Algo aburrida [libre]

por **Xiamara Kattalakis** Dom Nov 25, 2012 7:06 pm

Estaba acostada en la habitación de lujo del burdel, por lo general era la que siempre rentaba por si quería descansar un rato o simplemente no quería salir y ya que hoy no tenía muchas ganas de entender clientes , no es que estuviera cansada ni nada por el estilo es solo que mi estado de ánimo últimamente no se encontraba en el mejor estado, además no había habido clientes buenos y los pocos que habían llegado pues se las había cedido a las chicas ya que yo no tenía la necesidad de ganar dinero y hacia esto por diversión y no por trabajo.

Me levante y llame a un sirviente para que prendiera la chimenea, llego una chica y a como pudo predio la lumbre, me acerque a ella medio desnuda como estaba y le di 10 francos y le bese dulcemente sintiendo como ella devolvía el beso y me separe con cuidado, viendo el deseo en sus ojos volví a besarla y a acariciar su cuerpo, sentí como sus manos empezaron a vagar en mi cuerpo y tocar mis pechos, empezaba a excitarme y sabia que ella también y que si la entretenía se ganaría una buena paliza - En otra ocasión cariño - susurro en su oído y la dejo ir.

Me quede viendo mientras la chica se iba, quizás después de todo si tenía ganas de divertirme un rato, me fui frente al gran espejo y veo mi reflejo detenidamente con la escasa ropa que traía en este momento, en definitiva la chica que había venido a prender la chimenea había logrado encender mis hormonas, suspire y encima las chicas estaban ocupadas hoy, me quede pensando frente al espejo por un rato y cay en cuenta que el baño me esperaba desde hacía un rato; aprovechando que ahora la habitación está más caliente me desnudo, voy a el baño que de estar aduriendo cuando lo pedí ahora estaba solo tibio a la piel.

Cuando salí de la bañera me seque con cuidado y me cubrí con una toalla mientras me desenredaba y peinaba mi pelo que ahora se veía castaño oscuro por el baño. Cuando acabe de desenredarlo lo trence lentamente pues mi nana me había enseñado que era una manera de cuidarlo y mi pelo era algo que yo cuidaba con mucha delicadeza.

Una vez trenzado y estando completamente seca me quite la bata para andar mas cómoda y me fui a por un libro pues estaba aburrida, tome el uno de los del Marqués de Sede y me fui a la cama acostándome y me puse a leer sumiéndome rápidamente en la lectura, sabía que si alguien me necesitaba sabría que estaría aquí si no me encontraban por las habitaciones, así que me concentre por completo en la lectura que la encontraba excitante y fascinante, y solo quizás alguien interesante o complaciente viniese mas tarde a hacerme compañía.

por **Amapola** Dom Nov 25, 2012 7:21 pm

El burdel. Era un sitio en el que nunca había tenido mucha experiencia, pero dónde estaba aprendiendo cosas a una velocidad de vértigo. Por aquellos días pretendía no morirme de hambre, incluso ascender un poco en la escala de las cortesanas, convertirme en alguien que supiera dar y recibir...tener un estatus social digno que le devolviera algo del honor a mi familia, aunque fuera de una forma pecaminosa. Que todo empezaba así en realidad, por mucho que la mayoría dijesen que no. Siempre empezaría así.
Por lo que me puse a bailar aquel día abajo en la búsqueda de algún cliente que quisiera satisfacer mis más oscuros deseos. O los más oscuros deseos de otros. ¿Qué más daba? Subí las escaleras con mi conjunto negro cortito, poca ropa se me veía, hacia una de las habitaciones. Quería encontrar la mía porque se me había olvidado una cosa en la habitación.
Pero entonce cuando abrí la puerta...
-¡Ups! Creo que me he equivocado de habitación...-susurré mirando a la muchacha que estaba en la cama con un libro entre las manos. Atractiva a más no poder, quizás demasiado. Me quedé en la puerta casi sin saber qué hacer...quizás le preguntara si tenía lo que buscaba.

por **Xiamara Kattalakis** Dom Nov 25, 2012 7:45 pm

Estaba muy entretenida en mi lectura, en definitiva esto me divertía mucho, no era mera cultura pero uno aprendía bastante de ciertos gustos, estuve leyendo por mucho tiempo pero la noche empezaba a pesarme y no tarde mucho en empezar a cerrar los ojos, no quería dormirme por continuar con mi interesante lectura, además de que no era muy tarde y todavía había tiempo de divertirme, pero había sido un día cansado y cuando menos lo esperaba cerraba los ojos y me quedaba dormida por unos instantes y luego me despertaba.

