Una entrada para mi y otra para mi salvador (libre)

por **Adèle Murray** Dom Dic 02, 2012 5:46 am

- ¿Así no va a llevarse ninguno señorita?- Pregunto la dependienta de la tienda de ropa con los brazos cruzados. Volví a echar una ojeada rápida a los 5 vestidos tendidos encima la mesa del mostrador que me había probado antes, realmente ninguno me convencía pero debía meterme prisa si no quería llegar tarde al teatro. Había sido un evento no previsto ni planeado, un cliente del restaurante me regalo dos entradas para la función de la misma noche porque él no podría asistir por motivos de trabajo. Las entradas eran de primera clase, desde que era pequeña y iba con mis padres que no me sentaba en primera clase, bueno en general des de que era pequeña que no iba al teatro. No era nada que me llamara la atención... pero un regalo es un regalo. - Voy a llevarme el azul – escogí el vestido más sencillo que además era de mi color favorito. - Si no le importa voy a llevármelo puesto- le dije a la dependienta que me miro levantando una ceja y posteriormente asintió. Entré en el probador y me vestí como un rayo. Era muy elegante de un color azul oscuro, me quedaba como un guante marcándome las curvas de la cintura. Di media vuelta frente al espejo, el vestido dejaba al descubierto la espalda asta por debajo los hombros. Me sonroje al verme, era muy atrevido pero estaba realmente sexy. Me recogí el pelo con un moño dejando caer intencionadamente algunos rizos y salí del probador. - Señorita su ropa.- dijo señalando al probador. - Quédensela no se preocupen.- Dije mientras salia pitando dejando mi ropa vieja en el probador y el dinero en el mostrador.

En la calle no hacía ni gota de frío se notaba que había llegado la primavera. Mire mi reloj de bolsillo; las once y la función empezaba a las once y media, como no me quedaba dinero no podía pedir un carruaje con lo que andando tardaría más o menos media hora. Si me apresuraba llegaría justo a tiempo. Andaba a largas zancadas apartando a la gente que se cruzaba en mi camino entre quejas. Me alegre que en el restaurante nos hicieran trabajar con calzado de tacón así no me era tan difícil correr con los nuevos zapatos altos ya que diariamente acostumbraba a ir con botas, lo más adecuado para mi segundo oficio. Recordé que tenía dos entradas, no había tenido tiempo de encontrar algún acompañante, trabajo que me hubiera costado más de lo normal; no era de ir acompañada que digamos y encontrar la persona indicada sería toda una odisea. A pesar de todo me daba pena desaprovecharla; decían que se trataba de una obra muy buena, el tipo que me las dio ya le supo bastante mal no poder ir. Mientras andaba me fijaba a mi alrededor a ver si encontraba algún candidato, pero no había nadie que pareciera tener ganas ni pinta de poder ir.

Suspire y saque otra vez el reloj para ver la hora; quedaban cinco minutos y tres calles por recorrer debía hacer un último esfuerzo y poner el turbo. - ¡CUIDADO!- De pronto alguien me agarro firmemente el brazo haciéndome frenar en seco. Levanté la cabeza que estaba mirando el reloj hacia delante el cruce donde un carruaje acababa de pasar a toda velocidad mientras el conductor me chillaba - ¡HAGA EL FABOR DE MIRAR POR DONDE VA!- Me quede con los ojos bien abiertos dejando ir el aire que quedo atrapado en mis pulmones por el susto. Acababan de salvarme la vida.

por **Jameela Ronaele** Mar Dic 04, 2012 7:57 am

Me gustaba caminar del trabajo a casa, no es que estuviera cerca realmente pero unas quince cuadras no eran agotadoras tampoco. Era lo suficiente de oxigeno que necesitaba para olvidar la caceria y recordar, una vez al dia, que era humana yo tambien y me merecia mimarme un poco... ya que, jugar a ser la Directora de Arte Egipcio en el Louvre, consumia esfuerzo, maquillaje, dinero y vida... mucha vida humana para una tapadera. Ademas, no tenia apuro, nadie me esperaba en casa... solo me esperaban trampas que desactivar, libros que leer y... trabajo, mucho trabajo para una mujer como yo. No es que me queje, pero a mi edad tendria que tener a una tia solterona o alguien que me incitara a buscar marido bien o algo asi... Hacerme la tonta y jugar a la "Sra de...", olvidar las muertes y fingir que nada habia cambiado.

Paris te hacia pensar en esas cosas, te seducia con su musica, su ritmo y el brillo a su alrededor... te daba ganas de vivir como los demas, aunque ambas, muy dentro, sepamos que era imposible. No solo porque estaba maldita, sino porque nunca podria dejar ese extasis que te daba la adrenalina, ese poder que al matarles te hacia sentir imprescindible para el mundo... como si las balas incluso te evitaran. Me rei por lo bajo al pensar en ello cuando vi a una muchachita dirigiendose enfrente de un carruaje

- ¡CUIDADO!-grite, antes de jalarle hacia mi instintivamente. La mire asustada y le solte pensando que podria lastimarle, cuando el que manejaba ese carruaje empezo a gritar cosas... "Idiotas... tambien ustedes van como si el diablo les persiguiera..",pense mirandole de reojo

- ¡HAGA EL FAVOR DE MIRAR POR DONDE VA!- grito ella a las sandeces que dijo el chofer. "Evidentemente es de clase baja o media,con suerte",me dije por lo bajo tratando de clasificarla

- Cuidesse ussted tambien,madmoisselle- susurre en tono neutro a consciencia que se notaria mi acento italiano

por **Adèle Murray** Mar Dic 04, 2012 11:14 am

No era una mujer la que esperaba encontrar al girarme, por la fuerza que había empleado en el agarro hubiera apostado que era un chico. Una chica fuerte a pesar de su apariencia de mujer rica y elegante… extranjera a juzgar por su acento, ¿a que se dedicara en su tiempo libre? ¿Algún deporte?… "Adèle deja de analizar a la chica, te acaba de salvar la vida" me paró mi subconsciente antes de que me fuera por las ramas cuestionándome y descartando posibles sospechas. Pero no podía evitarlo, supongo que ya formaba parte de mi naturaleza, además había algo interesante en aquella chica que mi curiosidad no podía dejarlo pasar por alto.

