La bailarina improvisada {Privado}

por **Mar Santini** Miér Ene 16, 2013 9:49 am

*Riendo empezó a mover sus caderas al ritmo de la música, alli se sentia viva porque no habia desprecios al menos no demasiados incluso la gente le comprendia porque ellos tambien sufrian los rechazos de las personas, movió sus caderas imitando a la bailarina gitaba que estaba explicando como hacerlo pero nunca le salia tan bien como lo estaba haciendo ella mas bien lo contrario porque mar lo hacia con torpeza pero seduccion y la gitana conseguia alternar la sensualidad con la habilidad algo que mar estanyol no conocia mucho.

Habia sido invitada alli por un hombre pero aquel hombre le habia dejado una nota que no podia aparecer porque su mujer se habia puesto enferma y no podia salir pero como compensacion le dejo dinero, el que utilizo para entrar alli, lo bueno es que mar siempre se animaba en todos lados igual que lo que habia sucedido porque riendo se adentró sin ninguna vergüenza al escenario y empezo a bailar junto con las demás mujeres, recibiendo incluso un aplauso del público* Gracias Gracias

*Se inclino varias veces y despues marchó hacia otro sitio a buscar otro entretenimiento, lo encontro al mirar a un hombre escupir fuego, era increible por eso no veia donde miraba y choco con un hombre, por primera vez las mejillas de mar se colorearon arrodillandose a recoger unos caramelos que habia tomado en la entrada riendo por norma ella nunca se permitia ser torpe porque la mayor parte del tiempo sus sentidos parecian los de un perro, siempre alerta, estando atenta a los olores, los hombres, las mujeres, todo lo que le rodeaba basicamente* Perdoneme no veia donde miraba.

por **Heráclito Livingstone** Miér Ene 16, 2013 3:25 pm

Una noche mas mis ojos volvieron a abrirse para así poder contemplar la oscuridad que baña las noches, no era algo que realmente me gustase, lo único bueno era poder cazar a aquellos miserables humanos que tras el paso de los años han ido dañando todo lo que tenía, comenzaron con mi familia, acabando con toda ella y llegaron a mi… “Maldita sea”. Lo único que me mantenía con vida era la sed de vendetta, de venganza, de sangre…

Como de costumbre salí de mi escondrijo para poder ir a buscar algo de diversión en aquella noche y por primera vez en mi vida me fui a adentrar en el llamado circo Gitano, no me gustaba mucho ir ahí, los gitanos desde los años atrás han sido muy misteriosos y son personas a las cuales prefiero no molestar, sí, son humanos también por lo que también debería matarlos pero ellos también podría considerarlos bichos raros como los vampiros por lo que ninguno merece pasar por una vida de dolor, mejor dicho, no debería pasar por la perdida de sus seres queridos.

Caminando de aquí para allá me quede vislumbrado al observar a unas de las bailarinas del circo, parecía nueva, sus movimientos eran distintos a las demás, no distintos , mejor dicho, carecían de la técnica natural de las Gitanas, pero eso no era lo que me llamo la atención, era su olor, cada movimiento lanzaba una ráfaga inquietante y lo peor de todo es que no sabía que era pero de algo estaba claro, me atraía hacia ella. “¿Quizás esta noche tenga un buen entretenimiento?” el pensamiento fluyo por mi cabeza, lo que se olía con esa intensidad era su sangre, una sangre pura que podía denotar libertad.

En el momento que ella bajo del escenario mis piernas se movieron solas, acechándola, buscando el momento exacto para actuar y entonces ahí estaba, sus ojos visualizaron a aquel malabarista por lo que con un movimiento audaz pude colocarme delante ella para que chocara con mi pecho. - ¡Eh!, ¿Esta usted bien? – me agache para ayudarla a recoger aquellos caramelos. – Debo ser yo quien se disculpe, no la vi, ¿Quiere que la invite a tomar algo? – Sonreía con generosidad, mostrando el rostro algo avergonzado aunque era principalmente por el olor que ella desprendía.

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