto esto que inclusive aunque no fuese capaz más que de sentirse tranquila su cuerpo quiso actuar en automático y levantarse cuando sus emociones me indicaron tal hecho, pero bueno que eso para mí no tenía sentido era solo parte de su naturaleza y mientras ella tuviera un buen autocontrol las cosas se podrían poner muy placenteras para ambas partes “Oye, ¿qué siente un humano?” Me pregunte sacándome de mis divagaciones acerca de lo bien que uno la pasa cuando alimenta a un inmortal.
Lo que me agradaba de Santana era el hecho de que siempre era sincera aunque no estuviera muy contenta con lo que sus pensamientos o palabras causaban en ella o bueno más bien en mí, que aunque no me veía afectada, porque sabía evitarlo, por sus emociones si me complementaban la información que me daban sus palabras. En cuanto a la respuesta de su pregunta estaría encantada de responderse o quizás mostrársela una vez que ella acabara de hablar. La inmortal entrelazo sus manos en pose pensativa, si ella se pudiera sentir ahora mismo lo cierto seria que quizás su mente no estuviera pensando de la manera tan clara que debería estarlo haciendo ahora mismo, ella tenía curiosidad por saber lo que sentíamos nosotros los mortales ante una mordida erótica, porque era eso lo que era, una mordida diseñada para dar placer, claro con el control suficiente si no podía terminar en una desgracia, más sabia que la ahora pensativa joven a mi lado no tendría el mas mínimo problema en controlarse o sus emociones vagarían mas por el temor que por la curiosidad de informarse que sentíamos los humanos.
Me quede mirándola guardando silencio por un buen rato mientras ella pensaba, necesitaba su espacio, cosa que era entendible, además que a mí me servía para entenderla mejor pues aunque no leyera su mente estaba bastante entretenida con el hecho de poder evaluar sus emociones que aunque ella solo percibiese tranquilidad la realidad era que estaban mucho más enredadas de lo que habían estado toda la noche, al parecer el tema de la sangre, mordidas y todo eso a lo que ella debería estar habituada en el caso de tratarse de su compañera no era tan simple como ahora ella lo sentía “sinceramente, nunca pensé que podría tener una noche como la de hoy, nunca imaginé que salir al teatro podría volverse una sesión de confesiones” Comento volviendo a la realidad y trayéndome de cierta manera a mí también a esta pues aunque estuviese observándola me encontraba bastante abstraída con el hecho de estar analizando sus emociones, sabia porque había crecido con este don que ente mayor fuera mi entendimiento de sus sentimientos más fácil me seria aconsejarle sin ir muy lejos o errada de lo que ella en realidad sentía, sobre todo ahora que me dejaba sin problemas influir en su estado emocional haciendo que ella pudiera pensar con la suficiente claridad como si el problema se tratase de cualquier otra persona.
La mire a los ojos para escucharla mejor y en cuanto termino de hablar supe que ya no diría nada más pues ahora ella mantenía un pleno interés en escucharme cosa que me levantaba el ánimo y porque no decirlo el ego también – Sinceramente yo tampoco pensé que esta noche se tornaría con los acontecimientos ocurridos hasta ahora, lo cierto es que salí al teatro porque no quería estar deprimida en cama o dándole vueltas a que se acerca el aniversario luctuoso de mis padres, jamás pensé en encontrarme con un inmortal, aunque si me lo hubiese planteado te aseguro que no sería en la situación en la que estamos – le sonreí coqueta, no por el hecho de coquetear con ella o insinuármele sino porque era un rasgo innato en el coquetear cuando me sentía bien, mucha de las veces ni siquiera era capaz de darme cuenta que hacia esto hasta que la persona con quien estaba reaccionaba a mi insinuación involuntaria – Noche de confesiones – continúe – ese es un buen nombre para esta situación – concluí en voz alta – pero la verdad es que me ha servido bastante, al menos he sacado algo de lo que traía dentro que me estaba haciendo daño, aunque si he de confesar, siempre me pongo así o peor conforme se acerca la fecha de su muerte, aunque claro, nunca antes me había sucedido esto – termine de decir medio rodando los ojos.
El silencio nos rodeó nuevamente, cómodo silencio, me servía para pensar como contestarle su pregunta – En cuanto a tu cuestionamiento de que se siente ser mordido por alguien como tú – empecé a responder – eso depende por completo de la situación o más bien de si es o no consensuado, me explico, si tú la mordieras o muerdes a un mortal y este no lo desea es doloroso en primera instancia, luego aunque es placentero brindarles alimento el cerebro de nosotros empieza a percibirlo ya cuando más bien va siendo tarde para que quedemos con vida – seguí con mi introducción a la explicación que quería brindarle – Pero en cambio si la mordida es consensuada o manipulada por parte de ustedes, dejemos el ejemplo de que ambas partes lo deseen, el brindarles a ustedes alimento se vuelve sumamente placentero, es como una descarga sexual que te recorre el organismo, es intenso y por lo general bastante satisfactorio – continúe exponiéndole – Ahora si a este hecho de alimentarles sumamos ya un juego sexual o una relación sexual la sensación de placer se potencia tanto que puede – sonreí al recordar ciertos momentos – ocasionar un orgasmo anticipado o mejor aún, si es en el momento preciso puedes ocasionar múltiples orgasmos… es a mi parecer lo mejor que hay, es inexplicable el placer que se siente no solo por los orgasmos es un estallido sensaciones que nublan tu ser más allá de cualquier cosa que te puedas imaginar – exprese con una media sonrisa satisfecha y aprovechando que mi mano estaba en contacto con su piel cambie la tranquilidad que sentía por la sensación de placer que se sentía al momento de la mordida cuando empezaban a alimentarse, que por lo general era donde daba el estallido de sensaciones, aunque claro no se lo mostraba con lujo de detalle, solo con suficiente claridad para que ella viera que su novia lo iba a disfrutar tanto como ella – esto que te mostré por intenso y placentero que lo hayas percibido – dije volviendo a trasmitirle tranquilidad pues notaba que si bien no se había molestado, no le había sido del todo cómoda la situación al ser sensaciones que consideramos normalmente personales – no es más que una muestra que no llega a ser algo exacto de lo que causa a nuestro cuerpo pues hay que sumarle la situación previa, el dolor punzante así como de erótica delicia de la mordida, para mi es realmente increíble – concluí mirándola a los ojos dejándole ver toda la sinceridad de mis palabras.
Deje que el silencio nos envolviera unos minutos dándole oportunidad de pensar un poco antes de continuar con lo que le quería decir – Y Santana, en cuanto a lo de la idea de morderla, no te engañes a ti misma, lo deseas, lo has pensado más de una vez, incluso te puedo asegurar que si han estado juntas consciente o no lo deseaste, es algo natural en ti, en tu naturaleza y no veo el motivo por el cual te lo tengas que negar a ti misma, es normal, la sangre te da vida, placer, todo, así que sincérate contigo misma, aceptarlo es el primer paso para considerarlo correcto, el segundo es hablarlo con ella para que ahora si a la hora de efectuar la acción y que si la muerdas todo sea y todo salga tan cual te digo, y como dije antes sabes tan bien como yo que lo último que pasara cuando pruebes de ella será desagradarte, al contrario la sentirás mas tuya, en ustedes es una sensación de posesión la que sienten cuando se alimentan de alguien con quien se lían frecuentemente, ahora imagínate la situación si lo suyo va más allá de cualquier lio que yo pude haber tenido – Agregue con sinceridad y tranquilidad – En cuanto a lo de tener razón, querida – dije en broma – yo siempre, siempre tengo razón – concluye divertida y mirándola engreida pero sinceramente dejando que de nuevo el silencio las envuelva sabiendo que la inmortal tenía un par de cosas que pensar antes de contestarle cualquier cosa.
Era consciente de que cada una de mis palabras dichas anteriormente se quedaban en ella, de alguna manera lo que le decía tocaba fibras en ella, le llegaban además estaba completamente segura de que le servían, no solo por el hecho de que recibiese un poco de ayuda de mi parte al quitarle de encima todas esas emociones confusas que solo la hacían indecisas, sino que estaban guardándose en ella aunque a mi parecer, a como yo veía y entendía las cosas, no le estaba diciendo nada que ella no hubiera pensado antes, ella sabía las respuestas solo que las emociones difíciles le hacían duro llegar a las conclusiones correctas, por eso mismo no pude evitar sonreír cuando escuche sus palabras “¿Sabes? Tienes razón, demasiada inclusive, y aunque no suelo reconocer ciertas cosas, reconozco que me has abierto los ojos. Creo que este era un empujón que me faltaba para plantearme las cosas más seriamente y con la mente más abierta. Estaba tan cerrada en mis razonamientos y miedos que no me estaba dando cuenta de lo que de verdad había detrás de todo, aunque si no me equivoco tus dones tienen algo que ver con que ahora mismo lo vea todo con claridad ¿ah?” Emboce una media sonrisa ante su ultimo comentario, pues si bien todavía no era capaz de sonreír su deducción no estaba nada alejado de la realidad, cosa que me daba gusto, era bueno que ella supiese que las decisiones que estaba tomando así como a las conclusiones que estaban llegando eran por mi influencia mas no por mi intromisión.
Guarde silencio, ella necesitaba expresarse, necesitaba sacar lo que traía dentro, necesitaba hablar y a mí me gustaba escuchar a las personas más cuando me sentía bien a su lado o podría brindarles algo de ayuda. Sus emociones reales tornaban a miedo e inseguridad, lo más probable era que temiera no sentirse igual cuando dejara de influir en ella, pues en el momento que ella menciono ese destaque sus emociones que controlaba se tornaron confusas “Aunque me sigue costando un poco la idea esa de morderla — ella se encogió de hombros ligeramente— si bien no sería la primera, está claro, pero las cosas con ella son diferentes no se…supongo que en el momento que lo pruebe no me desagradará, aun así sigo reticente a eso…” No pude evitar rodar los ojos ante su ultimo comentario de que suponía que no le desagradaría, venga ¿a quién quería engañar? Ella sabía perfectamente que alimentarse de su pareja no solo no sería desagradable sino que le encantaría, sobre todo si era en el momento justo, aunque claro que sin tener la certeza de mis conjeturas, ahora era yo la que me suponía que aceptar ese hecho le era difícil.