- Oh gracias madame, es que voy con un poco de prisa porque llego tarde al teatro. - " ¡Claro la entrada!" Me detuve y me quede mirándola pensativa; era una chica intrigante y atractiva, iba bien arreglada, de clase alta (o al menos lo parecía) y además me había salvado la vida. Parecía la candidata indicada ¿Por qué no? - He pensado que como a modo de agradecimiento y ya que tengo dos entradas, si le parece puede acompañarme a ver la función de esta noche.- dije sacando las entradas y mostrándoselas con una sonrisa. Se quedo pensativa, eso significaba que existía la posibilidad de que viniera pero encontraba de lo más normal que no se decidiera ya que no nos conocíamos, ni siquiera me había presentado, pero no había tiempo para eso.- No se lo piense mucho señorita que la función empieza en cinco minutos.- Dije dándole una entrada sin tener en cuenta que la aceptara o no. Di media vuelta y reanudé mi marcha - Vamos Madame, si no viene se arrepentirá.-

por **Jameela Ronaele** Miér Dic 05, 2012 4:19 am

- Oh gracias madame, es que voy con un poco de prisa porque llego tarde al teatro. - "Teatro?", pense sorprendida..."Tal vez fuera una ocasion particular la que la movia a ponerse adelante de un coche con tal de llegar", una sonrisa se formo en mi rostro al pensarlo. Esas eran las cosas que le pasaban a als chicas normales.. No? - He pensado que como a modo de agradecimiento y ya que tengo dos entradas, si le parece puede acompañarme a ver la función de esta noche.- dijo sacando las entradas y mostrándolas con una sonrisa.

Era raro que una muchacha se presentara asi y te diera unas entradas.. Aunque le habia salvado la vida. "Seria un gesto de amabilidad?.. Bueno, Paris albergaba muchas cosas, pero no creia que existieran muchachitas amables...capaces de invitar a un desconocido solo por agradecimiento a minutos de empezar la funcion...", pense concluyendo que tal vez ella tampoco queria estar sola

- No se lo piense mucho señorita que la función empieza en cinco minutos.- dijo dandome una entrada antes de voltearse y empezar a andar- Vamos Madame, si no viene se arrepentirá.-

"Lo prometes?", pense con una sonrisa poniendome al lado de ella

- Mi nombre ess Shamiila- dije con una sonrisa, pronunciando mi nombre mal adrede, sabia que de lo contrario le mentiria tambien.Aunque en el Louvre quienes supieran mi nombre supongo lo pronunciarian mal- Cual ess el tuyo?

La desconocida andaba rapido pero no era dificil seguirle el paso, menos un dia tan agradable como hoy. Aunque el maletin no ayudara realmente, disfrutaba de aquel evento extraordinario. Llegamos pronto, ya que no estabamos mas que a un par de cuadras... asi que me adelante mientras andabamos para abrirle la puerta mientras le sonreia al encargado, esperando por dentro que no nos echara por entrar unos segundos mas tarde.

por **Adèle Murray** Miér Ene 23, 2013 12:09 pm

- Adele - Le dije con una sonrisa estrechándole la mano enérgicamente.

Tan solo llegamos unos segundos tarde, Shamiila se apresuró a abrirme la puerta, un gesto de lo mas caballeroso. Asentí con una suave sonrisa agradeciéndole el gesto. El portero miro el reloj levantando una ceja antes de pedirnos las entradas y acompañarnos al palco. Mire de reojo el maletín de Shamiila, no parecía ser un maletín muy ligero para llevar solo los efectos personales de una señorita. La curiosidad volvió a asomar la cabeza por la puerta pero no me atreví a preguntar nada, no quería parecer grosera ni mucho menos cotilla. Había algo en ella que me llamaba la atención, desde luego no era lo que aparentaba. El subconsciente me miraba con los brazos cruzados "¿otra vez Adele? no puedes meterte en todo" .

Llegamos al palco, des de allí era una gozada ver la función, me maldije al no haber pensado en traer unos prismáticos. Aprovechando las vistas pude fijarme en los vecinos de palco, des de luego una panda de ricos podridos. Me pregunte si realmente les gustaría la función o solo venían para aparentar tener buen gusto ya que no les venía de unos billetes más. Entonces me fije en dos palcos después del nuestro, encorvé los ojos para verificar mis sospechas, en efectivo era él, ya lo había visto antes. Walter. Coralie me hablo de él, un chupasangre asesino de jovencitas que desprestigiaba a los vampiros que intentaban convivir en armonía con los humanos. Estaba cortejando una chica que no parecía percatarse del peligro. Las luces se apagaron y yo me senté en mi lugar, pero mi conciencia volvía a tocarme las narices " ¿No vas a hacer nada?". ¿Y qué podía hacer?, mi cabeza empezó a pensar al momento que una mujer salió en el escenario. Shamiila no parecía percatarse de nada, me sabía mal irme y dejarla sola, cogí aire y puse los ojos en blanco.

- Disculpa tengo que ausentarme unos minutos, ahora vuelvo- Me levante como un rayo y desaparecí entre las cortinas justo cuando la mujer empezaba a cantar.

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