Solo ella [Xiamara Kattalakis] + 18

por **Keyla Van Zuiverheid** Mar Nov 27, 2012 4:06 pm

Habían pasado ya unos días desde que la duquesa Keyla Van Zuiverheid hubiera visitado el burdel y conociere a Xiamara. Iba en su coche mirando por la ventanilla, ¿su destino?, el burdel. Quería volver a verla, sentir su cuerpo entre el de ella, sus manos, sus besos. El calor y su poder de encandilamiento que aderezaba el acto sexual. Pero esta vez quería algo más que no pudo hacer en presencia de Amapola... Beber de la sangre de Xiamara.

En todo el trayecto no dejaba de pensar en Xiamara, era como si su poder la atrajera, rompiendo la distancia y la vista. Y conforme se acercaban la excitación calentaba la sangre de la duquesa.

Y finalmente llegaron, el cochero se apresuró para abrir la puerta del coche y ayudar a la duquesa a salir. La madamas del burdel se percató de ello, el carruaje y los hermosos caballos negros le anunciaban que la mujer que recibiera días antes y acusara de homosexual. No solamente tenía exorbitantes cantidades de dinero, sino, podría ser de la realeza.

—¡No me esperes, ven por mí en la mañana y sin preguntas has una recepción de dos en el restaurante!— ordenó, su cochero asintió con la cabeza, se subió al coche e hizo andar a los caballos.

—¡Bienvenida mademoiselle, es un placer volver a verla!— la recibió la madamas con ojos de interés. La duquesa la miró de reojo de forma altiva y entró. La madamas le siguió pero no dijo nada, esperaba la palabra de la duquesa. Keyla se dio media vuelta y miró a la madamas. —¡Reclamo a Xiamara!— dijo la duquesa de forma imperativa.

—¿Quiere que alguien más les acompañe?— preguntó la madamas, pues ella era consciente de que Amapola las había acompañado la vez anterior.

—Solo ella— respondió esta vez con sutileza y arqueó una de sus cejas.

—Muy bien, como ordene mademoiselle— dijo sumisa la madamas.

Volvieron a subir las escaleras, llegaron al pasillo y le recordó el camino hasta la habitación de Xiamara. La madamas la dejó continuar sola y esperó a que la duquesa entrara por la puerta. Pero Keyla no giró la perilla, se esperó y después de un minuto entró cerrando la puerta trás ella.

Y ahí estaba Xiamara, peinándose frente al espejo, llevaba un vestido y cuando entró la duqeusa, Xiamara la miró desde el espejo. La duquesa caminó hasta ella poniéndose a su espalda y la tomó por la cintura.

–Hola querida– le habló por la mente y le besó el cuello en búsqueda de sus labios.

por **Xiamara Kattalakis** Mar Nov 27, 2012 5:10 pm

Después de que mis emociones anduvieran descontroladas los últimos días y mi mente vagase en los momentos con mis padres había decidido regresar a la mansión y anunciar que estaba bien, después de todo había personas hay que aunque fueran simples sirvientes habían estado con la familia desde mucho tiempo antes de que yo naciera, que habían acompañado a mis padres en su boda y en los felices momentos, de hecho había sido en esta mansión donde mi madre le había anunciado a mi padre que estaba embarazada y que una bruja le habría predicho dicha y felicidad.

Cuando llegue a casa en el carruaje y con ropas elegantes fui recibida por el mayordomo al que se le había anunciado en el mañana que estaría de regreso para el medio día - Ya está la comida mi lady, por favor acompáñeme - me pidió y asentí tomándole de la mano para ir hacia la casa; pude ver en sus ojos que estaba alegre de verme y sus emociones me lo confirmaban, sentía tranquilidad de asegurarse que estaba bien - Si me permite hacer unas observaciones, esta más delgada y pálida, donde quiera que haya estado parece que no la han tratando con el debido cuidado - me dijo y voltee a verle para sonreírle - Mas bien no me he dejado cuidar, pero estoy bien no te preocupes, y que nadie lo haga, sabes que desaparezco para el aniversario de la muerte de mis padres - le dije con una sonrisa fingida y si bien era cierto que me desaparecía pero nunca antes me había afectado tanto.

Una vez comí y todos los sirvientes se aseguraron que estaba sana y salva me retire a mi habitación para darme el baño que había pedido un rato antes, apenas salí y anuncie mi partida y deje dicho que lo más probable es que no volviera en varios días y que no se preocuparan, que regresaría para después del aniversario luctuoso, que quería estar sola.
Claro, esto no era del todo cierto, lo único que deseaba era irme al burdel pues a pesar de que había días en que no atendía a nadie me sentía de alguna manera segura ahí. Era un lugar donde podía distraerme y disfrutar de esta vida sin que nadie se metiese conmigo y de ser completamente sincera la otra noche la había pasado muy bien con la duquesa Keyla Van Zuiverheid y con Amapola, aunque el sexo con vampiros siempre era placentero el hecho de que ella pudiese comunicarse conmigo en mi mente me agradaba, casa que era extraño porque no debería ser así y aunque podría bloquearla disfrutaba mucho de tener su voz en mi mente, aunque si debía ser sincera, disfrutaba de toda ella.

Después de unos minutos y aun con el cabello bastante húmedo y trenzado como nana Alice me había enseñado para no maltratarlo me puse el antifaz y baje con ayuda del carruaje, una vez allí di instrucciones de que no se me buscase que yo mandaría llamarles y entre al recinto.
Me había puesto un vestido azul bastante bonito y caro aunque era algo sencillo que si no veías de cerca pasaba desapercibido, así que sin llamar mucho la atención me dirigí a mi habitación y pedí un baño caliente, lo más posible para poder esperar un rato antes de meterme al agua nuevamente y así matar tiempo para que se hiciese mas de noche a ver si Keyla se presentaba esta noche como había prometido en mi mente antes de irse.
Así que me senté en el espejo para empezar a peinar mi cabello que debería ya de estar un poco más seco gracias al calor de la chimenea que estaba prendida tal como había dejado dicho antes de marcharme por la mañana, cosa que era sumamente agradable pues aunque era verano la tarde estaba fresca y el calor del fuego me reconfortaba.

Una vez puse atención a mi reflejo frente al espejo no pude evitar ponerme nostálgica, era la viva imagen de mis padres, de ambos, nunca había podido definir a quien me parecía mas pues en algunas ocasiones era idéntica a mi madre y en otras a mi padre.

Todas esas emociones ocasionaron que el color de mis ojos pasara de estar gris claro a opacarse a un verde oscuro casi miel, cosa que no ayudo en mi estado de ánimo pues recordé como mi padre amaba que trajese los ojos grises porque sabía que era sinónimo de que era feliz.