Le era difícil aceptar que le daría enorme placer morderla ¿Cómo lo sabía? Sus emociones que aun influenciaba yo antes de que ella se percatase que las tenía lo estaban reflejando, ella se sentía preocupada e incluso hasta cierto punto avergonzada del hecho de que morder así como alimentarse de su pareja, era tanto esto que inclusive aunque no fuese capaz más que de sentirse tranquila su cuerpo quiso actuar en automático y levantarse cuando sus emociones me indicaron tal hecho, pero bueno que eso para mí no tenía sentido era solo parte de su naturaleza y mientras ella tuviera un buen autocontrol las cosas se podrían poner muy placenteras para ambas partes “Oye, ¿qué siente un humano?” Me pregunte sacándome de mis divagaciones acerca de lo bien que uno la pasa cuando alimenta a un inmortal.
Lo que me agradaba de Santana era el hecho de que siempre era sincera aunque no estuviera muy contenta con lo que sus pensamientos o palabras causaban en ella o bueno más bien en mí, que aunque no me veía afectada, porque sabía evitarlo, por sus emociones si me complementaban la información que me daban sus palabras. En cuanto a la respuesta de su pregunta estaría encantada de responderse o quizás mostrársela una vez que ella acabara de hablar. La inmortal entrelazo sus manos en pose pensativa, si ella se pudiera sentir ahora mismo lo cierto seria que quizás su mente no estuviera pensando de la manera tan clara que debería estarlo haciendo ahora mismo, ella tenía curiosidad por saber lo que sentíamos nosotros los mortales ante una mordida erótica, porque era eso lo que era, una mordida diseñada para dar placer, claro con el control suficiente si no podía terminar en una desgracia, más sabia que la ahora pensativa joven a mi lado no tendría el mas mínimo problema en controlarse o sus emociones vagarían mas por el temor que por la curiosidad de informarse que sentíamos los humanos.
Me quede mirándola guardando silencio por un buen rato mientras ella pensaba, necesitaba su espacio, cosa que era entendible, además que a mí me servía para entenderla mejor pues aunque no leyera su mente estaba bastante entretenida con el hecho de poder evaluar sus emociones que aunque ella solo percibiese tranquilidad la realidad era que estaban mucho más enredadas de lo que habían estado toda la noche, al parecer el tema de la sangre, mordidas y todo eso a lo que ella debería estar habituada en el caso de tratarse de su compañera no era tan simple como ahora ella lo sentía “sinceramente, nunca pensé que podría tener una noche como la de hoy, nunca imaginé que salir al teatro podría volverse una sesión de confesiones” Comento volviendo a la realidad y trayéndome de cierta manera a mí también a esta pues aunque estuviese observándola me encontraba bastante abstraída con el hecho de estar analizando sus emociones, sabia porque había crecido con este don que ente mayor fuera mi entendimiento de sus sentimientos más fácil me seria aconsejarle sin ir muy lejos o errada de lo que ella en realidad sentía, sobre todo ahora que me dejaba sin problemas influir en su estado emocional haciendo que ella pudiera pensar con la suficiente claridad como si el problema se tratase de cualquier otra persona.
La mire a los ojos para escucharla mejor y en cuanto termino de hablar supe que ya no diría nada más pues ahora ella mantenía un pleno interés en escucharme cosa que me levantaba el ánimo y porque no decirlo el ego también – Sinceramente yo tampoco pensé que esta noche se tornaría con los acontecimientos ocurridos hasta ahora, lo cierto es que salí al teatro porque no quería estar deprimida en cama o dándole vueltas a que se acerca el aniversario luctuoso de mis padres, jamás pensé en encontrarme con un inmortal, aunque si me lo hubiese planteado te aseguro que no sería en la situación en la que estamos – le sonreí coqueta, no por el hecho de coquetear con ella o insinuármele sino porque era un rasgo innato en el coquetear cuando me sentía bien, mucha de las veces ni siquiera era capaz de darme cuenta que hacia esto hasta que la persona con quien estaba reaccionaba a mi insinuación involuntaria – Noche de confesiones – continúe – ese es un buen nombre para esta situación – concluí en voz alta – pero la verdad es que me ha servido bastante, al menos he sacado algo de lo que traía dentro que me estaba haciendo daño, aunque si he de confesar, siempre me pongo así o peor conforme se acerca la fecha de su muerte, aunque claro, nunca antes me había sucedido esto – termine de decir medio rodando los ojos.
El silencio nos rodeó nuevamente, cómodo silencio, me servía para pensar como contestarle su pregunta – En cuanto a tu cuestionamiento de que se siente ser mordido por alguien como tú – empecé a responder – eso depende por completo de la situación o más bien de si es o no consensuado, me explico, si tú la mordieras o muerdes a un mortal y este no lo desea es doloroso en primera instancia, luego aunque es placentero brindarles alimento el cerebro de nosotros empieza a percibirlo ya cuando más bien va siendo tarde para que quedemos con vida – seguí con mi introducción a la explicación que quería brindarle – Pero en cambio si la mordida es consensuada o manipulada por parte de ustedes, dejemos el ejemplo de que ambas partes lo deseen, el brindarles a ustedes alimento se vuelve sumamente placentero, es como una descarga sexual que te recorre el organismo, es intenso y por lo general bastante satisfactorio – continúe exponiéndole – Ahora si a este hecho de alimentarles sumamos ya un juego sexual o una relación sexual la sensación de placer se potencia tanto que puede – sonreí al recordar ciertos momentos – ocasionar un orgasmo anticipado o mejor aún, si es en el momento preciso puedes ocasionar múltiples orgasmos… es a mi parecer lo mejor que hay, es inexplicable el placer que se siente no solo por los orgasmos es un estallido sensaciones que nublan tu ser más allá de cualquier cosa que te puedas imaginar – exprese con una media sonrisa satisfecha y aprovechando que mi mano estaba en contacto con su piel cambie la tranquilidad que sentía por la sensación de placer que se sentía al momento de la mordida cuando empezaban a alimentarse, que por lo general era donde daba el estallido de sensaciones, aunque claro no se lo mostraba con lujo de detalle, solo con suficiente claridad para que ella viera que su novia lo iba a disfrutar tanto como ella – esto que te mostré por intenso y placentero que lo hayas percibido – dije volviendo a trasmitirle tranquilidad pues notaba que si bien no se había molestado, no le había sido del todo cómoda la situación al ser sensaciones que consideramos normalmente personales – no es más que una muestra que no llega a ser algo exacto de lo que causa a nuestro cuerpo pues hay que sumarle la situación previa, el dolor punzante así como de erótica delicia de la mordida, para mi es realmente increíble – concluí mirándola a los ojos dejándole ver toda la sinceridad de mis palabras.
Deje que el silencio nos envolviera unos minutos dándole oportunidad de pensar un poco antes de continuar con lo que le quería decir – Y Santana, en cuanto a lo de la idea de morderla, no te engañes a ti misma, lo deseas, lo has pensado más de una vez, incluso te puedo asegurar que si han estado juntas consciente o no lo deseaste, es algo natural en ti, en tu naturaleza y no veo el motivo por el cual te lo tengas que negar a ti misma, es normal, la sangre te da vida, placer, todo, así que sincérate contigo misma, aceptarlo es el primer paso para considerarlo correcto, el segundo es hablarlo con ella para que ahora si a la hora de efectuar la acción y que si la muerdas todo sea y todo salga tan cual te digo, y como dije antes sabes tan bien como yo que lo último que pasara cuando pruebes de ella será desagradarte, al contrario la sentirás mas tuya, en ustedes es una sensación de posesión la que sienten cuando se alimentan de alguien con quien se lían frecuentemente, ahora imagínate la situación si lo suyo va más allá de cualquier lio que yo pude haber tenido – Agregue con sinceridad y tranquilidad – En cuanto a lo de tener razón, querida – dije en broma – yo siempre, siempre tengo razón – concluye divertida y mirándola engreida pero sinceramente dejando que de nuevo el silencio las envuelva sabiendo que la inmortal tenía un par de cosas que pensar antes de contestarle cualquier cosa.
- SANTANA:
- Bueno aqui esta el post que prometí, me tarde como 2 horas haciendolo y ya te digo que creeo que me ha vuelto a quedar bastante largo jajajaja, pero bueno estoy bastante satisfecha con él, espero a ti te resulte igual de interesante y no quieras morderme por mi pequeña influencia traviesa a tus emociones y sensaciones xDD (Mi user se sentia traviesilla) Y bueno esperemos que este fin de semana nos vayamos mas rapido, yo por mi parte en cuanto me despierte mañana en unas horas me estare pendiente de tu respuesta... xDD y pues mas ahora que estoy feliz por mis mini-vacasiones (puente lago) y ya me voy que la cama me llama desde hace rato jejeje... cuidate!
Xiamara Kattalakis- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 135
Fecha de inscripción : 24/11/2012
Localización : En algun ligar de Francia.
DATOS DEL PERSONAJE
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Una de las cosas buenas que tenía estar charlando tranquilamente con Xiamara, es que cada una se daba su tiempo, tanto para expresarse como para dejar que el silencio reinara y así poder reflexionar. Al parecer seguía sin convencerla algunas de las cosas que Santana le había dicho, pero así eran los pensamientos de la morena y así se los había hecho saber. Al menos respondía sus preguntas con total naturalidad, la misma con la que ella le preguntaba, y es que así daba gusto llevar una conversación.