Estuve así por un rato hasta que me levante y me fui a lavar la cara para regresar a mi lectura, me volví a recostar y continúe sumida en el libro cuando escuche como se abría la puerta y aparecía una de las cortesanas nuevas, pensé que alguien me hablaba pero cuando se disculpo me di cuenta de que se había equivocado de habitación y que curiosamente vino a dar a la mía.

Sonreí satisfecha cuando vi su ropa, que era bastante escasa, de lejos se veía que era nueva pues llevaba un tiempo aprender que no siempre es bueno traer tan poco a ropa pero debía de aceptar que se veía bastante bien así que le sonreí y recordando la lectura y la chica de hacia un rato me levante de la cama completamente desnuda y me acerque a ella - no hay problema - le dije sofriéndole - si quieres pasa, yo estoy aquí aburrida - comente acercándome a ella para poder aprecia mejor sus emociones, en cuanto me di cuenta de que le gustaba me acerque coquetamente y la bese - y dime ¿como acabaste en mi habitación? buscas algún cliente o diversión - dije sonriéndole coqueta y volviendo a besarla suavemente para luego separarme de ella y dirigirme sensualmente a la cama y acostarme para poder apreciar mejor de ella y sus respuestas así como de la decisión que tomase de quedarse o marcharse.

por **Amapola** Lun Nov 26, 2012 5:31 pm

Hay que admitir que me gustó de primera hora el recibimiento que me dispensó la muchacha que había en aquella habitación, una cortesana bastante bonita que ya llevaba un tiempo allí, a saber cuánto. No era algo que se viera todos los días...bueno, en realidad quizás sí, era más probable en un lugar cómo aquel, pero eso no quitó que aquello me siguiera gustando.
La visión ante mí y el beso, que le seguí con lujuria, sí, para luego sonreírle con una dulzura encantadora. Así que me atreví a entrar, mirando fijamente a aquella muchacha, deleitándome por aquella visión. Humm...excelentes curvas. Mis manos se posaron en las caderas:
-Si te soy sincera andaba buscando las dos cosas, aunque suena mejor inclinarse por la diversión...-contemplé cómo regresaba a la cama desnuda, y la tentación me pudo, me acerqué lentamente hacia dónde ella estaba. Sí. Cuando debías decidirte...en aquel lugar era mejor escoger la diversión.
Apoyé una mano en la cama, y luego casi me entraron ganas de maldecirme para mis adentros por mi torpeza. Y mira que ya habían pasado varios...pero aún era algo inexperta.
-Además...también buscaba otra cosa...-dije dulcemente mientras me sentaba en la cama, mirándola fijamente con la misma sonrisa de antes-Quizás...pueda ayudarme a encontrar un poco de experiencia...soy nueva en este trabajo...¿sabe? O más bien casi nueva-qué delicioso sería dejar que me ayudara. La diversión sería algo que estaba garantizado.

por **Keyla Van Zuiverheid** Lun Nov 26, 2012 6:43 pm

Bastantes cosas eran las que pensaba la duqueda hacer en París y una de ellas era visitar un burdel. En Países Bajos frecuentaba varios que de hecho eran muy buenos, sin embargo, se presumían que los mejoress burdeles se hallaban en París y Florencia. Y eso lo averiguaría Keyla.

No fue preguntando cual era el mejor, si se presumía cualquier burdel que elijiera sería bueno, ¿no?

Conforme se acercaba a la zona de burdeles empezó a captar los pensamientos de los transeúntes. La mayoría clientes, atnto hombres como mujeres, de todas razas y edades.

Finalmente la duquesa ingresó a uno. Su maquillaje, combinado con su reciente alimentación disfrazó su anormal piel blanca, dura como el mármol. La desventaja de ser tan vieja era eso, una piel dura e inmaculadamente blanca.

Al vestir con tanta elegancia de inmediato fue atendida, le era muy obvio esa atención.

Quien hizo presencia al parecer era la madamas, que de inmediato ofreció los servicios de sus mejores cortesanos varones. Señaló a donde se encontraban algunos, esperando.