Empecé a deshacer la trenza y peinarme con el cepillo de mármol que tenia frente de mi cuando sentí como abrían la puerta y me paralice un segundo pues el antifaz lo había dejado algo lejos de mí, claro que paso inmediatamente cuando reconocí las emociones de Keyla y mire por el espejo para encontrarme con su reflejo, lucia sin duda hermosa , escuche como cerraba la puerta y como me saludaba en mi mente "hola querida" fueron sus palabras a la vez que me envolvía la cintura con sus manos y besaba mi cuello, lo cual hizo que me estremeciera, sabía que me deseaba y sin siquiera proponérmelo pude sentir como mi don para encandilar a las personas estaba actuando , sabia a través de sus emociones que lo que quería era mis labios así que con mis emociones hechas un lio y sus emociones de deseo y lujuria medio me gire y capture sus labios en un tórrido beso lleno de pasión e intensidad diciéndole sin palabras cuanto la deseaba, pero guardando para mi todas las demás emociones. Eso hizo que agradeciera a mi padre por haber hecho que me enseñasen a controlarme, eso hizo que el dolor volviera con fuerza y que sin siquiera pensarlo cambiara el beso de ser algo intenso a hacer algo más salvaje y descontrolado entrándome prisa por deshacerme de su ropa, necesitaba sentirla en mi piel ya!.

OFF: Lamento haber tardado tanto pero me emocione escribiendo =P

por **Keyla Van Zuiverheid** Mar Nov 27, 2012 5:57 pm

El encandilamiento comenzó a cubrir el cuerpo de Keyla bajo un manto de pasional lujuria, Xiamara giró y se entregó a los labios de la duquesa, un beso de pasión que era acompañado por expresiones mentales. Pero entonces la duquesa noto algo en la mente de Xiamara, una anomalía y el beso cambió de intensidad haciendolo salvaje y descontrolado. Besándose caminaron hasta la cama. Keyla condujo la lengua de Xiamara a sus colmillos para que los sintiera y luego sin previo aviso se mordió a proposito la lengua para que una gotas de sangre se derramaran hasta alcanzar la boca de Xiamara. La lengua sano de inmediato por lo que la sangre fue escasa pero suficiente para aturdir el cuerpo mortal de Xiamara.

La duquesa se apartó tomando el rostro de Xiamara con ambas manos. La contempló a los ojos unos instantes y buscó su cuello, besándolo mientras sus habilidosas manos desataban el cordón del vestido de Xiamara. El vestido cayó y la duquesa se encontró con la ropa interior de Xiamara, sus labios fueron descendiendo hasta hallarse en los aún cubiertos pechos de Xiamara. Estando allí la miró y se reincorporó volviendo a unir sus labios a los de ella.

Entonces Xiamara cayó en la cama, Keyla la miró con deseos, se impregnó del encandilamiento, como si lo respirara y cerró los ojos; luego llevó sus manos al cuello y desató el cordón que sostenía al vestido y la mitad de éste cayó, dejando al descubierto los pechos desnudos de Keyla.

Xiamara se levantó, Keyla la tomó por la cintura y condujo sus calidos labios a los pechos de la duquesa.

por **Xiamara Kattalakis** Miér Nov 28, 2012 12:22 am

En cuanto el beso se hizo más salvaje y su ropa me empezó es estorbar, me levante y en cuanto Keyla contesto con la misma intensidad nos empezamos a dirigir hacia la cama sin dejar de besarnos; pude sentir como conducía mi lengua hasta sus colmillos y no pude evitar jadear ante la sensación, en definitiva me encantaban los vampiros por encima de cualquier otra especie y el que ella fuese tan abierta a su ser me hacía sentir una atracción especial hacia su persona.Pocos instantes después de que mi lengua acariciara sus colmillos sentí algo en mi boca y me empecé a sentirme aturdida y alcance como el don de encandilamiento se eleva a todo su magnitud al percibir el peligro que significaba su cuerpo aturdido.

Estaba perfectamente consciente de como Keyla acariciaba su rostro y me miraba a los ojos unos instantes antes, me acaricio el rostro y beso mi cuello mientras sus manos desabrochaban mi hermoso vestido, observe como miraba mi ropa interior sintiendo como sus besos bajaban hasta mi pecho y luego como sus labios regresaban a los míos que respondieron con intensidad dejándome guiar completamente por la empatía hacia ella y sus emociones que eran de lujuria absoluta. Y aunque mi mente estaba intrigada por saber porque me sentía tan aturdida mi cuerpo reaccionaba dejándose llevar por la empatía completamente que en estos momentos eran pura pasión en toda la extensión de la emoción.

Sentí como me dejaba caer a la cama y disfrute ampliamente de la mirada cargada de deseo que Keyla me mostro antes de desabrochar su vestido haciéndolo caer y dejando expuestos sus pechos ante mis ojos que en ese instante brillaron de pasión y lujuria, necesitaba tenerla, no me importaba nada más que sentir su piel, ya no solo me sentía aturdida sino ansiosa así que sin saber muy bien como me enderece y sin preámbulos abrace su cintura atrayéndola hacia mí y capturando uno de sus pechos en mi boca. No pude evitar sisear del placer al sentir la tersa piel de ella en mis labios y empecé a acariciar con mi lengua su pezón despacio provocándola y disfrutando al máximo de las sensaciones, estaba extasiada, descontrolada por el deseo que había entre nosotras.

Después de deleitarme unos momentos recorriendo con mi lengua y labios sus pezones subí mis labios para acariciar la demás parte del pecho expuesto recorriéndola no solo con mi boca sino con mi lengua mientras con una de mis manos acariciaba el otro pecho y con la otra una de sus piernas. Después de recorrer con mi lengua toda la extensión de su senos empecé a dejar besos húmedos por doquier así como dejando pequeñas mordidas en su persa piel que de haber sido humana se hubiesen convertido rápidamente en chupetones pues no solo me dedicaba a morder sino a succionar su piel mientras mis manos seguían con sus tareas creando una tortura y necesidad en todo su cuerpo haciéndome volver al centro de él y capturar nuevamente su pezón en mi boca mordisqueándole y succionándolo bastante fuerte aunque al ser ella vampira y las capacidades de percepción del dolor ser diferentes lo estaba disfrutando, estaba disfrutando de la tortura que le estaba dando a su exquisito cuerpo.
Cuando mas succionaba y mordisqueaba su pezón podía percibir como deseaba que hiciera lo mismo con el otro pecho que era acariciado por mi mano y jalado por mi mano quizás no tan suavemente como debería de hacerlo.

Al estar sintiendo las necesidades de ella, lo que quería que hiciera con su cuerpo supe el momento exacto en que si no cambiaba de seno ella me lo pediría, así que deteniéndome abruptamente dudarle placer tanto con mi boca como con mis manos y quedando enfrente de ella la mire a los ojos intensamente -Que me hiciste? ¿Porque me siento aturdida? - pregunte lo más serena que pude y luego volví a su cuerpo, pero esta vez en lugar de dirigirme hacia su otro pecho como podía sentir perfectamente bien como lo deseaba mi boca se dirigió hacia su ombligo y lo recorrí con la lengua -No pienso hacer lo que deseas que hagas hasta obtener mi respuesta - pensé fuertemente, pues si bien no sabía cómo proyectar mis pensamientos en ella si tenía una idea bastante clara de cómo hacer que los escuchara.