Escuchó con verdadero interés, la verdad es que nunca se lo había preguntado, siempre había visto que la otra persona lo disfrutaba pero en realidad le daba absolutamente igual con tal de encontrar un poco de satisfacción para ella misma. Sin embargo, ahora que la persona que iba a ser mordida era la más importante, quería saber si había alguna parte desagradable, aunque al parecer no había ninguna mientras ambas partes quisieran. Esa era otro obstáculo, ¿y si Sinn no quería? Por supuesto no la obligaría pero entonces las cosas se complicaban con vista al futuro.
Mientras divagaba, Xiamara había vuelto a cambiar sus emociones, mostrándole una ínfima parte de las emociones que pudiera sentir un mortal ante una mordida consensuada. Lo cierto es que a pesar de tener un tacto bastante gélido, podía decir que le habían subido todos los calores. Y es que lo que Xiamara le estaba mostrando era sumamente placentero, por ello suponía que a parte entera era increíble. Esto le quitaba las reticencias que pudiera tener, sabía que entre Sinn y ella no solo era sexo y que esa mordida podía ser simplemente decir que era suya y de nadie más. Además para que fuera a partes iguales, le daría a probar de la suya, nunca lo había hecho pero decían que tampoco estaba nada mal.
–De acuerdo, no lo pasaría nada mal. Y una segunda parte –debía aprovechar y preguntarle todo aquello que no podía ir preguntando a cualquier por ahí, además como le había dicho que sus relaciones con vampiros eran ciertamente frecuentes, la consideraba la persona adecuada– y ¿qué tal es eso de probar la sangre que te da un inmortal? –se encogió de hombros– por favor, esta vez con que me lo describas será suficiente –susurró sonriendo. Lo cierto es que antes le había dado un subidón demasiado bueno y menos mal que Xiamara había vuelto a emanar tranquilidad, si no hubiera tenido que ir corriendo a donde quiera que estuviera su rubia o simplemente meterse en un baño de agua muy fría.
–Ya sé que a mí me encantaría y claro que se me ha pasado por la mente –sobre todo aquella primera noche– pero es que ya te lo he dicho, con ella todo es diferente, no quiero pensar solo en mí también pienso en ella…aunque con esta demostración tan ilustrativa me ha quedado claro que no lo pasará nada, pero que nada, mal… –dijo lo último con una pequeña risita– tengo que decir también que todo esto es nuevo para mí, hacía demasiado tiempo que no era de esta forma con nadie, llevo demasiados años tomando sin dar nada y ahora quiero cambiar eso…no quiero tener errores que tuve en el pasado –de verdad que esta sesión de conversación le estaba viniendo como el mejor de los curativos.
Volvió a perderse ligeramente en sus pensamientos al escuchar esa última frase un tanto arrogante, sí que tenían bastantes cosas en común. Sonrió ante sus propias comparaciones. Le había gustado que por una vez el destino se la hubiera jugado un poco, esta vez había sacado algo más que un aliado o un contacto al que recurrir si alguna vez lo necesitaba. No sabía por qué, pero creía poder confiar en Xiamara, y viceversa. Ese sentimiento de verse reflejada en otra persona invadía su cuerpo, y en cierta manera era reconfortante. Se quedó mirándola con los ojos entrecerrados mientras el silencio volvía a reinar una vez más en la noche. La vida fácil no había sido hecha para ninguna de las dos, pero ambas habían sabido responderle al destino y seguir sobreviviendo.
Igualmente hubiera preferido no tener que haber pasado por lo que había pasado, pero así era la vida, arbitraria y totalmente fastidiosa, si podía ponerle las cosas difíciles a cualquiera para qué se lo iba a poner fácil. De todas formas ya estaba acostumbrada a que todo fueran obstáculos, sobre todo siendo mujer, al menos llevaba bastante guardado eso de que su atracción hacia las mujeres era mucho mayor que hacia los hombres o que era de otra raza que no fuera la humana. Además, tener aliados en cada una de las razas o clases sociales también te ayudaba un poco a sobrevivir en este mundo, pero había que saber con quién juntarse para no salir escalfada de alguna situación.
Volvió al mundo real antes de llegar a abstraerse del todo y no prestarle atención a Xiamara cuando le explicara lo que le había preguntado. Movió la cabeza ligeramente como para salir de su ensoñación y concentrarse de lleno en las palabras de su acompañante nocturna.
Escuchó con verdadero interés, la verdad es que nunca se lo había preguntado, siempre había visto que la otra persona lo disfrutaba pero en realidad le daba absolutamente igual con tal de encontrar un poco de satisfacción para ella misma. Sin embargo, ahora que la persona que iba a ser mordida era la más importante, quería saber si había alguna parte desagradable, aunque al parecer no había ninguna mientras ambas partes quisieran. Esa era otro obstáculo, ¿y si Sinn no quería? Por supuesto no la obligaría pero entonces las cosas se complicaban con vista al futuro.
Mientras divagaba, Xiamara había vuelto a cambiar sus emociones, mostrándole una ínfima parte de las emociones que pudiera sentir un mortal ante una mordida consensuada. Lo cierto es que a pesar de tener un tacto bastante gélido, podía decir que le habían subido todos los calores. Y es que lo que Xiamara le estaba mostrando era sumamente placentero, por ello suponía que a parte entera era increíble. Esto le quitaba las reticencias que pudiera tener, sabía que entre Sinn y ella no solo era sexo y que esa mordida podía ser simplemente decir que era suya y de nadie más. Además para que fuera a partes iguales, le daría a probar de la suya, nunca lo había hecho pero decían que tampoco estaba nada mal.
–De acuerdo, no lo pasaría nada mal. Y una segunda parte –debía aprovechar y preguntarle todo aquello que no podía ir preguntando a cualquier por ahí, además como le había dicho que sus relaciones con vampiros eran ciertamente frecuentes, la consideraba la persona adecuada– y ¿qué tal es eso de probar la sangre que te da un inmortal? –se encogió de hombros– por favor, esta vez con que me lo describas será suficiente –susurró sonriendo. Lo cierto es que antes le había dado un subidón demasiado bueno y menos mal que Xiamara había vuelto a emanar tranquilidad, si no hubiera tenido que ir corriendo a donde quiera que estuviera su rubia o simplemente meterse en un baño de agua muy fría.
–Ya sé que a mí me encantaría y claro que se me ha pasado por la mente –sobre todo aquella primera noche– pero es que ya te lo he dicho, con ella todo es diferente, no quiero pensar solo en mí también pienso en ella…aunque con esta demostración tan ilustrativa me ha quedado claro que no lo pasará nada, pero que nada, mal… –dijo lo último con una pequeña risita– tengo que decir también que todo esto es nuevo para mí, hacía demasiado tiempo que no era de esta forma con nadie, llevo demasiados años tomando sin dar nada y ahora quiero cambiar eso…no quiero tener errores que tuve en el pasado –de verdad que esta sesión de conversación le estaba viniendo como el mejor de los curativos.
Volvió a perderse ligeramente en sus pensamientos al escuchar esa última frase un tanto arrogante, sí que tenían bastantes cosas en común. Sonrió ante sus propias comparaciones. Le había gustado que por una vez el destino se la hubiera jugado un poco, esta vez había sacado algo más que un aliado o un contacto al que recurrir si alguna vez lo necesitaba. No sabía por qué, pero creía poder confiar en Xiamara, y viceversa. Ese sentimiento de verse reflejada en otra persona invadía su cuerpo, y en cierta manera era reconfortante. Se quedó mirándola con los ojos entrecerrados mientras el silencio volvía a reinar una vez más en la noche. La vida fácil no había sido hecha para ninguna de las dos, pero ambas habían sabido responderle al destino y seguir sobreviviendo.
Igualmente hubiera preferido no tener que haber pasado por lo que había pasado, pero así era la vida, arbitraria y totalmente fastidiosa, si podía ponerle las cosas difíciles a cualquiera para qué se lo iba a poner fácil. De todas formas ya estaba acostumbrada a que todo fueran obstáculos, sobre todo siendo mujer, al menos llevaba bastante guardado eso de que su atracción hacia las mujeres era mucho mayor que hacia los hombres o que era de otra raza que no fuera la humana. Además, tener aliados en cada una de las razas o clases sociales también te ayudaba un poco a sobrevivir en este mundo, pero había que saber con quién juntarse para no salir escalfada de alguna situación.
Volvió al mundo real antes de llegar a abstraerse del todo y no prestarle atención a Xiamara cuando le explicara lo que le había preguntado. Movió la cabeza ligeramente como para salir de su ensoñación y concentrarse de lleno en las palabras de su acompañante nocturna.
- off:
perdón por haber tardado tanto pero es que con este viajecito familiar a las fallas no hago más que estar de fiesta y bueno se me complicó un poco coger el ordenador y después la musa no quería hacer acto de presencia...así que quizás esté un poco forzada la respuesta, pero bueno...estaré pendiente y en cuanto me despierte a ver si tengo más inspiración y puedo hacer algo mejor ^^
Santana López- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 24/06/2012
Edad : 34
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Tiempo al tiempo como siempre decía mi madre y en definitiva la inmortal que estaba a mi lado necesitaba pensar por unos momentos antes de ser capaz de llegar a todas las conclusiones a las que debería si quería llevar una buena vida en pareja mientras su chica siguiera siendo humana, pues realmente yo le podía ayudar en cuanto a mi experiencia mortal sobre el mundo de vampiros más allá de eso no estaba en mi entendimiento, no llegaba a saber cómo cambiarían las cosas cuando su compañera pasara a tener vida eterna lo que si me sospechaba por el hecho de que Keyla me quería como tal era sin dudas de que el sexo podría mejorar bastante al ser convertida cosa que de ser así era un punto bastante interesante pues el hecho de compartir el lecho con un inmortal siendo humana ya era excelente, si mejoraba tras la conversión no tenía duda alguna de que cualquier relación mejoraría con un aliciente así.
