Una noche de paz [Libre]

Vagar por las calles sin rumbo fijo no era algo tan extraño, no para él y dudaba que para alguno más. Pero le divertía hacerlo a diferencia de algunos que lo hacían por otras razones que él para nada entendía. y en esos momentos de la noche en el que la gente se iba desapareciendo, sus pasos se hacían más ligeros, como su naturaleza le hacía en realidad más natural, no el forzado caminar que le confundía medianamente con los mortales.

Y la noche, como siempre tenía algo de misterio, tal vez porque se lo daba, tal vez solo porque había una luna brillante en el firmamento. Su pasado, enterrado en algún lado de su mente se escondía la mayoría del tiempo, no había ningún tormento, no de momento y tenía el control de sus acciones, pero su proceder errático y a veces inesperado podía ser un inconveniente. Si detuvo sus pasos, fue para saltar y ponerse en un lugar alto. Había cada curiosidad en las calles parisinas, pocas de esas mentes eran realmente divertidas, la mayoría que portaba trajes, como el mismo que él vestía, como si fuese al teatro o algún sitío como ese, pero claramente eso no le interesaba en ese momento. Sostenido casi en el aire, observó a las siluetas pasar, hasta que encontrara alguien con quien hablar. ¡No! Ellos no elegían hablar con él ¡Él lo decidiría desde ese sitio en lo alto y cuando quisiese hacerlo, simplemente saltaría, incluso si asustaba a quien se hubiese ganado su atención!

No ocultaba lo que era, tampoco lo gritaba a los cuatro vientos, era molesto lidiar con cazadores o gente que quisiera matarlo, pero humanos comunes, eso le gustaba, le atraía, a veces por alimentarse, otras solo porque si, no había razón en sus actos en algunas noches. La línea entre su cordura y lo que llamaban locura a veces era tan tenue y realmente para él lo más simple. Lo siniestro que a veces cruzaba por su mente, a veces sin embargo, era lo que había sido en algún tiempo, tranquilo, como si nada hubiese ocurrido.

Como vampiro llevaba poco, pero los límites se le habían revelado fácilmente, por eso sus movimientos eran ágiles y diferentes, pero en su piel, aún se notaba ese algo que otros vampiros no tenían, su piel no parecía ser la de una escultura no hecha por manos humanas, no se sentía como la porcelana o la piedra fría. Quedaban muchos rastros de lo que había sido y a la vez todo se había esfumado unos pocos años atrás. Pero aún desconocía muchas cosas, un neófito, claro que eso era. Observó una silueta entrar en los callejones ¿Pensaba dormir ahí? Permaneció atento aún observando los alrededores, aún había personitas cerca. Y si el joven que había visto se quedaba ahí, tal vez podría servirle de alimento, o tal vez solo le molestaría un poco si se aburría. Estaba a punto de ir justo a hacer eso cuando vio una silueta femenina cuyos pensamientos, sin querer llegaron a él, lo que le obligó a ver la canasta con comida. Ah, ya no se le antojaba, no como cuando sabía que tendría algún sabor en su boca. Pero el palpitar de su corazón, como el de los otros llamaba más su atención. Estaba a punto de decidir lo que haría, entre ella a la que no le había observado bien el rostro y el muchacho cuya respiración tranquila podía escuchar desde ahí. ¿Y si se encontraban? Bajó de donde estaba, situándose a la misma distancia de ambos. Hizo un sonido con sus labios para llamar la atención de la chica y como si no lo hubiese hecho, como un fantasma se movió hasta aquel callejón, buscando entre las sombras al joven, no necesitaba luz para verle inlcuso si estaba lo suficientemente oscuro.

Off:espero no les moleste que haya contestado también >_< (si es así pueden decirme XD)

'Eres un caballero Aaron, por eso deberías ayudar a una dama cuando le ves cargando las cosas sola' ah, esa dulce voz que le era irreconocible en esa semiconciencia que había en su mente, negando los recuerdos, no podía encontrar el rostro ni la identidad de quien le había dicho eso. Incluso si había sido a quien tanto había llegado a amar.

Pero era divertido, el jovenzuelo asustado y su corazón con esa melodía rápida. Estaba a punto de reírse por eso y por ver la expresión de molestia en la jovencita. Bonita, era bonita ahora que la tenía casi enfrente y podía verla bien. ¡Se había acercado! Al joven que parecía querer hacerse uno con ese no tan bonito escenario.

La clásica pregunta, él no parecía estar bien si se lo preguntaban. Ladeó el rostro y vio a cada uno, ambos tenían ese descuido natural. Intentando dormir en la calle y ella con esos pensamientos en su cabeza. El temor de él era diferente, venía de algo más profundo. Y ella, creía casi oler esa esencia sobrenatural en su ser, no porque ella fuese un cambiaformas o alguna otra cosa. No, era por quienes seguramente estaban cerca de ella. Cerró los ojos olisqueando, como lo haría un animalillo. Y finalmente terminó por aparecrse frente a ellos, con una sonrisa, con un porte desenfadado y un interés nada fingido en la mirada.

-La pregunta es si ambos lo están señorita - Se quitó el sombrero de copa, haciendo una exagerada reverencia para ellos, como las que hacían a veces los actores del teatro al final de una obra, así justamente -¿Quién estaba ahí? yo estaba ahí, princesita- Su voz era un poco diferente a la habitual, producto de lo divertido que le parecía esto. Les rodeó, apenas tocando el piso mientras se acomodaba muy cerca de ellos y entrecerraba los ojos. el tamborileo de ambos corazones se´oía desacompasado, el de él iba más rápido, probablemente por el temor, el de ella iba con ese ritmo más tranquilo. Los dos le parecían de algún modo atrayentes, si tuviese hambre, probablemente se habría alimentado de los dos.