Domine Chasse

Domine Chasse

¿Por qué no reírse de aquello que temes? ¿Por qué dejarlo que crezca y crezca, alimentándose de tu terror, de tu desesperación y de tu odio? ¿Cuál es la razón de alimentar a algo que solo desea devorarte?

¡Nuestros más terribles miedos no son nada comparados a nuestras alegrías!¡Eso es realmente la valentía!¡Afrontar aquello que temes y te hace estremecerte para señalarlo con un dedo y reírte de él, destruyéndolo!¡No permitas que el miedo te controle!¡No permitas que te controlen con el miedo!¡Y si llegases a tener miedo, rie!

¡RIE!
¡Y EL MUNDO REIRA CONTIGO!

Domine es así para ella no existe la melancolía, la tristeza, la desgracia, el hambre o la desdicha, ella solo conoce la felicidad y la risa para poder soportar las adversidades de la vida, su trabajo y su única meta es que la gente ría con ella, que se divierta, que deje a un lado sus problemas y sus miedos puedan controlarlos.
A veces es de ideas alocadas, si no fuera porque sabe en que día y donde vive podrían confundirla por una chiflada, es de fuertes convicciones y lucha por conseguir lo que quiere, es leal con quienes le son importantes y daría todo hasta su esxistencia por protegerlos.
Una joven inteligente, cuyos planes siempre salen como los planea, reservada con quién no le da confianza y parlanchina con quién conoce de más, siempre te dirá lo que vive en su presente pero no lo que oculta su pasado, agíl y demasiado astuta con un gran coeficiente intelectual que esta intermedio, ni tan alto ni tan bajo, una alma curiosa que siempre la mete en líos de los que de una u otra forma sale bien librada, estudiosa posee en una habilidad inata para la quimica, a logrado crear para su defensa sustancias y drogas que pueden afectar la psique, dejar inconciente a la gente pero nunca llevarlos a la muerte, en su alma no hay cabida para ser asesina pues su Dios y su increible fe hacia el le prohibe matar o hacer daño a la mpas idefensa criatura, excepto a los condenados pues cree que ellos son demonios que deben ser exterminados ya que solo llevan desgracias, lágrimas y plegarias a la humanidad, en vez de risas y felicidad.

Historia

París ha dado a luz monstruos y dementes. Es parte del espíritu, del alma misma de la ciudad. Ya antes de la inquisición estaban los vampiros. Ya antes de los vampiros, estaban los demonios.

La misma ciudad está loca y podrida. En sus barrios, oscuros y opresivos, los seres humanos degeneran hasta sus más primales instintos… y en cierto modo así es como comienza esta historia. En una de las calles de París (una cualquiera, no importa realmente mucho cual) hay una familia rota (Solo una de las dos mil que hay en ese distrito). Su madre murió hace seis años… quizás devorada por las mandíbulas de un licantropo, quizás violada por las bandas de matones de la zona sur, quizás desangrada por el colmillo del vampiro. El hijo mayor se metió en una banda y acabo en Blackwater al norte de Inglaterra, donde le mataron aquellos seres oscuros.

Ninguna de esas cosas importa demasiado, ya que la protagonista de esta historia podría haber pasado por todas o por ninguna. Lo sucedido no es importante.

Hay cosas que si pasaron, tampoco son importantes en nuestra historia, pero sucedieron. Solo quedaron el padre y su hija. Un hombre normal y una chica normal. Como gran parte de la gente normal, no pudieron soportar la monstruosidad demente de la ciudad y sucumbieron. El padre se dio a la bebida e, incapaz de encontrarle sentido a la brutal broma de la vida, comenzó a golpear a su hija. La banda del primogénito muerto bebió una noche más de la cuenta, encontró a la hija mientras volvía de trabajar en una tenducha de marinos de barrio y la violo, rajándole la cara en una de las torturas más infames de los hombres. La hija, a su vez, comenzó a sentirse la culpable de todo.

No hay por qué dar nombres de esta historia, ya que no es una historia fuera de lo común. Es una historia común en Paris.

Lo que ya no es tan común, sucede ahora: un buen día, su padre bebe más de la cuenta, se cansa de esa basura que en la tele llaman vida y se vuela la cabeza besando los cañones de su escopeta. Eso no es raro… los suicidios son algo común en los de su clase. Su hija llega a casa al despúes de veinte minutos, ve a su padre tumbado en la cama con sus sesos pintando la pared y comienza a reír. Ríe, con una furia tal que los puntos de las heridas en sus mejillas se abren, la mandíbula le duele y las lágrimas le arden. Eso tampoco es raro… la pobreza es capaz de hacer cosas terribles a la mente de las personas.

