Logrando mis propositos [Privado]

por **Thaigo Eidenche** Dom Feb 03, 2013 1:51 pm

La iglesia es lo único que tengo, la iglesia será mi hogar desde ahora, la iglesia es y será para mi y yo de ella, me entrego en su lecho, ella me cuidara, me protegiera de todo mal, desear a otra persona no esta en mi cabeza, en mi mente, pensamientos y sobre todo futuro; el pasado fui un niño, el pasado fui un humano común y corriente, y en el pasado se quedara todo mis recuerdos de humano, deseando que así sea, mi presente es este, ser vampiro, cuidar, proteger a la iglesia y matar aquellas personas sobre naturales que hay en el mundo, ese es mi pacto, será por el resto de mi vida y mi futuro, ¿Qué será mi futuro? No quiero pensar en eso, simplemente en esto, en mi presente, en lo que estoy viviendo, no tengo pensamientos pecaminoso, no puedo inquebrantables los siete pecados capitales necesito, y es necesario alejarme de ellos, no permitiré que ninguno de ellos se meta con mi persona, haré, lograré alejarlos de mi, esperando, y suplicando que así sea-Hijo-La voz delicada de mi madre, me llamaba, di media vuelta y me levante de mi silla, con calma, hasta con elegancia si se podría, mis manos estaban apoyadas en el borde de la mesa, para darme un soporte y levantarme; Lo hice, me levanté y salí de mi alcoba, llegando finalmente a los aposentos de mi madre, tres golpes le di a la puerta y escuche un “Adelante” con calma, la abrí viendo que se cepillaba aquella cabellera larga, sedosa y muy hermosa-Mande…-De mis labios salió aquella palabra esperando lo que me iba a decir mi señora madre.-Hijo mío, acuérdate de la misión que nos encargaron, pero no podré ir con usted-Escuche atentamente las palabras de mi madre, no me sorprendí, tampoco le pregunte por que razón-Sé que no te preguntaras la razón, pero se la diré-Siempre tan educada esa señora, pareciera que no fuéramos madre e hijo-Por la razón que no iré con usted es, porque me han mandado a otra misión, usted ira solo, espero que le vaya bien y salga con vida, cuídese hijo mío-Asentí, dándome la vuelta, y antes de salir de la alcoba de mi madre, sin voltear a verla-Sabe perfectamente que me cuido, he salido victorioso en toda mis misiones-Y sin decir más cerré la puerta tras mi espalda, saliendo de aquella casa que nos hemos hospedado por una larga temporada.

Al caminar por las calles, la noche se hacia eterna para mi, aunque haya pasado cierto tiempo desde que soy esto, sigue siendo lo mismo para mi, al caminar entre algunas personas, mezclándome entre ellas, me sentí igual que siempre; aburrido, y sin gracias, al llegar al punto acordado con mis demás compañeros, me quede esperando, era la plaza, esta pequeña plaza de noche, donde siempre ha sido el punto de reunión, o para que me den indicaciones, me senté en una de las bancas para poder esperar, era como un soldado, recto, una mirada penetrante y en mi rostro nunca se ha visto una sonrisa, me he comportado como siempre.

por **Karen Nygard** Mar Mar 19, 2013 11:25 am

Aquel día todo era una mala combinación; había salido de noche y el vestido que recibió para la fiesta a la que iba no era para nada el que quería lo cual le había puesto de mal humor. Intentaba lucir lo más contenta posible, se regañaba para que en sus labios apareciera una sonrisa y no la mueca de fastidio que sabía que tenia. Lo bueno del asunto es que iba sola en el carruaje y el cochero no podía verla.
Suspiro pesadamente cuando iba pasando cerca de la plaza Tertre, su expresión no había cambiado en lo más mínimo y su frustración ante esto solo había hecho que se viera más molesta que antes; esa no era la mejor manera de llegar a una fiesta tan importante como a la que asistiría, y si se enteraba su padre se sentiría decepcionado de ella al igual que su hermano.

- Detente - indico al cochero, que veloz fue a ver que se le ofrecía a la joven, y aunque no le pregunto la miro con curiosidad. La chica de los cabellos castaños le miro para dar una explicación - quiero caminar un poco antes de ir a la fiesta, deseo tomar aire. Espera aquí, regresare pronto - descendió del carruaje y con el acopio de todas su fuerza camino hacía la oscuridad de la plaza.
Sus pasos le alejaron lentamente del carruaje y su seguridad; miraba de un sitio a otro con fingida tranquilidad, sus respiraciones eran profundas y lentas. Sólo a ella se le ocurría bajarse a caminar a esa hora, cuando la oscuridad estaba cubriendo todo París cuando cualquier cosa podía pasar.

Un ruido detrás de ella, por donde había llegado hasta allá le sorprendió y le asusto así que sin pensarlo dos veces comenzó a correr alejando su presencia del sitio y de la relativa cercanía del carruaje.
El camino que siguió le llevo a un lugar en el cual se encontraba un hombre y de manera brusca se detuvo al verlo; parecía que él no noto su presencia ya que continuaba sentado de forma estática como si esperase algo y Nerissa comenzó a caminar de nuevo con calma sin saber a donde ir, debía regresar pero eso le daba desconfianza y permanecer en aquel sitio mucho tiempo le haría lucir sospechosa. Observo una banca situada frente al hombre y camino para sentarse en ella soltando un suspiro; miro al cielo esperando una respuesta de que hacer, debía aprovechar que no estaba sola de momento.

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