Una invitada especial [Zafiro]

por **Mikelangelo Van Dort** Jue Dic 27, 2012 12:35 am

Comencé a caminar con Zafiro a mis hombros, mientras escuchaba a penas las cosas que decía y preguntaba, yo estaba realmente cómodo con ella, y muy feliz de que ella fuese mi primera invitada...
La gente que pasaba a nuestro lado nos quedaba mirando extraño. pero la verdad es que no me importaba, yo me reía para mis adentros, era divertido llevármela asi...

-Si Zafiro, considera esto como un secuestro amistoso...y pienso que esta es, la manera exacta en que debo llevarte...y sobre lo de mi casa, pues es bien central, por la zona comercial-

Llegando al frente de mi puerta, bajé a Zafiro con delicadeza y saque mis llaves para abrir la puerta y la hice entrar a mi hogar. Estire mis brazos en el aire y orgullosamente le dije:

-Zafiro, bienvenida a mi hogar...Istituto D' Arte Sacro Cuore, un hogar para esas almas que buscan la paz y tranquilidad de las bellas artes, como la pintura -me acerque a la sección de pintura-...la escultura -me acerqué a la sección de escultura tomando suavemente su mano, para hacerla que toque mis obras de arte con delicadeza-...el dibujo... -muestra su galería de dibujo simple- ....y...-la lleva sin dejar de mirarle a los ojos fijamente- ....la música...-

Se sienta en un sillón, y caballerosamente la invita a sentarse en sus piernas, mirando desde aquél, la variedad de instrumentos que alli habían

-Que te parece eh?...todo esto es lo que he logrado con mi arduo trabajo de músico aquí en París y a lo largo de los años también mi querida Zafi....- se detiene a mirarle sus ojos muy feliz - ..y eres la primera persona a la que le estoy mostrando todos mis frutos cosechados mi querida....-

Luego reposa su cabeza en el respaldo del sillón mirando satisfactoriamente hacia sus instrumentos ido, pero esperando los comentarios de Zafiro...

por **Zafiro Gómez** Vie Dic 28, 2012 9:38 am

El hecho de que Angelo me llevaba me dio tiempo a analizarlo, pero no como lo había hecho hasta ahora, sino fijarme más profundamente. Volteé mi rostro hacia él, todo lo que podía, y me quedé observándolo. No tardé en darme cuenta en que su aura era roja. Me tensé un poco. No, si me quisiera morder ya lo habría hecho, había tenido muchas oportunidades, demasiadas. No pude evitar recordar lo que me diría mi hermano. Pero Angelo no era malo, su aura era simplemente roja. No me haría nada, estaba segura de ellos. Mi concentración había hecho que no me diera cuenta del tiempo que pasaba y cuando volví a la realidad las manos de Angelo, la cuales me acababa de dar cuenta lo frías que eran, me posaron en el suelo con delicadeza.

Miré asombrada el portal de su casa y después miré a Angelo. Le sonreír. El entusiasmo que se le veía en el rostro era conmovedor. Me encantaba. Dejé que me guiara. Cada cosa que me enseñaba me dejaba más sorprendida y lo que más me sorprendía era las cosas que podía averiguar de él observando todo aquello. Finalmente llegamos a la sala de música, que me enamoró en el instante.

Me acerqué por detrás y lo abracé.- Sinceramente me parece algo fantástico. ¿Sabes pintar y esculpir? -lo miré asombrada.- ¿Qué se te da mal?- Desde luego había tenido mucho tiempo para dedicarse a ello. ¿Cuántos años tenía en verdad?- ¿Me harías alguna vez un dibujo?- Eché un vistazo otra ve a la sala.- Me encanta, es mágico.

por **Mikelangelo Van Dort** Vie Feb 15, 2013 8:32 pm

De un momento a otro vi el cambio de actitud de Zafiro, como si ella recién hubiese descubierto algo, y claro, lo habia olvidado, ella no sabía lo que era yo enrealidad, pues solo conocía esa parte de mi del músico entusiasta y dedicado. Pero sinceramente no me sentía seguro aún de mostrarme ante ella por completo. Asi que como siempre dejé que la situación pase sola, y si algún día se me ocurre confesarle mi naturaleza, lo haré sin vuelta atrás.

Observé como ella se había impresionado ante mis obras de arte y demases, y no me produjo ese orgullo que sentía antes, con ella siempre había sido totalmente natural, pero muchas cosas habían cambiado entre nosotros y tenía que acostumbrarme, y era algo que no se me hacía tan fácil debido a los sentimientos que tenía por la bella mujer.

-Si Zafiro, puedo esculpir y pintar- dije en un tono serio y natural. -Quizás algún día te haga tal dibujo, pero la verdad es que todas estas cosas que ves aquí...- abri mis brazos en el aire ante el ambiente en forma demostrativa -...son cosas que me han nacido crear, no cosas que me han pedido crear...-

Finalicé sentándome al piano a tocar cualquier melodía, y mientras estaba en esto, le intentaba conversar para que no se aburriera.

-Bienvenida a mi hogar Zafiro...- hago una pausa pensativa pero sin dejar de tocar el piano - ...ah si eso ya lo dije ...me alegra haber invitado a alguien a mi guarida, casa del arte, o como sea... la verdad me había nacido invitarte aqui para que quizás no lo sé, me conocieras un poco más.. pero siento que me estoy exponinedo demasiado. Asi que...bueno si lo deseas puedes tocar algún instrumento de aquí, o dibujar..no lo sé, lo que prefieras...- finalicé diciendo inconscientemente todas estas cosas.

La verdad es que algo en mi había cambiado con respecto a Zafiro, la comenzaba a tratar distinto, y me sentí un poco extraño por ello, simplemente la dejé ser. Y la dejaré ser, total ella es alguien libre y no le interesaba mucho lo que yo hiciera o pensara, siempre había sido así.

por **Zafiro Gómez** Mar Mar 19, 2013 12:18 pm

Contemplé algo extraño en Angelo. De repente esa picardía que le salía por cada poro de su piel se había ido. ¿Quizás el hecho de estar allí le molestaba? Una media sonrisa apareció en mis labios. Observé las obras de artes que me rodeaban. Podía ver claramente el sentimiento que Angelo había puesto allí, los diferentes sentimientos, mejor dicho.

-Bueno, cuando salga de ti podrías hacerme un dibujo. No hace falta que sea yo. Sino lo que sientes en ese momento, si no le importa.- Contemplé, quieta como Angelo se sentaba en su piano. Y con delicadeza tocaba cada pieza. Recordé como sus manos me habían tocado solo hace unas horas. Me abracé a mi misma y caminé hasta colocarme detrás de él. Mis brazos le rodearon y apoyé mi cabeza en su hombro.- Lo que quiero estar a tu lado, no fisgoneando tu casa.- Mi nariz acarició su mejilla. Estaba frío, muy frío.

Recordé lo que me había dicho. Su corazón pertenecía a otra persona. Cerré los ojos apenada. Nunca sería mío completamente. ¿Merecía la pena que me abriera a él? Mi cabeza me decía que no pero mi corazón se aferraba a él. Angelo siempre estaría ahí dentro y sería difícil sacarlo. Podría estar con todos los hombres del mundo, que la parte más importante la tendría él. - ¿Quieres hacer algo en particular?- dije animadamente. Parecía que Angelo había decaído un poco. No me gustaba verlo así.

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