Después de definir la situación me concentre completamente en mi labor y seguí acariciando con mi lengua su ombligo así como su esbelto abdomen, dejando mordidas y succiones por toda la extensión de este y llevando mis manos hacia su trasero acariciándolo con suavidad mientras mis labios no solo se dedicaban a recorrer su abdomen sino llegaban hasta su cadera continuando la tortura sin siquiera tocar sus pechos como su cuerpo lo aclamaba.

por **Keyla Van Zuiverheid** Miér Nov 28, 2012 11:25 pm

Xiamara simplemente era una exquisites, su cuerpo, su manera hacer uso de su boca, su manos. La gran habilidad de amar exitaba cada vez más y más a la Duquesa.

Los mordisqueos fuertes que eran bien recibidos por Keyla que apenas y los sentía como el roce de una piel y esa succión que a los mortales causaría moretones y que la sanación acelerada, además de la piel fuerte, no permitían generarse en el extasiado cuerpo de la duquesa. Que en su interior gemía.

Hacía mucho tiempo que nadie tocaba así su cuerpo, que se aferraran a sus senos, que los mordieran salvajemente y entonces la duquesa comenzó a notar la incertidumbre de Xiamara que se reflejaba en sus pensamientos hasta que finalmente lo dijo, al menos lo pensó con tanta fuerza que no se necesitaría ser un experto en telepatía para escucharlo.

–No pienso hacer lo que deseas que haga hasta obtener mi respuesta– se había expresado mientras se aferraba al ombligo y peleaba con sus deseos continuar hacer lo que la duquesa también quería, su boca, su lengua, sus dientes en los pechos de la vampiro.

–¡Sangre!– exclamó la duquesa por medio de la mente, –eso que te aturdió, esa sensación de éxtasis que tu cuerpo no reconoció como tal, que tu cerebro no supo relacionar al placer. Fue provocado por un par de gotas de mi sangre. Cuando te besé vertí mi espesa sangre, no te percataste porque no llegó a tu garganta, tu lengua la absorbió como un pedazo de papel absorbe el agua, la sangre se mezcló con la tuya y corrió a tu cerebro confundiéndolo al encontrar esa droga para nosotros y que no supo canalizar, aturdiéndote– continuó por medio de la mente y separó el cuerpo de Xiamara del suyo.

La levantó y besó su cuello, bajó su mano derecha a la entrepierna y acarició la zona, luego la tiró en la cama y sus manos se perdieron en caricias mientras la lengua de la duquesa indagaba por las montañas de los senos de Xiamara y sin que ella se percatara, haciendo uso de su velocidad clavó sus colmillos en el pecho derecho de Xiamara, absorbió unas gotas y luego lamió la herida haciendo que desaparecieran los orificios; y que Xiamara sólo sintiera en esa rápida acción un pellizco.

Entonces la duquesa se reincorporó en la cama y se mordió su propia muñeca manteniéndo su boca en ésta, pasó un minuto y la boca de la duquesa estaba llena de sangre.

Keyla sonrió a Xiamara para que contemplara los dientes ensangrentados y como se limpiaban por si solos, luego se abalanzó sobre la boca de Xiamara y con la boca sangre que aún se hallaba en su lengua la unión con la lengua de Xiamara. Al mismo tiempo, la mano derecha se introdujo en la vajina haciéndo que con ambas cosas el cuerpo de Xiamara se estremeciera, que sus sentidos se confundieran y el cerebro fuera canalizando la sangre de Keyla, reconociera la sangre como lo que era para un vampiro... Ambrosia.

–Ahora continúa con lo que estabas haciendo– dijo la duquesa una vez que Xiamara dejó de estremecerse.

por **Xiamara Kattalakis** Jue Nov 29, 2012 9:37 pm

Seguí besando el ombligo y vientre de Keyla hasta que escuche la respuesta en mi mente mientras me besaba."¡Sangre!, eso que te aturdió, esa sensación de éxtasis que tu cuerpo no reconoció como tal, que tu cerebro no supo relacionar al placer. Fue provocado por un par de gotas de mi sangre. Cuando te besé vertí mi espesa sangre, no te percataste porque no llegó a tu garganta, tu lengua la absorbió como un pedazo de papel absorbe el agua, la sangre se mezcló con la tuya y corrió a tu cerebro confundiéndolo al encontrar esa droga para nosotros y que no supo canalizar, aturdiéndote" Para luego separarse un poco dejándome apreciarla de nuevo, la verdad era que me encantaba verla en ese estado de necesidad y encandilamiento, disfrutaba tanto o más que ella pues aparte de que me era plenamente excitante que le provocase el estar encandilada, me agradaba de suma manera que no me pidiera que me contuviese esto me hacía sentir excitada y deseosa de complacerla, de complacernos a ambas, pues si bien definitivamente disfrutaba el recibir placer, el darlo me llenaba de una satisfacción bastante grande.

Keyla me levanto y me beso el cuello mientras me acariciaba la entrepierna cosa que me hizo gemir de deseo contenido y placer pues si bien normalmente no solo daba placer a mis clientes sino que también lo recibía, Keyla lo estaba haciendo de voluntad propia y eso me encendía de una manera increíble, indescriptible que no me había sucedido con anterioridad.

Sentí como ella me tiro a la cama y como inmediatamente sus manos empezaron a recorrer mi cuerpo lleno directamente a acariciarme íntimamente mientras su boca iba directo y sin escalas directo a mi pecho haciéndome sisear de placer al sentir en mi piel expuesta el recorrido de su lengua, y con caricias de su mano sumándose estaba haciendo que batallase lo mío en reprimir mis gemidos, quería más mi cuerpo lo pedía y cuando menos lo espere sentí un pellizco en mi seno derecho haciéndome gemir sonoramente de lo placentero que había sido, por un momento y si hubiese sido más largo hubiese jurado que Keyla me había mordido, aunque había sido muy rápido y por experiencia sabia que los vampiros por lo general solo mordían antes de querer terminar con el acto para poder así causar muchísimo mas intensos para ambas partes que por lo menos me dejaba satisfecha.