Santana me escucho con verdadero interés cosa que me agradaba bastante pues más allá de mi egocentrismo, narcisismo así como necesidades histriónicas* estaba segura que en esta ocasión mi experiencia que a pesar de que no era ni jamás seria bien vista por la sociedad hipócrita en la que vivíamos le era y seria de bastante ayuda a la morena sentada a mi lado. Debía aceptar que me era había sido muy divertido jugar un poco con las emociones de la joven portadora de vida eterna que tenía al lado, después de todo parte de mi naturaleza era bastante traviesa así como cómica, aunque los demás no le vieran gracia a mis actos, lo que realmente agradecía era que la chica no se hubiese molestado, digo no es como si pudiera al volver a tranquilizarla pero aún así, sus emociones solo habían mostrado algo de lujuria, bien bastante lujuria al mostrarle lo que sentiría su compañera luego de eso paso al agradecimiento al volver a estabilizarla cosa que hablaba bien de ella pues a pesar de que yo influía en sus emociones no lo hacía en su mente, mas ella se estuvo tranquila, no me replico ni nada hecho que me resultaba bastante agradable, algunos puntos más que sumarle a esta curiosa amistad que se estaba formando.
Ahora era que me convencía que la morena había hablado enserio al ofrecerme su ayuda, cosa que agradecía, me daba cuenta por el rumbo que tomaban sus emociones que no era una persona meramente fácil de agradar, mas sin embargo esta noche sin dudas habíamos establecido algún lazo, hicimos clic en algún momento haciendo que de alguna manera se formara una amistad entre dos desconocidas sin aparentemente nada en común más sin embargo eso solo era en apariencia pues lo cierto era que entre la inmortal y yo se establecías mas afinidades de las que cualquier persona a simple vista podía imaginar pero no solo era eso, también estaban experiencias, formas de ser que lograban encuadrar en mi manera de ser que tampoco iban nada mal con la inmortal.
Me daba cuanta que Santana tenia preocupaciones y miedos, me suponía que todos rondaban al hecho de morderla, si ella quería, si no, si sería bueno o malo, a pesar de que le había mostrado de que placentero seria, me quede en silencio aguardando su respuesta, algo me decía que ella tenía dudas, dudas que yo podía resolver, mas no solo era eso, ella quería hablar, lo sabía, era un tumulto de sus emociones lo que me lo decían, pues aunque ella estuviera sin sentirlas al yo cambiárselas a tranquilidad esas emociones se originaban en su sistema siendo advertidas por mí que por el momento y hasta que ella continuara seguiría siendo una observadora tanto de la situación como de su sentir haciendo que me abstrajera un poco en mi mundo de emociones, de cosas intangibles que a menos que fueras empático no entenderías, más cuando ella llego a las conjeturas necesarias volviendo a querer hablar mi atención regreso a ella aunque claro sin descuidar el hecho de influirá con tranquilidad pues sabía que era posible que en toda su existencia fuera la primera vez que se sintiera de esta manera sin obligarse a ella misma a serenarse “De acuerdo, no lo pasaría nada mal. Y una segunda parte - La mire con interés - y ¿qué tal es eso de probar la sangre que te da un inmortal? - Me pregunto encogiéndose los hombros, cosa que ya me había percatado que hacia cuando se ponía nerviosa, no pude evitar curvar una media sonrisa jocosa “por favor, esta vez con que me lo describas será suficiente” ella aún estaba nerviosa por las emociones pasadas cosa, venga no soy tan mala, aún que hacía que me alegrara de tener un excelente control en mis habilidades para así controlar lo suficiente sus emociones como para que se sintiese lo más tranquila posible, lo cierto era que también quería dejarla hablar tenía bastante curiosidad acerca de si estaba en lo correcto de todo lo que le había dicho.
Lo cierto es que no tuve que esperar mucho tiempo para que ella me dijese acerca de lo que más me daba curiosidad en estos momentos “Ya sé que a mí me encantaría y claro que se me ha pasado por la mente” Si ella supiera exactamente lo que sus emociones me decían posiblemente no hablaría más, pero como estaba tranquila continuo hablando cosa que me daba gusto pues realmente me alegraba el hecho de que las personas a mi alrededor hablasen sin tabús, después de todo yo siempre sabia la verdad “pero es que ya te lo he dicho, con ella todo es diferente, no quiero pensar solo en mí también pienso en ella…aunque con esta demostración tan ilustrativa me ha quedado claro que no lo pasará nada, pero que nada, mal…” continuo ella con una risita nerviosa que hizo que yo también me sonriera, no por la situación sino por sus emociones pues si fuera humana estaba segura de que estuviera bastante abochornada hasta parecía nueva en el tema de tener relaciones sexuales “tengo que decir también que todo esto es nuevo para mí, hacía demasiado tiempo que no era de esta forma con nadie, llevo demasiados años tomando sin dar nada y ahora quiero cambiar eso…no quiero tener errores que tuve en el pasado” Ahora entendía mejor, lo que la alteraba era el hecho de no solo recibir sino dar ella también de sí misma, bueno eso era entendible, la mayoría de los seres humanos o no les daba nervios compartirse a ellos más sin embargo era cuestión de solo repetir la experiencia lo suficiente como para sentirte a gusto con la misma, adaptarte a esa parte de ti que no estamos acostumbrados a compartir.
Santana volvió a perderse un momento haciendo que sus emociones se turbara aunque ella no lo sintiese cosa que me hizo darle un espacio, cierto tiempo para que ella resolviera sus cosas antes siquiera de pensar en contestarle pues aunque tenía buenas respuestas hasta quizás buenos consejos para mí lo más importante era darle su espacio a las personas para que se arreglaran con ellos mismos y así se les hiciera más fácil lidiar con las demás situaciones – El pasado eso es, tus errores en el ya están hechos así que por más que desees arreglarlos no podrás, entiendo que lo de darse a alguien resulta muy difícil más si como tú se tiene tantos años sola, pero vi, viví así como crecí con el amor que se tienen unas almas gemelas, creo que lo mejor que puedes hacer es dejarte llevar ¿Qué tienes miedo?¿qué puedes perderlo todo?¿que las cosas pueden ir a mal? – empecé a decir para verla a los ojos – Santana esas dudas, miedos, temores, errores siempre estarán ahí sobre todo si te dejas envolver de ellos, yo que sé lo que es su amor que lo puedo entender te digo que el miedo es normal, que si puedes perder todo, todo puede irse por la borda, pero si logras salvar el amor que se tienen no necesitaras más que tenerla a tu lado nada más, los miedos, las inquietudes y todo lo que te pueda privar de vivir una vida o eternidad hermosa al lado de tu chica deséchalo, sácalo de tu mente, tu solo cuando sea el momento de entregarse por completo de no solo recibir sino dar déjate llevar solo eso tu alma por así decirlo sabrá que hacer, sabrás que hacer porque son una, se complementan de una forma tan personal, tan única, tan especial que solo ustedes entienden y eso es hermoso, no le temas al contrario déjate llevar por eso, hablen sobre alimentarte de ella, déjale saber lo que es en tu mundo alimentarte de tu pareja, deja que ella experimente por sí misma la sensación de entregarse de esa manera tan completa, disfruta el hecho de que ella confía lo suficiente en ti como para literalmente poner su vida a tu merced – continúe explicándole pues la inmortal tenia temores que aunque podrían entenderse no eran muy justificados siendo lo que era, no que estuviera mal, era solo que entre más pronto de deshiciera de ellos más fácil le sería tener una relación sin mentiras ni falsedades conociéndose completamente la una a la otra.
Le di nuevamente un poco de espacio, unos cuantos minutos, lo mejor era que asimilara mis palabras poco a poco – En cuanto a lo de dar sangre o más bien recibir sangre es diferente, para ser sincera soy algo nueva en ese ámbito por lo cual no podría fácilmente mostrarte lo que se siente, no te preocupes, más si puedo explicártelo y empezare por el hecho de que lo que ella sienta va a depender solo de ti, la sangre de vampiro te puedo asegurar que es bastante adictiva para nosotros pero eso no es lo que me preguntaste e iré al punto – aclare – lo que ella sienta dependerá por completo de ti, veras me explico, en primera instancia la sangre aturde es como un relajante, no sabes muy bien lo que te pasa pero es mmmm ¿Cómo te lo explico? Embriagador, te gusta más sin embargo tú tienes que enseñarle a su cerebro y a su cuerpo como reaccionar ante tu sangre, pues si quieres que sienta placer a la hora de brindársela que ocasionara un aturdimiento momentáneo tienes que darle placer, así su cuerpo y mente lo relacionaran y la próxima vez que lo hagas se mandara la señal sola – explique – Además también depende mucho de cómo le proporciones la sangre así como las partes de su cuerpo en que lo hagas y los momentos en que lo hagas – seguí con mi explicación – tu puedes desde solo aturdirla para jugar con ella hasta retrasar un orgasmo el tiempo que quieras eso depende de ti pero sobre todo de la creatividad que tengas a la hora de compartirle tu sangre, también hay que tener un poco de cuidado pues una vez que su pulso baje más de lo normal por la sangre solo podrás brindársela una vez más sin que caiga en una sobredosis y recuerda también que su sangre es adictiva, yo te recomiendo que antes de volverle a brindar de tu sangre te esperes alrededor de dos semanas para que su cuerpo este completamente limpio de cualquier residuo de la misma haciendo que pueda tomar la sangre de ti como al principio sin necesidad de aumentar ni disminuir la dosis, también y esto es como consejo no le digas lo de la sangre, explícaselo hasta después o perderá parte de su encanto, solo recuerda que una vez que le compartas de ti ella querrá hacerlo seguido dependerá de ti si se convierte en una adicción o solo en algo que hacen para disfrutar ambas, así que te recomendaría que primero se adapten a que te alimentes de ella, que ambas lo gocen para luego que tu sangre sea como un postre adicional a la situación – aconseje pues por experiencia sabia de lo que le hablaba, tenía bases en lo que le aconsejaba era por eso que estaba mostrándome tan abierta y sincera, estaba consciente que para recibir sinceridad debería ofrecerla, solo esperaba que ahora el silencio que aguardaba antes de reanudar nuestra conversación le diera suficiente espacio a Santana como para meditar bien mis palabras.
