Another rude awakening

por **Roi Krimson** Dom Ene 06, 2013 5:11 am

(* El barco zarpa y despierto de una somnolencia, recuperando la consciencia como si fuese un trapo caído en el camino, arrojado a un rincón)

De repente, como si un destino clínico me hubiese operado de una ceguera antigua con excelentes resultados inmediatos, alzo la cabeza desde mi vida anónima hacia un conocimiento diáfano de mi modo de existir. Y veo que todo cuanto he hecho, todo cuando he pensado, todo cuanto he sido es una especie de engaño y de locura. Me maravillo de lo que fui capaz de no ver. Me asombra cuanto fuí y que a fin de cuentas, veo que no soy. Contemlo mi vida pasada como una extensión al sol que se abre entre las nubes y noto , con una perplejidad metafísica, que todos mis gestos mpas ciertos, mis ideas mas claras, mis propositos más lógicos, no fueron al cabo mas que borrachera innata, locura natural, gran desconocimiento. Ni siquiera fingí. Me fingieron. Fuí no el actor, sino sus gestos.

Todo cuanto he pensado, sido, es una suma de subordinaciones ya sea a un ente falso que supuse mío, porque actué desde él hacia afuera, ya sea a una serie de circunstancias cuyo peso supuse que era el aire que yo respiraba. Soy en este momento en que me miro, un solitario súbito, que se reconoce desterrado donde siempre creyó ser ciudadano. En lo más íntimo de lo que pensé no fuí yo.

Me invade entonces un terror sarcástico ante la vida, un desaliento que sobrepasa los límites de mi indidualidad consciente. Sé que fuí un error, un despropósito, que nunca viví, que existí nada más que por haber llenado el tiempo con pensamiento y consciencia. Y mi sensación de mí, es la de que quien despierta tras un sueño lleno de sueños reales, la de quien es liberado, por un terremoto, de la luz escasa de la celda a la que se habituara.

Me pesa, realmente me pesa como una condena conocer esta noción repentina de mi individualidad verdadera, de esa que anduvo siempre errando oscilante, soñolienta, entre lo que siente y lo que ve.

Es tan difícil describir lo que se siente cuando se siente que realmente se existe y que el alma es una entidad real, que no sé cuáles son las palabras humanas con que pueda definirlo. No sé si , por sentir como siento, estoy con fiebre o si deje de tener la fiebre de los que se están dormidos en la vida.

Sí, repito, soy como un viajero que se encuentra de pronto en una ciudad extraña sin saber como llegó allí; y me pasan esas cosas que les ocurren a los que pierden la memoria y son otros durante mucho tiempo - desde el nacimiento y la conciencia - y despierto ahora en mar abierto, inclinado sobre el agua y sabiendo que existo más firmemente de lo que hasta aquí existí...

por **Reverend** Sáb Ene 19, 2013 7:13 am

Mar de antes de nosotros, tus temores coral tenían, playas y arboledas. Despejadas la noche y la neblina, pasadas las tormentas y el misterio, se abría lo Lejano en flor, y el Sur astral sobre las naves de la iniciación resplandecía. Linea severa de lejana costa: cuando la nave se acerca se yergue la ladera de árboles donde nada lo Lejano tenía; más cerca, se abre en sones y colores la tierra y hay, en el desembarco aves y flores donde había de lejos sólo una línea abstracta.

Soñar es ver las formas invisibles a distancia imprecisa y, con sensibles impulsos de esperanza y voluntad buscar allá en la fría línea del horizonte árboles, playas, flores, aves, fuentes: Besos que le robamos a la Verdad.

Otros habrán de tener lo que habremos de perder. Otros podrán encontrar lo que, en nuestro develar, fue encontrado, o no encontrado, según el destino dado. Pero lo que no tendrán nunca es la Magia que evoca lo Lejano y hace historia con ello. Y así su gloria sólo es aureola dada por una lumbre prestada.

por **Roi Krimson** Vie Mar 29, 2013 6:47 am

Mientras contemplo la proa del barco el viejo mar de olas cristalinas,por primera vez un soplo prolongado de tristeza que podría confundirme con el murmullo de una suavre brisa se eleva por el aire salado; pasa dejando huellas imborrables en el alma profundamente vacilante y sucita el recuerdo de los amantes sin que nos demos cuenta, los rudos despertares del en que este conoce el dolor y este ya no le abandona nunca más.

- Te saludo ¡viejo Océano!

La forma armoniosamente esférica recuerda a los minúscilos ojos del humano, semejantes a los del jabalí por su tamaño y a los de las aves nocturnas por la perfección circular de su contorno. (* por mi parte, creo que el hombre considera y mide la belleza en relación a si mismo y esto tan sólo por amor propio)

- Viejo Océano, ¡eres el símbolo de mi identidad, pues siempre te mantienes igual a ti mismo!

Aunque en eterno movimiento no varía en escencia y aunque sus olas esten enfurecidas en una orilla, en la otra se mantienen en calma. ¡El hombre alardea por tan poca cosa! ¿Por que si no, mira el rostro de sus semejantes con tanto desprecio? En cambio el insondable y océano oculta a los ávidos ojos de las ciencias los profundos secretos de su organización: Es modesto.

- ¡Te saludo! ¡Viejo Océano! Tu grandeza material es sólo comparable a potencia activa que imagino, ha sido necesaria para engendrar tu masa. ¡Es imposible abrazarte de un vistazo! Para contemplarte hace falta que la vista gire su telescópio en un moviento continuo hacia los cuatro puntos del horizonte. ¡Te saludo inmenso Océano!

Los humanos a pesar de lo refinado de sus métodos no han conseguido todavía, con los medios otorga la ciencia, medir la produdidad vertiginosa de estos abismos. Debajo de estas aguas hay algunos que las sondas mas pesadas y largas han reconocido como insondables.

¿A veces me pregunto, que es mas facil de reconocer? La profundidad del océano o la del corazón...

por **Reverend** Mar Mayo 14, 2013 3:04 pm

(* Alza la mirada al cielo consciente de su efímero tiempo en este mundo)

Oh! Cielo que estas sobre mi, cielo claro, cielo profundo, ¡abismo de luz! Al contemplarte tiemblo de divinos anhelos.

Lánzame a tu altura: ¡he ahí mi profundidad! Cobijarme en tu pureza: ¡he ahí mi inocencia!

Gaia esta velada por su belleza: así ocultas tus estrellas, no hablas; en silencio me anuncias tu sabiduría. Hoy has surgido para mí.

Sobre el espumante mar, tu amor y tu pudor se revelan a mi alma espumante. Bella y velada en tu belleza has venido hacia mi y revelándote por tu sabiduría me has hablado sin palabras. ¿Como no adiviné todos los pudores de tu alma? Has venido hacia mí antes que el sol: ¡Hacia mi que soy el más solitario!

Somos amigos de siempre: nos son comunes nuestras tristezas y el fondo de nuestro ser: el sol mismo nos es común. Como sabemos demasiado no hace falta hablarnos, nos comunicamos nuestro saber por medio de sonrisas. ¿No eres tu la brillante luz de mi fuego? ¿No eres tu el alma gemela de mi inteligencia?

Todo lo hemos aprendido juntos; juntos hemos aprendido a elevarnos por encima de nosotros y a sonreir sin nubes hacia abajo, con ojos claros, a través de lejanías inmensas cuando a nuestros pies se desvanecen como llovizna, la imposición, el fin y la culpa.

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