Después del pellizco vi como la bella dama que me acompañaba esta noche se enderezaba y mordía su propia muñeca hasta que su boca se lleno de sangre; yo no podía dejar de mirar sus acciones me llenaban de lujuria y curiosamente de una sed de probar su sangre bastante grande; Cuando separo su mano me percate de como la herida cerraba al instante en su muñeca y luego contemple sus dientes que se limpiaban solos, en definitiva la imagen despertaba en mi como un frenesí; de pronto sentí como Keyla volvía a mis labios y me besaba con pasión, cuando sentí la lengua de ella en mi boca me di cuenta que aún había sangre en ella al mismo instante que sentí como introducía sus dedos en mi vagina cosa que de no haber estado besándome hubiese gritado del enorme placer que me provoco la acción, apenas era capaz de reconocer el aturdimiento en mi pues lo único que mi cerebro me daba para procesar era el placer que me generaba el momento... la sangre... sus dedos... todo.. me sentía embotada y no tarde mucho en sentir como mi cuerpo se estremecía al borde del orgasmo y aunque agradecí el momento en que Keyla se había retirado para dejarme tranquilizar también me sentía algo frustrada, aunque la verdad era que incluso mi cuerpo me decía que era lo mejor, que aun era demasiado pronto para empezar con orgasmos pues aunque el cuerpo de la vampira no se cansase el mío en definitiva lo haría en algún momento de la noche si empezábamos tan pronto con los orgasmos, al menos los míos.

Cuando por fin me tranquilice pude aprecia como Keyla disfrutaba el verme tan extasiada y no pude evitar sonreírle coqueta y traviesamente cuando la escuche decir "Ahora continúa con lo que estabas haciendo" Ella siempre tan mandona, y aunque en cualquier otro cliente hubiese sido motivo para que le echarla de la habitación y sin devolverle un franco con ella me parecía sumamente sensual.

No pude evitar mirarle a los ojos después de escucharla, no sabía si había sido la sangre pena pero la necesitaba, necesitaba de ella, y la necesitaba ¡ya! No pasaron más de unos cuantos segundos después de que ella hablara para que me enderezase hacia donde estaba ella y sin necesidad de avisar me dirigí hacia su otro mecho capturándolo en mi boca y mordiendo fuertemente, a misma vez que con mi mano derecha me dirigía directo a su vagina bastante húmeda y introduciendo mis dedos en ella repitiendo lo que ella había hecho conmigo solo que un poco más salvaje pues mis caricias estaban lejos de ser cuidadosas pues quería que gritase de placer, necesitaba escucharla, era una necesidad así que sin perder el tiempo mientras con mi boca chupaba y mordisqueaba su pecho y con una de mis manos acariciaba su vagina buscando su punto G, con mi mano libre tome el pecho que estaba sin atención y lo empezó a acariciar suavemente contrastando con las caricias en las demás partes de su cuerpo solamente disfrutando de su reacción y dejando que todo el poder de encandilamiento la envolviese por completo, pues por primera vez en años dejaba completamente fuera de mi control el don solo deseando disfrutar de la situación.

por **Keyla Van Zuiverheid** Sáb Dic 01, 2012 12:34 am

Xiamara miraba a la duquesa a los ojos, la sangre siempre potenciaba los poderes, y la gran antigüedad de la duquesa, la poderosa sangre que corría por sus sangres potenciaban el encandilamiento aún más. Y aunque Keyla solo había dado la sangre a sus amantes vampiros y simples humanos, se imaginaba que lo mismo ocurriría con una bruja.

Xiamara se dirigió al otro pecho de la duquesa, aquel que sólo había sentido la mano de la mortal, su boca lo capturó, lo mordisqueaba y su mano derecha buscó la vagina de la duquesa, Xiamara repetía todo cuanto hizo Keyla, más sin embargo, era forzado, era como si ella supiera que si no lo hacía con salvajismo la duquesa no sería capaz de sentirlo realmente. Xiamara continuaba, chupando, mordisqueando y buscando el punto G de la duquesa hasta que logró hacerla jadear unos instantes.

El corazón muerto se aceleró y la escasa sangre que había provado de Xiamara había regresado a su paladar, y sintió deseos de su sangre, pero quería disfrutarlo, Xiamara continuaba haciendola gemir, la duquesa había tomado el cabello de Xiamara, introduciendo sus manos en él, mientras ella, continuaba salvajemente trabajando en la vagina de Keyla. El encandilamiento comenzaba a decrecer, la sangre que había sido absorbida por Xiamara había sido finalmente canalizada y salía de su cuerpo por el sudór que de ella emanaba.

Keyla acarició el cuerpo de Xiamara, sintiendo el sudór que ella no tenía, que ella no recordaba que era sentir una piel sudorosa. Los gemidos habían terminado y Xiamara duplicó la intensidad, mas no se trataba de eso, el encandilamiento había sido el plus que el cuerpo de la duquesa añoraba.

La duquesa tomó el cuello de Xiamara y lo fue conduciendo a su boca, a sus colmillos que deseaban la sangre, pero Keyla se contuvo y sólo besó el cuello. Tomó el cuerpo de Xiamara uniendolo al suyo, recorrió con sus labios los hombros, los pechos, la lengua jugueteó con ambos pesones una y otra vez mientras las manos ya trabajaban en la vagina y como lo había hecho antes mordió con rapidez un pecho, bebió de él y luego lamió la herida eliminando la evidencia.

Keyla volvió a echar a la cama a Xiamara y esta vez llevó su boca a la vagina de ella, dejó que sus colmillos acariciaran la zona, Xiamara se estremeció, los colmillos recorrieron todo, como analizando y finalmente introdujo la lengua en la vagina. Xiamara se retorció y estando dentro Keyla se mordió la lengua y dejó que gotas de sangre cayeran dentro de la vagina. La duquesa leía los pensamientos de Xiamara y se dio cuenta de que llegaba al extasis, de que pronto tendría su primer orgasmo, pero la duquesa no abandonó la zona, continuó allí, con la lengua dentro, volvió a repetir poner sangre en la vagina y Xiamara se retorció de placer, el orgasmo se retraso gracias a la sangre de Keyla y la duquesa pudo seguir estando en la vagina. Volvió a sentir el orgasmo y abandonó la zona, pero se mantuvo allí, entre las piernas y mordió la izquierda de modo que Xiamara se percatara, bebió un par de segundos con lentitud, dejando sentir a Xiamara el placer que generaba perder sangre y que generaría recibirla.

Dejó de beber pero no lamió la zona, el sangrado se detuvo pero los orificios estaban presentes, con ojos de una sana perversión la duquesa se acercaba a Xiamara, la tomó de la cabeza y acarició sus labios, preparándolos para el beso de sangre, lentamente se acercó y cuando estaba por hacer contacto se mordió la lengua y la introdujo de inmediato en la boca, una vez dentro se la mordió tres veces seguidas, suficientes para vertir en la lengua mililitros de la espesa sangre vampirica que esta vez si llegaron a la garganta y se fundieron en el esófago. El cuerpo de Xiamara tembló hasta que la sangre vampirica se hizo una con el sistema de Xiamara, luego, y aún en la boca la duquesa buscó la vagina y continuó besando la boca de Xiamara.

por **Xiamara Kattalakis** Vie Dic 14, 2012 1:01 am

Sentía cada cosa que Keyla estuviera sintiendo como si yo misma estuviese viviéndolo, y a pesar que la empatía no me gustaba en muchos momentos ahora era plenamente disfrutable debido a esta exquisita situación. Podía apreciar el placer que ella sentía con mis caricias y sin necesidad de escuchar sus gemidos sabía exactamente qué hacer para seguir proporcionándonos placer.