Santana me escucho con verdadero interés cosa que me agradaba bastante pues más allá de mi egocentrismo, narcisismo así como necesidades histriónicas* estaba segura que en esta ocasión mi experiencia que a pesar de que no era ni jamás seria bien vista por la sociedad hipócrita en la que vivíamos le era y seria de bastante ayuda a la morena sentada a mi lado. Debía aceptar que me era había sido muy divertido jugar un poco con las emociones de la joven portadora de vida eterna que tenía al lado, después de todo parte de mi naturaleza era bastante traviesa así como cómica, aunque los demás no le vieran gracia a mis actos, lo que realmente agradecía era que la chica no se hubiese molestado, digo no es como si pudiera al volver a tranquilizarla pero aún así, sus emociones solo habían mostrado algo de lujuria, bien bastante lujuria al mostrarle lo que sentiría su compañera luego de eso paso al agradecimiento al volver a estabilizarla cosa que hablaba bien de ella pues a pesar de que yo influía en sus emociones no lo hacía en su mente, mas ella se estuvo tranquila, no me replico ni nada hecho que me resultaba bastante agradable, algunos puntos más que sumarle a esta curiosa amistad que se estaba formando.
Ahora era que me convencía que la morena había hablado enserio al ofrecerme su ayuda, cosa que agradecía, me daba cuenta por el rumbo que tomaban sus emociones que no era una persona meramente fácil de agradar, mas sin embargo esta noche sin dudas habíamos establecido algún lazo, hicimos clic en algún momento haciendo que de alguna manera se formara una amistad entre dos desconocidas sin aparentemente nada en común más sin embargo eso solo era en apariencia pues lo cierto era que entre la inmortal y yo se establecías mas afinidades de las que cualquier persona a simple vista podía imaginar pero no solo era eso, también estaban experiencias, formas de ser que lograban encuadrar en mi manera de ser que tampoco iban nada mal con la inmortal.
Me daba cuanta que Santana tenia preocupaciones y miedos, me suponía que todos rondaban al hecho de morderla, si ella quería, si no, si sería bueno o malo, a pesar de que le había mostrado de que placentero seria, me quede en silencio aguardando su respuesta, algo me decía que ella tenía dudas, dudas que yo podía resolver, mas no solo era eso, ella quería hablar, lo sabía, era un tumulto de sus emociones lo que me lo decían, pues aunque ella estuviera sin sentirlas al yo cambiárselas a tranquilidad esas emociones se originaban en su sistema siendo advertidas por mí que por el momento y hasta que ella continuara seguiría siendo una observadora tanto de la situación como de su sentir haciendo que me abstrajera un poco en mi mundo de emociones, de cosas intangibles que a menos que fueras empático no entenderías, más cuando ella llego a las conjeturas necesarias volviendo a querer hablar mi atención regreso a ella aunque claro sin descuidar el hecho de influirá con tranquilidad pues sabía que era posible que en toda su existencia fuera la primera vez que se sintiera de esta manera sin obligarse a ella misma a serenarse “De acuerdo, no lo pasaría nada mal. Y una segunda parte - La mire con interés - y ¿qué tal es eso de probar la sangre que te da un inmortal? - Me pregunto encogiéndose los hombros, cosa que ya me había percatado que hacia cuando se ponía nerviosa, no pude evitar curvar una media sonrisa jocosa “por favor, esta vez con que me lo describas será suficiente” ella aún estaba nerviosa por las emociones pasadas cosa, venga no soy tan mala, aún que hacía que me alegrara de tener un excelente control en mis habilidades para así controlar lo suficiente sus emociones como para que se sintiese lo más tranquila posible, lo cierto era que también quería dejarla hablar tenía bastante curiosidad acerca de si estaba en lo correcto de todo lo que le había dicho.
Lo cierto es que no tuve que esperar mucho tiempo para que ella me dijese acerca de lo que más me daba curiosidad en estos momentos “Ya sé que a mí me encantaría y claro que se me ha pasado por la mente” Si ella supiera exactamente lo que sus emociones me decían posiblemente no hablaría más, pero como estaba tranquila continuo hablando cosa que me daba gusto pues realmente me alegraba el hecho de que las personas a mi alrededor hablasen sin tabús, después de todo yo siempre sabia la verdad “pero es que ya te lo he dicho, con ella todo es diferente, no quiero pensar solo en mí también pienso en ella…aunque con esta demostración tan ilustrativa me ha quedado claro que no lo pasará nada, pero que nada, mal…” continuo ella con una risita nerviosa que hizo que yo también me sonriera, no por la situación sino por sus emociones pues si fuera humana estaba segura de que estuviera bastante abochornada hasta parecía nueva en el tema de tener relaciones sexuales “tengo que decir también que todo esto es nuevo para mí, hacía demasiado tiempo que no era de esta forma con nadie, llevo demasiados años tomando sin dar nada y ahora quiero cambiar eso…no quiero tener errores que tuve en el pasado” Ahora entendía mejor, lo que la alteraba era el hecho de no solo recibir sino dar ella también de sí misma, bueno eso era entendible, la mayoría de los seres humanos o no les daba nervios compartirse a ellos más sin embargo era cuestión de solo repetir la experiencia lo suficiente como para sentirte a gusto con la misma, adaptarte a esa parte de ti que no estamos acostumbrados a compartir.
Santana volvió a perderse un momento haciendo que sus emociones se turbara aunque ella no lo sintiese cosa que me hizo darle un espacio, cierto tiempo para que ella resolviera sus cosas antes siquiera de pensar en contestarle pues aunque tenía buenas respuestas hasta quizás buenos consejos para mí lo más importante era darle su espacio a las personas para que se arreglaran con ellos mismos y así se les hiciera más fácil lidiar con las demás situaciones – El pasado eso es, tus errores en el ya están hechos así que por más que desees arreglarlos no podrás, entiendo que lo de darse a alguien resulta muy difícil más si como tú se tiene tantos años sola, pero vi, viví así como crecí con el amor que se tienen unas almas gemelas, creo que lo mejor que puedes hacer es dejarte llevar ¿Qué tienes miedo?¿qué puedes perderlo todo?¿que las cosas pueden ir a mal? – empecé a decir para verla a los ojos – Santana esas dudas, miedos, temores, errores siempre estarán ahí sobre todo si te dejas envolver de ellos, yo que sé lo que es su amor que lo puedo entender te digo que el miedo es normal, que si puedes perder todo, todo puede irse por la borda, pero si logras salvar el amor que se tienen no necesitaras más que tenerla a tu lado nada más, los miedos, las inquietudes y todo lo que te pueda privar de vivir una vida o eternidad hermosa al lado de tu chica deséchalo, sácalo de tu mente, tu solo cuando sea el momento de entregarse por completo de no solo recibir sino dar déjate llevar solo eso tu alma por así decirlo sabrá que hacer, sabrás que hacer porque son una, se complementan de una forma tan personal, tan única, tan especial que solo ustedes entienden y eso es hermoso, no le temas al contrario déjate llevar por eso, hablen sobre alimentarte de ella, déjale saber lo que es en tu mundo alimentarte de tu pareja, deja que ella experimente por sí misma la sensación de entregarse de esa manera tan completa, disfruta el hecho de que ella confía lo suficiente en ti como para literalmente poner su vida a tu merced – continúe explicándole pues la inmortal tenia temores que aunque podrían entenderse no eran muy justificados siendo lo que era, no que estuviera mal, era solo que entre más pronto de deshiciera de ellos más fácil le sería tener una relación sin mentiras ni falsedades conociéndose completamente la una a la otra.
Le di nuevamente un poco de espacio, unos cuantos minutos, lo mejor era que asimilara mis palabras poco a poco – En cuanto a lo de dar sangre o más bien recibir sangre es diferente, para ser sincera soy algo nueva en ese ámbito por lo cual no podría fácilmente mostrarte lo que se siente, no te preocupes, más si puedo explicártelo y empezare por el hecho de que lo que ella sienta va a depender solo de ti, la sangre de vampiro te puedo asegurar que es bastante adictiva para nosotros pero eso no es lo que me preguntaste e iré al punto – aclare – lo que ella sienta dependerá por completo de ti, veras me explico, en primera instancia la sangre aturde es como un relajante, no sabes muy bien lo que te pasa pero es mmmm ¿Cómo te lo explico? Embriagador, te gusta más sin embargo tú tienes que enseñarle a su cerebro y a su cuerpo como reaccionar ante tu sangre, pues si quieres que sienta placer a la hora de brindársela que ocasionara un aturdimiento momentáneo tienes que darle placer, así su cuerpo y mente lo relacionaran y la próxima vez que lo hagas se mandara la señal sola – explique – Además también depende mucho de cómo le proporciones la sangre así como las partes de su cuerpo en que lo hagas y los momentos en que lo hagas – seguí con mi explicación – tu puedes desde solo aturdirla para jugar con ella hasta retrasar un orgasmo el tiempo que quieras eso depende de ti pero sobre todo de la creatividad que tengas a la hora de compartirle tu sangre, también hay que tener un poco de cuidado pues una vez que su pulso baje más de lo normal por la sangre solo podrás brindársela una vez más sin que caiga en una sobredosis y recuerda también que su sangre es adictiva, yo te recomiendo que antes de volverle a brindar de tu sangre te esperes alrededor de dos semanas para que su cuerpo este completamente limpio de cualquier residuo de la misma haciendo que pueda tomar la sangre de ti como al principio sin necesidad de aumentar ni disminuir la dosis, también y esto es como consejo no le digas lo de la sangre, explícaselo hasta después o perderá parte de su encanto, solo recuerda que una vez que le compartas de ti ella querrá hacerlo seguido dependerá de ti si se convierte en una adicción o solo en algo que hacen para disfrutar ambas, así que te recomendaría que primero se adapten a que te alimentes de ella, que ambas lo gocen para luego que tu sangre sea como un postre adicional a la situación – aconseje pues por experiencia sabia de lo que le hablaba, tenía bases en lo que le aconsejaba era por eso que estaba mostrándome tan abierta y sincera, estaba consciente que para recibir sinceridad debería ofrecerla, solo esperaba que ahora el silencio que aguardaba antes de reanudar nuestra conversación le diera suficiente espacio a Santana como para meditar bien mis palabras.