—No, prefiero una mujer. La mejor mujer que tenga— dijo la duquesa de forma altiva. —¡Ay, una homosexual!— dijo la madamas en su mente. Keyla le miró severamente y le apresuró.

—En un momento se la presentaré— dijo la madamas dedicando a la duquesa la más falsa sonrisa.

—Espero que así sea— le espetó de forma intimidante y se dedicó a esperar.

Pronto regresó la madamas y condució a la duquesa a la planta alta, no hacía más que hablar de que la llevaba a la zona especial. Llegaron hasta un gran pasillo. —En el fondo, detrás de aquella puerta la encontrará. Está sola no ha recibido clientes úultima mente por lo que estoy segura que la satisfacerá— la madamas entonces se fue dejando a Keyla en el pasillo. La duquesa camino hasta la habitación, abrió la puerta y encontró a dos mujeres. —¿Se atrevió a engañarme?, que tiene compañía— se dijo pero entonces entró en las mentes de ambas y se enteró de que ambas eran cortesanas y el destino y la situación las habían llevado a ese lugar.

La duquesa entró y cerró la puerta.

—¡Buenas noches!— así dijo y les sonrió.

por **Xiamara Kattalakis** Mar Nov 27, 2012 12:14 am

Me quede observándola y disfrute como lentamente se acerco a la cama y se apoyo en ella para luego explicarse, a lo cual no pude evitar sonreír, ella tenía emociones muy dulces por decirlo de alguna manera y en definitiva la situación la excitaba, lo podía sentir bastante fuertemente; y era en estos momentos cuando agradecía ser empática, sin dudas poder sentir las emociones de ella en estos momentos me encantaba.

Espere a que terminara de hablar no pude evitar sonreír ampliamente cuando me dijo que buscaba un poco de experiencia, la situación parecía ponerse cada vez más interesante, y yo que creí que esta tarde seria aburrida, en definitiva me había equivocando - Se nota que eres nueva douceur - empecé a decir levantándome de la cama y moviéndome hacia ella sensualmente hasta llegar a estar frente a frente - uno no se viste así si quiere conseguir clientes, pensaran que estas desesperada - susurra casi en sus labios para inmediatamente después besarla con intensidad - en cuanto a lo de no tener mucha experiencia - dije separándome de ella un momento jadeando - será un placer ayudarte - agregue volviendo a besarla y tumbándola a la cama usando mi poder para encandilarla para que no tuviese ninguna cohibición.

Me subí a la cama quedando encima de ella mirándola a los ojos por un momento y fascinándome ante sus emociones estaba sin duda excitada, la situación lo ameritaba, pero lo que me gustaba era ese aire de inocencia que la envolvía, sin dudas yo podría quitárselo gustosa. Así que me acerque a sus labios besándola primero suavemente dejando que se acostumbrase a mí y que el don surtiera por completo su efecto, cuando sus emociones me dijeron que era el momento perfecto profundice el beso haciéndolo apasionado mientras mis manos empezaban suavemente a vagar por su cuerpo solo tentándola y excitándola hasta que paulatinamente nos empezó a faltar el aire y finalice el beso junto con mis caricias, volví a mirarla a los ojos y luego a sus labios para volver a besarla pero ahora un poco mas fuerte más salvaje de cierta forma mordiendo sus labios y recorriendo su boca con mi lengua mientras mis manos se desasían de la ropa de ella de la cintura para arriba para así poder tocarle mejor.

Cuando el oxigeno se hizo necesario nuevamente en lugar de volver a sus labios mi rostro bajo sin previo alguno hacia sus pechos , tome uno de ellos y deje que mi lengua vagase por el sin llegar a su pezón, solo para hacer el momento más placentero para ella y justo cuando iba a tomarlo en mi boca sentí nuevas emociones cercanas a lo que deduje alguien había entrado, debía ser un cliente por su enfado en cuando vio lo que hacía, sin importarme mucho tome su pezón en mi boca, lo succione y mordisquee un poco antes de separarme de ella completamente enderezarme y ver quiera era la persona que había entrado a mi habitación y si valía la pena atenderle, aunque lo más posible es que fuese alguien no humano o me lo hubiesen anunciado y preguntado si quería tomarlo, eso sin contar que durante mi entrenamiento de bruja algo que había aprendido era cuando alguien tumbaba mis barreras naturales mentales y quien estuviese en la puerta lo había hecho, aunque claro no es que estuviera pendiente de si alguien entraba en mi mente en estos momentos o no.