Sentí estremecer mi piel cuando la duquesa enterró sus manos en mi cabello, y aunque en general no me gustaba en lo más mínimo que me agarrasen el cabello para dirigirme en esta ocasión no me desagradaba tanto pues podía sentir que no era con la intención de mandarme o guiarme a como darle placer. Cuando ella paro de gemir duplique la intensidad de lo que estaba haciendo pero antes de lo que esperaba Keyla me tomo del cuello y con cuidado me dirigió a su boca haciendo que me estremeciera por completo por su deseo de beber de mi sangre, sorprendiéndome bastante el hecho de que solo me besara y uniese nuestros cuerpos besando y lamiendo mis hombros pechos jugando con ellos provocando que salieran gemidos contenidos de mis labios sin poderlo evitar pues mientras su boca acariciaba mi cuerpo su manos me acariciaban íntimamente, haciéndome gemir fuertemente cuando volvía s sentir el pellizco en el pecho empezando a sentir mis sentidos extralimitados.

La duquesa volvió a tirarme a la cama y antes de que me lo esperara sentí su boca en mi zona intima sintiendo como mi cabello se estremecía por completo al sentir sus colmillos en aquella zona tan sensible para cualquier chica que no pude evitar retorcerme del placer al sentir su lengua dentro de mi retrasando mi orgasmo antes de que llegara al retirarse unos segundos y luego volver a acariciarme y provocando que sin entender muy bien como pues en general tenía mucha más resistencia llegase a un esperado y delicioso orgasmo.

Sentí como se volvió a alejar una vez empecé a sentir mi orgasmo y no me acabo de gustar justo iba a quejarme cuando sentí como sus colmillos rompían mi piel y aunque en primera instancia era doloroso no tardo en desaparecer el dolor cuando llego a mi otro orgasmo debido a la sensación de placer que me generaba que me mordiesen y bebieran de mi. Mientras disfrutaba de mi orgasmo sentí como bebía de mí haciendo mucho más placentera la situación. Cuando dejo de beber de mi pierna izquierda después de unos momentos me percate de que no había cerrado mi herida, no me molestaba en lo absoluto que no lo hiciera y el ver sus ojos mirándome con lujuria las heridas gozo que quisiera retorcerme del placer más me contuve pues me di cuenta como ella se dirigía a mi boca lamiéndola al llegar a ella preparándome para un intensa beso que lo más seguro seria contendría sangre.

Tal como sus emociones me lo habían dicho en cuanto abrí mi boca para recibir el beso sentí como gotas de sangre caían a mi boca y por primera vez era la suficiente cantidad de sangre como para que pudiera pasarla por mi garganta. Y aunque no tarde en sentirme aturdida no evitaba en lo más mínimo mi necesidad de sentirla mía.

Así que a como pude y con los sentido algo distorsionados nos gire posicionándome encima de ella, sabía que ella se había dejado por completo dar la vuelta más por el momento no importaba lo que quería era continuar con el beso que estaba dándole antes de girarnos, cosa que no tardo en llegar pues apenas y estuve en la posición correcta dirigí mis labios a los suyos besándolo levemente primero provocándoles para luego acariciar con mi lengua sus labios para poder intensificar el beso haciendo aun más intenso en encandilamiento pues de alguna manera me sentía sumamente posesiva y solo la quería mía en estos momentos y sabia que el encandilamiento haría que solo yo estuviese en su mente.

Mientas con mi boca la besaba intensamente con mis manos recorría su cuerpo aunque ahora más despacio acariciándola si bien no con dulzura si con suavidad y delicadeza haciéndola disfrutar de cada roce de mis manos y bajando mi beso lentamente primero por su cuello, luego por sus pechos... deteniéndome a lamerlos y mordisquearlos por largo rato para luego continuar bajando por su abdomen para llegar a su zona intima y besarla suavemente para recorrer el resto de su cuerpo antes de regresar con lentitud a su vagina y recorrerá primero con mis manos para poder ver su reacción y luego bajando mi boca capturando sin preámbulos su clítoris e introduciendo mis dedos dentro de ella deleitándome con sus gemidos y el placer que podía percibir sentía ella hasta hacerla llegar al orgasmo chupando y mordiendo su clítoris así como jugando con mis dedos dentro de ella... Mas no era suficiente y no me detuve cuando sentí su orgasmo... quería hacerla sentir como nadie la hubiese hecho sentir sin importar los años que ella pudiese tenía en este mundo, así que seguí succionando su clítoris y acariciándola con mis manos para cuando la sentí al borde cambiando de lugar y llevando mi lengua a su vagina mientras mis dedos la acariciaban mas suavemente hasta llevarla nuevamente al borde y regresar mi boca a su clítoris disfrutando de la sensación de tres orgasmos mas por parte de ella.

Tras el hacerla llegar al cuarto orgasmo y tras lamer toda su zona intima empecé a regresar lentamente a sus labios haciendo el mismo recorrido anterior, pero al llegar a tenerla frente a frente sola la mire a los ojos y roce sus labios con los míos en un "casto" beso, con los sentidos un poco perturbados, solo para provocarla aún mas...

Off: Lamento haber tardado tanto... estoy en semana de examenes finales y pues habia tenido muchisima tarea y mucho que estudiar, y en el trabajo me sobrecargaron... Lo siento... a partir de hoy estare mas libre pues ya presento las materias mas faciles que lleve y pues en serio lamento la demora pero no me gusta hacer post de mala calidad.

por **Keyla Van Zuiverheid** Dom Feb 17, 2013 3:06 pm

El trabajo de Xiamara era más de lo que Keyla pensó que podría causar una inmortal sobre ella. Aquellos jadeos que le arrebataba era tan intensos que ya pensaba en convertirla en su compañera. Esos deseos se apoderaban de ella como la sed de sangre. Los orgamos más que excitar a la duquesa, desear los chupeteos sobre su piel, los dedos dentro de su rigida vagina o los mordisqueos en su clitoris que la estremecían como si una mortal fuese, más que todo eso, le provocaban hambre, sed.

Cuando Xiamara le dedicó aquel beso tras haberle provocado cuatro increibles orgasmos, se sintió turbada. Ahora ella le arrebató un beso y la rodeó con sus fríos y duros brazos, en un abrazo sensual. Se alzó a modo de estar ambas sentadas, Xiamara por encima de las piernas de Keyla y aprisionando a la duquesa con sus torneadas pantorillas alrededor de la cintura.