- SANTANA:
- Aqui esta la respuesta! yo tambien tarde aunque como dijiste que dormirias probablemente no haya problema.
Pues la verdad no se que son las fallas asi que me he perdido en tu comentario pero supongo es algo asi como un lugar al que vas de vacasiones familiares cosa que ya quisiera yo pero me tengo que quedar en casa disque "arreglando" jajajaja bueno pues a ni mo me parecio que quedara forzado, me ha gustado, aunque esto tambien es por tu calidad de rol, en fin espero que mañana podamos seguir en lo nuestro, cuidate y pues a esperar a Sin para el otro post! diviertete!
PD: Necesidades histrionicas son nuestras necesidades de recibir atencion... jejeje te dejo el dato por si no lo sabias xDD
Xiamara Kattalakis- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 135
Fecha de inscripción : 24/11/2012
Localización : En algun ligar de Francia.
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
No tenía seguro si veía las cosas tan claras porque Xiamara seguía influyendo en ella o porque escuchándola y razonando las cosas estaba empezando a encontrar las respuestas que necesitaba, bueno sí que lo sabía, era un poco de ambas. Ahora razonaba las cosas y entendía bastante mejor que antes, y esto era gracias a que su acompañante le estuviera manipulando las emociones. En otra situación no le hubiera tomado de tan buen humor y no habría permitido que nadie la manipulara, o al menos no se dejaría sin oponer alguna resistencia de su parte. Pero esta ocasión era diferente, mientras escuchaba las verdades que Xiamara le decía a la cara sentía como le hubieran pegado una bofetada, por qué siempre tenía que ser tan egoísta y ciega que no veía más allá de sus narices.
Era cierto lo que le decía, su pasado era eso, pasado. Momentos que ya habían pasado y que no volverían por mucho que los rememorara, no había vuelta atrás en el tiempo lo hecho, hecho estaba ahora solo quedaba cambiar el rumbo de la historia. Enmendar todos los errores, total, tiempo tenía. Por una vez debía arriesgarse, tenía las mismas posibilidades de perder que de ganar y con un poco de suerte acabaría ganando. Volvió la mirada a su acompañante y le sonrió manteniendo el silencio. La morena le estaba haciendo ver las cosas que por sí misma nunca hubiera visto, no porque no quisiera si no por idiota. Se humedeció los labios lentamente y dejó de centrar su mirada en la joven a su lado. De verdad que le debía bastante, hacía bastante tiempo que no se sentía tan agradecida con alguien y lo cierto es que no sentaba nada mal.
Si era cierto que debía dejarse llevar por los impulsos y por lo que le dictara su alma, podía hacerlo bastante bien, de hecho llevaba haciéndolo toda la vida hasta que cierta rubia se metió en su vida y la puso patas arribas, aunque por supuesto no se quejaba. Simplemente tenía que poner cosas en claro, mantener una conversación a vista de futuro, tener las cosas aclaradas y que no hubiera algo que se escapara y pudiera causar algún desagravio en el futuro. Debía confiar en ella de la misma manera que ella había confiado en la latina la noche que le confesó su más oculto secreto y aun así había accedido a seguir a su lado sin importarle lo que era. Tenía muy claro que nunca le haría daño, pero como había dicho Xiamara, la rubia le había puesto su vida a merced de la latina eso necesitaba ser digno de confianza.
Tras unos minutos en los que la latina divagaba, la otra morena volvió a hablar. Ahora para saciar la curiosidad de Santana. Las palabras que le había dicho las había escuchado antes, pero esta era una manera de asegurarse ya que consideraba a su nueva confidente una persona con confesiones más seguras que otras fuentes en las que no tenía realmente una confianza. También por su propia mano sabía que no debía morder y dar de su propia sangre si no la cosa se tornaría en una conversión adelantada, que por el momento debía postergarse. Afirmó varias veces con la cabeza como memorizando todo lo que acababa de escuchar y volvió a mirarla fijamente a los ojos, esta vez con una expresión seria pero que no denotaba enfado alguno o algo parecido.
—Gracias, de verdad —que recordara, hacía más de un siglo que no pronunciaba esa palabra, al menos no con sinceridad y que fuera proferida hacia alguien casi desconocido. Porque a pesar de toda la conversación que llevaban, cualquiera consideraría a Santana y Xiamara como dos desconocidas. Pero claro eso sería para alguien que viera la situación desde fuera, para ambas había habido una conexión bastante fuerte, que quizás no pudieran explicar fielmente pero hay estaba— no tengo muy claro como haces para hacer que mi mente le de tantas vueltas a las cosas, pero a la vez consiga respuestas…—sonrió levemente— pero me da igual, lo importante es que me has ayudado. Tienes razón el pasado, pasado es y no va a volver, por lo que tengo que centrarme en el ahora. En vivir todo lo que pueda con ella y luego de un par de conversaciones y quitarme algún precepto más de la mente, convertirla para que, si quiere, me acompañe en la eternidad —asintió muy convencida de lo que decía, de verdad que ahora estaba decidida a algunas cosas y quería aclarar otras para que esa seguridad que solía caracterizar a la latina volviera.
De nuevo apartó la mirada para centrarla en la nada, aunque esta vez vino a su mente la imagen más bella de hace una noche. Sonrió como una tonta al recordar el cabello rubio esparcido por su cama, su suave rostro con una sonrisa mientras dormía. Había acertado con no dormir esa noche y quedarse mirándola durante toda la noche hasta que despertó, aunque hubiera preferido que siguiera durmiendo y así no se hubiese ido de su casa. Regresó a la realidad e intentó quitar esa mueca de embobada pero sin dejar a un lado su sonrisa— ¿sabes? Otra cosa que no entiendo es por qué accedió a quedarse conmigo, cuando le conté un poco de mi pasado y lo que era…pero bueno, supongo que tampoco espero una respuesta a eso, simplemente estoy agradecida a quien sea por dejar que ella se quedara conmigo. Después de todo, no se encuentra todos los días a tu alma gemela reencarnada tras cuatrocientos años ¿no? —rio ligeramente, su mordacidad desde luego no se había esfumado de la noche a la mañana y eso en parte era una buena señal de que seguía siendo ella misma y siempre lo sería, ahora más que nunca.
Era cierto lo que le decía, su pasado era eso, pasado. Momentos que ya habían pasado y que no volverían por mucho que los rememorara, no había vuelta atrás en el tiempo lo hecho, hecho estaba ahora solo quedaba cambiar el rumbo de la historia. Enmendar todos los errores, total, tiempo tenía. Por una vez debía arriesgarse, tenía las mismas posibilidades de perder que de ganar y con un poco de suerte acabaría ganando. Volvió la mirada a su acompañante y le sonrió manteniendo el silencio. La morena le estaba haciendo ver las cosas que por sí misma nunca hubiera visto, no porque no quisiera si no por idiota. Se humedeció los labios lentamente y dejó de centrar su mirada en la joven a su lado. De verdad que le debía bastante, hacía bastante tiempo que no se sentía tan agradecida con alguien y lo cierto es que no sentaba nada mal.
Si era cierto que debía dejarse llevar por los impulsos y por lo que le dictara su alma, podía hacerlo bastante bien, de hecho llevaba haciéndolo toda la vida hasta que cierta rubia se metió en su vida y la puso patas arribas, aunque por supuesto no se quejaba. Simplemente tenía que poner cosas en claro, mantener una conversación a vista de futuro, tener las cosas aclaradas y que no hubiera algo que se escapara y pudiera causar algún desagravio en el futuro. Debía confiar en ella de la misma manera que ella había confiado en la latina la noche que le confesó su más oculto secreto y aun así había accedido a seguir a su lado sin importarle lo que era. Tenía muy claro que nunca le haría daño, pero como había dicho Xiamara, la rubia le había puesto su vida a merced de la latina eso necesitaba ser digno de confianza.
Tras unos minutos en los que la latina divagaba, la otra morena volvió a hablar. Ahora para saciar la curiosidad de Santana. Las palabras que le había dicho las había escuchado antes, pero esta era una manera de asegurarse ya que consideraba a su nueva confidente una persona con confesiones más seguras que otras fuentes en las que no tenía realmente una confianza. También por su propia mano sabía que no debía morder y dar de su propia sangre si no la cosa se tornaría en una conversión adelantada, que por el momento debía postergarse. Afirmó varias veces con la cabeza como memorizando todo lo que acababa de escuchar y volvió a mirarla fijamente a los ojos, esta vez con una expresión seria pero que no denotaba enfado alguno o algo parecido.
