Recuentro Inesperado (Maharet)

por **Mekare** Vie Ene 11, 2013 10:24 am

Mekare fue invitada al Club Fangtasia, por medio de un prestigioso cliente de allí de la alta alcurnia.
La vampiresa se preparó con un vestido largo de brocado rojo con el miriñaque de crinolina dando cuerpo a este por debajo, un polizón abultado detrás rojo de la misma tela del vestido y el corset de color negro con cintas de raso negro dándole algunos toques, resaltando sus atributos. Un colgante de plata con un rubí en forma hexagonal, una pulsera de plata haciendo juego con la cadena de este y un anillo de la misma piedra de un tamaño preponderante, por ultimo un sombrero pequeño del lado lateral izquierdo, con los cabellos rojos caídos a los contados en forma de bucles.
El vehículo ya estaba esperándola en la puerta para su ingreso, el chofer la esperaba con la puerta abierta y la mano extendida para ayudarla a subir. Esta con la mano enfundada en un guante de la misma tela y color del vestido haciendo casi imperceptible la diferencia de las partes, lo tomo entrando con una delicadeza única.
Al llegar la extraña sensación que la venia acompañando desde el momento que recibió la invitación, se hizo más clara.
¿Maharet? Susurro entre labios y nuevamente ayudada bajo del vehículo, levantando apenas la falda del vestido para no ensuciarlo y caminado casi en putitas (aunque no le era necesario a causa de su agilidad) para evitar enterrar el taco por más que una larga alfombra los conducía hasta la puerta de club.
Fue presentada por todo los prestigiosos empresarios del lugar, por fin estaba en un lugar donde podía ser ella misma, rodeada de los suyos. Cogió una copa de vino tinto, ya que el sabor que este le dejaba en el paladar de agradaba de una manera extraña, y empezó a observar la decoración gótica, que el club le entregaba, con columnas torneadas, cortinas de paño pesadas, el suelo de una manera lustrada que daba un toque exquisito al lugar, los sillones de terciopelo y hierro tan bien trabajado; todo de una gama del negro, rojo y ocres, la música clásica e instrumental, con la iluminación baja casi penosa, pero sin quitarle el misterio y el encanto que toda la decoración brindaba.
Recibió saludos y bienvenidas de bebedores, que sabían de su pasado y de quien era… pero ella parecía estar en otro nivel, en otro plano, por encima de todos ellos, solo quería verla, sabía que estaba cerca, su frio corazón se lo decía. Eran gemelas a fin de cuenta, más allá que una eterna condena las acompañaba y por ello podían conectarse, no se comparaba con lo que su sangre le transmitía.
Los recuerdo de aquella pesadilla, el funeral de su madre, la lucha y por último la caída de Akasha la ahogaron haciéndola detenerse por unos segundos, tomando el control de su cuerpo nuevamente, como si una mala energía no quisiera que estas dos hermanas se encontraran.
Siguió caminando hasta dar con la puerta trasera del club, apoyo la mano en esta, de color roble reforzada por unos barrotes de hierro. Lo empujo sin dificultad, quedando frente a una oscura maleza, con escasa luz, y a lo lejos podía verse una glorieta en ruinas, dio un paso enfrente y la puerta se cerró tras ella, con un sonido ensordecedor.
Empezó a caminar guiada por el camino, de tierra con un paisaje tétrico y deprimente.