Sin embargo, no hace lo que otros tantos han hecho antes que ella. ¿La razón? Bueno, quien lo sabe. La mente es algo extraño, la locura es algo incomprensible. Como sea, se da cuenta de que tiene ganas de reír, y ríe. Pero no ríe con furia demencial ni con odio. Ríe con alegría. Recuerda todos los malditos chistes que ha escuchado en su vida, cada segundo feliz (que no han sido muchos) y cada nimia excusa. Busca motivos o se los inventa. Transforma la desesperación y el odio en alegría… llora, claro. Pero también acaba transformando esas lágrimas de pena en lágrimas de alegría.

Y quizás, en ese momento, solo quizás, una nueva asesina podría haber caído en las calles. O una nueva vampiresa. O una nueva licantropo… no lo hizo. Quizás, simplemente, no estuvo nunca en su alma ser una asesina o un monstruo.

Sabe, sabe perfectamente, que si deja de reír se volara la cabeza de un disparo, como su padre… no se trata de estar alegre como una estúpida o de ser una desquiciada. Se trata de algo tan simple como afrontar toda la brutal desesperación, negra y enfermiza de su situación y reírse de ella… porque si no te ríes, te devorara. Es simple.

Es locura. No tiene por qué ser sensato.

Y, exactamente por eso, no hay ningún dato tangible que importe hasta ahora. Porque ella no es la hija de un hombre o una mujer… es la hija de la desgracia, la pobreza y de Paris. Es la hija de cada demente y de cada asesino de París.

Porque un negativo y un negativo hacen un positivo.

Es locura. No tiene por qué ser sensato.

Sus primeras andanzas son… casuales. No se ha planteado siquiera ser una heroina o alguién de bien. Simplemente sale a la calle armada con una baraja de cartas, varios calcetines recosidos…

Hace reír a unos niños en la sala de espera del Hospital con una función de marionetas.

Duerme con unos vagabundos. Les cuenta treinta chistes que se repetirán durante sus siguientes seis años de vida, haciéndoles cada día un poco (solo un poco) más llevadero.


Enseña el truco de las siete cartas a un policía deprimido en una cafetería. Ese hombre se ríe tanto que olvida esas ideas difusas sobre suicidarse al llegar a casa.

Duerme poco, o menos. Tiene la convicción de una demente. Tiene una tarea.

Hace malabares en una residencia de ancianos. Fracasa estrepitosamente. Todos se ríen.

Al salir de la residencia, dos críos de quince años empujan a un hombre con traje y le rompen un brazo con un bate. No piensa ni actúa. Se ríe con la alegría de una chiflada y les enfrenta con el objeto más contundente que encuentra. Un bolo de malabarista. Contra toda lógica evita la mayor parte de los golpes y el vigilante de la residencia llega a tiempo.

El hombre del maletín le regala su paraguas.

Cura sus heridas en un lavabo publico, con una aguja, hilo, coñac barato, una cuchara y una fogata. El dependiente la enseña.

Roba un cooter para defenderse.

Siga sobreviviendo como puede. Vive y duerme entre mendigos o bajo puentes. Aprende las leyes de la calle. No deja de reír y de intentar que todo el mundo ría con ella. Cada vez sabe defenderse mejor. Hizo algo de gimnasia rítmica en la escuela, pero ahora la está aplicando al mundo real. Está en buena forma, vivir como una rata esta tensando sus músculos y es joven. Aprende rápido. Sus músculos se moldean como barro, endureciéndose.

Caza ratas o gatos cuando no hay para comer. No es algo tan raro entre los mendigos de París.

No deja de reír y de intentar que otros rían.

Una banda la atrapa una noche bajo un puente, arrancan su ropa, la violan y la dejan al borde de la muerte tras una paliza.

No deja de reír y de intentar que otros rían.

Los meses se suceden, con el mismo ritmo. Los huesos rotos vuelven a soldarse, más duros. Es cada vez más rápida. Esta cada vez más acostumbrada al dolor. No ha flaqueado en un solo instante, no deja de reír y de intentar que otros rían. La próxima vez que la atacan se defiende con una sustancia especial que ella misma creo, conoce su capacidad intelectual, descubre ser muy hábil para la fisica y la quimica, la inginieria y los inventos, aprende de libros que roba, que encuentra en la basura y de las bibliotecas publicas. Ha visto lo peor que París puede mostrar y se ríe de ello. Y los tres matones a los que ha rociado, alucinan tanto que se ríen con ella.

Cada vez se adapta mejor al ritmo. Cada vez es más rápida. Cada vez sabe más trucos. Deja inconscientes a dos ladrones con su paraguas, saltando encima de ellos desde el toldo de una tienda. Roba sus chalecos de Kevlar y los cose a su paraguas.

Roba un taser en una licorería.

Aprende a destilar somnífero y roba un rifle de aire comprimido en una tienda de clandestina. Adapta el mecanismo al paraguas.