—Gracias, de verdad —que recordara, hacía más de un siglo que no pronunciaba esa palabra, al menos no con sinceridad y que fuera proferida hacia alguien casi desconocido. Porque a pesar de toda la conversación que llevaban, cualquiera consideraría a Santana y Xiamara como dos desconocidas. Pero claro eso sería para alguien que viera la situación desde fuera, para ambas había habido una conexión bastante fuerte, que quizás no pudieran explicar fielmente pero hay estaba— no tengo muy claro como haces para hacer que mi mente le de tantas vueltas a las cosas, pero a la vez consiga respuestas…—sonrió levemente— pero me da igual, lo importante es que me has ayudado. Tienes razón el pasado, pasado es y no va a volver, por lo que tengo que centrarme en el ahora. En vivir todo lo que pueda con ella y luego de un par de conversaciones y quitarme algún precepto más de la mente, convertirla para que, si quiere, me acompañe en la eternidad —asintió muy convencida de lo que decía, de verdad que ahora estaba decidida a algunas cosas y quería aclarar otras para que esa seguridad que solía caracterizar a la latina volviera.
De nuevo apartó la mirada para centrarla en la nada, aunque esta vez vino a su mente la imagen más bella de hace una noche. Sonrió como una tonta al recordar el cabello rubio esparcido por su cama, su suave rostro con una sonrisa mientras dormía. Había acertado con no dormir esa noche y quedarse mirándola durante toda la noche hasta que despertó, aunque hubiera preferido que siguiera durmiendo y así no se hubiese ido de su casa. Regresó a la realidad e intentó quitar esa mueca de embobada pero sin dejar a un lado su sonrisa— ¿sabes? Otra cosa que no entiendo es por qué accedió a quedarse conmigo, cuando le conté un poco de mi pasado y lo que era…pero bueno, supongo que tampoco espero una respuesta a eso, simplemente estoy agradecida a quien sea por dejar que ella se quedara conmigo. Después de todo, no se encuentra todos los días a tu alma gemela reencarnada tras cuatrocientos años ¿no? —rio ligeramente, su mordacidad desde luego no se había esfumado de la noche a la mañana y eso en parte era una buena señal de que seguía siendo ella misma y siempre lo sería, ahora más que nunca.
Santana López- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 24/06/2012
Edad : 34
DATOS DEL PERSONAJE
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Datos de interés:
Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Las emociones de la morena eran de agradecimiento, lo podía sentir antes incluso de que lo externara en voz alta, era claro que las cosas esta noche habían salido de manera muy extraña, eso hasta yo lo admitía y eso que entre mis poderes de nacimiento y mis líos con los vampiros me era común la falta de "normalidad" a diario, solo que en esta ocasión tenia que admitir que las cosas vistas desde cualquier otra persona pensaría que todo era bastante bizarro; dos extrañas ayudándose, una bruja y una inmortal, pero no solo eso sino también el hecho de que se contaran cosas "prohibidas" la una a la otra así como brindarse consejo mutuo... Era sin dudas algo que ni siquiera yo veía comúnmente, es mas dudaba hasta que con la inmortalidad de Santana, ella lo hubiese visto alguna vez.
También era claro que este tema era claro para la vampiro a mi lado, sus emociones que convertía a tranquilidad eran confusas, estaban revueltas aún cuando percibía en ella que se aclaraban algunos aspectos pues ahora mismo sus sentimientos eran como una cuerda llena de nudos que poco a poco con paciencia y tranquilidad cosa que yo le estaba brindando, cosa que poco a poco se me hacia mas fácil, pues era una forma bastante útil de evadir lo que yo sentía, pues a pesar de que estaba mejor, todavía no llegaba al estado en que normalmente me encontraba.
Analizando las emociones de Santana mientras entrabamos y salíamos de cómodos silencios me era bastante simple saber por donde podrían ir sus pensamientos, pues aunque este no era mi don, gracias al cielo, lo que me decían sus emociones era bastante claro; quizás era que hace tiempo no me conectaba así con nadie, mucho menos son un inmortal pero no me cabía duda de que esta plática nos estaba sirviendo y mucho a ambas, sin quererlo y por obra del destino nos habíamos reunido, peleado, congeniado así como establecido esta extraña amistad, como dos almas que se conocen de siempre, quizás en otra vida habíamos coincidido en algo, como fuera el caso, algo me decía a mí, que esta obra del universo era porque nos tenía preparado algo más grande de los problemas que ahora tenemos.
Me quede pensando unos momentos mirando hacia el cielo sin soltar a la morena dejando como venía haciendo de hacia minutos solo tranquilidad en ella o emociones agradables con las que pudiera aclararse mejor; ella amaba a su pareja, no me cabía duda, solo que el miedo era grande, era gracioso, al menos para mí la situación - No tienes que agradecerme nada, realmente no estoy haciendo gran cosa, como posiblemente ya dije, el miedo, ya sea al pasado o futuro solo nubla la mente y nos hace cometer estupideces, por las cuales podemos perder a quien amamos, el miedo domina la mente, nubla los sentidos y nos obliga a hacer cosas que no solo nos lastiman a nosotros sino también a las personas que amamos, el miedo es un lastre, un gran peso con el que no se debe de cargar cuando vayamos a tomar alguna decisión, por eso lo quito de tu persona, la verdad es que de ahí para allá no hago gran cosa, solo te mantengo en calma, cosa que me doy cuenta necesitas hacer más seguido - acabe de comentar con una mueca entre cínica y sensual, algo que sin dudas era bastante característico en mi persona, no era burla ni nada por el estilo, solo era mi ego personificado que salía a relucir.
Me quede en silencio nuevamente un momento mientras analizaba nuevamente sus palabras una vez más, "Tienes razón el pasado, pasado es y no va a volver, por lo que tengo que centrarme en el ahora. En vivir todo lo que pueda con ella y luego de un par de conversaciones y quitarme algún precepto más de la mente, convertirla para que, si quiere, me acompañe en la eternidad" Ella estaba llegando a conclusiones por sí misma, que era lo que yo deseaba, pues por mucho que yo pudiera aconsejarle y contarle de las cosas, era ella la que al final decidiría y sin dudas era ella quien debía llegar a las conclusiones sin que yo se las dijera - En definitiva el pasado no vuelve, si fuera así yo estaría con mis padres, y si, tienes que centrarte en el ahora, cuidarla y protegerla, la vida humana es muy frágil, pero lo que si en definitiva y sin marcha atrás lo que tienes que hacer es hablar con ella de lo que sientes y quieres, y como dices, si es su deseo, que te acompañe toda la eternidad - Comente brindándole una sonrisa amistosa.
Cuando las emociones de la inmortal giraron a esas cosquillas en el estomago y hormigueo en el cuerpo me fue bastante sencillo adivinar a que se debía, pues si bien no era algo que me pasase seguido conocía la sensación eso sumado a la empatía provocaron una sonrisa, en definitiva ella era un caso perdido, estaba completamente enamorada, aunque bueno al ser almas gemelas, era un buen signo, una parte de mi se alegraba, de verdad que son un poquito de esfuerzo podrían ser igual de felices que mis padres, cosa que me hizo pensar - Quizás me este metiendo en un lugar de su vida donde no me llaman pero... una plática que también deberían tener, es sobre el hecho de si quieren hijos en su vida, pues aunque sé que al aceptarte ella posiblemente lo haya olvidado o se despidiera de esa posibilidad, háblalo con ella, hazla meditar al respecto, dale esa posibilidad y confianza, no vaya a ser que dentro de cien o doscientos años ella quiera experimentar ser madre y se arrepienta de su decisión, eso les generaría problemas - comente saliendo de mi abstracción lentamente dejando que mis pensamientos fluyeran por mi garganta sin detenerme mucho a pensar en ello, solo externándole mi opinión.
Después de decir eso volví a retraerme un poco y entrar en mi mundo, solo dejando que sus emociones que volvieron a ser complicadas no las sintiera dejando solo tranquilidad recorrer su cuerpo, tras mis palabras vaya que lo necesitaba para pensar claro mientras yo recordaba sus últimas palabras " ¿sabes? Otra cosa que no entiendo es por qué accedió a quedarse conmigo, cuando le conté un poco de mi pasado y lo que era…pero bueno, supongo que tampoco espero una respuesta a eso, simplemente estoy agradecida a quien sea por dejar que ella se quedara conmigo. Después de todo, no se encuentra todos los días a tu alma gemela reencarnada tras cuatrocientos años ¿no?" En cuanto a lo último que me dijiste, no, no todos los días encuentras a tu alma gemela reencarnada 400 años después y sinceramente no debes de cuestionarte el ¿porque? o el ¿como? sabiendo la verdad se quedo contigo, tal y como dije y dijiste anteriormente, solo debes estar jodidamente agradecida por el regalo que te han dado, no a todos nos es concedido, así que jamás dejes de agradecerlo y hacer hasta lo imposible por estar con ella, hacerla feliz, hacerse felices, solo déjense llevar por lo que les dicta su corazón, alma o como quieras llamarlo, créelo, yo que crecí con ello te puedo decir que es absolutamente maravilloso - Concluí sonriendo mas amenamente recordando los buenos momentos, la sensación de mis padres juntos, viviendo el hecho de haber crecido como hija de almas gemelas trasmitiéndole a Santana un poco de esto dentro de su tranquilidad, trasmitiéndole eso que sientes cuando puedes llamar "hogar" en donde o con quien estas, solo queriendo que comprendiera un poco a que me refería con lo de hijos... y no solo eso, mostrándole solo levemente la felicidad y paz que tendría al compartir una vida con su alma gemela.
- Santana:
- Hola, bueno aquí esta el post, esta algo corto y no se si esta muy a mi estilo pero bueno, he vuelto ^^
Y pues te dejo que tengo unos gemelitos que si no voy a ayudar con darles merienda diego acabara lleno de jugo xDD...
Pd: Yo siempre me dejo consentir.. Ahora si me voy que uno de los niños acaba de tomar del cabello a mi novio ¬¬
Xiamara Kattalakis- Hechicero Clase Alta
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Fecha de inscripción : 24/11/2012
Localización : En algun ligar de Francia.