La duquesa buscó el cuello y lo besó, lo arañó con sus colmillos sin que brotara sangre, pues era consciente de que si en aquellos momentos lujuriosos emergía el ansiado, espeso y caliente elixir del cuerpo de Xiamara... Nada podría detenerla hasta vaciarla. Aquella bruja sin imaginarselo corría un grave peligro al ver enamorado con su sexo a la duquesa.

Chupeteaba su piel conforme se rozaban sus partes erógenas, Xiamara se dejó caer ligeramente hacía atrás para que Keyla capturara con su boca los pechos, torturando los pezones con sus colmillos, estrujándolos con sus poderosas manos que si perdía el control deformarían esos magnificos pechos que en esos momentos deleitaban a la duquesa.

De pronto, la sed de sangre fue disminuyendo y creyéndose controlada mordió uno de los pechos de Xiamara, generando ardor en la piel y que sin embargo, arrebató un par de jadeos a la bruja. Keyla bebió despacio por unos instántes y luego abandonó aquel pecho y lo lamió para que Xiamara fuera testigo de la magia con la que la sangre sanaba los orificios.

Regresó a las caricias y los besos, su lengua recorrió las montañas de los pechos de Xiamara y cuando llegaron al cuello Keyla clavó los colmillos, acercó el cuerpo de Xiamara al suyo y fue poniéndose en pie, cargándola con su increíble fuerza y bebiendo despacio, dejando que la bruja se estremeciera con el placer que los mortales experimentaban cuando un vampiro bebía de ellos, algo para muchos superior al sexo. Se recostaron y Keyla se apartó volviendo a lamer los orificios que sanaron, todo esto antes de que Xiamara quedara exhausta.

— Te deseo, para siempre... Orgullosa debes de sentirte al arrebatarme gemidos, al extasiarme. Quiero que seas mía — le susurró al oído antes de bajar hasta donde su pierna y lamer las heridas que no habían sanado por que Keyla así lo había deseado.

Buscó de nuevo su vagina y lamió una y otra vez su clítoris, y luego subió un poco y mordió el vientre bajo, apenas unos centímetros del clítoris y bebió, el cuerpo de Xiamara se estremeció al máximo, Keyla bebía despacio y guió con una de sus manos las piernas de Xiamara para que la abrazaran mientras ella bebía.

Keyla se detuvo cuando el corazón de Xiamara latía con más debilidad y salvajemente se lanzó a los labios de su amante y le dio un beso de sangre, Xiamara se estremeció nuevamente y con ferocidad se aferró a la boca de Keyla, ansiando la sangre. El corazón de Xiamara aumentó su ritmo y la duquesa huyó del beso, insistente la bruja se abalanzó buscando el beso de sangre pero Keyla la sometió con su mano y uso su poder para infringir dolor por medio de la mente sobre Xiamara, una pequeña descarga para nada dolorosa pero que hizo que Xiamara perdiera la desorientación.

La duquesa le miró con diversión, con una sonrisa maliciosa y aún excitada le decía con los ojos que se acercara.

– Se mi compañera – pidió por medio de la mente.

OFF // Disculpame por tardar tanto, no me había dado cuenta y cuando lo hice medio escribía la respuesta hasta que ya me buscaste, pero continuemos ya no me atrasaré.

por **Xiamara Kattalakis** Sáb Feb 23, 2013 7:32 pm

Sentí el momento exacto en el que mi “dulce” y “casto” beso turbo a Keyla, sabía que después de todo lo que había hecho ella reaccionaria de una forma bastante efusiva que sin dudas me dejo a ver tras el sensual abrazo que recibí de su parte, me alzo de modo que ambas quedamos sentadas quedando yo por encima de ella, cosa que disfrutaba pues se sentía bien tener mis piernas alrededor de su cintura.

Claro que ahora la dama que estaba conmigo siempre encontraba la manera de hacerme estremecer, si bien no teníamos tanto tiempo conociéndonos, sus acciones aunque no siempre impredecibles, eran sin duda exquisitas; así que cuando recorrió mi cuello con sus colmillos no pude evitar cerrar los ojos por el placer que me producía sentirla así, fue en ese momento que me di cuenta de la sed que tenía Keyla, sabía que si me mordía moriría, cosa a la que no le temía, pues al menos lo haría disfrutando de mi vida, aun así lo mejor era que controlase su sed y sabia como podría lograrlo de manera bastante efectiva.

Concentrándome en el placer que la situación me producía me eche un poco para atrás para que la duquesa pudiese ver mejor mi cuerpo y tal como espere en cuanto ella vio mis pechos expuestos y a su merced los capturo con sus labios torturándome de una de las maneras más placenteras que había cosa que me servía pues en cuanto su boca tuvo contacto con mi piel deje que el placer que sentía yo por la situación la embriagara a ella, como era de esperarse ella no era dulce ni mucho menos, me estrujaba solo conteniéndose en no dañarme y no me podía quejar dada la situación pues era realmente placentero.

Fui plenamente consciente de nuevo del momento en que la sed de Keyla desapareció siendo completamente sustituida por la lujuria que había causado en ella haciendo que me sintiese poderosa, pues aunque no sabía si ella se había percatado del porque su sed había disminuido yo era bastante consciente del hecho, aunque claro esta idea solo revoloteo por mi cabeza unos segundos pues sentí como la vampiresa que compartía esta noche conmigo mordía uno de mis pechos provocando un ardor provocando que jadeara varias veces debido tanto a la sensación como a la anticipación de lo que sabía que vendría, pues la sensación de dar sangre a un inmortal era sin lugar a dudas de las cosas más placenteras que había experimentado en mi vida. Pero la sensación duro poco pues la duquesa solo bebió de mi unos instantes mientras la observaba, luego lamio mis heridas y vi como estas se cerraban instantáneamente, cosa que ya sabía pero que no dejaba de ser asombrosa e inquietante.

Me había quedado maravillada viendo cómo se cerraban mis heridas, pues aunque ya me lo habían aplicado con anterioridad un sinfín de veces, era la primera vez que lo veía, pues por lo general la mordida era en el cuello y solo sentía como el ardor desaparecía. Estuve observando unos instantes cuando el rostro de ella regreso a mi cuerpo recorriéndolo lentamente hasta llegar al cuello y sin esperármelo sentí como me mordía acercando me cada vez más a ella mientras se ponía de pie cargándome como muñeca de trapo haciendo que envolviese mis piernas alrededor de su cintura mientras sentía mi orgasmo precipitándose al darle de mi sangre pues la sensación me extasiaba casi por completo y esta solo era superada al sexo con inmortales pues en mi experiencia no había cosa más placentera que dar alimento a un ser de la noche y el acostarse con ellos, pues en definitiva, era superior al sexo con humanos.

