Inspiración ven a mi [Libre]

por **Uxue Eidenche** Miér Ene 30, 2013 1:06 am

Abrí mis ojos, estaba recordado cuando publique mi primer libro, la emoción de eso fue tan fuerte que si hubiera sido humano me daría un paro cardiaco, cuando mire la fila de las personas que quieran mi autógrafo una sonrisa única, nunca vistas le dedique y con mucho gusto empecé a firmarle, sonriéndole dándole algunas tips, en fin, recuerdos que nunca se irán recuerdo que siempre quedaran en mi mente y corazón. Al llegar a parís, hace un año llegue a parís, un año que estado aquí, un año que me ha pasado tantas cosas: Conocí a Fiolette, mi hermana, mi hermana de alma, del corazón que la quiero mucho como tal, y después, esa mujer que gano mi corazón, Gene Garbo, ella es la mujer a la que amo, a la que echo que vuelva a nacer, “latir mi corazón”, mi vida ha sido felicidad, supongo de tantas cosas malas que me ha pasado dos cosas buenas han llegado a mi vida, espero que se queden para siempre.

No me encontraba en mi casa si no en la laguna, este día quise experimentar, ver la naturaleza, el aire como se movía ligeramente, haciendo que la laguna se formara pequeñas ondas, me agradaba y con mi libreta en mano empecé a escribir lo que será mi nueva historia. Aquí era tranquilidad, era paz, no había gente esperaba que nadie viniera por estos rumbos-Hora de tranquilidad y pensar-Pensé yo mismo y empezando a escribir un poco.

por **Elene Rossato** Miér Ene 30, 2013 9:06 am

No podía dejar de huir de encontraba ensimismada en mis pensamientos y la raquítica idea de pensar en el porqué las cosas debían de ser así. Quebré ese punto en un instante y observé el panorama, era hermoso. Junté mis manos y acaricié mi rostro tal vez esto me despertara de la pesadilla que mi alma se sumergía, era una especie de trance o hechizo de esos que te cortan a la mitad la respiración. El vestido largo de campo que llevaba puesto arrastraba pequeños pedazos de pasto y una que otra gota de rocío por la humedad, suspiré un rato y medité. Mientras el paisaje me envolvía entre crujidos y sonares a pesar de que todo estaba callado no podía dejar de torturarme en los adentros.

Comencé a explorar el sitio parecía ser lo que todo el mundo busca cuando se está a solas y así se desea estarlo, bajé por una media colina que había ahí con mis ojos adentrados en el gran lago que estaba frente mío sin percatarme que acabaría pasando una de las peores vergüenzas. Mis ojos unidos con aquella pacífica belleza natural impedían que mi cabeza se percatara que habían ciertos tropiezos en el camino y fue así como resbalé con una roca casi rodando por aquella pequeña pendiente golpeando mi codo, rodilla y cayendo justo a las espaldas de alguien. Mi cara de asombro era única, ni siquiera me había dado tiempo de regenerar la penosa escena en mi cabeza, levanté mi vista y apenas podía decirle algo a quien estuviera viendo tan vergonzoso impasse, tomé aire desde el costillar y como pude entre dientes dije -L-Lo siento...- tragué saliva - No era mi intención caerle casi encima..- sonreí de manera apenada y mi rostro no podía ocultar la pena intensa.

por **Uxue Eidenche** Dom Feb 03, 2013 11:56 am

Seguía pensando en lo que iba a poner en mi nueva historia-Ven, ven…-Susurre, deseaba que mi inspiración viniera, pero ya cada segundo, minuto que pasaba era más complicado pero de repente, como si de un flash se tratara, mi mano empezó a moverse y mi bolígrafo empezó a escribir:

El hombre estaba un poco nostálgico, no sabía cómo decirle a su esposa que su hijo había muerto, la sombra de la oscuridad reinaba sus ojos, sus labios estaban sellados, como si de un hechizo se tratara, al ser brujo no pudo hacer nada para salvar a su hijo de las garras de aquel ser nocturno, aquel ser con unas garras tremendas, y sus colmillos feroz que perforaron el cuello de su único hijo-No pude salvarlo, soy una escoria, no pude salvar a mi hijo, y ahora…-Su cabeza fue cubierta por las manos varoniles del hombre, apretándose el mismo estaba hecho una fiera por dentro que, no dejaba salir, de sus labios salió un suspiro; de repente, como si el destino quisiera que algo su esposa entro. Ella estaba de lo más normal, pero al mirar a su marido su mirada se sombrío por una de preocupación que hasta corrió y lo abrazo-Marido mío, que le ha sucedido-La mujer con la voz delicada pregunto, el, no tenía ánimos de contarle, no tenía ni fuerzas de decirle que su único hijo había muerto en manos de su peor enemigo, abrió su boca y de...

Mi bolígrafo se cayó al agua, mis ojos de igual manera, mis ojos se abrieron de un tamaño considerado viendo que se hundía lo que había escrito, lo que produjo que pasara eso esque alguien se había “puesto encima” mío y mi ceño se frunció consideradamente que me hizo voltear, pero al ver que era una mujer me calme un poco, escuchando lo que decía, la aleje de mí y me hice un poco hacia adelante, después me hice hacia un lado para estar un poco alejada de ella-No se preocupe…-El humor que tenía había desaparecido, no me pondría a discutir con una mujer y sobre todo ahora que estaba “enojado” por perder casi el principio de mi historia, me encogí de hombres y me puse de lado mientras la seguía escuchando-Claro, no se preocupe como he dicho, no le hare nada-Le hice una reverencia-Me llamo Uxue Eidenche, a sus órdenes y olvide el asunto, no quiero que usted se amargue, esta hermosa noche-Suspire un poco y sonreí un poco, solo un poco.

por **Elene Rossato** Dom Feb 10, 2013 8:15 pm

La cara de Elene era épica, no sabía ya entre cuantos colores podía estar, abrió sus ojos y fijó su vista, era un joven, sonrió para calmar los nervios y se levantó de una, sacudiendo su vestido y acomodando su cabello y extendiendo su mano -H-Hola... De verdad lo siento, de verdad....- ladeó su vista al lago y podía ver como en la superficie sobrenadaban unas hojas, cerró sus ojos y pudo recordar mientras caía que esas hojas verlas volar, seguramente eran de él. Tragó saliva y se enrojeció nuevamente, qué torpe que era, en sus adentros hizo una nota mental de no volver a salir sin ninguno de sus criados.

El viento sopló, revolviendo los cabellos de Elene, que tuvo que sostenerse el vestido para evitar que éste se moviera con su cabeza agachada de la pena, miraba de reojo el lago y las hojas se iban acercando a la orilla, quizás podía alcanzarlas. Siguió bajando por aquella pequeña colina y suspiró entre los pequeños saltos que daba y llegó hasta el borde de aquel lago, se le quedó viendo unos minutos, contempló su majestuosidad y se quedó en silencio.
Estiró sus brazos tanto como pudo pero deslizó por el borde y calló al lago logrando tomar las hojas de papel y se empapó toda. Se levantó entre las aguas y se acercó a él.
-Lo siento Señor, aquí están algunas de sus hojas.....- estirando una mano y entregándole aquello que gateaba agua rogándole al cielo porque la tinta no se hubiera borrado ni corrido así habría enmendado su error aunque habría hecho el ridículo doblemente.

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