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Re: Algo de distracion. [Santana Lopez]
Mientras la morena seguía escuchando a su confidente nocturna no podía dejar de sonreír. Las cosas sólo podían ir a mejor después de tantos años muerta en vida dentro de un mundo que más bien era el infierno, o quizás el purgatorio como algunas teorías decían. Ya nada importaba, solo hacer feliz a su rubia y vivir a su lado. Igualmente, las palabras de Xiamara siempre la hacían pensar y el tema de los niños por supuesto no la iba a dejar indiferente.
Santana nunca se había imaginado como madre, y eso que era el papel que a todas las niñas se les enseñaba de pequeñas: casarse, ser madre, cuidar de su casa y de su marido y tener una buena vida social. Aunque desde luego la latina había roto cada precepto de la sociedad. Sin embargo, nunca se había imaginado como madre por intentar ir en contra de las normas sociales sino por miedo a ser una mala madre, por no saber atender las necesidades de su descendencia o por que esta se malograra, pero ahora tenía claro que nada podía salir mal. Por supuesto tenía claro que las cosas no serían fáciles con un hijo, bueno en realidad nada sería fácil, la unión de dos mujeres era ya de por si un acontecimiento de gran magnitud para el mundo, unido a que una era cortesana, así que nada, absolutamente nada iba a ser fácil. A la latina eso le daba igual, podría recibir mil bofetones, que sabiendo que tenía a su rubia para apoyarla seguiría llevando la vida hacia delante. Haría que la rubia, y su futura familia, tuvieran una buena vida.
Al darse cuenta de que se había quedado mucho tiempo divagando en silencio, que no era molesto, decidió salir de su ensoñación. Meneó ligeramente la cabeza hacia los lados y se volvió para mirar fijamente a Xiamara— el tema de los niños…pensaba hablarlo con ella por supuesto, no es que nunca me haya vuelto loca eso de convertirme en madre, pero con ella me estoy replanteando muchos temas la verdad…—se encogió de hombros como tantas veces en la misma franja de hora pero siguió manteniéndole la mirada encima a su acompañante— siento meterme yo donde no me incumba pero hablando del tema, ¿no has pensado en formar tu propia familia, encontrar a alguien y tal? No es que sea lo primordial en la vida, ni mucho menos, pero al menos ayuda tener a alguien que te apoye en todo momento y cualquiera que sea la situación…
Ahora sí apartó la mirada para devolverá al firmamento oscuro aposentado encima de sus cabezas y de toda la ciudad de París. Entendía bastante bien el dolor de Xiamara y cuando decía eso hablaba desde la voz de la experiencia, la latina tuvo un apoyo en aquel momento y todo era un poco mejor, claro que cuando ese apoyo se esfumó sin que pudiera evitarlo todo se derrumbó pero mientras estuvo, las cosas iban bien. Tampoco quería dictarle lo que tenía que hacer, que un sentimiento de protección hacia ella hubiera surgido no le daba derecho a dirigir su vida, y de hecho no es lo que pretendía, solo quería guiarla un poco a través de los caminos de la vida. Nunca viene mal un consejo bien dicho en un momento indicado.
—Las cosas siempre son difíciles, pero siempre hay alguien ahí para ayudarnos, aunque no lo encontremos en el momento. Todo tiene su lugar en el tiempo y en el espacio, sólo hay que dejar que nos llegue, pero tampoco debemos cruzarnos de brazos. Si no mírame a mí, quién me diría hace unos años que después de buscar por medio mundo y acabar aquí con casi ninguna esperanza de que la volvería a encontrar —sonrió rememorando los muchos viajes que hizo buscando algo, que ni siquiera sabía lo que era y que cuando desistió, cuando dejó de buscar y decidió que París sería el último sitio en que pasaría un tiempo encontraría la vida de nuevo.
—Siento si sueno como una loca, a veces digo simplemente las cosas que se me pasan por la mente sin analizarlo mucho —suspiró cerrando por un momento los ojos. Miró el callejón en el que se encontraban y al cual no le había prestado mucha atención en todo el rato que llevaban allí, pero no había nada interesante como era de esperar. Ya no se oía tampoco el rumor de la gente por las calles por lo que la noche debía de haberse apoderado de la zona, sólo pasaba algún beodo o algún vagabundo, lo normal a ciertas horas. Toda la gente debía estar en los burdeles o en las tabernas, y los seres de la noche rondando a sus presas para aprovecharse de ellas. Que si bien recordaba ahora la latina, debía de haber ido a “comer” hace rato, pero tampoco era de gran necesidad.
Frunció el ceño al despertarse de nuevo de sus divagaciones, no le gustaba desconcentrarse de los temas que eran más importantes, y menos si estaba con alguien, pero su mente iba por libre y quizás viajaba demasiado rápido. Sin poder estar más tiempo sentada, o acabaría divagando otra vez, se levantó del sitio rápidamente y se quedó mirando a Xiamara desde su posición— perdón, pero no soy alguien de estar mucho rato sentada cuando tengo muchas cosas en la cabeza —le brindó una sonrisa tranquilizadora y dio unos cuantos pasos por el sitio para desentumecerse, aunque era algo más psíquico que físico.
Santana nunca se había imaginado como madre, y eso que era el papel que a todas las niñas se les enseñaba de pequeñas: casarse, ser madre, cuidar de su casa y de su marido y tener una buena vida social. Aunque desde luego la latina había roto cada precepto de la sociedad. Sin embargo, nunca se había imaginado como madre por intentar ir en contra de las normas sociales sino por miedo a ser una mala madre, por no saber atender las necesidades de su descendencia o por que esta se malograra, pero ahora tenía claro que nada podía salir mal. Por supuesto tenía claro que las cosas no serían fáciles con un hijo, bueno en realidad nada sería fácil, la unión de dos mujeres era ya de por si un acontecimiento de gran magnitud para el mundo, unido a que una era cortesana, así que nada, absolutamente nada iba a ser fácil. A la latina eso le daba igual, podría recibir mil bofetones, que sabiendo que tenía a su rubia para apoyarla seguiría llevando la vida hacia delante. Haría que la rubia, y su futura familia, tuvieran una buena vida.
Al darse cuenta de que se había quedado mucho tiempo divagando en silencio, que no era molesto, decidió salir de su ensoñación. Meneó ligeramente la cabeza hacia los lados y se volvió para mirar fijamente a Xiamara— el tema de los niños…pensaba hablarlo con ella por supuesto, no es que nunca me haya vuelto loca eso de convertirme en madre, pero con ella me estoy replanteando muchos temas la verdad…—se encogió de hombros como tantas veces en la misma franja de hora pero siguió manteniéndole la mirada encima a su acompañante— siento meterme yo donde no me incumba pero hablando del tema, ¿no has pensado en formar tu propia familia, encontrar a alguien y tal? No es que sea lo primordial en la vida, ni mucho menos, pero al menos ayuda tener a alguien que te apoye en todo momento y cualquiera que sea la situación…
Ahora sí apartó la mirada para devolverá al firmamento oscuro aposentado encima de sus cabezas y de toda la ciudad de París. Entendía bastante bien el dolor de Xiamara y cuando decía eso hablaba desde la voz de la experiencia, la latina tuvo un apoyo en aquel momento y todo era un poco mejor, claro que cuando ese apoyo se esfumó sin que pudiera evitarlo todo se derrumbó pero mientras estuvo, las cosas iban bien. Tampoco quería dictarle lo que tenía que hacer, que un sentimiento de protección hacia ella hubiera surgido no le daba derecho a dirigir su vida, y de hecho no es lo que pretendía, solo quería guiarla un poco a través de los caminos de la vida. Nunca viene mal un consejo bien dicho en un momento indicado.
—Las cosas siempre son difíciles, pero siempre hay alguien ahí para ayudarnos, aunque no lo encontremos en el momento. Todo tiene su lugar en el tiempo y en el espacio, sólo hay que dejar que nos llegue, pero tampoco debemos cruzarnos de brazos. Si no mírame a mí, quién me diría hace unos años que después de buscar por medio mundo y acabar aquí con casi ninguna esperanza de que la volvería a encontrar —sonrió rememorando los muchos viajes que hizo buscando algo, que ni siquiera sabía lo que era y que cuando desistió, cuando dejó de buscar y decidió que París sería el último sitio en que pasaría un tiempo encontraría la vida de nuevo.
—Siento si sueno como una loca, a veces digo simplemente las cosas que se me pasan por la mente sin analizarlo mucho —suspiró cerrando por un momento los ojos. Miró el callejón en el que se encontraban y al cual no le había prestado mucha atención en todo el rato que llevaban allí, pero no había nada interesante como era de esperar. Ya no se oía tampoco el rumor de la gente por las calles por lo que la noche debía de haberse apoderado de la zona, sólo pasaba algún beodo o algún vagabundo, lo normal a ciertas horas. Toda la gente debía estar en los burdeles o en las tabernas, y los seres de la noche rondando a sus presas para aprovecharse de ellas. Que si bien recordaba ahora la latina, debía de haber ido a “comer” hace rato, pero tampoco era de gran necesidad.
Frunció el ceño al despertarse de nuevo de sus divagaciones, no le gustaba desconcentrarse de los temas que eran más importantes, y menos si estaba con alguien, pero su mente iba por libre y quizás viajaba demasiado rápido. Sin poder estar más tiempo sentada, o acabaría divagando otra vez, se levantó del sitio rápidamente y se quedó mirando a Xiamara desde su posición— perdón, pero no soy alguien de estar mucho rato sentada cuando tengo muchas cosas en la cabeza —le brindó una sonrisa tranquilizadora y dio unos cuantos pasos por el sitio para desentumecerse, aunque era algo más psíquico que físico.
- off:
- volví por fin, primero disculparme por el retraso, segundo pedir un poco de paciencia por si la calidad del rol no es la normal, pero tengo que habituarme de nuevo a esto de escribir, que como todos sabemos la suma es caprichosa :3
Santana López- Vampiro Clase Alta
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