Tras el momento de sumo experimentado volví a sentir como la inmortal cerraba mis heridas después de que nos recostamos y momentos antes de que quedara exhausta, en definitiva la noche había mejorado bastante. Estaba por cerrar los ojos un instante cuando la escuche –Te deseo, para siempre... Orgullosa debes de sentirte al arrebatarme gemidos, al extasiarme. Quiero que seas mía — Me susurro al oído provocando que apareciera en mis labios una sonrisa traviesa – Lo estoy – susurre, aunque sabía perfectamente que me escucharía, en definitiva me encantaba estar con ella, y aunque por lo general me gustaban tanto los hombres como las mujeres y disfrutaba del sexo con ambos sobre todo siendo seres de la noche… Ella sin dudas me encantaba de una manera muy particular, hacía ya tiempo que no tenía predilección por un sexo en específico, mientras me dieras el placer que yo ofrecía me bastaba, aun así, el acertamiento por parte de la vampira hacia mis dones y su fascinación a ellos, lograba hacerme sentir especialmente atraída por ella, unida a ella, cosa que aunque no me fuera común lograba encantarme, más aun cuando me decía que quería que fuese de ella.

Apenas le había devuelto la sonrisa observe como bajaba a mi pierna dándome cuenta de que me cerraría las heridas que me había dejado allí antes, curioso, ya hasta las había olvidado. Cuando las cerro fue directo a mi zona intima recorriéndola y extasiándome mordiéndome nuevamente pero ahora en mi zona pélvica logrando que gimiese sonoramente y me retorciera del placer pues acababa de descubrir que donde había mordido era una zona muy sensible en mi cuerpo, ella guio mis piernas de manera que la “abrazaran” mientras bebía de mí, sentía el líquido abandonar mi cuerpo dándome un inmenso placer cosa que en cuestión de nada propicio un intenso orgasmo haciéndome sentir extasiada y exhausta, hacía mucho, realmente mucho tiempo que no me sentía tan satisfecha como lo estaba ahora con mi querida duquesa.

Apenas me di cuenta cuando la vampira dejo de beber de mi cuando la sensación de placer y de ardor desapareció de mi cuerpo, sin dudas estaba bastante agotada, casi no me podía mover, apenas iba a darle la orden a mi cuerpo de enderezarme cuando Keyla de lanzo a mi boca besándome intensamente. No tarde mucho en darme cuenta que su beso tenia sangre pues ya había experimentado la necesidad de la misma provocando que el beso se volviese más feroz, no solo era la necesidad de sangre, estaba claro que también había recuperado parte de mis fuerzas, aunque quizás solo fuese la lujuria del beso que lograse levantarme. Cuando me abrace a ella para aumentar más la intensidad del beso sentí como la duquesa se retiraba, cosa que me desagrado bastante, no solo me había quedado con necesidad de más sangre sino que también aunque algo aturdida y rechazada, pero en cuanto sentí un dolor recorrer mi cuerpo la desorientación paso y solo quedo la molestia del rechazo, cosa que no me gustaba nadita, iba a alejarme cuando le di cuenta que la vampiresa sonreirá maliciosa, excitada y divertidamente mientras me veía y entonces lo escuche – Se mi compañera – Me pidió mentalmente logrando sorprenderme y que me sentase lentamente en la cama mirándola a los ojos.

Hacía ya mucho tiempo que algo no me sorprendía ya que las personas se delataban con sus emociones, pero en definitiva Keyla me había sorprendido, no solo por la petición, antes me la habían hecho en momentos de lujuria, pero sabía que era eso, lujuria nada más, en cambio ahora las emociones de mi compañera me decían que estaba hablando enserio, pues a pesar de su sonrisa malvada y su ego inmenso ella, sus emociones eran sinceras.

Por unos momentos no supe que hacer, mi mente trabajaba a la velocidad de la luz ante una petición sincera de convertirme, estaba más que estupefacta, entre el hecho de al ser humana yo si me cansaba y que Keyla había bebido bastantes veces de mí en la noche me habían afectado, más cuando dirigí mi mirada a sus ojos lo supe. Me puse de rodillas para moverme mejor en la cama y me acerque a ella lentamente capture sus labios y la bese con intensidad, pero ahora mi beso era distinto pues aunque estaba lleno de lujuria que le estaba trasmitiendo también estaba cargado emociones más duraderas, como la aceptación y comprensión, tal cual ella me hacía sentir cada vez que estábamos juntas – Si quiero ser tu compañera – conteste mentalmente lo bastante fuerte como para que ella me escuchara y así no interrumpir el beso mientras la abrazaba y me pegaba a ella.

Cuando me falto el aire me separe un poco y respire profundamente, le dedique una sonrisa y sin decir palabras solo envolviéndola con el encandilamiento y como me hacía sentir volví a sus labios con un feroz beso que además reclamaba mi necesidad de ella demandando lo que era mío. Seguí besándola hasta que me volvió a faltar el oxígeno haciendo que la inmortal se separase de mi a lo que me hizo recordar que yo estaba enfadada porque me había rechazado momentos antes, cosa que me daba más control en mis deseos – pero, primero quiero que me digas ¿qué esperas de mí? Como veras no llevo una vida de “sociedad” y me gusta estar aquí, también tengo que perfeccionar mis habilidades antes de que me conviertas, además estoy segura que te gusto como humana – susurra con una sonrisa sensual acercándose a ella y besándola intensamente dejándose llevar por sus emociones.

por **Keyla Van Zuiverheid** Miér Feb 27, 2013 1:47 am

Sus apremiantes besos satisfacieron a la duquesa, escuchar que ella deseaba acompañar a Keyla, aceptar ser el capricho de la inmortal, su juguete que muchos otros vampiros lo llamarían, alimentó su ego. Correspondió los besos de Xiamara de la misma forma y cuando se percató de que Xiamara rehuiría de ella por haberlo hehco ella antes, sintió disgusto ¿cómo se atrevía?, pero entonces vinieron las palabras de Xiamara y trás estas un beso que impidió a Keyla decir algo.

Volvieron a separarse y la duquesa rió con mucha vanidad, — ¿por qué piensas que quiero convertirte? Tú lo has dicho, me gustas siendo humana... ¿hablas de perfeccionar tus habilidades? Espero que no hables de tus habilidades como bruja, si decidiera convertirte las perderías y despertarían otras no te puedo decir cuales, quizás conserves el encandilamiento que tanto me gusta en ti, ¿pero sino? — le habló en secó, con frialdad aunque su respuesta era una prueba después de todo se había enamorado de Xiamara y tenía la edad perfecta para convertirla, si acaso espera un par de años perdería el interés en ella y buscaría otra amante pues amaba la juventud como la belleza, y Xiamara respondía a ambas.

La duquesa acarició con su piel fría la cálida de Xiamara, pronto estaría fría pues ella ya estaba condenada, lo quisiera o no la convertiría como lo hizo con Arleken y sus otras púpilas que terminaron quemadas bajo los rayos del sol. La excitación en ambas había disminuído y es que aunque el corazón de su amante se había hecho fuerte estaba exhausta. No habrían más besos de sangre, si Keyla lo hacía Xiamara perdería la cordura, enloquecería fue por esa razón que la apartó, aunque su orgullo no le permitía explicarle la razón, tendría que conformarse con el hecho de que Keyla optó por su propio placer.