Cuenta la historia de un Bufon tonto y una princesa muy bruta con sus calcetines a unos niños de diez años, mientras su colegio arde a cien metros de ellos, impidiendo que sus mentes se pudran con un recuerdo envenenado más.

A las diez de la noche encuentra a los pirómanos. No hay sangre ni violencia. La policía encuentra a una de las victimas riéndose tontamente de la pared y a la otra roncando.

Comienza a marcar la diferencia.

Comienza a ser una verdadera justiciera.

Da mucho de que hablar, el tipo del traje se la vuelve a topar, conoce sus andanzas, admira su inteligencia observando aquel paraguas que hoy era un arma letal, ve sus otras armas, presencia sus habilidades, se aprovecha de sus metas y le propone volverse inquisidora, le llena la cabeza de ideas malevolas sobre los vampiros y esos monstruos que le arrebataron a su hermano, a su madre y a su familia... esas bestias no hace más que propagar tristeza es lo que ella piensa o lo que le hacen tener ideas.

Comienza su verdadera aventura

Es entrenada por esos inquisidores, comienza a acercarse al Santo Papa, la acercan más a la religión, a ese dios que olvido durante tiempo, ahora rie por él, aprende a espíar para él, inventa cosas para vencer las amenazas que ya él no puede detener, sus armas comienzan hacer repartidas en los ejercitos, por su esfuerzo es relevada a una facción, la cuarta para ser más preciso, es enviada a las primeras misiones

Esta convencida, no esta loca, no es una asesina... es una heroina salvando las sonrisas

Mata a esos licantropos que son unos monstruos, termina con esos vampiros engridos y asesinos, resulta herida, se cura, le enseñan a ponerse las vendas, como le enseñan las letras escritas en Latín e inglés.

Se vuelve una erudita, odia a los vampiros más que a los otros, ellos destrozan la vida, son demonios venidos de lo más recondito del infierno, los enfrenta, los mata, los calcina, protege a los niños y a los ancianos, sigue siendo el alma de las calles cuando el Vaticano no la requiere, duerme en las calles sin importar que ya lleva un saquito lleno de monedas de oro.

Un día se enamora....

Le su siguiente misión y no puede cumplirla, es un vampiro a quién debe asesinar, lee su expediente para analizar...

Ala fuerza le va espiar

Es un vampiro desquisiado, se enamora de su demencia, de sus formas gaciosas, es igual que ella pero esa delgada linea entre humana y vampiresa, heroina y villano la separa de él, ese hombre facucho se ríe como ella de la desgracia, pero asesina lo que ella más odia, lo que ella desea que desapareciera para que solo la felicidad imperara

Voltea a la esquina de la casa donde vive ese Enigma, se percata, hombre de la inquisición se alista para matarle...

Se arriesga y niega que esa sea la casa del vampiro, lo defiende, regresa al Vticano declarando que ella se hará cargo de ese asunto, darle fin

El Santo Padre acepta...

Pero no sabe que Domine le ha hecho una jugarreta, ella se convence de que quizás su luz y su sonrisa podía cambiar su mente, el único vampiro que salvaría si el se dejaba.

Llega su casa y empaca, parte rumbo a París de nuevo, en busca de su vampiro asesino, paradojas del destino se enamora de lo que más odia, se enamora de una mente loca, de alguién que es lo mismo que ella pero al tiempo es lo opuesto... ella es la luz y la alegria, es la justicia y la inteligencia

El es la sombra y la alegría, la injusticia y la inteligencia, le reza a su Dios pidiendole un milagro con esa fe ciega que profesa... le pide un cambio para el hombre que desea que sea su marido, vuelve a las calles y a la pobreza pero cerca de su presa.

Esta cometiendo pecado ella lo tiene claro, de alguna u otra manera buscará separarse de su trabajo en la iglesia problamente si su amado la convierte...

Datos Extras

GUSTOS
ϟ La alegría, la risa, la diversión.
ϟ Satirizar cualquier forma de poder expresada en el miedo.
ϟ La inquisición la nombro "Domino" debido a la suerte que ha corrido a lo largo de su vida, le agrada que le llamen así.

DISGUSTOS
ϟ La tortura, la violencia.
ϟ El terror, la desesperación, el miedo, la inquietud…

VIRTUDES
ϟ Una capacidad para sobreponerse al miedo y reírse de él fuera de toda medida.
ϟ Inventiva.

DEFECTOS
ϟ Su compartamiento a menudo la hace parecer una loca.... sin embargo es más cuerda que cualquier humano sobre la tierra.

HABILIDADES
ϟ Acróbata.
ϟ Maga de cuchillos.
ϟ Primeros auxilios

DEBILIDADES
ϟ Es de una manera casi compulsiva con la alegría.
ϟ Es bastante optimista con respecto a la naturaleza humana.
ϟ Es humana, con todo lo que ello conlleva.