En cuanto mi vista se poso en la puerta pude apreciar a una hermosa mujer, una muy hermosa y sensual dama, que sin dudas era vampira, su piel blanca de porcelana me lo decía, eso y sus emociones de altanería y ego que podía percibir en ella. Cuando saludo con un buenas noches me levante de la cama quedando de pie y desnuda ante ella - buenas noches mi lady, espero que no le moleste la escena... yo estaba... dándole una lección a mi compañera que es nueva - dije sonriéndole coqueta y encandilándola un poco, amaba este poder hacer esto desde el nacimiento ya que como era algo natural en mi, nadie, nadie a menos que yo quisiera podía percatarse de que la atracción que sentían por mi era porque yo lo deseaba. Voltio a ver a mi compañera - puedes quedarte mientras ella no te diga lo contrario - dije sonriente y me dirigí hacia mi ahora clienta, ya que al ser lo que era no iba a rechazar pasar un buen rato con la bella dama que tenía enfrente - Y dígame ¿como puedo servirle? - pregunte atenta y mirándola a los ojos, ya que a pesar de ser "trabajar" aquí yo seguía siendo yo y eso hacía que si las demás se dejaban rebajar yo no. Aun con todo esto podía sentir su lujuria y deseo así que lo único que hice fue que mi don trabajase solo, sin restricción alguna y espere su respuesta.

por **Keyla Van Zuiverheid** Mar Nov 27, 2012 2:59 pm

Xiamara se justificó, la duquesa lucía tranquila, estaba allí parada como una estatua, aquella mujer ya había descubierto que era una vampiro y entonces Keyla sintió una gran atracción entorno a Xiamara, sintió deseos de acercarse a ella y tomarla.

–Es una bruja- afirmó Keyla en su mente, Xiamara estaba envolviendo con su poder a la duquesa, ella se percató, pues, Xiamara lo pensaba, su vanidad y el orgullo que tenía por su encandilamiento, cubría la mente de la bruja, por lo que los tres mil años de experiencia en telepatía que poseía la duquesa, nada se le escapaba.

Sin embargo, y apesar de tener conocimiento del poder no podía evitar sentir esa atracción, a Keyla le sería muy fácil bloquear su propia mente con su telepatía, pero lo cierto era que deseaba tanto el contacto con Xiamara que se dejaría seducir.

La duquesa luego miró a la otra cortesana, a Amapola, era una simple humana y leyó también sus pensamientos, era inocente y su mente afirmaba todo cuanto Xiamara había dicho.

—Ella puede quedarse, no veo la razón por la que tenga que irse. Las tres podemos divertirnos— dijo la duquesa y avanzó hacía ellas. –¿No lo crees así Xiamara?– le habló a Xiamara en la mente.

—Y creo que está por demás decir a que he venido... Porque no me ayudan a desvestirme— dijo la duquesa y extendió sus brazos para que ambas acudieran a su llamado. Mas Keyla no se resistía a ver a Xiamara y su sensual figura.

por Invitado Miér Dic 05, 2012 6:06 pm

- Vaya vaya... ya olvidaba como se divertian aqui en la marsellesa... - dije mientras me asomaba dentro de las sombras de aquella habitacion de lujo, las bellas mujeres que ante mi presencia estaban dejaban sin alma a cualquier mortal en este viejo mundo, y mi presencia casi nula, sabia que era detectable por aquella vampira, Keyla... una bella duquesa de tiempos antiguos.
Aquel momento de voyerismo era sin duda excitante, ya olvidaba la piel seda y curvilinea de las mujeres europeas y aquellas, mujeres de buena crianza que demostraban la lujuria de malditos hombres que lo unico que buscaban era, su placer propio... Carpe Diem... Malditos aquellos...
La mujer es una bella flor que se cultiva y que se trata con cariño, y generalmente el hombre europeo, era mal amante... era por eso que dentro de mis viajes a medio oriente comprendí el verdadero significado del amante, aquel que no busca su placer... si no el placer de su dama, ese era el verdadero gusto del sexo...
- Prefiero observar mis preciosas damas... continuen... - solo sonreia y se veian mis ojos a travez de mis gafas en la oscuridad, sospechaba ya que sabrian mi condicion vampiresca y lujuriosa, pero el placer era de ellas, me limitaria a observar... por el momento...

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