— Entonces dime, no creas que te aprisionaré en mi palacio privandote de tu liberartad, no, podrás divertirte cuando quieras y de la forma que quieras. Pero soy celosa y no permitiré que estés lejos de mí por mucho tiempo — Keyla se levantó y comenzó a vestirse dejándola pensar, ella confiaba en que se deciera por Keyla, después de todo la sangre de una inmortal sobre un humano se convertía en una adicción, con el tiempo las buscaría como Arleken para implorar besos de sangre.

— ¿Y bien, serás mi compañera? — dijo contemplando ese cuerpo desnudo con lujuria.

por **Xiamara Kattalakis** Vie Mar 01, 2013 4:01 am

Luego de separarnos Keyla me sonrió vanidosamente y sentí como sus emociones cambiaban de la lujuria a la vanidad y el egocentrismo “— ¿por qué piensas que quiero convertirte? Tú lo has dicho, me gustas siendo humana... ¿hablas de perfeccionar tus habilidades? Espero que no hables de tus habilidades como bruja, si decidiera convertirte las perderías y despertarían otras no te puedo decir cuales, quizás conserves el encandilamiento que tanto me gusta en ti, ¿pero sino?” Me dijo fría y secamente a lo que solo la observe esperando que continuara, sabía que era la mejor después de todo la empatía no era tan mala.

Observe unos minutos a la rubia con curiosidad, sonriendo al sentir una caricia de su parte pero también era cierto que estaba exhausta, había sido una noche excelente, muchísimo mejor de lo que pintaba al inicio de la misma. Aunque también era cierto que la excitación bajaba poco a poco y empezaba a sentir el cansancio en mi cuerpo “Entonces dime, no creas que te aprisionaré en mi palacio privándote de tu libertad, no, podrás divertirte cuando quieras y de la forma que quieras. Pero soy celosa y no permitiré que estés lejos de mí por mucho tiempo” Dijo la inmortal y sin que pudiera hacer nada comenzó a vestirse, no la detendría, yo no le rogaba a nadie, si alguien venia conmigo pera porque quería y podía pagar así de simple. Y ella a pesar de todo no era la excepción “¿Y bien, serás mi compañera?” Volvió a preguntarme contemplándome con lujuria a lo que sonreí de manera engreída dejando el encandilamiento fuera de control y acercándome a ella sensualmente besándola – Si, lo seré – dije en sus labios intensificando el beso pues si bien estaba cansada, la lujuria que sentía de ella me envolvía, cosa que no me molestaba en lo absoluto.

Poco a poco y conforme fui necesitando respirar termine el beso, me dirigí a la cama caminado sensualmente y me recosté en ella, no tenía la suficiente energía como para mantenerme en pie mucho tiempo y no quería malgastarla en algo que no era necesario – Querida, claro que seré tu compañera – susurre – en cuanto a lo de convertirme, es tu decisión, aun así tienes que saber que planeo hacerl- agregue mirándola a los ojos sin esconderle nada, quería mi venganza y ser inmortal era uno de los pasos para lograrla, era algo bastante simple – En lo que respecta a lo de los poderes, confío en que se mantendrán o potenciaran, el único con el que me entra duda es la empatía, más sé que podéis ver el aura y que cambia debido al estado emocional de alguien, digamos que he aprendido cada variación de esto aunque aún no lo pueda hacer – conteste solo informándole parte de lo que sabía, lo demás, era cuestión de tiempo y si no me equivocaba, tendríamos suficiente.

Una vez dicho lo que tenía que decir me acomode en la cama, aun no estaba en control del encandilamiento, la verdad era que me encantaba usarlo y me consumía energía mantenerlo en control, además a Keyla le gustaba, no le encontraba sentido el estar controlándolo además disfrutaba provocando a mi amante así que aprovechando la situación mientras me acomodaba quedaba accidentalmente expuesta por unos momentos solo para provocar aún más la situación, después de todo ¿Qué era la vida sin un poco de deseo?

Sabía que a Keyla le gustaba verme así que bueno me tomo cierto tiempo acomodarme, además le daba algo de espacio para pensar las cosas – por cierto me gusta que seas celosa – agrege de manera traviesa antes de exponerme por última vez y acomodarme, tomar una sábana, pasarla por encima de mi cuerpo, acondicionar unas almohadas a mi espalda, recargarme mientras observaba de manera incitante a la inmortal que esta noche me había compañía.

por **Keyla Van Zuiverheid** Lun Mar 04, 2013 12:38 am

Para cuando Xiamara le hablaba sobre la comprensión de los poderes, Keyla ya estaba vetida y lista para irse, sin embargo la bruja había dicho algo que le complació y es que ninguno de sus vastagos lo había mencionado, la duquesa deseaba a Xiamara tanto qeu estaba dispuesta a todo era la amante perfecta, pero aun siendo complicado se contenió para no forzarla a transformarla. Le daría el tiempo que Xiamara le pidiera, al menos el que Keyla considerara porque estando lista o no, cuando la duquesa lo decidiera irrumpiría para reclamarla como suya y transformarla en una inmortal y vivir junto a ella todo el tiempo que sea posible. Keyla no era ingenua, sabía que Xiamara la abandonaría con el tiempo, sus vástagos lo habían hecho en su momento, por razones diferentes todos y con un afin en común, con un desprecio hacía la duquesa que los obligaba a no volverla a ver.

Pero eso no importaba en esos momentos, el mundo de Keyla giraba entorno de Xiamara y el de la bruja entorno en Keyla. Y si no fuera así Keyla se encargaría de que lo sea, el poder de la sangre sobre los mortales es una droga y la duquesa se había hecho de fieles subditos y aduladores gracias a su Hemokinesis, así pasaría con Xiamara sí está no la ubicaba en el centro de su ser.

—Regresaré por ti querida, espero que estés lista para entonces— dijo la duquesa en tono imperativo, no fue a donde Xiamara para besarla como queria, sólo le dio la espalda para que no abandonara su cómoda postura. Había sido una estupenda noche para la duquesa. Se había alimentado, tenido un sexo como nunca lo experimentó y consiguió una nueva amante, alguien que la acomapañaría en su vida inmortal... ¡Su pareja!

Salió de la habitación sin decir nada y con sigilo se movió entre la gente del ligar y satisfecha salió, su cochero estaba ya listo ya que mediante su telepatía le había ordenado alistarse. Como un caballero que debería de ser para ella, le abrió la puerta y la ayudó a subir, luego, cerró la puerta para después tomar las riendas de los caballos, Keyla abrió las cortinas y contempló el balcón de la habitación donde se habían encontrado, donde dos mujeres se perdieron en el placer, donde Keyla obtuvo más de lo que esperaba.

—¡Hasta pronto!— dijo y cerró la cortina.

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