Brecha con el pasado: Relaciones de Antinous di Vicenza

• Forma de relacionarse: Tras los gruesos labios del muchacho siempre hay una cortés sonrisa aguardando a aparecer. Es alguien que no rechaza las relaciones sociales, pero siempre con la determinación de que éstas no se prolonguen demasiado en el tiempo. Por lo tanto, se trata de alguien solitario, más por necesidad que por gusto, en el fondo deseando poder entablar una amistad, aunque sólo sea por el hecho de, teóricamente, no poder.

Debido a la experiencia que recuerda de sus vidas pasadas, no hace desprecio a ningún grupo social, en principio y por lo general, pues es posible que se haya formado prejuicios respecto a algunas. La soberbia de las clases altas suelen demostrar tienden a hacerle perder el interés en una conversación y no es raro que llegue a abstraerse. Por otro lado, es precavido al entablar contacto con brujos y gitanos, pues desconfía de ellos y de sus intenciones. Conoce la existencia de todas las especies sobrenaturales, aunque no se haya encontrado apenas, o nada, con alguna de ellas.

• Conocimientos, y habilidades: Para haber vivido junto a un emperador y haber sido parte de la nobleza italiana, lo cierto es que tiene menos conocimientos de los que debería, quizás por no recordar como debiera lo acaecido en el pasado, al menos lo relativo a estos campos. Domina, sin embargo, varios idiomas, comenzando con el griego y el latín clásicos, así como el italiano y el francés. Como joven renacentista, tuvo interés por los avances que en aquel periodo comenzaban, pero, en realidad, siempre fue alguien más inclinado a las cuestiones humanísticas y filosóficas que a las puramente científicas. Sabe tocar la siringa y la lira, además del laúd y el clave, aunque en esta existencia no lo ha practicado, por lo cual esto se restringe a un ”teóricamente”.

• Creencias: Antinous es alguien de moral laxa, en el sentido de que ha vivido en varias épocas distintas y ha adquirido valores que, por contradecirse, han quedado anulados. No es que crea en el bien o el mal supremos, sino en dichos conceptos de forma relativizada, es decir, que una misma cuestión puede considerarse lo uno en una situación y lo contrario en otra; es más, que incluso en el mismo contexto puede ser visto de ambas maneras sólo dependiendo del punto de vista. Esto no quiere decir que sea totalmente permisivo, pues sí que entiende algunos procederes como perjudiciales, y éstos son la base de su desempeño como cazador.

En cuanto a materia religiosa, se puede decir que él deja de conocer para sentir, y él siente que, efectivamente, hay una conciencia en el mundo más allá de la mundana. Pero rechaza al Dios cristiano, relacionando a éste con la Iglesia y no con esa esencia que siente que puebla el mundo. De tener que elegir a unos entes en los que representarla, escogería el panteón grecolatino, que es lo que tiende a hacer, de hecho. Por último, no tiende a inmiscuirse en temas políticos, no habiéndose formado opinión de cuál es el sistema perfecto que quisiera defender. Mientras no se metan en sus asuntos, él no debiera tener nada en contra.

• Intereses, gustos y aspiraciones: Podría decirse que Antinous no tiene serias aspiraciones debido a la inapetencia que no es raro que le embargue, limitándose a perseguir practicantes de magia negra en el mientras tanto. Vive sosegada y relajadamente, aunque eso no suponga un gran consuelo en realidad, olvidándose generalmente de las prisas a las que no tiene mucho agradado.

Sus placeres son la tranquilidad, la lectura y la música, amén de las artes plásticas, en especial la escultura, la cual tenía (y tiene) costumbre de coleccionar. Tiene la rutina de ejercitarse para mantenerse en forma, normalmente antes de la comida del mediodía, y después de despertarse, pues también ha adquirido la práctica de trasnochar por ser esa hora más activa para las personas que persigue que las primeras horas diurnas. Conserva el hábito de la higiene, gustándole darse baños frecuentes, al contrario de lo que tiende a suceder en la época presente, por lo que, a veces, le desagrada el aroma que algunos desprenden.

•Miedos y manías: Hay una cuestión a la que principalmente tiene miedo, algo obvio y lógico, y es, precisamente, enamorarse. No quiere volver a sufrir o que otros sufran un destino cruel por culpa de los eventos acaecidos hace dos milenios. Además, debido al episodio vivido en el desierto con Adriano, siente respeto por los leones y es normal que se tense en su presencia o, incluso, que entre en estado de pánico.

• Orientación sexual:Como buen griego, y mal católico, se podría decir que se considera bisexual por naturaleza, sintiendo una inclinación hacia el sexo masculino por las pruebas evidentes en su pasado. Sin embargo, todo eso queda relegado a un segundo plano desde el momento que ha decidido vedarse este importante campo de la vida. Le resulta doloroso hacerlo, no es de las personas que consideran que una vida en solitario puede convertirse en una vida llena y se contenta con esas relaciones esporádicas y restringidas meramente a la cordialidad. Aunque no demuestra una aversión hacia él, no tiene en gran estima el matrimonio, ya que esa institución social es la mitad de la fuente de sus problemas; el resto es culpa suya.

• Ocupación: Con el problema de la subsistencia solucionado por la previsión en su vida pasada, su tiempo libre lo ocupa a vigilar y perseguir brujos y gitanos con la intención de descubrir si usan sus dotes para el beneficio de otros o si, por el contrario, las utilizan malintencionadamente. Es en éste caso cuando actúa, dando muerte, o intentándolo, a dicha persona. Es un proceso lento, pero, en realidad, no tiene prisa alguna para llevar a cabo su método, pudiendo estar fácilmente meses tras una o varias presas.